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La clase de hoy se llama dignidad: el SUTEP como movimiento social

Alumna: Bustamante Estrada, Claudia Paola


Código: 18150042

El SUTEP (Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú) nació en 1972,


como sindicato Único, con la finalidad de agrupar a los varios sindicatos de profesores que
existían en aquel entonces: sindicato de maestros de primaria, de secundaria, de educación
física, entre otros.

Desde su creación, el sindicato denominado así mismo como el más grande el país, ha ido
perfilando algunos objetivos como movimiento social, ligado no solo a un determinado nivel
de Educación, sino en la búsqueda de la transformación de la Educación como tal en el país.
Por ello, podemos plantear como sus objetivos1, en base a las luchas que han venido
emprendiendo:

1. Defensa de la educación pública y gratuita. Contra la privatización de las instituciones


educativas a través de las asociaciones público privadas obras por impuestos, jornada escolar
completa y racionalización.

2. Derogatoria de la Ley General de Educación (N°28044), y de la Ley de Reforma


Magisterial (N°29944) y su modificatoria (N°30541). Esto, como "rechazo a las
evaluaciones punitivas de evaluación de desempeño laboral que busca el despido masivo de
los maestros. Reposición de maestros despedidos y reposición de directores destituidos a su
cargo".

3. Derogatoria de la Ley N°30328. "Aumento de sueldos y salarios para maestros


contratados, equivalente a 1 UIT (hoy en S/4.150). Nombramiento con estabilidad laboral
reconociendo sus años de servicio".

4. Aumento real de sueldos pensionables equivalente a 1 UIT. Incremento de sueldos y


pensiones para maestros cesantes y jubilados, auxiliares de educación y personal
administrativo.

5. Pago de la deuda social sin necesidad de judicializarla.

1 Nos basamos en sus constantes pliegos de reclamos.


6. Homologación de pagos por encargatura de dirección y cargos jerárquicos equivalentes a
los directores designados.

7. Cambio curricular "orientado al desarrollo científico, tecnológico, económico, social y


cultural del país, con la participación de la comunidad educativa, garantizando la
alimentación de nuestros estudiantes en todos los niveles.

Como podemos observar, este sindicato no solo tiene objetivos reivindicativos, sino también
políticos de corte nacional. Eso hace más que interesante su devenir como organismo de
lucha, del cual podemos extraer una rica experiencia de movilización a lo largo de la
historia. Solo para poner el ejemplo más inmediato, expondremos lo que significó su lucha
más grande dentro de su agenda política en los últimos años: la Huelga General Indefinida
del 2017.

La huelga magisterial de Perú de 2017 fue un paro realizado por los maestros de la
educación básica pública en el Perú que se desarrolló entre los meses de junio y septiembre
de 2017, durante el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski. La huelga se inició en el
departamento del Cuzco, el 15 de junio de 2017, convocada por una facción sindicalista de
la región, a la que luego se sumaron varias facciones regionales del país.

Entre los principales reclamos de los maestros –algunos de los cuales ya se encuentran en el
pliego de reclamos que hemos adjuntado-- estuvieron el aumento de remuneraciones, pago
de la deuda social, la derogatoria de la Ley de la Carrera Pública Magisterial y el incremento
del presupuesto en el sector Educación.

Una de las promesas de la campaña electoral de PPK había sido precisamente el aumento de
los salarios de los maestros en todos los niveles. En marzo de 2017, por Decreto Supremo N. º
070-2017-EF, se oficializó el aumento para los docentes nombrados, pasando el salario
mínimo de S/ 1554 a S/ 1780, con la promesa añadida de que para marzo de 2018 se elevaría
S/ 2000. En lo que respecta a los contratados, se dispuso que los incrementos empezarían en
noviembre de 2017.3 Sin embargo, se alzaron las voces de protesta desde el gremio
magisterial, que aducían que la promesa de PPK había sido que el aumento de S/. 2000 sería a
partir del año 2017 y no de 2018, y que en el 2021 debía llegar a 1 UIT, es decir, a S/ 4050.
Esa fue una de las principales banderas de reclamo de los huelguistas.
La Huelga tuvo el apoyo del 70% de regiones del país y miles de maestros de diversas partes
del país llegaron a Lima, que fue la última región en apoyar la medida. Por más de un mes, los
maestros tomaron la Plaza San Martín, donde no solo recibieron apoyo de más maestros, sino
también de universitarios, escolares, padres de familia y sociedad civil.

Por el contrario, en la prensa se empezó a iniciar una campaña de estigmatización contra los
maestros, a los cuales se intentaba relacionar con grupos subversivos. Los maestros
radicalizaron su lucha en julio del 2017, donde la represión se acrecentó y, por fin, la
situación de la educación del país se puso como tema de discusión en la agenda nacional.

Uno de los lemas que más se enarboló en este proceso de lucha fue el de “la clase de hoy se
llama dignidad” que atacaba directamente a la precariedad laboral en la que se encuentran
todavía muchos maestros del país y que, al parecer, no solo luchan por ellos como parte de la
Educación, sino también por los demás componentes, como son los alumnos y el contenido
ideológico que se nos enseña en las aulas.

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