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17 de enero de 2019
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Datos y cifras
El cólera es una enfermedad diarreica aguda que, si no se trata,
puede causar la muerte en cuestión de horas.
Los investigadores calculan que cada año hay en el mundo entre 1,3
y 4 millones de casos de cólera, y entre 21 000 y 143 000 defunciones
por esta causa.
Hasta el 80% de los casos pueden tratarse con soluciones de
rehidratación oral.
Los casos graves necesitan rápidamente líquidos intravenosos y
antibióticos.
El suministro de agua potable y el saneamiento son fundamentales
para controlar la transmisión del cólera y de otras enfermedades
transmitidas por el agua.
Las vacunas anticoléricas orales de seguridad demostrada deben
utilizarse junto con las mejoras del agua y el saneamiento para
controlar los brotes de cólera y prevenir la enfermedad en zonas de
alto riesgo.
En 2017 se puso en marcha una estrategia mundial para el control del
cólera, con el objetivo de reducir las muertes por la enfermedad en un
90%.
Síntomas
El cólera es una enfermedad muy virulenta que puede causar una grave diarrea
acuosa aguda. La aparición de los síntomas tras la ingestión de alimentos o
agua contaminados puede tardar entre 12 horas y 5 días2. El cólera afecta a
niños y adultos y puede ser mortal en cuestión de horas si no se trata.
Historia
A lo largo del siglo XIX, el cólera se propagó por el mundo desde su reservorio
original en el delta del Ganges, en la India. Seis pandemias en sucesión
mataron a millones de personas en todos los continentes. La actual pandemia
(la séptima) comenzó en el sur de Asia en 1961 y llegó a África en 1971 y a
América en 1991. En la actualidad, el cólera es endémico en muchos países.
Prevención y control
La clave para prevenir el cólera, controlarlo y reducir las defunciones consiste
en adoptar un criterio multidisciplinario basado en la vigilancia, el agua, el
saneamiento y la higiene, la movilización social, el tratamiento y la vacunación
oral.
Vigilancia
La vigilancia del cólera debería formar parte de un sistema integrado de
vigilancia de enfermedades que incluya la recogida de datos en el ámbito local
y el intercambio de información en el ámbito mundial.
Se alienta a los países vecinos a zonas afectadas por el cólera a que refuercen
la vigilancia de la enfermedad y la preparación nacional para detectar brotes y
responder a ellos en caso de que el cólera se propague más allá de las
fronteras. Con arreglo al Reglamento Sanitario Internacional, ya no es
obligatorio notificar todos los casos de cólera. Sin embargo, los eventos de
salud pública en los que interviene esa enfermedad siempre deben evaluarse
en relación con los criterios establecidos en el Reglamento para determinar la
necesidad de notificación oficial.
La solución a largo plazo para la lucha contra el cólera (y que beneficia también
a todas las enfermedades que se propagan por vía fecal-oral) se basa en el
desarrollo económico y el acceso universal al agua potable y a un saneamiento
adecuado, fundamentales en la prevención del cólera, tanto epidémico como
endémico.
Entre las medidas para modificar las condiciones ambientales cabe citar las
siguientes:
Tratamiento
El cólera es una enfermedad que se trata fácilmente. La mayoría de los casos
pueden tratarse de forma satisfactoria mediante la pronta administración de
sales de rehidratación oral (SRO). El sobrecito estándar de SRO de la OMS y
el UNICEF se disuelve en 1 litro de agua salubre. Los pacientes adultos
pueden necesitar hasta 6 litros de SRO para tratar una deshidratación
moderada en el primer día.
Fuera de las emergencias, las vacunas están disponibles a través del Grupo
Especial Mundial para el Control del Cólera (véase el apartado siguiente:
Respuesta de la OMS). En estos contextos, las vacunas anticoléricas orales se
utilizan como parte de un plan de control del cólera a más largo plazo que
incluye el fortalecimiento de otros aspectos del control de la enfermedad. En los
países que cumplan los criterios requeridos, el apoyo financiero para las
vacunas es proporcionado por Gavi, la Alianza para las Vacunas.
Hasta el 21 de junio de 2017 se han enviado más de 11 millones de dosis de
vacunas anticoléricas orales con la ayuda de la OMS, con el fin de utilizarlas en
campañas masivas de vacunación. Estas campañas se han llevado a cabo en
zonas donde se han producido brotes y en las de mayor vulnerabilidad debido
a crisis humanitarias, así como en zonas donde la enfermedad es muy
endémica o desde donde se puede propagar a otros lugares. Las solicitudes y
envíos de vacunas se han duplicado cada año.
Respuesta de la OMS
En 2014 se revitalizó el Grupo Especial Mundial para el Control del Cólera
(GTFCC), cuya secretaría es albergada por la OMS. El GTFCC es una red de
más de 50 asociados que intervienen en el control mundial de la enfermedad y
entre los que hay instituciones académicas, organizaciones no
gubernamentales y organizaciones de las Naciones Unidas. A través del
GTFCC y con el apoyo de los donantes, la OMS:
Cada kit terapéutico contiene material suficiente para tratar a 100 pacientes.
Los nuevos kits están diseñados para contribuir a la preparación ante posibles
brotes de cólera y para respaldar la respuesta inicial durante el primer mes.