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La propiocepción, dentro del sistema somatosensorial, consiste en la capacidad de sentir tanto la posición del

cuerpo en el espacio, como la orientación y el movimiento. Esto se debe gracias a que en nuestro cuerpo
tenemos unos receptores mecánicos encargados de informar al sistema nervioso, y estos ( receptores
propioceptivos ) se encuentran en mayor cantidad en estructuras como músculo, tendón, ligamento y cápsula.
De ahí que uno de los factores influyentes en la propiocepción será la estabilidad articular, tanto la estática
como la dinámica. No obstante, numerosos factores influyen en la propiocepción y estos pueden ser factores
internos o factores externos.
Los sistemas somatosensorial, visual y vestibular trabajan en conjunto para proporcionarnos lo que conocemos
como equilibrio (en ingles “Balance”).
Como lo que no se mide, es muy difícil de valorar, se han descrito numerosos test que pretender evaluar el
equilibrio. (Berg test, Time up and go, Romberg Test)

BESS Test
Balance Error Scoring System (BESS Test) consiste en 3 mini pruebas: de pie sobre los dos pies (manos en las
caderas y los pies juntos), solo una pierna apoyada (de pie sobre la pierna no dominante con las manos en las
caderas) y una posición de tándem (pie no dominante detrás del pie dominante). Las posturas se realizan sobre
una superficie firme y en una superficie de espuma con los ojos cerrados. Un error se define como abrir los
ojos, levantar las manos de las caderas, caminar, tropezar, caer fuera de posición o elevar el antepié o talón.
One Leg Balance Test
Muchas veces, en clínica, no disponemos de tiempo o recursos para realizar baterías de pruebas,
afortunadamente existen herramientas sencillas, fiables y con gran interés clínico. En este caso, la prueba de la
que vamos a hablar, es el “One Leg Balance Test”, que sería la segunda prueba dentro del BESS Test pero que
ella sola nos puede dar mucha información.
El test de equilibrio sobre una sola pierna (One Leg Balance Test), fue descrito ya en 1965 (1). La prueba
consiste en estar parado en un pie (generalmente sin zapatos) con la rodilla contralateral doblada y que no
toque el suelo. Desde esa posición se mide el tiempo hasta que se toquen ambas piernas, e toque el suelo con
el pie levantado o se pierda el equilibrio.
El test tiene múltiples variaciones, ya que se puede medir con ojos abiertos o cerrados, con los brazos en cruz o
con brazos pegados al cuerpo, descalzo o con calzado…etc. Debido a las múltiples variantes, este test deberá
realizarse siempre que quiera compararse los resultados con el mismo procedimiento.

Test para evaluar la estabilidad, el SEBT


En esta entrada os quiero presentar una herramienta de valoración del equilibrio poco conocida en nuestra
cultura, pero muy utilizada en la literatura anglosajona. Estoy hablando del Star Excursion Balance Test (SEBT).
Este test de valoración se lleva usando hace varios años para distintos fines, tales como predecir el riesgo de
lesión a nivel de la extremidad inferior (por falta de estabilidad) como para evaluar el estado del equilibrio, en
este caso dinámico, del sujeto [1-3].

Este test resulta muy sencillo y económico, siendo así una herramienta de acceso fácil y con gran valor
diagnóstico. El SEBT consiste en una estrella dibujada en el suelo (de aquí el nombre), con 8 direcciones a estudiar.
Se suele utilizar material tipo esparadrapo para confeccionar la estrella. A partir de aquí, el individuo permanece
en una posición estática, colocando su pie (de estudio) descalzo en el centro de la estrella. Durante la ejecución
del test, se le pide al sujeto que toque el punto más lejano que le sea posible con la punta del dedo Hallux. El
contacto del dedo tiene que ser limpio, sin apoyo del peso ni desequilibrio del otro pie, regresando cada vez a la
posición monopodal inicial.

En cada intento se registra en la línea del suelo el punto de contacto. Este ejercicio se repite tantas veces como
se haya establecido, y en cada una de las direcciones a estudiar, siendo el resultado final la distancia media de
todos los intentos (en cada una de las direcciones).

Cabe decir que aun siendo un test tan sencillo éste demuestra unos intervalos de confianza suficientemente altos
(ICC 0.84-0.92 [4], 0.82-0.87 [5], 0.8-0.9 [6]).

Por otro lado cabe destacar la evolución que ha sufrido este test. En un principio se describía como la repetición
8 veces de cada dirección a estudio, cosa que implicaba un alto nivel de fatiga. Actualmente se ha determinado
la necesidad de realizar sólo 3 intentos en cada dirección, siendo éstos suficientes para obtener un registro fiable
[1, 7].
Por otro lado, no se tiene porqué realizar el test en todas las direcciones posibles, sino simplemente en aquellas
que se estime oportuno. De todos modos, los estudios demuestran su máxima validez para las direcciones
postero-lateral y postero-medial, simplificando aún más el test [3,7].

Es cierto que se pueden realizar algunas críticas al respecto, ya que la habilidad que se necesita para poder realizar
el test va más allá del simple equilibrio, y se relaciona directamente con la capacidad de desarrollar fuerza y tener
una buena coordinación intramuscular [2,8], por esto mismo haría falta conocer mejor como actúan las distintas
sinergias musculares en estos estudios.

Espero que con esta breve exposición tengáis una herramienta más de valoración, que aunque desconocida por
nosotros, tiene gran uso diagnóstico en la literatura anglosajona.

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