Está en la página 1de 4

La duda, el miedo, el vacío y el abandono

Inundaron cada uno de mis pensamientos

Con un mar llamado tú.

Esa noche te abracé y pedí tu sinceridad,

El fuego que alejara este frío invernal,

La verdad que mi escepticismo niega conocer.

Cada pensamiento solo mostraba dolor,

Agonía, perturbación.

Era imaginable el hecho de verte

En el alma, cuerpo y mente de alguien mas.

Me veía salir por las calles en busca de ti,

Había salido en busca de leña para mantener el fuego

que ahuyentaba el frío entre nosotros, pero me perdí.

Por un largo tiempo caminé desesperado por verte, sin encontrar la salida.

Cuando al fin encontré el camino de vuelta y llegué hasta tu puerta,

Alguien más ya habitaba dentro de ti.

Tu puerta no me permitía pasar, habías cambiado la chapa.

Busqué alguna otra llave debajo del florero por sí habrías

Pensado en que

Cobardía
Amado Nervo --
Pasó con su madre, qué rara belleza,
qué rubios cabellos de trigo garzul,
qué ritmo en el paso, que innata realeza
de porte, qué formas bajo el fino tul.
Pasó con su madre, volvió la cabeza,
me clavó muy hondo su mirada azul.

Quedé como en éxtasis; con febril premura


¡Síguela! gritaron cuerpo y alma al par.
Pero tuve miedo de amar con locura,
de abrir mis heridas, que suelen sangrar,
y no obstante toda mi sed de ternura,
cerrando los ojos, la dejé pasar.

te desnudas igual

-- de Jaime Sabines --

Te desnudas igual que si estuvieras sola


y de pronto descubres que estás conmigo.
¡Cómo te quiero entonces
entre las sábanas y el frío!

te pones a flirtearme como a un desconocido


y yo te hago la corte ceremonioso y tibio.
Pienso que soy tu esposo
y que me engañas conmigo.

¡Y cómo nos queremos entonces en la risa


de hallarnos solos en el amor prohibido!

(después, cuando pasó, te tengo miedo


y siento escalofrío.)

No quiero perderte, amor,


ni atarte a una ilusión,
si este es nuestro destino,
es porque lo quiso Dios.
Mil fantasías bailaron en mi mente,
mil delirios fabricaron un puente,
donde tu alma y la mia se unieron,
en esta pasión de dos dementes.

No quiero perderte, y no hay remedio,


que cure distancias y anule los miedos,
tu eres ese amor diferente,
que un día llegó, y quedó enredado
en mi corazón para siempre.
Te amo y no quiero amarte,
ansío tus brazos, lejanos y tiernos,
ansio los besos, que jamás te daré.

No quiero perderte, amor,


quiero vivir en tu corazón,
remontando la luna, pintando estrellas,
cantando canciones de forma muy tierna.
Vivir utopias, soñando despiertos,
que un dia cruzamos ese puente,
que no existen distancias
y el mundo es solo nuestro.
sigamos amor, soñando despiertos.

Yo triste, tú triste...
¿No has de ser entonces
mía hasta la muerte?

También podría gustarte