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Principios Del Regimen Jurídico de La Administracion Publica Conforme A La Ley Organica de La Administracion Publica 2001 PDF
Principios Del Regimen Jurídico de La Administracion Publica Conforme A La Ley Organica de La Administracion Publica 2001 PDF
Allan R. Brewer-Carías
SUMARIO
INTRODUCCIÓN. I. PRINCIPIOS FUNDAMENTALES RELATIVOS A LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA. 1. El
principio de la legalidad. 2. El principio de la responsabilidad de los funcionarios. 3. El principio de la responsa-
bilidad patrimonial del Estado. 4. El principio de finalidad de la Administración Pública. II. LOS PRINCIPIOS
DE LA ACTIVIDAD DE LA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA. 1. El principio de la simplicidad. 2. El principio de
la información general (internet). 3. El principio de la publicidad de los actos generales. 4. El principio de la suje-
ción a los planes, metas y objetivos. 5. El principio de la eficacia. 6. El principio de la adecuación de los medios
financieros a los fines. 7. El principio de la privatización. 8. El principio de coordinación. 9. El principio de co-
operación. 10. El principio de lealtad institucional. III. LOS PRINCIPIOS RELATIVOS A LA ORGANIZACIÓN
ADMINISTRATIVA. 1. La reserva legal en la asignación de la titularidad de la potestad organizativa. 2. La titula-
ridad para la organización de la Administración Pública Central Nacional. 3. Requisitos para la creación y modi-
ficación de órganos y entes. 4. El principio de la previsión financiera. 5. El principio de simplicidad y transparen-
cia de la organización administrativa. 6. El principio de jerarquía. IV. LOS PRINCIPIOS RELATIVOS A LA
COMPETENCIA. 1. La obligatoriedad de la competencia. 2. La incompetencia y la nulidad. 3. La asignación ge-
nérica de competencia. 4. La desviación de la competencia. A. La descentralización. a. Tipos de descentralización. a´.
La descentralización político territorial. b´. La descentralización funcional. b. Efectos de la descentralización funcional y te-
rritorial sobre la competencia. B. La desconcentración administrativa. a. La transferencia de competencias. b. Las potestades
de control. c. La reversión de la desconcentración. C. La encomienda de gestión. a. La encomienda a entes descentralizados
funcionalmente. b. La encomienda convenida entre administraciones públicas territoriales. c. Requisitos. D. La delegación.
a. Tipos de delegación. a’. La delegación interorgánica. b’. La delegación intersubjetiva. c’. La delegación de gestión y de
firma. b. Los requisitos formales de la delegación. c. Limitación a las delegaciones intersubjetivas e interórganicas. d. Publi-
cación. e. Indicación expresa de que se actúa por delegación. f. Revocación de la delegación. E. La avocación. 5. La solución
de los conflictos de atribuciones. V. LOS DERECHOS DE LOS PARTICULARES FRENTE A LA ADMINISTRA-
CIÓN PÚBLICA. 1. El derecho a petición. A. Los registros de documentos presentados. B. Información sobre los regis-
tros. C. Lugar de presentación de documentos. D. Devolución de documentos originales a los presentantes. 2. Los derechos
de los administrados en el procedimiento administrativo. 3. El derecho a la participación. 4. Las consultas públi-
cas obligatorias sobre actos de efectos generales. A. Tipos de Consulta. a. La consulta a las comunidades organizadas y
a las organizaciones públicas no estatales. b. La consulta pública en general. B. Carácter no vinculante de la consulta. C. El
carácter obligatorio de la consulta y la sanción de nulidad absoluta. D. La excepción en casos de emergencia. 5. El derecho a
la información administrativa. 6. El derecho de acceso a los archivos y registros. A. El derecho constitucional. B.
Condiciones para el ejercicio. C. Las copias de documentos. a. El derecho a copias. b. La expedición de copias certificadas y
su prohibición respecto de documentos secretos o confidenciales. c. Prohibición de certificaciones de mera relación. D. Limi-
taciones de exhibición o inspección judicial de documentos. E. Prohibición de conservación de documentos por los funciona-
rios públicos. F. El acceso a los archivos. G. La consulta de documentos confidenciales o secretos
INTRODUCCIÓN
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tración del Poder Judicial, también son parte de la Administración Pú-
blica del Estado.
En consecuencia, en los términos de la sección segunda del Título
IV de la Constitución, la Administración Pública del Estado no sólo es-
tá conformada por órganos que ejercen el Poder Ejecutivo, sino por los
órganos que ejercen el Poder Ciudadano y el Poder Electoral, y por la
Dirección Ejecutiva de la Magistratura que en ejercicio del Poder Judi-
cial tiene a su cargo la dirección, el gobierno y la administración del
Poder Judicial.
Para desarrollar los principios constitucionales relativos a la Ad-
ministración Pública, se ha dictado la Ley Orgánica de la Administra-
ción Pública (en lo adelante LOAP) (G.O. Nº 37.305 de 17-10-2001), la
cual, como lo indica su artículo 1º, tiene por objeto general:
1º) Establecer los principios y bases que rigen la organización y el
funcionamiento de la Administración Pública;
2º) Establecer los principios y lineamientos de la organización y
funcionamiento de la Administración Pública Nacional y de la admi-
nistración descentralizada funcionalmente;
3º) Regular los compromisos de gestión;
4º) Crear mecanismos para promover la participación y el control
sobre las políticas y resultados públicos; y
5) Establecer las normas básicas sobre los archivos y registros
públicos.
Siendo una ley nacional, por supuesto, sus disposiciones son bási-
camente “aplicables a la Administración Pública Nacional” (art. 2). La
Ley, sin embargo, no define qué ha de entenderse por ello; pero de su
normativa se deduce que abarca la Administración Pública que con-
forman los órganos que ejercen el Poder Ejecutivo Nacional y aquéllos
que conforman la Administración Pública nacional descentralizada
sometida al control de aquél, con forma de derecho público.
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En cuanto a la Administración Pública que conforman los demás
órganos del Poder Público Nacional, es decir, los que a nivel nacional
ejercen el Poder Judicial, el Poder Ciudadano y el Poder Electoral, las
disposiciones de la Ley Orgánica sólo se les aplican “supletoriamente”
(art. 2). En cuanto a los órganos que ejercen el Poder Legislativo, res-
pecto de las funciones administrativas que realicen, conforme al artícu-
lo 2 de la Ley Orgánica, también se les podrán aplicar sus disposiciones
supletoriamente.
En relación con los órganos de los Poderes Públicos que derivan
de la distribución territorial del Poder Público, conforme al artículo 2
de la LOAP “los principios y normas (de la Ley Orgánica) que se refie-
ran en general a la Administración Pública, o expresamente a los Esta-
dos, Distritos metropolitanos y Municipios, serán de obligatoria obser-
vancia por éstos, quienes desarrollarán los mismos dentro del ámbito
de sus respectivas competencias”.
En cuanto a las demás regulaciones de la Ley Orgánica, rige el
mismo principio de su posible aplicación supletoria a las Administra-
ciones Públicas de los Estados y Municipios (art. 2).
En todo caso, la LOAP trae la siguiente definición de órganos y en-
tes de la Administración Pública, lo que contribuye a precisar el ámbito
orgánico de sus regulaciones. De acuerdo con el artículo 15 de la ley, se
considera “ente” toda organización administrativa descentralizada
funcionalmente con personalidad jurídica propia distinta de la Repú-
blica, de los Estados, de los Distritos metropolitanos y de los Munici-
pios.
El artículo 15 de la ley LOAP define como “órganos”, las unidades
administrativas “de la República, los Estados, los Distritos metropoli-
tanos y entes públicos a las que se les atribuyan funciones que tengan
efectos jurídicos frente a terceros, o cuya actuación tenga carácter pre-
ceptivo”. Curiosamente, en esta enumeración se omitió a los Munici-
pios, lo que sin duda fue una inadvertencia involuntaria.
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Nuestro propósito, en estas notas, es analizar el conjunto de prin-
cipios que rigen la Administración Pública tal como se han establecido
en la Constitución y en la Ley Orgánica. Para ello, analizaremos en
primer lugar, los principios fundamentales que rigen respecto de todos
los órganos que ejercen el Poder Público y por tanto, de los que con-
forman la Administración Pública; en segundo lugar, los principios re-
lativos a la actividad de la Administración Pública; en tercer lugar, los
principios relativos a la competencia; y en quinto lugar, los derechos
de los administrados frente a la Administración Pública.
1. El principio de la legalidad
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cuyas actividades son las que deben sujetarse a la Constitución y a las
leyes.
Este principio de legalidad o de actuación en conformidad con el
derecho, por tanto, implica que las actividades que realicen todos los
órganos que ejercen el Poder Público y no sólo los que conforman la
Administración Pública, deben someterse a la Constitución y a las le-
yes. La consecuencia de ello, en un Estado de derecho como el que or-
ganiza la Constitución de 1999, es que las actividades contrarias al de-
recho están sometidas al control tanto de la jurisdicción constitucional
(art. 334) como de la jurisdicción contencioso administrativa (art. 259),
cuyos tribunales pueden anularlos.
En relación con la Administración Pública, la LOAP expresa for-
malmente el principio vinculándolo a la competencia, para lo cual,
además, precisa la jerarquía de las fuentes del derecho aplicable a la
Administración, así:
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“el sometimiento pleno a la ley y al derecho” (art. 141), y es una de las
misiones fundamentales de los órganos del Poder Ciudadano, consis-
tente en velar por “la aplicación del principio de la legalidad en toda la
actividad administrativa del Estado” (art. 274).
Adicionalmente, el artículo 8 de la LOAP recoge la previsión del
artículo 7 de la Constitución, y precisa que “todos los funcionarios de
la Administración Pública están en la obligación de cumplir y hacer
cumplir la Constitución”. Toda autoridad, por tanto, deriva y debe eje-
cutarse conforme a la Constitución.
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competencia; y en general, por violación de la Constitución o de la Ley,
es decir, en general, por contrariedad al derecho.
La Constitución, por otra parte, y también siguiendo una larga
tradición de nuestro constitucionalismo, reitera el principio de la res-
ponsabilidad de los funcionarios públicos pero, en particular, respecto
de los actos que dicten, ordenen o ejecuten, que violen o menoscaben
los derechos garantizados constitucionalmente; responsabilidad que
puede ser civil, penal y administrativa, sin que pueda servirles de ex-
cusa órdenes superiores que reciba el funcionario. (art. 25). Este mismo
principio lo repite el artículo 8 de la LOAP, en relación con los funcio-
narios “de la Administración Pública”.
En estos casos, conforme al artículos 10 de la LOAP, y sin perjuicio
del derecho de acceso a la justicia establecido en la Constitución (art.
26) y la ley, los particulares cuyos derechos humanos hayan sido viola-
dos o menoscabados por un acto u orden de un funcionario público
pueden, directamente o a través de su representante, acudir ante el
Ministerio Público para que éste ejerza las acciones a que hubiere lugar
para hacer efectiva “la responsabilidad civil, laboral, militar, penal,
administrativa o disciplinaria” en que hubiere incurrido dicho funcio-
nario. Igualmente, pueden acudir ante la Defensoría del Pueblo para
que ésta inste al Ministerio Público a ejercer dichas acciones y, además,
para que la Defensoría del Pueblo solicite ante el Consejo Moral Repu-
blicano que adopte las medidas a que hubiere lugar con respecto a tales
funcionarios, de conformidad con la ley.
A los efectos, incluso, de la posibilidad de exigencia de responsa-
bilidad, la LOAP establece el principio de rendición de cuentas, al dis-
poner su artículo 11 que las autoridades y funcionarios de la Adminis-
tración Pública deben “rendir cuentas de los cargos que desempeñen
en los términos y condiciones que determine la ley”.
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3. El principio de la responsabilidad patrimonial del Estado
Artículo 140: El Estado responderá patrimonialmente por los daños que su-
fran los particulares en cualquiera de sus bienes y derechos, siempre que la
lesión sea imputable al funcionamiento de la Administración Pública.
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Administración Pública conformada por los órganos que ejercen el Po-
der Ejecutivo, sino la conformada por los órganos que ejercen el Poder
Ciudadano y el Poder Electoral, así como la Administración Pública
que constituye la Dirección Ejecutiva de la Magistratura del Tribunal
Supremo de Justicia.
La redacción de la norma, sin embargo, no permite su aplicación a
los casos de responsabilidad del Estado legislador, causada, por ejem-
plo, al sancionar una ley. En cuanto a la responsabilidad del Estado por
actos judiciales o de los jueces, ésta, sin embargo, sí está regulada ex-
presamente en los artículos 49,8 y 255 de la Constitución.
El principio de la responsabilidad patrimonial del Estado, por la
actividad de la Administración Pública, por otra parte, lo reitera el artí-
culo 14 de la LOAP, señalando que
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blica, es dar eficacia a los principios, valores y normas consagrados en
la Constitución y, en especial, conforme se indica en el artículo 19 de la
Constitución, “garantizar a todas las personas, conforme al principio
de progresividad y sin discriminación alguna, el goce y ejercicio irre-
nunciable, indivisible e interdependiente de los derechos humanos”.
La Administración Pública, agrega el artículo 5 de la LOAP, debe
asegurar a los particulares la efectividad de sus derechos cuando se re-
lacionen con ella; además, debe tener entre sus objetivos, la continua
mejora de los procedimientos, servicios y prestaciones públicas, de
acuerdo con las políticas fijadas y teniendo en cuenta los recursos dis-
ponibles, determinando al respecto las prestaciones que proporcionan
los servicios de la Administración Pública, sus contenidos y los corres-
pondientes estándares de calidad.
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meraron los de “principios de economía, eficacia, celeridad e imparcia-
lidad”.
1. El principio de la simplicidad
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2. El principio de la información general (internet)
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ter general, menciona a las “resoluciones”. Estas, conforme a la Ley
Orgánica de Procedimientos Administrativos (art. 16) son los actos
administrativos que emanan de los Ministros del Ejecutivo Nacional,
por lo que las mismas, sean o no de efectos generales o de carácter ge-
neral, deben publicarse en la Gaceta Oficial.
En cuanto a los Estados, Distritos Metropolitanos y Municipios,
los actos de los mismos de orden normativo o de carácter general, tam-
bién deben publicarse en la correspondiente “publicación oficial” de
las entidades respectivas.
5. El principio de la eficacia
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des, así como la evaluación y control del desempeño institucional y de
los resultados alcanzados (art. 18).
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escala de los sueldos y salarios de la Administración Pública, con el ob-
jeto de obtener una asesoría técnica de máxima calidad y eficiencia.
7. El principio de la privatización
8. El principio de coordinación
9. El principio de cooperación
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10. El principio de lealtad institucional
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la competencia del Poder Público Nacional, las siguientes materias que
tienen relación con la organización de la Administración Pública en
sentido general: ord. 8. La organización de la Fuerza Armada; ord. 10.
La organización del Distrito Capital y de las dependencias federales;
ord. 31. La organización y administración nacional de la Justicia, del
Ministerio Público y de la Defensoría del Pueblo; y el ord. 32. La orga-
nización de los órganos del Poder Público Nacional y demás órganos e
instituciones nacionales del Estado.
Además, expresamente se le atribuye a la Asamblea Nacional
competencia en materia de organización administrativa respecto de
otros órganos del Poder Público Nacional como los del Poder Ciuda-
dano, en general, (art. 273) y, en particular, la Contraloría General de la
República (art. 290); los del Poder Electoral (art. 292), y la Procuraduría
General de la República (art. 247) que está integrada del Poder Ejecuti-
vo Nacional.
La Asamblea Nacional también tiene atribuida la titularidad de la
potestad organizativa en materia de organización de los Municipios y
demás entidades locales, con la obligación de establecer diferentes re-
gímenes para dicha organización (art. 169).
La Constitución, por otra parte, en relación con la Administración
Pública Nacional, estableció la reserva legal sólo en relación con la
creación de los institutos autónomos (art. 142); pero en cuanto a la or-
ganización de la Administración Pública Nacional centralizada, asignó
la potestad organizativa al Presidente de la República, en Consejo de
Ministros, “dentro de los principios y lineamientos” señalados en la
Ley Orgánica (art. 236,20).
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Consejo de Ministros, fijar el número, organización y competencia de
los ministerios y otros organismos de la Administración Pública Na-
cional, así como también la organización y funcionamiento del Consejo
de Ministros, dentro de los principios y lineamientos que señale la co-
rrespondiente ley orgánica.
Se varió, en esta forma, de manera sustancial, el sistema de la
Constitución de 1961, que seguía la tradición constitucional iniciada
desde el siglo XIX, y que rigidizaba la organización ministerial que sólo
la ley podía determinar (art. 193).
En desarrollo de esta potestad organizativa de rango constitucio-
nal atribuida al Presidente de la República en Consejo de Ministros, el
artículo 58 de la Ley Orgánica le atribuye la facultad para fijar, median-
te decreto, “el número, denominación, competencia y organización de
los ministerios y otros órganos de la Administración Pública Nacional,
con base en parámetros de adaptabilidad de las estructuras administra-
tivas a las políticas públicas que desarrolla el Poder Ejecutivo Nacional
y en los principios de organización y funcionamiento establecidos en la
presente ley”.
Conforme a esta atribución, el Presidente de la República dictó el
Decreto Nº 1475 de 17-10-2001 (G.O. Nº 37.305 de 17-10-01) sobre orga-
nización y funcionamiento de la Administración Pública Central, don-
de se regulan catorce (14) Ministerios y se enumeran sus competencias.
El Decreto establece, además, la estructura organizativa básica de
cada Ministerio, integrada por el Despacho del Ministro y los Despa-
chos de los Viceministros; estando estos últimos integrados en orden
jerárquico descendente así: Direcciones Generales, Direcciones de línea
y Divisiones (arts. 16 y 17).
Cada Ministerio, en todo caso, debe estar regulado internamente
por un Reglamento Orgánico dictado por el Presidente en Consejo de
Ministros, “previa propuesta del respectivo Ministro” (art. 18), en el
cual se deben determinar la estructura y las funciones de los Viceminis-
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tros y de las demás dependencias que integran cada Ministerio (art.
17).
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4. El principio de la previsión financiera
6. El principio de jerarquía
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En consecuencia, los órganos administrativos pueden dirigir las
actividades de sus órganos jerárquicamente subordinados mediante
instrucciones y órdenes.
Cuando una disposición específica así lo establezca o se estime
conveniente por razón de los destinatarios o de los efectos que puedan
producirse, las instrucciones y órdenes de servicio se deben publicar en
la Gaceta Oficial que corresponda (art. 43).
Dispone el artículo 28 de la LOAP que el incumplimiento por par-
te de un órgano inferior de las órdenes e instrucciones de su superior
jerárquico inmediato obliga a la intervención de éste y acarrea la res-
ponsabilidad de los funcionarios o funcionarias a quienes sea imputa-
ble dicho incumplimiento, “salvo lo dispuesto en el artículo 8 de esta
Ley” (art. 28).
Este artículo 8 recoge el principio del artículo 25 de la Constitución
en el sentido de establecer la responsabilidad de los funcionarios pú-
blicos por las violaciones de los derechos garantizados en la Constitu-
ción “sin que les sirvan de excusa órdenes superiores”. En consecuen-
cia, si la orden del superior implica una violación de un derecho consti-
tucional, y si el funcionario inferior la cumple, compromete su propia
responsabilidad. La “salvedad” que parece implica la norma del artícu-
lo 28 de la LOAP sería que el funcionario inferior no incurriría en res-
ponsabilidad por incumplimiento de una orden superior, cuando la
misma implique violación de un derecho constitucional.
1. La obligatoriedad de la competencia
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La competencia, por tanto, es irrenunciable, indelegable, impro-
rrogable y no puede ser relajada por convención alguna, salvo los casos
expresamente previstos en las leyes y demás actos normativos (art. 26).
2. La incompetencia y la nulidad
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4. La desviación de la competencia
A. La descentralización
a. Tipos de descentralización
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En primer lugar, los entes descentralizados funcionalmente con
forma de derecho privado, los cuales están conformados por las personas
jurídicas constituidas y regidas de acuerdo a las normas del derecho
privado en los términos de la LOAP, y son de dos tipos:
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b. Efectos de la descentralización funcional y territorial sobre
la competencia
B. La desconcentración administrativa
a. La transferencia de competencias
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1. Definir la política a desarrollar por tales entes, a cuyo efecto formularán
las directivas generales que sean necesarias.
2. Ejercer permanentemente funciones de coordinación, supervisión y con-
trol.
3. Evaluar en forma continua el desempeño y los resultados de su gestión e
informar oportunamente al Presidente o Presidenta de la República, go-
bernador o gobernadora, alcalde o alcaldesa, según corresponda.
4. Informar trimestralmente al organismo u órgano nacional, estadal, del
distrito metropolitano o municipal, encargado de la planificación acerca
de la ejecución de los planes por parte de los entes.
5. Proponer al Presidente o Presidenta de la República, gobernador o go-
bernadora, o alcalde o alcaldesa, según corresponda, las reformas necesa-
rias a los fines de crear, modificar o eliminar las entidades descentraliza-
das funcionalmente que respectivamente le estén adscritas.
6. Las demás que determinen las leyes nacionales, estadales y las ordenan-
zas y sus reglamentos.
c. La reversión de la desconcentración
C. La encomienda de gestión
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La encomienda de gestión no supone cesión de la titularidad de la
competencia ni de los elementos sustantivos de su ejercicio, siendo
responsabilidad del órgano encomendante dictar cuantos actos o reso-
luciones de carácter jurídico den soporte o en los que se integre la con-
creta actividad material objeto de encomienda (art. 39).
c. Requisitos
D. La delegación
a. Tipos de delegación
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a’. La delegación interorgánica
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c’. La delegación de gestión y de firma
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c. Limitación a las delegaciones intersubjetivas e interórga-
nicas
d. Publicación
f. Revocación de la delegación
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E. La avocación
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último que requiera la declinatoria del órgano que esté conociendo del
asunto (art. 44).
Los conflictos antes mencionados sólo pueden suscitarse entre
unidades administrativas integrantes del mismo órgano o ente y con
respecto a asuntos sobre los cuales no haya recaído decisión adminis-
trativa definitiva o finalizado el procedimiento administrativo (art. 44).
1. El derecho a petición
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A. Los registros de documentos presentados
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Asimismo, el sistema debe garantizar la integración informática en
el registro general de las anotaciones efectuadas en los restantes regis-
tros del órgano administrativo (art. 161).
Por otra parte, cada órgano o ente de la Administración Pública
debe establecer los días y el horario en que deban permanecer abiertos
sus oficinas, garantizando el derecho de las personas a la presentación
de documentos previsto en esta Ley (art. 163).
Las Administración Pública debe hacer pública y mantener actua-
lizada una relación de sus oficinas, sus sistemas de acceso y comunica-
ción, así como los horarios de funcionamiento (art. 163).
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D. Devolución de documentos originales a los presentantes
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8. Ser tratados con respeto y deferencia por las autoridades, funcionarios y
funcionarias, los cuales están obligados a facilitarles el ejercicio de sus dere-
chos y el cumplimiento de sus obligaciones.
3. El derecho a la participación
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teproyecto para su consulta a las comunidades organizadas y las orga-
nizaciones públicas no estatales inscritas en el registro señalado ante-
riormente (art. 135).
Esta obligación de consulta por tanto, se aplica en los casos de
emisión de decretos leyes en virtud de una ley habilitante, o de regla-
mentos de cualquier tipo.
En el oficio de remisión del anteproyecto correspondiente se debe
indicar el lapso durante el cual se recibirán por escrito las observacio-
nes, y el cual no comenzará a correr antes de los diez días hábiles si-
guientes a la entrega del anteproyecto correspondiente.
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ciones y propongan adoptar, desechar o modificar el anteproyecto
propuesto o considerar un anteproyecto nuevo. (art. 135)
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que estén directamente interesados, y a conocer las resoluciones defini-
tivas que se adopten; el derecho a ser noticiados de los actos adminis-
trativos y a ser informados de los trámites del procedimiento adminis-
trativo.
Estos principios los ha desarrollado la LOAP estableciendo que la
Administración Publica Nacional, de los Estados, de los Distritos me-
tropolitanos y de los Municipios deben establecer sistemas que sumi-
nistren a la población la más amplia, oportuna y veraz información so-
bre sus actividades, con el fin de ejercer el control social sobre la ges-
tión pública. Cualquier particular puede solicitar de los órganos y en-
tes de la Administración Pública la información que desee sobre la ac-
tividad de éstos de conformidad con la ley (art. 138).
Todos los órganos y entes de la Administración Pública deben
mantener permanentemente actualizadas y a disposición de las perso-
nas, en las unidades de información correspondientes, el esquema de
su organización y la de los órganos adscritos, así como guías informa-
tivas sobre los procedimientos administrativos, servicios y prestaciones
aplicables en el ámbito de su competencia y de sus órganos adscritos
(art. 139).
En cuanto a los documentos en poder de la Administración Públi-
ca, el artículo 158 de la LOAP, dispone que será objeto de periódica
publicación la relación de los documentos que estén en poder de las
Administración Pública sujetos a un régimen de especial publicidad
por afectar a la colectividad en su conjunto y cuantos otros puedan ser
objeto de consulta por los particulares.
También deben ser objeto de publicación regular las instrucciones
y respuestas a consultas planteadas por los particulares u otros órga-
nos administrativos que comporten una interpretación del derecho po-
sitivo o de los procedimientos vigentes a efectos de que puedan ser
alegadas por los particulares en sus relaciones con la Administración
(art. 158).
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6. El derecho de acceso a los archivos y registros
A. El derecho constitucional
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C. Las copias de documentos
a. El derecho a copias
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midad con ley que regule la materia de clasificación de documentos de
contenido confidencial o secreto (art. 169).
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E. Prohibición de conservación de documentos por los funciona-
rios públicos
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