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Concepción de La Medicina en La Antigüedad
Concepción de La Medicina en La Antigüedad
1. Imhotep
Época: 2667 A.C. – 2648 A.C.
Imhotep es el primer médico conocido de la historia a través de de
los registros escritos. Pertenecía a la Tercera Dinastía del Antiguo
Egipto y fue el fundador de la antigua medicina egipcia y el autor
original del papiro de Edwin Smith. Se considera al papiro de
Edwin Smith como la copia de varios trabajos anteriores y se cree
que fue escrito en torno a 1600 A.C. Un texto donde se detallan
curas, enfermedades, observaciones anatómicas, cirugías…
También describe con detalles exquisitos el examen, diagnóstico,
tratamiento y pronóstico de numerosas enfermedades.
Tras su muerte, Imhotep fue ascendido al estatus de Dios de la
Curación y su tumba se convirtió en un centro de salud. De él se mencionaban
hechos como que fue el hijo del Dios de la Fuerza Creadora y, más tarde, los griegos
identificaron a Imhotep con Esculapio, el Dios de la Medicina. Mientras tanto, los
romanos siguieron reverenciándolo después de 3000 años tras su muerte. El
emperador romano Claudio I y Tiberio tenían inscripciones en sus templos de
Egipto alabando a Imhotep.
2. Hipócrates
Época: 460 A.C. — 370 A.C.
Posiblemente el nombre más famoso de la medicina es el de
filósofo griego Hipócrates. Se considera el padre de la medicina
moderna y da el nombre al Juramento Hipocrático que
pronuncian aquellos que acaban de licenciarse en medicina.
Por aquella época, la mayoría de personas pensaban que las
enfermedades eran un castigo de los dioses. Los tratamientos
iban dirigidos a satisfacer a los dioses para que las
enfermedades se curaran. Hipócrates fue en contra de este
pensamiento convencional y consideró el cuerpo como un equilibrio de los famosos
cuatro humores: Sangre, flema, bilis negra y bilis amarilla.
Si una persona estaba enferma, significa que había un desequilibrio en los humores
y, por tanto, tenía que recibir un tratamiento para reestablecer el equilibrio. Esto a
menudo consistía en hacer sangrar (las famosas sangrías), vomitar y/o purgar al
paciente. Este radical acercamiento llevó a la medicina fuera del mundo espiritual y
los cuatro humores construyeron la base de los tratamientos médicos en tiempos
medievales.
En mi opinión, no es que fuera un avance para tirar cohetes. Aunque nos quitamos
a un montón de charlatanes y curanderos de encima de la medicina “oficial”, uno
de los obstáculos que tuvo que superar la medicina moderna para ajustarse al
método científico tal como lo conocemos hoy fue dejar de tomar la palabra de los
clásicos (Hipócrates y Aristóteles) como si de dogmas se trataran.
3. Aristóteles
Época: 384 A.C. – 322 A.C.
Aristóteles fue un filósofo griego (hijo de médico) que
escribió una gran cantidad de libros de amplia temática:
Biología, anatomía, física, filosofía, ética y política. Su
trabajo influenció el desarrollo de la ciencia y la medicina
durante siglos y es el fundador de la anatomía
comparada.
Aristóteles elaboró un sistema fisiológico centrado en el corazón en donde, según
él, ardía la llama vital de la vida que se mantenía por un espíritu de la vida llamado
“pneuma” que producía calor. Consideraba al corazón al órgano más importante ya
que cuando el corazón se paraba, el cuerpo moría. Además, en sus estudios de
embriología, Aristóteles se dio cuenta de que el corazón empezaba a latir en las
fases más iniciales del desarrollo del organismo: “Primum oriens, ultimum
moriens” (El primero en nacer, el último en morir).
Gran parte de la medicina medieval, se basaba en los principios de Aristóteles y en
los de Hipócrates.
4. Galeno
Época: 129 D.C. – 200 D.C.
Los romanos vencieron a los griegos y esto hizo que muchas
de sus ideas sobre el cuidado de la salud se extendieran por
todo el Imperio Romano. Galeno fue un médico griego que
emigró a Roma y se convirtió en el principal médico para
muchos gladiadores profesionales. En esa época, era ilegal
diseccionar cuerpos humanos y, por eso, diseccionó a
animales para averiguar el funcionamiento de éstos. Este
conocimiento ayudó a los doctores romanos para mejorar sus
técnicas en cirugía. Desarrollaron nuevos instrumentos y
muchos de los conocimientos que adquirieron fueron gracias
al tratamiento de los heridos en las numerosas guerras de conquistas que libraron
los Romanos.
Los asentamientos militares tenían hospitales para tratar a los soldados y los
cirujanos de la armada se volvieron hábiles en quitar flechas y suturar heridas. Los
registros también muestran que ya eran capaces de tratar los cálculos (piedras) de
la vesícula biliar, hernias y cataratas.
Siglos después, Andrés Vesalio retomaría el trabajo de Galeno, traduciendo sus
escritos del griego al latín. De hecho, los métodos de disección y la filosofía de
Vesalio vinieron inspirados por Galeno.
7. William Harvey
Época: 1578-1657
William Harvey fue un médico inglés que describió
correctamente, por primera vez y con sumo detalle, las
propiedades de la sangre al ser bombeada a través del cuerpo
gracias al corazón, además de distinguir arterias y venas.
Rechazando así de una vez por todas las teorías de los clásicos.
Entre los numerosos estudios destacan sus cuidadosas observaciones en
vivisecciones en el cuerpo humano a través de experimentos controlados, siendo la
primera persona en estudiar la biología cuantitativamente. Hizo un experimento
para ver cómo pasaba la sangre a través del corazón cada día. Con ese experimento
estimó la capacidad del corazón, cuanta sangre es expulsada en cada latido y la
cantidad de veces que late el corazón en media hora.
Distinguió la circulación pulmonar de la circulación sistémica y describió la
presencia de válvulas en las venas.
Los descubrimientos durante el Renacimiento llevaron a un cambio en el
pensamiento médico, hasta llevarnos al conocimiento médico básico de la
actualidad. Esto es, el cuerpo se compone de varios sistemas especializados que
trabajan conjunta y coordinadamente.
8. Edward Jenner
Época: 1749- 1823
Jenner trabajó como doctor en Inglaterra. En su época, la
viruela se trataba de una seria enfermedad y a menudo
resultaba mortal. Fue la simple observación de que las lecheras
normalmente no cogían la viruela lo que le llevó a pensar que el
hecho de contagiarse de la viruela vacuna (una enfermedad
similar a la viruela, pero mucho menos agresiva) las protegía de
ella.
En Mayo de 1796, Jenner probó esta teoría al inocular a James
Phipps, un niño, el contenido de las ampollas de la viruela
vacuna de la mano de Sarah Nelmes, una lechera que había
contraído esta enfermedad de una vaca llamada Blossom.
Jenner inoculó a Phipps la pus de la viruela vacuna en ambos brazos. Esto le
produjo fiebre y algo de malestar pero no una gran enfermedad. Más tarde, inoculó
a Phipps la viruela y no se produjo ninguna enfermedad. Algo que comprobó varias
veces antes de informarlo públicamente.
Así es cómo Jenner descubrió la vacuna cuyo nombre proviene precisamente de
“Vaca” haciendo referencia al papel que tuvieron en su descubrimiento.
9. Florence Nightingale
(Por fin, una mujer en la lista)
Época: 1820 – 1910
Quizás la enfermera más famosa de todos los tiempos.
Inspirada por lo que ella pensó que era una “llamada
divina”, Nightingale decidió dedicarse a la enfermería. Esta
decisión también implicó luchar contra los roles
establecidos como mujer que le habían sido asignados.
Estaba prometida y su “destino” era ser una mujer fiel y
obediente. (Una de las razones, de ésta y otras muchas
épocas por la cual no aparecen más mujeres en esta lista) En contra de su familia, y
especialmente de su madre, anunció su decisión en 1845 y rechazó al prometido
que le habían asignado.
Florence Nightingale trabajó en un hospital militar durante la Guerra de Crimea.
Las condiciones eran pésimas y el 80% de los soldados morían por infecciones que
cogían en el hospital y no de las heridas originales. Florence Nightingale mejoró la
calidad de la higiene y los servicios sanitarios con lo que se redujo de forma
asombrosa las infecciones en su hospital (la mortalidad descendió de un 40% al
2%). Cuando volvió de la guerra, Florence Nightingale se embarcó en una campaña
para modernizar y mejorar los hospitales. Promovió la profesión de la enfermería
como la conocemos hoy y fundó una escuela. El diseño hospitalario y la práctica de
la enfermería que defendía aún pueden verse en la actualidad.