Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
presenta
El Holocausto
Dios permitía que se usaran cuatro clases de animales como sacrificios en el holocausto.
Los ricos llevaban un animal caro tal como un buey; los que eran menos ricos llevaban
una oveja y los que no podían comprar ninguno de éstos, llevaban palomas o tórtolas.
Pero, en cada caso, consistía en ofrecer una vida entera a Dios. Dios no podía aceptar
menos que eso.
¿Qué nos dice esto acerca de la consagración? Nos dice que la consagración es ofrecer
una vida entera a Dios. No puedo dar a Dios una parte de mi vida y guardar una parte
para mí mismo. Esto no satisfacería a Dios, y tampoco a satisfacería mí. Todo el gozo y
la bendición en la vida cristiana dependen de que nosotros no retengamos nada de Dios.
La consagración es final
Una vez que un animal era colocado en el altar como un holocausto a Dios, ya no se
quitaba. Era santo a Dios. La Biblia dice:
El holocausto era ofrecido a Dios cada mañana y cada tarde, día a día, continuamente.
¿Qué nos dice esto en cuanto a la consagración?
Esto nos dice que nuestra consagración debe ser continua. Mi consagración se inicia
con el hecho de entregarme al Señor, pero no termina ahí. Debo vivir continuamente mi
consaconsagración. Día a día me ofrezco al Señor para hacer Su voluntad en lugar de la
mía. Esto es lo que el Señor Jesús quiso decir cuando dijo:
¿CUÁL FUE EL PRECIO que el Señor Jesús pagó por mí? ¡Su propia sangre
preciosa! La Biblia dice:
sabiendo que fuisteis rescatados… no con cosas corruptibles,
como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo… (1
Pedro 1:18-19).
El Señor Jesucristo me ha redimido; Él es mi Señor y Amo; pertenezco a Él. Ya que
pertenezco al Señor, es justo que me entregue a Él. La pregunta no es si pertenezco al
Señor, sino si, "¿He entregado al Señor lo que ya le pertenece?"
La consagración es sencillamente reconocer que Cristo es mi dueño y decirle a
Él: "Señor, soy tuyo por derecho, y deseo ser tuyo porque así lo
elijo".
La Biblia aclara que este es el "culto racional" de cada persona que ha nacido de
nuevo.
El motivo de la consagración
Yo sé que debo entregarme al Señor, pero, ¿qué es lo que me hace desear hacerlo? Es el
amor de Cristo. La Biblia dice:
La Biblia nos dice que debemos presentarnos a Dios "como vivos de los
muertos". Dios no quiere que yo le ofrezca mi vida antigua de egoísmo. Es la nueva
vida en Cristo la que Dios quiere que le presente. La Biblia dice:
…presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los
muertos… (Romanos 6:13).
DIOS NO PUEDE USAR NADA de la vida vieja. Solamente los que
son "vivos de los muertos" pueden servirle. Es sólo cuando veo que he sido
crucificado juntamente con Cristo, sepultado con Él y resucitado con Él, que puedo
verdaderamente consagrar mi vida a Dios.
EL RESULTADO DE LA CONSAGRACIÓN es que yo muero a mis
propios planes y aspiraciones; y que vivo para hacer la voluntad de Dios.
EL SEÑOR JESÚS ES NUESTRO EJEMPLO. Él no vino al mundo
para hacer Su propia voluntad o para ser grande ante los ojos de los hombres. Él vino
para hacer la voluntad de Su Padre. Aunque era Dios, se humilló a Sí Mismo y tomó
forma de siervo. Fue obediente a la voluntad de Dios, hasta en la propia muerte de cruz.
Ahora Dios nos dice a nosotros:
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo
Jesús… (Filipenses 2:5).
No pienses que si consagras tu vida al Señor, llegarás a ser un predicador famoso o un
evangelista mundial. Nuestro Salvador fue despreciado y rechazado por los hombres.
Somos Sus siervos, y la Biblia dice:
No, no seremos grandes ante los ojos de los hombres, pero hay una gran bendición en la
consagración. ¿Cuál es?
Señor Jesús, este día, consagro definitivamente mi vida a Tí para confiar, obedecer y
servirte lo mejor que pueda mientras que tenga vida. Te pido que me ayudes a vivir
una vida de fe, amor y devoción a Ti aquí en la tierra tal como desearé haberla vivido
cuando Te vea cara a cara en el cielo.
Página de Preguntas
^arriba
Home | Inicio | Niños | Jovenes | Adultos | Correo electrónico
Derechos de autor © 1998—2019 U.B. David & I’ll B. Jonathan, Inc. El Club de Buzón lecciones ©
The Mailbox Club International. Usado con permiso. Todos los derechos reservados.