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TEMA 2. FLUJOS EN MEDIOS POROSOS.

1. CLASIFICACIÓN DEL FLUJO SEGÚN SU MOVILIDAD


EL flujo es el movimiento de un fluido por un lugar, entendiendo por fluido al
conjunto de partículas que se mantienen unidas entre si por fuerzas
cohesivas débiles y por las paredes del recipiente que las contiene. El flujo
se clasifica en:

1.1. FLUJO LAMINAR: es el movimiento de un fluido cuando éste es


ordenado, estratificado, suave. En un flujo laminar el fluido se mueve en
láminas paralelas sin entremezclarse y cada partícula de fluido sigue
una trayectoria suave, llamada línea de corriente. En flujos laminares el
mecanismo de transporte lateral es exclusivamente molecular.
1.2. FLUJO TURBULENTO: es el movimiento de un fluido que se da en
forma caótica, en que las partículas se mueven desordenadamente y las
trayectorias de las partículas se encuentran formando pequeños
remolinos aperiódicos, (no coordinados) como por ejemplo el agua en
un canal de gran pendiente.

El número de Reynolds (Re) es un número adimensional que relaciona


la densidad, viscosidad, velocidad y dimensión típica de un fluido para
caracterizar su movimiento. Para valores de Re ˂ 2000 el flujo es
laminar, 2000 ˂ Re ˂ 4000 régimen de transición, y para Re > 4000 el
flujo es turbulento.

2. TENSIÓN SUPERFICIAL Y CAPILARIDAD


2.1. TENSIÓN SUPERFICIAL: es la cantidad de energía necesaria para
aumentar la superficie por unidad de área de un líquido, debido a las
fuerzas intermoleculares de cohesión.

La tensión superficial se debe a que las fuerzas que afectan a las


moléculas del interior del líquido son diferentes a las de la superficie, en
tanto que en el seno de un líquido cada molécula está sometida a
fuerzas de atracción que en promedio se anulan, por lo que cada
molécula tiene una energía bastante baja, mientras que en la superficie
hay una fuerza neta hacia el interior del líquido que hace que las
moléculas allí situadas tengan una energía mayor que en el interior del
líquido, por lo que la tendencia del sistema será disminuir la cantidad de
energía total y esto se logra disminuyendo la cantidad de moléculas
situadas en la superficie, lo que trae como consecuencia, la reducción
de área hasta el mínimo posible.

2.2. CAPILARIDAD: es un proceso de los fluidos que depende de su


tensión superficial la cual, a su vez, depende de la cohesión del líquido
que le confiere la capacidad de subir o bajar por un tubo capilar.

Cuando un líquido sube por un tubo capilar, es debido a que la fuerza


intermolecular o cohesión intermolecular entre sus moléculas es menor
que la adhesión del líquido con el material del tubo; es decir, es un
líquido que moja. El líquido sigue subiendo hasta que la tensión
superficial es equilibrada por el peso del líquido que llena el tubo.

Sin embargo, cuando la cohesión entre las moléculas de un líquido es


más potente que la adhesión al capilar, como el caso del mercurio, la
tensión superficial hace que el líquido descienda a un nivel inferior y su
superficie es convexa.

Cuando ocurre la ascensión o el descenso capilar, se forma un menisco


cóncavo o convexo, respectivamente, dando lugar al ángulo de
contacto, que no es más que el ángulo que se forma entre el menisco y
la pared del recipiente que contiene al líquido.

3. FLUJO ESTACIONARIO UNIDIMENSIONAL: LA LEY DE DARCY


Darcy investigó las características del flujo del agua a través de filtros,
formados precisamente por materiales térreos, lo que es lo mismo que
medios porosos.

Trabajando con dispositivos especiales (permeámetros), Darcy encontró


que el caudal que atravesaba el permeámetro era linealmente proporcional
a la sección y al gradiente hidráulico, por lo que que para velocidades
suficientemente pequeñas (flujo laminar), el caudal queda expresado así:
Q = dV/dt = k A i
Donde A es el área total de la sección transversal del filtro, i es el gradiente
hidráulico del flujo i = (h1 – h2)/L, h es la altura piezométrica en cualquier
punto del flujo, o lo que es lo mismo es la carga de elevación z del punto
más la carga de presión en dicho punto (p/ϒ), la interpretación de i es que
es la pérdida de energía sufrida por el flujo en el desplazamiento L, y
k es el coeficiente de permeabilidad del suelo, y es la velocidad del agua a
través de un suelo, cuando está sujeta a un gradiente hidráulico unitario.
Por continuidad el Q = A υ
Donde υ es la velocidad. Existen 3 velocidades, la de descarga, la de
filtración y la real.

La velocidad de descarga (v = Q/A) es la que se deduce directamente de la


Ley de Darcy, la velocidad de filtración (v1 = ((1+e)/e) v) es la velocidad
media de avance del agua en la dirección del flujo tomando en cuenta la
existencia de una fase sólida impermeable, sin embargo, para obtener esta
velocidad, se supuso que el agua tenía una trayectoria recta L al pasar a lo
largo del filtro, por lo cual no representa una velocidad con la que el agua
se está moviendo realmente, de allí que aparece la velocidad real (v2 =
((1+e)/e) (Lm/L) v), que es la velocidad a la cual el agua recorre el filtro por
una línea sinuosa o irregular Lm, esta podría encontrarse solamente si se
conocen las variaciones del área de los poros de cada canal.

3.1. PERMEABILIDAD: es la capacidad que tiene un material de


permitirle a un flujo que lo atraviese sin alterar su estructura interna.

3.2. DETERMINACIÓN DEL COEFICIENTE DE PERMEABILIDAD


(MÉTODOS DIRECTOS DE CAMPO Y LABORATORIO).
3.2.1. PERMEÁMETRO DE CARGA CONSTANTE: es el método de
laboratorio más simple para determinar el coeficiente de
permeabilidad de un suelo. Una muestra de suelo de área
transversal A y longitud L, confinada en un tubo, se somete a una
carga hidráulica h. El agua fluye a través de la muestra,
midiéndose la cantidad (en cm3) que pasa en el tiempo (t).
Aplicando la ley de Darcy V = kAit y V es la mencionada cantidad
de agua (volumen). El gradiente hidráulico medio vale i = h/L,
entonces, k = VL / hAt. El inconveniente del permeámetro es que,
en suelos poco permeables, el tiempo de prueba se hace tan
largo que deja de ser práctico, usando gradientes hidráulicos
razonables.
3.2.2. PERMEÁMETRO DE CARGA VARIABLE: se mide la cantidad de
agua que atraviesa una muestra de suelo, por diferencia de
niveles en un tubo alimentador. Al ejecutarse la prueba, se llena
de agua el tubo vertical del permeámetro, observándose su
descenso a medida que el agua atraviesa la muestra. a = área del
tubo vertical de carga, A = área de la muestra, L = longitud de la
muestra, h1 = carga hidráulica al principio de la prueba, h2 =
carga hidráulica al final de la prueba, hc = altura de ascensión
capilar, que debe deducirse de la lectura total del tubo de carga, t
= tiempo requerido para que la carga hidráulica pase de h1 a h2.
k = 2.3 (La/At) log (h1/h2). Para el segundo caso k = 2.3 (L/t) log
(h1/h2). Cuando la caída de carga hidráulica sea pequeña en
comparación con la carga media usada en la prueba, podrá
usarse para el permeámetro de carga variable la fórmula de
constante con la carga h = (h1 + h2)/2.

4. REDES DE FLUJO.

Consiste en un método gráfico que permite dar solución a los distintos problemas
de inflitración en presas, tablestacados y otros proyectos de obras hidráulicas. Si
se conocen las condiciones de borde y la geometría en una región de flujo, éstas
proporcionan una información visual de lo que está pasando (valores de caudal y
presión). Se fundamenta en la ecuación de Laplace, cuya solución puede
representarse por dos familias de curvas del plano que se intersectan en ángulo
recto. Dos funciones conjugadas armónicas Φ y Ψ satisfacen la ecuación y las
curvas Φ (x,z) = cte y Ψ (x,z) = cte son ortogonales. Ψ representa las líneas de
flujo de las partículas de agua filtrante, líneas de corriente y Φ representa los
puntos de igual presión piezométrica o presión total y se les denomina líneas
equipotenciales.

Para la resolución de problemas por medio de las redes de flujo, se deben


establecer las condiciones de frontera: suelo infiltrado – suelo impermeable
(frontera impermeable), agua – suelo infiltrado, suelo infiltrado – suelo permeable
no infiltrado (línea superior de flujo) y suelo infiltrado – aire (línea de descarga
libre).

Atendiendo las condiciones de frontera, los problemas de flujo en los suelo pueden
clasificarse en dos categorías: flujo confinado (frontera a y b), y flujo no confinado
(frontera c y d).

4.1. FLUJO BAJO UN TABLESTACADO: Las redes de flujo para un suelo


atravesado por un tablestacado han permitido estudiar el equilibrio de la
zona del suelo que está en la zona de salida aguas abajo de dicha
tablestaca. De allí que la arena de la zona en estudio permanece en
equilibrio en tanto que la carga h permanezca menor que un cierto valor
límite hp. Tan pronto como ese valor es sobrepasado, la descarga a la
salida aumenta fuertemente, como si la permeabilidad de la arena
hubiese aumentado con brusquedad y el agua comienza a arrastrar a la
arena, produciéndose tras la ebullición de este material, un proceso de
tubificación. La experiencia ha demostrado que la máxima concentración
de flujo de agua ocurre dentro de una distancia D/2 de la tablestaca.

La tubificación se inicia cuando la presión hidrodinámica del agua


ascendente vence el peso sumergido de la arena colocado en la zona
en que comienza a producirse el fenómeno. La arena movida por el
agua tiene la forma de un prisma de ancho D/2 y alto D 3 y la tendencia
al arrastre en este prisma está concentrado por su propio peso (en el
instante en el inicia el arrastre, tanto la presión efectiva en los lados del
prisma como la resistencia friccionante, son prácticamente nulas).

La carga de agua hp que produce esta situación inestable es la carga


crítica.

Se ha demostrado que para los casos de tablestacas sencillas como la


de la figura D3 = D.

La importancia del estudio de las redes de flujo bajo un tablestacado es


que se puede conocer el riesgo de tubificación en un problema dado.

4.2. FLUJO BAJO UNA PRESA DE TIERRA: El problema del flujo a


través de presas no radica en calcular el gasto de filtración, los
gradientes hidráulicos, las velocidades del agua en cualquier punto, las
presiones hidrodinámicas, las fuerzas de filtración, etc., ya que éstos se
pueden resolver por medio de las redes de flujo, el problema radica
precisamente en el hecho de utilizar métodos para trazar la red de flujo
en ellas.

La razón de esto es que en la región de flujo de la presa no se conoce a


priori una de sus fronteras, de modo que no se satisface el primer
requisito para el trazado de la red.

Esa frontera es la línea de corriente superior (c) de la que no se conoce


ni su forma ni la posición del punto aguas abajo. El otro problema es que
esa línea de corriente aparte de ser una línea de flujo es una línea
equipresión, en la que todos los puntos tienen presión cero (presión
atmosférica).

Los métodos planteados para la solución de este problema iniciaron con


los trabajos de Dupuit, desarrollando una expresión matemática para
una parábola que no tenía suficiente correspondencia con la realidad,
por lo que Schaffernak – Van Iterson y posteriormente Kozeny
disminuyeron la desviación de Dupuit con la realidad, pero no fue sino
Casagrander quien propuso el método más aproximado para el trazado
de la línea de corriente superior.

5. FILTROS
Son los materiales encargados de permitir el paso franco del agua hacia el
exterior e impedir el arrastre de las partículas del suelo que protegen, de
manera de evitar problemas de erosión interna y tubificación. Los filtros
deben cumplir con las siguientes condiciones:
 Los espacios entre las partículas del filtro en contacto con el suelo
por proteger deben ser lo suficientemente pequeños como para que
los finos de aquél no penetren en él. D15 del filtro/D85 del suelo ˂ 4.
Garantiza la imposibilidad de los arrastres de finos.
 Los espacios entre las partículas del filtro deben ser lo
suficientemente grandes como para que el conjunto tenga la
permeabilidad necesaria para que el agua pueda moverse libremente
a su través y fluir rápidamente hacia el exterior, sin generar
presiones de poro indeseables. 5 ˂ D15 del filtro/D15 del suelo ˂ 40.
Garantiza que la permeabilidad del filtro sea 100 veces mayor que la
del suelo a proteger.

Como ambas condiciones son contradictorias, pero necesarias de cumplir,


la práctica común es la de colocar filtros compuestos por 2 o más capas,
pudiendo llegar hasta 3 ó 4. Además se debe cumplir que D50 del filtro/D50
del suelo ≤ 25.

Las condiciones anteriores se deben aplicar entre cada dos capas que
constituyen un filtro. El espesor de cada una de las capas teóricamente
puede ser pequeño pero por problemas de construcción, existen espesores
mínimos que deben ser conservados, así para capas horizontales, su
espesor mínimo será 15 cm en arenas y 30 cm en gravas, en capas
verticales o inclinadas estos espesores deben ser mucho mayores y 1.0 m
es un número que se menciona con frecuencia; frecuentemente se hace
deseable construir capas con anchos del orden de 2m ó 3 m.

Existen muchos materiales que pueden ser utilizados como filtros, pero por
razones económicas es de predominante utilización los agregados
naturales del tamaño de la arena y grava.

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