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Formación General
APROBADA POR EL
CONSEJO NACIONAL DE EDUCACIÓN
(VERSIÓN BORRADOR)
14 septiembre 2018
Versión para desarrollo de contenidos de los Textos Escolares – documento de uso restringido
Septiembre 2018
En esta asignatura se abordan conceptos clave para comprender la política y las relaciones de poder
que configuran la vida en sociedad, tales como los tipos de democracia, la organización social, los
modelos de desarrollo, el territorio, el espacio público y la institucionalidad, en tanto procesos y
entidades en permanente construcción, que pueden estar sujetos a transformación desde la
ciudadanía. Así, Educación Ciudadana busca promover que las y los estudiantes sean capaces de
comprender los principios y fundamentos de estos conceptos, y de evaluar las relaciones entre ellos
considerando su impacto en la vida cotidiana y en el aseguramiento de los derechos humanos.
Por otra parte, se aspira a que los y las estudiantes conozcan, se apropien, ejerciten y evalúen diversas
formas de participación ciudadana, considerando sus impactos y aportes al bien común a partir de
experiencias personales, de instancias escolares de ejercicio democrático o bien mediante la
investigación de fenómenos sociales contemporáneos. Para ello se considerarán estrategias
presenciales, digitales y organizadas desde las cuales la ciudadanía se relaciona hoy con lo político.
Además, se busca fortalecer las habilidades críticas, comunicativas y de argumentación, necesarias para
el ejercicio de una autonomía dialógica, la construcción de acuerdos y la resolución pacífica de
conflictos, en una sociedad democrática donde las controversias, la diversidad y las diferencias son
factores constitutivos.
Finalmente, resulta fundamental promover que las prácticas ciudadanas de los y las estudiantes
resguarden la dignidad del otro, fortalezcan la democracia y promuevan la sana convivencia, a través
del desarrollo de la capacidad de reflexión autónoma, y desde un discernir y actuar basado en principios
éticos, valores democráticos y virtudes públicas.
- Investigar, a partir de casos de interés público, los mecanismos de acceso a la justicia y las
principales características del sistema judicial, para fortalecer estrategias de resguardo de las
libertades fundamentales, los propios derechos y los de la comunidad.
- Reflexionar personal y grupalmente sobre riesgos para la democracia en Chile y el mundo, tales
como el fenómeno de la desafección política, la desigualdad, la corrupción, el narcotráfico, la
violencia, entre otros.
- Evaluar las relaciones entre el Estado y el mercado, considerando temas como sueldos justos,
productividad, carga tributaria, comercio justo, probidad, desarrollo sustentable, riqueza y
pobreza.
- Promover el reconocimiento, defensa y exigibilidad de los derechos humanos en la vida cotidiana,
considerando los principios de universalidad, indivisibilidad, inalienabilidad, igualdad y no
discriminación que los sustentan.
- Reflexionar personal y grupalmente sobre diversas formas de participación y su aporte al
fortalecimiento del bien común, considerando experiencias personales, fenómenos sociales
contemporáneos y las perspectivas del republicanismo, el liberalismo, y el comunitarismo.
- Distinguir relaciones políticas, económicas y socioculturales que configuran el territorio en distintas
escalas, proponiendo alternativas para avanzar en justicia social y ambiental.
- Participar en distintas instancias escolares de ejercicio democrático, reconociendo la necesidad de
organizar socialmente la vida en comunidad, a fin de fortalecer una sana convivencia que resguarde
las libertades fundamentales y el bien común.
- Tomar decisiones fundadas en principios éticos, valores y virtudes públicas en las prácticas
ciudadanas, resguardando la dignidad del otro y la vida en democracia.
Enfoque de la asignatura
En el Currículum Nacional se aborda la educación ciudadana de manera transversal en todos los niveles
(Educación Parvularia, Básica y Media) y modalidades (Adultos y Especial). Particularmente, desde 1°
básico a 2° medio, las asignaturas de Orientación y de Historia, Geografía y Ciencias Sociales desarrollan
aprendizajes cívicos y civiles a partir del eje específico de formación ciudadana. Entre los más
destacados se encuentran: el tratamiento de conocimientos cívicos referidos a la institucionalidad
chilena; el desarrollo de la dimensión institucional e histórica de la democracia; el reconocimiento de
los derechos humanos; el fortalecimiento del sentido de pertenencia, de actitudes que reflejen virtudes
ciudadanas y de habilidades participativas y comunicativas; el respeto y cuidado de los espacios
públicos y el medioambiente; reflexiones sobre la diversidad, la equidad de género y la
interculturalidad, y el tratamiento de conceptos clave del funcionamiento del mercado y de la
educación financiera.
Esta asignatura contribuye directamente a la formación integral en la medida en que convergen en ella
distintos saberes y prácticas: la política, la filosofía, las ciencias sociales, la geografía y la economía. Así,
las y los estudiantes tendrán la posibilidad de aproximarse a una comprensión de la realidad desde
diversas formas de conocer y tener variadas experiencias de participación ciudadana, en las que
involucren habilidades y actitudes éticas, sociales y creativas. La Educación Ciudadana tiene un
compromiso con el respeto, la protección y promoción de los derechos humanos y las libertades
fundamentales consagradas en la Constitución Política de la República, así como con los tratados
internacionales ratificados por Chile que se encuentren vigentes, lo que es fundamental para el
desarrollo del respeto por la dignidad humana y el fortalecimiento de la democracia.
De esta forma, la asignatura aspira a profundizar, consolidar y ampliar los aprendizajes tratados
previamente en la trayectoria escolar, focalizándose en aquellos aspectos menos abordados según la
investigación nacional e internacional, junto con la necesidad de otorgar oportunidades de aprendizaje
que permitan a las y los estudiantes ejercitar la reflexión personal y grupal, el análisis crítico a partir de
Democracia
La asignatura desarrolla una comprensión integral de la democracia, entendida no solo en su carácter
institucional y cívico, sino también como una forma de convivir, organizarse y participar de manera
colectiva en la construcción y dirección de asuntos comunes. Ello implica destacar, por una parte, los
contenidos cívico-institucionales y, por otra, las diversas posibilidades de participación ciudadana que
ofrece un sistema democrático. Ambas dimensiones, consideradas en conjunto, resultan
fundamentales para cuidar y profundizar la democracia que, como forma de vida y sistema en
permanente dinámica, requiere del compromiso ciudadano y de una constante reflexión personal y
colectiva.
En relación con el plano institucional se abordan los fundamentos, principios, dimensiones y tipos de
democracia y de ciudadanía, revisando diversas teorías contemporáneas sobre estos temas. Para la
reflexión sobre lo que significa ser ciudadano, se ponen en discusión las teorías republicanas, liberal y
comunitarista, con el objetivo tanto de ampliar y profundizar la discusión política sobre el concepto,
como de reconocer sus implicancias en la vida cotidiana de las y los estudiantes. También se estudia de
manera sistemática la participación ciudadana, enfatizando su importancia para la profundización de
la democracia; se espera que los y las estudiantes logren el conocimiento, apropiación y práctica de
diversas formas de participación, orientadas a influir significativamente en procesos sociales y políticos.
Para ello se consideran prácticas democráticas en distintas escalas y tipos de participación: el voto y los
sistemas electorales, la representación política, los cargos públicos, la organización social, cultural o
política, la manifestación pacífica, entre otras. De este modo la asignatura aborda el fenómeno de la
desafección política, reforzando una adecuada comprensión del orden institucional democrático y la
importancia de la participación ciudadana como expresión de corresponsabilidad en el funcionamiento
de los asuntos públicos. Se promueve el desarrollo de una participación basada en el diálogo, el
consenso ético y el compromiso individual y colectivo, y se abordan competencias ciudadanas
necesarias para ese involucramiento (deliberación, negociación, pensamiento crítico, toma de
decisiones, investigación, argumentación y comunicación). Finalmente, se incluye el examen de las
limitaciones, riesgos y cuidados de la democracia, la valoración de esta forma de gobierno y el
compromiso con la defensa, promoción y exigibilidad de los derechos y también de los deberes cívicos,
éticos y políticos para con la sociedad y el mundo.
Derechos humanos
Los derechos humanos representan el fundamento ético-político y el referente normativo de una
democracia republicana y de una cultura política que esté a la altura de los tiempos y de sus desafíos,
en el marco de un mundo globalizado e interdependiente. Por tanto, constituyen el sustento principal
de una educación ciudadana, en una sociedad diversa, compleja y dinámica. Se entienden como
resultado de un proceso social, histórico, jurídico y cultural, por medio del cual la humanidad ha
avanzado hacia el logro de una sociedad basada en la dignidad de las personas, la promoción de la
justicia y del bien común. Esta concepción de los derechos humanos como marco de referencia en el
que se desenvuelve una convivencia democrática y, a la vez, como el sello ético-valórico que permite y
da vigencia a la convivencia ciudadana, exige que tales derechos sean abordados de modo transversal
en todos los aprendizajes que se deben promover en 3° y 4° medio.
Ética política
Implica entender la política como una actividad humana que, por una parte, supone reglamentaciones,
procedimientos e instituciones y, por otra, constituye una dimensión de sentido y de construcción de
autonomía por y para los ciudadanos y las ciudadanas. Abordar la política desde la ética implica poner
el foco en las formas óptimas de gobierno, en la práctica de la probidad y la transparencia, las
finalidades de la acción en común (bien, justicia, igualdad y desarrollo), así como en aquellas
disfuncionalidades que perjudican y oscurecen una política democrática (por ejemplo, las diversas
formas de corrupción).
El objetivo del tema ético en lo político está orientado a un proceso educativo en el que se intenta
facilitar una formación crítico-reflexiva, valórico-normativa y dialógico-argumental, que posibilite a las
y los jóvenes aproximarse a los asuntos públicos desde los dilemas y controversias que genera la acción
política en sus diferentes niveles y expresiones, tanto en el ámbito local, como regional, nacional y
mundial. La particularidad de esta entrada es que hace un especial hincapié en la perspectiva, el lugar
e importancia de los valores y las normas éticas en la comprensión y evaluación del funcionamiento
institucional, de los grupos sociales y los procesos políticos.
El territorio evidencia dinámicas políticas tanto a nivel de Estado y sus instituciones, como en la relación
entre población y otros actores políticos, económicos, sociales y culturales. Por ende, permite avanzar
en la reflexión y búsqueda de alternativas para modificarlo y reconstruirlo con miras a una organización,
distribución y planificación territorial más equitativa, justa, inclusiva y sustentable.
La reflexión crítica sobre el espacio público se vincula con las posibilidades que este otorga para el
ejercicio ciudadano con miras a su democratización creciente. Allí confluyen diversas culturas,
nacionalidades y perspectivas políticas, lo que permite enriquecer a la sociedad, y al mismo tiempo
Por otro lado, la cada vez mayor conciencia en torno al actual escenario medioambiental en el mundo,
especialmente con respecto al cambio climático, demanda la participación de una ciudadanía educada
en estos temas y que posea la capacidad de modificar conductas a fin de avanzar hacia la
sustentabilidad. Ello, tomando en consideración que la inequidad social, que acompaña los entornos
degradados en lo ambiental, se presenta como un desafío en materia de derechos humanos a nivel
nacional y global.
Modelos de desarrollo
Aborda el desarrollo como un proceso político, económico, cultural y social, que articula el crecimiento
económico, la distribución de ingresos, la sustentabilidad medioambiental y el desarrollo humano.
Tiene como objetivo garantizar la satisfacción de las necesidades sociales en todas sus facetas,
resguardando el acceso a formas de desarrollo tanto personal como comunitario. Se busca entender
que el desarrollo, en tanto proceso multidimensional, está estrechamente ligado a los principios de la
dignidad de las personas, a la democracia y los derechos humanos. Se pretende otorgar a los y las
estudiantes oportunidades para reflexionar sobre las posibilidades, los efectos y las consecuencias que
se derivan de las decisiones relacionadas con el tipo y la forma de producción, distribución y consumo
de bienes y servicios, los cuales varían según el modelo de desarrollo adoptado y el papel asignado a
los agentes económicos, incluidos el Estado y los gobiernos regionales, las empresas en sus distintos
tamaños y formas jurídicas, la comunidad y los individuos. Para lograrlo, se requiere que las y los
estudiantes comprendan las características, los principios y fundamentos que en la actualidad
sustentan diversos modelos de desarrollo en el mundo. Además, se espera que comprendan y evalúen
el impacto, a distintas escalas, de los diversos modelos de desarrollo que ha tenido el país y las
comunidades nacionales en la historia de Chile.
Esta mirada permite trabajar conceptos de política económica que fortalecen la ciudadanía económica,
al promover el desarrollo de habilidades que permitan a las personas tomar buenas decisiones de
consumo, inversión y ahorro para satisfacer sus necesidades presentes y futuras. La perspectiva más
social implica entender que hay necesidades humanas cuyo logro no es siempre alcanzable en forma
individual, y que se requieren ciertas condiciones de la vida sociopolítica y personal que el Estado
democrático debe impulsar, apoyar y estimular, a fin de garantizar la igual consideración y respeto de
la dignidad humana para toda la población.
Enfoque didáctico
Educación Ciudadana tiene por objetivo formar personas que aporten a la vida en democracia,
entendida como una forma de gobierno y una forma de ser; es decir, personas que practiquen, valoren,
participen y ejerzan la ciudadanía no solo en el ámbito de la vida política, sino también en la esfera de
la vida cotidiana (Gimeno Sacristán, 2003). En este sentido, la participación no solo se desarrolla en
diversas instancias, sino también de distintos modos; habilidades y actividades como proponer, opinar,
votar, organizar, implementar, liderar iniciativas o apoyar su desarrollo son todas maneras de participar
en la vida del colectivo al que se pertenece.
Asimismo, la participación se fortalece cuando las y los estudiantes dominan conocimientos cívicos
fundamentales para su desarrollo individual y colectivo, y cuando adquieren habilidades y actitudes
para una participación responsable y orientada al bien común, lo que puede ser logrado por medio de
experiencias auténticas de ejercicio ciudadano.
La incorporación de este tipo de actividades es relevante, pues se espera que la asignatura aporte al
desarrollo de la reflexión fundamentada, oral y escrita, a partir de diversas fuentes que permitan
avanzar en aprendizajes significativos para la vida política y ciudadana, fortaleciendo el pensamiento
crítico y propositivo sobre el ordenamiento político, territorial y económico, y las formas de
organización locales, nacionales y globales.
Glosario
Bien común: concepto que abarca las condiciones de la vida social que permiten a los seres humanos
alcanzar la plenitud; es el fin último de la política. Representa los intereses y bienes compartidos por
una comunidad, por lo que funciona como orientador y mediador en la realización de los intereses
particulares de cada individuo. Desde el punto de vista de la persona, mandata el respeto de sus
derechos fundamentales e inalienables.
Comunitarismo: paradigma político que concibe que las relaciones sociales influyen en las personas y
que la forma de entender la conducta humana es referirla a sus contextos sociales, culturales e
históricos. Se tiende a asociar con el republicanismo democrático, en tanto que promueve la formación
de ciudadanos y ciudadanas en un determinado bagaje de ideas, actitudes y virtudes, que los habiliten
para participar en los asuntos públicos, pero se diferencia de este por su foco en el bien común más
que en la forma de gobierno. El comunitarismo reconoce tanto la dignidad humana personal como la
dimensión social de su existencia y sostiene que cada persona debe adquirir el sentido de sus
responsabilidades personales y cívicas, asumir sus derechos y los de los demás, y desarrollar las
destrezas del autogobierno: gobernarse a sí mismos y servir a los otros.
Convivencia democrática: capacidad de vivir con otros resguardando que los derechos de todas las
personas sean respetados. Se desarrolla fomentando la solidaridad, la empatía y la práctica de
principios democráticos, tales como el respeto a la institucionalidad, al diálogo, al pluralismo y la
participación.
Corresponsabilidad: responsabilidad compartida que se despliega cuando las personas, superando sus
intereses particulares, actúan en conjunto para lograr un fin común en beneficio de toda la comunidad.
Dignidad de la persona humana: cualidad inherente a cada persona que debe ser respetada en su
condición de ser humano. Su reconocimiento es base para justificar los deberes del Estado y la
responsabilidad de las personas para asegurar los principios de una sociedad democrática: igualdad,
libertad, justicia, fraternidad, inclusión y diversidad, entre otros.
Inclusión: enfoque que valora las particularidades y características individuales, ya sea de capacidad,
diversidad sexual, etnia, nacionalidad, religión y cultura, considerando que la diversidad es tanto una
oportunidad para enriquecer a las personas e instituciones, como una necesidad para el fortalecimiento
de la democracia en la sociedad. Junto con rechazar toda forma de exclusión y discriminación arbitraria,
en el marco de lo definido por la Ley contra la Discriminación (20.609), este enfoque promueve acciones
y medidas para potenciar el desarrollo de una convivencia sana y una participación activa de todas las
personas en la sociedad. Desde esta perspectiva, la diversidad es concebida como una condición
transversal a los seres humanos, por lo cual los procesos educativos requieren flexibilizarse y
contextualizarse de modo de ser pertinentes a ella.
Justicia social: dimensión social de la justicia que se usa para aludir a la necesidad de equiparar las
desiguales posibilidades de acceso a bienes y recursos, de desarrollo personal y de participación
política. Tiene como base el principio de que todas las personas son iguales en dignidad y que, por lo
tanto, deben tener aseguradas las mismas oportunidades y derechos. Implica el desafío de hacerse
cargo, como sociedad, de problemas como la pobreza, la exclusión social, la discriminación, entre otros.
Liberalismo: paradigma político que concibe a la ciudadanía a partir de la entrega de derechos a los
individuos, y que entiende esos derechos como logros de los ciudadanos sobre el Estado. El ser
ciudadano se reconoce desde el estatus previo del individuo respecto del Estado y la sociedad. En este
paradigma, la formación ciudadana debe remitir al conocimiento de las libertades y derechos
individuales, pues se considera que las personas pueden desarrollar por sí mismas la autonomía moral
y la responsabilidad.
Modelo de desarrollo: concepto que comprende el desarrollo como un proceso político, económico,
cultural y social, y que articula dentro de sus variables, en mayor o menor medida, el crecimiento
económico, la distribución del ingreso, la sustentabilidad y el desarrollo humano. Tiene como objetivo
garantizar la satisfacción de las necesidades sociales en todas sus facetas, y asegurar el acceso a formas
de desarrollo tanto personales como comunitarias.
pública. La participación ciudadana se funda en el principio de que todas las personas pueden aportar
a la construcción de una mejor sociedad, independiente de su edad, nacionalidad o país de residencia.
La participación es un derecho consagrado tanto por nuestra Constitución como por la Convención
Americana de Derechos Humanos y la Declaración Universal de Derechos Humanos.
Republicanismo: paradigma político que propone que la cohesión de los ciudadanos se sustenta en un
constructo legal constituido por derechos y obligaciones, más que centrado en lo social, cultural o
étnico, como podría ocurrir en el comunitarismo. Para este paradigma es importante la noción de
virtudes, pues la ciudadanía requiere de actitudes comprometidas con la vida política y que, por tanto,
aseguren la participación ciudadana. En este sentido, la educación ciudadana debe fortalecer estas
habilidades y disposiciones para que las ciudadanas y ciudadanos desarrollen un sentido de
pertenencia, participen activamente en el mundo político y resguarden las instituciones democráticas.
Sustentabilidad: capacidad de satisfacer las necesidades de las actuales generaciones sin comprometer
los recursos de las generaciones futuras. Esta definición, aunque universal, tiene un origen ecológico
que hace mención principalmente a los componentes biológicos de los ecosistemas. En la actualidad se
ha ampliado hacia los sistemas sociales y socionaturales para referirse a formas de vida que permiten
el cumplimiento de los derechos de todas las personas, la capacidad de aumentar la equidad, disminuir
la pobreza y acceder a un medioambiente libre de contaminación. Esta capacidad se manifiesta en
programas, medidas o políticas públicas de desarrollo sustentable.
Virtudes ciudadanas: conjunto de disposiciones habituales y conductas necesarias tanto para una
buena convivencia, manifestada en las relaciones interpersonales de las personas en la vida cotidiana,
como para el cuidado y mejoramiento de la vida en sociedad. Se trata, por ejemplo, del respeto a las
opiniones distintas, de la disposición al diálogo y a cambiar los puntos de vista, la valoración de la
diversidad, la autonomía, la libertad, el compromiso con la justicia e igualdad, entre otras. Se habla de
virtudes cuando los sujetos logran encarnar y practicar en su vida diaria estos valores.
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