La negociación de los tratados de límites respondió a una
estrategia integral y articulada encaminada a definir los límites auténticos de la heredad na-cional y dotar al Perú de las fronteras seguras y reconocidas, de las que hasta entonces carecía. y que resultaban indispensables para la construcción del país y su proyección al futuro sobre bases firmes e incuestio- nables. Comparar. en ese proceso. la, cifras de la utopía con las de la realidad arroja siempre un resultado negativo pero ficticio, porque no se puede ceder ni perder lo que no se posee. Esa estratesia visionaria consiguió desbaratar las alianzas contrarias que amenazaban enfrentarnos a una cuádruple concertación. evitar cense- cuentemente la simultaneidad de las negociaciones con nuestros vecinos, resolverlas de una en una, para entonces buscar, con la retaguardia, sí cubierta, el arreglo final con Chille sobre el destino de las provincia, cautiva, que era la herida más abierta del alma nacional.