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Título: “Cuando se quiere se puede”

Autora: Clara Pérez

6 personajes:

Gilda: Hermana mayor, medianamente bonita y de buen cuerpo.

Gisela: hermana menor, chica que siempre está pendiente de la moda.

Giovanna: hermana entre Gilda y Gisela, gordita y quien es víctima de las burlas de sus hermanas.

Papá: El padre de las chicas, ocupado en su trabajo que no se da cuenta de nada.

Mamá: Madre de las chicas quien permite las burlas hacia Giovanna.

Luis: Vecino nuevo que cautiva a las tres chicas.

ACTO I

Ambientación: Habitación de las chicas.

Introducción: Las 3 hermanas se encuentran en la habitación, cada una ocupándose de sus intereses y hablando entre
ellas.

Giovanna (admirada por el vestido que Gisela tiene en sus manos): Que hermoso ese vestido, es espectacular, debe
verse muy bonito.

Gisela (siendo irónica con su hermana): A mí se me ve muy bonito, a ti debe quedarte horrible, con ese cuerpo, nada te
queda bien.

Gilda (burlándose): Debe parecer una piñata con un vestido como ese. Giovanna, tú tienes que vestirte con las cortinas
de la casa, no hay ropa con tela suficiente para cubrirte.

Giovanna (molesta y apenada a la vez): No tienen que ser tan crueles, solo dije que el vestido es bonito, y no tengo que
vestirme con las cortinas Gilda, no seas exagerada.

Gisela (sin parar de reír): Claro que no hermanita, Gilda es muy exagerada, para eso existe la sección de ropa para
embarazadas, ahí consigues algo que te quede.

Giovanna (tratando de no dar importancia a sus hermanas): Que infantiles son.

Gisela (cambiando el tema y con tono de complicidad): Oigan ¿ya vieron al chico nuevo?

Gilda: ¿El que se mudó a la casa del lado? Es divino, tan guapo, parece un príncipe

Giovanna: Yo lo vi ayer, me saludo cuando venía llegando a casa. Si, es muy guapo.

Gisela: Ay gordita, pero no sueñes, un chico como ese no se fija en obesas como tú, yo estoy decidida a hacer que me
mire.

Gilda: Pues hermana, será una batalla, porque a mí me parece hermoso.

Gisela (volviendo a burlarse): Pero entre tú y yo, por que la gorda, ya perdió.

Giovanna (con tono retador): ¿Dices que perdí? Vamos a ver hermanitas, esto no se acaba hasta que termina.

Mamá (entrando a la habitación): ¿De qué hablan?


Gilda (riendo): Tu hija la gorda que dice que hará que el chico nuevo se fije en ella ¡como es tan bella!

Mamá: Giovanna hija, si no dejas de comerte todo lo que encuentras, ni ese chico ni ningún otro.

La madre sale de la habitación dejando a sus hijas en su conversación.

ACTO II

Ambientación: Salón de la casa de las hermanas.

Introducción: Sentados en el salón, la familia a excepción de Gilda conversa animadamente, mientras disfrutan de unos
bocadillos que Giovanna no quiere probar.

Gisela: ¿Giovanna, no vas a comer?

Giovanna: No, estoy a dieta. A esta hora ya no puedo comer carbohidratos.

Gisela (riéndose): La gorda quiere ser bonita, ¡por fin!

Mamá (también riendo): Ya era hora hija, y si, has rebajado mucho, claro con esa ropa no se nota, pero si estas más
delgada, y ahora no desaparece la comida del refrigerador como antes.

Papá (reprochando): ¿Cuál es el problema con que Giovanna coma o no? ¿No te parece que no deberías aceptar esas
burlas entre ellas? Aquí cada una es como es y eso se respeta.

En ese momento entra Gilda acompañada de Luis

Gilda (con cara de triunfo ante las hermanas): Buenas tardes familia, les presento a Luis, el vecino.

Papá: Mucho gusto jovencito, pase adelante.

Gisela (tratando de verse coqueta): Hola Luis bienvenido.

Luis: Buenas tardes, gracias, disculpen la interrupción, pero Gilda insistió en que pasara a conocerlos ¿cómo esta
señora? Hola Giovanna, ¿ese es tu nombre?

Giovanna (sorprendida, mira a Luis y responde): Si es mi nombre, estoy bien ¿y tú?

Todos se quedan animados conversando, y conociendo al nuevo vecino.

ACTO III

Ambientación: Salón de la casa de las hermanas.

Introducción: La familia espera a Giovanna quien anunció que tenía un novio y lo traería a casa para presentarlo como
tal.

Gisela (en tono de burla): ¿Quién será el novio de la gorda? De pronto tuvo que agarrar lo primero que encontró, la
pobre no tiene nada que llame la atención.

Papá: ¿Tú crees que no? Giovanna logró adelgazar en 3 meses muchos kilos, y la verdad hija, sin ofenderte, se ve mucho
mejor que ustedes dos.

Mamá: No les hables así a las chicas, todas son lindas.

Papá: Ahora todas son lindas, mientras Giovanna estaba gordita, no dejabas de molestarla por eso.

Gilda: Bueno si mejoró, pero no es para tanto, se esforzó un poquito ¿y vamos a hacerle una estatua por eso?
Papá: Cualquier esfuerzo por conseguir lo que uno quiere vale la pena un aplauso Gilda.

Giovanna entra al salón, sola, y todos se quedan sorprendidos.

Gilda (riendo): ¿Qué paso? ¿El novio se arrepintió de dar la cara?

Gisela (burlándose): Es probable, ay hermanita ya llegará otra víctima.

Giovanna (sonriendo): ¿Quién dijo eso?, claro que vino a presentarse.

Giovanna se acerca a a puerta haciendo señas con sus manos al chico que espera para entrar a la casa.

Giovanna (sin perder su sonrisa): Familia ¿recuerdan a Luis? él es mi novio, creo que no tuve que conformarme con lo
primero que encontré.

Gilda y Gisela se quedan boquiabiertas, sin decir palabra, solo mirando a Luis.

Luis (sonriendo): Buenas tardes, Señor, señora. Espero que no tengan inconvenientes en que yo visite a Giovanna, es
una chica hermosa y muy inteligente. Quisiéramos conocernos mejor, si ustedes lo permiten.

Papá (sonriendo satisfecho por la lección que sus dos hijas estaban recibiendo): Claro que si Luis bienvenido, siempre
que te portes bien y respetes a mi hija, eres bienvenido.

Giovanna (abrazando a su papá): Gracias papi, todo esto me ha demostrado que cuando se quiere, se puede.

Giovanna se levanta sin soltar la mano de su padre y tomando la mano de Luis, mientras sus hermanas hacen muecas de
molestia con su cara y la madre siguen sin poder decir una palabra.

FIN

Título: “El problema de prejuzgar”


Autora: Silvina Carrasco

6 personajes:

1. Verónica: Adolescente de 15 años. Es la chica nueva del barrio. Parece agresiva y antisocial pero en
realidad trata de protegerse del sufrimiento.
2. Camila: Es la primera en conocer a Verónica en la escuela y en contarles a los amigos del barrio su
impresión sobre ella.
3. Pablo: Adolescente de 15 años. Forma parte del grupo de amigos del barrio. Su personalidad es
conciliadora.
4. Francesca: Adolescente de 15 años. Forma parte del grupo de amigos del barrio.
5. Rafael: Adolescente de 15 años. Forma parte del grupo de amigos del barrio.
6. Doña Paula: Vecina del barrio de los adolescentes. Es la tía con la que ha llegado a vivir Verónica.

ACTO I

Personajes que intervienen en este acto: Pablo, Camila, Francesca, Rafael y Verónica.
Escenario: La calle de un barrio tranquilo.

Introducción: Pablo, Camila, Francesca y Rafael son amigos del barrio desde la infancia. Como
acostumbran, están reunidos conversando y pasando el tiempo.

–Pablo: ¿Conocieron a la chica nueva?

–Francesca: ¿Cual?

–Pablo: La sobrina de doña Paula, se mudó con ella hace unas semanas. Tiene nuestra edad, quizás
quiera ser nuestra amiga.

–Camila: ¿Verónica?

–Pablo: Sí, creo que así se llama.

–Camila: ¡Imposible! Esa niña no puede ser amiga de nadie. Vá conmigo a la escuela y es la persona
más antipática del mundo.

–Francesca: ¿De veras? Pero si doña Paula es la persona más amable.

–Camila: No sé por qué es, pero en la escuela casi ni logramos que nos responda el saludo y eso que
hemos tratado de integrarla.

(Verónica se acerca)

–Francesca: ¿Es ella?

–Camila: Sí, (irónica) mira la cara de simpática que trae.

(Camila y Rafael se ríen.)

–Pablo: Shhh, no sean groseros.

(Verónica llega a una distancia cercana a los adolescentes)

–Pablo: (A Verónica) Hola.

(Verónica no responde y sigue caminando.)

–Camila: Disculpa, creo que no escuchaste el saludo, mi amigo acaba de decirte hola.
–Verónica: (Molesta) Déjenme en paz.

–Rafael: Sólo queremos ser tus amigos.

–Verónica: No me interesa ser amiga de ustedes, prefiero estar sola.

(Verónica sigue su camino.)

–Camila: ¿Vieron?, les dije. Esta chica es lo más antipática y antisocial.

–Francesca: Si, Camila tiene razón. Si hasta tiene cara de agresiva.

–Pablo: No sé, a mí más bien me parece cara de tristeza.

ACTO II

Personajes que intervienen en este acto: Pablo, Camila, Rafael, Francesca y Doña Paula.

Escenario: La misma calle del ACTO I.

(Los amigos están reunidos. Se acerca Doña Paula con las bolsas de las compras.)

–Francesca: Buenos días Doña Paula.

–Doña Paula: Buenos días mis niños.

–Rafael: ¿La ayudo con las bolsas, Doña Paula?

–Doña Paula: No es necesario Rafita. Sí voy a pedirles otro favor aprovechando que los encuentro
aquí.

–Camila: Díganos, ¿qué necesita?

–Doña Paula: Supongo que ya se enteraron de que hace un tiempo tengo una sobrina viviendo en
mi casa, ella no conoce a nadie de aquí y como tiene más o menos la edad de ustedes, pensé que
quizás podrían invitarla a hacer cosas para que se haga de amigos.

(Camila, Francesca, Pablo y Rafael se miran entre sí, ninguno se atreve a decir nada y se produce
un silencio incómodo que Doña Paula advierte.)

–Doña Paula: (Entendiendo el silencio de los adolescentes) Mmm, veo que ya la conocieron.
Verónica puede parecer muy cerrada, pero es solo una fachada, una forma de protegerse.
–Camila: ¿Protegerse de quién, si nosotros no le hemos hecho nada?

–Francesca: ¡Camila!

–Doña Paula: Protegerse de la vida mi chiquita, esa niña ha tenido que pasar por tanto… Su madre
era una buena mujer, pero no estaba lista para ser madre, así que la abandonó cuando tenía unos
pocos años.

–Rafa: No teníamos idea.

–Camila: No, no lo sabíamos.

–Doña Paula: Su padre no pudo sólo con ella, de modo que unos años después también él se
marchó. Verónica quedó al cuidado de unos parientes que por cuestiones de dinero ya no pudieron
mantenerla y por eso vino a vivir conmigo.

–Pablo: Por eso tiene esa cara de tristeza.

–Doña Paula: Si, es por eso. Y el motivo de que sea antipática es que intenta protegerse. Yo sé que le
gustaría mucho ser amiga de ustedes pero le da miedo encariñarse con alguien, no soportaría otro
abandono.

–Camila: No se preocupe Doña Paula. No tendríamos que haberla juzgado sin conocer su historia,
pero lo vamos a remediar.

ACTO III

Personajes que intervienen en este acto: Verónica, Camila, Pablo, Francesca y Rafael.

Escenario: La calle de los Actos anteriores.

(Los amigos están parados en la puerta que simula ser la entrada de la casa de Verónica. Llega
Verónica.)

– Camila: Hola Verónica.

–Verónica: (Fastidiada) ¿Qué quieres?

–Camila: Van a inaugurar una sala de juegos en el centro comercial, ¿quieres venir con nosotros?

–Pablo: Va a ser divertido.

–Verónica: No, no quiero.


–Rafael: Pero ¿qué vas a hacer todo el día sola y encerrada, más que aburrirte?

–Verónica: Asunto mío y ya déjenme en paz… ¿Mi tia les pidió que se hagan amigos míos, verdad?
Pues no es necesario.

–Francesca: No, fue idea de nosotros invitarte.

–Pablo: No Fran, no le mintamos, entre nosotros siempre hablamos con la verdad y también
podemos hacerlo con ella. (A Verónica) Sí Verónica, Doña Paula nos pidió que seamos tus amigos
pero nosotros aceptamos porque queremos hacerlo.

–Camila: Si, queremos ser tus amigos y si necesitas tiempo para conocernos y confiar en nosotros, lo
entendemos.

–Francesca: Y mientras tanto podemos divertirnos.

–Rafael: Yendo al centro comercial por ejemplo.

–Verónica: No lo sé, es que tengo tarea de la escuela. Además no me gusta el centro comercial.

–Rafael: Bueno, no queremos presionarte.

–Verónica: (Titubeante) Igual… gracias por la invitación.

(Los adolescentes empiezan a marcharse)

–Verónica: ¡Oigan! Mañana tengo que salir a comprar unas cosas y como no conozco bien la ciudad,
quizás puedan acompañarme si quieren.

–Camila: ¡Claro!

–Pablo: No hay problema.

–Verónica: Adiós.

–Francesca: Adiós.

–Rafael: Hasta mañana.

(Verónica sale de escena)

–Pablo: ¿Es un inicio, no?


–Camila: Si, es un buen inicio.

FIN

Título: “La joven pareja”


Autor: Manuel Martínez

6 personajes:

 FRAN.- 17 años, inteligente y maduro para su edad. Novio de Laura va a ser padre con Laura y
acuden a la casa de ambos padres para contarles la noticia.
 LAURA.- 17 años, novia de Fran. Está embarazada de Fran
 PADRE DE FRAN.- 43 años. Tiene ideas más antiguas que su esposa.
 MADRE DE FRAN.- 40 años.
 PADRE DE LAURA.- 45 años. Junto con su mujer son un matrimonio de ideas muy conservadoras
 MADRE DE LAURA.- 42 años.

ACTO I

Casa de los padres de Fran. Es de noche sentados en el comedor se disponen a cenar los padres de
Fran, este y su novia Laura.

Fran interrumpe la cena golpeando su plato con un tenedor.

FRAN: Perdonad, pero tengo algo que contaros.

PADRE DE FRAN (El padre con tono socarrón): ¿Te has hecho vegano?

MADRE DE FRAN: ¡Shh!, calle y deja que hable.

FRAN: Cómo iba diciendo, pues Laura y yo estamos muy bien juntos, la verdad que llevamos ya dos
años saliendo…

MADRE DE FRAN: ¿Os vais a casar?

FRAN: Por favor, dejadme terminar.

PADRE DE FRAN: Eso.

FRAN: Lo que decía es que…


Laura sentada al lado de Fran le mira, este le devuelve la mirada y ambos se dan la mano.

PADRE DE FRAN: Pues si no os vais a casar, ¿qué pasa?

MADRE DE FRAN: ¿Os vais a vivir juntos?

FRAN: Tampoco… bueno sí, sí que nos vamos a vivir juntos, pero no era esa la noticia.

MADRE DE FRAN: ¿Entonces?

Fran respira hondo y aprieta la mano de Laura

FRAN: Pues… que Laura está embarazada, que vamos a ser papás. Bueno y vosotros abuelos.

Se hace el silencio en la habitación los padres de Fran se miran el uno al otro.

MADRE DE FRAN: Pero… cómo…

PADRE DE FRAN: ¿Estáis locos?, a ver que un bebé no es ningún juguete que cuesta mucho criarlo.

FRAN: Ya lo sabemos papá. No somos tontos

PADRE DE FRAN: Pues no lo parece, porque vaya una manera de desgraciarse la juventud.

MADRE DE FRAN: A ver, que no es malo, pero es que sois muy jóvenes, quizás más adelante
cuando seáis un poco más mayores.

PADRE DE FRAN: Cómo que no es malo, es muy malo.

FRAN: A ver que no somos tontos, yo ya he empezado a trabajar en el hiper no es mucho, pero puedo
ascender poco a poco, Laura va a seguir estudiando mientras el embarazo lo permita.

LAURA: Sabemos que va a ser difícil, pero nos queremos mucho y eso es importante, ¿no?

PADRE DE FRAN: Sí que es importante Laurita, pero… es que tenéis toda la vida por delante.

FRAN: ¿Con cuántos años me tuvisteis a mi vosotros?

MADRE DE FRAN: No es lo mismo

PADRE DE FRAN: Desde luego, eran otros tiempos.


LAURA: Nosotros sabemos que será muy difícil.

FRAN: Pero estamos muy ilusionados.

PADRE DE FRAN: Os equivocáis, en serio, cometéis un grandísimo error. Pero bueno.

El padre de Fran sale de la habitación, se quedan en silencio por un momento.

MADRE DE FRAN: Disculpadle, en el fondo se alegra.

FRAN: Sí, pero muy en el fondo.

ACTO II

Casa de los padres de Laura. Fran y Laura han ido a comer para contarles la noticia a ellos
también.

PADRE DE LAURA: Lo que yo os diga, a ese taller no vuelvo a llevar más mi coche, vaya un
mecánico y vaya manera de atender a los clientes. Pero claro me pillo fuera y no podía traer el coche
más cerca.

Fran y Laura comen de sus platos casi sin mirar al Padre de esta.

MADRE DE LAURA: Y dinos Fran, ¿has encontrado ya algún curso de postgrado para después del
Instituto?

FRAN: Pues no todavía no, es más queríamos hablaros de eso.

PADRE DE LAURA: ¿Qué sucede?, ¿has encontrado algún curso en el extranjero, es eso de lo que
nos queréis hablar que os vais fuera?

MADRE DE LAURA: La verdad que no nos haría mucha gracia que os fuerais a vivir fuera juntos,
pero supongo que sería mejor.

LAURA: No exactamente. Os queremos contar una cosa y antes de que digáis algo, dejadnos
terminar y sobretodo pensad que somos adultos y sabemos lo que hacemos.

PADRE DE LAURA: Empezamos bien, mira como sea lo que me imagino que es, la vamos a tener.

MADRE DE LAURA: Bueno deja que hablen.

LAURA: Fran y yo vamos a ser padres.


PADRE DE LAURA: ¿Perdón?, es una broma, ¿verdad?

Fran y Laura niegan con la cabeza.

MADRE DE LAURA: ¿Estás segura hija mía?

LAURA: Sí

Todos permanecen en silencio por un momento.

LAURA: ¿No decís nada?

PADRE DE LAURA: ¿Qué quieres que te digamos? ¿Que sois unos irresponsables y que acabáis de
arruinaros la vida?

LAURA: O también podrías darnos tu opinión y apoyarnos.

PADRE DE LAURA: Yo no puedo apoyar un acto de inmadurez. Acabáis de fastidiar vuestro futuro.
Y lo peor es que sé cómo va a acabar todo esto. Tú…

(Señalando a Fran)

… te cansarás en unos meses y el niño o niña acabaremos cuidándolo y criándolo tu madre y yo, y me
niego.

FRAN: Se equivoca y se acabará dando cuenta de su error.

PADRE DE LAURA: Sólo puedo deciros una cosa, si esperas que nosotros acabemos ocupándonos
de tus problemas, estás muy equivocada, porque vivirás aquí porque eres nuestra hija pero no
pagaremos todos tus platos rotos.

LAURA: Pues tranquilo que todo eso tiene solución. Nosotros somos una pareja, lo hemos pensado
muy seriamente y sabemos que será difícil. Nos vamos a ir a vivir juntos y sí lo aceptas bien y sino
tranquilo que no te molestaremos más.

ACTO III

Casa de Fran y Laura, la casa está casi vacía tiene solo los muebles imprescindibles como un par de
sillas y una mesa.

Fran y Laura entran en la casa, Fran porta una caja encima y un macuto colgado del hombro. Ella
se sienta en una de las sillas se acerca a la mesa con el semblante muy serio.
FRAN: Dejo la caja aquí y vamos colocando el interior en su sitio poco a poco esta tarde.

Fran se detiene y mira a Laura.

FRAN: ¿Qué te ocurre pequeña?

LAURA: Nada.

De los ojos de Laura empiezan a brotar lágrimas que se escurren por sus mejillas.

FRAN: ¿Pasa algo?

LAURA: ¿Y si estamos equivocados?

FRAN: ¿Con qué?

LAURA: Con nosotros, el niño, la casa. ¿Y si nuestros padres llevan razón?

FRAN: Pues sabes qué, que puede que lleven razón.

LAURA: ¿Sí?, ¿tú también lo piensas?

FRAN: Pues claro, que clase de descerebrado sería si no tuviera miedo. Pero es normal

LAURA: ¿Cómo normal?

FRAN: Pues normal, tener miedo significa que estamos preocupados. Y es normal porque es algo
muy complicado. Pero tú y yo juntos, seguro que lo conseguimos.

Laura sonríe.

FRAN : Y puede que cometamos errores y tengamos muchos más problemas de los que pensábamos,
pero no se me ocurre ninguna compañera mejor para llevar a cabo esta aventura.

LAURA: Te quiero.

FRAN: Lo sé.

Ambos se ríen y se besan.

FIN
Título de la obra: “Juan, el pequeñín de la clase”
Autora: Nathalie Marin

6 Personajes (o más):

1. Narrador (Voz en off)


2. Juan (El pequeñín de la clase)
3. Ana Clara (La maestra de Juan)
4. Compañeros (Compañeros de clase de Juan, al menos 2 pero pueden ser más)
5. Yamal Gabán (El superhéroe amigable)

Si quieren profundizar sobre el preocupante tema del bullying, pueden leer este ensayo que explica un
poco más y puede ser un añadido interesante a la utilización de la propia obra.

Acto I

Narrador: Juan, el más pequeño de la clase y el favorito de la maestra Clara, con su elevado
coeficiente intelectual, solía crear un ambiente ameno dentro del aula. No obstante, su autoestima
decaía día a día, a causa del frecuente bullying del que era víctima.

(Juan, su maestra y compañeros en el salón de clase)

Ana Clara: Buenos días mis estimados, por favor abran su libro en la página número 13. ¡Juan,
querido! ¿podrías realizar la lectura?

Juan: ¡Con gusto maestra!.

Narrador: En el instante que Juan se levantó, todos sus compañeros de clase comenzaron a mirarse
entre sí, y a emanar risas entre ellos, como pretendiendo hacerle una travesura.

(Juan camina tímidamente hasta el lugar donde está su maestra)

Maestra: Lee desde el párrafo dos por favor.

Juan: “Al caer la eterna noche, se encontraba la bella dama durmiendo en su aposento, cuando de
pronto Felipe decide declararle su amor…”

Narrador: En seguida y sin razón alguna, todos sus compañeros comenzaron a reírse a gran
carcajada.

Compañeros: ¡Ja ja ja ja ja!


Narrador: Juan, al ver la burla de sus compañeros, tiró el libro al piso e inmediatamente salió
corriendo del salón refugiándose en el armario de albañilería. Cuando de pronto, como por arte de
magia escuchó unos pasos cercanos a la puerta.

Acto II

(Juan empieza a temblar imparablemente crujiendo sus dientes. Seguidamente Yamal abre la puerta)

Yamal Gabán: ¡No temas pequeñín!, vengo ayudarte y a levantarte el ánimo.

Juan: Pero…Pero ¿quién eres tú?

Yamal Gabán: Soy Yamal, el gran amigo de todos los pequeñines. Vamos amiguito tengo algo que
mostrarte, sígueme.

Narrador: Tras el asombro de Juan al ver a Yamal con su gran fuerza y fortaleza, sintió que por fin
había encontrado la solución a todo abuso sufrido.

Acto III

(Juan y Yamal miran de lejos a los chicos abusadores situados en el comedor)

Juan: ¡Mira allí están!, siempre me esperan en el comedor para comenzar a burlarse de mí, ya sea
por mi estatura, por mi inteligencia o por cualquier cosa que se les ocurra. A veces quisiera no ser así.

Yamal Gabán: Nunca digas eso amiguito, esos talentos te hacen único. Espera un momento…

(Yamal camina por el comedor y comienza a vociferar un excelso acontecimiento)

Yamal Gabán: ¡No puedo creer que me haya salvado ese pequeñín!. De no ser por él, ya hubiese
muerto ahogado por un trozo de carne.

(Los compañeros de clase de Juan, se acercan a Yamal)

Narrador: Al ser Yamal conocido por los niños como el superhéroe amigable, todos deciden
acercarse para escuchar con detenimiento los detalles de tan importante noticia. Es así, como Hassín
líder innato y curioso realiza la siguiente pregunta.

Hassín: Yamal, pero…¿Quién te salvo? cuéntanos por favor.

Compañeros: Sí, ¡dinos!, ¡dinos! (al unísono)

(Yamal pensativo, mientras Juan se queda mirándolo desde el fondo del comedor)
Yamal Gabán: ¡Me salvo aquel pequeño!…

(Yamal señala a Juan, y todos los compañeros colocan cara de asombro)

Compañeros: ¿Qué…?

Yamal Gabán: Sí, fue ese pequeño. ¡Pequeñín ven acá!.

Narrador: Juan muy tímido con paso presuroso va hacia donde esta Yamal y sus compañeros.

(Yamal lo mira juntos con todos sus compañeros, con total silencio por la conmoción)

Juan: ¡ehhh!, aquí estoy… (Con timidez)

Compañeros: ¡eeeehhhhhhh! (Gritan de alegría)

(Juan recibe un gran abrazo colectivo)

Narrador: Lo que menos esperaba el pequeño Juan, era ser sorprendido ante la reacción de felicidad
por parte de sus compañeros, gracias a lo declarado por el individuo que sin pensar, marcaría un
elemento significativo en la vida de aquel niño. Recordando, que a veces solo basta con cambiar la
perspectiva de las cosas, sin importar las personas y el lugar.

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