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I. INTRODUCCION
Cuando a finales del siglo XVIII el físico italiano Alessandro Volta identificó por primera vez el
metano (CH4) como el gas inflamable en las burbujas que emergían de los pantanos, no se pudo
imaginar la importancia que este gas podría llegar a tener para la sociedad humana en los siglos
venideros.
En la actualidad, el biogás se utiliza en todo el mundo como una fuente de combustible tanto a
nivel industrial como doméstico. Su explotación ha contribuido a impulsar el desarrollo
económico sostenido y ha proporcionado una fuente energética renovable alternativa al carbón y
el petróleo.
La actividad agropecuaria y el manejo adecuado de residuos rurales pueden contribuir
significativamente a la producción y conversión de residuos animales y vegetales (biomasa) en
distintas formas de energía.
II. ORIGEN
“Se afirma que la primera instalación de biogás se construyó en 1859 en Bombay, India, para el
tratamiento de excretas humanas, y el biogás que en ella se generó fue utilizado para el
alumbrado. Por lo tanto, el origen y el uso del biogás datan desde los siglos XVII y XIX”1. En la
actualidad en china podemos encontrar cerca de 7 millones de biodigestores.
Por su parte Inglaterra antes del año 1895 ya había experimentado con esta tecnología, inclusive
la misma se había utilizado para el alumbrado público en las calles, con lo cual se generó más
investigación en este campo; pero esta tecnología no dura por muchos años en Inglaterra porque
depende de altas temperaturas y para el caso de Europa esta fue un limitante para la
proliferación.
Desde que el hombre aprendió a emplear el fuego, la cocción de alimentos ha llegado a ser una
de las actividades fundamentales para su subsistencia. Para esto se han utilizado diferentes
combustibles, entre ellos la biomasa vegetal.
Se conoce que casi tres mil millones de personas en el mundo emplean todavía la leña como
fuente de energía para calentar agua y cocinar, lo que provoca, junto a otros efectos, que
anualmente se pierdan en el mundo entre 16 y 20 millones de hectáreas de bosques tropicales y
zonas arboladas. En respuesta a esta situación surgen varias alternativas para llevar a cabo la
cocción de alimentos, que tienen bajo impacto ambiental y su fuente de energía es considerada
renovable, una de ellas resulta la producción de biogás a partir de la fermentación de la materia
orgánica.
Según la literatura, fue en la India donde se construyó la primera instalación para producir
biogás, en fecha cercana al año 1900; a partir de ese momento se ha incrementado el número de
biodigestores, y actualmente funcionan en ese país alrededor de doscientas mil unidades. China
es hoy la región que tiene un mayor número de este tipo de instalaciones, aproximadamente 6,7
millones.
III. DEFINICION
Un biodigestor básicamente consiste en un depósito cerrado, donde se introducen los residuos
orgánicos mezclados con agua para ser digeridos por microorganismos (Lagrange, 1979). El
1
Tecnología del Biogás” Manual del usuario- José Antonio Guardado Chacón
biogás producido por la fermentación se puede almacenar en este mismo depósito en la parte
superior del digestor, llamada domo o campana de gas. Esta campana de almacenamiento puede
ser rígida o flotante. En algunos casos, está separada del digestor y se le llama gasómetro. Este
gasómetro es una campana invertida, sumergida en un tanque de agua, que además de almacenar
el gas, ejerce presión sobre el gas para el consumo.
A este sistema también se le conoce como: Digestor anaeróbico, reactor anaeróbico, reactor
biológico o simplemente digestor. Viene a ser un depósito cerrado o cámara cerrada, este
sistema también puede incluir una cámara de carga y nivelación del agua residual antes del
reactor, un dispositivo para captar y almacenar el biogás y cámaras de hidropresión y
postratamiento (filtro y piedras, de algas, de secado, entre otros) a la salida del reactor. Sirve
para solventar la problemática energética-ambiental y puede ser construido con diversos
materiales como ladrillo y cemento, metal o plástico. Aquí ocurrirá la descomposición de la
materia orgánica (estiércol de animales, desechos vegetales) en condiciones anaeróbicas (sin la
presencia de oxigeno) con una dilución de agua, producto de esta descomposición
(fermentación) se producirá biogás (gas metano) y bioabonos ricos en fósforo, potasio y
nitrógeno. A continuación se presenta la imagen en la que se representa el esquema de un
biodigestor con todas sus partes.
Pozos sépticos
Es el más antiguo y sencillo digestor anaerobio que se conoce, utilizado normalmente para la
disposición de aguas residuales domésticas. Se cree que de allí deriva el uso potencial de los
gases producidos por la fermentación anaeróbica, para el uso doméstico.
Para la correcta operación de estos pozos es requisito indispensable aislar las aguas servidas que
caen en él, de las que contienen jabón o detergentes. El efecto de los jabones y en especial los
detergentes, inhibe la acción metabólica de las bacterias, razón por la que los pozos se colmatan
con rapidez y dejan de operar, haciendo necesario destaparlos frecuentemente para recomenzar
la operación.
Cuando no es posible separar las aguas negras de las jabonosas, como en el alcantarillado
urbano, es necesario hacer un tratamiento químico a esta agua con polímeros a fin de solucionar
el problema antes de iniciar la fermentación anaeróbica.
Tienen la ventaja que no necesita un contenedor externo para el almacenar el gas generado. Este
se mantiene a una presión relativamente constante al interior del domo, lo que es muy ventajoso.
Una variación a este modelo lo constituyen los biodigestores que presentan una película de
polietileno flexible en la parte superior en sustitución del domo flotante. Haciéndolos más
económicos y accesibles socialmente.
Biodigestor de polietileno:
Este biodigestor presenta los siguientes componentes:
• Tubo de admisión: es un tubo de plástico de 20 a 30 cm de diámetro, que debe usarse para la
admisión de desechos y debe sumergirse en los residuos al menos a 15 cm de profundidad, lo
cual previene el escape del metano, es necesario utilizar un pozo para limpiar el material
celulítico antes de ingresar al biodigestor, porque este puede obstruir con facilidad la entrada de
este.
• Fermentador y bolsa de almacenamiento: este es el principal componente del biodigestor y la
bolsa de almacenamiento está en la parte superior del biodigestor. El tamaño del fermentador
depende de la cantidad de desechos a fermentar por 0.3 m3, pero este no debe ser muy grande,
si la cantidad de desechos a tratar es elevada se pueden conectar cámaras múltiples por medio
del tubo plástico este sistema posee una mayor área superficial es muy eficiente, su limitante es
que puede resultar muy costoso. Es deseable que el biodigestor este aislado y cuente con un
dispositivo de calentamiento y de agitación. Un mecanismo bueno seria la construcción de una
pared de tierra en la parte norte del biodigestor para prevenir el enfriamiento a causa de los
vientos, en el lado sur un colector solar simple para la calefacción esto con el fin de mantener la
temperatura del fermentador constante. La bolsa de almacenamiento de gas puede incorporarse
al digestor o estar independiente y puede instalarse cerca de la cocina.
• Tubo del afluente: el diámetro del tubo debe ser de 4 a 6 pulgadas de material de plástico,
este se localiza por debajo del tubo de entrada en el lado opuesto del digestor, el tubo del
afluente también debe ser sumergido a 15 cm de profundidad del fermentador para prevenir el
escape del gas, se debe mantener el flujo constante.
• Tubo de metano: este tubo se ubica en la parte de la bolsa de almacenamiento de metano, este
tubo debe tener 2 pulgadas de diámetro y se usa para transportar el biogás a su lugar de uso, el
tubo posee una salida que esta sumergida en agua y que drena la humedad condensada.
• Dispositivo de seguridad: este se utiliza para prevenir la ruptura del fermentador debido a
presiones altas de la fermentación anaeróbica de los desechos. Consiste en una botella de al
menos 10 cm de profundidad insertada el tubo de salida, cuando la presión del digestor es
mayor a la del agua, se libera el biogás.
• Tubo de limpieza: el lodo que se sedimenta en el fondo del biodigestor debe ser removido
cada dos años, la tubería sirve para evacuar estos lodos por mecanismos como bombeo, se
pueden disponer cuando el biodigestor es muy largo de un tubo en un extremo del biodigestor y
otro tubo en la mitad del mismo.
• Instalación: lo primero que se debe hacer es preparar un foso que debe ser un poco mas
grande que el biodigestor, luego se procede a instalar el biodigestor y los tubos de admisión y de
afluentes. Después de tres o cuatro días se llena el foso con agua, se descargan los desechos de
animales, el agua que rodea el digestor puede ayudarle a expandirse completamente y disminuye
la tensión que ejerce en los tubos de entrada y de salida. Dependiendo de la época del año en la
que se haga la instalación el proceso de fermentación se hace más rápido en verano y más lento
en invierno.
• Mantenimiento: estos biodigestores pueden tener una durabilidad de 20 años, en el caso de
presentarse rupturas de este pueden ser fácilmente reparadas del mismo material del biodigestor
usando un adhesivo fuerte, la parte reparada debe permanecer seca hasta su endurecimiento por
completo. Cuando se necesita el metano solo se ejerce una pequeña presión sobre la bolsa de
almacenamiento moviendo de esta forma el biogás a donde se necesita.
Las plantas del biogas pueden ofrecer varias ventajas a las comunidades rurales, incluyendo,
una reducción del trabajo físico, sobre todo de las mujeres una reducción de la presión en los
recursos naturales como combustible y carbón de leña producción de energía barata mejora el
sistema de cultivo reciclando estiércol a través del biodigestores, producción de gas para cocinar
y fertilizante (una vez el estiércol ha atravesado un biodigestor se vuelve un fertilizante orgánico
excelente. Reducción de la polución, sobre todo en áreas urbanas. Entre las desventajas del
biodigestor de plástico se halla su bajo tiempo de vida útil, lo que hace necesario montar una
nueva instalación cada tres años. También es muy vulnerable a sufrir roturas por condiciones
climáticas adversas, por las acciones del hombre y los animales.
Biodigestores discontinuos
Los biodigestores discontinuos o por lotes son contenedores cerrados que una vez cargados no
permiten extraer o añadir más sustratos hasta que finalice el proceso completo de
biodegradación y producción de biogás. En otras palabras, el proceso finaliza cuando no se
produce más biogás.
Estos tipo de digestores admiten mayor carga de materiales poco diluidos, por lo que el
requerimiento de agua es menor que en los sistemas continuos. Otro aspecto a favor es que
no son afectados por presencia de material pesado como tierra o arena.
Al principio y al final del proceso la producción de biogás es marcadamente menor; Lo cual se
debe a la carencia de condiciones óptimas para los microorganismos anaeróbicos al inicio y
posteriormente al agotamiento de los nutrientes para los mismos.
Biodigestores Semi-continuos
Estos biodigestores son alimentados diariamente con una carga relativamente pequeña en
comparación al contenido total; Ésta se deposita en la cámara de carga, e igualmente se debe
extraer de la cámara de descarga un volumen igual del efluente líquido para así mantener el
volumen constante. Generalmente producen biogás casi permanentemente, gracias al
suministro constante de nuevos nutrientes para las comunidades de bacterias.
Una limitante importante es la disponibilidad de agua, debido a que la carga debe ser una
mezcla de una parte del material orgánico y cuatro partes de agua (proporción 1:4).
Modelo Horizontal
Es básicamente un digestor tubular horizontal en cuyos extremos se sitúan las cámaras de carga
y descarga del sistema. Su configuración alargada impide que la carga líquida inicial y el
efluente se mezclen; Esto lo hace útil en el aprovechamiento de residuos que requieran un
tratamiento prolongado, tales como excretas humanas y ciertos desperdicios de sacrificio de
animales.
Los biodigestores familiares de bajo costo, populares en países en vías de desarrollo, son
fáciles de implementar ya que se fabrican con grandes bolsas de polietileno tubular. Suelen
situarse dentro de una especie de trinchera y su periodo de vida útil son unos cinco años.
Además de los modelos comunes descritos en este documento, existen otros con variaciones de
todo tipo; Variaciones en forma, tamaño, continuidad del afluente y materiales de construcción.
V. ETAPAS DE UN BIODIGESTOR
El material orgánico soluble resultante puede ser asimilado por la célula y por lo tanto sirve
como sustrato para las bacterias de la segunda etapa.
El segundo grupo es el de las bacterias acetogénicas, producen acetato e hidrógeno, al igual que
lodos orgánicos solubles y ácidos orgánicos simples Figura 3
Los ácidos grasos son convertidos en ácidos orgánicos volátiles, tales como el acético, siendo el
principal producto y puede llegar a representar el 70%. También se encuentran el ácido
propiónico, compuestos hidrogenados (H2) y carbodióxidos (CO2).
En esta etapa se da un descenso en el pH que tiende a subir a medida que las bacterias
metanogénicas, de la tercera etapa, consumen los ácidos y el oxígeno del medio es eliminado,
proceso que es indispensable para la tercera fase.
Figura 4 Metanización.
La transformación final cumplida en esta etapa tiene como principal substrato el acético junto a
otros ácidos orgánicos de cadena corta y los productos finales liberados están constituidos por el
metano y el dióxido de carbono.
En esta etapa las bacterias metanogénicas transforman los ácidos orgánicos en metano. La
producción de metano se puede dar por las siguientes vías:
Fermentación del ácido acético:
Fermentación del ácido propiónico:
Reducción de CO metanol y ácido fórmico:
El producto final puede llegar a tener un 60% de metano y un 40% de CO2 dependiendo estos
valores de la calidad de la materia prima.
Los microorganismos que intervienen en cada fase tienen propiedades distintas que son muy
importantes y se las debe conocer para lograr comprender el equilibrio y funcionamiento óptimo
de un digestor.
Los materiales que ingresan y abandonan el biodigestor se denominan afluente y efluente
respectivamente.
VI. PRODUCCIÓN DE BIOGÁS
El metano, principal componente del biogás, es el gas que le confiere las características
combustibles al mismo. El valor energético del biogás por lo tanto estará determinado por la
concentración de metano - alrededor de 20 – 25 MJ/m3, comparado con 33 – 38MJ/m3 para el
gas natural.
A pequeña y mediana escala, el biogás ha sido utilizado en combustión directa en estufas
simples en la cocción de alimentos, atenuando de esta manera la presión sobre los materiales
dendroenergéticos (madera, leña, carbón vegetal) y/o representando un ahorro para el agricultor
por no tener que comprar gas natural comercial. Sin embargo, también puede ser utilizado para
iluminación (lámparas de gas o a gasolina), para calefacción y refrigeradoras.
También el biogás puede ser utilizado como combustible para motores diesel y a gasolina, a
partir de los cuales se puede producir energía eléctrica por medio de un generador. En el caso de
los motores diesel, el biogás puede reemplazar hasta el 80% del acpm o diesel (la baja
capacidad de ignición del biogás no permite reemplazar la totalidad del acpm en este tipo de
motores que carecen de bujía para la combustión).
Aunque en los motores a gasolina el biogás puede reemplazar la totalidad de la misma, en
general en los proyectos a nivel agropecuario se le ha dado preferencia a los motores diesel
considerando que se trata de un motor más resistente y que se encuentra con mayor frecuencia
en el medio rural.
Un metro cúbico de biogás totalmente combustionado es suficiente para:
Generar 1.25 kW/h de electricidad.
Generar 6 horas de luz equivalente a un bombillo de 60 watt.
Poner a funcionar un refrigerador de 1 m3 de capacidad durante 1hora.
Hacer funcionar una incubadora de 1 m3 de capacidad durante 30 minutos.
Hacer funcionar un motor de 1 HP durante 2 horas
En el proceso de fermentación se remueven sólo los gases generados (CH4, CO2, H2S) que
representan del 5% a 10% del volumen total del material de carga. Se conservan en el efluente
todos los nutrientes originales (N, P, K) contenidos en la materia prima, que son esenciales para
las plantas. Lo anterior lo convierte en un valioso abono orgánico, prácticamente libre de olores,
y de fácil aplicación.
Control de patógenos:
Aunque el nivel de destrucción de patógenos variará de acuerdo a factores como temperatura y
tiempo de retención, se ha demostrado experimentalmente que alrededor del 85% de los
patógenos no sobreviven el proceso de biodigestión (Hohlfeld y Sasse 1986). En condiciones de
laboratorio, con temperaturas de 35 grados centígrados coliformes fecales fueron reducidos en
50 – 70% y los hongos en 95% en 24 horas (Marchaim 1992). 40
Ventajas de su uso:
El efluente lleva parte de sus nutrientes en forma no disponible de inmediato para las plantas, es
decir, los libera paulatinamente mediante ciertos procesos de descomposición de materia
orgánica. De esta forma, la nutrición es lenta, pero continúa.
Aumenta el contenido del humus del suelo, el cual mejora la estructura y la textura del terreno,
facilita la aireación, la rata de formación de depósitos de nutrientes, y la capacidad de retención
e infiltración del agua.
Permite el ahorro de la cantidad de otros abonos convencionales sin disminución de la
producción.
Presenta incrementos de la producción, al compararla con la de suelos no abonados.
Efluente:
El efluente puede ser utilizado como fertilizante en diferentes cultivos.
El bio-abono se puede utilizar tanto en cultivos perennes como en árboles forrajeros que sirven
de alimento para el ganado. Por su alto valor nutritivo para las plantas, el efluente se usa
preferentemente en cultivos anuales de alto valor en el mercado como es el caso de las
hortalizas. La alta calidad del efluente como fertilizante radica en que después de haber
transcurrido el proceso de biodigestión, todos los nutrientes y más de la mitad de la materia
orgánica se encuentran aún en el mismo.
Al mismo tiempo, el efluente del biodigestor cumple una función fitosanitaria ya que actúa
como repelente contra insectos- plagas de los cultivos El efluente es muy utilizado para fertilizar
plantas acuáticas, plantas ornamentales y también encuentra aplicación para el cultivo de peces,
pues se fertilizan los estanques para producir algas y fitoplancton que consumen los peces.
Efluente líquido: Presenta ventajas como la alta
disponibilidad de nutrientes y la buena absorción por
parte de las plantas, puede aplicarse inmediatamente sale
del biodigestor, o almacenarse en tanques tapados por un
periodo no mayor a 4 semanas, para evitar grandes
pérdidas de nitrógeno.
Dosis de aplicación:
La dosis del efluente o bio-abono que debe aplicarse en cualquier forma se determina en
términos de la cantidad del nutriente equivalente que se necesite, la cual dependerá del tipo de
suelo y cultivo; conviene, por tanto efectuar el análisis del efluente para establecer sus
propiedades nutritivas. A continuación se presentan los contenidos promedio de elementos
nutritivos en efluentes de biodigestores con diferentes materias primas:
IX. CONCLUSIONES: