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LOS INCENDIOS FORESTALES EN EL PERÚ: GRAVE PROBLEMA SIN RESOLVER

INTRODUCCIÓN

Diversos estudios (Galiano, 2000; Reátegui, 1996; Llerena, 1991) coinciden en que:

Los incendios forestales en el Perú se han convertido en un problema ambiental

prioritario ya que han ocasionado la pérdida de vidas humanas, reducción de bosques

amazónicos, y graves daños económicos y ecológicos que conducen a la degradación

de los suelos, a la desertización del paisaje peruano, a la disminución de la calidad

del recurso hídrico y a la contaminación atmosférica de consecuencias globales.

Frente a esta realidad es importante disponer de una caracterización del problema de

los incendios forestales, para iniciar acciones y programas de prevención, detección

y control de incendios forestales (p.)

El presente diagnóstico es el primero de su género en el país y constituye el primer paso


en el conocimiento de los incendios forestales en el Perú, por lo cual se contemplan los
siguientes objetivos específicos:

a) Caracterizar el ambiente donde se desarrollan los incendios forestales

b) Determinar el impacto de los incendios forestales sobre la población y los recursos


naturales

c) Cuantificar el área afectada y el número de incendios forestales

d) Describir la organización actual para el manejo de los incendios forestales A partir de los
cuales se espera generar acciones que contribuyan a la solución de este problema.

MARCO TEORICO

I. Fuego

I.1 ¿Qué es el fuego?

Como lo definen Cardozo, Mello, Púa y Vellozas, 2010:

El fuego es consecuencia del calor y la luz que se producen durante las reacciones

químicas, llamadas combustión. En la mayoría de los fuegos, la reacción de combustión


se basa en el oxígeno del aire, al reaccionar este con un material inflamable, tal como la

madera, la ropa, el papel, el petróleo, o los solventes, los cuales entran en la clasificación

química general de compuestos orgánicos; por ejemplo, los compuestos de carbono.

Una reacción de combustión muy simple es la que ocurre entre el gas metano, CH4, y el

oxígeno, para dar bióxido de carbono, CO2 y agua. Lo anterior es una reacción completa

y muestra que una molécula (unidad) de metano, requiere de dos moléculas (unidades)

de oxígeno para dar una combustión completa, si la reacción se realiza sin el oxígeno

suficiente, se dice que es incompleta (p.24).

VARIABLES DE COMPORTAMIENTO.

El comportamiento del fuego puede caracterizarse por los efectos que se producen en

el ambiente durante el transcurso de un incendio forestal o de una quema controlada.

Las variables del comportamiento son las siguientes:

• Combustión.

• Modelo de propagación.

• Velocidad de propagación.

• Liberación de calor.

Modelos de Propagación.

La forma, orientación y velocidad de un frente de fuego, en un incendio forestal o en una

quema controlada, son el resultado de la interacción de todos los factores que afectan el

comportamiento y que son básicamente:

• topográficos (pendiente y configuración del terreno),

• meteorológicos (radiación solar, temperatura del aire, humedad relativa, dirección y


velocidad del viento)

• vegetación (cantidad, calidad, distribución de los combustibles y humedad del

combustible).

Velocidad de Propagación.

La velocidad de propagación es la tasa de incremento de fuego, se puede medir en

términos lineales, perimetrales o en superficie. La propagación lineal se determina en

metros o quilómetros por hora de velocidad de avance. La velocidad de propagación de

los incendios forestales se puede medir en metros por minuto quilómetros por hora.

VELOCIDAD DE PROPAGACION:

LENTA 0-2 METROS/MINUTO 0-120 METROS / HORA

MEDIA 3-10 METROS/MINUTO 180-600 METROS / HORA

ALTA 11-70 METROS/MINUTO 660-4200 METROS / HORA

EXTREMA + 70 METROS/MINUTO + 4200 METROS / HORA

Ignición e Inflamabilidad.

Ignición – Es el momento en que aparece la llama (300°C o mas).

Inflamabilidad – Es la capacidad de un combustible de seguir ardiendo, hasta

consumirse completamente, sin que sea necesario sumar más energía calórica, después

de producirse la ignición.

FACTORES METEOROLÓGICOS.

Los factores meteorológicos guardan una relación importante con las condiciones en que

se
encuentra la vegetación y afectan la ocurrencia de incendios. A continuación

mostraremos los que son más importantes para el comportamiento del fuego16.

3.5.1 Temperatura del Aire.

La temperatura afecta las condiciones de la vegetación, secándola y elevando la

temperatura interna de sus tejidos, haciendo a la planta más susceptible a la ignición.

Humedad del Aire.

La humedad del aire interviene en los incendios forestales de dos formas; a través de la

cantidad de oxigeno disponible (a mayor humedad del aire, menor es la disponibilidad

de oxigeno para la combustión) y de la humedad de la vegetación (esta es su principal

influencia, ya que a menor humedad del aire, menor es la cantidad de agua y mayor la

cantidad de oxigeno en el combustible).

Viento17.

La presencia del viento en el ambiente aumenta la evaporación del agua de la

vegetación, reduciendo la humedad del combustible, acelera el proceso de combustión,

disminuyendo el período de pre-calentamiento, influye en la columna de convección y

aumenta o disminuye la velocidad del fuego dependiendo de la dirección en que este se

encuentra.

Radiación Solar.

Cuanto mayor es la radiación solar incidente en la vegetación, menor es el período de

precalentamiento.

FACTOR VEGETACIÓN.

Constituye un factor de gran relevancia por la posibilidad de manejo que ofrece, ya que
disminuyendo la cantidad y la densidad de los combustibles (vegetación) se puede

reducir el riesgo del incendio. Se consideran combustibles vegetales todos aquellos

materiales leñosos o herbáceos que se encuentran en montes y demás formas de

vegetación. Los modelos de combustibles pueden ser clasificados e identificados de

acuerdo con la fisonomía de la vegetación, como por ejemplo, monte natural, monte

artificial, monte costero, etc., y las propiedades que afectan el comportamiento del fuego.

I.2 USO DEL FUEGO.

El Uso del Fuego es una práctica antigua, que era utilizada por los pueblos indígenas para
cazar y preparar terrenos para plantío. El uso de la quema controlada continúa siendo
común aún hoy en algunas regiones del mundo, ya sea para renovación de pasturas,
limpieza de restos de plantaciones anteriores, control de plagas agrícolas, plantío agrícola
o forestal y en caso de las plantaciones de árboles, se hace especialmente para el control
de malezas y recortes que en este caso se transforman en combustibles. Este
procedimiento aplicado por medio de Quema Controlada o Prescripta, es una forma de
manejar los recursos, aprovechando su bajo costo, sin embargo, esto debe ser llevado a
cabo a través de un plan cuidadosamente preparado y ejecutado. (Cardozo et. al, 2010)

Las zonas forestales son imprescindibles para la vida en el planeta. Además de ser parte
fundamental en los ciclos de producción y distribución del agua, purifican el aire que
respiramos al capturar bióxido de carbono y liberar oxígeno. También regulan la
temperatura y la humedad, con lo que se equilibra el clima; proporcionan alimento, medicina
y refugio a los seres vivos; y son fuente de materia prima en muchas actividades humanas.
Estos procesos vitales se ven amenazados por diversos factores ajenos a las actividades
forestales como: la degradación de suelos, la deforestación, la tala inmoderada, los
incendios no controlados, que están relacionados con otras actividades como la agricultura,
la ganadería y el desarrollo urbano. (Cardozo, et.al,2010)

II. ¿QUÉ ES UN INCENDIO FORESTAL?

Los incendios forestales pueden ser definidos como el fuego que se extiende de manera
descontrolada y que afecta y degrada los bosques naturales, las plantaciones
forestales, la cobertura vegetal y cultivos agrícolas; y además a la fauna silvestre y a
animales domésticos. En casi todos los casos, estos se inician como consecuencia de
malas prácticas antes o durante las actividades agropecuarias, por desconocimiento o
descuido. En menor grado, estos se producen por acciones intencionadas o
negligentes. Así también, existe todavía la (arraigada) creencia en muchos lugares del
país de que, al quemar maleza, rastrojos o bosques, el humo liberado genera lluvias, lo
cual acrecienta esta problemática, sobre todo en épocas secas. (Servicio Nacional
Forestal y de Fauna Silvestre [SERFOR],2015)

TIPOS DE INCENDIOS FORESTALES

Incendios Subterráneos.

Se propagan consumiendo el humus y el material orgánico no incorporado al suelo, así


como las raíces de los vegetales y todos aquellos combustibles que forman la turba. Se
caracterizan por la velocidad de propagación lenta y el efecto letal en la vegetación y
en la micro fauna.

El fuego se inicia en forma superficial, propagándose bajo el suelo mineral debido a la


acumulación y capacitación de los combustibles, así como por su aglomerado en los
afloramientos rocosos en donde se encuentran raíces, hojas y otros materiales
vegetales. Por lo general no produce llama y emite poco humo. Aunque no son muy
comunes, cuando se presentan, son peligrosos y difíciles de controlar.

Incendios Superficiales.

En este tipo de siniestros el fuego se propaga en forma horizontal sobre la superficie


del terreno consumiendo la vegetación existente sobre el suelo del monte, quemando
combustibles vivos y muertos, compuestos por pastizales, hojas, ramas, ramillas,
arbustos o pequeños árboles de regeneración natural o plantación, troncos, humus,
entre otros que se encuentran desde la superficie del suelo hasta 1,5 metros de altura.

Incendios Forestales y su afectación al Medio Ambiente, Prevención y Combate. Su


velocidad de propagación es variable, pudiendo expandirse, desde unos pocos metros
hasta varios kilómetros por hora. Son los incendios más comunes.

Incendios de Copas o Aéreos.

Son los que se propagan a través de las copas de los árboles y, generalmente, se
presentan de una manera violenta con velocidad de propagación muy alta. En estos
incendios el fuego consume la totalidad de la vegetación y son muy destructivos,
peligrosos y muy difíciles de controlar. Se inician en forma superficial, las llamas
avanzan primero sobre el nivel del suelo y se propagan hacia arriba, transformándose
en uno de copa o aéreo debido a la continuidad vertical de los combustibles (del suelo
hacia las copas de los árboles), se presentan con fuertes vientos y en lugares de
pendientes muy pronunciadas, por lo que su propagación es tanto de copa en copa de
los árboles como en la vegetación superficial. Estos incendios dañan severamente el
ecosistema donde se presentan.

CAUSAS DE LOS INCENDIOS FORESTALES.

En una investigación reciente sobre los incendios forestales (Plana, Font y Serra,
2016) se encontró que son dos los factores que determinan la aparición de un
incendio forestal:
Una fuente de calor, ignición u origen del fuego y la capacidad del fuego de propagar,

desarrollarse y alcanzar grandes dimensiones.

Con referencia a la causa del origen del fuego, ésta queda recogida en la estadística
oficial de causalidad de incendios. El origen del fuego se clasifica principalmente
según causa accidental, intencionada, negligente, natural (fundamentalmente
rayos) y desconocida. La investigación y conocimiento del origen del fuego
permite dirimir responsabilidades en caso necesario y articular las políticas
preventivas necesarias.

En cuanto a las causas de la propagación del incendio, éstas corresponden


fundamentalmente a los factores de propagación (topografía, meteorología y
combustible) (pag.19)

Grupos de causas: Causas naturales (rayos); negligencias (vertederos, quema


agrícola quemas de arbustos, quema de pastos, quemas de basura, fuegos de
campo, fumadores, trabajador forestal); accidentes (ferrocarril, líneas eléctricas,
maniobras militares, motores y máquinas, motores y máquinas); intencionados
(intencionado); causa desconocida (causa desconocida). (Ministerio de
Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, 2016)

Analizando los datos referentes a la causalidad de los incendios a nivel mundial, se


observa que el 80% es causado por el hombre, ya sea de forma intencionada o por
negligencia. En nuestro país no es diferente y se estima que estas causales alcanzan
el 99% del total nacional y sólo el 1% tiene como causa fenómenos naturales derivados
de eventos meteorológicos como las descargas eléctricas. En ese sentido, las causas
de los incendios se catalogan de la siguiente manera:

• Accidentales: relacionados por ejemplo con accidentes automovilísticos, ferroviarios,


aéreos e incluso con ruptura de líneas eléctricas.

• Negligencias: Tiene que ver con quemas agropecuarias no controladas, fogatas de


excursionistas, fumadores irresponsables, quema de basura, limpieza de vías en
carreteras y uso del fuego en otras actividades productivas dentro o cerca de las áreas
forestales, etc.
• Intencionales: Más de la mitad de los incendios son intencionados, es decir, tienen
su origen en la utilización deliberada del fuego por parte del hombre. Una parte de los
incendios son por causas desconocidas, que en muchos casos pueden ser también
intencionadas. Se refiere a las quemas que se realizan en el contexto de conflictos entre
personas; personas y empresas; vándalos; pirómanos22; tala ilegal o litigios; entre
otros.
• Naturales: Generalmente, caída de rayos o centellas y en algunos países erupciones
volcánicas.

FACTORES DE RIESGO.

La ocurrencia de los incendios y su potencial de destrucción, así como la dificultad para


controlarlos y extinguirlos, tiene relación directa con la existencia y particularidades de
una serie de factores de riesgo que se clasifican en dos grandes tipos:

• Permanentes.

• Transitorios.

Factores de Riesgo Permanentes.

Estos factores no varían continuamente, sino que permanecen estables durante


períodos más o menos largos, por lo que su influencia es constante.

Los más importantes son:

• La composición de los combustibles.

• Las especies vegetales.

• La topografía.

• Actividades humanas que derivan en incendios: la información estadística registra que


dentro del total de causas de incendios forestales originados por intervención humana,
las actividades agropecuarias aportaron un porcentaje de 44% respecto del total,
siguiendo en orden de importancia las causas intencionales, con 19%; fogatas el 12%;
fumadores, 11%; y otras causas que suman en conjunto el 14%.

• Generalmente el combustible es el factor principal que determina si se inicia o no un


incendio, así como la dificultad para controlarlo y la probabilidad de su comportamiento
extremo o irregular.

Factores de Riesgo Transitorios.

Están en cambio constante, y son los factores meteorológicos siguientes:

• Temperatura.

• Humedad relativa.

• Velocidad y dirección del viento.

• Precipitación pluvial (lluvias).

Otras variables fundamentales que definen el riesgo de incendio son:

• Fuente de calor
• La temporada del año

• La relación entre los espacios forestales y asentamientos humanos.

FUENTE DE CALOR.

Siempre se requiere de una fuente de incandescencia externa para iniciar un incendio


forestal. Esta fuente de ignición requiere a su vez alcanzar una temperatura mayor a
200º C (por ejemplo el agua, sometida a la acción del calor, hierve a los 100º), por lo
tanto, la combustión espontánea en el monte no existe.

LA TEMPORADA DEL AÑO.

Un incendio forestal puede ocurrir en cualquier momento, siempre y cuando se


conjuguen los factores mencionados; sin embargo, hay periodos que son más propicios
para la ocurrencia de estos acontecimientos debido a la combinación de las condiciones
meteorológicas y las actividades humanas (uso del fuego).

En nuestro país la temporada de mayor riesgo de incendios forestales se inicia en


noviembre y concluye en mayo, por ser la época de mayor estiaje.

ASENTAMIENTOS HUMANOS.

La ubicación de las masas forestales también es un factor de riesgo, esto en función de


la cercanía con zonas habitadas por humanos y por el acceso de la población a los
montes. Una zona forestal a la que los humanos ingresan con facilidad y constancia es
más proclive a padecer un incendio.

De los factores mencionados, los de carácter permanente son el punto de partida para
establecer un sistema de predicción de peligro del fuego en áreas forestales.

A través de estos factores permanentes o constantes se pueden reconocer las


probabilidades de que el fuego se produzca, siendo por otra parte los factores
inconstantes o transitorios los que determinarán la evolución de ese peligro.

EFECTOS GENERALES SOBRE EL ECOSISTEMA.

Son varios los efectos ambientales que se derivan de un incendio:

• Destrucción de la masa vegetal,

• Desaparición de ecosistemas,

• Pérdida y/o emigración de fauna,

• Procesos erosivos,

• Alteración del ciclo hídrico,

• Aumento de las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera,


• Desertificación.

Al quemarse la vegetación, se eliminan las plantas que generan oxígeno y afectan el


clima del lugar.

La exposición a temperaturas mayores a los 70°C en un lapso mayor de 10 minutos es


capaz de eliminar a los hongos del suelo, así como a los protozoarios y algunas
bacterias, que son los encargados desintegrar los materiales orgánicos.

Los incendios forestales provocan contaminación térmica temporal a todos los


componentes del ecosistema, emiten partículas nocivas a la atmósfera y compuestos
que contribuyen al calentamiento global del planeta. Aumento en las emisiones de
dióxido de carbono:

Es evidente que los incendios forestales inciden negativamente en el cambio climático,


en tanto la vegetación es un sumidero natural de CO.

En este aspecto el impacto por tanto es doble, ya que la vegetación deja de absorber
CO al mismo tiempo que la combustión contribuye a las emisiones de éste y otros
gases. (Borrego & Miranda, 1998)

En el proceso de combustión de la materia orgánica, en este caso vegetación, durante


un incendio forestal, se generan humos que contienen elementos nocivos, además se
desprenden dióxido de carbono, metano y partículas sólidas en suspensión que afectan
seriamente al medio ambiente.

Según estudios de J. Parde en 1978, incendios Forestales y su afectación al Medio


Ambiente, Prevención y Combate. Se estima que en los períodos en los que los
incendios forestales alcanzan mayor intensidad, las emisiones de CO2 pueden llegar a
un 5% del total de las que se producen por la acción humana.

Estas emisiones contaminantes producen daños ambientales evidentes, contribuyendo


al efecto invernadero en la atmósfera terrestre y, por tanto, al cambio climático. La
eliminación de la cubierta vegetal implica una alteración en el microclima del monte,
también llamado eco clima por algunos autores. La existencia de un monte en
comparación con un lugar descubierto provoca que su microclima sea: menos luminoso,
con reducción de hasta el 90 %; menos caluroso, con disminución de unos 4ºC en la
temperatura media anual; menos ventoso, con reducción de la velocidad del viento a la
cuarta parte; más húmedo, con un aumento medio del 10%. En definitiva, unas
circunstancias diferentes y que, por consiguiente, permiten que la vida, tanto cualitativa
como cuantitativamente, se desarrolle de forma distinta.

Las áreas arboladas limitan las variaciones de temperatura, principalmente en lo que a


máximas y mínimas se refiere, haciéndolas menos extremas, evitando incluso las
heladas en las zonas de cultivo de frutales y huertas próximas a las mismas; también
aminoran la influencia del viento que posee un fuerte efecto desecador. (Liebana &
Ribarrocha, 1981)

Los distintos tipos de incendios (aéreos o de copas, los superficiales y los


subterráneos), inciden de forma distinta y claramente negativa sobre las propiedades
mencionadas. (Ubeda, ,1990)

Sin embargo, la intensidad de la afección estructural puede ser cuantitativamente


diferente según su tipología. Los incendios subterráneos, también llamados fuegos de
humus son los menos frecuentes, sin embargo, sus consecuencias ecológicas son
gravísimas, al quemar raíces de plantas, con lo que ocasionan su muerte, y afectan
directamente a numerosas propiedades del suelo importantes para su fertilidad y
resistencia frente a agentes erosivos. Los datos existentes sobre temperaturas en
incendios son muy variados y están en función de distintas condiciones ecológicas,
como son la densidad y distribución espacial de la vegetación, el micro relieve, la
velocidad y dirección del viento, el tipo de suelo, la humedad del mismo y la vegetación.
Estudios realizados en túneles de combustión han llevado a la conclusión de que el
principal factor que determina el comportamiento del fuego es la velocidad del viento.
(Guijarro y Hernándo, 1997)

Durante un fuego intenso, las temperaturas dentro de la masa forestal pueden ser de
1200-1400 C y a unos metros de la masa en combustión, la temperatura del aire oscila
entre 100º C y 140º C. (Folch y Castelló, 1976)

I. ¿ARDEN TODOS INCENDIOS DE LA MISMA FORMA?

El combustible (o cargas de combustible) se refiere a la cantidad y tipo de vegetación


disponible para arder. Esta dependerá, por un lado, de la cantidad total de biomasa
distribuida a lo largo de los tres estratos vegetales básicos, el herbáceo, el arbustivo y
el arbóreo. Y, por otro, de la humedad de la vegetación - que a su vez se relaciona con
la humedad ambiental – así como su inflamabilidad y combustibilidad (relacionadas con
la facilidad de encenderse y quemar), que varía según las especies. Los incendios más
virulentos se producen en época de sequía, en bosques densos, y donde los estratos
de vegetación muestran continuidad vertical facilitando que las llamas de la superficie
lleguen a las copas de los árboles. En el mismo bosque, en periodos de lluvia puede
quemar solo el sotobosque. La meteorología afecta muy drásticamente el riesgo de
incendio. A mayor temperatura y velocidad de viento y menor humedad del aire la
capacidad de propagación del incendio es más alta, generando mayores longitudes de
llama y velocidades de propagación. En el argot técnico a menudo se habla de la
fórmula de los “tres treintas” para indicar las condiciones propensas a la aparición de
un gran incendio o fuego de elevada intensidad: temperaturas superiores a 30ºC, viento
superior a 30Km/h y humedades relativas inferiores al 30%. Cuanto más se acerquen
las condiciones ambientales a estos valores y mayor sea su duración (que afecta al
grado de desecación de la vegetación, sobre todo si no hay recuperación de las
humedades relativas durante la noche), mayor es el riesgo. Cuando los incendios están
bien desarrollados pueden generar su propio ambiente de fuego, temperaturas y vientos
distintos a los ambientales de mayor intensidad. (Bach, Bernet y Davos, 2016)

II. ¿PODEMOS PREDECIR EL COMPORTAMIENTO DE LOS INCENDIOS?

Los factores determinantes para la aparición de grandes incendios forestales o de


incendios de alta intensidad que superan la capacidad de extinción serán: la presencia
de elevadas cargas de combustible disponible para quemar y distribuidas a lo largo del
territorio y unas condiciones ambientales favorables que en el clima mediterráneo se
acentúan con el aumento de temperaturas y la sequía. El primer factor se ve agravado
por el cambio de usos del suelo, debido al abandono o disminución de las actividades
agrarias tradicionales, como el pastoreo del sotobosque, el aprovechamiento de
madera y leña y a la vez debido a la reforestación natural de antiguos campos de cultivo
o pastos con la pérdida del paisaje en mosaico (alternación de cultivos y bosques),
resultando en un aumento de la densidad y extensión de la superficie arbolada. En
cuanto al segundo factor, el efecto del cambio climático puede suponer el aumento de
los días de riesgo a lo largo del año, incluso más allá de la época estival, a medida que
las temperaturas aumentan y/o los episodios de sequía se prolongan. Un contexto
caracterizado por un aumento de la cantidad y disponibilidad de combustible, y por
condiciones climáticas cada vez más adversas, propicia la aparición de incendios de
alta intensidad y comportamiento extremo, que dificultan las tareas de extinción y
comprometen la seguridad de los bomberos y las personas. Otra consecuencia es el
incremento de las zonas y periodos de riesgo, al registrarse incendios en lugares y
épocas del año donde históricamente no se habían registrado fuegos de alta intensidad.
En consecuencia, difícilmente se podrá actuar para reducir el riesgo de grandes
incendios forestales en un territorio sin actuar sobre la capacidad de propagación de las
llamas a escala de paisaje, es decir, sin actuar sobre la densidad y extensión de los
bosques. Precisamente las actividades agrarias han ejercido este papel históricamente
por lo que debería considerarse el beneficio de la gestión forestal, la ganadería y la
agricultura, no sólo desde la perspectiva del desarrollo rural, el equilibrio territorial y la
calidad del paisaje sino también por el importante papel que desarrollan en la
prevención de incendios. En definitiva, ante la realidad social donde la demanda hacia
el uso y disfrute del paisaje es creciente, la prevención del riesgo de incendios puede
ser un argumento más a favor para dinamizar las actividades agrarias que gestionan y
conservan ese mismo paisaje. (Bach; Bernet; Davos,2016)
III. LA ESTADÍSTICA DE INCENDIOS FORESTALES Y LA PREDICCIÓN DE
EVENTOS Y SUS IMPACTOS.

PERU : DAÑOS PRODUCIDOS POR INCENDIOS FORESTALES, POR


DEPARTAMENTO, PROVINCIA Y DISTRITO, SEGUN FECHA, 1996 - 1999

CULTIVOS
FECHA DEPARTAMENTO PROVINCIA DISTRITO AFECTADOS
(ha)
AÑO 1996
12/06/96 CUSCO LA CONVENCION SANTA TERESA 8
04/07/96 CUSCO LA CONVENCION SANTA TERESA 10
11/07/96 CUSCO QUISPICANCHI URCOS 30
17/07/96 TUMBES TUMBES TUMBES 20
12/08/96 PUNO PUNO PAUCARCOLLA 50
25/08/96 LIMA LIMA CIENEGUILLA 50
21/09/96 CUSCO URUBAMBA URUBAMBA 40
14/11/96 TUMBES TUMBES TUMBES 700
SANTO
18/11/96 PIURA MORROPON 150
DOMINGO
AÑO 1997
02/09/97 CUSCO URUBAMBA MACHUPICCHU 600
15/09/97 LA LIBERTAD BOLIVAR CONDORMARCA 50
22/09/97 CUSCO CUSCO SAN SEBASTIAN 100
AÑO 1998
21/07/98 PIURA MORROPON CHULUCANAS 300
31/07/98 CUSCO LA CONVENCION SANTA ANA 100
05/08/98 APURIMAC ABANCAY ABANCAY 1500
05/08/98 CUSCO URUBAMBA MACHUPICCHU 5
07/08/98 CUSCO CANCHIS COMBAPATA 20
08/08/98 CUSCO URUBAMBA YUCAY 50
CONTRAMIRANTE
12/08/98 TUMBES ZORRITOS 300
VILLAR
27/08/98 CUSCO URUBAMBA URUBAMBA 40
13/09/98 CUSCO CALCA SAN SALVADOR 5
24/09/98 CUSCO URUBAMBA MACHUPICCHU 8
27/09/98 PIURA PIURA TAMBOGRANDE 10000
05/10/98 CUSCO ANTA LIMATAMBO 50
12/10/98 PIURA CHULUCANAS CHULUCANAS 12500
26/10/98 LAMBAYEQUE LAMBAYEQUE JAYANCA 115
26/10/98 LAMBAYEQUE LAMBAYEQUE JAYANCA 155
14/11/98 LAMBAYEQUE LAMBAYEQUE OLMOS 16000
19/11/98 PIURA MORROPON LA MATANZA 10000
09/12/98 PIURA PIURA CASTILLA 8000
12/09/98 PIURA MORROPON CHULUCANAS 8000
16/12/98 PIURA PIURA PIURA 100
AÑO 1999
06/01/99 CUSCO CHUMBIVILCAS LIVITACA 250
06/01/99 LAMBAYEQUE LAMBAYEQUE JAYANCA 1500
07/01/99 CUSCO URUBAMBA MACHUPICCHU 4
07/01/99 PIURA PIURA PIURA 2000
08/02/99 CUSCO LA CONVENCION SANTA ANA 300
08/02/99 LAMBAYEQUE LAMBAYEQUE MOTUPE 150
27/07/99 PIURA MORROPON MATANZA 10
05/08/99 CUSCO CALCA CALCA 15
10/08/99 CUSCO PAUCARTAMBO PAUCARTAMBO 20
MADRE DE DIOS
11/08/99 MANU MANU 90
PIURA
30/08/99 LAMBAYEQUE PIURA PIURA 2000
01/09/99 PIURA LAMBAYEQUE JAYANCA 1500
01/09/99 CUSCO PIURA CATACAOS 17
10/09/99 CUSCO CUSCO SAN JERONIMO 7
11/09/99 LAMBAYEQUE LA CONVENCION SANTA ANA 40
17/10/99 LAMBAYEQUE LAMBAYEQUE MOTUPE 150
04/11/99 LAMBAYEQUE LAMBAYEQUE MOTUPE 150
Fuente: Instituto Nacional de Defensa Civil (1999)
IV. LA GESTIÓN DE RIESGOS: HERRAMIENTAS DE PREVENCIÓN.

Plana, et al. (2016) estudiaron que riesgo de incendios incluye acciones en los tres
ámbitos del ciclo del riesgo:

En el ámbito de la prevención y preparación, las actuaciones son


fundamentalmente en:
• Elaboración de planes de prevención y actuación en caso de incendios.
Pueden ser a escala de macizo forestal, municipio o comarcas y comunidad
(urbanizaciones).
• Investigación de causas, vigilancia y medidas legislativas para regular las
actividades de riesgo (control de vertederos, limpieza de líneas eléctricas y
márgenes de carreteras, regulación del uso público, etc.).
• Actuaciones de control y reducción del combustible forestal y desarrollo de
infraestructuras de prevención (puntos de agua, mantenimiento de pistas
forestales, etc.). Normalmente se incluyen como acciones a ejecutar en los
planes de prevención. Se complementan con disposiciones generales de
limpieza de franjas perimetrales en urbanizaciones o edificaciones cercanas a la
trama forestal. En ocasiones se utilizan las quemas controladas como
herramienta para la reducción del combustible.

V. IMPACTO DE LOS INCENDIOS FORESTALES EN EL DERECHO DE LA


NATURALEZA Y DAÑO DEL AMBIENTE.
En el artículo de Gonzales (S.a) podemos encontrar que:
Los incendios forestales tienen impactos complejos sobre los procesos
ecológicos, debido a la variabilidad del paisaje, como las diferentes respuestas
de la vegetación (Tessler et al., 2017). En el caso del recurso forestal, la
frecuencia de los incendios forestales puede ocasionar cambios en la dinámica
de cultivo como el bosque, ya que muchas especies no alcancen su etapa de
madurez, causando disminución en la distribución espacial o incluso la extinción
de la especie (Tessler et al., 2017). Además, el aumento de la frecuencia de
incendios junto con periodos de sequía puede generar impactos ambientales a
largo plazo tales como disminución de la productividad de los ecosistemas,
desertificación, entre otros (Schröter et al., 2005). Los efectos de los incendios
se asocian con la intensidad, recurrencia y duración del incendio forestal. Estos
efectos pueden ser directos tales como pérdida de animales, pérdida de la
vegetación y degradación del suelo. Por otro lado, los efectos indirectos, van
desde la erosión del suelo y la contaminación del agua hasta el ensuciamiento
de represas y deslizamientos de tierra (Ubeda y Sarricolea, 2016).

- IMPACTO SOBRE LA EROSIÓN DEL SUELO

Los incendios forestales provocan una degradación del suelo, sobre todo
después del evento (Ubeda y Sarricolea, 2016). El nivel de degradación del
suelo va a depender de la topografía del lugar, intensidad del proceso de erosión,
tasa de regeneración de la cubierta vegetal post-incendio, recurrencia,
intensidad y duración del fuego (Caon, 2014). Los principales impactos de los
incendios forestales son a nivel de las propiedades (físico, químico y biológica)
y productividad del suelo (García-Orene, 2017, Mataix-Solera, 2011 y Shakesby,
2011). Estos impactos se traducen en: generación de erosión, pérdida de
nutrientes, disminución de la materia orgánica, alteración de la vegetación
(MataixSolera y Cerdà, 2009). El suelo después de un incendio es susceptible a
sufrir de erosión1, debido a lo expuesto que queda al viento y agua (Caon, 2014
y Shakesby, 2011). La erosión genera: pérdida del material, problemas con la
infiltración del agua, aumento del flujo superficial del agua e hidrofobicidad
(Caon, 2014 y Shakesby, 2011). Por otro lado, la cosecha post-incendios de la
madera quemada, también puede aumentar la vulnerabilidad a la erosión y
degradación del suelo, debido al uso maquinaria pesada y arrastre de los troncos
(Garcia-Orene, 2017).
Fuente: Mataix Solera, 2000

- IMPACTO SOBRE EL AGUA


Las aguas que drenan rápidamente los suelos quemados, apenas penetran en
el suelo y no se ven frenadas por la vegetación por lo que presentan un elevado
potencial erosivo. Son aguas muy turbias debido a la elevada presencia de
partículas y cenizas en suspensión. El material en suspensión que portan, así
como los nutrientes que llevan en disolución, afecta a la calidad de las aguas
contaminándolas. Además, la posterior sedimentación de estos materiales va
colmatando los fondos de los ríos, estuarios, embalses y rías (por ejemplo, la
colmatación de las rías cantábricas por efecto de las quemas y la acción
deforestadora del hombre). (“Greenpeace”)

- DEPOSICION ÁCIDA: EFECTOS EN EL SUELO Y LA VEGETACIÓN.

En un estudio reciente, Cardozo et al. (2010) identificaron que la deposición ácida


puede llegar al monte de dos maneras. En forma húmeda como lluvia o niebla, y
en forma seca como partículas y gases. En 1981, Manion distingue tres tipos de
factores de estrés:

• Factores que predisponen, como son el clima, el suelo, el potencial genético, la


edad de las especies y la contaminación atmosférica crónica.
• Factores que incitan, como son los abióticos como las heladas y sequías, y
bióticos como la acción de los insectos.
• Factores que contribuyen, como son los ataques de insectos, hongos, virus, etc.

Los efectos que la deposición ácida puede ocasionar en la vegetación son:


• Daño en la cutícula de las hojas, por acción directa y por efecto metabólico.
Incendios Forestales y su afectación al Medio Ambiente, Prevención y Combate.

• Interferencia en el funcionamiento de las estomas


• Daño en las células de las plantas, tras penetrar las sustancias ácidas.
• Alteración de las raíces.
• Interferencia en la reproducción.
• Aumento de la susceptibilidad de las plantas a la contaminación.
• Alteración de la asociación simbiótica.
• Incremento de la susceptibilidad a los patógenos.
• Aumento de la concentración de metales disponibles.
• Interacción sinérgica con otros componentes de estrés ambiental.
Estos daños varían en función del tipo de contaminante, y del grado de
asimilación por el vegetal, de los efectos acumulativos que se den en él, de la
concentración y del periodo de exposición. Los efectos de las deposiciones
ácidas deben evaluarse bajo su interacción con los procesos naturales de
acidificación. La acidez no neutralizada por las copas de los árboles y demás
vegetación, entra al suelo vía escorrentía, fundamentalmente en forma de sal
soluble.
Modificaciones en la Materia Orgánica.
En función de la intensidad del fuego, la materia orgánica experimenta diferentes
transformaciones cualitativas y cuantitativas con diferentes repercusiones
ecológicas.
Según los estudios de Mataix Solera en 1997, el contenido de materia orgánica
suele decrecer tras un incendio de alta intensidad si el fuego ha afectado
directamente a las capas más superficiales de éste, sin embargo, en incendios
de baja intensidad, el contenido de materia orgánica del suelo se puede ver
incrementado por el aporte de material vegetal semipirolizado.

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