REVISTA CUBANA DE PSICOLOGIA Vol. 20, No.

1,2003

LA RELACIÓN PADRES-HIJOS ESCOLARES

EN FAMILIAS MONOPARENTALES
DE UN CONTEXTO MEXICANO
Adrián Cuevas Jiménez, Universidad Nacional Autónoma de México Iztacala1

RESUMEN
Este trabajo sobre el estudio de familias monoparentales regidas por el padre o por la madre de niños
escolares en un contexto mexicano, da cuenta de una considerable participación de los padres varones
en la crianza de los hijos; sin embargo, no se consigue superar los valores tradicionales de la
separación de actividades según el género. Se plantea la necesidad de investigaciones para la
formulación de lincamientos en torno a la relación familia-escuela, que tenga en cuenta la diversidad de
estructuras y dinámicas familiares como las existentes en el escenario en que se llevó a cabo el
trabajo.

Palabras clave: Prácticas de crianza, familia monoparental, relación familia-escuela

ABSTRACT
The study of singleparent families governed by the father or mother of school children in a Mexican
context reveals that the father participates considerably in the upbringin of the children. However, it is
impossible to overcome the traditional values of gender division of labor. It thinks about the necessity
investigating the formulation of directions for the relationship between family and school keeping in mind
the structural diversity and family dinamics as the ones that exist in the context of earring out the work.

Key words: Child-rearing practices, singleparent family, family-school relationship.

INTRODUCCIÓN
En la formación del ser humano es crucial el papel
de los otros con quienes el individuo se relaciona en
el medio en el cual se desenvuelve; esta influencia
social, esas maneras en que los demás intervienen
e influyen en la constitución del niño en un ser adulto
en determinado grupo o sociedad, que se denomina
"prácticas de crianza", son históricas, es decir, se
encuentran signadas por las condiciones, tiempos y
lugares concretos en que emergen, se realizan y se
transforman.
De esta manera, mientras en los albores de la
humanidad el niño, se desarrollaba inmerso en la
práctica social de su grupo, sin prescripciones ni
racionalizaciones ni mucho menos de
programaciones de su relación con los adultos, en el
proceso del desarrollo de la sociedad humana se
fueron transformando las prácticas sociales y,
asimismo, las maneras de relación e influencia de
los demás para la formación del ser humano. En la
antigüedad greco-romana y en otras sociedades de
esa época histórica, señala F, De Coulange (1988),
esas prácticas sociales estaban imbuidas en una
concepción mágico-religiosa, sin que aún ocurriera
la separación racional en torno a la misma práctica
ni una preconcepción en torno a la formación de las
nuevas generaciones; esto último sólo ocurrió,
según Ph, Aries (1988), a partir del siglo XVIII y con
particular énfasis en la época actual, en donde
emerge una marcada preocupación e interés
generalizados por la formación y bienestar del niño,
que este autor denomina "sentimiento de la
infancia".
La niñez en la actualidad ha adquirido una
significación tan importante que constituye el eje
central de las preocupaciones, intereses y fines de
las instituciones sociales como la familia y la escuela
e, incluso, se asume como uno de los criterios
fundamentales para la organización y desempeño de
la vida misma de los adultos, principalmente cuando
estos se proponen formar o forman ya una familia.
En la tradicional diferenciación de los géneros se
ha asumido que la educación y la crianza de los
hijos es una función cuyo desempeño corresponde a
la mujer. En modelos socio-económicos como
México esa perspectiva se conserva, aún a pesar de
una mayor inserción de la mujer en la esfera
productiva, aunque esta situación haya implicado
ciertos matices de los cuales dan cuenta variados
estudios sobre las prácticas de crianza (Herrera,
Ortega y Cuevas, 1991, 1992; Linares, 1990, entre
muchos otros).
Es preciso señalar que junto a la situación
anterior existe un fenómeno más específico que,

' Este trabajo se llevó a cabo en los marcos del Programa de Apoyo para la Superación del Personal Académico (PASPA)
de la Universidad Nacional Autónoma de México.
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ante el énfasis otorgado a la formación y desarrollo
infantil, se ha hecho más evidente, se trata de la
existencia de familias monoparentales en las que el
progenitor que se encuentra al frente está inserto en
el ámbito laboral asalariado, de manera que esta
situación tiene importantes repercusiones en los
tipos de relación padres-hijos y en las prácticas de
crianza. Varios trabajos han abordado estas
cuestiones, pero la generalidad de ellos se ha
centrado en el estudio de las condiciones de familias
monoparentales que se encuentran regidas por la
madre (Gottfried; Gottfried y Bathurst, 1988; Lernery
Galambos, 1988; Hetherington; Cox y Cox, 1979,
entre muchos otros), y muy pocos han estudiado las
condiciones de familias monoparentales de
responsabilidad paterna. En el presente trabajo se
planteó tener en cuenta ambos tipos de situaciones
para empezar a estudiar las relaciones de los padres
y los hijos de nivel preescolar y escolar en el área
periférica de la Ciudad de México.
Objetivos:
1. Encontrar algunos elementos de
caracterización de las familias monoparentales
regidas por el padre o por la madre que se
encuentran insertos en la esfera laboral, así como
de las prácticas de crianza que llevan a cabo, en un
contexto periférico de la Ciudad de México.
2. Derivar algunas implicaciones prácticas para la
educación escolar de los hijos.
Procedimiento
Se aplicaron, en el inicio del :iclo escolar, 1074
cédulas que fungieron como fiches de inscripción en
instituciones de educación preescolar y primaria del
Municipio de Naucalpan del Estado de México, que
forma parte del área metropolitana de la Ciudad de
México y en donde se encuentran asentados
grandes corredores industriales. Dicha cédula
recabó información sobre la situación familiar del
niño, específicamente sobre la estructura de la
familia y sobre la distribución de las actividades en el
hogar y de las relativas a la escuela. La aplicación
de la cédula se llevó a cabo por las mismas
administraciones de los centros escolares.
Una vez reunidas las cédulas se procedió a la
selección de las correspondientes a familias
monoparentales, encontrando 108 familias de este
tipo, que representaba el 10% de la muestra. Estas
familias se subdividieron en dos grupos: las familias
monoparentales regidas por la madre, que sumaron
93 familias (86.1% de las monoparentales) y las
regidas por el padre, que contabilizaron 15 familias
(13.9% de las monoparentales). Posteriormente se
llevó a cabo la organización y el análisis de la
información en función de los objetivos del trabajo.
Resultados
Para la diferenciación de los tipos de familia en
este trabajo se definieron dos categorías: aquella
familia que estaba constituida por el padre o la
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madre y los hijos, que denominamos "familia
monoparental seminuclear" y, aquella constituida por
el padre, la madre, los hijos y algún(os) otro(s)
familiar(es) de generación diferente a ambas, que
denominamos "familia monoparental extensa"
En los resultados se encontró que, de las familias
monoparentales de nuestra muestra, prevalecía el
tipo de familia "seminuclear" por sobre la extensa,
tanto en la familias regidas por el padre ( 66.6%
contra 33.3%) como en las regidas por la madre
(54.8% contra 45.1%).
Con relación al número de miembros de la familia
no se encontraron grandes diferencias en las
regidas por el padre con respecto a las regidas por
la madre; la mayoría de las familias estaban
formadas de entre 3 a 5 miembros, le seguían las de
6 a 8 miembros, y en último término se encontraban
las de más de 8 integrantes.
Con respecto al número de hijos se observó una
regularidad en familias regidas por el padre y en las
regidas por la madre: el mayor porcentaje se
encontraba en el rango de 2 a 4 hijos, le seguía el
de 1 y ai final se encontraba el de más de 5.
En lo que respecta a las actividades relacionadas
con la escuela: llevarlo a y recogerlo de la escuela,
asistencia a juntas escolares y colaboración en las
tareas escolares para hacer en casa, como se
muestra en la tabla 1, tanto el padre como la madre
participaban sin grandes diferencias y en ambas
situaciones tenía una participación semejante otro
familiar, principalmente la abuela.
En lo relativo a las actividades del hogar:
actividades de alimentación, de cuidado sobre el
dormir y de atención a la salud o llevarlo al médico,
se encontraron mayores diferencias entre las
familias regidas por el padre y las regidas por la
madre, como se muestra en la tabla 2: había mayor
participación de la madre con respecto al padre y
una mayor implicación de otro familiar,
principalmente la abuela, en las familias regidas por
el padre.
Análisis de resultados e implicaciones educativas
Con mucha frecuencia se plantea que la
nuclearización de la familia se relaciona con la
autosuficiencia socio-económica de la misma; desde
esta perspectiva se podría suponer que, la tendencia
a la "seminuclearización" de las familias
monoparentales encontrada en este trabajo, significa
!a existencia de dicha autosuficiencia; sin embargo,
en tanto que se trata de familias monoparentales en
donde quien las dirige necesita involucrarse en la
esfera laboral para su sostén material y, por lo tanto,
que es necesaria la participación de familiares o
personas externas a la unidad familiar para la
realización de actividades domésticas y/o de
cuidado a los hijos, es claro que esta situación no se
correlaciona con autosuficiencia socio-económica de
la familia.
Por otro lado, ante las políticas demográficas de
"bienestar" y, posiblemente ante la existencia de lo
que Ph. Aries (1988) denomina "sentimiento de la
infancia", la tendencia de ia familia moderna es a
tener pocos hijos, en contraposición a la familia
tradicional; en la muestra analizada en este trabajo
se observó una situación intermedia, pues el
promedio en los rangos más altos fue de 3 a 5
hijos.
En la actualidad se ha visto un incremento en el
número de familias monoparentales, evidenciando
principalmente las regidas por la mujer; esto ha
inducido la realización de estudios, aunque aún
insuficientes, sobre las relaciones madre-hijos y
sobre las prácticas de crianza en esas situaciones.
Sin embargo, es necesario llamar la atención sobre
la existencia de familias monoparentales regidas por
el padre, que en nuestra muestra (13.9% de las
monoparentales) no representa un porcentaje
despreciable y que, por lo tanto, requiere ser
estudiado y atendido.
En la literatura sobre desarrollo del niño en donde
se valoran las implicaciones de la ausencia de un
padre en la unidad familiar, se vinculan a esta
situación, cuestiones como la disminución en el niño
de las imágenes sexuales relativas al padre ausente,
o la formación de una definición débil de lo
masculino y lo femenino, entre muchos otros
aspectos. Muchos de los estudios señalan que la
ausencia de alguno de los padres por divorcio,
abandono, viudez, madresolterismo, etc., tiene
influencia negativa en el niño, enfatizando,
principalmente, la perturbación en el desarrollo del
rol respectivo al padre que se encuentra ausente. El
criterio básico de estos estudios ha sido la
valoración de que la familia conyugal o nuclear es el
modelo ideal o el mejor modelo de familia,
considerando, en consecuencia, problemático el
desarrollo en familias que se apartan de ese modelo,
como las monoparentales. U. Bonfenbrenner (1979)
plantea que en familias de un solo padre el
desarrollo del niño puede, incluso, tener mayores
ventajas en relación con el que ocurre en familias
nucleares conflictiyas, en las que los padres se
friccionan constantemente. Asimismo, en familias
regidas por un solo padre, si el padre que está
presente enaltece las características del rol del
padre ausente, no se observa el tan pregonado
desajuste que se vincula a las familias que no son
nucleares (Hetherington; Cox and Cox, 1979;
Goldberg y Easterbrook, 1988; Gottfried; Gottfried
andBathurst, 1988)
En nuestra muestra de familias asumimos que
existe un "estado de necesidad" que obliga a los
padres que las rigen a involucrarse en las
actividades necesarias para el desarrollo del niño y,
por eso, a pesar de estar inmersos en la esfera
laboral, se ocupan en grado considerable en las
actividades relacionadas con la escuela del niño.
Además, la situación laborable de los padres hace
justificable y necesaria la participación de otras
personas que, en este caso, se trata principalmente
de la abuela.
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Aunque en las actividades relacionadas con la
escuela no hay diferencia en la participación del
padre y de la madre, esa involucración es diferente
con respecto a las actividades domésticas
relacionadas con el niño; aqui tiene mayor
participación la mujer y, en consecuencia, en estas
actividades hay mayor implicación de otras
personas, principalmente de la abuela, en las
familias regidas por el padre. Estos dos hechos nos
sugieren algunas reflexiones en torno a su
implicación en las prácticas de crianza y en el
desarrollo del niño, que señalamos enseguida.
En primer lugar, la menor participación del padre
en las actividades domésticas en relación con las
relativas a la escuela, puede interpretarse que se
debe a que las primeras se siguen considerando
como más propias de la mujer, lo que se fortalece al
observar que quien colabora en ellas, la abuela, no
es alguien del género masculino.
En segundo lugar, la importante participación de la
abuela en ambas situaciones, pero especialmente
en las actividades domésticas de las familias regidas
por el padre, puede tener importantes implicaciones
como las que deseamos explicitar. En primer lugar,
refuerza los valores que vinculan la actividad
doméstica con el género femenino. En segundo
lugar, la participación de la abuela, que representa
una generación más distante que la del padre o la
madre con respecto al niño, puede implicar que el
desarrollo de éste se enfrente a creencias, valores y
prácticas distintas a las que pueda tener la
generación de los padres, con importantes
influencias en su formación.
Parece obvio que la familia constituye un ámbito
social de gran importancia para el desarrollo del
niño, particularmente en los primeros años de su
vida. Pero es claro también que esta institución no
es homogénea sino dinámica y en constante
transformación, que supone, por lo tanto, diversas
formas de relación entre sus miembros La
existencia de familias monoparentales regidas por el
padre o por la madre, las familias donde ambos
padres trabajan, la vivienda colectiva, la inserción
del niño en actividades de ayuda al sostén familiar,
etc., son realidades que imprimen un carácter
particular a la dinámica familiar y, por lo tanto, una
especificidad a las implicaciones educativas como
las que derivan de este trabajo que señalamos
enseguida
En primer lugar, si no existe un solo modelo de
familia, tampoco es posible plantear, en cuanto a los
esfuerzos de vinculación familia-escuela, una forma
única de relación; la existencia de familias
monoparentales y, dentro de ellas las que son
regidas por el padre, merecen ser consideradas para
las propuestas de planteamientos y acciones
prácticas en torno a la relación familia-escuela Esta
es una cuestión que se constituye en objeto de
investigación.
Por otro lado, desde la concepción de la familia
nuclear como el modelo ideal de familia, se suele
plantear que las formas que se partan del mismo
constituyen la base de los problemas académicos,
conductuales, del desarrollo, etc. Desde la
perspectiva de este trabajo no existe fundamento
para esa aseveración; en la situación monoparental,
señalan E. Hetherington; M. Cox y R. Cox (1979), se
puede lograr una situación tan favorable al
desarrollo y a las prácticas educativas como la que
puede ocurrir en una unidad nuclear, si se presentan
otros elementos que compensen las susodichas
"carencias"; incluso, consideran estos autores, la
unidad nuclear, por su estructura, posibilita la
emergencia de ciertas problemáticas cuya presencia
resulta difícil en modelos de familia con estructura
diferente. También aquí, la definición de
lineamientos para la relación de la familia con la
escuela requiere investigación.
Consideramos que la existencia de familias
monoparentales regidas por el padre o por la madre,
que la inserción de los padres en la esfera laboral, y
en fin, que la emergencia de estructuras familiares
que divergen de la considerada como ideal, la
nuclear, constituyen retos para transformar las
concepciones y para encausar los esfuerzos en
torno al desarrollo, la educación y las prácticas de
crianza.

Tabla 1. Muestra la implicación de los padres y de la abuela en las actividades del hogar
en cada tipo de familia.
Familias regidas por el padre Familias regidas por la madre
Actividades Padre Abuela Madre Abuela
Total % Total % Total % Total %
Preparar y cuidar la
alimentación 5 33.3 9 60 39 41.9 38 40.8
Cuidados sobre el
dormir 6 40 8 53.3 58 62.3 22 23.6
Cuidados de la
salud 10 66.6 5 33.3 77 82.7 8 8.7

REFERENCIAS

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régimen. Editorial Taurus, Madrid.
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human development: research perspectives".
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De Coulange, F. (1988): La ciudad antigua. Colección Sepan
Cuantos, Porrúa México.
Goldberg, W. and M. Easterbrook, (1988): "Maternal emplyment
when children are toddlers and kindergartners". En: Gottfried,
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development", En: Gottfried, A. And Gottfried, A. (editores)
Maternal employment..., op. cit., pp 11-58.
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desde el discurso materno. Análisis de un legajo de cédulas
biosociales de educación preescolar". Revista Educativa,
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Lerner, J. and N. Galambos, (1988): "The influences of maternal
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En: Gottfried, A. and Gottfried, A. (editores) Maternal
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Linares, P. (1990): "Pautas y prácticas de crianza en México" Revista
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