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VIAJE

A LA CUARTA DIMENSIÓN



CAPITULO I



Aquella noche escribí en mi Diario
Me pregunto si en este momento de mi vida soy feliz y estoy haciendo lo
que verdaderamente quiero hacer y he de reconocer que no lo soy, por
eso estoy furiosa y me siento desgraciada, he de buscar las pistas que me
lleven a reencontrar el perdido camino de la felicidad. Me he esforzado
mucho en salir de esta negatividad negra que me envuelve pero todo ha
sido inútil. Necesito escapar, hacerme un mundo a la medida, un mundo
lleno de color, y de música, un mundo lleno de imaginación y de riesgo,
un mundo lleno de poesía y de pasión, un mundo lleno de hechos
extraordinarios con sus facetas luminosas y también oscuras, pero nunca
un mundo gris y sin contrastes, porque ahora mi mundo parece haberse
convertido en una caricatura que me hace muecas desde su monotonía
y me llena de una amargura que se vuelca en ira contra mi misma y me
tiene cogida por el cuello. Estoy corriendo una carrera de obstáculos,
quiero volar de nuevo, quiero dejar los recuerdos atrás en el
pasado, porque recordar nunca me ha impedido avanzar pero ahora, sin
expectativas ni ilusiones estos recuerdos me están asfixiando y yo no
puedo abandonar mis sueños porque si lo hago los sueños me
abandonaran a mi y ya no seré nada más que una cáscara vacía. Los
sueños son mi realidad, y me conducirán allí donde debo estar, Debo
escucharme a mi misma y seguir el camino que mi Yo me indica a gritos,
como siempre hice a lo largo de toda mi vida.

Cuando deje de escribir, me levanté y me dirigí a la ventana de mi
habitación, la abrí y respiré profundamente, comenzaba el verano y la
hierba del jardín, en un tiempo no lejano verde y frondosa comenzaba
a secarse y perder sus colores. Me vi reflejada en ella con amargura,
pero intenté barrer ese pensamiento de mi mente. Entonces sentí que
poco a poco la habitación desaparecía a mi alrededor y escuché
claramente una voz surgiendo de mi propio interior:
“No existen limites cuando no se cree en los limites. Tu te limitas
creyendo que estas limitada, Busca tu verdad apartándote a los caminos
que te digan debes seguir y busca el tuyo.”-
Y al escucharla me di cuenta de que había encontrado un nuevo
destino. Fue una sensación muy extraña como si de repente me
hubiera divido en dos y ambas siguiéramos viviendo en una dirección
paralela, pero distinta. Pero mejor explico la historia desde el principio.

Todo comenzó el día en que aquel hombre al que jamás había visto
lanzó un mensaje al infinito que yo supe recoger a través de mi
ordenador. Me dijo que yo debía huir de mi desbordante pasado, sin
arrepentimientos ni censuras, que debía comprenderme y ser
indulgente conmigo misma porque todas mis acciones me sirvieron de
aprendizaje aunque los resultados no fueran buenos, que desprenderse
del pasado es como sacarse una pesada mochila que va ahogando el
futuro, porque lo que verdaderamente importa es liviandad del aire
que después se respira. Pero lo que mas me impactó fueron estas
palabras…
Sacaré nuevamente a las rutas mi vieja Kawasaki, ya que el tiempo
muere y resucita con nuestro soplo (irás en el asiento de acompañante,
pero podrás conducir si quisieras)

La imagen de una moto conducida por mi y avanzando veloz rumbo a
lo desconocido fue el comienzo de la gestación de ese sueño tan
deseado que como un ovulo fecundado fue creciendo y creciendo
alimentándose de mis deseos y ahora estaba a punto de nacer… mi
amigo sentado sobre su vieja Kawasaky me esperaba cediéndome, si lo
deseaba, el puesto de piloto. La decisión estaba tomada. Ya no había
vuelta atrás. Yo, contrariamente a lo que todos suponían debía de
hacer una mujer de mi edad, había decidido no refugiarme en el ayer y
ahora me sentía renovada de la cabeza a los pies, iba a buscar de nuevo
un lugar para soñar. La búsqueda ampliaba mi perspectiva y el
horizonte estaba lleno de promesas, dejaba de ser una línea para
convertirse en un infinito de infinitas dimensiones,
Y aunque siempre pensé que los lugares que no están el mapa son los
lugares soñados tardé pocos días en comprar un billete de avión con
destino a una ciudad desconocida Mar del Plata. en un país muy lejano
de España, La Argentina y perteneciente a un continente desconocido
para mi, América del Sur. Entonces tuve el convencimiento de que
ahora si estaba haciendo lo que quería hacer, y por primera vez en
mucho tiempo me sentí de nuevo casi feliz.
Sin embargo la espera no fue fácil, el tiempo que me separaba de la
fecha de partida parecía pasar muy lentamente y como un embarazo
lleno de dificultades todo lo que me rodeaba intentaba atraparme para
impedir mi marcha. Tuve que luchar con muchos demonios,
disfrazados de recuerdos, de miedos. de inseguridades, de afectos y de
hábitos arraigados. Fue un período de dura convivencia entre dos yoes
que intentaban separase el uno del otro sin mutuo acuerdo…Uno de
ellos se resistía a abandonar lo que había sido su vida últimamente,
porque era consciente de que una vez roto el cordón umbilical la
separación seria definitiva, (en realidad no compendia que esto ya
había sucedido muchas veces y cada decisión, fallida o no, había
tomado su propio camino trazando un infinito tapiz de destinos con mi
misma cara y mi mismo cuerpo en el universo).
No podía entenderlo porque estaba demasiado centrada en la vida que
se suponía debía llevar, pero aquella era solo una faceta de las millones
de posibilidades que constituían mi verdadera vida. Había llegado la
hora de escapar de aquel encierro, de ampliar la visión, de expandir el
foco de mi mente. Y aquel viaje iba a ser sin retorno. La inseguridad me
aguardaba como una madre acoge a su hija descarriada y yo hiendo en
su busca me sentía mas segura de lo que jamás había sentido en mucho
tiempo.
Cuando llegó el día esperado, y una vez dentro del avión que me
llevaba a la tierra de ese amigo desconocido, todos los recuerdos con
su cortejo, de ira, arrepentimiento, miedo y dolor parecieron
desvanecerse. La otra Gloria se había quedado con ellos, incluso me
había parecido verla en el aeropuerto dedicándome una silenciosa
despedida de reproche, semioculta entra la muchedumbre que
deambulaba de un lado para otro. Y entonces me vi a mi misma
volviendo a casa, abriendo la puerta y enfrentándose a los recuerdos
que me esperaban con los brazos abiertos para atraparme de nuevo y
me despedí sin tristeza de aquella Gloria para siempre.

La travesía iba a ser larga 21 h 35 m de duración, con escala en
Ámsterdam, iba a tener mucho tiempo para ir preparándome
mentalmente para la aventura que me aguardaba. El ser humano
necesita tiempo para asimilar los cambios importantes y el hecho de
conocer a un hombre con el que solo me había comunicado por escrito
asomada muchas noches a la pantalla del ordenador de mi casa lo era.
Curiosamente ni siquiera recordaba como llegamos a entrar en
contacto hacia ya tres años, cuando la perspectiva de conocernos
personalmente era prácticamente una utopía. De hecho no sabia
apenas nada de su vida, su estado civil o su estatus social y sin
embargo si sabía mucho de su alma a través de sus pensamientos que
reflejaban su manera de sentir, porque en pensamientos se basaban
esencialmente nuestras conversaciones, nunca explicábamos nada
referente a nuestras vidas personales, podría decir, que nos
conocíamos a través del contenido del libro pero ignorábamos el
diseño de las cobertura.
Naturalmente nos habíamos visto en fotografías en las redes sociales,
pero las imágenes pueden ser muy engañosas. Yo calculaba por su
apariencia que debía tener una edad parecida a la mía y también que
vivía solo, pero ni siquiera de esto estaba segura porque jamás se lo
pregunté, ni él me lo había contado, pero era obvio que el hecho de
convivir con otra mujer no hubiera afectado para nada a nuestra
comunicación…la vida de la personas tiene muchos apartados que es
mejor no mezclar entre si porque pueden ocasiones distorsiones,

Nuestra amistad no estaba basada en la búsqueda de pareja sino en la
búsqueda de esa comprensión que muchas veces es difícil hallar en
alguien que comparte tu cama. Basada en mi propia experiencia había
llegado a la conclusión que con los años, la cadena que nos ata al sexo
se trasforma poco a poco en una cadencia que une sentimientos. Pensé
que cuando era mas joven, aquella experiencia a la que me había
lanzado hubiese tenido un alto componente de atracción sexual, pero
mis motivaciones habían cambiado mucho, ahora la sola idea de poder
compartir con alguien una aventura que nos llevase a recorrer lugares
asombrosos, era para mi mucho mas emocionante que cualquier
orgasmo.
Sin embargo tenía que reconocer que prefería que el ser humano que
me esperaba en Argentina fuera hombre, porque para mi una amistad
entre hombre y mujer tiene un especial magnetismo. Una conversación
interesante, una mirada de entendimiento, el leve roce de una mano en
señal de apoyo, el entusiasmo de descubrir y compartir algo tiene una
complicidad mucho mas sexual que el acto sexual en si. Y mientras el
avión seguía volando, a mi me pareció que estaba montada sobre las
alas de una enorme y poderosa ave que atravesaba un Océano de
nubes que como las olas del mar salpicaban de blanco el cielo azul. Abrí
el bolso de mano y saque mi diario de tapas rojas para escribir.
Solo un sentimiento más fuerte que otro puede sustituirlo
y la amargura ha dejado paso a la ilusión- después de haber escrito esto
me sentí cansada y me dormí profundamente.

Tuve un sueño muy extraño, soñé que estaba en un valle solitario
rodeada de altas montañas cubiertas de pinceladas de colores ocres
como surgidas de la paleta de un mágico pintor donde solo se
escuchaba el silencio y en lo alto, sobre mi cabeza, un cielo cubierto de
nubes negras atravesadas a veces por un rayo de luna. De repente me
pregunté porque mi compañero no estaba a mi lado, ese hombre que
me aguardaba al otro lado del Océano… le busqué con la mirada y no
pude verle en ningún lugar…sin embardo él debía estar allí conmigo,
era parte de mi aventura y no podía abandonarme… entonces me sentí
absolutamente sola y perdida y aquel idílico paisaje se trasformó en
un lugar inhóspito, el cielo se volvió turbio y estalló una terrible
tormenta. Corrí asustada a refugiarme en alguna parte mientras el
ruido de los truenos ensordecía mis oídos y los relámpagos me
perseguían amenazadores. Pero no había ningún sitio donde ponerme
a salvo.
Invadida por el pánico desperté angustiada bañada en sudor…
Sabía que aquel sueño había sido algo más que un sueño, y que yo
había estado allí, tendida en algún lugar de la superficie de la Tierra en
cuerpo y alma. Comencé a hacerme preguntas….¿Y si él no estuviese
esperándome? ¿y si se hubiera arrepentido de hacer ese viaje conmigo?
¿Y si algo le hubiera sucedido? Al fin y al cabo ni siquiera nos
conocíamos, podía haber cambiado de opinión podían haber ocurrido
tantas cosas, los seres humanos somos tan complejos… aquel sueño
parecía una premonición.

Y aunque me repetí una y cien veces que era absurdo torturarse, e
intenté tranquilizarme, el convencimiento de que yo había estado allí
durante unos instantes transportada en el tiempo era tan real, que la
angustia fue apoderándose de mí poco a poco.
Intente distraerme, conecté los auriculares y fijar mi atención en la
película que se proyectaba en la pantalla situada frente a mi asiento,
pero solo veía personas que gesticulaban y articulaban
palabras que no comprendía porque era incapaz de concentrarme en
ellas. Mire la hora, aun faltaba mas de la mitad del viaje. El tiempo se
alargaba y se encogía dependiendo de mi modo de observación. Volví a
coger mi libreta, sabía por experiencia que las ideas surgen de
dimensiones desconocidas y si no las atrapa al vuelo y se materializan
sobre un papel se alejan y desaparecen para siempre y escribí
febrilmente: una pregunta :¿Que hacia yo en aquel lugar perdido entre
montañas y por que estaba sola?- Esperé durante un buen rato con la
libreta abierta sobre mi falda y mi mano preparada para seguir
escribiendo, pero no hubo respuesta y la cerré para contemplar las
nubes iluminadas por un sol que no se ponía nunca desfilando a lo
largo de la ventanilla. Debía calmarme o mi ordenador cerebral podía
colapsarse. Respiré hondo, pensaría en ello mas tarde, pero no podía
dejar de pensar… mi cerebro funcionaba como una maquina
programada para fabricar pensamientos uno tras otro sin ningún
control ni sentido, salvarme de ellos era como detener una gran
maquinaria que rodaba en una dirección y a hacerla girar en dirección
opuesta y parecía estar impulsada por un ente maligno que se
complacía en torturarme.

A veces el sueño volvía a vencerme pero cada vez que entornaba los
ojos caía en una especie de túnel oscuro por el que me deslizaba
vertiginosamente hasta encontrarme tendida en aquel
valle azotado por vientos que parecían venir de muy lejos de un modo
inquietante, pero él nunca estaba a mi lado.
Y el viaje continuaba… a mi lado un hombre de color dormía
profundamente, ni siquiera me quedaba el recurso de entablar una
conversación intrascendente con otro ser humano que desviase el
curso de mis pensamientos.
Recordé los viajes de mi juventud, cuando lo único importante era la
sensación de avanzar hacia algún lugar y lo menos importante era a
donde, pero ahora lo único que deseaba era parar el tiempo y dejar que
mi mente se expandiera en el vacío. Guardé mi diario y saque mi Tablet
del interior de mi bolso de mano, la encendí y busque una página web
informativa sobre la ciudad que me aguardaba a unos cuantos miles de
kilómetro de distancia, una ciudad con nombre sugerente y romántico,
Mar del Plata. Unas fotos de Google que ya había mirado cien veces, me
mostraron una ciudad moderna a cuatro vientos bañada por el mar,
que según decía el articulo fue calificada como la Biarritz argentina a
principios del siglo pasado. ´
“Un pequeño paraíso para burgueses acomodados antes de que la
modernidad la convirtiese en un boom turístico rebosante de
gigantescos rascacielos alineados unos al lado de otro”.
Esto me había decepcionado un poco. Odio los lugares donde el silencio
es asesinado sin piedad por infinidad de puñales lanzados desde cien
gargantas en cien idiomas diferentes. Amo el silencio al que solo
permito romper por la música. No podría concebir la vida sin música,
quizás por eso una de mis facetas artísticas era la de compositora, para
sobrevivir en un mundo de incomunicación y de ruidos.

Alguien dijo que la música es el lenguaje del alma porque puede
expresar lo sentimientos allí donde no llegan las palabras.
Mi amigo virtual había sido músico en su juventud, había tocado el bajo
en una banda de rock, así pues, la música también nos unía. Me hubiera
gustado dialogar con él, no podía esperar hasta el momento de nuestro
encuentro, necesitaba sentir su presencia ahora, desde que subí a aquel
avión había comenzado a sentir una sensación muy extraña, algo
estaba sucediendo, había contactado con un futuro desconocido y
estaba consciente del momento presente y del pasado encerrado en las
paredes de mi casa en España, como si todo estuviese sucediendo a la
vez.

Cerré los ojos nuevamente y al abrirlos volví a verme a mi misma en
aquel valle tenebroso, pero ya no estaba sola, la tormenta había cesado
y él estaba a mi lado. Comprendí que yo era la dueña de mi destino y
que todo dependía de vencer mis miedos y sonreí , Siempre me había
creído valiente y en el fondo no era más que una niña asustada que
había estado luchando contra si misma para no tener miedo a tener
miedo. Me erguí en el asiento, estaba en el lugar donde debía estar y el
tiempo parecía había desaparecido aunque los relojes siguieran
funcionando. El avión y todo sus pasajeros se habían detenido en un
punto del espacio y el movimiento había dejado de existir. Todos los
acontecimientos del futuro parecían acercarse a mí en muchas
posibilidades alternativas y cada una de ella dependía de mi manera de
imaginarla. Todo sintonizaba con el ahora y por unos segundos me
sentí físicamente inmortal.

Aterrizamos a la hora prevista. Los trámites de la aduana y recogida de
maletas me parecieron interminables, volvía a sentirme insegura y
excitada. Nunca he superado el deseo de agradar. Haber sido una mujer
guapa no ayudaba mucho, ser admirada por la portada del libro
durante tantos años se había convertido en un hábito arraigado muy
difícil de olvidar, especialmente cuando se ha sido un patito feo en la
infancia y la juventud había llegado trayéndome la gran compensación
de convertirme en cisne. Todavía esperaba secretamente la admiración
de los hombres que se cruzaban a mi paso, pero había ya tiempo que
esta había comenzado a disminuir gradualmente por eso ponía mucho
empeño en enmascarar las incipientes arrugas y a veces hasta
conseguía que se me mirase dos veces, pero las mujeres jóvenes que se
cruzaban en mi camino constantemente no ayudaba demasiado a
conseguir mi propósito, obviamente ya no podía competir con ellas,
ellas robaban todas las miradas que un día fueron mías. Me costaba
admitirlo y sobre todo resignarme, era consciente de que hubiese sido
mucho mas feliz aceptando que cada época de la vida tiene sus
compensaciones, y sin embargo aun no había podido llenar evitar el
temor de no ser aceptada si no era suficientemente atractiva, sabía que
el hombre que me aguardaba no estaba interesado en mi físico, nos
habíamos atraído por lo que realmente éramos y que todo aquello era
superfluo, y si a mi no me importaba su apariencia, ¿por que a él no le
había de suceder lo mismo?
Supongo que son reminiscencias sociales arraigadas hasta el punto de
hacerse genéticas, aunque no se si esto le ocurre a todas las mujeres o
solo a las que han sido hermosas. Recordé que una vez había leído a
una famosa escritora declarar en una entrevista que no convivía con un
hombre para no caer en el rol de la servidumbre grabada a fuego en el
inconsciente femenino. Era una mujer inteligente...ella sabia bien lo
que decía porque el deseo de agradar no deja de ser un tipo de
servidumbre solapado, la mujer siempre ha de conservarse hermosa y
joven y necesita al lado un hombre como reafirmación de su belleza y
juventud, por otra parte el varón necesita una compañera guapa para
reafirmarse en su masculinidad.
Aquel miedo siempre me tuvo prisionera, incluso en la plenitud de mi
juventud y mi belleza pensaba que sólo se me aceptaba por mi físico y
que nadie tenía en cuenta mis valores internos. Y el temor a defraudar
como mujer, seguía allí, en el fondo de mi corazón, deslizándose hasta
mi estómago convertido en una garra que me apretaba por dentro. La
única compensación que tenia envejecer pensé, es que si un hombre se
acercaba a mi ahora era porque valoraba lo que realmente era ¿Por
qué entonces aquel absurdo miedo? Lo humanos somos
incomprensibles especialmente para nosotros mismos.

Cuando crucé la puerta de salida cargada con mi mochila en la espalda
y empujando mi maleta con ruedas pensé que estaba atravesando la
puerta de un juzgado conde se me iba a culpar o a declarar Y entonces
lo vi. Se acercaba sonriente a mi encuentro y cuando estuvo frente a mi
las apariencias se hicieron transparentes, nos estábamos viendo como
realmente éramos, ni un solo átomo de decepción reflejado en su
mirada y cuando me dijo de repente: eres tal y como te imaginaba - me
entregué a su abrazo sin reservas. Al contacto de su cuerpo el escudo
de miedo que me protegía cayó al suelo y me sentí como el pescador
que arriba por fin a puerto después de haber cruzado una tormenta
eléctrica en alta mar.
Tuve la seguridad de que aquel hombre a quien nunca había visto
antes era el mismo a quien había confiado mis dudas, mis deseos y mis
inquietudes, el hombre que siempre había sabido darme una respuesta
adecuada, y con quien había compartido momentos de angustia y de
felicidad a través del Océano en largas conversaciones sostenidas a
solas y sin testigos sobre la pantalla del ordenador.

Mientras permanecimos abrazados yo sentía el calor de su cuerpo
junto a el mío y hasta casi podía oler mi miedo fundiéndose a través de
mis ropas. Al separarnos ese miedo había desaparecido
completamente, quizás aun me seguía escuchando y me observaba
pero ya no formaba parte de mi. En realidad nunca deje de ser una niña
miedosa a pesar de parecer tan valiente a ojos de los demás, y a veces
creo que si soy valiente es para que nadie, ni yo misma, se de cuenta de
que esa niña existe. Pero en este viaje empezaba a advertir que había
muchas Glorias conviviendo bajo una sola piel, que todas estaban vivas
y todas querían ser protagonistas de la obra que había venido a
representar en este mundo y que ese caos entre ellas era el origen de
mis continuas incoherencias.
Sindú cogíó mi maleta de mano y los dos comenzamos a caminar juntos
hacia el exterior del aeropuerto. El aire fresco de la mañana sacudió mi
rostro y me hizo sentir llena de energía..

Subimos a su coche aparcado frente a la salida de viajeros.
- La moto nos aguarda en mi casa- me dijo con complicidad
y yo sonreí. La aventura acababa de comenzar. Pero ahora ya no era
solo mía, la compartíamos los dos y tuve la convicción de que aquel era
ahora mi lugar y que el hombre que estaba a mi lado también tenía que
estar conmigo en aquel momento.
Pensé que en el interior el avión que me había traído hasta allí una
Gloria insegura y llena de miedos estaría todavía adormilada en el
asiento soñando en una valle tenebroso y solitario, yo la había
abandonado, como había abandonado también a una Gloria amargada
llena de remordimientos abriendo la puerta de su casa en España.
¿Cuánta Glorias tendría aun que ir dejando atrás? me pregunté
mientras el coche arrancaba, sin duda aun quedaban muchas
aguardándome en aquel extraño viaje a lo desconocido.
Mar de Plata, comenzó a desfilar ante mis ojos…la descripción de
Google no le hacia justicia, me pareció algo mas que una ciudad
turística bañada por el mar y a pesar de su altos rascacielos que
parecían tocar el cielo aun guardaba en muchos rincones la esencia de
lo que un día fue, muchas de sus casas elegantes de principios del siglo
XX, convertidas según mi amigo actualmente en museos, hablaban de
tiempos mas placidos vividos en aquellas calles llenas de luz bajo un
cielo de un azul casi transparente. Traté de imaginarme la casa de
Sindú, las casa dicen mucho de las personas que la habitan, pero decidí
dejarme sorprender al fin y al cabo aquel viaje era un viaje de
sorpresas, aunque ambos sabíamos muy bien a donde nos dirigíamos,
porque lo habíamos programado cuidadosamente durante meses, el
Monte Uricornio en la cordillera de los Andes, una ruta mágica hacia un
lugar mágico, donde todo podía suceder.

Cuando entré en la casa dos rostros enigmáticos de mujer parecieron
mirarme dándome la bienvenida con sus ojos pintados de colores, eran
dos de mis cuadros, Sindu los había capturado de Internet, impreso y
enmarcado, verlos me impresionó, porque aquellos rostros me
reflejaban a mi, con todas mis virtudes y
mis defectos y el hecho de haberlas escogido para adornar la pared de
su casa me halagaba mucho, mi propia alma estaba capturada dentro
del marco y le miraba cada día a través del cristal. Me conmovió
profundamente

Aquella misma noche sentados al lado de un viejo eucalipto que
parecía custodiar el pequeño jardín de su casa, con dos vasos de vino
sobre una mesa redonda frente a nosotros charlamos hasta altas horas
de la madrugada. No suelo beber nunca pero aquella noche deseaba
hacer una excepción para celebrar nuestro encuentro.- Siempre intuí
que existía un mundo diferente fuera de nosotros pero que no
podíamos percibirlo a través de nuestros sentidos. Muchos filósofos
han asegurado que en realidad todo lo que nos rodea es nuestra propia
creación y en consecuencia todos lo lugares solo existen hasta el
momento que los imaginamos- apuré el vaso antes de continuar para
formular una pregunta sin respuesta -¿Existe realmente el mundo o
solo existe en nuestra imaginación? Sindu me miro y una sonrisa
indefinida se dibujó en su rostro-- Eso es lo que vamos a averiguar,
¿no?-

Pasé varios días en casa de mi amigo antes de emprender el viaje,
durante los cuales nuestras charlas en el luminoso patio de su casa que
era pequeña pero acogedora y que estaba situada a pocas cuadras del
mar, se hicieron constantes. Yo experimentaba un disfrute especial
comunicándome con él a través de las palabras después de tantos años
de hacerlo solo por escrito. Sindú solía decir el idioma se había hecho
tan importante para los humanos que ocupaba prácticamente todo
nuestro mundo- pensamos en palabras y escribimos con ellas- decía,
pero yo pensaba que las palabras también se acompañan del gesto que
a veces puede expresar lo que el lenguaje en su pobreza no puede
hacer, aunque comunicarnos mutuamente a través del silencio fue mas
completo y gratificante pero eso lo descubrí mucho mas tarde…

Un reducido grupo de amigos se unía a nosotros periódicamente en
torno a la mesa redonda de su patio para filosofar. Aquel día se
encendía un fuego y se comía carne asada, rito del que yo,
vegetariana convencida no participaba, sin embargo cuando estábamos
solos comíamos vegetales. Al principio pensé que lo hacia solo para
respetar mis ideas, pero poco a poco me di cuenta
de que tambien se sentía mas a gusto no convirtiendo nuestro cuerpo
en una tumba para los seres del reino animal. Esta había sido mi
manera de pensar desde ya hacia muchos años, cuando comprendí que
los animales eran mis amigos y estaban en la Tierra con una misión
igual que nosotros y no para servirnos de alimento.
Pero tambien a veces íbamos a caminar al lado del mar y entonces
nuestras conversaciones se enriquecían con la presencia de Neptuno,
con el que Sindú me había explicado solía tener frecuentes diálogos en
solitario, me gustaba mucho aquella metáfora poética, y mientras
contemplábamos las olas agitarse a en la distancia rivalizando entre si
en tamaño me parecía que depositaban en la orilla palabras
convertidas en blanca espuma que nosotros sabíamos traducir en
nuestra mente.

También me habló de lo que había sido su vida hasta entonces,
supongo que en parte porque comprendió que yo necesitaba saberlo y
en parte también para corresponderme ya que yo le había explicado la
mía con todo detalle. Supe así que había nacido en una ciudad pequeña
de Uruguay y que a los 20 años después de un traspié amoroso se
trasladó a Buenos Aires, en busca de un horizonte mas prometedor,
renunciando así a sus amigos de la banda de rock en la que era bajista,
y a su querida tierra, de la cual sentía aun una cierta nostalgia y a
menudo viajaba a Mar del Plata donde también vivían sus padres y
hermanos, y donde se reencontraba con el mary consigo mismo. Pero
los tiempos felices no fueron eternos, Los ciclos afectivos de
convivencia en pareja se alternaron con otros de alejamiento de
soledad por elección que continuaba hasta el presente.

Puede parecer extraño quizás pero en tres años de intensa
correspondencia electrónica nunca me había explicado estas cosas, y
yo tampoco me atreví a explicarle mi vida, solo conocíamos el mensaje
del libro pero no el argumento de la obra ni la portada. De hecho eso
era lo más importante, pero a veces también es interesante conocer las
circunstancias que nos rodean.
Me dijo también que siempre había intentado pasar inadvertido y lo
mucho que le haba sorprendido que yo lo eligiese a él para hacer ese
viaje….lo cual me sorprendió mucho a mi porque nunca hubiese podido
emprender semejante hazaña sin él…
Quizás aquella modestia natural en un hombre tan peculiar fue lo que
me atrajo desde el premier momento. No soporto a los filósofos que no
ejercen, y si algo tenia claro de su personalidad es que Sindú es que era
coherente con sus ideas.

Mientras estuve allí deje de fumar, lo había intentado muchas veces
con mas o menos éxito pero nunca pude conseguirlo, Sindú había
dejado ese habito hacia muchos años y el humo del cigarrillo le
molestaba, al principio lo hice por empatía pero después me di cuenta
de que ya no lo necesitaba. Fumar siempre fue mi escudo de
protección, pero ahora me sentía segura por la sencilla razón de que
era feliz. Otras veces escuchábamos música juntos, nos gustaba el
mismo tipo de canciones vibrantes y con espíritu y las escuchábamos a
todo volumen sumergiéndonos entre las notas.
También íbamos o comer fuera de vez en cuando, me dijo que eso solo
lo hacia si iba acompañado por que la soledad entre la gente, se hacía
insoportable. Yo estaba completamente de acuerdo, nunca me había
sentido mas sola que estando rodeaba por una multitud. Incluso me
habloó de sus padres y de lo mucho que le había marcado su entrono
que “acuñó” sus actitudes de valores espiritualistas y esotéricos hasta
descubrir en el “software humano” un campo de gran interés. Utilizaba
esos términos con frecuencia ya que su vocacion por la informática
empezó a muy temprana edad y me comentó que esa vocacion
precisamente le deparó un desarrollo de la creatividad pero también
un cierto asilamiento.
Le dije que nunca se pueden separa la una de la otra porque es
imposible crear nada si no estas solo y que en parte, la mayoría de mis
remordimientos se derivaban de la sensación de no haber sabido estar
mas conmigo misma y con mi creatividad. A pesar de ello yo sabía que
mi vida estaba sembrada de obras literarias que probablemente nunca
hubieran podido ser escritas sin esas experiencias que ahora me
hacían sentir culpable.
Cuando me comentó que habla participado en grupos de estudio
filósofo-oriental, y que en los últimos años se había dedicado a ser
orientador de un grupo de amigos en su casa, me recordó también a mi
misma cuando decidí iniciar reuniones literarias en la mía después de
la muerte de mi segundo marido Tony, en parte para
distraer mi mente del dolor pero fundamentalmente en la búsqueda
concreta de algo que siempre he intuido. Y cuando finalizó de
explicarme los acontecimientos mas importantes de su vida diciendo:
El ciclo de mi existencia ansía ya encontrar nuevos horizontes.- me
pregunté si nuestro viaje eras quizás una forma de salida. Pero como
eso era algo que ninguno de los dos podía saber me callé.

Me sentía comprendida y en muchos aspectos me identificaba con el.
Teníamos la misma edad cronológica pero, como Sindú solía decir: mi
tiempo y el de otros está referido a los ritmos internos
Supongo que haberme relacionado continuamente con gente mas joven
fue siempre una de las causas del rechazo más que la edad, a lo que
representa su número ante los demás. Aunque nunca busque amigos
jóvenes para sentirme mas joven,en mi caso simplemente ellos se
sentían a gusto conmigo y yo con ellos y salvo contadas excepciones,
mis amigos, amantes y maridos siempre fueron algo más jóvenes que
yo y en ocasiones mucho mas. Siempre me he sentido mas cómoda
entre gente que piensa en perspectivas de futuro que con otra que solo
se lamenta de los fracasos del pasado. Precisamente esa fue una de las
causas por las que decidí abandonar a aquella Gloria sin ilusiones
dentro de las paredes de mi casa en España, el temor a convertirme en
uno de aquellos seres que envejecen amargados y resentidos.

Aquel día escribí en mi diario-: Ya no voy a luchar contra el tiempo, voy
a danzar con él y a veces lo haremos con frenesí y otras lentamente, así
no habrá vencedores ni vencidos solo una danza armoniosa entre
ambos…. Era la primera vez que volvía a escribir en mi diario desde
que llegué, quizás para celebrar que había roto con otra de las cadenas
que me ataban a la infelicidad. Sentirme juzgada por mi apariencia.

A menudo contemplaba su moto que parecía estar aguardándonos
para devorar kilómetros y llevarnos ese lugar donde todo podía ser
posible. Era nuestro pasaporte a la libertad y ya empezaba a estar
impaciente por ir en su busca, pero primero tenia que aprender
conducirla. Había estado haciendo practicas de moto diariamente y
había ya alcanzado una cierta dijéramos maestría de novato, pero ya
me veía con ánimos de relevar a Sindú en muchos tramos del nuestro
periplo. Era una moto muy hermosa. Una Kawasaki que ya tenia
muchos años pero que parecía estar en plena forma.
Siempre me gustaron las motos, adoraba la sensación del aire sobre mi
rostro al conducir y el no tocar el suelo con los pies me producía el
mismo efecto que flotar en el aire, en cierto modo era algo parecido a
nadar, otro de mis deportes favoritos.

A mi padre tambien le gustaban las motos, y me compró el primer ciclo
motor a los 16 años. Diferenciándose de los padres convencionales que
les aterroriza el hecho de que sus vástagos puedan sufrir un accidente
montados sobre dos ruedas, supo comprender que a mi edad aquello
era un sueño de independencia y libertad. Solo me pedía que cuidase
de ella, pero yo era perezosa y era la criada quien solía limpiarla, una
pobre chica a la que le hubiese gustado montar en mi motocicleta en
lugar de tener que frotar su manillar y sus ruedas. Aquella injusticia se
me hacia invisible entonces, unos habían nacido para vivir en la
abundancia y otros no, así era y así me parecía que debía ser. Mi
conciencia por la injusticia del mundo llego mucho más tarde ya en
plena madurez….

Entonces me vi a mi misma sentada sobre el sillín de la vieja moto
mirándome fijamente, una preciosa chiquilla de ojos azules cuyo rostro
hacia tiempo había desaparecido del reflejo del espejo.-- No recuerdes
solo la malo de mi.- me dijo sonriendo -yo sabia vivir el presente
minuto a minuto y era feliz, pero tu después creciste y lo olvidaste.
Deberías aprender aun mucho de esa adolescente algo perezosa que
ahora juzgas con severidad.-
Me hubiera gustado seguir hablando con ella pero desapareció de
repente y comprendí que aquella Gloria feliz de14 años era
precisamente la que debía encontrar en ese viaje que debía emprender
y que esa Gloria debía estar aguardándome en algún lugar del
desconocido y misterioso Uritorco, pero que primero tenia que
abandonar a muchas otras Glorias que se interponían en mi camino.

-Primero hemos de seguir por la RP2 hacia la Avenida Dr. Ricardo
Balbín, después coger la RN1 en Beraztegui. Desde alli tomar la salida
hacia Quilmes y cambiar entonces la BS-AS desde la RP2.
Atravesaremos varios pueblos y pequeñas ciudades y tardaremos
unas 4 horas hasta llegar a Buenos Aires. Habremos recorrido 383
kilómetro. Podemos visitarla y pasar la noche allí Aunque podíamos
tardar meses en todas las cosas que merecen la pena ser vistas. Es una
ciudad muy hermosa.-
Estábamos los dos sentados frente a la mesa redonda de nuestras
confidencias y Sindu sostenía desdoblado un plano de carreteras con
ambas manos, hablaba en voz alta pero sin duda lo hacía más consigo
mismo que conmigo. Yo no conocía absolutamente nada de aquel país
tan lejano al mío, sin embargo sentía enormes deseos de visitar Buenos
Aires por las muchas cosas que mi padre me había explicado de esa
ciudad. Esa era la única razón

Mi padre gran aventurero algo frustrado por la circunstancias, se había
enamorado de la gran capital en su juventud, pero a parte de eso,
América del Sur era un continente que jamás había ejercido la menos
atracción sobre mi, y no precisamente por las horas de vuelo Yo había
ido par de veces a Australia, un viaje aun más largo para pasar las
vacaciones que si los españoles visitan, desde luego poquísimos
repiten.
Ni una sola vez aquella Gloria de los tristes recuerdos y las
frustraciones del pasado había venido a visitarme, ni una sola vez la
Gloria temerosa del futuro había abandonado el asiento de su avión
para hablarme, ni tampoco, la Gloria insegura por el temor a envejecer
y obsesionada por su apariencia me torturaba. Las tres parecían
haberme abandonado para siempre. Pero yo intuía que recibiría una
visita antes de partir y que no seria de ninguna de las tres, sino de otra.

Y esa Gloria no deseada vino a visitarme la noche antes de nuestra
partida se acostó conmigo en mi cama y me susurro al oído lo asustada
que estaba durante toda la noche. Era una cita anunciada, me había
acompañado durante todas las vísperas de todos lo viajes de mi vida y
yo la odiaba. Solo conseguía desembarazarme de ella cuando ya había
abandonado el punto de partida…
- Espero que se la ultima vez que me visites, le dije molesta,- se supone
que mañana yo debo estar despejada y lucida. Quiero que sepas que
esta vez no tengo porque tener miedo y no voy a tenerlo, he dejado
atrás mis recuerdos -. Sin embargo ella no se dio por vencida, se
resistía a abandonarme y la tuve a mi lado hasta el amanecer.
A la mañana siguiente montada en el asiento posterior de la moto de
Sindu con mi mochila al hombro pude verla en el umbral de la puerta.
Tenía los ojos llenos de lágrimas pero los míos estaban secos. La moto
arrancó y su silueta se empequeñeció a lo lejos.
Ya no volví a verla más. El sol acababa de aparecer en el horizonte y
las calles todavía estaban desiertas

Mientras atravesábamos la ciudad sobre la moto yo sentía la brisa del
mar sobre mis piernas y mis brazos y desee
no llevar el casco de motorista sobre la cabeza para poder disfrutar de
su frescor también en la cara. Sindú conducía pero yo le relevaría en la
próxima etapa, así lo habíamos acordado.
Paramos en una pequeña ciudad llamada Coronel Vidal a solo 6
kilómetros de Mar del Plata, de hecho habíamos decidido detenernos
en cualquier lugar que nos apeteciera y aquel pueblecito de pocos
habitantes nos pareció un bonito lugar para desayunar y tomar
fuerzas para el camino No teníamos ninguna prisa en llegar a destino, y
eso era una de las muchas maravillas del viaje, dejar que el tiempo se
deslizase por nuestras espaldas como la brisa del amanecer.

El trafico era escaso y en sus calles se percibía el entorno rural que
caracterizaba a los pueblos de la Pampa, incluso se podían ver
campesinos con los trajes típicos de la región que recordaban a los
gauchos que yo había visto en algunas películas y que acudían a los
comercios del casco urbano para adquirir provisiones o gasolina y se
mezclaban con la gente del lugar circulando en bicicleta y camionetas
cubiertas de barro. Todo parecía sacado de una postal turística y me
alegré de haber parado allí, y poder comprobar que todo era como
esperaba encontrar.
Dimos un largo paseo entre las casas del siglo pasado con grandes
fachadas de cemento liso, molduras rectas, y altos techos de chapa. De
vez en cuando una gran plaza se abría ante nosotros rodeadas de
árboles y palmeras centenarias. Cuando nos cansamos de aquel
recorrido histórico y siguiendo las indicaciones del inseparable mapa
que Sindú llevaba en el bolsillo, cogimos la moto y nos desplazamos de
la ciudad donde habíamos leído que se encontraba una tradicional
estancia de 11 habitaciones y un cobertizo restaurado como
restaurante que me pareció el marco ideal para decirle lo agradecida
que me sentía de estar a su lado al mismo tiempo que saboreábamos
un sabroso almuerzo típicamente argentino

-.Siempre pensé que cuando hay afinidad entre dos personas el tiempo
y la distancia dejan de existir, creo que este sentimiento es lo que me
ha llevado aquí y quiero agradecerte tu compañía. Creo que nuestra
amistad se ha desarrollado en un campo fuera de lo que la gente suele
llamar real, pero me parece que esa realidad de ellos no es la
nuestra. Sindú tardo unos instantes en hablar…
- Lo que separa o conecta a los seres opera desde la similitud, o más
bien sintonía de sus naturalezas, desde donde despliega su universo
imaginario. Una mujer pensante y creativa debía necesariamente ser
apoyada y alentada, porque como sabes, formas parte de esa rara
especie que admiro-
Le agradecí intensamente aquellas palabras porque necesitaba oírlas…
ser admirada por mis cualidades pensantes y creativas era como
recobrar de golpe todas las miradas de admiración perdidas durante el
transcurso de los años y entonces me di cuenta de que sus ojos tenían
un tono verdoso y brillante parecido al color de las aceitunas y
curiosamente por una conexión de pensamiento recordé que mi
bisabuelo, que era óptico, decía en sus panfletos publicitarios
anunciando anteojos que los ojos han de cuidarse porque son el espejo
del alma, y el reflejo del alma de Sindú me pareció transparente.,

Cuando abandonamos el local pensé que quizás nunca hubiese
intentado atravesar ese plano dimensional si Sindú no me hubiera
aguardado para cruzarlo juntos. Nuestras aventuras habían sacado
pasaporte en la imaginación y se habían atrevido a ir incluso mas allá
de ella. Y la moto nos había aguardado a los dos.
Aquella vez era yo la que debía llevarla y he de reconocer que a pesar
de mis practicas, tenia algo de miedo. No es lo mismo conducir en
lugares solitarios que lanzarse a una carretera transitada y devorar
kilómetros…Sindú me miro con un esbozo de sonrisa en los labios
mientras yo me ajustaba el casco bajo la barbilla. Antes de poner el
motor en marcha, presionó mi hombro con una de sus manos
obligándome a girarme - Es cierto que las aventuras nos obligan a
"ponernos en juego", y también revelan nuestros límites. En ésta quizás
vayas perfilando a una Gloria que no conocías!- Arranqué decidida a
encontrarla lo más pronto posible. Quizás esa Gloria desconocida se
parecería mucho a aquella adolescente de 15 años que me había
visitado el día anterior en la habitación y desde luego ella jamás
tendría miedo de conducir aquella moto

La primavera comenzaba a perfilarse en los prados que como inmensas
lagunas ocres y amarillas iban cubriéndose de verdor y en un cielo muy
azul limpio de nubes…estábamos en el mes de septiembre y en el
hemisferio Sur ocurría precisamente todo lo contrario que en el
hemisferio Norte, de donde yo procedía. Aquel contraste siempre me
había hecho pensar si en alguna parte del Universo les estaba
sucediendo lo mismo a los humanos y en este momento hubiese una
Gloria rejuveneciendo en lugar de estar envejeciendo…. quizás la vida
no tenia sin principio ni final, como una película que pudiese
proyectarse en cualquier punto o incluso al revés . Quizás escogíamos
la película que queríamos ver como cuando vamos al cine a divertirnos
y pagamos por reír, llorar o pasar miedo, Merecía la pena haber venido
hasta allí para intentar averiguar el porque había escogido mi película
y que me aguardaba cuando las luces de la sala se encendiesen.

Eran unos pensamientos muy densos para enfrenarse en ellos
mientras conducía una Kawasaki pero no los buscaba, acudían a mi
mente sin yo llamarlos aunque quizás era yo la que corriese hacia ellos
e iba atrapándolos por el camino. Me sentía bastante segura sobre
aquella moto que parecía adaptarse a mi cuerpo como un guante,
avanzando por aquella la autoría comarcal no demasiado transitada en
aquella época del año.
El acuerdo con Sindú era parar en cualquier lugar que nos apeteciese
hacerlo y aunque habíamos cruzado ya muchos pueblos y ciudades en
ninguno había sentido deseos de detenerme. Hasta que de repente algo
llamo mi atención….En la entrada de uno de los muchos pueblos que
atravesábamos en nuestro camino pude leer: KM 226 PARRAVICINI.
Decanté la moto hacia una de las cunetas de la carretera, me detuve y
paré el motor. -Me gustaría visitar ese pueblo..- dije mientras me
quitaba el casco y sacudía mi melena para que mi pelo respirase tras su
encierro.- el nombre me intriga, he leído algo sobre Benjamín Solari
Parraviccini un pintor que se hizo famoso por haber pronosticado el
atentado a las torres gemelas del 11 de septiembre 50 años antes de
que ocurriera, muchos de sus dibujos simples a lápiz parecen no tener
aún una explicación.“Muchos lo llaman `el Nostradamus argentino' -
-He oido hablar de él pero siento desilusionarte porque creo que esta
localidad tiene poco que ver con ese personaje, le dieron ese nombre
porque memora a Emilio Parravicini, donante de los terrenos donde se
edificó la estación ferroviaria. Pero podemos
·pasear por aquí de todos modos, supongo que estas un
poco cansada de conducir…

Dejamos la moto aparcada y comenzamos a caminar. El pueblo
consistía solo en unas pocas casas viejas a lo largo de la única calle
desierta, y el silencio era absoluto. Parecía un pueblo sin vida. Como si
Sindú hubiese escuchado mis pensamientos exclamo en voz alta: Un
pueblo muerto - me sorprendía las muchas veces que mi acompañante
parecía escuchar lo que yo pensaba antes de decirlo.
Seguimos caminando y el silencio se hizo aun mas denso…no había
mucho que ver, solo aquellas cuatro casas aparentemente
abandonadas custodiando la calle que se extendía ante nosotros.
Cuando llegamos al final nos detuvimos para observarla en
perspectiva, vistas desde otro ángulo parecía que las casas nos
hubieran seguido y se detenían con nosotros. Por un momento pensé
que desaparecerían también cuando nos fuésemos. Sindú se sentó en
una de las piedras que se amontonaban ambos lados de la calle y yo le
imité.

-Dicen que Paravichini era un hombre de apariencia y vida sencilla,
que había tenido contacto con extraterrestres y muchas noches lo
visitaban en forma de sueños o voces. Cuando canalizaba entraba en
estado de trance y se despertaba con un mensaje claro para transmitir
que acompañaba con una frase y dibujo. --Golpe rotundo a la mente
racional que no se permite viajar en los tiempos o conectar con seres
de otros mundos- dijo Sindu después de escucharme – Exactamente la
persona que me gustarla encontrar para charlar un rato. Quizás
deberíamos llamar a la puerta de alguna de esas casas y él mismo la
abrirá y nos invitará a entrar, quizás nos cuente que vamos a encontrar
en este viaje, seria muy interesante saberlo…-¿Lo probamos?—Sin
espera mi respuesta se levantó y se dirigió decidido a una de ellas, pero
cuando llego al umbral de la puerta y antes de llamar se giró para
mirarme. De repente todo pareció oscurecerse como si el sol perdiese
intensidad, y tuve la sensación de que de que este mismo día ya había
sido vivido por otros seres que me precedieron en el tiempo y que esos
seres nos observaban desde las ventanas. -No, no llames – grité
levantándome mientras corría a su lado -- ¿Pero por que no?- Sindú
parecía sorprendido al verme tan asustada. – - Creo que no debes
hacerlo pero no me preguntes por que. Es una intuición - mi amigo
bajó la mano que había estado a punto de golpear la puerta, y movió la
cabeza en señal de asentimiento…– Las intuiciones siempre hay que
escucharlas, no sabemos de donde vienen pero si que están ahí para
ayudarnos a elegir. Dejaremos a Parravichini que descanse en paz se
encuentre donde se encuentre-.
Y mientras recorríamos la calle en sentido contrario, sentí que ésta no
tenia dimensiones, ni anchura, ni profundidad, ni longitud y tuve
entonces la sensación de que avanzaba en la oscuridad sin saber a
donde me dirigía como si caminar fuera la razón de mi vida, como si mi
destino fuese marcado por mis propios pasos que no me dirigían a
ninguna parte. Y el final de la calle parecía estar cada vez más lejos,
pero yo seguía avanzando, sin poder detenerme. Entonces me pregunte
si el tiempo existía o yo creaba el tiempo para mí pero no obtuve
respuesta y solo desee huir de allí lo antes posible, algo me decía que
aquel no era mi lugar ni mí momento, que aun no estaba preparada
para lo que iba a encontrar.- Conduce tu ahora- le dije cediéndole el
asiento de piloto - Me siento cansada….Mientras nos alejábamos de
aquel lugar, me volví para verlo por última vez y un estremecimiento
me recorrió de los pies a la cabeza. Las casas habían desaparecido. Me
apreté con fuerza sobre la espalda de mi amigo y no le dije nada.
Estaba tan aterrorizada que ni siquiera podía hablar.
Continuamos el viaje. Atravesamos una extensa llanura bañada por el
río Mendoza Viñas, olivos, frutas y hortalizas, canales y acequias
parecían tejer todo el territorio. La cercanía a la costa atlántica y la
presencia de gran cantidad de lagunas y bañados contribuía a elevar
los niveles de humedad en el ambiente. Cada árbol plantado denotaba
la labor de sus habitantes que transformaron al desierto hostil en
campos fértiles, pero yo no los veía, ajena a la belleza que me rodeaba,
yo solo deseaba explicarle a Sindú lo que me había sucedido, Sin
embargo los kilómetros se iban cediendo unos tras otros y espere
pacientemente a una nueva pausa en el camino para contárselo..
Llegamos a la pequeña ciudad de Dolores en la provincia de Buenos
Aires, y Sindú de detuvo al fin…suspire aliviada.Decidimos entrar en
uno de los muchos cafés que se ofrecían a nuestros ojos, Yo no tenía
sed pero tenia la garganta seca porque el fuego del silencio que me
quemaba por dentro. Nos sentamos en una de las mesas y pedimos
pedido un te de manzana. La mañana todavía era joven. Sindú saco su
viejo mapa del bolsillo de su chaqueta y como de costumbre lo
extendió frente a los dos. -Estamos en la intersección de la Autovía
2 con la RP 63, a 212 kilómetros de Buenos Aires. - Yo asentí fingiendo
interés -¿Te ocurre algo?- los ojos de Sindú se volvieron inquisitivos,
había sentido la presencia de mi inquietud como un acompañante mas
sentado alrededor de la mesa..-No estaban.- Murmuré en voz baja
como si temiese que alguien me escuchara, Sindú abrió los ojos en
señal de sorpresa, evidentemente no sabía de lo que yo estaba
hablando. Entonces todas la palabras retenidas dentro de mi cayeron
de mi boca y se desparramaron sobre los tazas y la tetera… - No
estaban…. las casas de Paravichini ¿comprendes? Cuando nos
marchamos de allí yo gire la cabeza para verlas por ultima vez y habían
desaparecido, todas, no había nada, absolutamente nada, solo aquel
letrero indicador y las montañas. Al principio pensé que había tenido
una alucinación, que mis ojos me habían engañado y estuve a punto de
decirte que regresáramos para comprobar por mi misma que todo
había sido una fantasía, pero durante el viaje he estado pensando que
si fue real.. Esas casas desaparecieron de aquel lugar hacia mucho
tiempo, estoy segura, un día estuvieron allí pero ahora ya no estaban.
Nosotros la vimos pero ya no estaban… eran fantasmas del pasado-
Sindú me escuchaba atentamente, ni una sola línea de expresión se
dibujaba en su rostro, no sabia si me creía o no, si lo que le contaba le
parecía absurdo pero su rostro no reflejaba nada…al principio me
molestó aquella reacción pero luego me di cuenta de que mi amigo no
quería interrumpirme para no condicionar mis palabras con las suyas.
Solo cuando callé se decidió a hablar. - Quizás el tiempo esta
empezando a ceder, quizás estamos dejando el tiempo atrás. Quizás no
lo dejamos en ningún sitio porque el tiempo no existe, y nosotros
fabricamos el tiempo a medida que avanzamos, Si nos estamos
adentrando en una dimensión desconocida nos será muy difícil
entender lo que esta ocurriendo, quizás mejor aceptarlo sin
cuestionarse nada. Te dije que era un pueblo muerto. A los muertos
solo se les siente, pero quizás estamos aprendiendo a verlos.- Y
entonces me fijé en una mujer sentada en una de las mesas de la sala,
estaba sola y escribía en una pequeña libreta de tapas rojas que
inmediatamente reconocí como mi diario, La mirada de la Gloria
alternativa tropezó con la mía pero no pareció reconocerse en mi, el
fondo de sus ojos parecía vacío y comprendí que ella vivía al otro lado
del espejo y no podía verme. Era la misma Gloria que había dejado en
el avión y estaba haciendo el mismo recorrido que yo sin nadie que la
acompañase porque nadie había venido a esperarla. Me hubiera
gustado sentarme a su lado y conversar durante un rato para
preguntarle que experiencias había vivido en su vida paralela a la mía,
de repente se levantó, pagó su cuenta y salió a la calle. Me levanté a mi
vez y salí corriendo tras ella, vi como cruzaba la calzada y subía a uno
de los autobuses que se dirigían a Buenos Aires, su cara triste y
asustada me miró sin verme a través del cristal de la ventanilla
entonces el autobús arrancó y se alejó por la avenida hasta
desaparecer tras una esquina de la calle.

Cuando regrese al interior del café Sindú me miro con ojos


interrogantes, pero no me preguntó nada. - Estoy viviendo a ratos
fuera del tiempo y del espacio y comienzo a percibir las cosas de un
modo diferente,.por eso he decidido no volver a tener miedo de lo que
me esta ocurriendo y así nada de lo que suceda podrá dañarme. -le dije.
Salimos del bar y comenzamos a caminar por las calles de Dolores
intentando volver a la realidad, aunque yo ya no estaba muy seguros
de lo que era real y lo que no lo era. Dolores era una ciudad pequeña
que estaba asentada sobre una zona de clima templado oceánico en
medio de en la Pampa. Sindú me explicó que era conocida como
el Primer Pueblo Patrio por haber sido fundada en 1817, por el
naciente Estado argentino después de la declaración de
independencia. Yo me sentía extranjera por primera vez desde que
llegué a la Argentina, pero esa sensación tenia poco que ver con el país
y su Historia. Me sentía una extranjera de la Humanidad. Teníamos
mucho por comentar…las cosa que iban sucediendo iban
acumulándose dentro de nuestro cerebro y debían salir a la superficie
porque si se quedaban dentro este podía estallar como un castillo de
fuegos artificiales, y ambos lo sabíamos…
Nos detuvimos frente al rio y nos sentamos en uno de los bancos que
bordeaban el paseo. Sindú tiro una piedra al agua y a su contacto se
formo un círculo concéntrico que fue expandiéndose hasta
desaparecer en la superficie. Después yo arrojé otra y él otra mas…
Miré fijamente los pequeños círculos que se agrandaban en el agua
hasta desaparecer Observé atentamente como nacían unos mientras
morían otros. Todos parecían independientes e iguales, no todos lo
eran, a pesar de que seguían el mismo destino, y se me ocurrió
comparar mi vida con los pequeños círculos de agua, me pareció que
yo era uno de ellos...nacía, crecía y no dejaba de crecer hasta perder mi
forma e integrarme al elemento del cual nací y del cual estaba
constituida desde siempre y para siempre...pensé también que si podía
olvidar la forma, que cambiaba sin cesar, podría descubrir mi esencia.
Aquello me hizo exclamar en voz alta. ..-Yo creo que nada nace ni nada
muere, en realidad el círculo de la vida es algo que existe antes del
nacimiento o sea antes de la aparición del círculo y continua
existiendo después de la muerte o sea después de la desaparición del
circulo de nuestro campo de visión.- Sindú me miro con mucha
seriedad contestando a mi pregunta
-Si amiga, indudablemente se trata de eso, somos como los círculos en
el agua.- y apoyando su mano fraternalmente sobre mi hombro
seguimos caminando juntos por la orilla del río que parecía
encenderse y apagarse iluminado por el sol que a veces se ocultaba
tras una nube que salpicaba un cielo muy azul. Cuando nos habíamos
ya alejado unos cuantos pasos, miré hacia atrás, una niña pequeña de
unos 8 años de edad estaba sentada en el mismo banco que antes
habíamos ocupado los dos, llevaba el pelo peinado en dos largas
trenzas de color castaño claro y parecía abstraída en sus
pensamientos mientras escribía febrilmente en una libreta de colegio,
ella levantó entonces la vista y me miró tambien, pude leer sus
pensamientos con claridad - Todo lo que estas descubriendo ahora yo
lo sé. No comprendo como has podido olvidarlo. ¿Hacerse mayor es
eso? Si es así yo no quiero crecer. Quiero conservarme niña siempre,
como ahora y escribir mis sueños en mi cuaderno- sentí deseos de
correr a su lado, de sentarme junto a ella y fundirme en su pequeño
cuerpo…me sentía avergonzada de mí misma…¿que es lo que me había
hecho cambiar hasta el punto de recorre tan largo viaje para
reencontrarme con la niña que había sido antes?…

De repente la pequeña se puso a llorar y sentí un dolor agudo en mi


pecho, sus lagrimas me hacían llorar por dentro a mi también,, hubiese
querido consolarla pero no sabia como hacerlo Me hubiera gustado
decirle que no se asustase por el futuro y se apoyase en mi pero yo
estaba tan asustada como ella…y la pequeña seguía llorando y yo
también. Entonces gire la cabeza
porque no podía resistir su llanto y comprendí que ya no había vuelta
atrás que debía seguir mi camino si quería volver a ser lo que fui una
vez…y la deje allá sentada en su banco llorando y escribiendo
desesperadamente como única manera de poder sobrevivir ante un
mundo hostil al que se dirigía irremisiblemente sin quererlo.

Continuamos el viaje y esta vez volví a conducir yo, pero mientras los
kilómetros se iban sucediendo unos tras otros y sin dejar de estar
atenta a la conducción que ya se había hecho automática, mis
pensamientos seguían una vía distinta, a pesar de las muchos
recuerdos que me iba encontrando en todos los rincones de aquel
extraño viaje, me sentía como si apenas hubiera vivido. Desde niña me
planeé una vida intensa y diferente, todo se había cumplido pero algo
faltaba, debía encontrar la pincelada que completase el cuadro porque
no podía irme y dejar el cuadro de mi vida inacabado. Pernoctamos en
Quilmes, una ciudad argentina ubicada sobre la costa del Río de la
Plata, a 2 km al sudeste de Buenos Aires, y una de las más antiguas de
la provincia, Encontramos un hotel económico situado en una calle
peatonal en un barrio de los años 40 y muy cerca de la calle comercial
más importante de la zona. Después de dejar nuestras mochilas en la
habitación del hotel nos fuimos a dar un paseo por las calles de la
ciudad. Las mas de 40 cafeterías y bares, y heladerías, muchas de las
cuales habían comenzado su historia en Italia con distintos nombres,
nos saludaban al paso invitándonos a probar uno de aquellos
maravillosos helados artesanales tipo italiano. Pero preferimos
reservarnos ese placer para después de la cena y nos sentamos en uno
de los bares llamado Via Veneto, uno de los mas tradicionales del lugar
según ese sabelotodo que es Google. Nos gustó su aspecto y el
ambiente que lo rodeaba, propicio para hablar, y hacia mucho que
debíamos hacerlo.

Desde que salimos de Mar del Plata mucho de lo que habíamos vivido
no era fácilmente explicable y ninguno de los dos pretendía
encontrarle explicación tampoco, pero si necesitábamos comentarlos
para aligerar un poco la carga que se iba acumulando y que necesitaba
ser compartida. Pedimos una cerveza Quilmes, que dio a conocer el
origen de la ciudad al resto del mundo de la ciudad, gracias a sus
exportaciones a Estados Unidos y Europa. Era un rito casi obligado
. - Creo que estas repasando el pasado escena a escena trayéndolas
nuevamente "a la presencia" - dijo Sindu mientras observaba como la
espuma de la cerveza disminuía del vaso hasta desaparecer. Haciendo
un paralelismo, como si desde el inconciente del PC trajeras imágenes
y las fueras seleccionando - Le gustaba hablar utilizando esos términos,
había sido informático y seguía siéndolo desde lo mas intimo de su ser
- Cuando todo "el paquete" se haya completado entonces se debe hacer
algo con él. Desde el hoy, por ejemplo desactivar las deudas
pendientes, culpas remordimientos, nostalgias. En ese acto de sublime
presencia en la conciencia se oprime "enter". Todo lo que ha sido
cambia en cuanto a su reclamo, y le concedes a ello y a ti la libertad,
alivio y alegría que ella trae.-Pues mi dedo todavía no esta listo para
pulsar esa tecla- le dije y los dos reímos.
-
Sindu hablaba pausadamente, era un hombre aparentemente
tranquilo, aunque por dentro le abrasaban mil inquietudes que el brillo
de sus ojos delataban, pero sabia dominar esa impaciencia y esa era
una de las características de su personalidad que mas me
gustaban…éramos básicamente iguales en muchas cosas pero
diametralmente distintos en la forma de expresarlas, Me había
propuesto aquel viaje pero me intrigaba saber si él estaba buscando lo
mismo que yo o solo me acompañaba para ayudarme a encontrarlo a
mi, hay muchas maneras de llegar a uno mismo, debía pregúntaselo
aquella misma noche y aunque la pregunta quemaba en mi labios no
me atreví a formularla.. lo haría mientras cenásemos, estaba
aprendiendo a ser paciente.

Las pastas italianas estaban presentes en los menús de la gran mayoría
de los restaurantes pero la oferta gastronómica quilmeña era muy
variada y elegimos un restaurante japonés para ir a cenar. Con un
maravilloso plato se sushi delante mio y la copa de vino blanco aun
llena, me atreví a empezar a explicarle mis dudas y mis
preocupaciones…
-Estoy haciendo balance de mi vida y los recuerdos siguen llegándome
de todas partes y no precisamente para recrearme en ellos o añorar el
pasado, sino para juzgarme. – hice una breve pausa para llevarme la
copa a los labios- Tu me dijiste haberte enriquecido viviendo amores
intensos y que cada experiencia te resulto rica, yo al contrario no
siento que mis aventuras y desventuras me hayan enriquecido, me
juzgo continuamente por ellas y no me perdono, porque he volado
mucho si, pero no todo lo alto que debía haberlo hecho, a pesar de
tantas experiencias
Esperé su reacción, pero como se costumbre ningún gesto delató lo que
pensaba. Aprendí poco y por tanto me siento como si no hubiera vivido
demasiado, y es curioso porque no debería ser así, yo misma me planeé
una vida intensa y diferente ya desde niña, lo tengo escrito en mis
diarios infantiles. Me imaginé que seria compositora, pintora y
escritora, imaginé también que viajaría mucho que tendría una vida
llena de aventuras e incluso que me casaría con un extranjero y hasta
me casé con dos…Y si todo se ha cumplido como yo deseaba no se de
que me quejo ahora…no se porque no me siento satisfecha de mi vida,
no se porque estoy buscando algo que ni siquiera yo se lo que
es…Entonces me atreví a preguntarle lo que me intrigaba desde el
primer día que acepte su invitación a aquel viaje
.-¿Tu te conoces ti mismo y te aceptas? O has venido hasta aquí
conmigo para averiguarlo igual que yo?- Era el momento apropiado
para hablar de alma a alma y Sindu lo comprendió también
- Reconozco que mi historia no tiene ribetes grandilocuentes, pero mi
modo de vivirlos y encauzarlos tal vez haya sido algo diferente a lo
habitual. Me di cuenta desde el comienzo que las cosas naturales y
fáciles para mucha gente fueron un imposible para mi: encontrar la
pareja complementaria y formar una familia, y que mi oficio me
hubiera concedido mayores posibilidades concretas, que la pasión por
el diseñar en electrónica, etc. En tanto comprender el enigma de la vida
fue una meta, una necesidad, y algo que parece no preocupar mucho a
los demás. Eso parece haber definido una búsqueda irrenunciable que
solapó otros objetivos. Y es tal vez por lo que me atrevo a intentar
comprenderte. El error si lo hubo, es que el vivir no es para aprender,
sino el aprender es para vivir. Ese detalle parece juego de palabras,
pero hace la verdadera diferencia! No me quejo de ello, cada
experiencia me resultó rica, aun las peores. He participado en grupos
de diversa índole, pero de algún modo me sentía extranjero de mi
mismo. Sin embargo esa exploración para integrarme fue dando frutos,
y si bien como dices el tiempo que la vida otorga parece insuficiente,
encontré la paz al comprender el abc que me faltaba! -
- Algunas cosas que me cuentas me hacen pensar que nuestras vidas
tienen un cierto paralelismo- le dije - pero creo que tu te mantuviste en
la línea que te habías propuesto y yo en cambio estuve saltando de un
lado a otro sin decidirme por ninguna. Como tu, desde muy joven
comprendí que el camino normal para los demás no era mi camino
pero el miedo a dañar a mi padre o quizás también algo de cobardía me
impidió saltar del todo al mundo de la bohemia y ahora creo que yo
solo debía haberme casado con el arte y vivir en la libertad mas
completa, sin ningún tipo de ataduras. Desperdicié un montón de
energía en causas y amantes imposibles, quizá porque así vivía las
novelas que después escribía y es que siempre creí que una vida
tranquila era como morirse antes de tiempo.-
-- Conocerse a si mismo es la única forma de ser libre. Pero el existir
mismo es enigmático y nunca se agota frente a las mentes curiosas, por
ello... siempre hay un camino para recorrer. Y mi caminos es paralelo al
tuyo Gloria… Eres tu quien me oficia de espejo.-

Empezaba a comprender que mi búsqueda no era la suya, porque toda
búsqueda es personal e intransferible, pero ahora sabia que
acompañándome no solo me ayudaba a mi a encontrar mi verdadero
Yo, sino que reafirmaba su propio encuentro consigo mismo…

Volvimos al hotel. Cuando entramos en la habitación me sentía muy
cansada, habíamos hablado muchísimo, y era ya muy tarde, me senté
en la cama, me quité los zapatos y el ultimo aliento de energía se quedo
dentro de ellos, sin ánimos siquiera de sacarme la ropa me tumbé y
cerré los ojos.
- Vas a quedarte dormida con la ropa puesta- bromeo Sindú, y así fue….

Aquella noche soñé que mi cuerpo cambiaba a lo largo de los años,
pero sin embargo algo permanecía igual aunque todas mis células
fueran diferentes y ese algo era lo que realmente era Yo, un ser
incomprensible compuesto de mi pasado presente y futuro, advertía
que al vivir en tres dimensiones no podía tener una visión total de las
cosas pero el sueño me daba una visión expandida no lineal, esta nueva
visión estaba llena de esperanza, e iluminaba una vida que no
comprendía y que aparentemente parecía no tener ningún objetivo a
no ser que yo supiera darle uno. De repente una voz me despertó –
-¿Por que estas durmiendo sola?-
Miré a mi alrededor. La habitación estaba casi a oscuras y mis ojos
tardaron unos minutos a acostumbrarse a la ausencia de luz entonces
pude vislumbrar a una mujer sentada a los pies de mi cama. A medida
que mis ojos se adaptaban a la penumbra pude reconocerme. Era yo a
los 20 años Comprendí que a aquella otra
Gloria exuberante de juventud le pareciese casi una ofensa personal
que un hombre pudiese dormir a su lado sin ser seducido por ella, la
Gloria que fui entonces no podía comprender a la Gloria que yo era
ahora porque necesitaba reafirmarse como mujer hermosa a
consecuencia de haber sido un patito feo de niña y se habla convertido
en una rara especie de don Juan en versión femenina
-.He tardado muchos años en romper la cadena del sexo, esa cadena
que llevaba atada al cuello desde la adolescencia. - le dije sin esperar
que me comprendiera como yo la había comprendido a ella.-- Ahora ya
no necesito esa clase de reafirmación para sentirme segura de mi
misma.-
¿No será que tu ya no puedes conquistar como antes y por eso te has
creado tu misma esa excusa para no sentirte vieja y fracasada?.
-No puedes herirme con esas palabras…contesté- Tu problema es que
no encuentras el camino que realmente necesitas porque siempre
escoges la dirección equivocada. Si en lugar de intentar recuperar tu
equilibrio en los demás lo buscases en ti, todo sería muy diferente,
pero tienes miedo de enfrentarse a ti misma. Eso te vuelve a cada vez
más dependiente de tus propios deseos y debilidades y esta vida te
esta destruyendo poco a poco .-
-Puedes decirme lo que quieras pero yo me siento orgullosa cada vez
que añado un nuevo trofeo a mi larga lista, me lanzo a conquistarle sin
ningún rubor, no me es nada difícil conseguirlo, me he convertido en
una experta en el arte de la caza del hombre y la naturaleza me lo pone
fácil al haberme dotado de un buen físico.
- Pero la satisfacción dura solo hasta el momento en que dejas de
sentirme cazadora para convertirte en presa y eso sucede cada vez que
crees enamorarte. Porque eso es lo que en el fondo tú siempre estas
deseando, enamorarte y para siempre y así matas un tiempo precioso
simplemente por no sentirme sola ni un instante. -La miré, parecía algo
confusa y molesta, había dado en la diana, no en vano la conocía bien
-Eso que llamas mal camino yo lo llamo ansias de vivir y de ser amada.
Siempre he creído que lo que debe extraerse de esta existencia no es la
duración sino el contenido. Así pues deseo vivirlo todo bueno o malo
pero intensamente sin dejarme nada, por eso no entiendo que haces
aquí durmiendo sola cuando hay un hombre que te atrae durmiendo en
la cama de al lado. No te reconozco-
Yo me preguntaba como la aventura de lo prohibido, me había
fascinado hasta el punto de hacer cosas sin a veces siquiera desearlas,
mirando retrospectivamente me parecía increíble que yo hubiese
podido creerme libre cuando estaba atada al sexo que dentro de su
innegable importancia no era ni mucho menos lo más importante para
realizarme a mi misma.- Dudo que besarte con un extraño que te gusta
físicamente y al cabo de pocas horas de conocerle irte a la cama con él
te proporcione satisfacción de ninguna clase, creo que son
simplemente reacciones de rebeldía contra tu educación y tus
circunstancias. Haces sistemáticamente lo que siempre te han dicho
que estaba prohibido hacer. Pero lo malo es que la misma educación
contra la que te revelas te confunde muy a pesar tuyo, haciéndote
sentir culpable de tus acciones y los remordimientos no te compensan.
Es como un círculo vicioso del que no puedes salir.-
- No quiero oírte mas…me aburres…si he de convertirme en lo que tu
eres ahora prefiero no saberlo, porque no puedes engañarme, tu
tampoco eres feliz .- Reconocí que tenia razón y también había dado en
la diana, Instintivamente mis ojos buscaron a Sindú, que dormía ajeno
a nuestra conversación y me pregunté si deseaba dormir a su
lado…pero me di cuenta de que nuestra cohesión de sentimientos era
tan fuerte que no dejaba ningún hueco para el sexo.
La visión había desaparecido pero ya no pude dormir durante todo el
resto de la noche, ya no sabía cual de todas aquellas Glorias que se
cruzaban en mi camino era Yo porque me parecía que yo era todas
ellas a la vez, y mi perspectiva en el tiempo era ilusoria, Dependiendo
de mi punto de enfoque, la película de mi vida se había desarrollado
aparentemente como un fotograma tras otro pero yo ahora estaba
saltando de un modo aleatorio entre ellos y lo que hasta entonces
consideraba pasado y lo que suponía iba a ser futuro estaba
sucediendo a la vez. El misterio del infinito era el mas grande de los
misterios y yo estaba intentando nada menos que descubrirlo, por esa
razón me dirigía a lo mas alto de un monte del que se contaba sucedían
cosas extraordinarias y extrañas. La conversación mantenida con la
Gloria del pasado me había hecho comprender que aunque quisiera
erradicarla para siempre de mí nunca podría hacerlo porque ella
estaba en mi interior, y que mi objetivo no eral líbrarme de ellas sino
reconocerlas aceptarlas y amarlas
En aquel momento estalló una tormenta en el exterior y los truenos y
los relámpagos que se sucedían intermitentemente parecieron
hablarme. Aun estaba lejos de encontrar la luz pero aquella noche de
rayos y truenos una pequeña llama había comenzado a iluminar el
oscuro túnel por donde yo me movía a ciegas. Por eso yo sabía que
debía encontrarme aun con muchos otros Yoes de mi vida, algunos de
ellos ni siquiera aceptados por mi y en consecuencia ignorados y
olvidados en lo mas hondo de mi subconsciente porque me daba
vergüenza reconocerlos. Volvía a mirar a Sindú que seguía durmiendo
ajeno a la tormenta que había establecido en el exterior y el interior de
mi misma y volví a estarle agradecida por haber sido el detonante de
todos aquellos fuegos artificiales. El instinto sexual seguía estando
dentro de mí, yo tenía un cuerpo al que no podía renunciar ni quería
hacerlo tampoco, pero el sexo poco tenía que ver con aquel intensa
emoción. Y sigilosamente intentando no hacer ruido para no
despertarle me metí en su cama y me acurruqué a su lado para sentir el
calor de su cuerpo y así, como una niña asustada que busca compañía
me quedé profundamente dormida..
La llegada a Buenos Aires fue como un reencuentro con un ser querido.
Siempre había vinculado esta ciudad a mi padre,
En su juventud había recorrido América del Sur en busca de nuevos
horizontes. Un padre joven, aventurero arriesgado, libertario muy
distinto al que yo conocí en su madurez pero que siempre intuí por los
comentarios que había oído en casa, palabras que se escapaban a veces
en conversaciones sin querer y que yo atrapaba al vuelo en mis ansias
de conocerle mejor y que desmenuzaba y analizaba después a solas,
porque mi padre nunca quiso contarme toda su verdad, solo parte de
ella. Vivíamos en una época en que lo padres debían de ser perfectos y
esa era la imagen que deban ofrecer a sus hijos, ocultando otras facetas
del pasado como podían. Esas cosas que no se podían contar. Yo fui
descubriendo esas verdades escondidas y poco a poco me di cuenta de
que mi padre era un ser humano como los demás, con la rara diferencia
de haber aprendido de sus experiencias. Paciencia de sus impulsos,
templanza de su ira, y equilibrio de sus arrebatos. Solía a repetirme
que el carácter de cada uno no cambia pero puede modificarse y me
vaticinó que yo también lo haría pero que probablemente tendría
mucho en conseguirlo. Me conocía bien.

Empecé a seguir los pasos de mi padre muerto hacia ya mas de 40 años
por todas las calles y plazas de la ciudad de Buenos Aires, una ciudad
cosmopolita de compleja infraestructura que la convertía en una de las
metrópolis de mayor importancia en América
Allí él seguía estando vivo, en la plenitud de su entusiasmo de sus
fuerzas y de sus esperanzas. Aunque todo era insólito en aquel extraño
viaje, aquello era para mi aun más fascinante, lo sentía a mi lado, en
todas partes y a todas horas. De pronto aquel viaje a dos se había
convertido en un viaje a tres. La moto quedo aparcada durante varios
días y también las Glorías alternativas me habían abandonado. No
había lugar en el para ellas con sus remordimientos, sus miedos y sus
inseguridades, solo había lugar para mi padre.

Sindú me dijo que Buenos Aires tenia mas de 2000 calles entre
avenidas, calles y pasajes. El área central de la urbe se edificó
indiscriminadamente y se utilizaba mayormente para oficinas por lo
que siempre estaba muy congestionada por el tráfico pero durante los
días no laborales el elemento humano disminuía y pasear por sus
calles casi vacías aunque producía algo de inseguridad era mucho mas
agradable para admirar su perfil urbano Paseamos por aquellas calles
que los pies de mi padre habían pisado hacia ya tantos años,los barrios
de los ricos situados al noreste plagados de tiendas exclusivas y áreas
residenciales elegantes cuya renta per capita era de las más altas de la
región, y también por la zona sur que ostentaba los menores
indicadores socio-económicos de la ciudad. Me fascinó el centro
histórico de manzanas perfectamente cuadradas, extendidas de norte a
sur y de este a oeste que se extendía hacia el resto de la urbe. Buenos
Aires tenia una identidad cultural propia,que saltaba a la vista en la
gran cantidad de museos, teatros y bibliotecas que podían encontrarse
al paso. Me fascinó contemplar el Teatro Colón del que se decía que era
uno de los cinco mejores recintos para la ópera por su acústica y
pasear por La Avenida Corrientes, cuajada de tradicionales cafés y
bares donde se escuchaban viejos tangos. sus fuentes luminosas, los
monumentos a los prohombres de la patria y los parques de diseño
europeo con especies vegetales exóticas me deslumbraron.

Pero cuando me adentré en el colorido barrio italiano de La Boca fue
cuando pude hasta respirar el rastro de mi padre en todas las esquinas.
Su energía seguía estando allí y yo era capaz de reproducirla con mis
sentidos, como la aguja de un gramófono antiguo reproduce en sonidos
las ondulaciones de un disco …
- Cuéntame algo sobre tu padre-
- Que me pidas que te cuente algo de mi padre me emociona porque yo
siempre estoy deseando hablar de él. Sin embargo tengo tanto que
decir que no encuentro las palabras, será porque no existen, Y si…si
llevo la huella de mi padre muy marcada en mi y cuanto mas edad
tengo mas y mas la siento, es una mezcla de amor de ternura, de
arrepentimiento, de admiración de nostalgia de tristeza y a veces
también de reproche, pero no quisiera parecer la típica hija que admira
y adora a su padre, complejo de Electra ceo que le llaman, porque no es
así, es que mi padre era admirable no solo por mi, sino por todo el
mundo que lo conocía, lo cual no quita que al volver mi vista atrás sea
objetiva y pueda darme cuenta de que también cometió
equivocaciones. Pero a él le sucedió una cosa que no le pasa a todo el
mundo al menos no me esta pasando a mi, el tiempo le dio equilibrio y
paz interior, era algo que emanaba de toda su persona, de su mirada,
de sus palabras, y sus gestos y cuando desapareció, yo era aun muy
joven solo tenia 30 años, cayó el pilar que sostenía a toda la familia y
mi hermana, mi madre y yo nos encontramos desamparadas y
perdidas… él era nuestro nexo de unión... creo que hay personas que
no deberían morir nunca. -
Necesitaba concentrarme en mis pensamientos y le pedí a Sindú que
me dejara unos momentos sola, entonces me senté en uno de los
bancos públicos de la calle y esperé en silencio. Algo extraño parecía
flotar en el aire, miré hacia una de las casas, no sabia que es lo que
esperaba pero secretamente y sin siquiera yo misma reconocerlo
aguardaba a mi padre.

No sé cuanto tiempo pasé observando la casa, podían haber sido
minutos, horas, días, años... Yo estaba muy quieta, rígida, apoyada en el
muro del otro lado de la calle, cuando lo vi, por un momento pensé que
iba llamarme, pero no lo hizo, solo me miró a lo lejos y ya no me cupo
ninguna duda de que era mi padre ¿que podía decirle?.Yo si sabía quien
era, pero él no podía saber quien era yo, , pero había tantas cosas que
quería preguntarle... tantas cosas que no me había dicho y que yo
deseaba saber... no podía perder aquella oportunidad. Armándome de
valor, me acerqué a él y le toqué en el hombro...Al sentir el contacto de
mi mano me miró sorprendido. Me sumergí de repente en aquellos dos
pozos grises que eran sus ojos, pero sus aguas no eran los remansos
tranquilos a los que yo estaba acostumbrada, en ellos libraban dos
remolinos inquietos que yo desconocía .Su juventud me desconcertaba.
No me reconocía y sin embargo algo en mi debió intrigarle, puesto que
parecía aturdido. Supuse que hablarle directamente seria asustarlo aun
más, pero al fin me decidí..
- Creo que te conozco. -mi voz temblaba.
.-Tu cara me resulta familiar, como si te hubiera visto antes.- me
contestó mirándome con mucha atención.
.- Quizá a nos hemos visto en algún sitio hace tiempo o quizás.-
murmuré armándome de valor- nos hemos de ver todavía en un
futuro.-
Habíamos abandonado los dos el concepto del presente y entramos en
ese sentido especial del tiempo, el verdadero, el que no puede medirse..
-¿Quien eres? - preguntó
.-¿No lo adivinas?.Creo que algo nos ha reunido a los dos en esta
circunstancia tan especial por algún motivo concreto
-¿Que has venido a decirme?.-
.- Quisiera preguntarte si desearás conocerme algún día, porque aún no
me conoces.-
- No te comprendo.-
La pregunta había sido incompleta, hubiera tenido que añadir... ¿Te
gustaría tener una hija que fuera como yo?- pero no me atreví a
hacerla.
Decidí no hacerle más preguntas e intentar averiguar algo de su
momento presente tan importante para mí, conocerle seria una gran
ayuda para conocerme a mi misma.
Habíamos comenzado a pasear sin darnos cuenta, el uno al lado del
otro... la calle parecía extrañamente solitaria, nadie se cruzaba en
nuestro camino, tampoco se oía ningún ruido, solo nuestras voces que
resonaban sobre las paredes de las casas. Tampoco podía decir si era
de día o de noche, pero una extraña luz lo iluminaba todo, aunque
tampoco podía decir que clase de luz era.
La pregunta que me quemaba la boca al fin surgió con todo su ardor,
abrasando mi aliento.
-¿Te gustaría tener una hija?.-
Mi padre se detuvo, era un hombre atractivo, sus ojos parecían me
parecieron estrellas en un cielo gris de plomo, sus dientes eran blancos
y casi ninguna de las arrugas que luego surcaron su piel habían
aparecido en su rostro, la serenidad que luego fue la principal
característica de su personalidad, comenzaba a perfilarse en su mirada,
amortiguando el ardor del impulso que brillaba en ella. Estábamos en
una pequeña plaza y los árboles tenían extrañas tonalidades púrpuras
que yo nunca había visto antes.
- No es un buen momento para tener un hijo.- respondió. - pero si esto
sucediera, creo que seria algo muy importante para mí-
Estuve a punto de saltar a su cuello y abrazarle, siempre quise saber si
yo había sido un hijo deseado ¿debía pues decirle quien era? Decidí que
todavía no, antes debía saber mas cosas, pero no hizo falta que le
preguntase.-
.- Un hijo no pide venir al mundo.- hablaba como para sí mismo. –
Merece todo el amor que se le pueda dar, para que nunca pueda
reprocharte haberlo hecho. Un hijo es como una rama que brota del
tronco del árbol, si este es fuerte y tiene sólidas raíces, podrá también
darle fuerza para crecer feliz, si sus hojas son flexibles al viento, este
les imprimirá movimiento haciéndolas danzar al compás de una
música suave o vibrante pero libre de escoger el tono u el movimiento
deseado.-
Yo lo escuchaba embelesada ignoraba que mi padre fuera un poeta... de
repente me miró y exclamó.
- Si, nos hemos conocido antes, pero no recuerdo el lugar, ni lo que
ocurrió después-
.- Creo que tú y yo no atraemos porque somos almas semejantes, como
dos caminos que a veces se alejan pero vuelven a reencontrarse
después.- le dije.
A ninguno de los dos nos extrañaba el lenguaje que usábamos. Ambos
sabíamos que disponíamos de un tiempo limitado y debíamos conocer
al máximo el uno del otro, antes de que se acabase.
.- Así pues, es por eso que me eres tan familiar y me haces tantas
preguntas...
-Nos conocemos desde siempre y nos hemos ido encontrando a través
del tiempo no será la primera vez, ni será la última. Volveremos a estar
juntos.-
.-¿No habrá pues final?-.
.- No hay final, el amor es infinito.-
De repente la calle volvió a ser como antes, cobro una realidad distinta,
había gente alrededor de mí, pero mi padre ya no estaba a mi lado.
Imaginé que había estado soñando despierta frente a la casa, pero
aquel paseo parecía demasiado real como para ser el producto de un
sueño, la hija que iba a tener mi padre en el futuro, hablado con él,
trasladada al pasado desde el presente.
Si la charla con mi padre había sido fruto de mi imaginación,
Pensé que quizás la imaginación era la llave a esa cuarta dimensión
desconocida, donde la lógica, el tiempo y hasta la muerte pierden el
significado que nosotros humanos e damos desde nuestro mundo de
tres dimensiones. La llave que abra la puerta del Universo que se
intuye pero que no se puede explicar.

Espere a que Sindú volviera con impaciencia. Me sentía aturdida y feliz,
como sumida en un torbellino de sensaciones y recuerdos… cuando le
vi eche a correr hacia él y permanecimos largo rato estrechamente
abrazados, cuando nos separamos
Comenzamos a caminar por las calles repletas de luces, ruidos y gente.
-Este encuentro con mi padre me ha hecho comprender que después
de la muerte yo iré a donde haya querido ir y volveré a encontrarme
con él. Somos los actores de una misma obra en diferentes actos. -
Buena metáfora.- dijo Sindú sonriendo cogiéndome del brazo

Sindú y yo estábamos sentados uno frente a otro, la habitación estaba


en la penumbra, aquella semi oscuridad era propicia a las confesiones,
ese tipo de intercambio de palabras que intenta expresar los
sentimientos sin conseguirlo nunca del todo, pero ambos
necesitábamos hablar y había llegado el momento de hacerlo.
A mi la muerte siempre me ha aterrorizado, y me doy cuenta de que
toda mi búsqueda en darle un sentido a mi vida es recobrar por otros
caminos la fe infantil ya perdida y así dejar de tenerle miedo. El sueño
de la inmortalidad pareces ser para mi un objetivo permanente, vivir el
momento, se que es la única esperanza, pero es una batalla que
siempre he ido perdiendo a lo largo de los años Atrapar el tiempo
siempre ha sido para mi una angustia constante.- respire hondo antes
de proseguir.- Aunque a veces hay treguas. - Sindu intervino :Tu
hablas de una fe infantil donde estabas a salvo del miedo. ¿En qué
circunstancia eso cambió? Todos los miedos son fantasías, igual que el
sentido que le signamos al vivir no obstante permanecer regidos por
ellos! - Desvié la mirada. Estaba sorprendida por su pregunta, una
pregunta que no sabia bien como contestar.…
- Soy una persona que siempre esta buscando algo que nunca puedo
encontrar y siempre ha sido así. Me preguntas en que momento deje de
tener fé. Creo que fue cuando me di cuenta de que ya no me bastaba.
Era una fe impuesta no elegida y yo tenía que encontrar la mía. Fue un
momento de crisis y también de liberación, yo era muy joven y no
tener fé me hizo sentir libre y sin remordimientos. La primera vez que
me enfrenté a la muerte de un ser querido es cuando me di cuenta de
que necesitaba volver a creer en algo… en Dios, en la energía del
universo, o en lo que fuese, pero que vivir sin fé era como caminar en el
vacío. Y comencé a indagar y a buscar. Cada muerte vivida, y he vivido
muchas, era una nueva sacudida, un nuevo convencimiento y una
nueva duda.
-Te he dicho ya algunas veces que me gusta leer tus poemas,. Siempre
me ha parecido maravilloso el modo elocuente en que expresas en
ellos preguntas y te das las respuestas. Pero no aceptas que son esas
las respuestas y pides otras! Crees enloquecer porque el rebote de ese
impulso es "NO HAY CAMINO". Cada individuo abre un universo
diferente - Cuéntame el tuyo- Me miro sorprendido, sin duda tampoco
esperaba esa pregunta,
Puedo contártelo. Como a todos, me arrojaron al mundo de la
experiencia sin instructivo, ni mapa, ni causa o propósito conocible.
Atravesé una extensa jornada desde las cotidianas clases de religión
colegial, décadas de teosofías varias, esoterismo, hinduismo, escuela de
pensamiento, grupos de reflexión, y paralelamente las tareas técnicas
en relación a electrónica etc. de lo cual he vivido confirmación fue
recurrente: "lo que asuma, soy" ya que la configuración subjetiva es en
esencia un "creer que resuena en lo hondo", ese saberse-sentirse es la
única identidad posible, la conciencia que se abre paso hacia ella
misma al aceptarse.
La cultura nos hizo dependientes de la externalidad, y esa es
justamente la trampa de la que corresponde librarse! Mi tarea actual
explora las facultades "olvidadas" de esa conciencia.
Sindú se había abierto su inconsciente como una flor de loto, Me
pareció algo maravilloso, yo no sabia bien como corresponder a su
sinceridad.
-Como tú siempre me has dicho para creer que la muerte es una
perdida de algo valioso tienes que averiguar primero si la vida lo es y a
mi me parece que esa es la primera labor del ser humano.
De todas formas parece que muchos que dan mucho valor a la vida no
les preocupa en absoluto perderla, o al menos eso dicen, y me planteo
si quizás no pensar en un futuro y vivir el presente sin cuestionarse
nada es la clave de la felicidad para ellos.
Pero este no es mi caso. Si alguna vez llego a ser feliz no será por
comodidad o por pereza o miedo a pensar, será después de de haber
pensado mucho, porque creo que solo se llega a la simplicidad a través
de lo complicado y por lo que me cuentas de tu trayectoria creo que tu
has recorrido también un camino muy denso antes de encontrar tus
respuestas..
-Si la muerte puede considerarse para algunos como el perdón de los
pecados, por utilizar términos del catolicismo, o sea de nuestras
equivocaciones. Esperamos ese perdón o quizás un retorno, como una
segunda oportunidad para aprender de nuestras faltas y así redimirlas
-Pero esas expectativas no son seguras, por lo tanto pensar que la
muerte es el fin definitivo nos hace sentir que nuestra vida ha sido solo
una serie de equivocaciones que no han servido para nada, porque no
hemos aprendido nada y no hay vuelta atrás - Hice una pausa, no sabia
si quería expresar exactamente lo que sentía- .
-Pero si partimos de la base que el tiempo no existe y solo nosotros lo
inventamos para vivir una experiencia en un mundo material todo
cambia. Esa también es mi única esperanza, pero para tenerla necesito
un convencimiento no racional, y me parece que nunca voy a
alcanzarlo en esta vida, necesito recobrar la fe perdida y eso es lo que
estoy buscando. Cuando dices que en mis poemas ya encuentro mis
respuestas pero después las rechazo...tienes toda la razón. Cuantas
veces al releerlos me he preguntado..pero ¿eso lo he escrito yo? aquí
están todas las respuestas a mis preguntas... Pero luego lo olvido todo y
vuelvo a empezar ¿Será que mi labor en este mundo es solo buscar?
¿Seremos los humanos solo deseo? Pero a mi, algo me dice que ese
deseo tiene una finalidad.-
Habíamos llegado al climax deseado, como dos amantes en una noche
de amor y solo, esperábamos la explosión final que una vez compartido
nos devolviera la calma, o algo parecido a ella.
-Para mi la clave de todo, es la tercera dimensión en la que vivimos,
pero eso es solo nuestra visión, solo existe un presente que se expande
y eso, aunque lo entiendo racionalmente, no me basta porque he de
experimentarlo Quizás estoy buscando la Iluminación , y quizás llegue
a mi como tu dices el día que deje de buscar…creo que tu que ya has
llegado. Tu has conquistado el tiempo psicológico, Yo en cambio
todavía soy su esclava. Me doy cuenta de que tú ya has traspasado la
barrera de la racionalidad y lo has captado todo con el alma, y en
consecuencia has alcanzado la paz. Yo pudo escucharte y reconocer
todo esto, pero ni tu ni nadie puede trasmitirme sus vivencias para que
yo pueda vivirlas también.-

Volví a hacer una larga pausa, necesitaba ordenar mis ideas, era tan
fácil perderse en ellas, las palabras siempre nos engañan porque nunca
puede describir un mundo que no les pertenece. El mundo las ideas, de
los sentimientos y los pensamientos y sin embargo solo tenemos las
palabras para comunicarlos, y yo todavía no había aprendido el idioma
de la mente…
- De todos modos, déjame que te diga el bien que me hace conversar
contigo, porque necesito aprender y solo se aprende de los que saben y
no estoy siento hablando de cultura sino hablando de sabiduría. Me
ayuda sobre todo a no sentirme viviendo en una isla desierta rodeada
de gente.
- Una isla desierta rodeada de gente", descripción muy ajustada a ese
sentir, lo conozco! Es muy acertado como distingues el entender del
vivenciar, y ese diapasón detecta lo valioso en cada encontrar. Gloria,
dices que he llegado, pero tan sólo a calmar la angustia de esa
búsqueda, sin embargo luego comienza la verdadera tarea: hacerse
cargo del modo de libertad alcanzado. Es una especie de "selfi", como
espejo. Recién entonces pude distinguir las herramientas que
"inventaron el mundo que conocí"... y el que podré conocer! Por eso mi
marcha no se detiene aquí y quiero hacerla contigo.

Me incorpore del sillón y sentí deseos de volver a abrazarle pero me
contuve…no se porque lo hice, hacia días que me preguntaba porque el
contacto corporal me turbaba tanto…aun no había comprendido que
todos necesitamos ser acariciados y abrazados para sentirnos felices y
necesitamos a alguien que nos quiera sin sentirnos juzgados o mal
interpretados si deseamos un abrazo o un beso. En esto los animales
cumplen perfectamente su función, aman y se dejan amar y jamás
piensan solo sienten agradecimiento, cariño incondicional, lealtad,
comprensión. Como yo sentía en aquel momento hacia mi compañero
pero que no me atrevía a expresar como podía expresarlo como hacía
mis gatos y mis perros…
Como si Sindú acabara de leer mis pensamientos como probablemente
así era, se levantó y me abrazó estrechamente. Y la noche se fundió es
un ese abrazo y mis miedos con ella.

El dia siguiente amaneció radiante y sin nubes…
-Quiero ir al Paraíso- dije mientras acababa de cerrar mi mochila y la
dejaba sobre la silla junto a la chaqueta, el casco y los guantes...
·-Recuerdo que me dijiste que ya no querías hacer más paradas -
-Si pero he cambiado de opinión,-
-Tu eres la capitana de la expedición y tu mandas…aunque puedo
preguntarte que te ha hecho cambiar? -
-Ayer noche mientras dormías estuve mirando el mapa de ruta y ese
nombre me llamó la atención, porque es eso exactamente lo que deseo
encontrar en este extraño viaje ..El Paraíso… Busqué información y
encontré esto: “·El Paraíso es un pueblo pequeño, pero muy acogedor
que cuenta con 423 habitantes, y en el que sobresale por su tipo de
construcción la estancia del "El Castillo" que es el sueño convertido en
realidad del poeta Rafael Obligado en honor a su esposa. El amor por
su mujer, Isabel Gómez Langenheim, quien solía leer novelas del
escritor escocés Walter Scott, de estilo romántico y ambientación
gótica, lo impulsó a construirlo. Es posible visitarlo y observa el
castillo en forma directa desde el río porque los caminos de tierra,
bien afirmados, son propicios para el turismo en bicicleta”
Cerré el folleto turístico que había estado leyendo para añadir- o en
moto.-
– Sin duda ese castillo te estaba esperando desde hace mucho tiempo-
dijo Sindú y no podemos hacerle esperar mas

.Cuando llegamos al pueblo encontramos una rotonda central que
derivaba a las calles principales. En el centro vimos una Iglesia junto a
la parada del tren, una plaza con juegos para niños y una cancha de
fútbol. Entonces y sin esperarlo el castillo apareció frente a nosotros.
Me quede mirándolo, su presencia parecía abarcarlo todo y lo demás
quedaba eclipsado ante su presencia majestuosa, un letrero que
indicaba su nombre y lo seguimos.
A medida que no acercábamos tuve la extraña sensación de que era él
quien avanzaba hacia nosotros, como si viniera a nuestro encuentro
hasta que el río nos detuvo.
Bajamos de la moto para observarlo detenidamente. No parecía
pertenecer a aquel lugar, como si la mano de un gigante desconocido lo
hubiese arrancado de un libro de leyendas medievales y lo hubiera
transportado allí para que nosotros pudiésemos verlo. Seguí mirándolo
durante mucho rato y un mudo dialogo se estableció entre el castillo y
yo como si este tuviese vida propia, como si cada piedra de sus muros
antiguos estuviese impregnada de millones de energías que me
llamaran al unísono. Entonces me pareció ver una silueta que se movía
tras las ventanas y oir que alguien me llamaba desde el castillo y sin
pensarlo mas dije en voz alta.
-Me gustaría visitarlo-
-Nosotros también querríamos visitarlo aunque hoy ya esta cerrado. -
dijo una mujer a mi lado- pero nos han dicho que solo se abre al
público por las mañanas.-
Inmediatamente sentí que no podría irme de allí sin verlo y averiguar
que era lo que me atraía hacia aquel castillo tan extraordinariamente-
- Tendremos que pasar aquí la noche- dijo Sindú mientras montaba en
moto. Yo le miré agradecida mientras subía en el asiento de atrás….

Mientras cenábamos en uno de los hostales del lugar no pude dejar de
hablar del castillo y de la impresión que me había causado.
Por primera vez sentí unos deseos terribles de encender un cigarrillo.
Estaba angustiada, aquella historia romántica y desesperada me hacia
recordar a mis dos maridos muertos en trágicas circunstancias.
-Estoy segura de que esconde grandes secretos y de que ha sido testigo
de muchas cosas. Solo mirándolo noto que guarda la esencia de todas
ellas. Su dueña vivo allí muchos años y lo amaba profundamente
porque la era lo único que le quedaba del amor de su marido sentía por
ella. Estoy segura de que una piedra no es una piedra y nada más. Hay
piedras diferentes, aunque ninguna química detectara jamás esta
diferencia. No obstante existe y hay personas que la sienten y la
entienden. Ahora el castillo pertenece a la comunidad y ella ha muerto
pero de un modo u otro sigue estando allí…estoy segura que su espíritu
permanece atado a esas piedras y creo que se pasea cada día por las
habitaciones de la casa recordando con nostalgia al hombre que las
hizo construir, porque en las esquinas y en los escondidos rincones del
jardín deben aun mantenerse vivos muchos secretos que solo ella
conoce. Los recuerdos secretos de esa mujer formado por muchas
noches de amor y de dolor que siguen encerrados en la casa y no
pueden escapar.-
Yo no había sido una mujer de un solo amor, y todos habían sido
intensos pero ninguno me había sobrevivido y a veces me preguntaba
como podía haber sobrevivido yo a tanto dolor, tanta angustia, tanta
nostalgia y tanta tragedia…. No tenía cigarrillos pero si una vaso de
vino delante de mi y a pesar de que yo pocas veces bebo apuré la
copa—
-Por eso creo que el castillo esta llena de fantasmas. Son los fantasmas
de los recuerdos olvidados pero que a veces regresan sin avisar…
quizás por eso siento una gran afinidad con la historia de esa mujer
muerta a la que nunca he conocido…

Aquella noche me costó mucho dormirme, no podía esperar al día
siguiente. Desde la ventana de la habitación podía ver la silueta del
castillo recortándose sobre el cielo iluminado por la luna, y sentí que
alguien seguía llamándome una y otra vez, y sus llamadas eran cada
vez más angustiosas. Tenia que salir de allí, no podía estar más
encerrada en aquellas cuatro paredes. Me vestí deprisa, intentando no
hacer ningún ruido para no despertar a Sindú. Cogí una linterna, las
llaves de la moto y de la puerta de la entrada y salí a la calle, nadie me
vio abandonar la casa. Me acerqué todo lo que pude al castillo,
conducía rápidamente deseando llegar cuanto antes al lugar donde
estuvimos por la mañana y cuando llegué paré la moto, desmonté y
escuché el silencio. No tenía miedo, una fuerza poderosa me
acompañaba y me protegía, estaba allí porque tenía que estar allí y yo
lo sabía. De repente note una presencia, alguien estaba a mi lado, no la
había visto llegar, una mujer había surgido de la nada y aunque la
oscuridad me impedía ver su rostro notaba que me estaba mirando-
- No te asustes- me dijo- porque yo estoy tan asustada como tu-
Iba preguntarle quien era pero no hizo falta.
-Vivo en el castillo y esta mañana te he visto desde la ventana, te he
llamado porque sabia que vendrías- se acercó mas a mi –ellos me
tienen prisionera pero esta noche he podido escaparme –
-¿Quiénes son ellos?- me atreví a preguntar
Ellos - y señalo al horizonte. – los que están allí…- El castillo esta llena
de fantasmas que guardan celosamente los recuerdos que no pueden
olvidarse, son los recuerdos de muchas noches de amor y de dolor,
suelen salir a dar paseos por el bosque formando una cadena que la
circunda como una muralla y así, fuertemente enlazados pasean
durante toda la noche hasta que sale el sol, entonces se sueltan para
colgarse en las ramas de los árboles y expandirse sobre los tejados de
las casas, después se encogen una y cien veces hasta regresar de nuevo
al castillo y atravesando las paredes desaparecer en su interior. Nadie
los había visto nunca porque nadie puede verlos. Solo tu --
Y entonces vi unas extrañas formas blancas, No tenían caras ni cuerpo
pero estaban allí formando una estrecha rueda que se extendía
alrededor del bosque.
– Desde que mi marido murió me aprisionan con sus palabras. Pero yo
no quiero escucharles mas, quiero ser libre, romper esas cadenas de
recuerdos que susurran en mis oídos a todas horas y no se que hacer…-
Comprendí entonces porque me había llamado y que esperaba que la
ayudase-
- Yo también me casé con dos hombres que amé mucho y tuvieron que
partir. El primero fue un amor de juventud con el que inicié un circulo
de vida que no pude terminar y el segundo un amor de madurez con el
que intenté cerrar ese circulo abierto y volver a empezar allí donde
todo pareció acabado. Pero el circulo volvió a romperse y la tristeza y
la nostalgia de lo que pude ser y no fue me torturaron hasta que me di
cuenta de que la única forma de liberarme de ellos era dejarlos
marchar porque en realidad era yo quien los retenía. Es una cuestión
de elección y yo opté por ser feliz. y aprendí que es que no se percibir
la luz sino se ha sufrido antes la oscuridad. -.

Estuvimos en aquel lugar hasta el amanecer, escuchándoles hablar
entre ellos contándose sus historias, gimiendo y llorando y cuando la
luz comenzaba a penetrar en el bosque la desconocida se levantó y sin
despedirse avanzó hacia al castillo.
La vi caminar lentamente sobre las aguas del río, y llamarles antes de
que los fantasmas atravesasen las paredes y desaparecieran en su
interior-
Al verla uno de ellos se detuvo cambió de rumbo y los demás le
siguieron. En silencio, tomando la dirección del cielo deshilachándose
en las nubes y mezclándose con ellas a medida que subían. Después el
viento empezó a soplar y todos se diluyeron en el espacio hasta
desaparecer.

Vistamos el castillo por la mañana, La construcción era una fiel copia
del típico castillo europeo de tres pisos con ventanales ojivales.
Constaba de tres plantas, con 24 habitaciones y seis baños. Un gran hall
presidía la entrada, con tres juegos de escaleras hacia lo alto, un
autentico palacio de cuento de hadas, pero no tenia alma ni vida, era
solo un elegante castillo vacío. Todos los que habían vivido allí se
habían ido y se habían llevado sus recuerdos para siempre. El hechizo
estaba roto y ya solo era un castillo elegante de belleza artificial sin
alma sin ni vida.
De repente me di cuenta de que me había quedado sola en el amplio
salón de la entrada, Sindú y todas las personas que habían venido a
visitar el castillo aquella mañana habían desaparecido y entonces me
fije en uno de los cuadros del salón y me acerqué a mirarlo. La mujer
que parecía observarme desde el marco iba vestida con un traje del
siglo pasado y reconocí en ella a la mujer a quien vi la noche anterior y
un escalofrío recorrió mi espalda, sentí su mirada fija en mi nuca hasta
que abandoné la sala.

Sindú me estaba esperando fuera y la tensión desapareció,
-Tenia que venir hasta aquí para comprender algo que yo ya sabía. La
tierra es el escenario de un drama del que solo percibimos porciones
diversas y sus actores en su mayoría son invisibles para nosotros
mientras estamos dentro de nuestros cuerpos.-
Me giré para mirar el castillo por ultima vez y pude ver entre loa
visitantes que salían del interior a mis dos maridos y dos versiones
mas jóvenes de mi misma a su lado acompañándoles. Comprendí de
inmediato lo incomprensible, que yo seguiría con Sindú hacia el Monte
Uritorco, pero también continuaría con cada uno de ellos nuevas
aventuras en otras dimensiones desconocidas.
Todo se desplegaba ante mi en distintos planos, todo era lo mismo y a
la vez diferente como una hoja de papel cuyas manchas de tinta en
distintas esquinas no puede encontrase nunca hasta que el papel no se
dobla.
Subí a la moto, esta vez yo conducía, sentí las manos de mi
acompañante sobre mi cintura y su voz susurró algo en uno de mis
oídos libre del casco que siempre me negaba a llevar hasta no
encontrarme en la autopista …
- Y ahora…ponemos la directa y no paramos hasta llegar a nuestro
destino--
-Eso nunca podemos saberlo-.dije soltando el embrague -depende de
lo que sigamos encontrando por el camino –Y apreté el acelerador –


Nos detuvimos en San Pedro a medio camino entre Buenos Aires y
Rosario la tercera ciudad importante de Argentina… Sus paisajes
estaban enmarcados por una naturaleza exuberante de terrenos
escarpados y ese escenario se presentó de repente ante nuestros ojos
con una gama de colores inimaginable, en plantaciones de naranjas,
duraznos y el perfume de sus tilos y jazmines, enamoró nuestros
sentidos. Era un lugar ideal para un día de campo y recorrimos a pie las
amplias calles del casco histórico que mostraban rastros del pasado en
las fachadas de sus casas centenarias. La vida allí parecía muy
tranquila y la bicicleta el medio de locomoción habitual. En pocos
minutos visitamos las principales avenidas, plazas y el centro
comercial y peatonal y, en especial, su circuito costanero con amplio
fondeadero de lanchas que mostraba claramente cuál es el deporte
favorito de la hermosa ciudad, y en uno de los restaurantes a la orilla
del rio nos deleitamos con la famosa ensaimada, de Mallorca una
exquisitez importada de España
.- Este es un lugar para un artista como tu.- dijo Sindu-. Un artista
clarividente... Una maga que posee el don de conseguir que los demás
vean lo que no pueden por si mismos pero que élla si puede ver a
mayor distancia que los demás que andan a tientas y no logran advertir
la diferencia entre la cosas.-

Yo le escuchaba en silencio, mientras miraba las lanchas que se
deslizaban rio abajo dejando atrás regueros de espuma blanca sobre la
tranquila superficie del agua y sus palabras resultaban un bálsamo
para mi alma conmocionada a lo largo de las experiencias que estaba
viviendo. Sindú había conseguido entender toda lo que me ocurría
mucho mejor que yo misma, que a través de esta percepción pueden
entrar en el mundo verdaderamente real, porque un músico, un pintor,
un escultor, un actor, un escritor oyen las voces de las piedras,
comprenden el idioma de las ruinas, de los ríos, de los bosques, oyen la
voz del silencio y entienden que los silencios pueden ser diferentes.
Sentí que necesitaba estar sola --
- Si no te importa, voy a dar un paseo-
-Te espero aquí -

Comencé a andar sin rumbo dejándome acariciar por el viento.
Mientras caminaba pensaba que en el valle ya había comenzado la
primavera mientras que aún seguía siendo invierno en las montañas
pero más allá de las nubes, el cielo no conocía ni la primavera ni el
invierno. Cuando ya estaba bastante lejos me senté sobre la hierba y
deje que el tibio sol de la mañana me hiciera cosquillas en los ojos, un
pequeño pueblo se divisaba a lo lejos y solo los pájaros rompían el
silencio. Miré las flores y pensé que solo nacían para ofrecer belleza a
quien las mirase, las flores estaban cerca de Dios o de ese mas allá
inexplicable llamado de tantas formas diferentes . Yo amaba la belleza
pero no sabia si amaba a Dios porque en realidad no sabía si amaba a
nadie, ni siquiera a mi misma. Una extraña desazón me envolvía… no
podía evitar odiar a aquellas dos Glorias desconocidas que había visto
a la salida del castillo sonriendo felices al lado de aquellos dos hombres
que me habían jurado amor para el resto de mi vida y después me
habían sido arrebatados. Sentía como si ellas me los hubiesen robado y
los celos me carcomían, porque yo no podía estar con ellos y ellas si lo
estaban. Ahora la soledad era mi dueña y yo a la vez su esclava y
comprendía que deseaba tenerla con la misma fuerza que la rechazaba.
Era un extraño amor, ambiguo y misterioso. Yo odiaba y amaba mi
propia soledad. Parecía como si el tiempo se hubiera detenido en el
valle y desee con todas mis fuerzas quedarme en aquel lugar
desconocido ¡Se estaba tan bien allí!…solo quería permanecer en
silencio y no pensar .

Sindú y yo emprendimos de nuevo la marcha, habíamos recorrido solo
un kilómetro cuando vi a una mujer caminando por el lateral de la
carretera haciéndonos señas para que nos detuviéramos, su aspecto
me resultaba familiar, me hice a un lado y pare la moto. Ella se fue
acercando lentamente y llego a nuestro lado. Sindú me miro
sorprendido y me di cuenta de que él no podía verla pero no me
preguntó nada. Volví a arrancar el motor y dejé mirando como me
alejaba a esa Gloria que deseaba estar sola, pero a quien los celos y la
amargura acompañarían siempre.

Nos detuvimos en Rosario una ciudad emblemática para los Argentinos
porque en ella allí se izó la bandera de la independencia por primera
vez y ese fue el primer lugar que visitamos…una enorme plaza abierto
con una bandera también enorme donde una llama ardía eternamente
en memoria de las fuerzas armadas que consiguieron vencer a los
colonizadores españoles o sea a mis antepasados. Me sentí algo
impresionada.. Escalamos a lo mas alto de la torre principal y pudimos
ver a toda la ciudad extendida a lo largo del río Paraná, tome algunas
fotos entre las enormes columnas hechas con las piedras traídas de los
mismos Andes que rodeaban la gran plaza..Luego vagamos libremente
por los jardines de los alrededores, comimos unos cuanto churros que
compramos en las paradas de vendedores ambulantes y en un rincón
solitario lejos de los parques llenos de niños y de los restaurantes y
bares que atestaban los alrededores nos relajamos bebiendo un mate
tradicional y caliente, reconfortante incluso para mi, que no me gusta
el te

--Lo que mas me gusta de la cocina argentina son los helados. Nunca
los he probado mejores ni siquiera cuando estuve en Italia. -- --De ahí
provienen pero los hemos mejorado. Cada año en octubre se celebra
aquí un festival artesanal de helados donde 20 heladeros locales dejan
probar sus deliciosos productos hechos a mano a la concurrencia.

-Tendíamos que haber venido en octubre,,,y de paso celebraríamos mi


cumpleaños…

-Pero tu no cumples años- rió Sindú-, -Es verdad pero celebro el día
que nací-…

Después paseamos por el rio, el segundo mas largo de sur América


después del Amazonas, de un curioso color marrón parecido al
chocolate con leche pero sin saber tan bien..

- Deberíamos alquilar un kayak y pasarnos el día en el agua o visitar el


delta y comer en las islas…o coger una barco a motor y ver los canales,
y la vida rural de este lugar,

--Quizás…pero ahora prefiero ir a ver la plaza de Ernesto Che Guevara,


y pasear hasta su casa de nacimiento, vengo de un país de mar, de
playas y de lugares rurales pero nunca he estado en la casa de un
héroe.-

- No podrás visitarlo, ahora es un apartamento privado y no se puede


entrar.-

Pero quiero ir, tengo curiosidad por verla… Aunque lo que no haré es
comprarme una camiseta con su esfinge impresa. No puedo soportar
como se comercializa al mártir de unas idea precisamente contra el
consumismo y la explotación, estas incoherencias me exasperan.

Seguimos caminando hasta encontrar la estatua, media unos 4 metros


de alta y estaba hecha por miles de piezas de bronce dorado, desde su
altura el comandante parecía mirarnos a todos sin vernos, lejos del
buen y del mal…me pregunté donde debía estar ahora..sin darme
cuenta de que la pregunta podía extenderse a mi…donde podíamos
estar todos hubiese sido mas exacto, porque yo no estaba segura en
que lugar del espacio tiempo me encontraba Y después decidimos por
primera vez ir a un museo, no lo habíamos hecho en Buenos Aires y era
casi obligatorio hacerlo ahora, yo al menos necesitaba mi ración de
arte para mi espíritu como necesitaba mi ración de comida para mi
cuerpo.
En el interior del museo nos estaban esperando Goya, El Greco y
Riveraentre otros muchos pintores europeos y argentinos.
Aproximadamente 3.000 obras a través de 35 salas, la mayoría de ellas
realizadas en el siglo XV, era una de las mejores colecciones de pintura
del mundo, salí impresionada, y entonces si, como postre después una
la maravillosa comida espiritual fuimos a comer un helado par darle
también algún gusto al cuerpo. Y allí en aquella pequeña heladería
turística de pie frente y a nosotros estaba una de ellas otra vez, una
Gloria a quien yo conocía muy bien y que sin siquiera pedirme permiso
tomo mi asiento, se introdujo dentro de mi cuerpo y hablo por mi boca

-Cuando salgo de un museo como este siento que mi vida es el arte, y lo


necesito para poder vivir.

-Eres un soñadora de temperamento impredecible, que no ha seguido


las reglas ni se sujetado a las normas. Una mujer muy especial,
diferente, un artista de pies a cabeza.

- Gracias pero me he pasado años escribiendo novelas y poesías,
paisajes y retratos y componiendo música y ahora que me estoy
haciendo vieja, al menos eso me dicen – añadí riendo- aunque yo no
me sienta vieja en absoluto, porque me muevo con agilidad y no me
duelen los huesos como aseguraban que tienen que dolerme ni
tampoco he engordado ni encogido tampoco como me decían que es
normal a mi edad...pero se que no puedo vivir eternamente y como no
puedo ser inmortal, desearía que mis obras si lo fueran. Mi dolor es
que pienso que ya he hecho tarde porque a lo largo de mi vida, mis
relaciones con los demás han robado gran parte de mi energía,
limitando mi creatividad y ahora me queda poco tiempo.

-Pero en realidad tus relaciones amorosas, conflictivas y
extraordinariamente apasionadas, han sido verdaderas novelas de
aventuras, porque los modelos de tus cuadros han cobrado vida gracias
a tu conocimiento del alma humana y las notas de tu música son
jirones de tus propias vivencias, tu vida siempre ha sido una creación
constante.
-Pero soy un ser nostálgico. Deseo huir de este mundo para regresar al
mundo de las ideas y de los sueños que añoro profundamente. No
comprendo porque he nacido pero si estoy segura de cual es mi
propósito en esta vida, crear belleza y armonía para que a través de
mis obras otros puedan vislumbrar algo de ese mundo desconocido y
así puedan tener un poco de esperanza… por eso se que si mi obra no
perdura mi vida no habrá merecido la pena ser vivida. No tendría
sentido. He escrito tantas historias que jamás serán leídas, creado
tanta música que nunca será escuchada, pintado tantas cuadros que
jamás nadie mirará -
No quería decir todo aquello pero la Gloria torturada por la búsqueda
de la inmortalidad hablaba por mi. No pude soportar tanta tristeza y de
repente sentí que quería ser feliz, y rechacé su influencia, lo desee tan
ardientemente que ella salió de mi cuerpo y de mi mente y me
abandonó. La vi marchar a calle abajo, a pequeños pasos envuelta en
su propio desespero hasta desaparecer entre la gente y me pregunte a
donde iría, pero fuese a donde fuese confié en que nuestros caminos no
volvieran a cruzarse jamás.

Decidimos continuar sin detenernos en Córdoba, la segunda ciudad de
Argentina, me habían dicho que era una ciudad muy hermosa donde
habían mucho lugares dignos de visitar y conocer, una ciudad a quien
Buenos Aires eclipsaba injustamente porque brillaba con luz propia, yo
estaba ansiosa de llegar a nuestro destino, habían sido muchos sucesos
extraordinarios a lo largo del camino que habían convertido nuestro
viaje en una película a cámara lenta y deseaba ya conocer el final de
aquella etapa que quizás podía representar el principio de otra
distinta.
Aquella misma noche dormimos en Capilla del Monte, y alli, al mismo
pie del monte Uritorco y yo tuve un sueño sobrecogedor.

Me encontraba en una ciudad desconocida La niebla fría y húmeda
envolvía las calles.. Una ciudad llena de luces y de sombras. Una ciudad
extraña. Yo estaba perdida y aceleraba el paso intentando encontrar el
rumbo. Al doblar una esquina un murmullo de agua llegó hasta mis
oídos, las calles estaban desiertas y no podía hablar con nadie por eso
me acerque a la fuente para escucharla mejor y sentirme acompañada
con su canción de agua y entonces les vi. Dos enormes gigantes
sentados sobre una roca me miraban inmóviles y silenciosos. Hacia
tanto tiempo que permanecían quietos custodiando la fuente que ya no
parecían sentir ni el frío ni el calor sobre sus cuerpos de piedra, pero
sus ojos brillaban a las ahogadas luces de las farolas y parecían
mirarme de un modo inquietante.
Me detuve y les observé a mi vez. Pensé que estaban condenados a
estar siempre despiertos y vigilantes manteniendo su porte erguido y
majestuoso, porque el escultor que les dio forma bajo su cincel no les
concedió el don de la vida. No podían moverse, pero me sentía muy
sola porque había andado durante
horas sin que nadie se hubiera cruzado en mi camino y sentí deseos de
acercarme a ellos para hablarles, pensé que quizás por un momento su
contacto me haría sentirse acompañada, olvidaría que solo eran
estatuas de piedra que miraban sin ver y les contaría sus miedos y mis
penas. Salté la valla que rodeaba la fuente y me hundí en el agua hasta
las rodillas, después con pasos torpes me acerqué a ellos. Los gigantes
seguían mirándome. Cuando llegué a su lado deslicé mis dedos sobre
uno de los cuerpos de piedra, en aquel momento la estatua pareció
estremecerse bajo el contacto de mi mano y asustada la aparté
bruscamente. Intenté tranquilizarme… había caminado demasiado,
estaba perdida y exhausta y aquello solo podía ser un producto de mi
imaginación, sin embargo un miedo irracional se apoderó de mi. Eche a
correr salpicándome de agua en mi huida tropezando y cayendo.
Cuando conseguí salir de allí estaba empapada y tiritaba, pero mis pies
parecían tener alas y no dejé de correr hasta encontrarme a una
distancia considerable. Quería huir de aquel lugar lo más lejos posible.
Antes de desparecer tras la esquina de la calle no pude evitar girar la
cabeza para comprobar que los gigantes aun estaban allí custodiando
la fuente, pero habían desaparecido, y el lugar que habían ocupado sus
majestuosas siluetas de piedra estaba vacío, solo el surtidor seguía
cantando su monótona melodía. No tuve tiempo de preguntarme que
había podido suceder, dos enormes manchas oscuras me impidieron
pensar en nada, eran dos siluetas de andar sigiloso que iban
perfilándose entre la niebla a medida que avanzaban. Intenté echar a
correr de nuevo, pero entonces me di cuenta de que no podía
moverme, mis pies estaban clavados en el suelo y no querían
obedecerme, intenté gritar pero ningún sonido salió de mi garganta, y
comprendí con terror que mi cuerpo se estaba convirtiendo en piedra.
Pero antes de que mi vista se nublase del todo aun pude escuchar sus
rugidos y el roce de su patas sobre el asfalto acercándose lentamente
hacia mi. La niebla fría y húmeda seguía envolviendo a la ciudad….
Y entonces me desperté sobresaltada y me senté en la cama temblando,
intente averiguar el significado de aquel sueño, y no me fue difícil
hacerlo, tenía que enfrentarme de una vez al miedo que amenazaba
paralizarme y engullirme después como los gigantes de mi pesadilla,
pero la raíz de mis miedos era profunda y pocas veces asomaba a la
superficie, tenía que arrancarla definitivamente si quería eliminar
todos lo demás miedos. Volví a hacer un balance de mi vida. Había
amado mucho y en consecuencia había sido muy feliz pero también
muy desgraciada. Había arriesgado mucho y en consecuencia había
ganado mucho pero perdido mucho también. Pero sobre todo había
aprendido que aun me faltaba mucho para aprender y recordé las
palabras de Sindú: nada es posible saber, sino sólo conocer..
Entonces miré a mí alrededor… Mi compañero, las paredes el techo,
incluso la cama donde había dormido habían desaparecido. Entonces
mire en mi interior.. todo el escenario que me rodeaba parecía haberse
esfumado pero yo seguía allí, en medio de un Universo siempre
cambiante.
Automáticamente cogí mi diario de tapas rojas que hacia mucho
tiempo estaba esperándome y escribí ... ¿Y si ni existiera NADA NI
ANTES NI DESPUES?. Y escribí

Si yo pudiera encontrar respuestas
a las preguntas que nunca se contestan...
preguntaría a mi alma
el porque de su ausencia
Pero mi alma solo puede oír mi voz
en el murmullo del viento...
y el viento pasa veloz a través del bosque
pero no me escucha... solo pasa...
y se lleva consigo la pregunta...
Algún día subiré a la cima de una montaña
y levantaré los ojos al cielo.
entre fragancias y colores
y mi alma regresará
y yo sabré que todo aquello que creí perdido
nunca se perdió.

Y después comprendí que tendría que subir a la cima del monte
Uritorco para averiguar la respuesta, pero yo sola.
Me vestí rápidamente, empaquete mis cosas en mi mochila intentando
no hacer ningún ruido para no despertar a Sindu...
Antes de salir de la habitación le mire por ultima vez, había sido un
buen compañero y tenia mucho que agradecerle pero había llegado ya
el momento de separarnos...Nadie podía acompañarme en aquella
próxima etapa. Tenia una cita en lo alto de aquel monte desconocido y
quien me aguardaba deba ser un secreto para todos incluso para él..
Sindú me había ayudado a emprender el camino y a continuarlo pero
el final era algo que debía hacer por mi misma,...solo esperaba que él
me comprendiese y me perdonase.
Sali a la calle y la brisa de la mañana me abofeteó la cara con energía..
comencé a caminar, no sabia a donde me dirigía pero mis pasos si
conocían el camino y me dejé guiar por ellos.




FIN DE LA PRIMERA PARTE

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