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Suelo[editar]
Los suelos sufren el fenómeno de la ferralitización; es decir, la liberación de óxidos de hierro
a partir de la roca madre
Los suelos de esta región son típicamente húmedos. La intemperización química es
pronunciada debido a la alta pluviometría, por lo cual los perfiles del suelo son profundos y
hay poco desarrollo de los horizontes por debajo de la capa orgánica superficial. La sílice y
otros cationes son arrastrados por el lavado, dejando un suelo ácido con altas proporciones
de aluminio y óxidos de hierro; con frecuencia el color del suelo es rojizo o rojo amarillento.
Bajo ciertas condiciones de lluvia, los compuestos de hierro se concentran en un horizonte
en particular ("laterita"), que puede endurecerse y ser impenetrable por las raíces. La
descomposición es muy rápida, concentrándose los materiales orgánicos del suelo justo en
la superficie y la mayoría de los nutrientes son retenidos en la biomasa epígea (por encima
del suelo).
Debido a las condiciones climáticas imperantes, la roca que origina el suelo y sobre la que
se asienta el ecosistema experimenta un intenso proceso de disgregación y de alteración
química que genera un manto de roca alterada de gran espesor.
Diversidad[editar]
Flora[editar]
El crecimiento de los árboles es exuberante, con árboles emergentes de hasta 60 metros y
árboles del dosel de hasta 30 metros o más. El dosel es continuo excepto sobre los cuerpos
de agua. Estos son bosques complejos con por lo menos cuatro niveles moderadamente
bien definidos: dosel superior, dosel inferior, sotobosque y arbustos/hierbas. Debido al
denso dosel de hojas, el crecimiento vegetal se ve suprimido y el sotobosque es
relativamente abierto en el bosque maduro; la densa "selva" del concepto popular está
asociada a las etapas preclimax.
Los árboles son esbeltos y alcanzan unos 50 m. El tronco rectilíneo suele estar provisto de
contrafuertes para sujetarlo, pues el enraizamiento siempre es muy superficial. Existe una
dispersión extrema de los árboles, sin que predomine ninguno de ellos. La mayor parte de
las lianas son leñosas y pueden alcanzar hasta los 200 m enrollándose alrededor de los
árboles. También proliferan las epífitas, como las orquídeas y las tillandsias.
Existe otra formación vegetal muy curiosa, que se encuentra en los limos litorales salados
de la zona intertropical, llamada manglar. Los manglares están provistos de raíces-zancos
que se entremezclan en una densa espesura y de otros arbustos, que presentan
neumatóforos (órganos respiratorios que emergen del agua). El manglar forma una banda
de varios kilómetros a lo largo de las costas y desempeña un importante papel en la
edificación del bosque, consolidando los limos blandos.
Las margaritas también abundan, al igual que los tulipanes, las orquídeas y los ojos de león,
unas flores recientemente descubiertas.
Estratos[editar]
Los árboles determinan varios estratos, cuyas copas tienen deverso porte: de 20 a 55 m.
Por debajo está el estrato arbustivo que aprovecha el 3 % de luz y el herbáceo más bajo
con solo 1.2 % de la luz. Además de ellos están las lianas y los epífitos que se aseguran de
recibir luz en las ramas de los árboles.1
Adaptaciones vegetales[editar]
Debido a la intensa competencia por la luz, muchos árboles tienen la capacidad de
permanecer en un semiletargo bajo el dosel, hasta que aparece una brecha de luz; entonces
empiezan a crecer rápidamente. La mayoría de las hojas que reciben la luz en las especies
de sotobosque forman un solo nivel para así evitar darse sombra mutuamente. Las epifitas,
epifilas y las lianas representan estrategias de las plantas pequeñas para crecer en las
partes altas donde hay más luz. Las hojas del dosel superior tienen consistencia de cuero
y son resistentes a la sequía para así soportar la fuerte intensidad solar que hay en este
nivel. Algunas hojas cambian su orientación durante el día para evitar estrés por el sol; esto
es controlado por la presión de turgencia. Las puntas alargadas de las hojas puede servir
para retirar el agua de las hojas mojadas, permitiendo la respiración.
Las hojas nuevas en muchas plantas no tienen clorofila (lucen rojas o blancas); la adquieren
luego de haber alcanzado su tamaño final y han sobrevivido al potencial ramoneo de
los herbívoros. Extensos contrafuertes suministran el apoyo necesario ya que los sistemas
radiculares son superficiales y extendidos lateralmente para aprovechar la capa superficial
de nutrientes. Las micorrizas (asociaciones simbióticas de hongos) en las raíces permite
una conexión directa con la capa de hojarasca para una absorción eficiente de nutrientes.
La polinización y la dispersión de las semillas son hechas principalmente por animales, y
están muy desarrolladas las interacciones entre las plantas y los animales en esta lugar.
Adaptaciones animales[editar]
Efectos humanos[editar]
Tala de árboles en las montañas de Usambara en el distrito de Lushoto, región
de Tanga, Tanzania.
Las poblaciones originales de cazadores/recolectores tuvieron un efecto relativamente
pequeño sobre el ambiente, pero con el incremento poblacional, especialmente cuando se
desarrollaron verdaderos centros poblacionales, se cazó una proporción sustancial de los
animales grandes como, por ejemplo, los monos y algunos felinos raros. Más
recientemente, la destrucción de hábitats es el problema más serio, tanto por la pequeña
agricultura de "tumba y quema" como por la deforestación en gran escala para la agricultura
y/o ranchos ganaderos. Luego de unos pocos episodios de tumba, el suelo pierde
esencialmente todos sus nutrientes, se vuelve estéril y se endurece (laterización) y ni
soporta mucho crecimiento vegetal ni actúa como sumidero del agua. Entonces
la erosión se convierte en un gran problema, con un arrastre importante de barro hacia las
corrientes de agua que quedan contaminadas.
La destrucción del hábitat es más serio en este bioma que en los demás debido a la
tremenda diversidad de especies del bosque pluvial tropical, el rango limitado de muchas
y, especialmente, a que tantas de ellas no se han descrito o se conocen muy poco. En
ninguna otra parte existe mayor probabilidad de que ocurra la extinción de especies, incluso
de muchas que no llegaremos a conocer.
Entre las especies animales que todavía siguen siendo perseguidas se encuentran
los felinos (por sus pieles) y animales para ser usadas como mascotas (loros, peces de
agua dulce).
Una gran variedad de plantas de este bioma ha sido cultivada por los humanos. Los altos
niveles de compuestos secundarios en las plantas tropicales las hace valiosas como
especias, estimulantes y medicinas, y muchas otras son cultivadas para alimento,
vestimenta y vivienda. Los descubrimientos recientes indican que apenas estamos
aprovechando el valor potencial que tienen las plantas tropicales para los humanos.
Aprovechamiento humano[editar]
Habitación[editar]
Históricamente, la mayor parte de las selvas umbrófilas no han albergado poblaciones
humanas densas. Los recursos alimenticios en la selva están muy dispersos debido a la
elevada biodiversidad; abundan sobre todo en el dosel, donde su obtención requiere un
considerable gasto de energía. Los suelos son pobres, y la lluvia erosiona rápidamente los
claros abiertos para el cultivo.
Selva lluviosa degradada de Monteverde (Costa Rica).
A pesar de todo, los humanos han explotado y continúan explotando la selva en varias
partes del mundo. Muchos agricultores, principalmente en la Amazonia y Papúa Nueva
Guinea, obtienen los alimentos de granjas abiertas en la selva, caza y recolección. Otros
pueblos, cazadores-recolectores, subsisten gracias al trueque de valiosos productos de la
selva, como plumas, pieles y miel, con pueblos agrícolas. Otros grupos de cazadores-
recolectores explotan la selva estacionalmente, pero habitan en sabanas o bosques
abiertos adyacentes, donde la comida es mucho más abundante.2
Cultivos[editar]
El bosque lluvioso tropical presenta la más alta variedad de frutos más que en ningún otro
bioma en el mundo, proporcionando doscientas cincuenta variedades, mientras que los
bosques templados sólo producen veinte. Sólo en las selvas de Nueva Guinea hay
doscientas cincuenta y una especies de árboles con frutos comestibles, de los que sólo se
cultivaban cuarenta y tres en 1985.3 Dichos frutos por su clima y región de cultivo las frutas
que crecen en esta región se les denomina tropicales.
El café, el cacao, la vainilla, los cocos, las guayabas, las piñas, los bananos, los mangos,
las papayas, los aguacates y la caña de azúcar son considerados de los frutos más
consumidos y aclamados en la gastronomía a nivel mundial, siendo originarios
exclusivamente de las selvas umbrófilas, se cultivan, principalmente en plantaciones en
regiones que fueron selvas.