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DISCREPANCIA EN EL COMERCIO INTERNACIONAL SURGIDO ENTRE USA Y CHINA

La denuncia de China contra Estados Unidos ante la Organización Mundial de Comercio


(OMC), anunciada hoy, tiene un trasfondo de varios episodios en la llamada 'guerra
comercial' desatada recientemente entre ambos países.

Sin embargo, a pesar de los varios misiles arancelarios lanzados por ambas partes y las
amenazas de aún quedan más bombas por lanzar en sus respectivos arsenales, surge la
pregunta de si estamos, en efecto, ante una guerra comercial en toda regla, y, de ser así,
¿cuál podría ser su impacto en el Perú?

¿QUÉ ES UNA GUERRA COMERCIAL?

Se trata de un conflicto entre dos o más naciones con respecto a los aranceles
comerciales entre sí. Este tipo de conflicto generalmente surge porque las naciones
involucradas están tratando de mejorar su balanza comercial con la contraparte en el
conflicto, según el Business Dictionary. En el caso de EE.UU., por ejemplo, su déficit
comercial con China asciende a US$375 mil millones.

"La guerra comercial es el proceso a través del cual una vez que un país levanta aranceles
o pone cualquier otro tipo de traba, es imitado por otros, varios", afirma el profesor
principal y jefe del Departamento de Economía de la Universidad del Pacífico, Carlos
Parodi.

Para la mayoría de expertos en comercio internacional, en este tipo de conflictos no


existen ganadores. "Las guerras comerciales llevan a un proteccionismo más alto de lo
normal, aíslan más a los países uno de otros, y terminan perjudicando a las economías
involucradas", sostiene Parodi.

Hay alzas en las tarifas de determinados productos, que finalmente recaen en el


consumidor; el precio del dólar, la inseguridad de inversionistas en la Bolsa de Valores y
la caída de los metales, explica Aldo Defilippi, director ejecutivo de la Cámara de
Comercio Americana del Perú.
¿CHINA Y ESTADOS UNIDOS HAN INICIADO UNA GUERRA COMERCIAL?

Los anuncios de Donald Trump y las represalias de China hacen pensar que sí. Sin
embargo, según Parodi, una guerra comercial usualmente termina involucrando a varios
países, en un proceso extenso. Así ocurrió, por ejemplo, tras la crisis económica de 1929.

De igual manera, para el director general de la Escuela de Postgrado de USIL y


vicepresidente del World Trade Center Perú, Juan Carlos Mathews, el conflicto aún no
llega a ser catalogado como una guerra comercial, sino más bien de una situación de
ataque y respuesta.

El gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, está aplicando con mano
firme su política "America First" (EEUU Primero), pero todo apunta a que esto es solo el
inicio de algo más grande, dijo el investigador del área de Posgrado de la Facultad de
Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Arturo Huerta.

La administración Trump anunció el martes pasado la lista de productos chinos sujetos


a posibles aranceles adicionales, la cual afecta a importaciones de ese país asiático por
valor de unos 50.000 millones de dólares, un volumen equivalente al daño que sufrirá el
sector acerero y del aluminio del gigante asiático. La gran mayoría de los productos
afectados serán gravados con un impuesto del 15%, como algunas frutas frescas, frutos
secos o el vino. Otros, entre los que se encuentran la carne congelada de cerdo o el
aluminio reciclado que estarán sujetos a una tasa del 25%.

Al día siguiente, día miércoles China respondió con su propio plan arancelario y publicó
una lista de 128 productos estadounidenses en importaciones procedentes de EEUU por
valor también de 50.000 millones de dólares que estarán sujetas a aranceles más altos,
estos son la soja, los automóviles y los productos químicos.

El día jueves, Estados Unidos amenazó con imponer nuevos aranceles contra China entre
los 100.000 y 150.000 millones de dólares, como una nueva represalia.

El Ministerio de Comercio chino no escondió la razón detrás de las subidas. En un


comunicado en su página web, Pekín acusó a Estados Unidos de “violar gravemente los
principios de no-discriminación, piedra angular del sistema multilateral de comercio”
por el hecho de que los aranceles al acero y al aluminio afectan solamente a ciertos
países (se eximió a otros en el último momento), y aseguró que la opinión pública china
ha pedido “que el Gobierno tome medidas para salvaguardar los intereses de la industria
y del país”.

Inclusive tomar medidas no arancelarias, como por ejemplo dificultar la actividad de las
empresas estadounidenses que operan en China, limitar aún más las áreas de inversión
o incluso la posibilidad de vender parte de la deuda pública de EE.UU. que está en manos
de Pekín, lo cual sería un gran infortunio para la economía estadounidense.

China insistió este lunes en que las diferencias comerciales entre ambos países deberían
resolverse “mediante la negociación y el diálogo”. Pero por ahora apenas hay señales de
que Washington y Pekín estén inmersos en negociaciones que eviten una nueva y mucho
más amplia ronda de aranceles. La semana pasada, la nueva cabeza pensante del
renovado ejecutivo de Xi Jinping, Liu He, advirtió al secretario del Tesoro de EE.UU.,
Steven Mnuchin, que su país estaba dispuesto a defenderse de las tarifas
estadounidenses y pidió que ambos lados “sigan siendo racionales”.

De darse una verdadera guerra comercial. Trump estaría dispuesto a apuntar hacia
sectores de alta tecnología que Pekín considera estratégicos en su plan de
modernización industrial “Made in China 2025” como las tecnologías de la información,
la robótica, la biotecnología o los vehículos eléctricos. El gigante asiático supera a Japón
como el mayor exportador del continente de productos de alta tecnología y produce,
por ejemplo, el 70% de los teléfonos móviles, ordenadores portátiles o equipos de
telecomunicaciones de todo el mundo. “Imponer un arancel alto a estos productos
terminaría convirtiéndose en la práctica en un impuesto sobre las compras
estadounidenses de la electrónica de consumo”, ilustra la consultora Capital Economics.
¿QUÉ BUSCA ESTADOS UNIDOS CON ESTE CONFLICTO?

Según expertos, la administración Trump está buscando vías rápidas para recuperar la
competitividad.

Para el fundador de la cátedra China-México de la UNAM, Simón Levy, es bastante claro


que la intención de Estados Unidos es implementar una política proteccionista y
corporativista contra China.

Pues este busca protegerse de lo que fue el lanzamiento en marzo pasado del llamado
"petroyuan", o los contratos a futuro de petróleo denominados en moneda china, lo que
según el experto estaría poniendo en "jaque mate" al gobierno estadounidense.

Por otro lado, aparentemente este asunto entre los dos países tiene otras varias
medidas como la de pretender reducir el inmenso déficit comercial que EEUU mantiene
con el gigante asiático y también a raíz de lo que considera un supuesto robo de
propiedad intelectual por parte de China.
¿QUÉ GENERARÍA ESTE CONFLICTO?

Para la directora de análisis económico-financiero del Banco Base, Gabriela Siller, una
guerra comercial más amplia no solo sería negativa para las economías de China y
Estados Unidos, sino también para el resto del mundo.

Sin embargo, Siller apuntó que el costo político que enfrenta el gobierno de Washington
es mucho mayor que el del país asiático.

"Es importante mencionar que los aranceles impuestos a Estados Unidos están dirigidos
al sector agropecuario, por lo que podrían afectar la base de votantes del Partido
Republicano de Trump", dijo Siller en una declaración escrita a Xinhua.

La experta resaltó que desde que Trump anunció los aranceles, la aversión al riesgo en
los mercados financieros ha aumentado, debido a que las economías de China y Estados
Unidos representan cerca del 40 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) global.

Para el fundador de la cátedra China-México de la UNAM, Simón Levy, la coyuntura es


clara: Estados Unidos no está entendiendo la nueva realidad en la que la economía china
está teniendo un liderazgo regional y mundial cada vez mayor.
¿HAY POSIBILIDADES QUE MÁS PAÍSES SE VEAN INVOLUCRADOS?

Sí, y de hecho Donald Trump ha sido explícito en cuanto a la intención de que la Unión
Europea se una también a su cruzada. Ello explicaría que las economías del viejo
continente hayan sido excluidas del alza arancelaria al acero y el aluminio por parte de
EE.UU.

De hecho, otros países aliados de EE.UU., como México, Corea del Sur, Argentina, Brasil,
Australia y Canadá también fueron eximidos de los nuevos aranceles al acero y el
aluminio. En ese contexto, Trump buscará convencer a otros países de que Estados
Unidos, y no China, debería ser el socio comercial preferente de América Latina, dijo un
alto funcionario del Gobierno norteamericano.
EFECTO INCIERTO EN EL PERÚ

De acuerdo con Ian Vásquez, director del Centro para la Libertad y la Prosperidad
Global del Cato Institute, la incertidumbre que están creando estas medidas podría
afectar al crecimiento y las inversiones mundiales.

“Estados Unidos y China son las economías que mueven el mundo. En una guerra
comercial, ambas van a decrecer, así como también su demanda y producción, lo que
sin duda repercutirá en el resto del planeta, esté involucrado o no”, afirmó Vásquez
a El Comercio.

Dentro del ámbito peruano, el efecto se ha percibido a través de la caída del precio
del cobre [ver infografía], que tiene relación directa con la economía.
MI OPINIÓN

En mi opinión decir que EEUU busca salir de un déficit comercial, no es razón suficiente
para este problema, pues este país cumple ya 43 años de consecutivos de registrar un
déficit en su balanza comercial y lejos de ser una señal de debilidad, el déficit comercial
anual es una señal de la hegemonía económica de EE.UU. Un respaldo global a la
fortaleza relativa de la economía estadounidense y de su dirección.

Debo agregar que durante estos 43 años consecutivos de déficit en la balanza comercial,
la economía estadounidense se triplicó en tamaño, la manufactura real de valor
agregado se cuadruplicó, y el número de empleos en la economía casi se duplicó.

He oído siempre que usan las palabras de Seguridad Nacional en EEUU casi para todo, a
todo le atribuyen esto, Seguridad Nacional aquí y allá, pero esto no es más que una
excusa de EEUU en muchos términos, en conclusión buscan implementar una política
proteccionista y corporativista contra China. Intentando recuperar competitividad en
muchos sectores, pues en estos últimos tiempos China ha ido desarrollando un liderazgo
significativo en cuestiones comerciales y por ende económicas.

Por otro lado está el supuesto robo de propiedad intelectual por parte de China,
aduciendo que China fabrica copias masivas de sus productos. Esto también a tomar en
cuenta pues China hoy en día, está teniendo una participación aprovechada por muchos
países en cuestión de alta tecnología con nuevas marcas y el desarrollo de nuevos
productos tecnológicos que están quitando mercado a EEUU.

La cuestión no está muy clara.


FUENTES

 Fuente: elpais.com
 Fuente: peopledaily.com.cn
 Fuente: eitb.eus
 Fuente: sputniknews.com
 Fuente: elcomercio.pe
PROTECCIONISMO

“El proteccionismo impone limitaciones a la entrada de los productos extranjeros


mediante la imposición de aranceles e impuestos a la importación que encarezcan el
producto de tal suerte que no sea rentable.”

Favoreció el crecimiento de los precios y la disminución de la calidad de los bienes y


servicios producidos internamente. Ello como resultado de la falta de competencia
interna y externa.

CORPORATIVISMO

Es un Sistema político social en el que interviene el Estado; se constituyen organismos


que integran empresarios y trabajadores, con el fin de evitar las tensiones que surgen
en el sistema capitalista.

Causas

Necesidad de cierto grado de gobernabilidad

Necesidad que tuvo el Estado de constituirse como el principal agente de desarrollo.

Propósito

Fortalecer a las organizaciones que apoyaran a los trabajadores y campesinos, y por


otro tenía la intención de fortalecer al mismo Estado.

Beneficios

POLÍTICA: permite al Estado la subordinación necesaria de los partidos políticos así como
de organizaciones empresariales y trabajadores.

ECONOMÍA: asegura al Estado el control de la clase trabajadora y la subordinación a sus


proyectos de desarrollo económico.
¿QUÉ ES EL PIB Y CÓMO AFECTA A TU ECONOMÍA?

El Producto Bruto Interno Bruto (PBI) es el valor en dinero de los bienes y servicios finales
producidos por la economía de un país. Este valor generalmente se representa en
dólares estadounidenses. Las condiciones para calcular el PIB de un país son:

- Se toma en cuenta la actividad económica realizada dentro del país, sin importar si
fue hecha por extranjeros o nacionales.
- Es bruto porque no se descuentan las variaciones en inventario, las apreciaciones ni
depreciaciones de capital.

Puesto de la forma más sencilla posible, el PIB es la suma de todo lo que se genera en el
país.

Por ejemplo:

- Si el PIB crece, quiere decir que hay más producción. Para producir más, se necesita
más empleos. Si están habiendo más empleos en el país, eso mejora tus
oportunidades de conseguir uno.
- En una recesión, el PIB decrece. Esto es señal de que se han perdido empleos y el
poder adquisitivo de la gente ha descendido.

En resumen, el PIB solamente revela la capacidad de producción de un país. En


ocasiones, un crecimiento puede significar una mejora en la economía de los ciudadanos
y, en otras, no tendrá consecuencias reales en la práctica.

PIB = Consumo + Inversión + Gasto del Gobierno + (Exportaciones – Importaciones)


43 AÑOS DE DÉFICIT COMERCIAL DE EEUU

Varias autoridades del gobierno han venido celebrando que el déficit en la balanza
comercial se haya convertido en superávit. No parece importarles que el desempleo esté
aumentando y que las proyecciones de crecimiento de la economía se mantienen
negativas (según el Banco Mundial1 y similares proyecciones del FMI). Esto debería
hacernos cuestionar el saldo en la balanza comercial como un indicador acerca del
estado de una economía.

Daniel Ikenson suele decir que es errado considerar la balanza comercial como un
marcador.

DÉFICIT COMERCIAL

El déficit comercial es la diferencia negativa entre lo que un país vende al exterior


(exportaciones) y lo que ese mismo país compra a otros países (importaciones). Es
considerado uno de los indicadores más importantes en relación al comercio exterior y
relación económica con el exterior.

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