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Trastorno de conversión

El trastorno de conversión (término que describe lo que anteriormente se llamaba histeria) o


también llamados trastornos disociativos, fue un diagnósticoespecialmente popular a fines
del siglo XIX. Se refiere a los síntomas que afectan al comportamiento y que se asemejan a
una enfermedad neurológica pero que no proceden de ninguna enfermedad física conocida ni se
pueden explicar por ella. El psicoanálisis define el trastorno de conversión, o histeria de
conversión, como una "Forma de histeria que se caracteriza por el predominio de los síntomas de
conversión".1

Definición
En la actualidad, y de acuerdo con el sistema clasificatorio DSM-IV el aspecto básico de este
trastorno es la presencia de síntomas o déficit no deliberados que afectan al funcionamiento
motor voluntario o sensorial, lo que hace pensar en la existencia de un estado patológico general.
En su inicio o exacerbación están implicados factores psicológicos.

Es una conversión porque el paciente convierte el conflicto psicológico en un trastorno físico


(incapacidad para mover ciertas partes del cuerpo o usar los sentidos de manera normal). Entre
los que lo estudiaban, se destacaron Pierre Janet, Jean-Martin Charcot, Josef Breuer y Sigmund
Freud.

Historia
Antes, la gran mayoría de personas diagnosticadas eran mujeres, se supone que por estar más
oprimidas y reprimidas que los hombres. Esta histórica disparidad sexual suele explicarse en
términos sociológicos, al igual que la drástica caída del índice del síndrome. Todavía, de vez en
cuando se emplea este término, pero generalmente sin referencia a ningún mecanismo
subyacente específico. En un principio se pensó que la histeria sólo era una patología femenina,
debido a su etimología. Procede de "Hystéra", palabra griega que significa útero.

Freud teorizó que el trastorno de conversión proviene de una emoción internada de cólera,
repugnancia o conflicto sin resolver. Utilizaba la hipnosis para tratar este trastorno. Luego fue
reemplazado por el "Método de Apremio" (estos dos no lograban la curación del paciente, solo
una descarga de los conflictos acumulados). Más tarde comenzó a aplicar el Método de
"asociación libre" que resuelve las dificultades procedentes de este trastorno al permitir la
identificación de las razones claves del conflicto emocional en la persona.

Actualmente el eje del concepto trastorno disociativo se basa en la pérdida en el control de la


integración normal entre ciertos recuerdos del pasado, la conciencia, ciertas sensaciones
inmediatas, la propia identidad y el control de movimientos corporales.
Cuadro clínico
En este tipo de neurosis se identifican claramente dos clases:

 De tipo conversivo, en la cual los síntomas incluyen a los sistemas neuromusculares y


sensoriales.

 De tipo disociativo, en la cual aparecen los trastornos de la conciencia.

En algunos casos se tiene la impresión de que el paciente obtiene beneficios a partir de su estado
de incapacidad lo cual lo lleva a confundir la enfermedad con la simulación. Los síntomas
principales de las neurosis histéricas no están bajo el control consciente del paciente, así la
verdadera simulación puede llegar a ser una manifestación de un trastorno de personalidad. Se ha
comprobado que en algunos casos, los pacientes presentan alucinaciones visuales, aisladas no
acompañadas de pensamientos falsos.

El tipo de histeria de conversión presenta una enorme variedad de síntomas difusos, como
parálisis motora o ceguera, trastornos del sistema nervioso, incluyendo temblores y parálisis
localizadas, parestesias y estados variables de crisis de tipo epiléptico.

Los estados disociativos surgen por la repentina emergencia del estado consciente de impulsos
destructivos primarios; esos estados se presentan con cierta frecuencia después de que los
pacientes han cometido un acto violento y llegan a constituir problemas en el juicio.

Clasificación

Según la clasificación de CIE-10 se divide en:

 Amnesia disociativa

 Fuga disociativa

 Estupor disociativo

 Trastorno del trance y de posesión

 Trastorno de motilidad voluntaria y de la sensibilidad

 Trastorno disociativo de la motilidad

 Convulsiones disociativa

 Anestesia y pérdidas sensoriales disociativas.

 Trastorno de personalidad múltiple

Según el DSM-IV-TR (A.P.A. 2002) los criterios diagnósticos del trastorno de conversión son:

 A. Uno o más síntomas o déficit que afectan a la función motora voluntaria o sensorial y
que sugieren una condición neurológica u otra condición médica general.

 B. Se considera que los factores psicológicos están asociados al síntoma o déficit debido a
que el inicio o exacerbación de ambos está precedido por conflictos y otros estresores.
 C. El síntoma o déficit no se produce intencionalmente ni de manera fingida (como en el
trastorno facticio o en la simulación).

 D. Tras el examen clínico apropiado, el síntoma o déficit no puede ser explicado


completamente por una condición médica general, por los efectos directos de una
sustancia o por una conducta o experiencia culturalmente normales.

 E. El síntoma o déficit origina malestar o deterioro clínicamente significativo a nivel social,


laboral u otras áreas importantes de funcionamiento del sujeto, requieren atención
médica.

 F. El síntoma o déficit no se limita al dolor o a una disfunción sexual, no acontece


exclusivamente durante el curso del trastorno por somatización y no se explica mejor por
otro trastorno mental.

Explicar tipo de síntoma o déficit:

 Con síntoma o déficit motor.

 Con síntoma o déficit sensorial.

 Con crisis y convulsiones.

 Con sintomatología mixta.

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