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REGINAL S – TYPE IN THE ECUADORIAN ANDES.

POSIBLE
REMANEINTS OF THE BREAKUP OF WESTERN GONDWANA

J. Aspden, M. Litherland, F. Viteri and S. Harrison

Journal of South america Earth Sciences Vol. 6 Nº 3 1992

Abstract

El conocimiento del mapeo geológico de la Cordillera Real ecuatoriana ha


establecido la presencia de un conjunto, previamente no identificado, de granitoides
variablemente deformados para los cuales las dataciones de roca total de Rb-Sr
pobremente registrados indican una edad mínima de Jurásico inferior de 200 ± 12 Ma.
(Ri = 0.7120). El conjunto, asociado con diversas rocas semi – pelíticas de bajo a
medio grado de metamorfismo, es dominado por monzogranitos per – aluminizados con
biotita ± granate ± muscovita. Geoquímicamente, estos granitos son de “tipo S” y
pueden ser fácilmente distinguidos de los granitoides yuxtapuestos “tipo I” de los
batolitos Zamora, Abitagua y Azafrán de edad Jurásica medio – superior encontrados
inmediatamente hacia el este. Se considera la posibilidad de que los granitos “tipo
S” puedan ser relacionados a la ruptura de Gondwana occidental.

Discusión and conclusions

Geoquímicamente, el sitio LDG (Sabanilla, Malacatos, Peggy, Sagaruro,


Valladolid) puede ser clasificado como granitos tipo S, y sus relativamente altas
razones 87Sr/86Sr (fig. 2) también sugieren enredo de una componente sustancial de
corteza en su origen. Este valor (0.7120) es considerablemente más grande que el
rango entero de valores Ri obtenidos para los granitoides ZAAG (Zamora, Abitagua,
Azafrán) y es similar a esos de las andesitas modernas contaminadas corticalmente en
Colombia (James, 1984).

Si bien granitos regionales tipo S no han sido previamente reportados en los


Andes del norte, granitos “tipo S”, principalmente de edad Permo – Triásica, están
presentes en ambas partes Central y al Sur de los Andes, donde ellos son generalmente
considerados a haber sido emplazados en ajustes extensionales, posiblemente
relacionados a una relajación cortical precediendo a la ruptura de Gondwana (Avila –
Salinas, 1990; Suárez et al., 1990; Rapela et al., 1989; Kontak et al., 1985). La
posibilidad por lo tanto existe en que el LDG puede representar equivalentes de los
granitos “tipo S” en Perú, Bolivia y el norte de Chile. En contraste marcado a estas
ocurrencias, aunque, el sitio LDG es regionalmente desarrollado y típicamente tiene una
fuerte fábrica milonítica. Igualmente, estos granitos no parecen ser genéticamente
relacionados al tipo I (i.e., el sitio ZAAG) ni, tan lejos como nosotros podemos decir,
ello ocurre en batolitos de características mezcladas S – I (¡para justificar los diques
que aparecen en Pumbuiza, y las volcánicos intercalados en Piuntza!) (c.f. Avila –
Salinas, 1990; Cobbing, 1990, Rapela et al., 1989; Atherton y Sanderson, 1987).

Pitcher (1987, 1983) sugirió que tipos diferentes de granitos pueden estar
relacionados a diferente ambiente tectónico. Específicamente, él considera el desarrollo
de granitos regionales tipo S como característico de zonas de colisión continental y
también cinturones de cizalla dúctil intra – cratónico. Más recientemente, Cobbing
(1990), más bien coincidiendo que granitos tipo S con característica de corteza están
asociados con esquemas colisionales, ha enfatizado la diversidad de granitos de corteza
y puntualizó que granitos similares pueden ser desarrollados en una variedad de
esquemas tectónicos. En su visión, la composición de la región de corteza original es
de suma importancia en la determinación del tipo de granito y, últimamente, las
relativas cantidades de manto derivado y material de corteza que es movilizado
durante la génesis del magma.

Pearce et al., 1984; ver también Brown et al., 1984) propuso que el esquema
tectónico de la mayoría de los granitos puede ser determinado de acuerdo a la
abundancia de ciertos elementos traza. Usando un ploteo de Rb vs. Nd+Y, Pearce et al
(1984) distinguió entre granitos generados en arco volcánico (VAG), sin - colisional
(Syn – COLG), y en esquemas de placa (WPG). En su ploteo, todos los ejemplos
ecuatorianos pueden ser clasificados como granitos de arco volcánico. Aunque,
puede significar que el ploteo de los tipo S ecuatorianos en la parte más superior del
campo de los VAG, cercano a donde estos granitos convergen con WPG y Syn – COLG
(Fig 11). Comparando con otros tipo S, el sitio LDG es relativamente pobre en Rb y,
más bien no comprueban, nosotros asumimos que esto es más común a reflejar la
composición del área origen más bien que ser diagnostico de un esquema tectónico
particular (ver también Cobbing, 1990; Chappell y Stephens, 1988). De hecho, la
naturaleza más “primitiva” del sitio LDG con respecto a granitos tipo S de sureste de
Asia puede ser visto en la Fig. 12. En este diagrama, la mayoría de los ejemplos
ecuatorianos ploteados en el campo de tipo I (i.e., bajo la línea de referencia de Malasia)
pero como Cobbing (1990) puntualizó (ver también Pitfield, 1988), la línea de
referencia de Malasia es empírica y no puede servir a distinguir los granitos tipo S de
los tipo I de otra parte de este mundo. Sin embargo, si bien el LDG no alcanza la razón
Rb/Sr > 1.0 en valores DI < ~ 85 (como es el caso en los tipo S del sureste de Asia),
ellos tiene consistentemente más alta la razón Rb/Sr en el mismo DI que esos de la
ZAAG.

En una revisión de la historia Mesozoica de los Andes del Norte y Centro,


Jaillard et al. (1990) sugirió que la separación Triásico tardío – Liásico de Norte
América y Sur América, entre el margen paleo – Mexicano y que es ahora parte de los
Andes del Norte, incluyó extensión relacionada a rift y posiblemente esfuerzo
transcurrente (¿transpresional?). Este modelo cuenta para el régimen “extensional”
del Mesozoico temprano preservado en el record geológico de Colombia y Ecuador
y, en nuestra visión, puede también explicar la presencia de un cinturón regional
de granitos deformados variablemente tipo S y migmatitas (ver también
Rivadeneira y Baby, 1999). Nosotros asumimos que la similitud altamente oblicua de
la placa paleo – pacífica resultó en una significante cantidad de deslizamiento de rumbo
transpresional (fig. 13) y posiblemente limitada subducción a lo largo del margen
noroeste de Sur América. D’Lemos et al. (1992; ver también Hutton, 1988; Wickham
y Oxburh, 1986; Pitcher, 1983) han recientemente propuesto que zonas de cizalla
transpresional a escala de corteza proveen esquemas favorables para generamiento y
emplazamiento de granitos tipo S (anatécticos). En Ecuador, milonitas S-C (Lister y
Snoke, 1984) son ampliamente desarrolladas a través de la Cordillera Real, y ha sido
sugerido que repetidos episodios de transpresión destral afectaron la Cordillera durante
el tiempo Mesozoico (Aspden y Litherland, 1992).
El límite occidental (tectónico) de la división Loja coincide con la falla Baños –
Las Aradas, una línea de intenso cizallamiento y regional desarrollo de milonitas, que
nosotros sugerimos representa el remanente de la zona de separación entre el margen
paleo – Mexicano y noroeste de Sur América. Adicional al norte de Colombia,
nosotros pudimos correlacionar la falla Las Aradas – Baños con la zona de falla
Romeral. Si tal correlación es válida, luego uno puede predecir eso, como exploración
geológica de la continua Cordillera central colombiana, granitos equivalentes a esos de
la división Loja serán reconocidos. En presente, lo más probable en correlación son
unos pequeños grupos de plutones descritos mayormente de Antioquia y Caldas en la
parte central de la cordillera, inmediatamente al este de la zona de falla Romeral (e.g.
los stocks de Puqui, El Buey, y Amago) estos plutones típicamente tienen contacto
fallado y un fuerte tectónica, fábrica biotítica; si bien pobremente datados, ellos son
considerados a ser Triásicos en edad (Jaillerd et al., 1990; Aspden et al., 1987; Macía y
Mojica, 1981). De acuerdo a Hall et al. (1982), el stock Puqui, que tiene edades de K-
Ar en muscovita y biotita alcanzando de 239 ± 7 a 211 ± ? Ma (ver también Botero,
1975), tiene “gradacional” y en parte, contacto migmatítico con los gneis micáceos
circundante, roca hospedante y es interpretado a ser sin tectónico y de posible origen
cortical.

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