Está en la página 1de 6

Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey

Campus Estado de México

Un ciclo sin fin


Artículo de Divulgación Científica

Integrantes:

Alexys Martín Coate Reyes A01746998


Daniel Córdova Bermúdez A01377242
Diana Patricia Aguilar Martínez A01745778
Fabiola Maxine Alvarado Rojas A01371774
UN CICLO SIN FIN 2

La obsolescencia programada es la determinación para acortar artificialmente la vida


útil de los productos o servicios tras un periodo de tiempo calculado por el fabricante o
empresa durante la etapa de diseño, con el objetivo de influenciar en las decisiones de compra
del consumidor en favor del fabricante o prestador de servicio.
Los orígenes de la obsolescencia programada se remontan al año 1932, cuando
Bernard London la propone como una forma de salir de la gran depresión con su libro
titulado “​Ending the Depression Through Planned Obsolescence​”, en donde London propone
abiertamente legalizar e imponer la obsolescencia programada.

Palabras clave: ​Obsolescencia programada, tecnología, celulares, medio ambiente.

El mundo de hoy en día está totalmente rodeado de tecnología. A partir del siglo 21 se
ha realizado un gran avance, a tal punto que las personas tienen computadoras portátiles,
teléfonos inteligentes en sus bolsillos, consolas de videojuegos, altavoces y relojes
inteligentes, entre otros aparatos electrónicos.
Por dichas razones cada individuo posee grandes cantidades de aparatos electrónicos
que va cambiando constantemente y debemos ser conscientes de que toda el capitalismo y el
consumismo juegan un papel muy importante en la producción y desecho de estos productos,
generando un determinado efecto ambiental. Por las razones expuestas es primordial que las
personas tengan una cierta consciencia del daño que anda generando, así como dar a conocer
la responsabilidad que las empresas tienen.
Justamente es imprescindible el derecho a la información sobre los derechos del
consumidor y la calidad de los productos, con el objetivo de crear una consciencia y una
cultura de preservación ambiental y consumo responsable.
La obsolescencia programada es la teoría que afirma que la industria ha conspirado
para que sus productos dejen de funcionar antes de que acabe su vida útil factible (Serrano,
s.f, p.4). La problemática de la obsolescencia de los productos presenta varias aristas y ha
preocupado a economistas, sociólogos, ingenieros y pensadores que se han ocupado de
estudiar las consecuencias de la denominada sociedad de consumo desde el surgimiento de la
producción en masa (​Bianchi​, 2018, p.3).
Existen diferentes tipos de obsolescencia y aún no hay acuerdo sobre su
caracterización. Serge Latouche, por ejemplo, hace referencia a tres tipos de obsolescencia: la
UN CICLO SIN FIN 3

técnica, la psicológica o simbólica y la programada. La obsolescencia técnica implica el


desuso de máquinas y aparatos debido al progreso técnico, que introduce mejoras e
innovaciones de todo tipo. La obsolescencia psicológica hace referencia al desuso provocado,
no por el desgaste técnico o la introducción de una innovación real, sino por la
descalificación de los productos generada por la publicidad y la moda, a través de un nuevo
look, diseño, e incluso de un nuevo embalaje. Y la obsolescencia programada alude al
desgaste o la defectuosidad artificial, en donde, desde el principio, el producto es concebido
por el fabricante para tener una vida útil limitada, y esto gracias a la introducción sistemática
de un dispositivo que así lo permite (​Latouche, 2012, p. 38​).
Todos estos tipos de obsolescencia tienen impacto en la duración de la vida de un
producto; la expresión "ciclo de vida del producto", por analogía con los procesos
darwinianos de extinción de las especies, fue introducida alrededor de 1950 por Levitt.
Gracias a esta expresión la obsolescencia programada deviene, en cierto modo, en un
"fenómeno natural". Sin embargo, también se trata de un concepto problemático, en particular
cuando se quiere medir la vida de los productos, pues regularmente se confunde la "duración
del uso" con la "duración de la tenencia" del producto, lo cual no generaría problema si los
usos del producto permanecieran estables, pero esto no siempre es así (​Meunier, 2018, p.10​).
Un conocido economista francés,​ Serge Latouche​, desarrolló la “teoría del
decrecimiento”, la cual sostiene que la sostenibilidad económica es compatible con la
preservación de los recursos naturales si se disminuye el consumo de bienes y energía.De
acuerdo con Latouche (2012, párr. 13) L​a consigna del decrecimiento tiene como meta, sobre
todo, insistir fuertemente en abandonar el objetivo del crecimiento por el crecimiento.
Según Arroyo (2015, p.3 ) en el terreno medioambiental, las principales
consecuencias vienen del hecho de generar tanta basura y residuos. En los RAEE (Residuos
de Aparatos Eléctricos y Electrónicos) se puede aprovechar gran parte de los materiales. Por
otra parte muchos de estos residuos tienen partes de plástico; en los que su descomposición al
aire libre varía entre 100 y 1000 años. Otra gran preocupación est́á en materiales como el
plomo y el cadmio, ya que la contaminación producida es muy grave para las personas.Un
monitor CRT puede contener hasta 3 kg de plomo.
La gran parte de esta basura acaba en zonas de África donde la gente rebusca en la
basura. Técnicamente está prohibido enviar basura a estos sitios desde los países
desarrollados pero se camuflan bajo “ayuda al desarrollo” y “donaciones” diciendo que esos
UN CICLO SIN FIN 4

aparatos les ayudarán pero lo cierto es que van todos rotos (Arroyo, 2015, p.3).
De los 65,000 productos químicos industriales para uso comercial habitual, sólo el 1%
dispone de estudios toxicológicos confiables. Las industrias fabrican masivamente productos
que después se vuelven contra el hombre y la naturaleza, como han sido los plásticos, las
pilas eléctricas, etc. La emisión de gases como el dióxido de carbono, metano y óxido nitroso
está incrementando al efecto invernadero o destruyendo la capa de ozono. La presencia de
metales pesados en suelos y aguas se ha convertido en un grave problema de salud pública
(Hasanille, 2014, p.7).
¿Qué podemos decir del lugar que ocupa México en esta fenómeno de escala
mundial? De acuerdo con Ilse Moreno, de la empresa Recicla Electrónicos (REMSA),
México genera 1,032 millones de toneladas de basura electrónica anualmente, lo cual lo ubica
como uno de los mayores generadores de este tipo de residuos en América Latina. De
acuerdo con el estudio "El Monitor global de la basura electrónica 2017", publicado por la
Organización de las Naciones Unidas (ONU), México y Brasil encabezan la lista de
generadores de residuos electrónicos en Latinoamérica. Entre los contaminantes principales
que contienen los residuos electrónicos están el mercurio, berilio o plomo que generan
afectaciones a la salud humana, algunas incluso relacionadas con el cáncer.
En conclusión, la obsolescencia es un gran problema que no se le ha dado la
importancia necesaria y que no tiene la misma difusión que otras problemáticas, y que a pesar
de esto tiene implicaciones: psicológicas, ecológicas, legislativas. Es de vital importancia
cambiar en el modelo de publicidad de las empresas, combatiendo la obsolescencia
psicológica. Que el objetivo de las empresas no sea el crecimiento por crecimiento, sino que
se enfoquen en la sostenibilidad económica y la preservación de recursos naturales. Para
lograr esto se necesita disminuir el consumo de bienes y energía, y concientizar a las personas
del impacto ecológico. (Michael, 2012, párr. 13).
Otra manera de combatir la obsolescencia psicológica es informar a los consumidores
sobre la calidad de los productos generando competitividad entre las empresas. Una solución
innovadora de los dispositivos electrónicos, impuesta por el parlamento europeo, es que
puedan ser reparados por los mismos dueños con la introducción de manuales amigables que
vengan incluidos. Las soluciones anteriormente expuestas nos ayudarán no sólo a tener una
mejor calidad ambiental, también nos ayudará a crear una cultura nueva de respeto y progreso
UN CICLO SIN FIN 5

con distintos hábitos de consumo que impactará en la calidad de productos que utilizamos y
en nuestras necesidades.
UN CICLO SIN FIN 6

Referencias

Arroyo. A. (2015). Obsolescencia Programada. Recuperado de adrianistan. Sitio web:


http://adrianistan.eu/obsolescencia-programada/latex/obsolescencia-programada.pdf
Bianchi, L. (2018). La influencia del principio del consumo sustentable en el combate de la
obsolescencia programada, la garantía de los "productos durables" y el derecho a la
información de los consumidores en Argentina. Recuperado de Revista de Derecho
privado, Universidad Externado de Colombia. Sitio web:
http://www.redalyc.org/jatsRepo/4175/417555894009/index.html
Hasanille, J. (2014). CRÓNICA DE UNA TRAGEDIA GLOBAL ANUNCIADA.
Recuperado de: UNAM Sitio web:
http://www.revista.unam.mx/vol.15/num4/art25/art25.pdf
Latouche, S. (2012). Bon pour la casse: Essais sur l'obsolescence programmée. Paris: Liens
qui libèrent.
Michael, G(2012). ​Strategies to the Prediction, Mitigation and Management of Product
Obsolescence​. Recuperado de
https://learning.oreilly.com/library/view/strategies-to-the/9781118275467/xhtml/title.
html
Serrano, R. (s.f). Obsolescencia Programada. Recuperado de: Escuela Politécnica Superior
Universidad de Malaga Sitio web:
http://www.raquelserrano.com/wp-content/files/metodo-Obsolescencia-programada.p
df
Fuentes de Información

Atterbury, R., Component Obsolescence Group, United Kingdom; Minenfeld Obsolescence,


A Guide to Tackling Disappearing Products, Issue 2, 2005.
Anónimo. (1992). A/CONF.151/26 (Vol. I) INFORME DE LA CONFERENCIA DE LAS
NACIONES UNIDAS SOBRE EL MEDIO AMBIENTE Y EL DESARROLLO* -
Annexo I. Retrieved from
https://www.un.org/documents/ga/conf151/spanish/aconf15126-1annex1s.htm
Anónimo. (2012). Qué es el decrecimiento. 25/06/2019, de Iniciativa Debate Sitio web:
https://iniciativadebate.org/2012/09/20/teoria-del-decrecimiento/

También podría gustarte