El concreto plástico está diseñado para la protección y reparación de superficies
de concreto, suelos, fratasados de cemento y toda clase de materiales de construcción. Ofrece extremada resistencia al desgaste y al ataque químico y está indicado para recubrimientos, rellenos, uniones y anclajes.
Se adhiere también con fondos húmedos y se endurece a temperaturas hasta 0 °C
y bajo la acción del agua. El concreto plástico es un producto de resinas sintéticas de dos componentes, a base de una combinación de resinas etoxilénicas con carga de silicatos y sulfatos, modificada mediante siliconas. Gracias a su programada elasticidad interna, es especialmente resistente a la abrasión y la presión, así como a golpes, choques y vibraciones. Ofrece también una gran resistencia a la intemperie y la agresión de la atmósfera industrial, aceites, grasas y productos químicos.
Entre sus principales aplicaciones se utiliza como recubrimiento resistente para
suelos, vías de tránsito, naves de fabricación y almacenes. También se utiliza para la protección de paredes, tuberías, cisternas, tanques, etc., en plantas depuradoras e industrias químicas, para la construcción y reparación rápida de fundamentos de máquinas, para el anclaje de amortiguador contra golpes, etc. y como puente de cohesión entre hormigón viejo y nuevo. Otro de sus usos es para la unión entre concreto y metales.
Solados plásticos construidos in situ con resina epoxi de
alta resistencia al desgaste Pavimento plástico construido por resinas sintéticas polifuncionales para aparcamientos comunitarios y garajes de uso privado, o utilizado como pavimento decorativo o resina de fantasía.