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Cotello, Beatriz. “Motivos de la Antigüedad clásica en el Impresionismo musical”.

Circe, de clásicos y modernos 21/ 1 (enero-junio 2017).


DOI: http://dx.doi.org/10.19137/circe-2017-210104

Motivos de la
Antigüedad clásica en el
Impresionismo musical

Beatriz Cotello [Corresponsal de la Ópera de Viena]


[cotellobeatriz@gmail.com]

Resumen: El Impresionismo fue una tendencia que se


desarrolló en la cultura europea de fines del siglo XIX.
Breve introducción sobre el
La música no fue ajena a esa expresión cultural, con impresionismo en música
sus modos tan apropiados para manifestar lo etéreo y
evanescente. En este artículo nos detendremos en tres
urt Pahlen, el musicó-

K
exponentes del impresionismo en la música: Claude
Debussy, Eric Satie y Maurice Ravel, y en sus temas
tomados de la antigüedad clásica: El Après midi d’un logo austríaco que bus-
faune de Debussy, las Gimnopédies, Gnossiennes y el
Socrate de Satie y el ballet de Ravel sobre la leyenda de có refugio en nuestro
Daphnis y Chloe. Se ofrecerá una breve reseña sobre la
formación musical de cada uno y una descripción de las
país en los años de la
obras clave señaladas más arriba. Se destacan aquellas guerra, en su Historia de
que fueron objeto de una recepción escandalosa y luego
se volvieron clásicos del repertorio orquestal o pianístico. la Música (1998: 526),
Palabras clave: Impresionismo - Debussy - Satie -
ofrece una imagen de
Ravel gran plasticidad sobre el impresionis-
mo sonoro: “es una música recortada
Motifs of Classical Antiquity in Musical Impressionism
en pedacitos y reconstruida en suaves
Abstract: Impressionism was a tendency that devel- acordes […]”, compara esa música con
oped in the late nineteenth century European culture.
Music was no stranger to that expression, with its “[…] a luz de un faro que recorre sus
appropriate ways for conveying the ethereal and eva-
nescent. This article deals with the best known musi-
alrededores y envuelve en su resplan-
cians of impressionistic tendencies: Claude Debussy, dor cada sector, que en el momento
Erik Satie and Maurice Ravel, and their works on the
classical antiquity: The Afternoon of a Faun by Debussy, siguiente se hunde en la noche”.
Gimnopaedias, Gnossiennes and Socrate by Satie and
Ravel’s Ballet on Daphnis and Chloé legend. It consists
La música impresionista no está
on a short review of their musical education, a descrip- dirigida a despertar exaltados senti-
tion of the mentioned works, underlining those that were
initially rejected and later became classics of piano and mientos como la música del romanti-
orchestral repertory.
cismo; Debussy lo consigna en el pro-
Key words: Impressionism - Debussy - Satie - Ravel grama de mano de su Preludio a la sies-

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ta de un fauno, estrenado en 1894: “No de porcelanas. Su educación fue in-
busquen acá instrucciones para escu- fluenciada por su padrino, el ban-
char […]. Lo que quiero es despertar quero Achilles Arosa, gran amante
en ustedes estados de ánimo y que se de las artes, quien lo hizo tomar sus
entreguen a ellos. Solo el que pueda primeras lecciones de piano en unas
entregarse totalmente podrá entender vacaciones, cuando tenía seis años
esta música […]” (Pahlen, 1998: 526). de edad. El pequeño Claude Achi-
Este Preludio, con su tema inicial a car- lles –dejó caer ya adulto el segundo
go de la flauta solista, en que Debussy nombre– prosiguió su formación pia-
emplea todos los semitonos de la escala nística con Mauté de Fleurville, que
musical, denominada escala cromática había sido alumna de Chopin, quien
(por oposición a la escala diatónica, de descubrió sus excepcionales dotes de
tonos enteros), se considera la puerta ejecutante. A los once años ingresó
hacia lo que se ha denominado “mú- en el Conservatorio Nacional, donde
sica moderna”: el músico se aparta de se reveló un alumno dotado pero re-
los modos mayor y menor, heredados belde. A pesar de sus enfrentamientos
de las escalas griegas –que constituyen con los maestros, consiguió ganar el
la base sobre la que se fundamentaba premio Roma, con la cantata Le fils
hasta el momento la música occiden- prodigue. El premio Roma no era re-
tal– e introduce otras innovaciones en quisito para encarar la carrera de mú-
el ritmo y el colorido orquestal. sico, pero incluía una beca para estu-
El impresionismo musical tuvo otros diar por un año en esa ciudad.
exponentes. En Francia: Gabriel Fauré, El genio de Debussy buscó desde
Henri Duparc, Paul Dukas; en España, muy temprano su propia forma de ex-
el gran Manuel de Falla, que introdujo presarse. Fue inicialmente un gran ad-
un lenguaje moderno en la música tra- mirador de Wagner, por el cauce que
dicional española; en Italia: Ottorino había abierto con su cromatismo y el
Respigui –con sus maravillosas imá- uso impensado de los acordes, pero se
genes musicales sobre los pinos y las alejó del molde que se había estable-
fuentes de Roma–; en Rusia: Alexander cido con el predominio de la música
Scrjabin y Modest Mussorgsky, quien austro-germana en la escena cultural
llevó al pentagrama los cuadros de una europea (Haydn, Mozart, Gluck, Bee-
exposición, en homenaje a su amigo el thoven, Schumann y, sobre todo, Wag-
pintor Viktor Hartmann. ner). El ‘antiwagnerianismo’ cundía
entre los músicos de finales del siglo
Debussy y los sonidos XIX en Francia. Erik Satie, de quien
de un fauno se hablará más adelante, era ferviente
impulsor de esta tendencia y hasta lle-
laude Debussy (1862-1918) na- gó a afirmar que él lo había inclinado

C ció en Saint Germain-en-Laye,


sus padres, de condición mo-
desta, tenían un pequeño comercio
a su colega Debussy en esa dirección.
Si bien está en discusión quién influyó
sobre quién, lo cierto es que Debussy

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deseaba una expresión francesa para la du clou (Posada del clavo). También
música y para reafirmarlo firmaba sus frecuentaba las reuniones que tenían
obras como “Claude Debussy, musicien lugar en el estudio del poeta Stépha-
français”. ne Mallarmé, adscripto a la corriente
De sus obras tempranas se desta- simbolista en la literatura, quien se
can La Damoiselle élue, cantata para había retirado de la docencia y recibía
soprano, mezzo, coro y orquesta, so- a alumnos y colegas en sus Mardis de
bre un cuadro de Dante Gabriel Ros- la Rue de Rome. Sobre la égloga L’aprés
setti; La fille des cheveux de lin, sonata midi d’un faune de Stéphane Mallar-
para piano, ambas exquisitas; más mé, Debussy proyectó una obra en
tarde la suite sinfónica La Mer y el forma de tríptico que titularía Prélu-
preludio La Cathédrale engloutie, de de, interlude et paraphrase pour l’aprés
sugestivas imágenes impresionistas. midi d’un faune,  luego optó por el
La lista de sus obras, confecciona- preludio, una partitura corta, de unos
da por el musicólogo francés François diez minutos de duración. Así nació
Lesure, comporta ciento cuarenta pie- el Prélude à l’aprés-midi d’un faune,
zas, muchas para piano, para piano y una pieza fundamental en la historia
canto y también para orquesta, y para de la música porque es el preanuncio
orquesta y coro y la ópera Pélleas et Mé- de la revolución tonal del siglo XX.
lisande de características muy especia- Según el poeta Téodor de Wyseva
les. En su música vocal utilizó un tono (citado por Des Granges 1938: 813)
declamatorio cargado de sugestión en la intención de Mallarmé “cada uno
lírica. El Concise Oxford Dictionary de sus versos debía ser al mismo tiem-
of Music (Kennedy 1980: 179) acota po una imagen plástica, el enunciado
que “La denominación de ‘impresio- de un sentimiento y un símbolo filosó-
nista’ de su música, si bien correcta, ha fico […] debía ser también una melo-
tendido a oscurecer el marcado senti- día y un fragmento de la melodía total
do de la forma, implícito en todas sus del poema”. Debussy quiso aprisionar
composiciones”1 y destaca que abrió la en notas las melodías del poema del
puerta a músicos del siglo XX como fauno, Mallarmé no estaba muy con-
Bartók, Webern (especialmente), Mes- vencido pero dio su anuencia.
siaen, Strawinsky y Boulez. Al inicio del preludio debussiano
Debussy no amaba particular- se oye un solo de flauta que parece per-
mente juntarse entre colegas, prefería derse en el aire, como si se hiciera mú-
la sociedad de artistas plásticos y lite- sica el verso “ne murmure point d’eau
ratos que se reunía en los cafés de Pa- que ne verse ma flûte, au bosquet arrosé
rís, en el cabaret Le Chat Noir –don- d’accords” (“no hay murmullo de agua
de conoció a Satie– o en la Auberge que no vierta mi flauta al bosque ro-
ciado de acordes”), y se va repitiendo
1 En su habitual lenguaje cínico y corrosivo, en sinuosas variaciones y arabescos,
Debussy escribió que deseaba hacer algo di-
stinto, lo que les imbéciles llaman ‘impresio-
para luego fundirse con el son de la or-
nismo’”. Citado en Barraqué (2010: 135). questa. El sonido crece en intensidad

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hasta llegar al paroxismo, donde se estado atmosférico que le confiere al
superponen ritmos diferentes en una sonido una configuración plástica.
técnica cara al músico. Luego aparece
de nuevo el tema de la flauta, más en- El tema principal, iniciado por la
soñador que al principio, y se colorea flauta, se repite diez veces en el trans-
con el tintineo de címbalos hasta que currir del preludio, armonizado cada
se reduce al resonar de las últimas cua- vez de manera diferente y con diver-
tro notas. El autor considera este final, sos timbres, ora en el oboe, o en las
que se apaga dejando al oyente en sus- trompas con sordina con acompaña-
penso, como la prolongación del últi- miento de las cuerdas.
mo verso: “Couple, adieu; je vais voir La pieza fue estrenada en diciembre
l’ombre que tu deviens” (“Adiós, pareja, de 1894 y, contrariamente a lo que sue-
voy a ver la sombra que devienes”). le creerse, obtuvo mucho éxito. A pesar
En las innovaciones que introdujo de su reticencia inicial, Mallarmé quedó
Debussy en la estructura musical, in- entusiasmado por la interpretación que
fluyó su contacto con diferentes estilos había hecho Debussy y manifestó que la
presentados en la exposición Univer- ilustración de este último “no presenta-
sal de París de 1889, especialmente el ba disonancia con su texto, antes bien,
gamelán indonesio. Se trata de un con- iba más lejos en la nostalgia y en la luz,
junto de instrumentos de percusión con fineza, con melancolía, con riqueza”
cuyo sonido, broncíneo, fue del gusto (avec finesse, avec malaise, avec richesse)
de los oídos de Debussy, lo mismo que (Lelong-Soleil 1987: 108) y le mandó
la armonía que emplea, basada en las al músico un ejemplar de la primera
escalas pentatónicas orientales. edición de L’aprés midi d’un faune, publi-
El musicólogo Thomas Steiert cado en 1876 por la editorial Alphonse
(2011: 36) aporta una descripción muy Derenne, con ilustraciones de Édouard
acertada de la innovación de Debussy: Manet, con la siguiente dedicatoria:

En el juego diferenciado de este mun- Sylvain d‘haleine première


do oriental de sonidos, sus colores Si la flûte a réussi,
orquestales y complejos ritmos, en- Ouïs toute la lumière
cuentra Debussy los fundamentos de Qu’y soufflera Debussy.
su técnica en la composición […]. Al
suspender la tensión armónica entre Silvano, con el primer aliento
consonancia y disonancia en favor de de tu flauta,
una variación continua de la materia Oye toda la luz
musical, la música ya no busca un Que le sopla Debussy.
objetivo al que tender2, y sugiere un
Un escándalo se produjo años
2 En la música occidental tradicional, el soni- más tarde, en 1912, cuando Waslaw
do se aparta y vuelve hacia una nota que se Nijinsky creó una coreografía sobre
llama ‘tónica’ la primera de la escala diató-
la pieza, para los Ballets Russes de
nica –siete tonos entre los doce semitonos
establecidos– que el compositor elija. Djaghilev. El lenguaje coreográfico

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que empleó Nijinsky, inspirado en la manera casi diletante y se ganaba la
decoración de los vasos griegos del vida tocando el piano en el cabaret Le
museo del Louvre, con sus posiciones Chat Noir, donde trabó relación con
de perfil, le valió no pocos altercados Debussy. Bien avanzada su carrera
con sus colegas bailarinas, entrena- –ya tenía casi cuarenta años– sintió
das en la técnica clásica rusa. Recor- que le faltaba un soporte para dar
demos que en el siglo XIX el fauno mejor forma a su imaginación musi-
era un prototipo de la carnalidad y cal y se enroló en la Schola Cantorum
el deseo sexual en la literatura y las de d’Indy, un músico conservador, a
artes plásticas: la escena final, donde fin de aprender a componer música
el fauno realiza movimientos espas- según las reglas del arte. En esta es-
módicos como de orgasmo solitario, cuela se aficionó al canto gregoriano
resultó chocante para el público, que y la polifonía medieval, sin perder, su
se manifestó ruidosamente. El diario insólita vena primitiva.
francés Le Figaro repudió el impúdi- Satie no se encuadra exactamente
co espectáculo, Djaghilev le contestó en el impresionismo, aunque el clima
con una carta elogiosa que había en- de lo pasajero y flotante está presen-
viado Rodin y para refrendar su opi- te en su música. Más bien se lo con-
nión positiva, el escultor puso manos sidera un predecesor o ‘profeta’ del
a la obra para confeccionar la estatua movimiento. Más adelante fue una
de Nijinsky. referencia para el ‘grupo de los seis’
(Tailleferre, Millhaud, Poulenc, Hone-
Satie y sus composiciones gger, Durey, Auric), orientados hacia
‘antirrománticas’ el expresionismo y tuvo relación con
el dadaísmo, una tendencia que cua-
rik Satie (1866-1925) fue un draba muy bien con sus características

E personaje excéntrico. Su madre


murió cuando él era niño y fue
criado por sus abuelos. El padre era
personales3. En 1898 se mudó a la lo-
calidad de Arcueil, cerca de París, en
su departamento se reunieron músicos
agente marítimo; cuando se retiró, contestatarios y tres de ellos (Milhaud,
fundó una editorial de música que se- Sauguet y Désormiére) se autodeno-
ría muy útil para Erik cuando empezó minaban “la escuela de Arcueil”.
a componer. La formación musical de Pahlen (1998: 526) definió su
Satie fue precaria: un tío excéntrico música como antirromántica por an-
–quizá su modelo de identificación– tonomasia: “carente de emoción, re-
le enseñó a tocar el órgano cuando ducida estilísticamente, tan lejos del
era niño. En la adolescencia pasó tres
años en el Conservatorio, donde fue 3 Georges Auric describe la música de Satie
aún más rebelde que Debussy, nunca en bellas palabras: “esas melodías sosega-
ganó un premio, no por falta de dotes das, esas pulsaciones discretas, esas gamas
abiertas como un abanico, esas cuartas fu-
sino porque no se dedicaba bastante gitivas y aéreas [...]”. Citado por Anne Rey
al estudio. Empezó a componer de (1974: 134).

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romanticismo como del verismo y el la música griega antigua” (Tranche-
impresionismo, sobria, clara como fort 1987: 629).
cristal, comprensible”. Sus páginas Los tempi que marca Satie para las
tienen mucho de satírico y efectos gimnopedias son, respectivamente:
graciosos, que se revelan en los títulos Lent et douloureux, Lent et triste, Lent
que les daba: el más citado es el de los et grave. Esa gravedad y tristeza po-
Morceaux en forme de poire (piezas en dría hacer alusión a los ritos fúnebres
forma de pera), y hasta en las obras que se realizaban en las gimnopedias
más serias hay un guiño irónico. Sa- de Esparta en honor los caídos en la
tie consideraba muchas de sus piezas guerra. Cabe agregar que sus indica-
‘musique d’ammeublement’, no debía ciones de tempo y sugerencias para la
ser escuchada activamente sino ofi- interpretación, distaban mucho de ser
ciar como ‘de mobiliario’4. las usuales en italiano: allegro, presto,
Sus Gimnopédies y Gnossiennes adagio, etc.
son propias de la fase –temprana– en Debussy orquestó las gimnope-
que él se definía como ‘de profesión dias números 1 y 3 en 1897. La orna-
gimnopedista’5. Las gimnopedias, mentación de colorido instrumental,
en número de tres, fueron editadas es muy lograda pero la música deja
en 1888. Los festivales de danza y de ser ‘desnuda’, como la llamaba
ejercicios militares que llevaban ese Cocteau, y se aleja de su (supuesto)
nombre en la Grecia de la antigüedad modelo espartano. Las divergencias
formaban parte de la educación de en lo estilístico entre Satie y Debussy,
los jóvenes espartanos. Autoconside- entre otros factores, dieron lugar a su
rarse un ‘gimnopedista’ fue una de las distanciamiento posterior, pero tanto
tantas extravagancias de Satie, ya que un estilo como el otro son ejemplos
no hubiera soportado la disciplina, de hermosa música que merece escu-
pero su modo de vida era espartano charse.
por necesidad, dado que ganaba muy En cuanto a las Gnossiennes, que
poco con su trabajo y con su música y compone dos años más tarde, son
se negaba a pedir ayuda a sus amigos, puro invento. Salazar (1964: 34),
que no eran pocos. “En estas tres pie- en su sucinta historia de la danza y el
zas, de una escritura suave y concisa, ballet, menciona, sin embargo, en re-
parece haberse querido adentrar en lación con ellos, frescos del palacio de
Knosos “que muestran las fiestas o de-
portes, en las cuales, jóvenes varones
4 En 1992, se realizó en Viena un Festival,
‘Satie y los seis’: una de las manifesta-
o doncellas se enfrentaban con toros
ciones consistió en ofrecer esa Musique de cuernos gigantescos en los que se
d’ammeublement en un tranvía que daba apoyaban para dar un gran salto por
toda la vuelta a la Ringstrasse. encima del animal”. La música de las
5 Satie se inició como compositor con una Gnossiennes no evoca en absoluto tal
pieza de carácter religioso llamada Ogives y
con música para los ritos de los Rosacruces,
deporte, antes bien tiene un carácter
de los que era adepto. como de acompañamiento a correteos

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y saltos jubilosos sobre un fondo osti- dad: Maurice Sachs (citado por Anne
nato de notas bajas. En las Gnossiennes, Rey 1974: 177) trazó un paralelo en-
Satie da rienda suelta a su imaginación tre el filósofo y el músico: “Satie tenía,
para las sugerencias al intérprete: “con como Sócrates, un físico poco agra-
sorpresa”, “con una gran bondad”, “más ciado, también, como él, una aparien-
íntimamente”, “sin orgullo”, “del fondo cia cualquiera, pero también como él,
del pensamiento”, “muy brilloso”, “paso una grave inteligencia, un reino inte-
a paso”, “aconséjese cuidadosamen- rior y ese sentido de lo divino que está
te”, “de manera de obtener un hueco”, en el fondo de algunas almas”.
“muy perdido” y otras. Dos años le llevó a Satie el estu-
Poco después de sus Gimnopédies dio de los textos de Platón, según
y Gnossiennes, en 1891 compuso Trois una traducción de Vincent Cousin,
préludes sur Le fils des étoiles sobre un que en su momento se consideraba
texto del poeta Joseph Péladan, que, anticuada, pero a él le parecía mejor,
incidentalmente, era el gran maestre precisamente por su lenguaje fuera de
de los Rosacruces. A esta obra, que moda. Seleccionó algunos textos y los
Satie denomina “wagnería caldea”, se organizó en tres partes:
le asigna cierta importancia porque
se ve en ella una fuente de inspiración 1. Retrato de Sócrates
para el Pélleas et Mélisande de Debus- Largo monólogo de Alcibíades y
sy, que, mal que le pesara, tiene remi- corta respuesta de Sócrates
niscencias wagnerianas. Además de Textos del Banquete
la música para ritos rosacruces, com-
puso una Messe des pauvres (1920) 2. En la ribera del Ilissus
dedicada a la Virgen María. Diálogo entre Fedro y Sócrates.
Su obra más significativa se deno- Textos de Fedro
minó Socrate. En este drama cantado Sócrates tiene calor y refresca sus
–se lo considera una ‘sinfonía lírica’–, pies en el arroyo, sentado debajo de
Satie deja de lado su humor y sus for- un plátano, mientras ambos discu-
mas de pera; antes bien, se toma muy rren sobre Boreas y Oreythia.
en serio este encargo que le había
hecho la Princesse de Polignac6, para 3. Muerte de Sócrates
componer la pieza, que sería cantada Textos de Fedón
por voces femeninas. El triste desarrollo de la ejecución
Motivos había para que se sintiera de la condena.
identificado con Sócrates, además de
su modo de vida austero por necesi- La música de toda la pieza delinea
de cerca el sonido de las palabras, en
6 La princesse era una rica americana, hija de estilo recitativo, sin acentos melódi-
Singer, el fabricante de máquinas de coser. cos que sugieran emociones. Utiliza
En su salón se reunía ‘le tout’ de la avant-
garde de ese momento y ella dispensaba sus
una línea musical análoga al canto
encargos y favores. gregoriano, en la que se reconoce la

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influencia de sus estudios en la Schola El escándalo del ballet Parade,
Cantorum. que comprometió a Satie, sucedió en
El acompañamiento –de orquesta 1917. El episodio de las risas en Socra-
de cámara y también en versión para te no pasaba de ser una escaramuza,
piano– es otro de los ejemplos de su con Parade se produjo un escándalo
musique d’ammeublement: resuena real y concreto. A Parade, sus autores
por detrás de las palabras sin interfe- –se trató de un trabajo en equipo– lo
rir con ellas, el drama se expresa en denominaron “ballet réaliste”. El equi-
esa línea musical de ritmos repetiti- po estaba formado por notables del
vos simples, cadencias paralelas y lar- ambiente avantgardiste del momento:
gos ostinatos, sin “fáciles exterioriza- Cocteau concibió la idea y esbozó el
ciones polifónicas”, como comenta un libreto que le ofreció a Djaghilev para
crítico de la época (Rey 1974: 110). sus Ballets Russes, Léonide Massine
Satie concibió a Socrate para creó la coreografía, en su carácter de
ser cantado por tres sopranos y una coreógrafo oficial de la compañía de
mezzo –la princesa prefería a las mu- danza y Picasso se hizo cargo de la es-
jeres– una cantante para cada perso- cenografía y pintó un telón (figurati-
naje, aunque la interpretación podría vo pero irreal) donde se mezclaban la
estar a cargo de una sola soprano o, fantasía de un caballo y una bailarina
eventualmente, un tenor. Ideó tam- alados y la realidad de un perro dor-
bién esbozos de escenografía, que no mido, entre otras representaciones
llegaron a realizarse. En 1918, Satie pictóricas. También diseñó el vestua-
hizo oír la versión para piano en el rio y los decorados, en estilo cubista.
salón de la princesse, con la interpre- El experimento mostraba un grupo
tación vocal de Jane Bathory. A pesar de artistas que trataban de atraer pú-
de la sobriedad musical, un asistente blico hacia su puesto en un parque de
a la presentación de cámara comen- atracciones. Los directores llamaban a
tó que había lágrimas en los ojos de la gente con sus megáfonos, mientras
los oyentes en la parte de la muerte un mago chino y un par de acróba-
de Sócrates. La partitura de piano fue tas mostraban sus habilidades. Había
editada en 1919 y la presentación pú- también una turista norteamericana
blica tuvo lugar al año siguiente (el que tomaba fotografías y un caballo
7 de junio), en versión orquestal. La danzante formado por dos bailarines.
obra no les hizo escapar lágrimas a los La música, lineal y homogénea, como
espectadores del estreno, por el con- era el estilo del compositor, estaba a
trario, lo tomaron como otra de las cargo de un grupo de metales, conte-
farsas de “este Satie”, acostumbrados nía elementos del Rag-time e incluía
a su música del Chat Noir y su humor una serie de ruidos como: máquina
siempre presto a surgir. Se rieron y lo de escribir, timbre eléctrico, bocina de
tomaron como una bufonada, cuan- automóvil, sirenas, ruleta de la lotería
do la intención del músico había sido y tintineo de botellas de leche. La obra
precisamente lo contrario. fue estrenada el 18 de mayo de 1917

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en el teatro du Chatelet en París, bajo veinte obras y estaba muy cerca de la
la dirección de Ernest Ansermet. El edad límite (en 1900). Esta primera
público no pudo deglutir esa bizarre- vez no resultó, así que intentó nueva-
rie y despotricó en la sala –no olvidar mente hasta cinco veces, en la última
que el cubismo estaba en sus inicios (1905) también fue rechazado y se
y se consideraba horrible y subver- armó tal alboroto, con artículos en su
sivo– y los críticos despotricaron en favor en la prensa, que el director del
diferentes diarios y revistas. Conservatorio tuvo que renunciar.
Satie, airado, envió a uno de ellos Sus obras no llegaron a porporcionar-
una carta tan malevolente que el le el codiciado trofeo, pero el juicio
destinatario le hizo juicio. El músi- de la posteridad no fue favorable para
co tuvo que pagar una multa y pasó los rivales de Ravel que lo obtuvieron:
una semana en prisión. Pero tuvo sus aparte de Debussy, no hay otros ven-
defensores: el poeta Ghillaume Apo- cedores del Premio Roma que hayan
llinaire opinó que esa modesta “joya dejado una huella perdurable en la
de boulevard”, constituía el “punto historia de la música francesa.
de partida de un espíritu nuevo” (ci- Sobre su música consigna Pahlen
tado por Rey 1974: 105) y el movi- (1998: 526) que: “empezó siendo im-
miento dadá y el futurismo se pro- presionista, atravesó el post-roman-
nunciaron en su favor y lo adoptaron ticismo y terminó en una especie de
como ídolo. neoclasicismo”. Opina también que la
música de Ravel está movida por la
Ravel y su pareja de pastores alegría y el sentimiento, como “si un
viento ligero disipara los velos y ne-
aurice Ravel (1875-1937) nació blinas que a veces descienden sobre

M en la localidad de Ciboure, en
la frontera de Francia y el país
vasco. Su madre era vasca y su padre
la música de Debussy”. Si bien en su
estructura musical no se aparta del
modelo clásico, sus armonías no con-
suizo-francés, ingeniero e inventor. vencionales sucitaban el desagrado de
Su madre le infundió el amor por la los conservadores (alineados detrás
música española con canciones que le de d’Indy). No faltó el escándalo en
cantaba de niño. A los siete años ya su trayectoria. Además del referido al
tocaba el piano y a los catorce ingresó Premio Roma y a los ‘debussystas’ que
en el Conservatorio. Así como su co- lo acusaban de plagio y muchas veces
lega Debussy, su imaginación musical se manifestaban ruidosamente en sus
no soportaba el corsé de las reglas conciertos, el máximo se alcanzó en
armónicas establecidas y entraba en el estreno de sus Histoires naturelles,
contradicción con sus maestros, aun- cinco canciones sobre poemas de Ju-
que respetaba mucho a uno de ellos, les Renard, que se consideran su pieza
Gabriel Fauré, cuya influencia reco- más innovadora. Esa vez, el escarnio
noce. Se presentó al Premio Roma estuvo a cargo de los seguidores de
cuando ya había compuesto unas d’Indy. Como consecuencia de este

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episodio y de las furiosas e insultantes fnis es pretendido por Lycenion, una
críticas que aparecieron en la prensa, mujer de experiencia de la ciudad ve-
Ravel se separó de la Societé Nationa- cina, quien será quien lo adiestre en
le de Musique y fundó una sociedad las lides del amor. La isla es invadida
musical independiente. por los piratas que se llevan a Cloé,
El interés de Ravel por la cultura la manipulan y maltratan. Ella supli-
de la Grecia antigua se corresponde ca compasión en una conmovedora
con el de la época. La historia de la danza, los captores empiezan a asus-
pareja de pastores, Dafnis y Cloé, que tarse por extraños fenómenos que
se aman sin saberlo y sin saber lo que sobrevienen en el aire: es Pan que vie-
es el amor también llamó la atención ne al rescate de Cloé. La última parte
de otros artistas: Debussy proyectó comprende un ‘amanecer’ de música
una ópera –que no se concretó– con de suaves matices: sobre un fondo de
ese tema, junto con su amigo el escri- sonidos como de cascada, suenan me-
tor Pierre Louys quien escribiría el lodías líricas de las cuerdas y acom-
libreto. El tema fue del gusto de Mi- paña el coro, que no canta un texto
chael Fokine, bailarín y coreógrafo de sino entona una vocal o un sonido
los Ballets Russes, quien compuso un a boca cerrada. A intervalos pasa la
libreto de ballet y el director Djaghi- flauta de Pan. Dafnis y Cloé bailan su
lev le encomendó la música a Ravel. reencuentro y el apogeo de su amor,
La composición de la obra le llevó a junto con sus amigos. La obra finaliza
Ravel tres años, de 1909 a 1912, para con una jubilosa danza general. En el
gran desesperación de Djaghilev estreno (8 de junio de 1912) intervi-
quien ansiaba estrenar la pieza, y su nieron Nijinsky y Tamara Karsavina
enojo no conoció límite sobre todo como pareja protagónica.
cuando Ravel estrenó, en 1911, una La producción de este ballet no
suite orquestal. estuvo exenta de inconvenientes,
Dafnis y Cloé es la pieza más larga ya que Fokine no hablaba francés y
que Ravel haya escrito, de una dura- Ravel, según su propia declaración
ción de casi una hora. “lo único que sabía de ruso era mal-
En el libreto, Fokine sintetiza la decir” (Stegemann 2013: 77). De-
novela pastoral escrita por el retórico bían entenderse con la ayuda de un
Longo –de cuya vida poco se sabe–, en intérprete y la comunicación no era
diez escenas divididas en tres partes, fluida. No tenían la misma concep-
que se ofrecen sin interrupción. En la ción sobre la Grecia antigua: Fokine
escena inicial, pastores y pastoras lle- hubiera querido una música más ar-
van ofrendas a las ninfas que habitan caizante, Ravel pretendía representar
en una gruta, luego aparecen Dafnis y un fresco de la Grecia de sus sueños,
Cloé, quienes están enamorados pero “aquella que pintaban los artistas
no saben muy bien qué hacer. Cloé es plásticos del siglo XVIII” (Stege-
perseguida por el boyero Dorcos, un mann 2013: 77). La pieza se estrenó
mozo de maneras torpes y toscas, Da- en el teatro Châtelet, donde usual-

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mente se hacían las funciones de los fue encargada por Ida Rubinstein, di-
Ballets Russes, y tuvo una acogida rectora de una compañía de danza de
mediocre. El escándalo de la siesta la cual era bailarina solista. La coreo-
del Fauno, que se produjo unos días grafía original, de Bronislawa Nijins-
después, contribuyó a relegarla aún ka, maître de ballet, se basaba en se-
más. Hoy en día se aprecia la belleza guir el ritmo y la creciente energía de
de la música en su justo valor: armo- la música. La bailarina (Rubinstein)
nías sugestivas para los protagonis- bailaba en el centro de una mesa y un
tas y vivas resonancias rítmicas en corro de hombres, marcaba el ritmo
los números de conjunto. Las suites a su alrededor hasta que en el apogeo
sinfónicas están presentes en las sa- final la alzaban entre todos. El estreno
las de concierto y el ballet es objeto tuvo lugar en la Ópera de París el 22
de nuevas coreografías. de noviembre de 1928. Dice Pahlen
El Bolero: es insoslayable men- (1998: 531) que “No es descamina-
cionar cuando nos referimos a Ravel, do atribuirle a esa música un efecto
dado que es una pieza conocida por hipnótico, un fenómeno de épocas
todos los públicos y quizá la más co- primitivas cuando la danza y la magia
nocida de la música occidental. Esta estaban unidas” y agrega que “condu-
composición revela la inclinación del ce al oyente a un estado de trance”. O
músico por los motivos danzables y de desvarío: el día del estreno, al cul-
por la música española, que le hizo minar la obra, una señora del público
conocer su madre. Cabe agregar que se levantó de su asiento a los gritos de
la música de España tuvo un renacer a ‘Socorro, un loco, un loco!!!!’, a lo cual
fines del siglo XIX y principios del XX, Ravel se dirigió a su vecino y le su-
con ejemplos como Albéniz, Granada, surró: “esta sí entendió” (Stegemann
Turina y Manuel de Falla (otro impre- 2013: 119). La afición de Ravel por los
sionista). La música española tiene temas españoles se manifiesta tam-
características bien marcadas que han bién en su ópera L’Heure Espagnole
inspirado a músicos franceses como (1909), su Rapsodie espagnole (1907)
Bizet y Lalo y otros músicos diversos. y La Alborada del gracioso que lleva
El Bolero es una pieza basada en su título en español.
un solo tema musical que se repite Muy conocida en los auditorios
reiteradamente, con un ritmo cons- de concierto es también La Valse, de
tante y ostinato marcado por el redo- 1920. Estrenada en París, pero dedi-
ble de un tambor solista. La variedad cada a Viena, donde Ravel la ofreció
se encuentra en el progresivo cres- en versión de dos pianos, junto con su
cendo de la orquesta, cuyos sonidos amigo Alfredo Casella. Carl Schor-
se van coloreando a medida que in- ske, importante historiador de la
tervienen diferentes instrumentos de cultura, considera a esta pieza como
viento, hasta el paroxismo final de un una parábola de la crisis de identidad
tutti, que termina disolviéndose en de Europa después de la gran guerra
una corta cascada de trinos. La obra 1914-1918: “la música pasa del ritmo

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festivo del vals a un ritmo compulsi- conocen las influencias que tuvieron
vo que luego se vuelve frenético, la ar- uno con el otro. Puesto que es Debussy
monía se transforma en cacofonía, y el mayor de los tres, es natural que in-
sus elementos cobran un movimiento dicara el camino, los otros no tardaron
excéntrico, hasta que el vals choca en en adquirir vuelo propio. Se considera
un cataclismo de sonido” (1981: 3). que Satie fue el primero a sustraerse
Merecen mencionarse también de su influencia. La de Debussy so-
la “Pavana para una infanta difunta” bre Ravel fue advertida por un crítico
–encargo de la princesse de Polig- (adverso) en la suite Shéhérazade de
nac– una exquisita pieza para pia- este último, con el comentario de que
no, y sus dos hermosos conciertos sería bueno que Ravel no imitara a su
para ese instrumento, que fue com- contemporáneo sino se fijara más en el
poniendo en forma paralela (1928), modelo de Beethoven. (Stegemann
uno de ellos para la mano izquierda, 2013: 25). Hay que agregar que, pos-
comisionado por el pianista Paul teriormente, Ravel se desentendió de
Wittgenstein –hermano del filósofo– Shéhérazade por considerarla un ensa-
quien había perdido en la guerra su yo desacertado.
brazo derecho. Stegemann (2013: 50) traza los
Ravel había tenido problemas de siguientes paralelos entre Debussy y
insomnio y jaqueca toda la vida, en Ravel: ambos tomaron de modelo a
sus últimos años padeció una afasia clavecinistas franceses –Ravel dedi-
que no sólo le impedía la expresión ca una serie de danzas a la tumba de
verbal sino también, colmo del sufri- Couperin–, ambos declararon que la
miento para un compositor, sentía su ‘claridad’ era el máximo principio de
cabeza llena de música pero no la po- su estética, y ambos estaban fascina-
día llevar al pentagrama, ni tocar, ni dos por la música extra-europea y la
entonar. Murió luego de una opera- española. Stegemann también pre-
ción de cerebro que se intentó como senta una cronología de creaciones de
recurso extremo para liberarlo de su ambos músicos donde se manifiestan
mal (1937). En su entierro se tocó, a superposiciones y paralelos, que en su
su pedido, el preludio del fauno de momento dieron lugar a controversias
Debussy que él consideraba una pieza entre los críticos de música y el público
perfecta. de ‘debussistas’ versus ‘ravelistas’ que
intercambiaban acusaciones de pla-
Relaciones entre los tres gio para un lado o para el otro. De la
músicos muestra presentada se revelan influen-
cias mutuas demostrables o posibles
xisten entre Debussy, Satie y Ra- entre los dos músicos, y paralelismos

E vel vasos comunicantes y relacio-


nes personales, pues pertenecen
a ese rico y movido ambiente cultural
debidos al azar (léase que ambos par-
tían de los principios comunes antes
apuntados y que compartían el mundo
de la belle époque y en sus obras se re- intelectual de la época).

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La relación Debussy-Satie, fue cuanto algún otro músico se encami-
más complicada. Anne Rey (1974: naba por un camino por él trazado, sin
153) cita a Pierre Louys quien afirma: titubear cambiaba de rumbo e iniciaba
“Los unía una amistad rabiosa y sin un nuevo experimento, y de esta ma-
embargo indisoluble […] Se podría nera fue el iniciador de innumerables
ver en ellos a dos hermanos, ubica- tendencias y progresos” (Stegemann
dos, por los acontecimientos de su 2013: 25-26). Satie, que era unos años
respectivas existencias, en condicio- mayor, habla encomiosamente de los
nes bien distintas: uno rico, el otro progresos de Ravel y de la influencia
pobre, el primero, acogedor pero bien que él había tenido en la obra de su
consciente de su superioridad, el se- colega en su correspondenia con su
gundo, infeliz bajo una máscara de hermano. Satie le dedicó sus Saraban-
farsa […] siempre en plan de guerra des a Ravel y éste sus Trois poêmes de
uno contra el otro, sin poder dejar de Stéphan Mallarmé. También orquestó
amarse tiernamente”. La orquestación los Préludes du Fils des étoiles de Satie.
realizada por Debussy de las Gimno- Los músicos presentados en este ar-
pédies fue una muestra de apreciación tículo constituyen tres personalidades
de la obra de Satie, aunque también diferentes: Debussy es el señor un poco
podía interpretarse como una dádiva desarreglado, Satie es el estrafalario
del más exitoso. En 1900 pasaron am- personaje de jaquet y sombrero hon-
bos por una etapa de baja creación, go y Ravel, el dandy siempre atildado.
Satie estaba descorazonado porque Tres maneras de pensar y tres maneras
no conseguía componer nada signi- de vivir, pero por encima de sus dife-
ficativo, Debussy estaba en un com- rencias los unía el objetivo común de
pás de espera después de su Pelléas et expresarse de manera diferente a los cá-
Melisande. A partir de ese momento nones establecidos y generar una nueva
comienza el éxito de Debussy, pero tendencia para la música francesa. De-
Satie tiene que esperar todavía varios bussy componía según los dictados de
años para que sus obras sean celebra- son plaisir, que no quería decir sin ton
das por el público y la prensa. ni son sino de acuerdo con estructuras
En cambio, la amistad e influencia propias. Satie se veía precisado a encua-
mutua entre Satie y Ravel fue armónica drar sus piezas en un marco formal les
y permanente. Ravel estaba fascinado daba ‘forma de pera’ y Ravel se autoti-
por el estilo ‘neo greco’ o ‘neogótico’ tulaba un anarquista, aunque fue el que
que había ideado Satie, que se apartaba más se atuvo a las formas clásicas. De-
del ‘wagnerismo’ y de su cromatismo jaron un legado imprescindible para la
exuberante y acordes recargados y esti- música de Francia y para la historia de
maba que su colega “era un innovador la música de occidente.
y un pionero”. En una conferencia que
pronunció en Houston (1928) dijo de
Satie que “Poseía una viva inteligencia,
y era un gran experimentador […] En

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Bibliografía

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Recibido: 14-05-2017
Exceptuado de evaluación externa

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