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Campesinos de Tierra y Agua - Magdalena PDF
Campesinos de Tierra y Agua - Magdalena PDF
de tierr a y agua
Campesinado en el Magdalena
CAMPESINADO
EN EL MAGDALENA
Proyecto
Aportes para la construcción de una metodología para la caracterización del sujeto
y el daño colectivo con campesinas y campesinos en la región Caribe, desde la perspectiva
de memoria histórica 1960 – 2015.
El trabajo de investigación en la fase de campo desarrollada a lo largo del año 2014 fue posible
gracias al apoyo de la Cooperación Alemana a través del KFW (Banco Alemán de Desarrollo) en el
marco de la primera fase del crédito programático de “Apoyo a la Construcción de Paz en Colombia”,
acordado entre los Gobiernos de Alemania y Colombia. Los contenidos son responsabilidad de sus
autores y no necesariamente reflejan la opinión de estas entidades / instituciones.
Campesinos de tierra y agua:
memorias sobre sujeto ColeCtivo, trayeCtoria organizativa, daño y expeCtativas de reparaCión
ColeCtiva en la región Caribe 1960-2015
Campesinado en el magdalena
Coordinación editorial:
Tatiana Peláez Acevedo
Diseño y diagramación:
Leidy Sánchez Jiménez
Ilustración guardas:
Juan Sebastián Sanabria
Fotografías:
Portada: © Edelmira Pérez. Archivo de Derechos Humanos Centro Nacional de Memoria
Histórica, (Bogotá). Delegación ANUC Magdalena en el III Congreso Nacional Campesino. Plaza
de Bolívar, Bogotá (1972).
Internas: © Kalia María Ronderos, Abel Moreno Morelo, Gabriela Stephanie Pérez Cardozo, Nury
Jatsu Martínez Novoa, John Jairo Rincón García, Pablo Nicolás Burgos y archivo personal familia Ruiz.
Georreferenciación:
Julio E. Cortés
Impresión:
Imprenta Nacional de Colombia
Cómo citar:
Centro Nacional de Memoria Histórica (2017), Campesinos de tierra y agua: memorias sobre sujeto
colectivo, trayectoria organizativa, daño y expectativas de reparación colectiva en la región Caribe 1960-
2015. Campesinado en el Magdalena, CNMH, Bogotá.
Este informe es de carácter público. Puede ser reproducido, copiado, distribuido y divulgado
siempre y cuando no se altere su contenido, se cite la fuente y/o en cualquier caso, se disponga
la autorización del Centro Nacional de Memoria Histórica como titular de los derechos morales y
patrimoniales de esta publicación.
Centro Nacional de Memoria Histórica
Incluye bibliografía.
305.5633 cd 21 ed.
A1577460
1. Introducción .................................................................................... 9
7
4. La violencia nos dejó consecuencias a nuestras
comunidades y organizaciones ..................................................87
9
Campesinos de tierra y agua - Campesinado en el Magdalena
10
Introducción
be
ari
rC !
5 Santa Marta
Ma
RÍO PIEDRAS
RÍO DON DIEGUITO
RÍO GUACHACA RÍO DON DIEGO RÍO ANCHO
RÍO LUCUICI
RÍO ARACATACA
RÍO GUATAPURÍ
CESAR
Chibolo Sabanas de
San Angel
RÍO MAGDALENA
BOLÍVAR
Ariguaní
Plato
RÍO CESAR
Nueva
Granada
RÍO CANOAS
RÍO TUCUY
Convenciones
Focalización del proyecto
!
5 Capital de departamento RÍO CHICAGUA Procesado por:
5.571 msnm Centro Nacional de
Memoria Histórica -CNMH
RÍO SAN JORGE
165 msnm Georreferenciación:
Julio E. Cortés.
Límites departamentales Feb-2017
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Campesinos de tierra y agua - Campesinado en el Magdalena
ACTO EN MEMORIA DE LAS VÍCTIMAS DE DESPLAZAMIENTO FORZADO Y OTRAS VIOLACIONES A LOS DERECHOS HUMANOS. LOS
HABITANTES CONMEMORAN LOS HECHOS SUCEDIDOS EL 15 AGOSTO DE 1997. VEREDA LA PALIZUA, MUNICIPIO DE PLATO, MAGDA-
LENA. 2015. FOTOGRAFÍA: ABEL MORENO MORELO.
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2
EL ANDAR DE LA
ORGANIZACIÓN
CAMPESINA EN
EL CENTRO DEL
DEPARTAMENTO
DEL MAGDALENA
Entre 1941 y 1950 fue construyéndose la carretera que comunica El Difícil con
el municipio de Plato, surgiendo posteriormente el corregimiento de la Gloria
justo en el lugar donde se había ido formando una estación en la que las gentes
esperaban los vehículos para desplazarse hasta Plato. En este lugar se organizaría
luego la compra de tabaco negro, principalmente del producido en el Silencio y
San Lucas (Ruiz, E. (s.f.) Manuscrito sin título, en Archivo de Derechos Humanos
del Centro Nacional de Memoria Histórica). A la par de la construcción de una
precaria infraestructura vial, los campesinos sin mayor grado de organización po-
lítica, pero sí comunitaria, promovían la colonización y la ocupación de tierras.
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Campesinos de tierra y agua - Campesinado en el Magdalena
1 La Ley 135 de 1961 o llamada Ley de Reforma Social Agraria fue expedida por el gobierno de Al-
berto Lleras Camargo, con el propósito de afectar la concentración de la propiedad contribuyendo
a enfrentar la injusticia social y los desequilibrios económicos, fomentando a la vez la adecuada
explotación de la propiedad. Se proponía evitar el fraccionamiento antieconómico de la propiedad
y dotar de tierras a quien careciera de ella. También promover la función social de la propiedad y
de cierta forma enfrentar la violencia en las zonas rurales del país. Para ello, promovió la creación
de institucionalidad agraria, destacándose en Incora como una de las principales entidades, así
como un cuerpo jurídico de normas para la implementación de la ley. Sin embargo, a finales de
la década del sesenta, impulsados por la inoperancia de la ley y de la reforma agraria, los cam-
pesinos continuaron organizándose en Comités Campesinos para ocupar tierras a través de vías
de hecho. Luego de creada la ANUC en el año 1971 ante la inoperancia de la ley y de la política
de reforma agraria, promovieron la recuperación masiva de tierras en todo el país. Aún se sigue
esperando la reforma agraria.
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El andar de la organización campesina en el centro del departamento del Magdalena
presos, les quemaban las casas y les cortaban los cultivos; cuando empezaron
a escuchar que el Estado estaba pidiendo que se reglamentaran las adjudicacio-
nes o títulos de propiedad”.
Como propietarios de las tierras adecuadas y colonizadas por las personas
campesinas se encontraban extranjeros, y a finales de los años cincuenta y co-
mienzos del sesenta entre los que se reclamaban dueños de las tierras ocio-
sas se encontraba el señor Horacio Saumet. Él no pagaba impuestos por sus
supuestas propiedades. En el municipio de Granada destacaban los predios
Concordia, Soliman, Salsita, Planada y Puerto Colombia, los cuales tenían entre
3.700 y 3.800 hectáreas.
“En ese tiempo, entre 1968 y 1974 éramos expropiados por los terratenientes
e ignorados por el gobierno en la[s] vereda[s] El Macondal, San Pedro, El Playón,
Corozal. El sector de Alejandría cuando las tierras eran de la compañía CHELL
[Shell] y los campesinos las tomaron (…) los terratenientes mandaban a las au-
toridades a desalojar el predio (…) En el Caramelo, Víctor Aguilar; en Zorrilla,
Jorge Urquijo; [en] el Macondal y [en] San Pedro, Salvador Rada; por Alejandría
los atropellaba el superintendente Suárez que comandaba en su momento”.
Estas situaciones vividas dejaban indudables huellas: “(…) Atropellos,
maltratos y desgaste físico, desgaste económico, falta de educación. Pérdida
de cosecha, pérdida de casas, animales. Quedaban totalmente desorienta-
dos”. A esto se sumaba el “(…) nerviosismo, [los] temores, [y las] necesidades
(…)”. Las consecuencias se expresaron con el tiempo en “(…) traumas psico-
lógicos. Los jóvenes se iban de la casa asustad[os]; [las mujeres quedaban]
viudas y desamparadas, sin oportunidades de estudiar, de trabajo. No había
forma de salir adelante”.
Algunos de los comités campesinos que promovieron la colonización de
tierras estaban localizados en las veredas El Carmelo, La Elvira, La Argelia, El
Paraíso, El Toro, Zorrilla y San Pedro, entre los municipios de Ariguaní y Plato.
En esta zona se fundó El Pueblito a partir de la finca La Gaviota y del trabajo de
Sinforiano Restrepo.
Se comunicaban entre sí “(…) por medio del sonido de un cacho que, al
escucharlo, todos se reunían en su sitio de reunión. No tenían ni afiliados,
ni asociados, solo grupos que se reunían. Sus relaciones eran entre sí por-
que no había organizaciones (…). Se reunían como grupos de personas”. En
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Campesinos de tierra y agua - Campesinado en el Magdalena
2 Antiguo corregimiento del municipio de Plato, separado de esta jurisdicción en el año 2000,
mediante ordenanza Nº 004 del 23 de julio.
3 Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario, fundado en la década del sesenta en Colombia.
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El andar de la organización campesina en el centro del departamento del Magdalena
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Campesinos de tierra y agua - Campesinado en el Magdalena
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El andar de la organización campesina en el centro del departamento del Magdalena
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Campesinos de tierra y agua - Campesinado en el Magdalena
4 Hace referencia al señor Estéban Ruiz Suárez, presidente de la ANUC municipal de Plato y de
la ANUC departamental del Magdalena, entre el año 2000 y 2009.
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El andar de la organización campesina en el centro del departamento del Magdalena
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Campesinos de tierra y agua - Campesinado en el Magdalena
“En el 1960 – 1970 se dieron dos pasos muy importantes la creación del
mobimiento campesino de todo el país como fue el primer encuentro en la
antigua feria de Plato donde se concentraron 1000 campesinos del centro del
magdalena el municipio de plato, chivolo, ariguani, tenerife, santana, bosconia,
y delegados de todo el país como fue el dirigente Calixto Caballero y del centro
de todos los municipios del país quienes se dieron una tarea o descubrir el
malestar que tenían los municipios de todo el País, en especial Plato, que es
mas grande de latifundio del departamento del magdalena y de ahí en adelante
cucuta hacia alla se desplasaron para ser un congreso que sus conclusiones
hacer el mandato campesino para restar y sacar la comicion para discutir la ley
“5” que creo el gobierno para la reforma agraria cria la ANUC y ella embestiga
todo los 40 propietarios del Valle de ariguani.
Y hoy encontramos en esos latifundios 4.420 familias que es donde los mu-
nicipios de todo el país principian a recaudar impuestos para el tesoro muni-
cipal y si hacemos un recuento de las propiedades incultas del municipio o de
los municipios que aquí mencionamos podríamos embestigar en los derechos
notariales y en los registros6 que si se está recaudando impuesto para el mismo
municipio que de esos mismos impuestos que hoy pagan los contribuyentes los
debuelben en obras o bienes de servicio y al parecer la carretera de esta troncal
de bosconia al Carmen de bolibar estos nuevos propietarios que mencionamos
anterior somos las victimas hoy de la valorización a pesar que no contamos con
una buena via de penetración a onde estaban esos latifundios ocultos si les pa-
gamos fugosos impuestos al municipio y si alguien de estos que mencionamos
quieren hacer una embestigacion en el territorio nacional los imbitamos a dar-
nos esa gran tarea para comprobar que a quedado de esos grandes latifundios
que mencionaremos algunos propietarios que no tienen nada sino que el buen
decir que tuvimos y hoy no tenemos nada.
Y aquí prencipiamos a mencionar los propietarios que ocultaban sus pro-
piedades a pesar de ser un municipio rico no recaudaba impuestos: Meza
camargo; Familias barros; Los hermanos duques; los colachos pezanos; La
sociedad de los giménes díaz en Santana; Hermanos lópez, urbano mo-
lina, las caballerías de Plato alrededor del plallón de Plato; Pedro Ramos,
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El andar de la organización campesina en el centro del departamento del Magdalena
7 El documento no posee título, pero hace referencia a la creación del movimiento campesino
en El Magdalena.
8 Vale la pena señalar que según documentos contenidos en el archivo de Estéban Ruiz este
caserío habría sido fundado en el año 1902 por tres familias: Gertrudis Salcedo y Domingo Bo-
laño, Eulogio y José del Carmen Salcedo y Tomás de Ángel (Documentación de Estéban Ruiz,
en Fondo Documental Estéban Ruíz, Archivo de los Derechos Humanos, Centro Nacional de
Memoria Histórica).
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Campesinos de tierra y agua - Campesinado en el Magdalena
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El andar de la organización campesina en el centro del departamento del Magdalena
Estado las metas trazadas”. A esto se asociaba la falta de respuesta del Estado
y la falta de experiencia del campesinado.
En San Ángel, antiguo corregimiento de Plato, con los años también se
conformó un comité de usuarios campesinos. “Yo no asistí a esas reuniones
yo era campesino, no estaba en vereda, sino en la finca de mi abuelo, pero
supe que formaron una junta de la ANUC y que quedaron unos miembros,
entre ellos Fabio Jaramillo, Ricardo Estarita, Bertel Bermudez, un señor Cas-
tillo y varios otros que se me olvidan los nombres, fueron los que formaron la
ANUC. Ellos se reunían mensualmente, hacían sus organizaciones. Pedían la
tierra, se las daban, la repartían (…) y quedó bien hasta que se formó todo eso
y no pudieron hacer más nada. Esos señores dejaron de reunirse porque cuan-
do llegó la violencia que ustedes saben que sucedió por ahí (…) que no podían
ver cinco personas juntas porque ya lo indagaba eso más nunca se reunieron
hasta ahora que fuimos a la reunión esa de la memoria histórica. Hasta ahora
digo yo que nos reunimos porque anteriormente… los miembros estaban ac-
tivos pero no se reunían por miedo a ser matados, despachados (…)”.
Las JAC de Plato “(…) se reorganizaron en cabeza de Carlos Ospino Herrera
(…), en el año de 1960”. “Fue nombrado como presidente de las Acciones Co-
munales Departamentales. Se aprovechó a las veredas para reorganizar (…),
por medio de ellas [de las JAC] se traían los beneficios de la alcaldía a las vere-
das y al casco urbano. De allí nació que todas las organizaciones se organizaron
por la colaboración y ayuda de Carlos Ospino”.
“(…) la organización se empoderó y gestionó ante el INCORA la conse-
cución de terreno[s] para los campesinos. El INCORA se [pronunció] con la
compra de predios y luego le [hizo] entrega a los campesinos. El INCORA
también [entregó] proyectos productivos. [Este] proceso (…) se dio entre
1968 – 1979 en los predios las Antillas, El Paraíso y Flechadero”, localizados
en Santa Ana, actual municipio de Pinillos. La presencia de la ANUC en el
corregimiento Los Andes y los logros obtenidos en materia de adjudicación
y titulación de tierras, permitió el mejoramiento de la calidad de vida de los
campesinos, al obtener lo añorado. Igualmente redundó en el crecimiento
de la organización y de sus integrantes.
“(…) Siendo corregimiento de Plato y luego de Ariguaní en San Ángel, con
acciones comunales logramos construir unos puentes en distintos arroyos,
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Campesinos de tierra y agua - Campesinado en el Magdalena
DISFRUTANDO LA TARDE EN UNO DE LOS RÍOS EN CHIBOLO. VEREDA LA POLA, MUNICIPIO DE CHIBOLO, MAGDALENA. 2013. FOTO-
GRAFÍA: JOHN JAIRO RINCÓN GARCÍA PARA EL CNMH.
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El andar de la organización campesina en el centro del departamento del Magdalena
cación pues pasó cierto tiempito para darle adjudicación, después de recibir
los títulos (…) entonces fueron Las Mercedes y Verdun que eran dos fincas,
las cuales pues eran de unos señores Barros, Julio Barros y José de La Cruz
Barros. En esa época fue la primera vez que se hizo la asociación, la primera
directiva. Nada más conocí el presidente Ángel Varela (…) después fue que
empezaron a pasar presidentes hasta llegar el señor Agustín Perea que fue el
que más perduró allí”.
Para los que accedieron a la tierra entre las décadas del sesenta y el setenta
a través de la ocupación y la posterior adjudicación de baldíos, esto “(…) me-
joró la situación de la tenencia de la tierra (…)”. Máxime cuando años después
intervino el INCORA realizando algunas adjudicaciones, pues podían “(…) tener
la tierra sin necesidad de invadir”. Sin embargo, para este período algunos cam-
pesinos ya habían comenzado la venta de las parcelas adjudicadas e inevitable-
mente invadían otros lugares.
La venta en muchos casos era motivada por las malas condiciones de la
tierra y por la dificultad para resolver necesidades básicas de educación y salud.
En otros casos, porque a juicio de los adultos, los “(…) jóvenes adquirían malos
hábitos y mal ejemplo, por el ejemplo de sus padres, a pesar de que creían que
están haciendo buenas acciones”. Esta inestabilidad afectaba tanto a los niños
como a los más viejos. A pesar de los problemas derivados de la venta de las
parcelas por parte de algunos campesinos, recuerdan que la experiencia organi-
zativa de ocupación y adjudicación de tierras, les había permitido a las mujeres
ganar mayor autonomía.
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Campesinos de tierra y agua - Campesinado en el Magdalena
LAVANDO LOS “CHISMES” 9. CORREGIMIENTO DE PLAYÓN DE OROZCO, MUNICIPIO DE EL PIÑÓN, MAGDALENA, 2014. FOTOGRAFÍA:
GABRIELA STEPHANIE PÉREZ CARDOZO.
En el caso de San Ángel, las tierras fueron vendidas en los años noventa,
siendo negociadas en algunos casos por el mismo INCORA. La promoción de
la organización campesina en el Magdalena condujo a muchos jóvenes de la
época a vincularse con la ANUC bajo la expectativa de acceder a la tierra y ofre-
cerle un futuro a su esposa e hijos. Uno de ellos se vinculó a la edad de 19 años
a la lucha por la tierra, “(…) cuando la ANUC se dio a conocer en la vereda Las
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El andar de la organización campesina en el centro del departamento del Magdalena
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Campesinos de tierra y agua - Campesinado en el Magdalena
en orden (…) más o menos podría decir que la primera fue en el 72. A partir
del 72, como en el 80 hubieron otras invasiones (…) como en el 90 hubo otras
adjudicaciones (…). La mayoría sí tenemos en cuenta, algunos preservan su
parcelita, otros, no sé qué tenemos los campesinos y salimos vendiendo la
parcelita (…) yo creo que no queremos la tierra (…) yo creo que 40 por ciento
de los que recibieron pudieron haber vendido, pero sí se mantienen algunos
(…)”, “(…) otra que repartió el gobierno fue Canán, que era de los hermanos
Gallo y ellos la cedieron al gobierno para pagar impuestos. Esa fue una de las
que repartió el gobierno también”.
La ocupación de tierras desde finales de los años sesenta y en los pri-
meros años de la década del setenta originó igualmente la intervención del
Instituto Colombiano para la Reforma Agraria INCORA en la adjudicación y
titulación de predios. Sobre este particular se recuerda que la asociación de
usuarios entabló “un vínculo (…) con el INCORA, tuvieron unas tierras y de-
bieron pagarlas. Cuando hacían las reuniones como en el año setenta y dos
(…), en Chibolo hicieron un comité para la vereda el Torito. El INCORA les dio
tierras y se las pagaron (…)”.
“Es que en el municipio de Chibolo se dio primero la finca Palmas de
Vino, por el INCORA; luego se dio El Encanto, o antes las Mercedes, que
pertenencía a los señores Barros. También aquí las Panelas, que pertenecía a
los dos municipios Tenerife y Chibolo (…) Verdun, una parte en Chibolo y otra
en Tenerife. Después ya adjudicación cuando yo era presidente; compraron
por el INCORA [en] las veredas de Playón Nuevo, El Encanto; Bejuco Prieto; El
Limón (…) donde estaba yo, no puedo negar que sí me tocó una parcela en la
vereda El Silencio. Eso lo compró el INCORA. Eso fue netamente comprado
el INCORA. Todavía existía el INCORA. Todo eso fue como hace 20 años (…)
como en los [noventa]”.
En Chibolo no hubo ocupación de tierras, pero sí se dio la negociación de
varios predios: “Santa Helena, La Divisa, El Silencio, Crucitero, Las Mercedes:
3.446 hectáreas entre Las Mercedes y Verdu (…) era la ley campesina, eran
repartidas como de a 50 hectáreas. La adjudicación fue más o menos como
en los años 72 que fue la invasión de posesión. Ya en el 85 fue la adjudicación.
Que en ese tiempo comenzó la violencia”. Sin embargo, en la actualidad el 70
por ciento de los campesinos no tiene la escritura como propietarios. Hay una
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El andar de la organización campesina en el centro del departamento del Magdalena
empresa que compra la cartera de cobro vencida del extinto INCORA, se llama
CISA (Central de Inversiones S.A.).
En San Ángel “(…) la organización como estaba organizada, buscaba las
tierras, por ejemplo, unas 3.000 hectáreas de un señor Duque. Se reunieron
no sé cuántas personas mínimo 80 – 70 personas, hablaron con los jefes de
la ANUC allá arriba y consiguieron que el Instituto Colombiano de la Reforma
Agraria comprara esas tierras y se las repartieron a ellos con todos los miem-
bros, además trajeron gente de afuera (…) eso recuerdo yo pero no hice parte
de esos hechos (…) parece que fueron como 60 o 75 familias. Eso queda pegado
al pueblo de San Ángel”.
El acceso a la tierra fue generando un espíritu de optimismo entre la
población campesina, al punto de pensar que esto estaba fortaleciendo la
organización, acercándolos cada vez más a la realización de aspiraciones de
largo plazo. En esta perspectiva, “(…) los niños iban a tener una alimenta-
ción y una educación favorable para su desarrollo y las mujeres, al tener la
tierra, [iban] a tener los medios a su alcance para alimentar a sus hijos. Los
adultos mayores se [iban] a sentir mejor por la tranquilidad de [la] familia
organizada y su futuro próspero”. En ese entonces, “el que no creaba barriga
era porque no comía (…)”.
En la conformación de la asociación de Chibolo tuvo participación como
líder “(…) el señor Jorge [Samuel] Valdez Ríos, así como los campesinos de
Chibolo, Bolívar, Sucre, Atlántico y activistas como Jesús Olivo entre otros
(…); el entusiasmo de los campesinos [resultó] en [el] despertar y la gente
comenzó a organizarse para conseguir este objetivo final que era la tenencia
de la tierra”.
Sin embargo, no todas las tierras ocupadas por los campesinos fueron ad-
quiridas o negociadas por el INCORA. En el municipio de Plato si bien fueron
adjudicadas parcelaciones, otros predios como La Habana, El Encanto y Pasa-
corriendo nunca fueron adjudicados ni titulados. Sus poseedores no llegaron
a ser propietarios. Hacia los corregimientos y veredas de Cerrogrande, Zárate,
Buenavista, El Carmen del Magdalena, San Antonio del Río y Purgatorio, se
concentró (y concentran en la actualidad) gran parte de los conflictos más
agudos por tierras en esta zona del Magdalena, los cuales se libran entre cam-
pesinos desposeídos y grandes propietarios de tierras. Las tierras localizadas
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Campesinos de tierra y agua - Campesinado en el Magdalena
“EL FOGÓN”, A ORILLAS DEL RÍO MAGDALENA, LUGAR DE CRUCE EN PLANCHÓN Y LANCHA, ÚNICOS MEDIOS DE TRANSPORTE POSI-
BLES PARA ATRAVESAR EL RÍO. MAGDALENA, 2014. FOTOGRAFÍA: GABRIELA STEPHANIE PÉREZ CARDOZO.
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El andar de la organización campesina en el centro del departamento del Magdalena
no. Plato cada día va decayendo, decayendo (…) ¿Por qué otros corregimientos
como el Valle, Sincelejo, fueron saliendo? (…) cuando Plato era más que todos
esos pueblos y ahora es prácticamente un municipio sin autonomía. Cada día
va quedando más pequeño (…)”.
En este sector, los campesinos ocuparon grandes extensiones de tierras
que a su vez fueron nuevamente ocupadas –despojadas– por terratenientes.
De cierta forma los conflictos por la tenencia y acceso a la tierra se han concen-
trado en torno al complejo cienaguero conformado por las ciénagas de Zárate,
la Ceiba, La Colorada, La Catalina y Guayacán. En la actualidad siguen los con-
flictos, por lo que se ve en riesgo la permanencia territorial de los campesinos
en estas zonas.
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Parcelaciones ocupadas - adjudicadas - tituladas y predios a los que aspiraban los y las campesinas del Magdalena 1968 - 2014
(Información parcial de los municipios de Ariguaní, San Ángel, Plato, Chibolo y Nueva Granada)
Fuente: Tabla elaborada a partir de información contenida en la cartografía elaborada por los y las campesinas, en el taller de
memoria efectuado en el municipio de Ariguaní, Magdalena 17 - 20 de octubre de 2014. CNMH, 2014-2015
Compra y adjudi-
Macondal 1978 1979 30 420 cación individual
de parcelas.
Baldíos adjudica-
San Pedro 1978 1979 16 380 dos. Parcelación
34
individual.
Compra y adjudi-
El Toro 1978 1979 1980 10 200
cación de parcelas.
NUEVA
GRANADA Argelia 1968 25
Campesinos de tierra y agua - Campesinado en el Magdalena
69 (120 adultos
hombres y mujeres,
El Brillante 30 jóvenes y 90
niños en la actua-
lidad).
municipios del centro del Magdalena 1968 – 2014
11 (En la actualidad
Villa Betty 22 adultos, 16 jóve-
nes y 20 niños).
Relación parcial de predios ocupados – adjudicados en los
Parcelaciones ocupadas - adjudicadas - tituladas y predios a los que aspiraban los y las campesinas del Magdalena 1968 - 2014 (Información
parcial de los municipios de Ariguaní, San Ángel, Plato, Chibolo y Nueva Granada)
Fuente: Tabla elaborada a partir de información contenida en la cartografía elaborada por los y las campesinas, en el taller de memoria efectua-
do en el municipio de Ariguaní, Magdalena 17 - 20 de octubre de 2014. CNMH, 2014-2015
Año de Área Has.
Parcelación o Año de Año de adju- Número de familias (Apro- Modalidad de adjudi-
Municipio titula- (Aproximada-
Predio ocupación dicación ximadas) cación
ción mente)
26 (En la actualidad 46
Jaguen adultos, 14 jóvenes y 30
NUEVA niños).
GRANADA 17 (En la actualidad 22
El Pedrero adultos; 10 jóvenes y 8
niños).
35
Fue invadido y luego ad-
Zelandia 1975 35
judicado por el Estado.
Vereda El Es-
ARIGUANÍ Fue tramitada por el
tadio (Falta
O EL DIFÍCIL 1981 23 INCORA y negociada
nombre del
con el propietario.
predio)
Verada El
Paraíso (Falta Fue invadido y luego ad-
1985 16
nombre del judicado por el Estado.
predio)
El andar de la organización campesina en el centro del departamento del Magdalena
Parcelaciones ocupadas - adjudicadas - tituladas y predios a los que aspiraban los y las campesinas del Magdalena 1968 - 2014 (Información
parcial de los municipios de Ariguaní, San Ángel, Plato, Chibolo y Nueva Granada)
Fuente: Tabla elaborada a partir de información contenida en la cartografía elaborada por los y las campesinas, en el taller de memoria efectua-
do en el municipio de Ariguaní, Magdalena 17 - 20 de octubre de 2014. CNMH, 2014-2015
Año de Área Has.
Parcelación o Año de Año de adju- Número de familias (Apro- Modalidad de adjudi-
Municipio titula- (Aproximada-
Predio ocupación dicación ximadas) cación
ción mente)
Vereda Mon-
terrey (Falta Fue adjudicado por el
1990 11
nombre del Estado legalmente.
predio)
Vereda To-
ronjil (Falta
1992 21
nombre del
36
predio)
ARIGUANÍ
O EL DIFÍCIL Nueva Idea 2013 24
Universo 2007 42
Campesinos de tierra y agua - Campesinado en el Magdalena
Oriente 2007 77
El 24 2013
Parcelación adjudicada
El Líbano 2013 con subsidio del Estado.
Resolución inmediata.
El Crucerito 1993 1994 13 330 Titulación individual.
CHIBOLO La Candelaria 1989 1990 29 1.000 Titulación individual.
Playón Nuevo 1989 1990 23 800 Titulación individual.
Parcelaciones ocupadas - adjudicadas - tituladas y predios a los que aspiraban los y las campesinas del Magdalena 1968 - 2014 (Información
parcial de los municipios de Ariguaní, San Ángel, Plato, Chibolo y Nueva Granada)
Fuente: Tabla elaborada a partir de información contenida en la cartografía elaborada por los y las campesinas, en el taller de memoria efectua-
do en el municipio de Ariguaní, Magdalena 17 - 20 de octubre de 2014. CNMH, 2014-2015
Año de Área Has.
Parcelación o Año de Año de adju- Número de familias (Apro- Modalidad de adjudi-
Municipio titula- (Aproximada-
Predio ocupación dicación ximadas) cación
ción mente)
El Silencio 1993 1994 25 545 Titulación individual.
Titulación individual.
De una finca de 2.100
El Limón 1993 1994 6 180 hectáreas, 180 están
ubicadas en el municipio
CHIBOLO de Chibolo.
37
Fue la primera parcela-
Palmas de
10 500 ción adjudicada por el
Vino
Estado.
La Divisa 1993 1994 34 850 Titulación individual.
La Palma 1992 32 780 Titulación individual.
Bejuco Prieto 1991 53 1.750 Titulación individual.
Las Melizas 1991 17 570 Titulación individual.
SAN ÁNGEL No te canses 105 3.150 Titulación individual.
El Tesoro
Palmira 1994 29 870 Titulación individual.
El andar de la organización campesina en el centro del departamento del Magdalena
38
Los Llanos
Sinú
SAN ÁNGEL Montecarlo
Campesinos de tierra y agua - Campesinado en el Magdalena
Calle Larga
San Martín
Pacífico
Entre 1968
Las Antillas
y 1979
Entre 1968
El Paraíso
y 1979
Parcelaciones ocupadas - adjudicadas - tituladas y predios a los que aspiraban los y las campesinas del Magdalena 1968 - 2014 (Información
parcial de los municipios de Ariguaní, San Ángel, Plato, Chibolo y Nueva Granada)
Fuente: Tabla elaborada a partir de información contenida en la cartografía elaborada por los y las campesinas, en el taller de memoria efectua-
do en el municipio de Ariguaní, Magdalena 17 - 20 de octubre de 2014. CNMH, 2014-2015
Año de Área Has.
Parcelación o Año de Año de adju- Número de familias (Apro- Modalidad de adjudi-
Municipio titula- (Aproximada-
Predio ocupación dicación ximadas) cación
ción mente)
Entre 1968
Flechadero
y 1979
SAN ÁNGEL
La Ovejita
Escritura de posesión
39
sin título. Quedan 56
Bajogrande 2008 12 familias. El resto han
vendido. Fue adjudicada
por el INCODER.
Adjudicada por el
INCORA. Muchos de los
San Gabriel 1998 1999 18 260
PLATO predios han sido vendi-
dos por los parceleros.
Quedan pocas familias,
pues han ido vendiendo.
Loma Fresca 1998 1999 12 160
Fue adjudicado por el
INCORA.
Adjudicado - Titulado
La Seca 1996 22 440
por el INCORA.
El andar de la organización campesina en el centro del departamento del Magdalena
Parcelaciones ocupadas - adjudicadas - tituladas y predios a los que aspiraban los y las campesinas del Magdalena 1968 - 2014 (In-
formación parcial de los municipios de Ariguaní, San Ángel, Plato, Chibolo y Nueva Granada)
Fuente: Tabla elaborada a partir de información contenida en la cartografía elaborada por los y las campesinas, en el taller de me-
moria efectuado en el municipio de Ariguaní, Magdalena 17 - 20 de octubre de 2014. CNMH, 2014-2015
40
Predio que no
PLATO La Habana 1986 12 terminó en adjudi-
cación.
Campesinos de tierra y agua - Campesinado en el Magdalena
El Encanto 15 250
FUENTE: ELABORACIÓN PROPIA CON BASE EN LA INFORMACIÓN ORAL RECOPILADA EN LAS DISTINTAS ACTIVIDADES DEL TRABAJO
El andar de la organización campesina en el centro del departamento del Magdalena
EQUIPO DE LA COMUNIDAD DE LA POLA CONFORMADO EN 1991 Y QUE TOMÓ PARTE EN EL CAMPEONATO INTERVEREDAL REALIZADO
EN 1993. CHIBOLO, MAGDALENA. 2014. FOTOGRAFÍA: KALIA MARÍA RONDEROS PARA EL CNMH.
41
Campesinos de tierra y agua - Campesinado en el Magdalena
POZO O CAÑO COMUNITARIO DE AGUA DEL QUE LA COMUNIDAD DE LA POLA EN CHIBOLO SE ABASTECE DE AGUA PARA CONSUMO Y OTRAS
ACTIVIDADES DURANTE TODO EL AÑO. MUNICIPIO DE CHIBOLO, MAGDALENA, 2013. FOTOGRAFÍA: PABLO NICOLÁS BURGOS PARA EL CNMH.
42
El andar de la organización campesina en el centro del departamento del Magdalena
VÍA INTERNA DE LA VEREDA LA POLA QUE CONECTA A SUS HABITANTES CON LA CHINA, CORREGIMIENTO DE CHIBOLO. CHIBOLO,
MAGDALENA, 2013. FOTOGRAFÍA: JOHN JAIRO RINCÓN GARCÍA PARA EL CNMH.
43
Campesinos de tierra y agua - Campesinado en el Magdalena
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El andar de la organización campesina en el centro del departamento del Magdalena
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Campesinos de tierra y agua - Campesinado en el Magdalena
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El andar de la organización campesina en el centro del departamento del Magdalena
FAMILIA DE ESTEBAN RUIZ EN LA VEREDA SAN PEDRO. MUNICIPIO DE ARIGUANÍ, MAGDALENA, 1978-79. FOTOGRAFÍA: ARCHIVO
PERSONAL FAMILIA RUIZ.
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Campesinos de tierra y agua - Campesinado en el Magdalena
ACOPIO DE LECHE POR PARTE DE LOS CAMPESINOS CON DESTINO A UN COMPRADOR DE LA REGIÓN. VEREDA LA PALIZUA, MUNICI-
PIO DE PLATO, MAGDALENA, 2015. FOTOGRAFÍA: NURY JATSU MARTÍNEZ NOVOA PARA EL CNMH.
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El andar de la organización campesina en el centro del departamento del Magdalena
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Campesinos de tierra y agua - Campesinado en el Magdalena
JOVEN ARRIANDO GANADO EN LA VEREDA LA POLA. MUNICIPIO DE CHIBOLO, MAGDALENA, 2013. FOTOGRAFÍA: JOHN JAIRO RINCÓN
GARCÍA PARA EL CNMH.
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El andar de la organización campesina en el centro del departamento del Magdalena
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Campesinos de tierra y agua - Campesinado en el Magdalena
aprendía a hablar la gente (…) el que hablaba lo mataban (…). Todavía es así
(…) en vez de hablar pa` afuera, debe hablar pa` dentro (…); uno a veces no
habla por no meterse en problemas. Pone la vida en peligro (…) los sectores de
Disciplina, los playones de Plato hasta Plato, de que los hay los hay. Y busque,
¿quiénes son los que lo tienen? Un campesino para poder entrar a un playón
tiene que pedir permiso. Y si lo hace, se lo llevan y lo desaparecen (…) si entra
no sale (…) hace poco desaparecieron tres jóvenes entre 17 y 18 años (…) Plato
está ahora mismo con una situación muy crítica (…) estoy pidiendo que por
medio de este gran programa [se] revele eso”.
Según contaron algunos campesinos, algunos de estos terratenientes esta-
blecían alianzas con las autoridades municipales o las nombraban para, con su
ayuda, perseguir a la ANUC. Esta situación se prolongaría en el tiempo. En los
años ochenta, un alcalde del municipio de Chibolo tuvo conflictos con la ANUC.
“El primer alcalde municipal contrario a la ANUC nombrado por los grandes
del pueblo, por los terratenientes, había una vereda Las Mercedes, que queda-
ba cerca al pueblo (…) había una extensión de 440 hectáreas de extensión de
dominio y se nos dio a conocer (…) cuando eso no sabía yo qué era extensión
de dominio12 y se me dio por meterme allí para coger un solar y la ANUC había
dispuesto una extensión para que creciera el pueblo, hoy es el barrio 23 de
Abril. Entonces me metí, como en media hectárea de tierra, hice un tendal, con
ladrillo, porque yo tenía conocimiento que eso era del Estado y un señor mal
intencionado, Efraín Andrade Verdugo que se alió con el alcalde y nos quiso des-
autorizar, era verdugo para nosotros los campesinos (…) entonces afortunada-
mente nosotros teníamos conocimiento de dónde estaba la oficina de INCORA,
que cuando eso no era INCODER, y estaba en Aracataca (…) teníamos unas
mejoras (…) y ellos se dispusieron a repartir ese terreno, para representar entre
los terratenientes, Julio Barros y un hijo, Julito Barros que le decían (…) y en esa
época hubo atropello con nosotros los campesinos. No más estaba mi herma-
na y yo haciéndole fuerza para poder lograr esa parte de un solarcito (…)”.
A pesar de estos hechos, “(…) en el 1980 continúa la ANUC (…); [la] adqui-
sición de predio[s] [en los] corregimiento [de] Granada; El Bajo y Los Andes (…),
de 200 personas asistían 180 a la Asociación Departamental de Usuarios Cam-
12 Extinción de dominio.
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El andar de la organización campesina en el centro del departamento del Magdalena
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Campesinos de tierra y agua - Campesinado en el Magdalena
Las acciones de Los Méndez en las distintas veredas y en general en los mu-
nicipios, “(…) provocó la respuesta de Chepe Barrera, paramilitar que frenó a Los
Méndez”13. También de otras familias de ganaderos afectados por Los Méndez con
relaciones y vínculos con las autoridades de Bogotá, que a su vez, habían sido vícti-
mas del hurto de ganado. “Hubo también un señor Sinforiano Restrepo que de Bo-
gotá mandó una comisión del B2, un grupo especial para contrarrestar esta gente. A
él le robaron una cantidad de ganado que tenía en el Copey (…)”. Esta confrontación
derivó al parecer en hechos violentos de gran magnitud. “(…) Hubo [una] masacre
en el año de 1986, a los Hornacely (…) ellos también promovían contrarrestar a Los
Méndez, porque también tenían su ganadería (…) eran delincuentes comunes. Entre
ellos mismos no se respetaban, también siendo familia. Ellos tenían finca por aquí
en Granada (…) Él tenía un grupo que estaba amparado (…) las denuncias llegaron a
la Procuraduría General de la Nación y enviaron una comisión de investigación (…)”.
De cierta forma en medio del contexto de fortalecimiento de la violencia,
para algunos campesinos, “(…) la organización iba bien”; sin embargo, recuer-
dan que en algunos municipios “(…) primero aparecieron grupos revolucio-
narios (…) al margen de la Ley. Fue el ELN, Ejército de Liberación (…). Y eso
hicieron que el campesinado, con el que llegue, se tiene que inclinar, se tiene
que ayudar. Si no ayudan en el momento del que llegue, tan en problemas. Y
luego vinieron los que se llamaban por aquí paramilitares y también tuvieron
que (…) auxiliarlos y darle comida. Y Ahí se metieron en problemas. Entonces ni
una cosa ni otra. Entonces los tildaban de que pertenecían. Y cuando llegaban
los otros, pues los tildaban de que pertenecían a los paracos o a las guerrillas”.
Algunos recuerdan que “(…) primero fueron atacados (…) el que atacó menos
fue el grupo de los elenos, el Ejército de Liberación. Ellos tenían otra ideología, otra
cosa. Pero eso hizo que llegaran los grupos de extrema derecha y nos atacaron ya
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El andar de la organización campesina en el centro del departamento del Magdalena
de revolucionarios, de pertenecer a esos grupos. Por eso se dieron esas cosas. Las
masacres que se dieron. Entre ellos el señor Valdéz, de ese momento. Él estaba con
la parte de la compra de tierras, no era de la línea (…) de una línea (…) compra de
tierras. Había dos líneas. Él decía que sí tenían que pagársele las tierras al dueño. Lo
que intentó el doctor Carlos Lleras Restrepo, él no intentó invasión, sino compra”.
“Debido a los conflictos que se fueron presentando entonces, surgió (…) la
guerrilla y los problemas de la ANUC, y trataban de decir que la ANUC estaba
asociada con esos grupos, mas no. Nosotros lo que se quería era adquirir la
parcela y más nada”.
Estos hechos empezaron a provocar distintas consecuencias para jóvenes y
niños: en el caso de los primeros, muchos se corrompieron. Y en relación con
los niños y los adultos mayores, sus familias evitaban que vivieran en el campo
por falta de seguridad. Las mujeres, igualmente, no permanecían en el campo
sino con su familia, por falta de seguridad. Se hizo tangible “(…) el desplaza-
miento de familias campesinas y la disolución de la asociación de campesinos
[en algunos municipios]. [También fueron evidentes situaciones en las que] los
campesinos tuvieron que abandonar a sus hijos por las amenazas recibidas
por parte de estos grupos armados”.
FAMILIA CAMPESINA EN LA VEREDA LA PALIZUA. MUNICIPIO DE CHIBOLO, MAGDALENA, 2013. FOTOGRAFÍA: JOHN JAIRO RINCÓN
GARCÍA PARA EL CNMH.
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Campesinos de tierra y agua - Campesinado en el Magdalena
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El andar de la organización campesina en el centro del departamento del Magdalena
Lleras le entregó en 1970, en agosto (…) dos meses después del primer congre-
so (…) dos meses después (…) el comité ejecutivo fue expulsado del Ministerio,
en razón a las luchas por la tierra del 72. Cuando planteamos la cuestión del
2º congreso de la ANUC, entonces el presidente [de la República] dijo que esa
convocatoria era ilegal.
Que esa convocatoria la debía hacer el gobierno (…). Nosotros dijimos, la
ANUC tiene autonomía y vamos a convocar nuestro congreso y lo hicimos,
y convocamos y lo hicimos en Sincelejo con el apoyo de estudiantes, cole-
gios. 90 parlamentarios firmaron a favor de nuestra convocatoria (…) ya el
Gobierno se calmó y entonces hicieron el congreso en Armenia (…) por eso
la prensa le adjudicó el nombre de Línea Armenia y Sincelejo (…) la cuestión
no era solo de nombre.
ESTEBAN RUIZ JUNTO A OTRO DIRIGENTE CAMPESINO DE LA REGIÓN CARIBE EN EVENTO DE LA ANUC. BOGOTÁ, AÑOS OCHENTA.
FOTOGRAFÍA: ARCHIVO PERSONAL FAMILIA RUIZ.
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Campesinos de tierra y agua - Campesinado en el Magdalena
14 En palabras del ministro de agricultura Gustavo Dajer Chadid: “Tal vez la acción de algunos
funcionarios, mezquinos intereses de personas ajenas a esa organización y otros niveles de parte
de los mismos campesinos que no es del caso traer a colación en este foro, condujeron a una
separación del movimiento campesino en dos tendencias: las Ilamadas Línea Armenia y Línea
Sincelejo. Nadie hoy se atrevería a dudar que esta situación ha impedido el cumplimiento de
los nobles y magníficos propósitos iniciales y que esa división ha generado desastrosas conse-
cuencias que repercuten en contra de los campesinos. Yo personalmente lo he podido constatar
a través de los recorridos por el territorio nacional y he estado escuchando el clamor de la muy
necesaria unidad. Por eso, no puedo justificar que mientras todos los gremios se fortalecen con
su unidad, el sector campesino se enfrenta muchas veces en luchas estériles, que no van más allá
de un canibalismo miope que los perjudica, deteriora y minimiza” (Dajer, Chadid Gustavo, 1981,
Ministerio de Agricultura, página 166).
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El andar de la organización campesina en el centro del departamento del Magdalena
En sus palabras, Plato era “(…) el que más latifundios tenía”; y que “no
recaudó impuestos de estos latifundios en la única administración de Juan De
León Ospino, quien hizo la investigación por ser el municipio más grande del
departamento era que menos recibía dividendos de sus propietarios y reservas
de las partes friáticas, que es lo que son los playones y las sabanas que han
sido invadidas por mucha gente que se han hecho propietarios de estas 65
mil hectáreas de la Nación, ya que no hemos contado con un alcalde para que
defienda estos recursos, así como la creación de la Sabana de San Ángel, Santa
Bárbara de Pinto, Pijiño del Carmen y Nueva Granada, ya que contaba con este
territorio con una ganadería extensiva de 132 mil cabezas de ganado y que solo
el municipio de Granada se llevó 90 mil, quedando 32 mil para darle a San
Ángel una parte y a Santa Bárbara de Pinto, que se perdió 17.500 hectáreas en
el otro sector ganadero que no se ha contabilizado, que cantidad de ganadería
se llevó este municipio con seis corregimientos (…)”.
El tamaño de este municipio, así como la disputa por la administración de las
grandes extensiones de tierra y de la ganadería, incidirían en la división territorial
de Plato, narrada por el líder campesino Estéban Ruiz. En este contexto de dispu-
ta y concentración de la propiedad, la adquisición de tierras se convirtió para los
campesinos en un gran logro. Este es el caso de los campesinos de Chibolo, “(…)
porque de todas formas en Chibolo las tierras pertenecían a cuatro familias. Aho-
ra están repartidas en muchas familias (…) esas familias ayudaban al campesina-
do para hacer las rosas15, los respectivos cultivos, le daban a administrar una parte
de la finca y nadie cogía, nadie se las cogía, sino que de allí hacían los cultivos y
después salían. Pero donde ya fueron despertando que la tierra es para quien la
trabaje, después que hubieron unos que no pagaban impuesto y comenzaron a
recibir la ilustración de los que sabían el asunto. Mas que llegó la reforma agraria
y despertó el ánimo al campesino para hablar de que la tierra es para quien la
trabaja (…). Unas compradas y otras las invadieron y se las pagaron a los dueños.
No solamente en el municipio de Chibolo; Tenerife, Plato, todo”.
En una reunión de la Junta Departamental de Usuarios desarrollada el 13
de mayo de 1982, el compañero Federico Pérez informaba que Antonio María
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Campesinos de tierra y agua - Campesinado en el Magdalena
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El andar de la organización campesina en el centro del departamento del Magdalena
las única fuente de trabajo donde se pueden desempeñar y así evitar caminos
distintos del trabajo honrado y productivo” (Junta Departamental de Usuarios
Campesinos del Magdalena, 1982, Acta de reunión).
En la misma acta de reunión los otros compañeros asistentes denunciaban
que en ese tiempo, 1982, en la “(…) Zona Bananera a los Parceleros del Incora
se le viene cobrando Judicialmente los créditos adquiridos tiempo atrás con el
perjudicial agravante de los altos intereses de mora cobrado por la Caja Agra-
ria, ante esta situación son muchos los campesinos que están abandonando
el Campo, vendiendo sus mejoras ante la amenaza de ser desalojados por el
Incora de sus Parcelas; donde no hay créditos con intereses bajos, asistencia
técnica a tiempo, mercadeo y seguros para los cultivos en la tierra que trabaja
el campesino Parcelero con la moral comercial antes de beneficiario; al pobre
campesino de Incora ante esta situación es mas pobre que la mal llamada Re-
forma Agraria” (Junta Departamental de Usuarios Campesinos del Magdalena,
1982, Acta de reunión).
En el documento se continúan haciendo graves denuncias sobre la situación
de los campesinos en otros municipios del departamento del Magdalena: en la
finca Dios Te De en el Municipio de Fundación, “(…) el atropello a manos de
[compra] pleitos. El Turko Katime quien le ha comprado el pleito al Sr. Pedro
Cuello Savatino. El Incora realizó una visita, pero no se ha pronunciado nada al
respecto, en estos momentos los campesinos se han consolidado a la posesión
de la tierra desmostrando con la producción que han adelantado últimamente.
El presidente compañero Cornelio Rangel se refiere a los campesinos presos en
Plato desde hace 6 meses y son un total de 22 campesinos que vienen poniendo
a producir la tierra en la Finca Palisúa. Contra estos campesinos se ha desatado
una féroz represión carcelaria por parte de las autoridades Judiciales y Policivas
en apoyo a los terratenientes por un abogado acusador. Aquí como siempre el
Incora demuestra que no se hace mérito, para lo que fue creado; es muy distinto
estar bajo un aire acondicionado haciendo componendas y acuerdos a espalda
de los campesinos y su organización, impulsando con esta situación mal sana
por parte de los Funcionarios deshonestos la desconposición Social, la inmigra-
ción del campo a la ciudad a engrosar el cordón de desempleados.
También se refiere el compañero Cornelio a los 10 Campesinos presos en
Sta Marta a raíz de los hechos sucedidos en la finca la Oceanía división pajal
61
Campesinos de tierra y agua - Campesinado en el Magdalena
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El andar de la organización campesina en el centro del departamento del Magdalena
estado que pueden ser adjudicadas en calidad de baldío. Será que el Incora
desconoce estas leyes en favor de los ricos terratenientes. Se estima que en
transacciones de 0 tierra hay esxeciones como aquella donde se comprueve
que los poseedores de las tierras en calidad de dueños al momento de entrar
a trabajar los Campesinos las venían explotando adecuadamente (…) Tambien
podemos informarle a los presentes comprobando las correspondencias emi-
tidas que comprueba las invitaciones cursadas a los diferentes funcionarios
del Ministerio de Agricultura, pero no hicieron presentes como estaba previs-
to, con esto demuestran su poco interés en resolverles a los campesinos, sus
consejos de estado siempre fallaba en contra de los campesinos y a favor de
los ricos terratenientes” (Junta Departamental de Usuarios Campesinos del
Magdalena, 1982, Acta de reunión).
“Informaba el presidente Compañero Rangel que en la Asociación hay crite-
rio encontrados de unidad pero que no todos sus miembros trabajan regular-
mente y consecuentemente con las necesidades de todos los campesinos del
Departamento que van desde tenencia de tierras, créditos, asistencia técnica,
mercadeo, asistencia social y desarrollo integrado. Se habla del plan DRI16 pero
nada en concreto serio y eficaz en favor de los campesinos”. Se cuenta que a
esta asamblea asistieron obreros ferroviarios los cuales compartieron con los
campesinos la violación de convenciones colectivas y los graves problemas que
se derivarían de la construcción del muelle alterno entre Santa Marta y Barran-
quilla. También asistieron docentes del departamento. La Asamblea finalizó con
una marcha hacia el cementerio del corregimiento de Buenos Aires, cuyo fin era
depositar una ofrenda floral en la tumba del compañero Antonio María Pérez S.
El ejercicio de la violencia contra el campesinado, así como las distintas ac-
ciones políticas de persecución contra ellos y sus organizaciones, dejaban pro-
fundas huellas. Desde mediados de los años ochenta hasta iniciada la década
del dos mil hubo un estancamiento de la organización campesina debido a que
los grupos al margen de la ley sirvieron de estorbo atrofiando el buen desarrollo
de la Asociación de Usuarios Campesinos, desplazando a sus integrantes de
sus residencias e intimidando a sus familiares, hechos que fueron marcados en
todo el municipio de Nuevo Granada.
63
Campesinos de tierra y agua - Campesinado en el Magdalena
“El 3 de marzo de 1987 surgió como hecho negativo: la muerte del líder
campesino Samuel Valdez Ríos, presidente ANUC (…). Este hecho trajo como
consecuencia el retroceso del campesino que tenía temor de seguir en la lucha
por [ese] periodo del año. Luego se reorganizan (…) nuevos [dirigentes] y con el
apoyo de otros sectores campesinos se [retoma] la lucha (…)”.
A pesar de las acciones agenciadas por grupos de hombres armados y de
sus consecuencias, algunos líderes seguían promoviendo la conformación de
comités veredales y municipales de ANUC, así como fortaleciendo el propósito
de “(…) organizar el campesino en comités de base para [la] consecución de
tierras (…) y ser beneficiados de los proyectos del Estado. Primero estaban loca-
lizados en las veredas, luego en la cabecera municipal. El nivel de convocatoria
era alto por el boom de la tierra (se festejaba el día del campesino) con grandes
convocatorias de asistencia y el apoyo de funcionarios del Estado (…), [de] los
estudiantes, los sindicatos de sectores agropecuarios y buenas relaciones con
[entidades] del Estado”.
A lo largo de la década de los ochenta, en medio de la presión violenta ejer-
cida por los paramilitares y otros poderosos contra algunas de las comunida-
des campesinas, sus líderes y organizaciones, continuó la ocupación de tierras
promovida por la ANUC así como la adjudicación de tierras en asocio con el
INCORA. En Chibolo -por ejemplo- destaca la titulación de los predios El Encan-
to, La Candelaria y Playón Nuevo. Si bien se venía del proceso de división deri-
vado de las contradicciones internas del movimiento campesino y de la acción
del Estado, en el Magdalena, al parecer, la dirigencia tomó la determinación de
no dividir la ANUC. Durante los años ochenta, por intermedio del INCORA, en
el municipio de Nueva Granada, corregimiento de Granada, se adquirieron los
predios El Bajo y Los Andes. La organización continuaba con una convocatoria
muy fuerte. Sin embargo, se sentía la presión paramilitar al punto de que mu-
chos dirigentes campesinos seguían inmóviles.
Con el paso de los años la presión y las acciones violentas agenciadas contra
el campesinado por parte de grupos armados afectarían definitivamente a la
organización y a las comunidades campesinas. En varios municipios la orga-
nización campesina desapareció. En otros sus acciones quedaron congeladas
durante casi dos décadas. En algunos otros municipios la ANUC seguiría exis-
tiendo, sin generar mayor impacto en el campesinado. En Chibolo, por ejemplo,
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El andar de la organización campesina en el centro del departamento del Magdalena
65
Campesinos de tierra y agua - Campesinado en el Magdalena
otras regiones del país. Así entonces, los campesinos empezaron a quedar sin
representación social ni política, y sin la iniciativa colectiva para la formulación
de propuestas al Estado “(…) porque quien estaba al mando guardó silencio
por el temor”. En la actualidad, “Min agricultura e INCODER no tiene[n] nada
para los campesinos (…) hemos estado prácticamente inhabilitados porque no
participamos más en nada (…)”. “(…) Desde el 2010 no ha habido recursos para
nada (…) de pronto en febrero de 2016 asignan algunos recursos (…)”. Sin em-
bargo, no los asignaron.
En medio de la violencia aguda como del estancamiento de algunas de las
estructuras organizativas de la ANUC, en los años noventa se seguían activan-
do comités de usuarios en algunas veredas. Así sucedió en el municipio de Ari-
guaní. El Comité de la ANUC del corregimiento de San Ángel había sido creado
en el año de 1991. “El objetivo principal de esta asociación era reunir muchos
campesinos arrendatarios y aparceros para procurar una parcela en la medida
que fuera reconocido como tal por el INCORA. También fueron partícipes los
campesinos que no [tenían] un predio. La expectativa y [la] convocatoria era[n]
muy alta[s] en razón a la consecución de un predio en beneficio de los campe-
sinos para producir el sustento de su familia”.
Muy a pesar de los hechos violentos, algunos de los comités veredales
y municipales continuaban convocando a la población campesina y adelan-
tando gestión con distintas entidades en beneficio del campesinado. En el
corregimiento de San Ángel (el cual se convertiría posteriormente en muni-
cipio), los miembros de la asociación eran 450. La institución de esos años
que hacía la entrega de tierras era el Instituto de Reforma Agraria INCORA17.
Con las juntas de la ANUC de Ariguaní y la departamental se adelantaban
cursos de formación con el Sena, el ICA, el INDERENA, el IDEMA y entida-
des del sector agropecuario.
Pocos años después, ante la situación de violencia, fue imposible continuar
en las organizaciones, en virtud de los peligros y temores generados por los
grupos armados que se presentaron en ese entonces. Las propuestas que que-
rían presentar en relación con la titulación de predios y su adecuación fueron
17 El instituto que estaba creado era el Instituto de la Reforma Agraria INCORA, pero se genera
una confusión temporal en la referencia hecha por los campesinos, haciéndose alusión al INCO-
DER, creado en el año 2003.
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El andar de la organización campesina en el centro del departamento del Magdalena
truncadas. De igual forma los créditos que los campesinos habían adquirido
con el fondo DRI se vieron afectados al ser suspendidos y, en segundo lugar,
porque los campesinos no pudieron pagar. A la fecha, la asociación en este co-
rregimiento sigue sin recomponerse y los campesinos anhelan la paz.
En el caso de Chibolo, a pesar de todo esto, entre 1990 y 1994, aún se se-
guían agenciando algunas acciones para el acceso a tierras por parte de algunos
campesinos organizados, principalmente del casco urbano de esa población. Al
parecer, “(…) no había problemas a pesar que ya hacían presencia las guerrillas”.
En la consecución de tierras se repartieron fincas como: “La Divisa, [Crucitero],
el Silencio, El Torito, Sta. Elena, La Candelaria. En Chibolo cabecera Municipal,
las reuniones se hacían en la casa campesina a la cual asistían los campesinos
de las veredas (…), el nivel de convocatoria era alto porque se estaban consi-
guiendo resultados. El número de afiliados era [aproximadamente de] 800 [y se
trabajaba en conjunto con] (…) el sindicato de educadores”.
En San Ángel, en 1995 el ELN cometió una masacre, la cual fue dirigida
“(…) por alias José Luis; se reunieron en la plaza principal en el año 1995 (…)
de todos los que estábamos reunidos (…) escogieron a cinco personas, cuatro
ganaderos y un campesino, de los cuales asesinaron al campesino, [a] los otros
los secuestraron (…) asesinaron dos y los dos restantes fueron asesinados en
la vía que conduce de San Ángel al pueblito de Los Barrios”. Sobre este mismo
hecho otros señalan que “(…) ese día (…) ese señor llegó, en el año 96 a Saba-
nas de San Ángel (…) a esos señores los secuestraron el 4 de noviembre (…) se
llevaron cinco personas, en el camino mataron un campesino, y a los otros los
secuestraron (…) para hacer un canje (…). Eso fue el 4 de noviembre y después
la guerrilla hizo el canje, se lo llevaron, mataron al papá de ellos y un tío. Y los
trajeron al pueblo y los mataron en la noche (…)”.
Sin precisar la fecha, también se referencia el asesinato de “(…) Armando
España y Julio España Lozada (…) los mataron delante de todos en la plaza
pública. Eso fue en San Ángel, después de eso mataron dos personas más, un
señor de apellido Orozco (…)”. Por hechos similares, en Ariguaní, “(…) estas co-
67
Campesinos de tierra y agua - Campesinado en el Magdalena
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El andar de la organización campesina en el centro del departamento del Magdalena
de pasto. Estando en esa finca se presentaron los paracos al mando del Diablo,
dándole muerte al compañero un 17 de octubre de 96. En [las afectaciones
colectivas] un vacío con dolor. Familia con separación, dolor, miedo. Organi-
zación: falta de un miembro muy reconocido. En la comunidad: un sujeto de
contacto colectivo” (Manuscrito de líder campesino, en: archivo documental
del proyecto “Aportes para la construcción de una metodología para la carac-
terización del sujeto y el daño colectivo con campesinas y campesinos en la
región Caribe, desde la perspectiva de memoria histórica 1960 – 2015).
“En el año 1996 llegaron las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Ura-
bá (ACCU) (…) [se agudizó el] desplazamiento, [los] asesinatos en Pueblo
Nuevo, El Encanto, La Pola, Palizua, El Plan, [Bejuco, Prieto], Las Planadas,
[La Bogoilla]. [Esto generó la] desintegración de las comunidades campesi-
nas. Desde el 96 al 2006 [se] apropiaron de las tierras [de los campesinos]
incluso [de las] adjudicadas por el Estado (…) [se vivió] (…) el sometimiento
a algunos líderes campesinos. Debido a esto la Organización fue controlada
por las AUC. Todavía hay temor en la comunidad porque hay gente que no
quiere hablar (…)” Así la ANUC, “(…) pierde el poder de convocatoria (…) a los
compañeros campesinos (…)”.
En estos años algunos de los líderes campesinos continuaban siendo inti-
midados y amenazados, de forma más directa: “en el año 1996 me encontra-
ba en Pueblo Nuevo corregimiento de Ariguani cuando fui amenazado y tuve
que irme. Mi vínculo en ese momento era presidente de Asocorregimental.
Fue un fracaso rotundo para esa asociación y afectó mucho a mi familia por-
que tuve que separarme de ella por algún tiempo buscando otros horizontes
donde pudiera vivir mejor. Entre el año 1998 al 2001 mataron al compañero
Jesús Gonzales y al Dr. Julio Barros quien trabajaba con INCORA en asuntos
de compra de tierras y también una gran lideresa Corina Barón de la ANUC.
Fue sacada de su casa por paramilitares y hasta la presente no ha aparecido.
Los dos primeros mencionados fueron asesinados por grupos paramilitares
en la región del municipio del Copey y puestos en la línea férrea y si pasaba
el tren dirían los mató el tren. La muerte de Jesús Gonzales fue una baja más
a la organización porque era un hombre inquieto en su trabajo del campo y
en los procesos para la compra de fincas para los campesinos. Y en cuanto al
Dr. Julio Barro que también dedicó su vida al proceso de compras de fincas a
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Campesinos de tierra y agua - Campesinado en el Magdalena
la INCORA para repartir a los campesinos, fue un hombre que siempre estu-
vo pendiente a las asociaciones y a otros compañeros que no eran afiliados,
siempre era el mismo para todos”.
En el manuscrito referido se hace referencia a otras víctimas de los grupos
paramilitares así:
“(…) fueron tres hermanos Chamorro Arias. Ellos eran campesinos y albañi-
les; fueron sacados de sus casas a las 3 de la mañana (…) día 18 de noviembre
año 2000. Su compañera no ha sido reparada.
Señor Luis Ortega Alarcón (…) lo cogieron en la finca, fueron como 200
hombres, recogieron el ganado, hasta [el ganado] que él tenía [en sociedad]
con otros dueños de finca, así se llevaron más de 1.200 reses entre ternero,
vacas y toretes y dinero en efectivo. El señor Ortega tenía setenta millones. Él
iba a comprar otra finca. Eso sucedió día 15 de julio de 2001 a las 9:00 am y lo
asesinan a las 5 de la tarde. Lo viajaron todo el día junto a su ganado de a pie.
Eso fue el año 2001.
Los paramilitares llegaron bajo el mando de “(…) su jefe, alias Jorge 40 (…), la
población fue desplazada (…) por temor a ser víctimas de otros hechos. Como ya
se estaban presentando enfrentamientos entre estos grupos, se evaluó la situa-
ción de las comunidades y agrupaciones campesinas, no quedando otra alterna-
tiva sino de abandonar el territorio. Con estos hechos sucedidos, ya el Estado ha
empezado a tomar ciertas decisiones en favor de las organizaciones campesinas.
Se está creando más confianza para atender las consecuencias antes sufridas”.
Sin embargo, es importante recordar que las acciones violentas no solo se
atribuyen a Jorge 40. En el caso de San Ángel, base paramilitar de Chepe Barrera,
y quien firmó una suerte de pacto y alianza con las AUC, se señala que la violen-
cia “(...) no fue tanto Jorge 40. Eso fue el señor Chepe Barrera, que había confor-
mado una agrupación que se llamaba Los Cheperos (...), y hay mucho más que
contar, cosas reales, toda esa violencia que hubo (...)”. En estos relatos, “(...) no
aparece el Tuto Castro (...) aquí mataron un señor que se le llevaron más de mil
reses. Eso fue 15 de junio de 2001 (...), le quedaron dos hijas (...)”.
“Aquí mataron a Andrés Vallejo que era uno de la ANUC, presidente munici-
pal de la ANUC y departamental. Ahí está la casa campesina que era el proyecto
de él (...), él era presidente (...) tiene todos los cimientos y eso, ahí está (...)
ahora no se sabe la casa campesina. Porque uno no se atreve (...) aún sigue uno
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El andar de la organización campesina en el centro del departamento del Magdalena
con ese temor (...) y como dicen que eso ahora es del Tuto Castro; que ese lo
compró (...) están los testigos (...)”. “La ANUC nacional debería venir a ver qué
se puede hacer y si se realiza ese proyecto (...)”.
“La naturaleza también nos ayudaba mucho en las épocas anteriores (...).
Ahora ya la naturaleza y los cambios climáticos también están ayudando a que
nuestra producción haya bajado. Los niños al presentar estos hechos han sufri-
do muchos efectos porque no se recuperaron muy fácilmente (...). Los jóvenes
no han tenido el logro de mejorar su vida por el sufrimiento de ver a sus padres
sufriendo miserias y soledad. Las mujeres fueron las primeras que sufren el im-
pacto de estos hechos porque quedaron solas [sin] sus esposos (...), los adultos
mayores al ver que sus hijos y familia menores han tenido implicaciones porque
ellos no han podido cumplir sus labores”.
Algunos líderes sociales de la ANUC que se destacaron por su participación
en la parcelación de tierras, años después fueron vinculados con el paramilita-
rismo, el desplazamiento forzado y el despojo de tierras. Alias Agustín Perea fue
uno de ellos. “Agustín Perea está preso. Por la ANUC no está preso. Él después
de haber repartido varios terrenos, aparceló a muchos: La Candelaria, El Mulito,
fincas que fueron aparceladas, cercanas a Chibolo (...) luego se presentaron in-
convenientes, cuando se presentan los paracos, como que él queriendo salvar
su vida, porque la guerrilla lo quería involucrar, él nunca aceptó, entonces cuan-
do viene el otro grupo tratan como de presionarlo y él no (...) para salvar su vida,
ni cedió a uno, ni se retiró del otro (...) a él lo involucraron con ciertas cosas,
pero no por la ANUC, la ANUC fue limpia. De pronto hubo ataque a la ANUC
fue por los terratenientes, porque la ley ha sido a favor de los terratenientes”18.
En general, como se ha venido señalando, la organización y las comunidades
campesinas se vieron afectadas “(...) con la llegada de los grupos paramilitares
y AUC que llegaron [señalando] a los campesinos de guerrilleros y masacrán-
dolos (...) de [ahí] se congeló la ANUC. A las organizaciones campesinas tocó
callar y dejar de reunirse”.
18 El testimonio citado hace referencia posiblemente a Manuel Augusto Perea Bolaños, alias
Agustín Perea; sindicado del desplazamiento forzado de más de 150 campesinos ubicados en las
veredas de Canaán, Palizua y La Pola, jurisdicción de Chibolo. Esta última referencia a las perso-
nas detenidas aparece referida en Ariguaní al día, ariguanialdia.blogspot.com.co, en: “Investigan
a funcionarios de Plato, El Difícil y Tenerife por presuntos beneficios a paras”, consultado el 10
de junio de 2016.
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do. Ese mismo día llegaron a la finca de la familia Acosta Ospino. Asesinaron al
esposo. Después de esto se llevaron todo el ganado, los burros y caballos y las
gallinas. Esa finca todavía se encuentra en poder de ese grupo. Estos hechos
fueron supuestamente liderados por el grupo paramilitar al margen de la ley co-
mandado por Jorge 40, el cual despojó también todas las parcelas de los predios
parcelados Pacífico y Palmira.
“En el presente [2014] no hemos regresado porque estos predios todavía
siguen ocupados por testaferros. Fueron 27 compañeros [que] se encuentran
ausentes. A causa de estos hechos nuestras comunidades se vieron obligad[a]s
a salir sin rumbo determinado. También estas comunidades, sus familias y ni-
ños menores se obligan a pedir limosna para poder sostenerse”. “Hace 17 años
que comenzaron y todavía el Estado no se ha pronunciado en favor de estas
comunidades, no se han estabilizado. Como consecuencia de estos hechos las
familias campesinas estamos rezagados en todo el territorio nacional y no he-
mos podido agruparnos (...) ningún programa de ayuda oficial ha contribuido
para favorecer a estas comunidades, lo único que se nota es la presencia de
muchas personas vecinas a nuestro predio que nos han ayudado bastante (...)”.
ESTEBAN RUIZ REUNIDO CON SU FAMILIA LUEGO DEL SEPELIO DE UN PARIENTE. ARIGUANÍ, MAGDALENA, 2006. FOTOGRAFÍA:
ARCHIVO PERSONAL FAMILIA RUIZ.
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ADULTA MAYOR MIRANDO EL HORIZONTE. VEREDA LA POLA, MUNICIPIO DE CHIBOLO, MAGDALENA, 2013. FOTOGRAFÍA: JOHN JAIRO
RINCÓN GARCÍA PARA EL CNMH.
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de 1999 fue asesinado por paramilitares Anuar Trejos Castillo19. Recuerdan los
campesinos que al parecer en algún momento de la historia en la región tam-
bién fueron asesinados trabajadores del INCORA. En Plato los paramilitares
asesinaban y masacraban, involucrando en estos hechos de forma atroz como
víctimas a niños, jóvenes, mujeres embarazadas. Todos eran sometidos a tor-
turas, muertes extremas, sacando tripas con motosierra.
Un caso emblemático de asesinato en este municipio sucedió en 1997 y fue el
de la muerte “(...) del hijo del “Pastuso”: mala información; se dijo que [era] gue-
rrillero. Fue descuartizado con motosierra (...)”. Muchas de estas acciones fueron
atribuidas a los paramilitares comandados entre otros por alias Yafar, del bloque
de las AUC que a su vez era comandado por Jorge 40. Entre el grupo de asesinos
estaban alias el Cachaco, alias el Diablo y alias el Grillo. En el casco urbano de Pla-
to se llegó al punto de que no se podía estar fuera de la casa a las 7 pm por temor.
19 La noticia fue registrada por el diario el Tiempo de la siguiente manera el día 7 de diciembre,
poniendo en duda la autoría del hecho: “Muerto a tiros presidente de la ANUC-Magdalena. El pre-
sidente de la asociación nacional de usuarios campesinos, (ANUC) seccional Magdalena, Anuar
Trejos Castillo, de 33 años, fue asesinado a tiros en jurisdicción del municipio de Ariguaní, en el
centro de este departamento, aparentemente por miembros de las autodefensas.
Los hechos ocurrieron el domingo en horas de la tarde, cuando el dirigente se desplazaba en un
campero con varias personas desde San Ángel a Santa Marta, denunciaron miembros de esta
organización agraria. Al llegar al kilómetro tres de la vía que, del corregimiento de Pueblo Nuevo,
jurisdicción de Ariguaní, conduce a Bosconia, en el Cesar, el vehículo fue interceptado por varios
hombres armados que obligaron a bajar a Trejos, señalaron las fuentes.
A sus acompañantes les dijeron que se marcharan, y en el mismo lugar acribillaron de cuatro ba-
lazos al líder agrario. Anuar Trejos, natural de Plato (Magdalena), hacía parte de una comitiva que
acompañaba a funcionarios del INCORA a la entrega de títulos de propiedad a familias campesinas
en los municipios de Ariguaní y San Ángel. Según el relato de testigos, los asesinos eran unos vein-
te hombres que lucían brazaletes de las llamadas Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá.
Danelis Bolaño, vicepresidenta de la ANUC en el Magdalena, repudió el atentado de su compañe-
ro y solicitó de las autoridades llevar las investigaciones hasta las últimas consecuencias, para que
se esclarezcan los hechos que han enlutado a una de las organizaciones que vela por el bienestar
de la clase campesina del Magdalena. Como Asociación estamos solicitando de todos los orga-
nismos de seguridad del Estado que investiguen este caso, porque se ha asesinado a una persona
que trabajaba por el bien del campesinado del Magdalena, agregó la dirigente.
La institución por intermedio del personal acantonado en el municipio de Ariguaní inició las
investigaciones para establecer las causas y la identidad de las personas que cometieron el ase-
sinato del dirigente campesino, sostuvo un portavoz del Comando de Policía Magdalena, quien
indicó que las diligencias se están adelantando con base en las informaciones fragmentarias que
se han obtenido de vecinos del sitio donde ocurrieron los hechos. Ayer en horas de la tarde, en el
corregimiento de Nueva Granada, con el acompañamiento de familiares, amigos y miembros de
la Asociación, fue sepultado el cadáver de Anuar Trejos Castillo” (El Tiempo, 7 de diciembre 1999,
“Muerto a tiros presidente de la Anuc-Magdalena”, consultado el 1 de junio de 2016).
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socio política. En el caso de Chibolo, entre 2009 y 2013 se “(...) volvió a rees-
tructurar la Asociación de Usuarios Campesinos (...) con el objetivo de volver
a reactivar la Asociación y activar al campesinado para reclamar las ayudas del
gobierno como los proyectos productivos y las aspiraciones por la tierra (...).
[Esto sucedió] en la cabecera municipal (...)”.
Sin embargo, indican algunos campesinos que no hay relación con otras or-
ganizaciones ni con comités de la ANUC. Señalan que “(...) de manera positiva
se [volvió a recuperar] la confianza por las políticas del gobierno como: restitu-
ción de tierras y (...) de proyectos productivos (...). [En] el proceso de paz que
se lidera en La Habana por [parte del Gobierno y las políticas] del agro Colom-
biano, [se proponen] reorganizarnos y [orientar] al campesinado. [Reformular]
la educación y proponer a la UNAD (...) la alfabetización hasta el bachillerato ya
que es una universidad Estatal”.
Al lograrse la supuesta desmovilización de los paramilitares, “(...) gracias a
Dios se acabó el sufrimiento de mucha gente. Estamos volviendo a comenzar
a organizarnos nuevamente. Y ojalá podamos [que] algún día lográramos la
paz verdadera. La fe [y] la esperanza [para] (...) seguir luchando. [Estamos]
muy contentos [y con] ganas de seguir adelante y con el amor de Dios, que las
cosas salgan bien”.
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A PESAR DE TODO ESO,
EN LA ACTUALIDAD
CONTINUAMOS
TRATANDO DE
ORGANIZARNOS
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A pesar de todo eso, en la actualidad continuamos tratando de organizarnos
CAMPESINOS DEL MUNICIPIO DE CHIBOLO, MAGDALENA, EN UN RECORRIDO DE MEMORIA POR ESPACIOS DE USO COLECTIVO EN SU
VEREDA, 2013. FOTOGRAFÍA JOHN JAIRO RINCÓN GARCÍA PARA EL CNMH.
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A pesar de todo eso, en la actualidad continuamos tratando de organizarnos
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A pesar de todo eso, en la actualidad continuamos tratando de organizarnos
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EN LA QUEBRADA “EL MUNDO”, MIENTRAS LAVABAN LA ROPA, LAS MUJERES PREPARABAN UNA OLLA PARA EL SANCOCHO DE PES-
CADO. UNA DE ELLAS PESCABA PARA COCINAR, UNA PRÁCTICA QUE SE DEJÓ ABANDONADA A CAUSA DE LA GUERRA. CORREGIMIEN-
TO DE PLAYÓN DE OROZCO, MUNICIPIO DE EL PIÑÓN, MAGDALENA, 2014. FOTOGRAFÍA: GABRIELA STEPHANIE PÉREZ CARDOZO.
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LA VIOLENCIA NOS
DEJÓ CONSECUENCIAS
A NUESTRAS
COMUNIDADES Y
ORGANIZACIONES
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La violencia nos dejó consecuencias a nuestras comunidades y organizaciones
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La violencia nos dejó consecuencias a nuestras comunidades y organizaciones
AL FONDO SE OBSERVA LA “CASA DEL BALCÓN” RECONSTRUIDA POR LA UNIDAD DE VÍCTIMAS. DESDE ESTE LUGAR RODRIGO TOVAR
PUPO, ALIAS JORGE 40, JEFE DE LAS AUC, CONTROLABA LAS OPERACIONES MILITARES DE LOS “PARAS” EN EL DEPARTAMENTO
DEL MAGDALENA. CHIBOLO, MAGDALENA, 2013. FOTOGRAFÍA: JOHN JAIRO RINCÓN GARCÍA PARA EL CNMH.
Son varias las dimensiones que fueron afectadas en el marco del conflicto
armado con relación al campesinado. Sobre este particular, piensan que “(…)
respecto a lo del daño, somos desconocidos. ¿Cómo sería la forma de que esto
se conociera a nivel del Estado? (…) tratar de que este documento que estamos
haciendo acá se conozca y se le presente a los ministerios, al gobierno y que
nosotros podamos ser reconocidos como sujeto de reparación colectiva (…)”.
De forma general estas dimensiones podrían agruparse en las siguientes:
daño general al sujeto colectivo campesino; daños individuales de impactos
colectivos; daños al núcleo familiar; daños a la comunidad campesina y daños
a la organización. También se destacan los daños ambientales. En relación con
el primero, vale la pena destacar que se hace referencia a un conjunto de he-
chos relacionados entre sí y acumulados en el tiempo, dando como resultado
la afectación del campesinado como sujeto colectivo. Esto fue definido como
una cadena de daños.
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También son claros los campesinos en precisar que “(…) el daño lo causó la
falta de presencia del Estado. Más que todo, la culpa es del Estado; la presencia
del Estado para defender al campesino, que somos nosotros, los que ponemos
los hijos para la defensa. Somos los que ponemos los líderes para que salga-
mos adelante (…); no le estamos mendigando al Estado, le estamos pidiendo lo
que es de nosotros por derecho propio.”
Es importante señalar que, si bien existen elementos comunes de daño
acumulado compartido por las comunidades rurales, pueden, de cierta forma,
evidenciarse particularidades locales en virtud de la fortaleza o no del proceso
organizativo y comunitario, la dinámica de adjudicación de parcelas y el tipo de
hecho victimizante, entre otras cosas. En este sentido se destacarán algunos
aspectos locales y otros de carácter general.
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COLECTIVAMENTE
QUEDAMOS AFECTADOS
21 Hace referencia a que perdieron sus herramientas y oportunidades, también sus bienes y sus
capacidades colectivas de representación y resolución de necesidades.
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Colectivamente quedamos afectados
EN LAS CELEBRACIONES DE LA FIESTA PATRONAL DE EL PINÓN LA BANDA DE FANDANGO TOCA DESPUÉS DE LA ALBORADA. CORREGI-
MIENTO DE PLAYÓN DE OROZCO, MUNICIPIO DE EL PIÑÓN, MAGDALENA, 2014. FOTOGRAFÍA: GABRIELA STEPHANIE PÉREZ CARDOZO.
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Me prohibieron que no podía ir a San Ángel, de pa’ llá (…) y de aquí nada más
llegaba hasta Apure y después yo me escapé y me fui pa’ Cartagena”.
Igualmente incidió en la pérdida de la representación política del campe-
sinado y en el deterioro de las capacidades colectivas para la resolución de
problemas y el acceso a bienes y servicios. Así se fueron privando los campesi-
nos del acceso a la tierra. “Era que cuando había una organización constituida,
cuando se llamaba a reunión, iba todo e[l] mundo con alegría, un gozo, hablar
del proyecto, de los programas, daba una seguridad emociona[l], personal a
quien integraba la organización, salía lleno de esperanza. La convocatoria era
al ciento por ciento. La fortaleza de un dirigente era el pueblo que lo respalda”.
Los espacios colectivos generados eran importantes para el campesinado
y para su organización, la cual era financiada, en muchos casos, a partir de la
autogestión: “en esas reuniones la gente daba una cuota para los gastos ne-
cesarios para la organización”. “Cantábamos el himno nacional y eso era una
fiesta”. A partir del proceso de violencia, de la estigmatización y de otros facto-
res, “(…) se perdió la credibilidad, se acabó todo, se destruyó todo. Ya no dan
plata por eso (…)”. “Se perdió la credibilidad de los propios líderes campesino[s]
(…) los líderes no habíamos estado en el colegio, pero [teníamos] liderazgo y
formación. Llevaban personas con intenciones a nivel político y cambiaban la
mentalidad, y cuando la comunidad se le iba en contra, se iba”. “Cuando los
movimientos campesinos tenían campesinos y era dirigidos por campesino se
hacían las cosas, con los políticos se pierde credibilidad”.
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de Ariguaní y Granada les llevaban [el tabaco] a Plato, a las bodegas Espinosa.
También de Pueblo Nuevo pa’llá cargaban ese tabaco a Plato y lo sacaban para
[el río] Magdalena con exportación (…) nos tocaba de enfrentar con los Espino-
sa la compra de ese tabaco que se lo querían pagar a lo que quisiera[n] (…) y
nosotros derrotamos eso y le compraban a precio correcto. Una vez fuimos a
Sincelejo, estábamos reunidos (…) cuando estábamos reunidos en la Caja Agra-
ria se presentó el Ejército y dijo: aquí están los que nosotros queríamos pescar
(…) ¡aquí están, esos son los guerrilleros! Habíamos diez personas, y yo le dije
a un capitán: se equivocó. Yo les dije que los guerrilleros están en el monte. Lo
mismo nos pasó en Plato (…) cuando estábamos reunidos (…)”.
Si bien en la actualidad predominan las asociaciones de productores, enfa-
tizando el cambio en la orientación de las organizaciones campesinas en ese
tiempo “(…) el modelo que se [había] venido impulsando para la cuestión de
las asociaciones productivas [era el siguiente]: las empresas productivas de
tabaco hicieron acuerdo con el gobierno nacional, tratando de buscar crédito
para la producción del tabaco. Pero el resumen es que estas asociaciones
productivas están encaminadas hacia el objetivo de producir un renglón de
la agricultura (tabaco negro o rubio) pero igual que las otras organizaciones
de carácter productivo que (…) [generan] debilidad y contradicción interna:
veredas quedan con enemistades profundas por los créditos y los proyectos,
[se producen] enfrentamientos entre familias (…). ¿Cuál es la causa de eso?,
no se le da un seguimiento de fondo a estas asociaciones. Muchas veces las
utilizan en la campaña electoral (…); si quieren crédito, ganarse una convo-
catoria, hagan una asociación y yo los ayudo (…) eso es la época política y en
este momento se está viviendo eso (…) y eso es el 50 por ciento de todo el
proyecto. Aparte de la violencia y todo eso, esto también lo estamos viviendo
(…) eso es acción con daño (…)”.
Además de la ANUC los campesinos se han organizado de forma relativa-
mente reciente en la Asociación de Campesinos del municipio de San Ángel,
ASOCASAN. El objetivo principal de esta organización es “gestionar ante las
entidades nacionales, departamentales, municipales proyectos productivos”.
En este sentido, una de sus actividades es la elaboración de proyectos para el
mejoramiento de la cría de ganado bovino y su alimentación, apoyándose para
esto con la fundación FUNDECOOP. Esta asociación tiene cerca de sesenta
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partir de esto lograron acceder al procesamiento de yuca con una planta ubica-
da en el municipio de Malambo, Atlántico.
Otra de sus actividades estaba asociada a la cría de cerdos. “(…) Esta coo-
perativa se creó con mucho fundamento (…) [fue] registrada en Bogotá en los
ministerios y la solidaria económica (…) tuvo su retraso a raíz de lo que se pre-
sentó: salía una camada de 300 lechones (…) el municipio nos colabora para
los cerdos, pero luego cambió su rumbo porque no era la cooperativa la que
manejaba eso, sino unos particulares (…) luego otra gente se quedó con eso
y el campesino quedo sin nada (…) hicieron unas reuniones, nombraron unos
directivos y eso se perdió (…) ese capital se perdió (…) era una cooperativa que
había hecho comités en las veredas, para dar pie de cría a los campesinos, pero
desafortunadamente tomó otro rumbo (…)”.
“Se está otra vez retomando eso para cambiar la directiva, nosotros los mis-
mos campesinos hicimos rifas y organizamos una casa campesina como de 25
metros [de largo] por 10 de ancho (…) hacíamos las reuniones, conseguimos
con el gobernador del Magdalena una picadora, [y una] procesadora de alimen-
to para producir alimento para el ganado con la yuca (…), el proyecto estaba
amarrado a la porcicultura, [a la] ganadería (…) estaba al lado del matadero,
era un gran proyecto productivo para beneficiar a los campesinos. Tenemos la
planta de unos 30 metros en concreto para producir alimento bovino con lo de
los peces y la yuca (…) para ese proyecto de cerdos (…) que fue una parte del
objetivo (…)”. A pesar de que se siguen viviendo situaciones de violencia y existe
temor, “(…) ahora tenemos un poquito de libertad para solicitar los proyectos al
Estado. Solo un poquito (…)”.
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CONCURSO DE LA VARA E` PREMIO. VEREDA LA POLA, MUNICIPIO DE CHIBOLO, MAGDALENA, 2013. FOTOGRAFÍA: JOHN JAIRO
RINCÓN GARCÍA PARA EL CNMH.
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APROVISIONÁNDOSE DE AGUA PARA EL HOGAR EN EL CAÑO DE LA POLA. CHIBOLO, MAGDALENA; 2013. FOTOGRAFÍA: JOHN JAIRO
RINCÓN GARCÍA PARA EL CNMH.
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INCORA y luego cada uno se puso a trabajar en sus parcelas (…). Está la vereda
el Universo, que tampoco funciona la JAC. Para qué decir (…)”.
Entre las dificultades resaltadas que enfrentan los integrantes de estas or-
ganizaciones comunales se cuentan la presión ejercida por “grupos al margen
de la ley” y las amenazas que ellos derivan. También el poco interés de los
habitantes para participar de estas organizaciones. Respecto de los actores
armados, indican que “somos blanco de todos los actores armados al margen
de la ley y la corrupción”.
Para algunos campesinos, las JAC de hoy “(…) están en el papel. No existen.
Ahora estamos liderando un grupo de mujeres, de señoras, para reorganizar las
JAC porque ya estamos cansados (…) no tenemos nada. No tenemos alcantari-
llado, no tenemos nada. No funciona nada, todo en papel (…) queremos hacer
un revolcón, que Dios quiera que funcionen (…)”.
EN UN EJERCICIO DE MEMORIA LAS MUJERES DEL CORREGIMIENTO DE PLAYÓN DE OROZCO QUISIERON REVIVIR EL “RITUAL” DE
LAVAR LA ROPA EN LA QUEBRADA “EL MUNDO”, A 10 MINUTOS DEL CASERÍO. LAS MUJERES VAN CAMINANDO HACIA LA QUEBRADA
SEGUIDAS POR ALGUNOS HABITANTES DEL CORREGIMIENTO QUE QUISIERON ACOMPAÑARLAS. EL PIÑÓN, MAGDALENA, 2014.
FOTOGRAFÍA: GABRIELA STEPHANIE PÉREZ CARDOZO.
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de país: de (…) 1958 – 1970. Autogestión para hacer las cosas. 1970 – 1991: la
clientelización de las acciones comunales y de las asociaciones campesinas, en
lo político. 1991 – 1996. Agudización de la crisis de las acciones comunales y de
las asociaciones campesinas. 1996 – 2008. Reconstrucción a partir del 2008 ya
que fuimos perdiendo ese temor, retomando las acciones comunales, pero no
hemos retomado lo que son las agremiaciones campesinas. 2009 – en adelan-
te, que fue la etapa de consolidación como fundamento jurídico y respetadas a
nivel de Estado (…); ¿cómo nació la acción comunal? ¡Con pico y pala! Nosotros
éramos los que trabajábamos con pico y pala”.
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TODO ESTE CAMINAR
EN MEDIO DE LA
VIOLENCIA NOS
HA AFECTADO
PROFUNDAMENTE A
NOSOTROS, NUESTRAS
COMUNIDADES Y
ORGANIZACIONES
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Todo este caminar en medio de la violencia nos ha afectado profundamente
a nosotros, nuestras comunidades y organizaciones
del tabaco contribuía a generar una parcial estabilidad en medio del temor
generalizado. Según los recuerdos evocados por los campesinos, en los años
ochenta la incursión de Chepe Barrera y del Ejército Nacional derivó en la apari-
ción de muertos en la población.
La llegada de los paramilitares implicó para los habitantes de Plato el some-
timiento político. Los paramilitares incidieron en la elección y en la vida política
local, por medio del Pacto de Chibolo. Así, “(…) los políticos se subordinaron a
las AUC. Socialmente cambian las relaciones: de estar todo en la puerta de su
casa a las 6:00 pm se pasa a que no había nadie en la calle después de las 6:30
pm. Económicamente [el municipio] cambió pues, [quedó] inactivo: se [paró] el
comercio, [cobraban] vacuna. Culturalmente [dejó] una secuela íntima”. En Plato
por ejemplo, con la llegada de los paramilitares, “(…) dejó de actuar el poder
judicial, [el ejecutivo] y [comenzó] el poder militar” del paramilitarismo. “Uno
no podía salir. Debía salir era de a pie (…) venir a comprar una maricadita y de
a pie. Nosotros cogíamos por el monte”. Si bien se señalan afectaciones en lo
comunitario y lo político, se indica que los paramilitares en esta zona no desa-
rrollaron acciones que explícitamente hubieran afectado el medio ambiente.
Las acciones violentas de los grupos armados derivaron entonces, desde los
años ochenta en adelante, en “(…) el rompimiento del tejido social, debido al
flagelo de la violencia”, generando también en lo político “(…) el cambio radical
en el campesino a la participación y el acompañamiento [generando igualmente
el] (…) abandono de la bandera política por la presión”.
“Cuando ya se presentaron esos grupos al margen de la ley, que prohibían
donde quiera había una reunioncita, uno por miedo a que lo consideraran como
en contra de ellos, pues uno (…) nos afectó de que ya no hacíamos reuniones.
Nos afectó porque ya tenía uno que estar sujeto a ellos, como especie de una
dictadura en la región. Que uno ya no podía ni criar animales. Yo fui testigo que
prohibieron, un señor comandante que fue el verdugo aquí, que derramó la san-
gre, un señor Codazzi, que ponía la ley que hasta los perros los mataba (…) aquí
en el pueblo de La China mató bastante, en Chibolo mató bastante perrito, los
animales cerdos, chivos, que antes eran cantidades de manadas de chivos, por-
que uno como no tiene tierras, los animales se criaban en los caminos, y ellos
completamente prohibían eso (…) entonces uno, ¿si se los mataban? entonces
qué utilizamos: tener que cogerlos y asegurarlos y someternos a una ruina abso-
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luta que fue lo que nos dejó esa prohibición, entonces tábamos completamente
bajo un régimen de dictadura, favoreciéndolos ellos a sus patronos y nosotros
cada día en la miseria. Entonces en esa parte nos afectó. Ya no nos reuníamos
porque no nos atrevíamos ni hablar, con nadie y tampoco criar (…) entonces
entra tú a vivir esa situación (…) Por aquí gracias que lo capturaron, pero ese
hombre fue un verdugo por aquí, para el pueblito de Santa Inés, la Estrella, La
China, corregimientos que pertenecen a Chibolo”.
En lo cultural se conservaban las tradiciones culturales. En lo económico
dejó de ser productiva en productos de pancoger y la explotación ganadera y
sus tierras fueron usurpadas. En lo ambiental el uso de productos agroquímicos
contaminaban la flora, la fauna y las fuentes hídricas.
Si bien en la década del sesenta y a lo largo de los años setenta y ochenta el
campesino podía aspirar a obtener la propiedad de la tierra mediante la adju-
dicación y la titulación efectuada por el INCORA, desarrollando actividades de
pancoger, aspirando a que cada campesino tuviera su parcela y que el pequeño
ganadero pudiera refugiarse, ahora les tocaba “(…) clamar con toda [la] fuerza
[para] recuperar todas esas tierras”. La inseguridad se volvió la regla general en-
tre la población campesina. Es importante señalar, sin embargo, que el acceso a
la tierra por parte de los campesinos, en calidad de ocupantes y/o poseedores,
mucho antes de la titulación se daba a partir de la invasión y la ocupación de
tierras incultas o que eran consideradas baldíos o que, a su criterio, habían sido
adquiridas de forma fraudulenta.
Sin embargo los campesinos organizados en la ANUC no pudieron enfren-
tar en Ariguaní dos fenómenos complejos: el cambio climático y la llegada de
los paramilitares. En los años noventa los campesinos quedaron “(…) afectados
por el fenómeno del niño y nos quedamos sin recursos y endeudados”. En esa
misma década llegarían los paramilitares.
Los paramilitares o Autodefensas Unidas de Colombia, por todo el “(…) te-
rritorio nacional se iban a las notarías y cambiaban las escrituras a favor de
ellos”. En Nueva Granada muchos campesinos se vieron obligados a vender sus
tierras a bajos precios o a abandonarlas debido a la presión militar que tenían.
En este municipio “(…) la misma organización propuso abandonar las tierras
por la presión que tenían y así evitar pérdidas humanas”. Situación similar su-
cedió en Chibolo. “En el Silencio se vendió por temor. Hace como 15 años (…)
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Todo este caminar en medio de la violencia nos ha afectado profundamente
a nosotros, nuestras comunidades y organizaciones
cuando en ese tiempo se metieron esos señores (…) les decían AUC y después
popularmente los paracos (…) no sé por qué les decían los paracos (…) gracias
a Dios casi no me tocaron (…) sería porque participé fue en las compras (…)”.
Otro hecho fue el robo de ganado y la muerte de semovientes. En Chibolo
“(…) hacíamos comiteces y nos reuníamos y recogíamos cuota para un enfer-
mo. Luego nos hicieron salir de allí, perdí treinta y pico de reses (…) en la vereda
el Torito. Los paracos nos hicieron salir (…) eso era [ Jorge] 40 el que mandaba
(…) ese ganado duró ocho días encerrado (…) me metí y fui lo saqué macho
a macho y luego se fue muriendo. Ocho días sin comer y sin beber. Lo tenían
encerrado en la parcela de un hijo y ellos se apoderaron de ella. Así operado me
fui a sacarlo. Se murieron 38 reses a raíz del encerramiento”.
En algunos casos las recuperaciones de tierra adelantadas por los campesi-
nos no estaban exentas de presiones y afectaciones ejercidas por los grupos ar-
mados. En Chibolo, por ejemplo, “(…) nos perjudicaron fueron los paracos. No
fue más na (…) la guerrilla una vez tuvo un encuentro con nosotros y quería que
invadiéramos la tierra, pero como nosotros teníamos un permiso del INCORA
y de la dueña, les dijimos que no la podíamos invadir hasta que no saliera la
tierra. Al fin salió la tierra y nos dijeron, les vamos a meter ciento cincuenta
tipos, y nosotros les dijimos, ahh bueno pues métalos, nosotros nos quedamos
aquí (…) pues si nos toca de a media cabuya, pues nos toca de a media cabuya,
pero nosotros no salimos de aquí. Bueno, estuvieron cuatro días, se botaban
en la madrugada, pa´ tener esa gente con hambre, pero como la vieja mía era
más práctica, a las 9 de la noche ella cocinaba y a las 2 nosotros ya comíamos
y ellos quedaban con hambre. Luego dijeron, si a ustedes se les ofrece alguna
cosa, pues no nos llaman. Nosotros les dijimos pues no los necesitamos. Si ne-
cesitamos alguna cosa, llamamos al presidente ejecutivo de la ANUC en Bogotá
y listo. No volvieron más nunca”.
En otros casos, la ocupación de las tierras iba orientada a presionar la nego-
ciación del predio con el propietario. Algunos dirigentes campesinos pensaban
que “(…) había que pagar las tierras al dueño (…) que no había que hacer inva-
sión (…) se tomaban las tierras, con el fin de pagarle al propietario”.
A pesar de haber sido víctimas del desplazamiento forzado y el despojo de
sus parcelas, en algunos municipios los campesinos se han arriesgado a volver,
sin olvidar, eso sí, las consecuencias de la violencia. Actualmente en Ariguaní
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Campesinos de tierra y agua - Campesinado en el Magdalena
CAMPESINOS REUNIDOS EN LA FINCA DE UNA FAMILIA RETORNADA LUEGO DEL DESPLAZAMIENTO FORZADO. CHIBOLO; MAGDALE-
NA, 2014. FOTOGRAFÍA: JOHN JAIRO RINCÓN GARCÍA PARA EL CNMH.
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a nosotros, nuestras comunidades y organizaciones
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Todo este caminar en medio de la violencia nos ha afectado profundamente
a nosotros, nuestras comunidades y organizaciones
EN LAS CELEBRACIONES DE LA FIESTA PATRONAL DE EL PIÑÓN LA BANDA DE FANDANGO TOCA DESPUÉS DE LA ALBORADA. CORRE-
GIMIENTO DE PLAYÓN DE OROZCO, DEPARTAMENTO DEL MAGDALENA, 2014. FOTOGRAFÍA: GABRIELA STEPHANIE PÉREZ CARDOZO.
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fueron desplazadas y ocupadas por las AUC. Las AUC se hicieron a las tierras
mediante [testaferrato] y mediante la violencia”. “En este tiempo aparecen
los despojos (…) de la tierra por la situación de violencia”. “(…) Se modifican
las fuentes de trabajo por temor a ser utilizados como informantes de AUC”.
“En este periodo (…) el [acceso] de la gente (…) era controlado por los grupos
de AUC”. “En esta época cambió el centro de poder a manos de los mafiosos
(…) y los campesinos [a] defenderse”.
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SEGUIMOS PENSANDO
EN EL FUTURO Y
EN LA REPARACIÓN
COLECTIVA
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Campesinos de tierra y agua - Campesinado en el Magdalena
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Seguimos pensando en el futuro y en la reparación colectiva
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retomar esa parte y mirar dentro de nuestra familia a esos hijos y nietos que les
podamos enseñar lo que nos enseñaron a nosotros (…) a organizarse, a respe-
tar la naturaleza (…) las partes comunales (…). Pero los líderes, los jóvenes que
están ahora, no se preocupan por promover las organizaciones que propugnan
por el bienestar de las comunidades (…), porque ya nosotros estamos arriba
(viejos). Los invito a todos para ver cómo retomamos algo (…) ¿por qué las
escuelas de formación no se han seguido ni se han retomado?”.
“Los compañeros que estamos presentes en cada municipio pueden hacer
escuelas de formación y multiplicadores a la juventud para conseguir los hilos
que ya nosotros hemos dado (…) y que si nos toca morirnos, esa juventud siga
los caminos (…) esto no es una obligación, porque morir a manos de otra perso-
na no es bueno. Yo fui amenazado cinco veces, pero gracias a Dios (…) siempre
he tenido un margen, una buena idea, un buen acompañamiento para ese sec-
tor donde yo nací y quiero con el alma (…); aunque estuve desplazado (…) pero
volví nuevamente al sector campesino (…) pero uno debe darse cuenta por qué
vienen los ataques al sector campesino. Pero el gobierno de nuestro país es el
responsable que el campesino sea masacrado cobardemente”.
A pesar de las políticas actuales con relación a la población víctima de
la violencia y la restitución de tierras, se percibe una suerte de desconfianza
respecto al Estado. “La verdad, nosotros no dependemos del gobierno. La ver-
dad, uno depende de uno mismo (…) nosotros no somos de la alta sociedad
donde están ellos (…) nosotros somos los que no debíamos sufrir las grandes
consecuencias con tanta violencia, con tanta desaparición forzada con tantos
muertos (…) yo tengo familiares que hasta el día de hoy no han aparecido de
Plato (…) dos primos hermanos, el uno me lo tiraron a la quebrada El Cucho
(…) y el otro no sé (…) más otro primo en la zona. Y así por lo consiguiente,
entonces ¿de qué depende?”
En algunos casos también es evidente la falta de información de la pobla-
ción sobre las políticas y programas y su desarrollo a nivel local y regional. En
relación con “(…) la restitución de tierras; falta información. Yo por lo menos
no sé (…), tampoco con lo del INCODER. Me dijeron que había reforma en eso
y (…) No sé (…)”.
“Pa´ describir estas comunidades hay que saber qué sucedió y qué les pasó.
Anteriormente eran comunidades prósperas, tenían cultivos, producción (…)
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Seguimos pensando en el futuro y en la reparación colectiva
EN EL MAGDALENA HAY VARIOS PISOS TÉRMICOS Y UNO DE LOS CULTIVOS MÁS IMPORTANTES EN LA PARTE ALTA DEL MUNICIPIO
DE CIÉNAGA ES EL CULTIVO DE CAFÉ. CON LA PRESENCIA DE ACTORES ARMADOS (PARAMILITARES, GUERRILLA Y FUERZAS
ARMADAS) Y LOS ENFRENTAMIENTOS CONTINUOS, LOS CAMPESINOS SE DESPLAZARON Y ESTA PRODUCCIÓN SE DIEZMÓ DESDE
LOS AÑOS NOVENTA DEL SIGLO XX, HASTA LOS AÑOS DOS MIL EN EL SIGLO XXI. SOLAMENTE HACE UNOS POCOS AÑOS LOS CAMPE-
SINOS HAN VUELTO A CULTIVAR CAFÉ Y A SACAR UNA PRODUCCIÓN IMPORTANTE. SECTOR INDÍGENA DE LA VEREDA CERRO AZUL,
MUNICIPIO DE CIÉNAGA, MAGDALENA, 2014. FOTOGRAFÍA: GABRIELA STEPHANIE PÉREZ CARDOZO.
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Seguimos pensando en el futuro y en la reparación colectiva
tos claros para el sector campesino, que favorezcan a todas las comunidades
campesinas. En esta lógica, el gobierno central [deberá tener] en cuenta a la
población joven que no tiene trabajo”.
De cierta forma se espera que la sociedad en su conjunto pueda “(…) dar
fuerza y firmeza a algo de lo que estamos haciendo (…)” Esto implica abordar
los impactos de la violencia desde “(…) el concepto de los derechos huma-
nos (…) [que si bien] puede abordarse desde múltiples ópticas (…) pasa por
reconocer la dignidad al ser humano. Reconocer nosotros lo que estamos
haciendo (…), desde el gobierno central hay un despotismo y una tiranía hacia
el campesino”.
La reparación colectiva y el trato al campesino implica entonces el “(…)
reconocimiento de la dignidad de hombres y mujeres del campo: acceso a la
tierra, políticas públicas para fortalecer la economía campesina. Que el cam-
pesino pueda vivir de la producción del campo. Que se incentive el desarrollo
del campo”. En últimas, que “(…) los derechos del campesino sean respetados
y reconocidos [las organizaciones y los campesinos] como un órgano político
(…)”. En este marco y en el contexto actual, “(…) las mujeres son las que en
realidad hoy en día están al margen. Eso debe resolverse (…)”. Y que debería
pensarse en el campesinado como “(…) Sujetos de derechos políticos, que ten-
gan independencia y autonomía política”. Implica también, pensar en políticas
de reconocimiento, con cosas tan básicas como “(…) la conmemoración del día
del campesino”.
Todo esto tiene que ver, entre otros aspectos, “(…) con la organización, con
la dignidad. Que la política pública garantice [a] la organización social que no va
a ser perseguida. Que sea autónoma. No tener que estarle lambiendo al alcalde
municipal (…) alimentación, empleo (…) ¡Que la formulita! Muchos alcaldes no
van de día a la alcaldía sino de noche. Otros no van (…) el de Chibolo dizque
vive en Santa Marta”. Todos estos esfuerzos implican igualmente, “(…) Acabar
la corrupción en los municipios. Con eso no se va a tener reparación colectiva
(…)”. “En la alcaldía no se encuentra ni una respuesta negativa (…) ya no funcio-
nan para resolver los problemas locales del campesino”.
Por otro lado, los aspectos enunciados involucran también lo político. Acla-
rando que “(…) no solamente por la votación se hace política (…), pienso y creo
que si nosotros, estando unidos y realmente haciendo una política diferente,
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municipios”. En esta lógica, exigen “(…) que los servicios que el campesi-
nado requiera lleguen directamente al campesinado (…) que los identifique
como un ente político y una legislación especial para todo lo que necesite el
campesino. Como crean el Ministerio del Interior u otro ministerio ¿Por qué
no se puede crear el Ministerio Campesino? Que se rijan todas las leyes del
campo (…) el campesino es el productor de la alimentación (…), ¿qué es lo
que hoy tiene el mundo? Hambre (…)”.
Si bien en muchos casos se tiene claridad de que “(…) el Estado no tiene
con qué reparar el daño, tanto físico, moral, ético y espiritual que nos causó a
nosotros los campesinos y las familias que tenían sus negocios: comerciantes
que también los despojaron, ganaderos (…). Si se nos da lo de la reparación,
que se elaboren proyectos productivos a estas comunidades (…) Ajá, nos dan
una parcela, ¿estamos luchando por la tierra, por una parcelación? (…) [se
requiere] hacer centros de acopio para la leche en esas veredas, centros don-
de se recopile lo que producimos, para procesarlo y venderlo a los grandes
centros comerciales”.
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LO ANDADO
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BIBLIOGRAFÍA
Y REFERENCIAS
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ENTREVISTAS
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Referencias y bibliografía
ARCHIVO
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Campesinos de tierra y agua - Campesinado en el Magdalena
364 páginas. Copia digital en: Archivo de Derechos Humanos del Centro
Nacional de Memoria Histórica; páginas 226 y ss.
DOCUMENTOS
Dajer, Chadid Gustavo, (1981, abril), Una política agropecuaria coherente y ambi-
ciosa, Ministerio de Agricultura, Bogotá.
Manuscrito de líder campesino, en: archivo documental del proyecto “Aportes
para la construcción de una metodología para la caracterización del sujeto
y el daño colectivo con campesinas y campesinos en la región Caribe, des-
de la perspectiva de memoria histórica 1960 – 2015”.
INFORMACIÓN DE INTERNET
144
TíTulos colección
inTroducción – meTodología /
conclusiones generales del Trabajo de invesTigación
campesinado en el magdalena