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LA VIGENCIA DE BASADRE SUS CUATRO CLAVES DE LA HISTORIA

PERUANA
Hoy el tiempo histórico parece ser favorable a don Jorge Basadre, conocido
como el "Historiador de la República", Jorge Basadre Grohmann, nació el 12
de febrero de 1903 en la ciudad histórica de Tacna. Fue hijo de Carlos
Basadre Forero y Olga Grohmann . Los libros de Basadre parecen aún vitales,
indispensables, con una fuerza sana para explicar y entender nuestro destino
histórico. Presentar o discutir la obra de Basadre demanda un espacio mayor,
no un artículo que pretende solamente recordarlo a 20 años de su muerte. Se
me ocurre llamar así a esos rasgos fundamentales de nuestro proceso
histórico, que Basadre decía que uno puede ignorar, conocer y aún manejar,
pero no evitar. Desde su primer libro, La multitud, la ciudad y el campo en la
historia del Perú ( 1929 ) hasta su Introducción a las bases documentales para
la historia del Perú ( 1971 ), pasando por su monumental Historia de la
República del Perú, su obra historiográfica trata de explicar y entender el
Perú moderno. Sin embargo nunca estuvo libre de la incomprensión, la crítica
y - a veces - del menosprecio de algunos historiadores, especialmente de mi
generación, que priorizaban una historia que negaba la inevitabilidad de lo
hispano y lo criollo, que preferían la demolición de la historia, más que una
historia que buscaba la nación como centro y justificación.

Primera : El Perú no es inca, ni español, ni criollo, ni mestizo, es una realidad


más compleja. Tello, así como los hispanistas consideró al criollismo como
mundo crepuscular, para luego afirmar que el Perú era más que todo eso.

Segunda: El Perú es un país de contrastes y de contradicciones. Un «país que


en la guerra con Chile produjo un bizantino faccionalismo político y un
arquetipo de hombre como Grau». Gran parte de nuestra historia, decía, la
podemos entender como un debate entre las ideas de libertad y autoridad,
ambas como opciones políticas contrapuestas y justificadas por la búsqueda
del ansiado progreso material. Un debate entre la institucionalidad
democrática, con todas sus implicancias, y los gobiernos autoritarios, que
sacrifican la democracia.

Tercera : Aquí tenemos que pensar fundamentalmente en su noción de


Estado empírico, ineficiente, clientelista y caudillesco, para entender por qué
la riqueza del guano no permitió la aplicación de políticas estatales más
inteligentes y nacionales. Los problemas provienen de los avatares, las
conquistas, los colonialismos que encontramos en nuestra historia, lo que no
nos debe impedir -según él- mirar al futuro como posibilidad de una vida
mejor.

En cuarto lugar: desde muy joven, y probablemente, en respuesta a su


experiencia íntima y personal, se preguntó «¿Por qué se fundó la República?»
y aquí expuso una de las claves fundamentales de la historia moderna del
Perú, la idea de promesa republicana, que aparece como una emoción de
todos los hombres nuevos durante las campañas independentistas en
América Latina: «Hubo en ellos también algo así como una angustia
metafísica que se resolvió en la esperanza de que viviendo libres cumplirían
su destino colectivo. Esa angustia, que a la vez fue una esperanza, podría ser
llamada la promesa.

Con estos puntos clave que según Basadre no hemos sabido manejar, para
que la promesa se relice íntegramente, a pesar de nuestros conflictos como
él llamaba de una “invisible guerra civil”, Basadre miró la historia peruana
para entender el desarrollo de la “nación peruana”, la República nacida con
la Independencia, resumida en una comunidad donde prevalezca la
integración, honestidad y juego limpio.

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