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ÍNDICE GENERAL

Introducción 5

Primera Parte: Lectura de partidos 9


¿Qué tipos de lecturas hay que hacer? 9
¿De qué va a depender una buena lectura de partido? 11
Tipos de lecturas de juego 12
Lectura del Equipo 12
Lectura Individual 13
Lectura física del juego: 14
Lectura psicológica del juego: 14
Lectura técnica del juego: 14
Lectura táctica del juego: 14
Análisis Previo de Partidos 15
El descanso también juega 17

Segunda Parte: Análisis de Partidos 19


¿Cómo analizar un partido de fútbol? 19
¿Qué incluyen los “reportes tácticos de espionaje? 20
¿Cómo se hace un informe final de temporada? 22
Esquema de análisis del equipo propio: 25
Esquema de análisis para el equipo adversario: 27
Las Preguntas Guía para el Análisis 29

Tercera parte: Situaciones Típicas de Juego 30


La antigua estrategia militar al servicio de la táctica 31
futbolística
Situaciones Típicas del Juego 32
Equipo encerrado que nos juega al contragolpe 32
Nos atacan con pequeñas sociedades. 33
Progresión ofensiva con traslado de balón 34
Progresión ofensiva saltando líneas 35
Rival ganando o empatando y aplica ritmo de juego lento 36
Marcas Persecutorias 37
Ataque en amplitud por los costados 38
Ariete Fijo 39
El centro delantero que va por todas 40
El adversario nos hace pressing total 42
3

Arquero líder en nuestro equipo 42


Nos tiran a gol constantemente 43
Tenemos ventaja numérica y necesitamos defender 43
Tenemos un jugador menos y necesitamos defender 44
El rival es impulsado por su porra 45
Provocar la creación de espacios 46
Cansar físicamente al rival 46
Imponer ritmo de juego 47
Conservar posesión de balón 47
Hacemos pressing 49
Nos hacen pressing 49
Queremos salir jugando desde atrás 50
Arquero líder 50
Ganar las esquinas en saques de banda ofensivos 50
Tiro a gol con eficiencia 50
Jugamos al contra ataque 51
Jugamos al contra golpe 51
Tenemos un jugador de más y necesitamos atacar 51
Tenemos un jugador de menos y necesitamos atacar 51
Necesita nuestro equipo un centro delantero clavado. 51

Cuarta Parte: Sistemas de Juego 66


Características generales de cualquier sistema 53
Importancia de los Sistemas de Juego 55
Definiciones clásicas, modernas y contemporáneas del 56
concepto sistema de juego
Elementos que componen un sistema de juego 58
¿Cómo diseñar el sistema de juego? 59
Aspectos a tomar en cuenta al diseñar un sistema de juego 61
Fundamentos Pedagógicos de los Sistemas de Juego 62
Fundamentos técnico – tácticos de los sistemas de juego 62
¿Cómo entreno un sistema de juego? 64
Las líneas de los sistemas de juego 65
La Táctica fija y los sistemas de juego 66
Tipos de sistemas de juego 67

Quinta parte: Análisis posicional en el campo de juego 85


Portero / Arquero / Guardameta 69
Lateral Tradicional 69
4

Lateral tradicional con subida 71


Lateral Volante/Carrilero 71
Lateral Extremo 73
Lateral Central Marcador 73
Defensa Central líbero 74
Defensa Central Zonal 75
Defensa Central Marcador/Stopper 76
Central Contención 76
Defensor de Medio Campo/Zaguero Medio 77
Volante de Contención Único/Fijo 78
Volante de Contención con Descenso 79
Volante de Contención Doble Fijo 79
Volante de Contención Doble Mixto. 80
Volante Intermedio / Volante Mixto 80
Volante Lateral 82
Volante Extremo 83
Volante de Ofensivo / Creativo 83
Volante de ataque central adelantado 85
Centro delantero fijo/Delantero Centro/Ariete/Punta neto 85
Centro Delantero Punta con Movilidad/Delantero del Centro 87
al Costado y del Costado al centro
Segundo punta con movilidad: Punta Satélite 88
Extremo abierto desbordante/Extremo Tradicional 89
Delantero Extremo Volante/Falso extremo o extremo 90
mentiroso
Delantero Extremo ambos Costados 92
Enganche en transiciones a doble enganche 93
Centro delantero Defensivo 93

Sexta parte: Análisis funcional en el campo de juego 111


Sistemas de juego basados en tres defensas 96
1-3-3-3-1 96
1-3-1-5-1 97
1-3-2-4-1 98

1-3-4-2-1 99
1-3-5-1-1 100
1-3-2-3-2 101
1-3-1-4-2 103
5

1-3-3-2-2 105
1-3-4-1-2 107
1-3-2-2-3 109
1-3-1-3-3 112
1-3-3-1-3 113
Sistemas de Juego basados en cuatro defensas 115
1-4-2-3-1 116
1-4-3-2-1 117
1-4-1-4-1 118
1-4-4-1-1 120
1-4-2-2-2 122
1-4-3-1-2 124
1-4-1-3-2 126
1-4-1-2-3 128
1-4-2-1-3 131
Sistemas de Juego basados en cinco defensas 132
1-5-1-3-1 132
1-5-2-2-1 135
1-5-3-1-1 137
1-5-1-2-2 139
1-5-2-1-2 140
1-5-1-1-3 141
Sistemas de Juego en el Fútbol Siete 143
1-2-1-3 144
1-2-2-2 146
1-2-3-1 147
1-2-4 148
1-3-3 150
1-3-2-1 152
1-3-1-2 154
1-1-4-1 156
1-1-3-2 157
Comentarios Finales 176
Referencias Consultadas 179
6

Introducción

El fútbol es un juego deportivo colectivo en el cual quienes


intervienen están agrupados en dos equipos con una relación de
adversidad-rivalidad deportiva en una lucha incesante por la conquista
de la posesión del balón (respetando las leyes del juego) con el
objetivo de introducirlo el mayor número de veces en la portería
adversaria y evitar que entre en la propia y así obtener la victoria. Para
conseguirlo, el fútbol posee una serie de actitudes y comportamientos
técnico-tácticos por parte de cada jugador pero que unidos en su
conjunto, forman un complejo multidimensional. Los equipos en
confrontación directa forman dos entidades colectivas que planifican,
ponen a prueba, coordinan sus acciones y se reconfiguran para actuar
un contra otro creando comportamientos por las relaciones
antagónicas de ataque/defensa. Muchas veces esos comportamientos
son intenciones manifiestas y otras veces son intenciones latentes.

Bajo esta perspectiva, el fútbol en su dimensión táctica y sistémica,


representa una actividad con diferentes manifestaciones específicas,
cuyo contenido consta de acciones e interacciones. Acciones tácticas
y contra tácticas. De ahí que la cooperación entre los diferentes
elementos se efectúa en condiciones de lucha con adversarios
(oposición), que, a su vez, coordinan sus acciones con el objetivo de
desorganizar dicha cooperación. Llámese a las condiciones de
oposición, recursos defensivos para la neutralización y las de
desorganización, recursos ofensivos para el combate.

En este libro realizamos un estudio de seis grandes temas: 1) las


nociones básicas acerca del análisis de partidos, 2) revisión de
concepto de lectura de juego, 3) recursos para la neutralización y
combate de 36 contextos denominados como situaciones típicas de
juego para un mejor entendimiento y reflexión.
7

4) todo lo concerniente a los sistemas de juego, 5) análisis posicional


en el campo de juego y 6) análisis funcional de 28 sistemas de juego
para fútbol de la modalidad de once jugadores y nueve análisis de la
modalidad futbol siete.

Va dirigido a entrenadores, monitores, jugadores profesionales y


amateurs, directores deportivos, secretarios técnicos, dirigentes,
árbitros, periodistas deportivos y aficionados al fútbol en general.

Realmente es el deporte más practicado en los últimos cien años, por


personas de todas las edades y nacionalidades. Necesitamos más
libros para ayudar a la gente a entender mejor el fútbol, para que
conozcan los matices que tiene este deporte, se respeten las reglas y a
los componentes del mismo. Los entrenadores de fútbol son las
personas que más pueden influir en sus jugadores, no solamente en la
manera de jugar, sino en la forma de ser, es decir, aparte de conseguir
que sus jugadores sean muy buenos en los aspectos técnicos, tácticos
y físicos, deben intentar que sean buenas personas, compañeros,
humildes y solidarios. Además de preocuparse de sus jugadores, el
staff técnico y demás personas relacionadas con su equipo, deben
actualizarse continuamente, leer libros sobre fútbol y comunicarse con
entrenadores de otros lugares para seguir aprendiendo
constantemente.

Por eso recomiendo que se lea este libro dónde se exponen distintos
sistemas de juego que se contraponen a otros mediante
emparejamientos tácticos, con recursos de neutralización basados en
movimientos de basculación de los jugadores y acciones de combate
mediante descomposición de la última línea defensiva. Con la lectura
de este ejemplar se podrá entender mejor cómo contrarrestar los
distintos sistemas de juego más utilizados en todo el Mundo, y es muy
probable que se encuentren soluciones a sus demandas.

Este libro no solamente tiene como objetivo llegar a los entrenadores,


sino a los propios jugadores de fútbol, para que entiendan mejor las
características de cada uno de los sistemas de juego y sepan utilizarlas
8

junto a las propias cualidades técnico - tácticas para jugar mejor al


fútbol y ganar partidos. También a los entrenadores del fútbol base
para ir educando progresivamente a sus jugadores en las diversas
formas de jugar. Por último a los aficionados en general y a los
periodistas deportivos para que desde el conocimiento de estas
características de los diferentes sistemas de juego, comprendan mejor
las jugadas de ataque y de defensa y las diversas maneras de jugar de
los equipos de fútbol.

El juego plantea fases de ataque, de defensa y de transición entre las


dos anteriores. Esto requiere una organización colectiva para cada una
de esas fases por parte de los equipos, un reparto equilibrado de roles
entre los jugadores, tanto en defensa como en ataque. No sería normal
que un equipo estuviese compuesto por jugadores con mucho talento
ofensivo, y que cuando perdiesen el balón, no fueran capaces de
recuperarlo. Tampoco sería lógico que un equipo estuviera
conformado por jugadores impenetrables en defensa, y una vez que
recuperan el balón, careciesen de capacidad para realizar ataques o ser
contundentes. Los sistemas de juego nos permiten esa organización
colectiva tan necesaria y garantizan una adecuada ocupación racional
del terreno de juego, evitando desequilibrios tácticos. Para que esta
organización colectiva (llámese por referencia sistema de juego) sea la
adecuada y se pueda desarrollar después una táctica equilibrada y
eficaz, tanto en el aspecto defensivo como en el ofensivo, será
fundamental el estudio de las características de los propios jugadores,
de sus virtudes y limitaciones, en pocas palabras: del diseño de un
modelo de juego.

Es cierto que hay entrenadores que consideran que el sistema de juego


es lo principal. Buscan jugadores que se adapten a un determinado
conjunto de desplazamientos y ocupación del terreno. Desde luego
que respetamos esa opción, pero creemos que es mejor adaptar el
sistema de juego a las cualidades de nuestros jugadores basándonos en
las ventajas que nos ofrece el modelo.
9

Los sistemas de juego nacen con la intención de facilitar la


comprensión a los aficionados y a la prensa, del funcionamiento tanto
individual, grupal o colectivo. No fueron inventados como un
elemento determinante que refleje lo que haya sucedido o esté por
pasar en realidad en la cancha. Por eso es necesario distinguir entre
formación (que le sirve a la prensa y a los aficionados para situar
imaginariamente una referencia) puesto (que específicamente
determina los movimientos, funciones y acciones a realizar tanto en
ataque como en defensa) sistema (que es la forma en que se desplazan
los jugadores de acuerdo a la formación y las funciones
encomendadas) el estilo (que es la forma de interpretar dichas
funciones) y las escuelas (que son manifestaciones identarias que le
van dando valor simbólico a formas exclusivas del hacer, ser y sentir,
por ejemplo, la escuela holandesa, la escuela británica, la rioplantense,
la carioca, etc.)

Decía con sarcasmo don César Luis Menotti que hablar de


formaciones era como “memorizar números telefónicos” y agregaba
que cuando escuchaba esos números no lo podía creer. “El fútbol no
es tan difícil, no crean eso. Si alguien pone un 1-4-4-2 eso no dice
nada que ayude a comprender el funcionamiento de un equipo, pero si
a mí me dices va Pasarela de central, Redondo de cinco, Maradona y
Riquelme con Kempes en la punta, entonces así si, entiendo el
funcionamiento”.

La intención de la serie Cuadernillos Didácticos ha sido que tanto


amateurs como profesionales del fútbol desarrollen la capacidad de
reflexionar sobre la necesidad de mejorar la calidad de sus
entrenamientos y direcciones técnicas. Esta serie busca que más
entrenadores contribuyan que con más obras que sin lugar a dudas,
harán que nuestro deporte crezca tanto de forma cuantitativa, como
cualitativamente acorde a nuestros tiempos.
10

Primera Parte

Lectura de partidos
Una labor muy importante del cuerpo técnico consiste en analizar y
valorar las condiciones no sólo del equipo propio, sino también del
rival en cuestión. Este punto toma mayor relevancia si consideramos
que actualmente cualquier incidente en un cotejo, en breves instantes
da la vuelta al mundo. Una atajada sensacional, un gol de portería a
portería, una pifia arbitral etc.

Examinar al adversario a profundidad le permite a nuestro equipo


prepararse táctica y anímicamente: quienes dicen que “saber es poder”
podrían ahora pueden decir que “saber da seguridad, y la seguridad
fortalece”. Estamos viviendo épocas donde el principal activo de un
equipo de fútbol debe ser su plantilla y también la información que
posea el cuerpo técnico relativa a los adversarios. Las video bases de
datos cobrarán un valor incalculable así como los analistas que las
realizan.

¿Qué tipos de lecturas hay que hacer?


Lo primero a establecer es que es subjetiva, pues no todos vemos el
mismo partido: recordemos que la percepción es relativa. Algunas
personas ven el mismo vaso medio vacío y otras lo ven medio lleno.
Las lecturas de juego se basan poco en variables para su análisis,
aunque existen. Normalmente se utilizan instrumentos cuantitativos.
El juego en todos los niveles cada vez se torna más complejo en todos
los renglones. Antes el jugador, conducía libremente, levantaba la
mirada, se acomodaba, levantaba la mirada, apuntaba, pasaba y
esperaba a ver si el receptor le daba continuidad a la jugada; ahora, a
lo mucho, se debe observar y percibir desde antes, tomar la decisión y
actuar en consecuencia siguiendo el pase, sirviendo de apoyo o
romper y desmarcar.
11

Las lecturas de partido no nada más incluyen conocimientos tácticos


en fase dinámica y fija; también de los tipos de competencia, de los
rivales, aspectos físicos, técnicos, incluso culturales e históricos y
psicológicos.

Algunos autores recomiendan iniciar la lectura del partido con las


características del adversario. El reconocimiento de los aspectos
físico, técnico, psicológico, táctico y antropomórfico de los
contendientes: las características generales del rival. Pero hay otros
entrenadores que van más allá pues recomiendan iniciar con el
conocimiento previo de las características culturales de los rivales.
Por ejemplo, si se va a jugar en un torneo nacional infantil donde a tu
equipo (supongamos del centro del país) le toca eliminarse en el
mismo grupo con los estados de Sinaloa, Nuevo León, Chihuahua y
Sonora, lo más probable es que éstos selectivos, saquen provecho del
factor estatura, mientras que tu equipo eventualmente haga lo mismo
con el factor técnico.

La experiencia es importante para una adecuada lectura de los


partidos, pero lo es más, los conocimientos especializados. Son
muchos los entrenadores tanto formativos como de elite que se
autodenominan o la prensa los califica de “ofensivos” sin saber que
eso es simplemente un cliché publicitario. Ésta auto denominación
llega a distraer a los técnicos de sus verdaderas y amplias funciones.

Cualquier Director Técnico debe estar compentemente preparado para


diseñar un modelo de juego a la medida de sus jugadores, de la
competencia y de los adversarios. Otro cliché: se tiene la falsa
creencia de que “sea el rival quien se ocupe de mí” cuando el fútbol es
equilibrio y el equilibrio es conversión y reconversión. Todos los
equipos tendrán que atacar y defender en ciertos momentos del
partido y eso requiere de conocimientos especializados.
12

¿De qué va a depender una buena lectura de


partido?
Lo que hay que aclarar es que no hay buenas ni malas lecturas de
juego así como tampoco hay equipos ofensivos y defensivos; lo que
hay son interpretaciones eficaces que llevan como resultado 1) jugar
de forma equilibrada 2) resolver situaciones apremiantes, 3) evitar
aciertos u obtenerlos y 4) ganar partidos. Sin embargo hay que
reconocer que también hay otras lecturas que literalmente, no sirven
de nada: las de las florituras, las de eufemismo, las del descrédito o
las incompletas.

Las lecturas eficaces dependerán de un sinfín de variables: en relación


con el jugador y con el entrenador influye “mi experiencia, mi
capacidad de análisis y de retención de información o de vivencias
pasadas, mi iniciativa, mi predisposición al triunfo, mi carácter” etc.
en resumen, una buena lectura depende fundamentalmente de estar
acostumbrado o no a resolver situaciones típicas del juego.

Por eso, todo entrenador en niveles aceptablemente competitivos


jamás debe hacer lecturas simplificadas y dejarse llevar por las voces
de quien menos sabe. En cambio, mucho gana al acercarse y consultar
a sus colegas. Paradójicamente un gran problema de nuestros días es
el acceso interminable a fuentes de todo tipo en Internet. Algunas de
muy buena calidad, pero la inmensa mayoría de dudosa procedencia,
las cuales atiborran de pseudo – información, que eso, aunado con el
gusto de los entrenadores formativos por lo “diferente e innovador”
hacen una mezcla de dudas y de copiado de ideas ajenas.

El auténtico D.T., entre más elementos observe, más completa será su


temporada y más competitivo será su equipo. Cabe recordar que saber
delegar las observaciones de partidos a otros, genera confianza y
afianza una mejor toma de decisiones pues cuando la responsabilidad
se comparte la presión es menor.
13

Tipos de lecturas de juego


Hay lecturas de partidos más generales como las que llegan a hacer
los aficionados, los reporteros, los narradores de partidos, las mal
intencionadas o los jugadores nóveles y otras más complejas que
efectúan los agentes especiales que se dedican a espiar rivales, los
miembros de un cuerpo técnico internacional o los analistas de las
revistas especializadas. Podemos encontrar cinco diferentes tipos de
lecturas:

• Del entrenador sobre el propio equipo, el rival, el otro


entrenador etc.

• Del cuerpo técnico asignado para tales efectos quienes espían


a los rivales en turno y entregan los reportes al entrenador.

• Del jugador sobre el adversario directo, el resto de los


contrincantes, sus compañeros, etc.

• De la prensa de forma objetiva menos apasionada o de forma


subjetiva casi siempre apasionada y sujeta a intereses.

• De los directivos, pocas veces objetiva por su carácter de


dueños; su subjetividad también responde a intereses

• De analistas y especialistas que la gente común no conoce,


pero son ellos quienes se encargan de escribir los libros técnicos que
los entrenadores leen.

Lectura del Equipo


Es la que se realiza observando y analizando al menos dos juegos de
visitante y tres de local del rival en turno en caso de que salgamos a
visitarlo o viceversa en caso de que lo recibamos. Se trata de elegir
una muestra representativa dentro del universo de encuentros que ha
disputado en el último mes el adversario. No tendría caso analizar
encuentros de la Copa del Mundo cuando esta ya pasó más de dos
14

años. Entre más recientes sean los partidos analizados, más nos
servirá para conocer su estado actual.

El personal técnico especializado habrá de identificar las preferencias


tanto en ataque como en defensa y las procesará en forma de matrices
de patrón de juego en formato impreso. El análisis de equipo incluye
también revisar los videos de nuestro equipo frente al rival en turno
para identificar actitudes y aptitudes frente a esa problemática.

A los jugadores se les reunirá al comienzo de la semana y se les


mostrará una edición en formato de video (15 minutos como máximo)
con toda la información que le sea necesaria para hacerle daño
futbolístico al adversario.

Lectura Individual
Siendo que algunos jugadores no tienen recorrido suficiente para
analizar mediante sus participaciones a nivel de selección o con el
primer equipo de su club, se tendrá que hacer uso de tanto material
como tengamos disponible bajo las reservas de caso. Por ejemplo si el
adversario pretende alinear a una joven promesa que nunca antes
había sido convocado, tendremos que echar mano de los videos
caseros o cualquier otro tipo de fuente de información. Algunas veces
el jugador ya tuvo proceso con selecciones menores y de alguna forma
la revisión de ese material al menos nos podrá orientar acerca de su
estilo de juego aunque no del momento deportivo que vive en ese
momento.

También no está de más realizar un análisis paralelo de nuestros


propios jugadores clave. Dicho material audiovisual les dará mayor
seguridad, certeza y confianza para enfrentar el cotejo.
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Lectura física del juego


Es responsabilidad del preparador físico observar y valorar los puntos
fuertes y débiles de ambos equipos incluso con anticipación. El
preparador físico ahora puede conocer el nivel de competencia
acudiendo a analizar al adversario directamente o mediante apoyos
videográficos. Se toma poco en cuenta por el poco acceso a los
instrumentos de medición, los hay pero en el fútbol de elite. Software
de grabación cenital.

Cuando se usa es menos subjetiva por tratarse de algo científico. Una


lectura física eficaz incluye un sinfín de aspectos como la técnica de
carrera, la aproximación a velocidad, el centro de gravedad, la fuerza
explosiva, la potencia de salto, los síntomas de fatiga, el empleo de los
perfiles, etc.

Lectura psicológica del juego


Analiza los estados de ánimo, miedos, inseguridades, motivaciones
etc. Digamos que las variables son tranquilidad ante la adversidad,
seguridad en sí mismo, disposición para el riesgo, etc. Sin embargo,
poco se toma en cuenta a pesar de que en casi todos los equipos la
motivación, la concentración, la independencia, etc., se han hecho
algo ya tradicional. Cuando la lectura psicológica del partido se usa en
amateurs es muy atinada por su carácter científico. Sin embargo en
profesionales todavía es algo subjetiva. Recordemos las resistencias
de muchos entrenadores de primera división cuando dicen algo así: “si
nos fiáramos en los psicólogos ningún jugador estaría apto para el
domingo porque todos tienen problemas”.

Lectura Técnica del juego


Si el entrenador aprende a identificar las fortalezas, debilidades,
amenazas y oportunidades tanto de sus jugadores como de los
adversarios, tendrá una ventaja competitiva inimaginable. Si se
estudian las características técnicas de los jugadores contrarios,
16

estaremos en condiciones de prevenirnos y de hacer daño estratégico


derivado por ejemplo de las fallas en el juego aéreo, en la rapidez de
conducción, en el golpeo, etc.

Lectura Táctica del juego


Hubo un entrenador que se encargó de diferenciar dos conceptos:
táctica y estrategia. Osvaldo Zubeldía (seis veces campeón con
Estudiantes como DT) aclara que “táctica es el arte de coordinar la
acción de once jugadores, mientras que estrategia es la planificación y
dirección de una táctica”.

Considerando que el fútbol es un juego colectivo con un alto


contenido estratégico, la lectura táctica se deberá hacer en base a 2
tipos de intenciones: las manifiestas y las latentes (las intenciones
notorias, evidentes y transparentes son manifiestas; las intenciones
ocultas, disimuladas son latentes). se deben descubrir ambas en caso
del rival y ocultar en lo posible las del equipo propio.

Se debe cuanto antes leer y descubrir el planteamiento inicial.


Derivado del tiempo de estudio que es entre 5 y 10% del total del
juego. Algunos equipos hacen de éste tiempo de estudio un elemento
estratégico determinante sabiendo que el otro equipo apenas y se está
adaptando a las circunstancias.

Posteriormente considerar las modificaciones necesarias en el equipo


propio y las modificaciones que en la marcha hace el rival: ajustes de
líneas con los mismos jugadores o sustitución de jugadores; ejemplo
1. un defensa lateral derecho pasa de volante por derecha; ejemplo 2.
sale un centro delantero y entra otro; ejemplo 3. Sale un defensa
central y entra un centro delantero más.

Tomar en cuenta siempre la modificación de las funciones de los


jugadores, ajustes al sistema de juego propio; ritmo de partido (que
nosotros impongamos) estilo de equipo (que le hemos impuesto o nos
lo han heredado) etc. Algunos ejemplos serían:
17

• Modificación táctica: pasar de dos contenciones a tres


centrocampistas mixtos o incluso de un portero líbero a uno atajador
en una tanda de penales.

• Modificación de ritmo: hacer juego directo y cambiar a juego


acompasado, mantener la posesión del balón y de pronto, un pase
profundo a la espalda del defensa.

• Modificación de funciones: jugar centralizando, cambiar a


ampliar la cancha. Hacer o pedirle al volante exterior que penetre
hasta línea de fondo y de pronto modificar a conducción del costado
hacia el centro con posibilidades de tiro a gol.

La lectura táctica también implica reconocer el nivel de competencia


de los adversarios por lo que si en cierta jornada (sobre todo con
equipos infantiles) no tenemos rivales fuertes, poner desafíos tácticos:
jugar a menos toques, usar la pierna inhábil, cambiar de posiciones a
los jugadores, etc.

Hay entrenadores que afirman que basta con ver 15 minutos de


cualquier partido para desentrañar los aspectos relevantes de los
equipos, otros prefieren hacer un análisis longitudinal más extenso
que permita identificar comportamientos tácticos específicos que
muchas veces no aparecen en un partido pero probablemente en un
segundo o tercero sí.

Todos los entrenadores deberían emplear una terminología (como los


diagnósticos médicos, los dictámenes administrativos o laudos
jurídicos) lo más parecida posible en beneficio de los jóvenes
jugadores. Además todo entrenador debería escribir sobre sus partidos
bitácoras, reportes, informes finales, análisis etc. (aprendizajes,
errores, aciertos, jugadas previsualizadas etc.) una cosa es la
capacidad de lectura del entrenador y otra la de los jugadores. por eso
es importante saber convencer, saber explicar, saber analizar y lo más
importante saber resolver.
18

¿El análisis previo de partidos sirve durante el


juego?
Hay entrenadores que dicen que sí y hay otros que aseguran que una
vez que comienza a rodar el balón todo se reduce a una contienda
once contra once. Los primeros al ser del tipo de líderes que tienen
una planificación pormenorizada, son de la idea de que las situaciones
del partido son patrones de juego que tienen una elevada escala de
probabilidad para volver a repetirse. Por ejemplo si un mediocampista
hizo media docena de tiros de larga distancia en los últimos
encuentros, este tipo de técnicos asegura y casi prospecta en qué
minutos del partido los va a realizar. “Si sabemos que armas puede
utilizar nuestro rival, con este análisis tendremos diferentes opciones
para vencerlas”.

En cambio hay otro grupo de entrenadores que afirman que un buen


análisis del rival solamente le ayuda a su equipo para programar y
visualizar su plan de juego y que lo demás son incertidumbres de
partido que difícilmente se sabrá de antemano que van a suceder. Este
estilo de entrenadores deja más a la libertad del jugador la toma de
decisiones en los momentos complicados.

Debemos reconocer que hoy en día la diferencia entre un equipo y


otro muchas veces es mínima y este tipo de detalles estratégicos puede
llegar a marcar diferencia. Otro punto importante tiene que ver con
nuestro equipo ya que si analizamos

El descanso también juega


Cabe recordar que el descanso también juega y no nada más está para
dar indicaciones, corregir o replantear a nuestro equipo sino también
se puede realizar una prospección de las instrucciones de entretiempo
del entrenador del equipo adversario. En ese caso se trata de
responder a la pregunta ¿qué les estará pidiendo que haga el otro
entrenador a sus jugadores? No olvidemos usar la mitad o menos del
19

tiempo de descanso del entretiempo bastará para recordar lo que se


dejó de hacer, corregir y motivar. Existen estudios que analizan la
atención y retención en los vestuarios, la cual suele llegar a durar
máximo 7 minutos. Ahora bien, en divisiones menores, una buena
relajación, tranquilidad, motivación y comunicación asertiva son
determinantes para la segunda parte del encuentro y por lo tanto, no
está de más recordar que no debemos saturar al futbolista con
indicaciones muchas veces complicadas por el estado de ánimo y el
stress que conllevan este tipo de momentos.

El entrenador no debería mantenerse en silencio en el entretiempo


(aunque vemos en el profesionalismo ejemplos de sobra en todos los
países) y hacer jugar el segundo tiempo con el simplismo que denota
la frase “jueguen como saben y échenle ganas” o “hay la llevamos”.

Si en verdad estamos comprometidos con un aprendizaje significativo


y todo lo que conlleva, el entre tiempo será el momento en el que el
entrenador cuestione más que diserte. ¿Qué les ha parecido el partido?
¿Alguna vez antes ya se habían enfrentado a una situación similar a la
de ahora? ¿Ya recordaron como resolver este tipo de situaciones en
base a nuestra experiencia pasada? ¿Cómo podemos neutralizar el
riesgo del adversario? ¿Cómo proponen que juguemos el segundo
tiempo y por qué? ¿Qué pensaron cuando sucedió tal cosa durante el
partido? ¿Qué se siente ir ganando o perdiendo? Son solo algunos
ejemplos de cuestionamientos que ayudan a que los integrantes de
nuestro equipo aprendan a ser más analíticos con sus propios partidos.

En resumen, la labor de entrenador es amplia y al mismo tiempo


compleja como para distraerse en banalidades, reproches a posteriori
o en el peor de los casos estar “ausente” cuando su equipo más lo
necesita.

Los clásicos tenían razón cuando sentenciaban: “observar no es lo


mismo que ver” y “hasta el último minuto tiene 60 segundos”.
20

Segunda parte

Análisis de Partidos
Para analizar un partido de fútbol no basta con las anécdotas,
estadísticas y entrevistas que difunden en exceso los medios de
comunicación. Amigo lector, trascienda en el mundo de la táctica, la
estrategia y la organización y conozca los apuntes secretos de los
entrenadores de fútbol.

Prácticamente todos los entrenadores reconocen que “la complejidad


del juego deportivo supone elevadas exigencias metodológicas y
técnicas en los sistemas de observación, así como un elevado empleo
de tiempo en la preparación y el análisis posterior del juego”
(Holman, 2005: 263)

¿Cómo analizar un partido de fútbol?


Ahora ya sabemos que el entrenador necesita conocimientos y
experiencias sobre cómo solucionar de la mejor forma posible
determinadas situaciones del juego. Hay quienes apuestan más por las
“corazonadas” y se dejan llevar por el sentimiento y existen otros que
basan sus observaciones en datos fríos, esos que al parecer no
deberían de mentir pero como todos sabemos en el fútbol podrá estar
ya todo escrito, pero nadie sabe cómo va a quedar en el partido de
mañana. El primero se denomina “análisis subjetivo de impresión” y
el segundo “observación sistemática del juego”.

En el libro de Andreas Holman sobre “Introducción a las Ciencias del


Entrenamiento” (2005) se habla del denominado scouting report que
contiene tanto impresiones personales del ojeador (subjetivas) como
una revalidación de los informes cuantitativos que se tienen con
anterioridad. Hace referencia a un estudio en el que se demuestra que
el entrenador de fútbol que realiza prioritariamente el análisis
subjetivo únicamente recuerda el 30% de los momentos decisivos en
el partido. “Mientras la observación sistemática (…) registra lo más
21

objetivamente posible las características antes determinadas, se puede


hablar de un análisis subjetivo de impresión cuando un observador
sigue el juego desde un punto de vista analítico. Sin embargo, de
acuerdo con sus necesidades, su atención es flexible en cuanto a la
intensidad y al tema observado” (p.262).

¿El juego precisa de un apoyo multidisciplinario por las situaciones


cambiantes que presenta o es la competencia misma la que se impone
y lo requiere?

¿Qué incluyen los “reportes tácticos de espionaje?


El espionaje para generar reportes tácticos es muy viejo en el mundo.
Las primeras manifestaciones de la utilización de los servicios de
inteligencia y de espionaje los encontramos en Mesopotamia en el
siglo III a. C., En Washington y en Berlin existen museos del
espionaje. Pero claro, estamos refiriéndonos al espionaje bélico y
político, incluso amoroso, pero que pasa en el deporte cuando los
equipos y las selecciones son negocios multimillonarios donde ya
sean los dirigentes o los cuerpos técnicos siempre están buscando
ventajas. No hay razón para creer que el deporte sea inmune, sólo
porque se trata de deporte. Son negocios y son propensos también a
toda clase de vigilancias extremas.

Por ejemplo en junio del 2015 se le acusó al entrenador Jorge


Sampaoli de espiar por medio de un dron los entrenamientos de su
similar de Perú en el marco de la Copa América jugada en Chile. Se
sabe que entrenadores como Carlos Salvador Bilardo, Marcelo Bielsa
o Pep Guardiola varias veces mandaron espiar a sus jugadores para
cerciorarse si éstos se iban de fiesta la noche previa a un partido e
incluso Luca De Pra, entrenador de porteros del Génova, fue
sorprendido espiando atrás de unos arbustos una sesión de
entrenamiento de su rival, la Sampdoria. Y lo más gracioso es que ¡Se
le encontró disfrazado con ropa de camuflaje militar!
22

Foto 1. Luca da Pra es captado por la prensa en pleno espionaje

Fuente: ABC España

Todos los cuerpos técnicos de las selecciones observan uno o más


partidos de fútbol para conocer el estado futbolístico con el que llega
su adversario, reconocer sus puntos fuertes y débiles a nivel equipo e
identificar quienes pueden ser sus jugadores clave.

Hoy en día existen diversos programas y aplicaciones que les


permiten a los entrenadores identificar y cuantificar recorridos
principales mediante radios de calor, movimientos recurrentes por
ejemplo cuando atacan, seguimientos estadísticos, etc.

Sin embargo el espionaje a los adversarios llega a tales formas que


hay quienes mandan disfrazarse a alguien de su confianza y hacerse
pasar por jardinero, personal de telefonía, luz, etc. con tal de saber
aunque sea un poco de lo que está haciendo el rival.
23

¿Cómo se hace un informe final de temporada?


Redactar el informe final de temporada se ha convertido en una
actividad analítica y pormenorizada que deben efectuar tanto
entrenadores formativos como profesionales. En el mejor de los casos,
el cuerpo técnico deberá participar de manera coordinada,
dividiéndose por partes el trabajo. A cada miembro del staff le
corresponderá hacer una valoración final del desempeño de la
plantilla, haciendo énfasis tanto en aspectos cuantitativos como
cualitativos, los beneficios que le ha traído ese jugador al club, las
aportaciones y posibilidades a futuro que podrá en su caso, realizar
una joven promesa y un desglose puntal de cada partido en el que
participó.

El resultado será un análisis particular y otro colectivo destacando


aspectos tales como los planteamientos iniciales con los que se
afrontaron los juegos, las modificaciones y sustituciones.

El informe podrá ser un instrumento cuantitativo y/o cualitativo de


apoyo para la siguiente temporada si se redacta con sinceridad y
espontaneidad, pues hay entrenadores que prefieren mentir,
subestimar o exagerar, antes de poner en riesgo su contrato.

El entrenador dispone de diversos recursos para analizar a sus rivales:


escucha informes de sus auxiliares (muchas veces el espionaje llega a
casos donde el responsable de llevarlo a cabo hace cosas hasta
imposibles para pasar inadvertido y cumplir con el objetivo). En otros
casos, el entrenador recibe consejo de colegas y conocidos que viven
en la ciudad del equipo adversario y ocasionalmente, están más
familiarizados con el día a día de éstos. El equipo de trabajo del
Director Técnico revisa los artículos, columnas y estadísticas de la
prensa, observa videos y saca sus propias conclusiones. El entrenador
previsor, revalora las notas propias realizadas en el último cotejo
contra ese rival y le tiene una sorpresa táctica a su oponente.
24

Las posibilidades de análisis son ilimitadas: algunos entrenadores


solicitarán a su llegada la puesta en marcha de un departamento de
informática que lleve un minucioso registro visual clasificado por
fechas de partidos, recorridos de los jugadores, origen de los goles,
minutos de apremio, etc. La alta tecnología de nuestros días permite el
uso de drones para la grabación de momentos específicos; tomas en
video realizadas sobre ángulos específicos que podrán servir para
corroborar objetivamente sus impresiones y realizar un examen más
completo de jugadores con o sin posesión del balón. Un auténtico
espectáculo paralelo al otro espectáculo.

Por otro lado, a menudo escuchamos decir en la prensa deportiva que


tal o cual encuentro resultaron aburridos por el hecho de carecer de
goles, cuando en verdad es lamentable que habiendo tantas formas de
analizar un partido, sigamos escuchando eso y limitarnos sólo ver o
entender a una parte de la realidad. Digamos una prensa acostumbrada
y un público aleccionado para disfrutar el fin de la partida, el
reduccionismo traducido en gol.

Desde esa perspectiva, se han orquestado complejas y millonarias


campañas de desprestigio en contra de aquellas escuadras o
entrenadores de estilo “difícil de entender” o no grato supuestamente
para los dueños del balón.

El fútbol es desde hace ya muchas décadas un jugoso negocio para


muchos individuos que jamás se han puesto unas calcetas de juego ni
mucho menos han entrado a un vestidor de fútbol. Estos pseudo –
conocedores se presentan en los medios masivos de comunicación
como especialistas en el análisis de las diversas situaciones que
rodean este impredecible deporte cuando muy poco o nada han
estudiado sobre la lógica interna de este deporte.

Antes se decía que cada entrenador era una cabeza diferente. Hoy
deberíamos planearnos la necesidad de reconocer que cada momento
de juego conlleva diferentes situaciones que si el entrenador y su
25

cuerpo técnico no están al pendiente, irremediablemente terminarán


perdiendo puntos de oro en pocas semanas su puesto estará en riesgo.

El uso de la Tecnología para analizar partidos y


factores de desempeño
Existen compañías dedicadas a la venta de tecnología de punta que
permiten analizar el desarrollo de los partidos. Por ejemplo, Amisco
es un programa informático de la empresa francesa Sport Universal
Process que tiene como objetivos la captación, procesamiento y
análisis de los datos que se obtienen a través de ocho cámaras que se
instalan alrededor del estadio para grabar todo lo que pasa en el
terreno de juego, desde las acciones técnico-tácticas de cada jugador,
la trayectorias del balón o los recorridos realizados por los árbitros.
Estas imágenes se envían a una central, donde se utilizan para
reproducir virtualmente todas las acciones que se dan en los análisis
posteriores.

Cuantificar, almacenar y descifrar los datos estadísticos que se


desprenden en un partido, desde parámetros tácticos, hasta aspectos
técnicos y físicos pueden llegar a marcar enorme diferencia ya que
ahora los entrenadores pueden comprobar más fácilmente si se
realizan correctamente las acciones técnico-tácticas entrenadas, se
pueden ajustar las distancias entre jugadores y respecto a sus marcas o
reconocer con más objetividad la ocupación de los espacios. Este tipo
de tecnología la usan más de una veintena de equipos europeos y otros
más de Asia y América.

Para un análisis de las capacidades condicionales, ahora hay unos


chalecos colocados en los jugadores, que mediante tecnología GPS
registran velocidad, distancia, aceleraciones y desaceleraciones,
impactos reacciones, etc. Proporciona un mapa de calor para mostrar
dónde y en qué medida se están desempeñando los jugadores y
advierte sobre los riesgos de lesiones mediante la cuantificación de los
valores de la fatiga muscular, lo que ayuda al cuerpo técnico para
26

elegir la alineación inicial más apta y alcanzar con los mejores


números el fin de la temporada. Esta tecnología ha reducido hasta en
un 50% las lesiones y síntomas de fatiga o sobre entrenamiento en los
equipos europeos.

Esquema de análisis del equipo propio


El esquema propuesto para el análisis del equipo propio basado en
Bauer y Ueberle (1992) ofrece varias preguntas guía en ataque y
defensa:

1. ¿Juega el rival con la alineación prevista?

2. ¿Juega con el sistema de juego esperado?

3. Derivando de los dos puntos anteriores: ¿Se han hecho las


parejas defensivas apropiadas?

4. ¿Juega el rival con la táctica esperada?

5. Particularmente en este encuentro: ¿existen jugadores que


llegan mermados o fortalecidos por algún motivo en especial?

6. Nuestros jugadores, ¿se muestran disciplinados tácticamente?

7. ¿Está funcionando nuestro planteamiento inicial?

8. ¿Qué instrucciones se tendrán que dar durante el primer


tiempo o en el entretiempo?

9. Como consecuencia de los puntos 5, 6 y 7, ¿se han de dar


modificaciones de posición dentro del terreno de juego o sustituciones
de nuestro equipo? ¿Cuáles van a ser nuestras reacciones estratégicas
frente a las modificaciones y sustituciones del adversario?

10. ¿Qué modificaciones de puestos, sustituciones o ingresos


habrán de esperarse en el segundo periodo por parte del adversario?
derivado de ello ¿Qué variantes tácticas habrán de esperarse?
27

11. ¿Cómo estarán los ánimos tanto de nuestros jugadores como


del adversario?

12. Durante el descanso, ¿Qué instrucciones habrán de darse?

En relación con el punto 10. Hacer un cambio de jugador implicará:

¿Cuándo hacer dicha sustitución? En qué minuto, antes o después de


qué situación. ¿Quién saldrá? ¿Quién entrará? Posiblemente atinemos
en el momento oportuno, pero fallemos en el jugador elegido para
salir. Quizás haber cambiado de posición a cierto jugador funcione y
de inmediato de frutos, pero posiblemente erremos en el minuto de
juego que decidimos para moverlo. Quizás atinemos en el jugador
elegido para entrar, pero fallemos en el momento oportuno. Quizás
atinemos en sacar a alguien pero fallemos en el jugador elegido para
entrar.

13. Una vez iniciada la segunda parte, ¿Nuestro equipo aplica las
variantes tácticas estipuladas? ¿Nuestros jugadores realizaron las
observaciones mencionadas en los puntos 1 al 9?

14. ¿Cómo evoluciona el balance de fuerzas entre nuestros jugadores


y sus contrincantes directos?

15. ¿Cómo evoluciona el resultado del partido?. ¿Será necesaria


alguna modificación táctica o tendremos que cambiar nuestro sistema
de juego, para conservar una mínima ventaja o alcanzar el marcador?

16. ¿Necesita nuestro equipo nuevas fuerzas, impulsos o ideas?. ¿Se


puede lograr esto con un cambio de jugador?

17. ¿Qué mensaje se dará inmediatamente después de terminado el


cotejo tanto a los jugadores como a los directivos y a la prensa?

18. ¿Qué conclusiones habrán de sacarse para las siguientes sesiones


de entrenamiento y para los próximos partidos?
28

19. ¿Qué partes del análisis van a la autocrítica y cuáles podrán


exteriorizarse?

Esquema de análisis para el quipo adversario


Ahora bien, se propone el esquema para el análisis del equipo
adversario de los mismos autores:

1. ¿Se tiene la alineación y numeración del adversario?

2. ¿Se conocen la talla y características técnicas, tácticas y


físicas de los jugadores contrincantes?

3. ¿Se conocen el sistema y la formación del adversario?

4. ¿Se conocen los radios de acción y recorridos de los jugadores


rivales?

5. ¿Se han tomado las debidas providencias derivadas de la


forma de transición ataque – defensa y viceversa?

6. ¿El equipo rival prefiere el juego directo a salir tocando desde


el fondo y triangulando? ¿Los pases cortos a los pases largos? ¿El
ataque construido o el improvisado? ¿presionar o replegarse?
¿Imponerse mediante el juego técnico – cadencioso o el juego
aguerrido y tornándose violento? ¿El adversario prefiere penetrar por
el centro o desbordar por los costados? ¿Usar o no usar el recurso del
fuera de juego? ¿Tirar a gol de media distancia o buscar los pases
filtrados? ¿Organizar los contra ataques o desprenderse velozmente en
un contragolpe? ¿El equipo rival combina su plan de ataque o es
insistente en una idea de juego hasta que salga?

7. ¿El equipo rival cómo evita que le hagamos daño? Mediante


marcajes personales, por zonas, mixta, combinada, etc. ¿De qué
manera pretende neutralizarnos? ¿Acaso durante todo el partido
defiende del mismo modo o se adapta a diversas situaciones que se
van presentando a lo largo del partido?
29

8. ¿Cuáles son las principales tareas tácticas de los defensas, los


medios y los delanteros al lograr la posesión y cuáles son cuando no
lo tienen? ¿El adversario distribuye a sus jugadores en varias sub
líneas cuando progresa en el ataque?

9. Cuando atacan, ¿Cuáles son sus principales cambios


posicionales temporales a lo ancho y largo del campo? ¿Con qué
frecuencia aplican intensidad en sus ataques?

10. ¿Cuál es su comportamiento táctico grupal e individual en


situaciones estándar de ataque y defensa (táctica fija)? ¿Qué formas
de organización emplean para atacar: 1) agruparse, 2) distribuirse o 3)
escalonarse? ¿Cuándo defienden hacen un solo tipo de marcación o la
combinan? ¿Durante todo el partido, marcan del mismo modo?

11. Sobre las individualidades del adversario: ¿Quiénes son los


protagonistas? ¿Quiénes son los defensas más ofensivos? ¿Quiénes
son los ablandadores? ¿Qué delanteros tienen vocación defensiva?
¿Qué condiciones ha mostrado su arquero? ¿Qué características
psicológicas muestra su capitán?

12. ¿Cuáles son los puntos débiles y fuertes de cada jugador?


¿Qué tan aptos son en recepción, conducción y golpeo? ¿Contribuyen
en aspectos finos como cerrar líneas de pase, bascular o vigilar? ¿Qué
jugadores prueban de media distancia?¿Cuáles son sus fintas
específicas? ¿Quiénes desbordan? ¿Cómo se encuentran físicamente
en cuanto a resistencia, fuerza, flexibilidad y velocidad?

13. ¿Se muestran solidarios? ¿Dominan sus impulsos? ¿Con qué


grado de confianza enfrentan el partido? ¿Se muestran concentrados?
¿Cómo manifiestan o controlan su agresividad? ¿Hay situaciones del
juego que desconcentran y sacan de sus casillas a ciertos jugadores?

14. Sobre el equipo rival en general: ¿se percibe experimentado o


nervioso? ¿se muestra “canchero” o ingenuo? ¿Se motivan entre ellos
o se muestran co – dependientes al entrenador?
30

15. Sobre su entrenador, ¿cuál es su perfil psicológico y como


trata de influir en sus jugadores? dictador, hiperorganizado, efusivo,
inexpresivo, reclamador, etc.

Las Preguntas Guía para el Análisis:


Las preguntas guía se constituyen como una importante estrategia de
aprendizaje ya que le permiten al entrenador analizar de forma más
integral lo que puede llegar a suceder en el transcurso de un partido.
Podríamos escribir un libro entero de más y más preguntas que guían,
evalúan y diagnostican el comportamiento ofensivo y defensivo tanto
del equipo rival como del propio. Se espera que sirva como recurso
para aprender a aprender.

Las metodologías alternativas para la formación de jugadores hablan


de buscar la compenetración e involucramiento de los jugadores para
la resolución de problemas. En la figura anterior encontramos la
estructura entera para formular preguntas guía las cuales siempre
serán útiles para hacer un análisis de partido.
31

Tercera parte

Situaciones Típicas de Juego


Lo primero a tomar en cuenta son tres conceptos: 1) Combatir cuando
atacamos: lo que implica sorprender al rival. Ofenderlo donde le
duela. Minarlo cansarlo y confundirlo. Desesperarlo. 2) Neutralizar
cuando defendemos: no dejarlo hacer. Se trata no solo de oponer
resistencia al ataque rival sino también confundirlo y desesperarlo. La
noción de este concepto implica contrarrestar las fuerzas adversarias
para potenciar las nuestras mediante el combate y 3) Emparejar
cuando nos encontramos frente a frente en alguna zona del terreno de
juego y deseamos ganar la partida, será indispensable hacer uso de
recursos ya sean de combate o neutralización, dependiendo quien
tenga la posesión del balón. Duelos en los que los equipos luchan por
combatir o neutralizar el juego del rival, un juego que muchas veces
neutraliza o combate 1) situaciones individuales, 2) situaciones
grupales, 3) referentes a situaciones inter sectoriales y 4) situaciones
colectivas, referentes al juego de equipo y a la interacción de todas sus
líneas. Recordemos las palabras del profesor Juan Manuel Lillo “el
rival me condiciona y yo condiciono al rival, produciéndose en el
juego un continuo proceso de coadaptación” (Lillo, 2009; citado por
Pinilla, 2014)

Dado que en el fútbol los enfrentamientos simultáneos se realizan


entre dos equipos, podemos hablar entonces de la lucha de dos
sistemas de sobrevivencia que expresan relaciones de cooperación
entre los compañeros y de oposición frente a los adversarios con un
solo objetivo final: ganar.

Los sistemas de juego además de caracterizarse por la interacción de


sus partes, también están compuestos por una amplia gama de
incertidumbres, azares, imprevistos, etc., que le confieren mayor
complejidad.
32

Entonces el fútbol es un fenómeno sistémico complejo conformado


por cinco componentes (físico, técnico, táctico, mental y
reglamentario) donde intervienen cuatro momentos (defensa, ataque y
sus dos transiciones) y que no puede soslayarse de una serie de
elementos relativamente idénticos y otros inesperados.

Los emparejamientos tácticos consisten contraponer la ocupación de


los jugadores de un equipo frente a los del otro. Sin embargo para
hacerlo habría primero que trazar los sectores donde han de transitar
ciertos jugadores para con ellos identificar dónde se emparejan y
donde se sacan ventaja numérica. Porque al final de cuentas de lo que
se trata es de eso.

Estos tres aspectos se procesan en la cancha mediante: 1) mayoría


numérica, 2) movilidad que implica el arribo ofensivo, la permuta, la
vigilancia defensiva, la cobertura de línea o al hombre, los recorridos
o las transiciones. 3) talento individual que descompone cualquier
planteamiento y emparejamiento y 4) el error que es parte del juego y
está presente en cualquier momento.

La antigua estrategia militar al servicio de la táctica


futbolística
De acuerdo a los manuales táctico - militares de los clásicos como
Eneas el táctico (Poliorcética o Comentario táctico, siglo IV a.C) y
Tsu Zung (El arte de la Guerra, siglo XX a.C) podríamos decir que 1)
los equipos que integran sus líneas son más propensos a neutralizar
las líneas enemigas 2) los equipos que atacan por sorpresa tienen
más posibilidades de alcanzar el objetivo. Una sucesión de ataques
inesperados lleva a la parálisis y desmoralización de los oponentes, 3)
los equipos que se desordenan premeditadamente cuando atacan y
se reordenan de inmediato cuando defienden, tienen más
posibilidades de combatir a cualquier adversario 4) los equipos que
buscan costados alternos tienen más posibilidades de sorprender y 5)
los equipos que conocen con antelación a sus oponentes tienen
33

ventaja con respecto a sus adversarios. Se debe reunir la mayor


cantidad de información de los oponentes 6) quienes aprovechen los
lados débiles de sus rivales tienen mayores posibilidades de ganar, 7)
Quien se prepara para enfrentar la batalla en diversos escenarios
tiene mayores posibilidades de llevarse la victoria, 8) los mejores
combatientes son aquellos que atraen al enemigo a los campos de
batalla convenientes y no se dejan llevar a lugares desconocidos.
Siempre habrá que enfrentar a la competencia en el tiempo y en el
lugar que hemos elegido nosotros 9) la mejor actuación de un general
(el entrenador) es la de frustrar los planes del enemigo y 10) hay
diversas maneras en las que un general (entrenador) puede traer
infortunio a sus ejércitos, la principal consiste en hacerlos que hagan
cosas sin que estén preparados para ello.

En suma lo que se pretende es que el entrenador reconozca la


importancia que tiene su rival y a su vez la forma más efectiva de
atacarlo pues muchas veces se está tan alejado un jugador de otro que
cuando se busca por ejemplo sacar un contra ataque, éste termina en el
segundo pase por falta de integración de las líneas. Si se aprende a
aprovechar el lado activo de la jugada y a discriminar el lado inactivo,
el entrenador está del otro lado. La clave es entonces provocar
espacios de acción y de intención y no únicamente uno de ellos.

Por eso antiguamente se llamaba luchador inteligente a aquel que no


solamente ganaba una pelea, sino que lo hacía con facilidad.
34

¿Cómo sobrevivir ante distintas situaciones que me


presenta el adversario y no morir en el intento?
Se han elegido más de una treintena de situaciones que las hemos
denominado típicas del juego porque nos hacen recordar que un
partido de fútbol no es un simple enfrentamiento entre dos equipos de
once jugadores cada uno. En cada cotejo intervienen variables
indeterminadas que repercuten a favor o en contra. El resultado final
del partido tiene varios ingredientes que lo hacen único e irrepetible:
1) el estado de ánimo de cada jugador, 2) el de los entrenadores, 3) del
árbitro o 4) del propio público; 5) las condiciones físicas y mentales
de los participantes, 6) el estado de la cancha, 7) las condiciones
climáticas, 8) la altitud, 9) los sucesos noticiosos, por ejemplo si hay
un ambiente político hostil, un accidente aéreo en la localidad o un
tifón que dejó sin hogar a miles de vecinos, 10) la noche anterior, 11)
las condiciones del balón y 12) ciertos aspectos simbólicos que
infieren como puede ser el estreno de nuevos uniformes, un nuevo
estadio, un nuevo entrenador, un aniversario del club, un día festivo
especial, etc. Aunque no podemos tratar de ofrecer un procedimiento
único y exclusivo para cada contexto analizado, hemos considerado
conveniente establecer algunas pautas para que la coordinación y la
efectividad puedan ser elementos que jueguen a nuestro favor.

Equipo encerrado que nos juega al contragolpe: hay


veces que los equipos se retrasan hasta su primer tercio y desde ahí
sacan el contragolpe ya sea mediante un desborde y pase – asistencia
o con un pase largo a la espalda de los defensas. El adversario
defiende en zona, se concentra, “juega junto” y desde ahí hace
rompimiento a velocidad. Algunas veces nos enfrentamos a este tipo
de situaciones 1) cuando el otro equipo nos va ganando, 2) cuando se
queda en inferioridad numérica, 3) está jugando de visitante o 4) el
entrenador considera que técnicamente su equipo es inferior y no ve
como buena opción llevar un partido “de tú a tú”.
35

Comentario táctico: en estos casos nuestro equipo deberá tener mucha


paciencia y sobre todo concentración esperando que venga el salto de
líneas; balonazo que intenta superar defensas. Nuestra línea defensiva
deberá estar articulada a profundidad. Es decir escalonados unos con
otros y orientados al balón. Cuando el adversario lanza pase largo y
nuestro equipo no adelanta líneas, estaría cayéndose en un juego
predecible, desnivelado e incluso aburrido, por lo que nuestro equipo
tendrá que efectuar la salida al off side como recurso jugando
compacto al fondo y a lo ancho.

Un equipo encerrado por voluntad es más peligroso que uno que se


adentra y apuesta por el ataque de todos sus integrantes, pues está
esperando que venga el descuido, la desesperación y el cansancio
tanto físico como mental. Nuestro equipo lo combate cuando al
atacarlo, hace diagonales con y sin balón, le juega por las bandas, le
tira paredes o le hace pases entre líneas.
36

Nos atacan con pequeñas sociedades. Ataque combinado.


El término fue acuñado por César Luis Menotti hace ya 40 años.
Consiste en que un par o más jugadores llegan acompañados, la hacen
chiquita, ofenden con paredes cortas, se conocen tan bien, que los
pases se realizan sin necesidad de asegurarse de la ubicación del
receptor. Lo vemos frecuentemente en los equipos con insuficiente
condición física pues si reciben una falta, ésta les ayuda a tomar aire y
volver a empezar con su fútbol muchas veces desesperante para quien
lo sufre.

Ojo.- La diferencia entre el ataque mediante


pequeñas sociedades y el combinado radica en
la cantidad de jugadores que participan
recurrentemente en la progresión.
37

Comentario táctico: Como este tipo de subgrupos están


acostumbrados a que los defensas les salgan a presionar, se hace muy
efectiva en estos casos la defensa zonal. Conviene darles las bandas y
cerrar el centro ya que mientras hagan pases improductivos y nuestro
equipo esté bien posicionado en zona, no habría por donde hacernos
daño. Es importante cuidar no cometer faltas innecesarias pues es
parte del plan de juego ofensivo de este tipo de tácticas.

Progresión ofensiva con traslado de balón: Mejor


conocido como ataque combinado. Es cuando todo el equipo contrario
toca rápido y llega fácil. Este tipo de rival es vertical cuando logra
progresar las primeras dos líneas e incluye cambios de frente y
paredes largas. Como ejemplo recordamos a los equipos de la liga
alemana.

Comentario táctico: Aquí será necesario afinar perfectamente los


recorridos defensivos sin dejar amplios trechos intra líneas. Las
basculaciones en defensa zonal combinada con momentos de defensa
presionante puede descontrolar al rival. En caso que todavía con ello,
el adversario tenga frecuencia y claridad en su llegada, la marca
personal al jugador clave sigue siendo un recurso efectivo cuando
empleamos formaciones compuestas de dos o más medios de
contención. Si tenemos un equipo competitivo, a este tipo de equipos
los podemos enfrentar de poder a poder, haciendo un partido de
reconversiones como lo que vemos en el baloncesto moderno (todos
atacan – todos defienden). Cabe recordar que no porque el rival tenga
profundidad en sus llegadas, nuestro equipo debe esperar hasta que
reciba un gol para reaccionar.

Progresión ofensiva saltando líneas: Cuándo el equipo


rival toca poco el balón y pasa del primero al tercer tercio es porque
está sintiendo nuestra presión. Normalmente este es un recurso táctico
empleado temporalmente pues se queda a merced todo el tiempo de
que el adversario retome el balón y vuelva a venir con empuje. Si el
adversario es presionado, lo más lógico será que salte líneas, sin
38

embargo nuestro equipo deberá estar preparado psicológica y


tácticamente para esta clase de situaciones.

Comentario táctico: sabiendo que viene el pelotazo, todos los


defensores deberán estar atentos para evitar el contragolpe. Si la
concentración en el fildeo siempre ha sido importante, bajo estas
circunstancias lo es todavía más. Recordemos que estos saltos de línea
producen rechazos y por ello es necesario contar con al menos un
jugador funcionando como “rebotero” quien habitualmente es uno de
los medios de contención. Si viene el balonazo, el defensa tendrá
tiempo suficiente para perfilarse y anticiparse, siempre quedando de
frente al balón. El papel de las coberturas por parte del defensa central
líbero es necesario en esta clase de jugadas. Digamos entonces que
ante el pelotazo “nuestro líbero se sobra”.

Rival ganando o empatando y aplica ritmo de juego


lento: es muy común que cuando nos enfrentamos a un equipo
“canchero” éste pretenda sacar provecho engañando al árbitro
fingiendo faltas, haciendo desesperar de manera verbal a alguno de
nuestros jugadores y a nuestro equipo entero. Muchas veces este tipo
de equipos se encuentran con un gol tempranero y el resto del partido
lo tramitan defendiendo, irritando y jugando al margen del
reglamento.

Comentario táctico: a este tipo de equipos no hay que dejarle espacios


libres; “si los anticipas no tienen manera de engañar”. No debemos
prestarle el balón, jugarle rápido, no dejarlo pensar. Alargarle la
cancha para cansarlo. Buscar enfrentamientos uno contra uno, pero lo
más importante es no caer en las provocaciones.

Marcas Persecutorias.- El entrenador adversario manda


marcajes personales a nuestros jugadores clave. Aunque lo vemos
ahora con poca frecuencia, es necesario que los entrenadores
formativos proporcionen herramientas tácticas para que los jugadores
39

importantes no sucumban ante la presión tanto futbolística como


psicológica de un rival que los acosa e intenta sacar de sus casillas.

Comentario táctico: Si nuestro jugador clave tiene movilidad


difícilmente van a poder hacerle marcaje personal de forma efectiva.
Aplicando toda clase de permutas o enroques ofensivos (cambios de
posiciones, pasadas, botadas, intercambio de lugares con la misma
jugada, etc.) agrupa adversarios y los confunde en las marcas. Si el
jugador clave es un volante central podemos mandarlo a que se junte
con el defensa central líbero del otro equipo y eso provocará que
hayan hasta tres jugadores con él (el stopper, el líbero y su marcador
personal) pero también si se aleja de la zona de ataque y llegar de
atrás hará que el recorrido defensivo de su perseguidor sea de frente a
su portería y eso siempre beneficiará.

Ataque por los Costados.- Es una situación típica de juego


cuando el adversario juega formando un 1-4-3-3 con uno o dos
extremos bien abiertos y un centro delantero que espera cazar alguna
opción rematando por ocupación. Generalmente son jugadores que
ocupan la zona ofensiva y “no se desgastan” ayudando a marcar. En
los años recientes hemos escuchado acerca de “presión inmediata” lo
cual involucra a los delanteros.

Comentario táctico: siempre que nos enfrentamos a jugadores rápidos


penetrantes y verticales tenemos que activar varias consignas. El
primer recurso a realizar sería la anticipación defensiva ya que no hay
desborde si evitamos la recepción. Por otro lado su contraparte,
“darles las bandas” también llega a ser una muy buena opción pues si
el extremo sigue y sigue por un costado, lo que va a lograr será
“ahogarse” con la línea de meta siempre y cuando evitemos que
centren o que penetren hacia la portería. Cabe recordar que en el
enfrentamiento uno vs uno el jugador defensivo deberá saber 1)
aproximarse 2) perfilarse 3) bajar su centro de gravedad 4) focalizar
su mirada 5) acosar al poseedor del balón 6) meterse en la trayectoria
y 7) quedarse con el esférico o bloquear su desborde.
40

Cuando nos atacan con un extremo peligroso también lo podremos


neutralizar si tenemos entrenadas situaciones de mayoría numérica
tanto con coberturas de zona como de línea. Las primeras las efectúan
el defensa central al lateral y las segundas las realizan los medio
campistas a los laterales. Es recomendable en este caso, tener
entrenada la colocación de dos bloques donde un jugador marca y el
otro hace cobertura.

Ariete Fijo: el equipo rival coloca un centro delantero fijo, alto,


buen rematador. Caza goles de los de antaño. Si bien le da referencia
de ataque al adversario, le resta movilidad y velocidad en los contra
ataques.

Comentario táctico: una forma de neutralizarlo podrá ser el marcaje


personal en el tercer tercio lo cual nos va a permitir la anticipación
defensiva por lo cercano que se le tiene. Considerando que es un
jugador vertical, la va a costar mucho trabajo quitarse de la trampa del
off side siempre y cuando éste lo empleemos como recurso. Otro
aspecto determinante es marcarlo escalonado (stopper – líbero, lateral
41

y central) ya que siendo éste el jugador más adelantado, se debe estar


muy atentos a sus desplazamientos en diagonal por cortos metros que
tengan.

Un centro delantero que va por todas. Lo vemos como un


neutralizador de defensas, jugador rápido que va al choque y va
minando poco a poco a los defensas. En edades formativas incluso le
temen al contacto físico y siempre de la impresión de estar jugando
pasado de edad. No son jugadores que acostumbren a terminar los
partidos pues el choque y el roce físico también a ellos los agota.
Entra o sale de cambio.

Comentario táctico: con este tipo de centro delanteros hay que saber
“meterse en su trayectoria” de acuerdo al viejo fundamento que dice
“entre el balón y la portería, siempre ha de estar mi cuerpo”. Eso se
hace cuando éste pretende desbordar al defensa. La anticipación
defensiva lo puede sorprender pues en muchas ocasiones ellos juegan
de espalda a la portería y no se esperan esta clase de acción de su
marcador. Escalonarlo puede ayudar cuando notamos que está
desbordando demasiado fácil a nuestro zaguero central. Algunos
entrenadores se apoyan de las “leyes de la física” y consideran
tácticamente que es momento de mandarlo a marcar poniéndole un
defensa tan fuerte o más que él. El recurso del off side nunca debe ser
desechado pues si no se saca provecho con él, estaríamos resignados y
entregados a la suerte.

El adversario nos hace pressing alto.- cada vez son más los
equipos que influidos por las modas deciden aplicar planteamientos a
veces muy efectivos pero otras, bastante discordes con las
características de sus jugadores. Los delanteros se colocan en posición
de acecho esperando que la pelota se ponga en juego y de inmediato
se aproximan a recuperar el balón. Son los primeros en actuar como
defensas. Así, sentimos que el adversario nos asfixia en todos los
lugares del campo y pocas veces sabemos qué hacer. Esta clase de
42

rivales casi siempre juega de media cancha hacia delante hasta que la
condición física se lo conceda.

Comentario táctico: hay entrenadores que dicen que “si jugamos


contra este tipo de adversarios demasiado abiertos estaríamos
facilitando su plan de juego por lo que se aconseja replegar líneas para
cazarlo en contragolpe sabiendo que el espacio entre el portero y su
último defensa será bastante largo y ancho”. En cambio hay otros que
cuando perciben que les están presionando demasiado arriba, alargan
el partido para que sus jugadores al saltar líneas tengan posibilidad de
tomar los rebotes.

Ante el recurso del fuera de lugar debemos aconsejar a nuestro centro


delantero para que juegue con el último defensa y ser pacientes hasta
que venga un error de coordinación y quedemos habilitados. Cuando
contamos con jugadores de nivel técnico admisible, debemos hacer
hincapié en no desprendernos tan pronto del balón pues mediante
geometrizaciones podemos librarnos y quedar de frente al marco rival.
Si consideramos que hemos logrado posicionarnos en la zona de
construcción, la conducción inteligente de nuestros volantes “atraerá”
jugadores del otro equipo y en consecuencia habrá espacios para el
pase filtrado posterior. Cuando la penetración se hace de la banda
hacia el centro (diagonal) se aprovecha y se les sorprende en la salida
ya que en muchas ocasiones no orientados al balón.
43

Arquero líder en nuestro equipo.- nuestro portero es seguro,


experimentado y confiable. No es que hayamos descubierto y
tengamos registrado al fuera de serie que todos los clubes anhelan,
pero si se trata de un joven que de acuerdo a su contexto de
competencia, posee cualidades por encima del promedio.

Comentario táctico: el hecho de saber que en el arco se cuenta con un


compañero con esas cualidades, el resto de los compañeros juegan su
partido con menos stress. Por ejemplo los defensas se anticipan con
más confianza, se apoyan con él en caso de ser presionados, etc. Sin
embargo aquí es importante estar al pendiente que no vaya a caer en
provocaciones que lo saquen de concentración y pueda ser expulsado.
Si la línea de defensas se acostumbra a que en al arco hay alguien que
siempre corrige sus fallas, su desempeño será conformista e
indiferente y la frecuencia de llegada del rival se duplicará partido a
partido, sin embargo si el entrenador está atento de tal situación,
deberá evitar que el rival penetre y lo enfrenten, pues también con ello
se corre el riesgo de ser expulsado. Seguramente este portero es de los
44

que se comunican y orientan a sus compañeros de cancha pero nunca


está de más reforzarlo e instar que le hagan caso.

Nos tiran a gol constantemente.- Algunos entrenadores no


logran descifrar porqué el adversario acaba todas sus jugadas con tiro
a gol desde varios ángulos y nuestro equipo da la apariencia de que
“hoy no vino a jugar”. Futbolísticamente podemos mencionar algunas
situaciones comunes que producen tiro a gol en contra: 1) Cuando los
equipos se colocan demasiado atrás dan suficiente espacio para que
aparezca el tiro a gol. 2) Si los laterales juegan muy abiertos, están
provocando espacios excesivamente amplios intra líneas para que por
ahí pase cualquier tiro de media distancia. 3) Si los medios no
descienden y ganan posición para evitar la ruptura, terminan jugando
de frente a su portería y atrás del tirador. 4) cuando se hace el achique
sin ir orientados al balón o de forma lenta se dan ventajas en espacio,
tiempo y visión.

Comentario táctico: es posible que nuestro equipo esté un escalón por


debajo de ese adversario o podría ser que estamos llegando al
encuentro demasiado fastidiados del viaje, los resultados anteriores
45

han sido adversos y se va perdiendo la confianza y el ímpetu por tapar


todas las jugadas del rival pues hay jóvenes jugadores que pueden
llegar a pensar “para qué me esfuerzo en alcanzarlo o tapar su tiro si
de todas formas va a ser gol”. En esto ¡hay que analizar qué puntería
tienen y después darnos por vencidos! Un equipo que juega formando
un solo bloque compacto y escalonado, es difícil que le hagan tiros de
media y larga distancia pues para que esto suceda, es necesario
hacerse de un ángulo de tiro. Otra intención táctica que nos podría
salvar y no morir en el intento sería colocar dos medios de contención
en vez de uno ya que así los recorridos para achicar éstos ángulos de
tiro se le complican al adversario. Un recurso táctico más sería
adelantar a un defensa central para que evite o tape el tiro cada vez
que posea el esférico cierto jugador. Labor por demás difícil para
algunos jugadores pues requiere de timing, cualidad poco valorada
que consiste en “saberse anticipar a la siguiente jugada”. Para evitar
que el adversario tire a gol, 1) el defensa más próximo al tirador, debe
achicar de atrás hacia adelante pero sin entregarse 2) agruparse, lo
cual consiste en bascular y evitar espacios laterales entre líneas. La
indicación sería que los laterales se cierren y que de alguna forma
simbólica “que regalen las bandas pero que tapen en centro”.
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Tenemos ventaja numérica y necesitamos defender.-


Nuestro equipo va ganando. El rival se arroja al ataque a pesar de
estar en desventaja numérica. Nosotros tenemos once jugadores
mientras que ellos tienen diez, sin embargo el partido se ha
complicado y ellos están arrojados al ataque.

Comentario Táctico: lo primero que debemos provocar es la duda en


la subida de sus defensas, pues para que ellos no se vengan con todos
al ataque va ser necesario que nuestro equipo sitúe a dos o tres
delanteros fijos. Ahora bien, si nos estamos enfrentando a un
adversario avanzado, su defensa hará el arribo y obligará a nuestro
delantero a que elija entre 1) quedarse de espectador viéndolo o 2)
seguirlo y marcarlo durante su incorporación.

Por otra parte debemos recordar que si cometemos falta en el último


tercio, en táctica fija se elimina la superioridad numérica, por lo que
habría que estar muy atento en la forma de recuperar el balón evitando
cualquier barrida o contacto físico de más. Concentración.

Otra intención táctica consiste en lo que coloquialmente se conoce


como pasearles el balón para cansarlos. Teniendo un jugador de
menos los recorridos se tornan más largos y desmotivantes a medida
que pasa el tiempo. Alargar la cancha para minarlos.

También debemos recordar que en estos escenarios, los rivales se


arrojan al ataque y emplean la trampa del off side para tratar de
recuperar pronto el balón; momento del juego por demás más que
admisible para preparar nuestro contra golpe.

Tenemos un jugador menos y necesitamos defender.-


nuestro equipo va ganando. El rival se arroja al ataque y desea
aprovechar su ventaja numérica.
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Comentario Táctico: si usábamos antes de la expulsión 4-4-2, elegir


un jugador de la delantera que trabaje simultáneamente de cuarto
medio y segundo delantero (4-3-2 en ataque y 4-4-1 en defensa). No
podemos renunciar a la referencia de ataque aun cuando estemos
defendiendo una mínima ventaja. Es importante hacer un plan de
juego previo que le permita al equipo saber presionar cuando se pierde
el balón en ciertas zonas de la cancha y ante determinada cantidad de
jugadores de nuestro equipo adelantados. Por ejemplo si la pérdida
viene en una zona escorada y aparte del jugador que perdió la pelota
hay otros tres compañeros cercanos a él (en un radio aproximado de 5
– 15 metros) entonces debe haber un entrenamiento previo que le
permita a esos cuatro jugadores presionar tras la pérdida obligando al
error, retrasar el pase o incluso cometer una falta táctica de
reacomodo. Mientras todo eso sucede, el resto del equipo ha de
situarse en zona defensiva traspasando la línea del balón.
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El rival es impulsado por su porra.- Este tipo de situaciones


de juego pueden tornarse complicadas 1) en la cancha por el
entusiasmo y arrojo que provoca en el rival, el hecho de sentirse
apoyado desde afuera 2) en las tribunas por la exasperada forma de
impulsar cayendo incluso en la provocación y hostilidad. Rara vez a
estos equipos se les estimula para defender por lo que debemos tener
nuestro plan de acción perfectamente entrenado.

Comentario Táctico: lo primero que debemos mencionar para el


manejo de este tipo de situaciones se refiere al cuerpo arbitral ya que
si nosotros como cuerpo técnico o nuestros jugadores entran en la
dinámica de reclamar ciertas jugadas, presionar de más a los jueces de
línea, discutir con el otro entrenador o con alguno de los adversarios,
estaríamos sembrando el escenario perfecto a favor de un rival que
está siendo impulsado por su porra. En cambio en la cancha nuestros
jugadores deberán manejar diversas situaciones dependiendo de la
conducción arbitral: si éste se torna inclinado por el adversario ante
cualquier tipo de jugada, se recomienda hacer uso de diversos
recursos futbolísticos como por ejemplo 1) realizar toda clase de
conducciones que atraigan a los rivales, que los obligue a desocupar
49

su zona 2) pedirle a nuestros jugadores más desequilibrantes que


enfrenten, hasta provocar amonestaciones o expulsiones. El encare
siempre será un recurso vistoso y efectivo. 3) Nuestra ventaja ha de
ampliarse jugando al contra ataque ya que la motivación de ir hacia el
frente del equipo rival se va terminando poco a poco cuando la
diferencia en el marcador se extiende. 4) el juego rápido y el cambio
de juego serán recursos muy efectivos que a cualquiera desaniman si
no se recupera pronto el balón.

Desde el punto de vista defensivo es importante evitar que nos lleguen


por el centro. Es preferible en ese caso que nos agobien por los
costados que por centro. Las coberturas y las anticipaciones serán
fundamentales para ir minando el ímpetu de los delanteros ya que si
permitimos recibir el balón o encarar, ahí sus delanteros pueden sacar
provecho del entorno fingiendo algún tipo de falta. Finalmente hay
que recordar que este tipo de encuentros se hacen cada vez más
emocionantes conforme corren los minutos por lo que debemos estar
muy concentrados tanto en los 5 primero minutos tanto del primero
como del segundo tiempo como de los 5 minutos finales.

Provocar la creación de espacios.- son aquellos lugares del


campo que se encuentran desocupados o descuidados. Las fases para
la generación de espacios son tres: creación, ocupación y
aprovechamiento. Existen básicamente cuatro situaciones que generan
esta creación: 1) el talento individual, 2) el cansancio del rival, 3) la
superioridad numérica y 4) la movilidad.

La movilidad es la forma más común de crear espacios. ¿Cómo lo


hacemos? Se “arrastra” al rival para crear un hueco. Lo deseable es
que se descomponga y se confunda. 1) Se le lleva al centro o a la
banda, dependiendo de la situación del partido y de nuestras
intenciones tácticas. 2) Se agrupa al equipo de medio campo para
atrás y se juega a la espalda de la defensa. Es decir, se le hace creer al
adversario que nos estamos replegando demasiado cerca de nuestra
portería, aunque en realidad lo que estamos deseando es que ellos
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dejen espacios a la espalda de su línea defensiva. Recordemos los


consejos de la estrategia militar analizada al comienzo de la tercera
parte de este libro cuando se habla de “llevar la batalla a los terrenos
de la guerra que más nos convenga”. Otra forma de generar espacios
consiste en 3) colocar un centro delantero a “marcar” al líbero para
alargar el campo. 4) transiciones y enroques. Se cierra un medio o
delantero para que entre un defensa o medio de atrás etc.

Cansar físicamente al rival.- hay momentos en el partido que


nos conviene cansar al adversario ya sea para 1) evitar su presión, 2)
conservar el mayor tiempo posible el balón en nuestro poder para
conservar un marcador o 3) para imponer un ritmo de juego que a
nuestro equipo le convenga. Si el rival tiene una intensidad de juego
alta, nosotros debemos decidir a donde vamos a llevar el partido y
considerar si así nos conviene o necesitamos “enfriar el partido”.

Cómo se hace: existen varias maneras de desgastar al rival. Lo


primero que debemos estar seguros es que esa intención nos va a
beneficiar a nosotros. Debemos ser pacientes ya que el juego dura 90
minutos lo cual nos lleva a recordar que “los partidos hay que
trabajarlos” es decir, planearlos, jugarlos en el terreno (o sea en las
condiciones) que nos convenga y rematarlos, ya que muchas veces
queremos y creemos que inmediatamente que convertimos un gol el
partido ahí acaba.

La distribución de pases por varios sectores aparte de que pone en


riesgo la portería rival, desgasta a los adversarios. Elevar la intensidad
defensiva, es decir recuperar lo más pronto posible el balón también
agota mentalmente. Agruparse y hacer mayorías numéricas dan la
apariencia de que estamos en todas partes. Cuando combinamos el
ataque (por ejemplo pases a los espacios precedidos de tres pases
cortos y lentos) hace que el adversario se desconcerté y duda si jugar
compacto o no salir de su retaguardia.
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Imponer ritmo de juego.- consiste en saber aplicar la


intensidad o lentitud al juego de acuerdo a nuestros intereses. Incluye
saberse detener y de pronto jugar a un ritmo sorpresivo y trepidante.

Cómo se hace: ritmo veloz: presionado, anticipando, llegando y


tocando rápido. Madrugar en los cobros cortos, correr líneas hacia
adelante. Ritmo lento: conduciendo en diagonal, provocar que nos
cometan faltas, llevar el juego a las esquinas, tardar en cobrar faltas a
favor, dialogar con el árbitro para pausar el juego, etc. De nada sirve
imponer un ritmo de juego lento sin contragolpear, así como también
de nada sirve imponer un ritmo de juego rápido si no se terminan las
jugadas con remate. Para que el ataque tenga efecto, es indispensable
que su velocidad de ejecución supere la velocidad de acomodo de los
defensas; en caso que el adversario reconvierta rápido y bien, no tiene
caso forzar un ataque, lo aconsejable es represar a conformar una
nueva planeación ofensiva.

Conservar posesión de balón.- significa realizar una y otra


vez acciones de juego que permitan a mi equipo guardar o no entregar
el balón, no dárselo al rival, no perderlo etc. La conservación del
balón 1) nos ayuda para no darle la iniciativa al adversario. Algunos
entrenadores la consideran la forma más efectiva cuando se va
ganando pues evita que tu equipo termine replegado dando la
posibilidad al rival del tiro de media y larga distancia. Le llaman
“defender con la pelota”. 2) puede usarse como una estrategia de
juego orientada hacia el desgaste físico del adversario. Recordemos
las épocas en las que los equipos brasileños mandaban en el
continente y una de sus estilos favoritos eran primero cansar y en el
segundo tiempo golear. 3) cuando el adversario ha quedado con uno o
dos jugadores menos, es momento de aplicar el juego de posición, el
cual no solo busca conservar, sino también finalizar las jugadas en
opción de gol por medio de la profundidad y amplitud ofensiva.
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Comentario Táctico: se recomienda realizar toda clase de


geometrizaciones (triangular, cuadros, rombos etc.), lo cual nos lleva
primero al concepto de pared con el tercer hombre, es decir, debemos
recordar que una triangulación puede llevar un jugador que comienza
la pared (emisor – fuente) un jugador que recibe y devuelve (poste –
base) y un jugador que aparece frecuentemente en otro plano (inverso,
longitudinal, de ruptura etc.). Segundo, nos lleva al concepto “pasar
entre líneas” que es indispensable para desarmar posiciones y bloques
defensivos. Consiste en identificar la distancia que hay entre un rival
y su compañero y por ese reducto enviar el pase a nuestro compañero
evitando que los pases sean laterales pues facilitan la aproximación a
velocidad y el cierre de ángulos por parte del defensa rival.

Terminar las jugadas con tiro a gol. Las jugadas que se fabrican y no
se terminan dejan a nuestro equipo desorganizado y ante la alta
posibilidad de ser atacados mediante un rompimiento a velocidad. En
cambio haber rematado, obtenido un tiro de esquina o recibido una
falta, ocasiona una jugada de reinicio suficiente para el repliegue de
nuestro equipo.
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Para la posesión del balón es necesario que nuestros jóvenes


jugadores aprendan a hablar en la cancha. Encontrarse mediante una
voz que le da referencia a los compañeros es más útil que decirle su
nombre: Por ejemplo si el jugador que le pide un pase a “Juan”
únicamente lo llama por su nombre, el poseedor (Juan) tendrá que
identificar el lugar de la cancha donde proviene la indicación, la
ubicación espacial con respecto a la de él (lejos, cerca, muy cerca,
adelante, atrás, a un costado etc.) Posteriormente tendrá que elegir si
“Luis” está desmarcado y habilitado (es decir no estar en posibilidad
de que el árbitro anule la jugada por fuera de lugar) u ocupando un
espacio productivo, que de fluidez al ataque, que sirva de apoyo o que
finalice. En cambio si el que pide el balón al mismo tiempo sitúa al
compañero, en vez de repetir una y otra vez su nombre, el equipo
tendrá mejores posibilidades.

Si a comunicarnos en la cancha le añadimos “marcar el pase con las


manos o con la mirada” estaremos muy cercanos a la eficiencia de un
equipo de fútbol formativo pues también en estos niveles de
competencia los espacios son estrechos y cualquier recurso que le
facilite las cosas a nuestro equipo debería ser tomada en cuenta.

Hacemos pressing.- se trata de un recurso defensivo que


consiste en aproximarse al adversario que tiene el balón y 1) provocar
con nuestra presión que se equivoque, 2) arrebatárselo y 3) dejar a sus
compañero en posición fuera de juego. Consiste en reducirle los
espacios al adversario mediante el acercamiento de uno o más de
nuestros jugadores. Proviene del término “Forechecking” que se
emplea en el Hockey y que significa forzar el error, no regalar la zona
adelantar la marca (en cambio, backchecking significa quitarse la
presión)
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Comentario Táctico: Se recomienda hacer pressing alto a equipos que


denotan titubeos iniciales. Es común aplicarlo cuando vemos a la
defensa rival insegura y que tenga o no presión se desprenden de
inmediato del balón. Cuando notamos que los rivales cuando
“recepcionan” el balón lo alargan más de lo necesario, entonces
presionarlos en ese control. Además habría que actuar en trayectoria y
no hasta que notemos si el pase llegó a su destino. Cuando tenemos a
los mediocampistas del otro equipo recibiendo de espaldas es buen
momento para ir por ellos y anticipar.
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Podemos hacer pressing a uno o dos jugadores específicos, eso se


llama pressing focalizado. Si lo hacemos en el tercer tercio será un
pressing alto, si lo realizamos solo ante determinadas circunstancias
que el propio jugador ha de elegir entonces estamos hablando de un
pressing combinado y si lo hacen todos los jugadores con el propósito
de pillar en fuera de juego a los delanteros rivales, estamos hablando
de “achique”.

El pressing en los costados es más efectivo porque la línea juega de


nuestro lado y por el contrario, si hacemos pressing cuando el rival
tiene el balón controlado y la vista al frente, será muy sencillo para él
entrar desde atrás o triangular.
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Queremos salir jugando desde atrás.- es un recurso


ofensivo que consiste en hacer la progresión ofensiva con traslado del
balón con la intención de atraer a los adversarios y provocar espacios
a sus espaldas. Tocar del portero al defensa, de éste a la media y ésta
al ataque sin dividir el servicio, sin saltar líneas.

¿Cuándo y cómo hacerlo? Podemos ponerlo en práctica cuando nos


juegan de medio campo para atrás o cuando ya notamos que lanzar a
la espalda del defensa nos está funcionando. Hay que evitar excesos
de confianza mediante coberturas y triangulaciones. Debemos
recordar a nuestros volantes sobre todo, la importancia que tiene crear
nuevas líneas de pase sobre todo actuando en trayectoria y haciendo el
“tercer hombre”. Otro aspecto importante cuando salimos jugando es
decidir si 1) nuestros defensores por los costados habrán de ascender
al segundo tercio para atraer o hacer dudar a los rivales cercanos a su
radio de acción o 2) servirán de apoyo para el traslado. el objetivo es
llegar pronto al segundo y tercer tercio, mantener la posesión del
balón, atraer para crear espacios y evitar que se nos encime el rival.
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Arquero líder equipo contrario.- el rival cuenta con un


portero de muy buenas condiciones. Incluso nos hace dudar si tendrá
o no la edad de la categoría. Tiene una madurez por arriba del
promedio y juega su área con prestancia y tranquilidad.

Comentario Táctico: No por todo lo anterior debemos resignarnos,


guardar silencio y aplaudir sus intervenciones. Debemos identificar la
fortaleza mental de este portero, pues su arrojo y capacidad de
liderazgo no significa que no llegue a perder la cabeza. Un primer
recurso podría ser, buscar hacer paredes cortas por el centro para
enfrentarlo. Quedando mano a mano hay la posibilidad de que cometa
penal y sea expulsado. Si jugamos buscando la profundidad hasta el
primer tercio, llegar hasta el fondo y centrarle a contrapié estamos
provocando una situación ofensiva específica que puede ser
neutralizada solamente con buena ubicación. Por otro lado, si tiramos
de media distancia sin la suficiente convicción, lo estaríamos
agrandando y premiando, haciendo jugadas que le favorecen su
lucimiento y reafirman su autoestima.

Ganar las esquinas en saques de banda ofensivos.- son


saques de banda en el último tercio que buscan mantener la posesión
del balón mediante superioridad en un espacio bastante reducido y
terminar la jugada con centro.

¿Cómo hacerlo? Se colocan dos jugadores: uno en el vértice del área


penal y la línea de meta y otro en el vértice más cercano al sacador. Se
deben crear primero los espacios mediante movilidad de estos dos
jugadores alejándose del sacador y luego botarse.

Comentario Táctico: considerando que de acuerdo a las excepciones a


la regla once, donde no hay fuera de lugar en saque de banda y
partiendo del supuesto que al adversario lo sabe y además juega
respetando los fundamentos de la táctica individual, estaríamos en
presencia de una situación específica. Mientras que el adversario
desea marcar por adentro a su oponente y éste se va al fondo, cercano
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a la línea de meta, los demás defensas se deben meter incluso hasta el


área de 5.50 mts. con tal de que no se saque provecho de dicho
desborde, por lo que dudan si 1) evitan un pase atrasado a un jugador
prácticamente sin vigilancia o 2) neutralizan y/o entran a la zona para
evitar que les lleguen al fondo a pocos metros del primer poste del
arco.

Tiro a gol con eficiencia: Si bien todos los equipos pueden


intentar el tiro de media distancia una vez encontrando una abertura
para hacerlo, eso no significa que todos estos disparos sean
igualmente peligrosos. Con el análisis cuantitativo se descubrió que
existe una zona cero donde una buena cantidad de intentos terminan
siendo gol.

Esa zona es una franja o zona imaginaria que se extiende a lo largo


desde área chica y 5 metros fuera de la media luna.

Comentario táctico: cuando la defensiva del rival se torna


impenetrable, un recurso para sorprender consiste en tirar de media
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distancia, siempre y cuando se haga desde una posición ventajosa y


con mayor velocidad de ejecución que el acomodo de los defensas.
Para que sea eficiente el tiro a gol se debe considerar la posibilidad de
llegar penetrando (con menores posibilidades de encontrar un
resquicio) o botar delanteros para que jueguen de poste y rematar
desde la ocupación de un espacio más que su incorporación al mismo.
Otra forma de hacer un tiro a gol de media distancia productivo ha de
ser resultado de las penetraciones en diagonal al centro por parte de
los volantes exteriores que juegan con perfil cambiado.

Hay que estar atentos a la segunda jugada pues, muchos delanteros se


distraen y no siguen actuando en trayectoria una vez que sale el
disparo a gol. En estos casos se recomienda que los jugadores
ofensivos más cercanos a la portería acompañen el tiro para rematar
en caso de una mala atajada del arquero.

Jugamos al contra ataque.- Derivado de los pocos espacios,


los partidos de fútbol se han venido a resolver por medio diversos
aprovechamientos. Uno de ellos es el que se produce de haberse
60

desorganizado intencionalmente con el fin de descomponer a la última


línea de defensas. Ahí nuestro equipo que está defendiendo
reconvierte y despliega de manera inmediata tomando en
desequilibrio, desorden y desconcierto al rival.

Comentario Táctico: lo primero que debe saber un entrenador es la


diferencia que hay entre un contragolpe y un contra ataque. El
primero es veloz y sin organización ofensiva, es decir se recupera y se
ataca sin construir o buscar que se lleve a cabo alguna jugada
preparada y el segundo está montado en un jugador que hace las
funciones de plataforma, otro que jala marcas y/o se desplaza al
espacio y uno o varios más jugadores que siguen hasta que termine
dicho contra, olvidando momentáneamente su posición.

Son recursos bastante efectivos contra equipos locales distraídos o


predecibles, que suman en todas las jugadas a las mismas unidades
tanto en número de jugadores como en nombres y que un entrenador
sagaz, les pone la trampa de atraerlos para sorprenderlos y minarlos.

Cuando se es suficientemente paciente y se tiene un plan de juego


previo, el contra ataque es inesperado y efectivo. Si se combina jugar
en zona y se anticipa en medio campo funciona y ayuda. Cuando los
jugadores están sintonizados y comprenden la importancia de ésta
clase de intenciones, nuestro equipo será muy difícil de descifrar.

Para que un contra ataque alcance su objetivo hay que indicarles a


nuestros jugadores que deben seguir su pase y hacer múltiples apoyos.
Todo plan de juego hay que entrenarlo y éste recurso es de los que
más dedicación requiere. Es indispensable tener una plataforma de
contra ataque (medio o delantero clave) que sea paciente sin balón y
efectivo en los servicios al hueco. Finalmente, teniendo una defensa y
un portero acostumbrado al cerrojo, el contra ataque será su más
valorada recompensa.
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Jugamos al contra golpe.- como ya mencionamos en el punto


anterior, en el contra golpe se requieren ataques inmediatos e
improvisados rompiendo a velocidad.

Los contra golpes requieren de cerrojistas y delanteros


contragolpistas, jugadores imaginativos, disciplinados y pacientes que
saben aprovechar las pocas oportunidades de este tipo. Son jugadores
con buena lectura de partido.

El contra golpe eficaz casi siempre se origina en nuestro primer tercio


y el jugador que anota el gol se desprende siempre atrás de medio
campo. Inexplicablemente los mejores contragolpistas son delanteros
de zancada larga y amplia conducción de balón.

Tenemos un jugador de más y necesitamos atacar.-


cuando se va empatando o perdiendo y se necesita ofensiva con un
jugador de más. Cómo se hace: obviamente primero que le expulsen
un jugador al adversario. Ampliar la cancha, meter un ariete o incluso
2, llegar tocando, no regalar espacios atrás derivado de una posible
62

pero incorrecta desesperación de los defensas. Preparar la jugada con


más calma, no improvisar jugadas de ataque en movimiento.

Tenemos un jugador de menos y necesitamos atacar.


Cuando se va perdiendo y se necesita ofensiva con un jugador de
menos. Cómo se hace: ser pacientes, no regalar el juego por
desesperación, irse al ataque desesperadamente en el primer tiempo
puede llegar a ampliar la ventaja del adversario que para la segunda
mitad nos será más difícil remontar. Penetrar y enfrentar para
provocar faltas y/o expulsiones. Exigir el doble esfuerzo.

Necesita nuestro equipo un centro delantero clavado.


Se usa un ariete ya sea como recurso o como sistema. Derivado del
planteamiento inicial o como táctica ofensiva. 1) cuando el otro
equipo se encierra y sus centrales tienen buen juego aéreo,
necesitamos atacar con poco tiempo, tenemos un esquema con un
centro delantero en punta.

¿Cómo y cuándo se hace? Si nuestro equipo va perdiendo y requiere


juntar a los defensas centrales adversarios para penetrar por los
costados. Se coloca un jugador con el último defensa, deberá estar
atento en los movimientos de achique, pues podría ser víctima de su
ingenuidad y caer frecuentemente en posición fuera de juego.

Algo muy importante cuando se tiene un ariete, es abastecerlo de


pelotas, si no se pide que le den juego estará siendo un jugador de
menos; algunas veces su presencia es defensiva, pues tiene como
principal cometido nulificar a su mejor central, que no se salga del
centro; Cuando este jugador (el ariete) adquiere experiencia, sabrá
coordinarse para servir de poste y contribuir para que lleguen de atrás
los medios. Su función de atracción de marcas es lo que lo hace que
siga perdurando.
63

El adversario cuenta con un excelente creador de


juego.- Siguen habiendo equipos de fútbol formativo que basan su
ofensiva en el talento de uno o dos jugadores. Hay entrenadores que
no alcanzan a distinguir entre el talento y el experto por lo que vamos
a analizar ambas situaciones no por algo menos importantes: los
jugadores talentosos están en todas las posiciones y hacen valer sus
condiciones en la mayoría de las jugadas que realizan. Desde
temprana edad muestran una especial aptitud (posiblemente innata)
para jugar este deporte y muchas otras actividades motrices.
Combinan buenas capacidades motoras, con aptitudes técnicas que
crean, en su conjunto, la posibilidad potencial para el logro de buenos
estados de performance y en consecuencia altas probabilidades de
destacar en ese deporte. Por otro lado están los jugadores expertos
quienes también combinan de buena manera sus capacidades motoras
y poseen una técnica por encima del promedio, pero con una
predisposición hacia el trabajo y un espíritu inquebrantable que marca
la diferencia: la actitud. El segundo es un jugador formado al cien por
ciento. Conoce más y mejor los matices de este deporte y sus
decisiones son más estables debido a un estado emocional entrenado e
64

independiente. Al jugador talentoso pero no experto, se le puede


desestabilizar emocionalmente y deja de rendir; en cambio al jugador
talentoso y formado, se le tiene que neutralizar con recursos
futbolísticos.

Una vez dicho lo anterior, 1) debemos identificar de quien recibe la


pelota. Ya que muchas veces con solo marcar al emisor se terminan
las contingencias que ocasiona el receptor. Otro aspecto a observar
será 2) cómo llega al contacto con el balón; es decir, tiene la facilidad
de decidir con su cuerpo en movimiento, se incorpora
sorpresivamente, desciende al sector defensivo para conducir la pelota
a terrenos más productivos, etc. 3) identificar donde y cuando es más
productivo, pues habrá jugadores invisibles en ciertos sectores y muy
brillantes en otros.

Ahora bien, el asunto es identificar ¿Por qué es efectivo? Lo cual nos


lleva a analizar si lo estamos dejando pisar territorios con libertad y
no lo estamos llevando a zonas menos productivas para él, donde se
sienta incómodo e improductivo. Si le estamos dando demasiada
libertad para efectuar sus jugadas.

Comentario Táctico: si podemos consultar un colega que nos oriente


acerca de cómo lo trató de anular y qué resultados obtuvo estaría
excelente, pero como sabemos que eso es muy poco probable en el
fútbol formativo, se tiene que echar mano de los recursos defensivos
vigentes. Si el jugador talentoso es rápido de pensamiento pero lento
físicamente, podemos combinar anticiparlo y retardarlo. Si es
físicamente más dotado que los nuestros, podemos neutralizarlo con
superioridad numérica, si este jugador talentoso o experto es el único
destacado del adversario, podríamos presionar a su equipo desde la
salida o si posee un temperamento inquebrantable, tendremos que
jugar en zona de medio campo hacia atrás y ofender con contra
ataques.
65

Constantemente nos toman los rebotes.- Cuando nuestro


equipo o el adversario salta líneas hay que estar pendiente en quien
está tomando rebote para generar una segunda jugada. Una vez que
aparece el pelotazo, el balón no es de nadie y cualquier equipo puede
transformarse en instantes de una postura ofensiva a otra defensiva o
viceversa.

Comentario Táctico: cuando los pases se dividen se corren muchos


riesgos tácticos. 1) que el adversario tome el rebote y nos sorprenda
en la salida, 2) que el rechazo sea demasiado cerca de la zona de
peligro y la jugada pueda continuar con un remate, 3) que cedamos la
iniciativa al otro equipo y estemos mandando un mensaje de
“resignación” esperando que en una de las constantes llegadas se
logre la anotación.

Si nos ganan los rebotes se puede deber a 1) que nuestra línea de


media cancha está muy despoblada en comparación con la del rival, 2)
que nuestro medio campo se encuentre demasiado atrasado, muy
cercano a la línea de defensa y no les da tiempo de actuar cuando
viene el rebote, 3) que nuestro medio campo se encuentre demasiado
adelantado, creando un radio de acción cómodo para la decisión de la
siguiente jugada, 4) que inmediatamente después del salto de línea,
nuestro equipo se adelante de más, quedando nuestro equipo tan
amontonado que ninguno de los jugadores cercanos al rebote, lleguen
a actuar y 5) que nuestros jugadores estén reaccionando hasta que se
cercioran quién tomó el balón tras la división.

Toda intención táctica debe entrenarse y saltar líneas y ganar la


segunda jugada no debería ser la excepción. Si nos están ganando en
ese detalle, deberá ser importante vigilar que no nos vayan a conducir
agarrándonos saliendo. Un jugador con balón controlado y una
defensa saliendo al achique son una mezcla inexorable de peligro. Por
eso debemos observar que el medio campo de nuestro equipo 1)
juegue escalonado, 2) compacto y 3) orientado al balón.
66

Nuestro equipo da muestras de cansancio físico y


apenas va un tercio del partido.- algunas veces nos
enfrentamos a equipos que 1) están acostumbrados a sacar ventaja de
las condiciones climáticas, 2) tienen la experiencia suficiente para
dosificar y trabajar su partido o 3) simplemente, son mejores
futbolísticamente que nosotros. Para todos esos casos debemos tener
un plan de juego alterno, que vaya más allá de terminarnos los
cambios antes de la finalización del primer tiempo.

Lo primero que debemos hacer es reordenar la distribución de nuestro


equipo. Si estábamos jugando con algún sistema de ocupación, será
necesario pasar a uno de incorporación, que nos da la ventaja de
poblar el medio campo y no renunciar al ataque mediante
incorporaciones alternadas. Debemos identificar qué jugadores
muestran señales de agotamiento físico y que posiciones desempeñan
para ver la posibilidad de cambiarlos de posición, colocándolos en un
lugar del campo donde tengan más “pausa”. Por ejemplo si los
jugadores agotados son los volantes exteriores, los podríamos pasar
por algunos minutos a jugar de delanteros y éstos últimos venir a
volantear.

Tácticamente existen dos recursos para tales efectos. Se le puede


indicar a un jugador que conduzca el balón de preferencia en diagonal
o en línea recta pero por los pasillos exteriores con la finalidad de
atraer adversarios que le van a provocar falta. Esos instantes de
reinicio servirán de descanso temporal. Cuando los jugadores dialogan
constantemente con el árbitro y si éste no tiene experiencia para pedir
fluidez del juego, esos instantes de intercambio verbal, le sirve a los
jugadores más agotados para recuperarse.
67

Cuarta Parte: Sistemas de Juego

Características generales de cualquier sistema:


Existe una teoría denominada sistemismo creada por el filósofo Mario
Bunge quien a su vez retomó los estudios previos de Ludwig Von
Bertalanffyy de donde surgen las principales aportaciones teóricas
generales. “Todos los objetos son sistemas o componentes de otro
sistema”.

• Las partes están organizadas para alcanzar un objetivo común.

• Todo cambio en una parte afecta o influye en todas las demás.

• Todo sistema si pretende sobrevivir es altamente dinámico:


pasan del orden al desorden con el único fin de auto ajustarse
a las necesidades del momento.

• Los sistemas se componen por una amplia gama de


incertidumbres, azares, imprevistos, etc., lo cual les confieren
mayor complejidad.

En cuanto al fútbol debemos reconocer que todo sistema de juego


debe tomar en cuenta tres aspectos: las formas elegidas para ejecutar
los momentos de juego, la velocidad de ejecución de las formas
elegidas o momentos de juego y el volumen de rigidez o flexibilidad
que podrá tener cada uno de dichos momentos o formas elegidas.

El fútbol es uno de esos deportes impredecibles, que depende de la


solidaridad pero también de la individualidad de sus integrantes. El
juego de conjunto es el arma letal de los entrenadores, atacar con más,
defender con más, poblar espacios, recuperar de a dos o tres, asistir
desde la elección de dos o más opciones para convertir: todo se
resume un concepto, el juego de hoy es ventaja numérica.

Todo sistema tiene tres grandes características:


68

- Todo cambio en una parte afecta o influye en todas las demás.

- Las partes están organizadas para alcanzar un objetivo común.

- Todo sistema si pretende sobrevivir es altamente dinámico:


pasan del orden al desorden con el único fin de auto ajustarse a las
necesidades del momento.

La historia del fútbol está plagada de grandes jugadores que fueron


incapaces de adaptarse a un equipo por estar acostumbrados a
sistemas de juego totalmente distintos. También ha sido frecuente el
fracaso de entrenadores en cualquier club en los que pretendieron sin
éxito introducir sistemas de juego que les habían proporcionado
esplendidos resultados en otros equipos. De todo esto, cabe deducir,
que aunque los sistemas de juego siguen el curso de la moda y se
aceptan generalmente en distintos clubes y diferentes países, cada
equipo está conformado por un grupo de personas que poseen una
mentalidad propia que los hace distintos de otros equipos del mismo
país, e incluso de la misma ciudad.

Los sistemas de juego poseen dos dimensiones: 1) Estática (parado


inicial) que se traduce como la dimensión posicional del fútbol y 2)
Dinámica (funciones, movimientos y variantes) que se convierte como
la dimensión funcional del fútbol. Surgen nuevas preguntas guía: ¿El
entrenador ha de emplear una forma de juego en función de un
sistema conocido y comprobado su eficacia por el entrenador? O
¿Basándose en las características de los jugadores de que dispone? Y
más aún ¿De acuerdo a la manera de jugar del primer equipo o a la
filosofía del club? O ¿de acuerdo a la competencia y a sus
adversarios? Por lo tanto estaríamos hablando de “el sistema” como si
fuera el único, “un sistema” diseñado y adaptado al equipo o “los
sistemas” como diversas posibilidades a elegir antes y durante del
enfrentamiento.

En cuanto a los estilos que surgen a partir de los tipos de sistemas de


juego podemos recordar 1) aquellos basados en la posesión del balón
69

(Colombia, 1994; FC Barcelona, Selección de España 2010, etc.) 2)


basados en la recuperación del balón (Italia de Enzo Bearzot, el
Necaxa de Manuel Lapuente, el Chelsea de Roberto di Mateo, etc.) 3)
la ocupación del espacio (extremos fijos o atacantes bien abiertos) 4)
la incorporación a los espacios (medio campo poblado y
desprendimiento a velocidad) 5) formas geométricas transversales en
el medio campo (cuadrados) 6) formas longitudinales (rombos) 7)
estilos de juego posicionales (años 30 – 70´s) 8) estilos de juego
aposicionales (Selección de Holanda entre 1973 y 1979), 9) la
utilización equilibrada y racional del espacio (juego equilibrado) 10)
sistemas cuya característica principal es explotar las cualidades y
ventajas que me da el rival cargando el juego a una zona, etc.

Importancia de los sistemas de juego


El diseño de los sistemas de juego en el fútbol asociación pasa por dos
cuestiones polémicas desde hace muchos años: el entrenador al
momento de determinar su modelo de juego de acuerdo a las
características de sus jugadores (entre otros factores) ha de adaptarse
o podrá innovar generando nuevas alternativas de juego basadas en la
transición de los jugadores, la posición del balón y los espacios que se
vayan generando conforme se fabrica la jugada. Sistemas trasversales
o longitudinales frente a los sistemas aposicionales, dinámicos y
flexibles. Con lo anterior surge la primera pregunta central… ¿Qué
pasaría si no hubiera ciertas pautas de colocación y de movimientos
de los jugadores?

Algunas ocasiones nos encontramos con dos equipos enfrentados


entre sí que empleen el mismo sistema y, sin embargo, uno de ellos
resulte vencedor por un amplio margen. En todo esto influye, no solo,
la capacidad de los propios jugadores para cumplir la misión
encomendada, sino la distinta conjunción que existe entre uno y otro
equipo, la diferencia de calidad individual entre los jugadores de
ambos equipos o, la mejor disposición de los vencedores para
adecuarse.
70

Por lo tanto, sin el establecimiento de determinadas pautas de


colocación y acción existirían terribles desequilibrios y el juego sería
excesivamente caótico.

Sub preguntas para definir el concepto de sistema de juego:

• ¿La elección del sistema de juego, depende de las


características individuales de los jugadores?

• ¿El sistema de juego es simplemente un punto de partida?

• ¿El sistema es la forma en que distribuimos a los jugadores a


lo largo y ancho del terreno de juego?

• ¿El sistema es la forma en qué se van a mover todos los


jugadores en la cancha?

Debemos recordar antes de elegir un sistema de juego:

• ¿Cuál es el nivel de competencia?

• ¿Qué tipo de jugadores tengo?

• ¿Qué forma de juego debemos realizar?

• Características de mis jugadores

• Los cuatro momentos de juego

• La forma en que elegimos que nuestros jugadores las lleven a


cabo son partes esenciales de todo modelo de juego – sistema.

Definiciones de sistema de juego


El sistema de juego nunca hay que considerarlo un fin en sí mismo,
debe ser algo flexible y que esté al servicio del equipo y no al revés,
esclavizando al colectivo, y limitando en exceso el juego de muchos
jugadores, que tienen necesidades diferentes al resto. Son numerosas
71

las referencias encontradas a la hora de definir un sistema de juego.


Existen varios enfoques al definir lo que es un sistema de juego:

Definiciones Clásicas

1) La elección del sistema de juego, depende de las características


individuales de los jugadores (Csanadi, 1969)

2) Conjunto de partes que interaccionan entre sí a fin de alcanzar un


objetivo concreto. Es algo más que la simple suma de sus elementos
constitutivos.

3) Es la forma en que distribuimos a los jugadores a lo largo y ancho


del terreno de juego.

4) Organización de los jugadores que se emplea disimulada y


hábilmente para conseguir un fin: vencer al adversario (Panzieri,
1967)

Definiciones Modernas

5) El sistema de juego es simplemente un punto de partida, después,


las circunstancias del partido varían las posiciones iniciales. Cuando
tenemos la posesión del balón y estamos atacando, si mantenemos las
posiciones iniciales, el equipo no tendrá dinamismo (Pino, 2001)

5) Es la posición que adoptan los jugadores de un equipo sobre el


terreno de juego antes de que el balón se ponga en movimiento.

6) El sistema de juego es el método de juego, el modo de realizar un


ataque, una defensa y un contraataque, partiendo de unas posiciones.
El sistema es, en definitiva, el modo de ejecutar el juego (Floro, 2005)

Definiciones Contemporáneas

7) Es la sucesión de líneas de jugadores que presenta un equipo para


ocupar racionalmente el terreno de juego y la distribución de dichos
72

jugadores de acuerdo a sus características y cualidades, para un


posterior desarrollo óptimo de la Táctica.

8) Es el elemento organizacional (en su versión estática) y funcional


(en su dimensión dinámica) dentro del modelo de juego de un
entrenador (Lovrincevich, 2012)

9) La parte del modelo de juego que constituye la forma en la que se


distribuyen los jugadores en el espacio, antes, durante y después de
cada transición, le vamos a denominar sistema de juego.

La organización táctica estructural de un equipo de fútbol viene


determinada por una dimensión estática y una dimensión dinámica.
Por dimensión estática se entiende al sistema de juego o dispositivo
táctico que representa el modo de colocación de los jugadores sobre el
terreno de juego. Esta colocación de base fundamental (traducida por
diagramas 1-4-4-2, 1-4-5-1, 1-4-3-3, etc.) restablece el orden y los
equilibrios en varias zonas del campo y sirve como punto referencial y
de partida para los desplazamientos relativos de los jugadores y para
la coordinación de las acciones individuales y colectivas. Por
dimensión dinámica se entiende a las diferentes tareas y misiones
tácticas distribuidas entre los jugadores que componen el equipo.

Pensamos que aunque un sistema de juego, su organización, su


estudio y su análisis son muy importantes, consideramos fundamental
o primordial el estudio de las características de los propios jugadores
y del equipo para llegar a conformar un sistema de juego equilibrado.

Por ejemplo; un sistema de juego no puede estar formado por 10


delanteros por mucho que algunos se empeñen, ni tampoco por 10
defensas. Si nuestros defensas no son lo suficientemente rápidos y
nuestros centrocampistas no ayudan en fase defensiva será muy
arriesgado jugar con una línea defensiva de tres. En todos los casos
tendrá que existir un equilibrio para poder desarrollar con eficacia las
dos fases del juego defensa-ataque. El sistema de juego se va a
manifestar antes del movimiento de los jugadores, ya que una vez
73

puesto el balón a rodar, los participantes van adaptándose a las


diferentes situaciones técnico-tácticas que se van sucediendo a lo
largo de un partido y consecuentemente variando su ubicación en el
terreno de juego. Por tanto se puede apreciar que un sistema de juego,
por ejemplo en formación inicial en ataque 1-4-4-2, después de varios
movimientos se puede convertir en 1-3-1-5-1. Pasar de un parado
táctico de tres líneas a uno de cuatro. Normalmente cuando mejor se
aprecia el sistema de juego de un equipo es después de efectuar un
repliegue colectivo o cuando se realiza un saque de meta.

Elementos que componen un sistema de juego.


Para explicar los sistemas de juego disponemos del concepto de
formación, es decir la expresión en cifras que indica el número de
líneas o bloques del sistema así como los componentes en cada una.
Ahí es cuando encontramos los 4-3-3; 5-3-2; 3-4-2-1, etc. El grado de
flexibilidad de los sistemas te lo dan las variantes, es decir los
desplazamientos que realiza un jugador que partiendo de una
posición, en una de las líneas estables de un sistema, avanza o retrasa
dicha posición, en función del desarrollo del juego, para desequilibrar
o contrarrestar al adversario.

Cualquier sistema de juego a la hora de ponerlo en práctica, debe


caracterizarse por poseer una serie de elementos tales como:

- Medios técnico-tácticos individuales: acciones que realiza un


jugador sustentadas en la “técnica”, para resolver un problema
concreto de juego “táctico”, tanto en ataque como en defensa.

- Medios tácticos de grupo: que realizan dos o más jugadores


de un equipo para solucionar un problema de juego.

- Relaciones entre jugadores: conformando pequeñas


subestructuras de juego, a la hora de aplicar los medios técnico-
tácticos.
74

- Puestos específicos: responden a características determinadas


de los jugadores. El entrenador deberá estudiar tanto a sus jugadores,
como a los adversarios contra quien aplicará el sistema.

- Funciones: los jugadores se especializan en el cumplimiento


de misiones dentro de la estructura del equipo, teniendo una
responsabilidad específica en el funcionamiento general del sistema.

De acuerdo a Christian Lovrincevich (2002) la nomenclatura de todos


los sistemas de juego (4-2-4, -4-3-3,4-4-2, etc.) no se considera
necesario identificar la posición del arquero. La participación del
arquero se omite, dado que no admite, por su función y misión,
modificaciones desde el punto de vista posicional.

¿Cómo diseñar el sistema de juego?


Los sistemas de juego se diseñan en base a la capacidad persuasiva
del cuerpo técnico y de los jugadores más influyentes en el grupo.
Muchas veces será el auxiliar quien deba convencer a los jugadores,
otras el capitán, el directivo o incluso el preparador físico. Lo
importante es que cierren filas en el diseño propuesto por el director
técnico. Por lo tanto no se trata de una imposición sino de que todos
los jugadores creen en esa forma de jugar por el bien del equipo.

Cualquier entrenador que conozca los fundamentos de las distintas


posiciones en la cancha y sepa identificar las características
principales que deberá poseer cada jugador cuando la desempeñe,
estará en condiciones de diseñar su propio sistema de juego.

A la hora de diseñar cualquier sistema de juego, el entrenador se


encuentra frente al dilema de elegir el modelo más adecuado,
pudiéndolo realizar de varios modos:

- En función de un sistema conocido y comprobado su eficacia


por él: ello supone una gran dificultad cuando lo llevamos a la
práctica, ya que por regla general, no se produce un ajuste adecuado
75

por parte de los jugadores a la propuesta real que les hace el


entrenador. Es la más utilizada aunque errónea

- Basándose en las características de los jugadores de que


dispone: el entrenador adecua el sistema al jugador, lo que exigirá un
estudio previo, análisis y elaboración de los elementos componentes
del sistema de juego para obtener un rendimiento máximo según las
características tanto individuales como colectivas de sus jugadores.

- Incluso de acuerdo a la manera de jugar del primer equipo del


club: se seleccionan jugadores con el perfil lo más parecido posible a
la base del primer equipo, para así implementar sus acciones y
movimientos.

- Hay entrenadores infantiles que diseñan en el papel complejos


y variados sistemas de juego que en vez de contribuir al desarrollo
futbolístico del niño, lo terminan aburriendo y alejando.

- Hay entrenadores juveniles que implementan “el sistema de


juego” con el que ellos jugaron en su época, suponiendo erróneamente
que las características de sus jugadores son iguales a la de sus
compañeros décadas atrás.

Todo sistema de juego debe buscar explotar las cualidades de los


jugadores. Cualquiera de éstos fracasará si los jugadores no tienen las
condiciones psicológicas, tácticas, técnicas y físicas para
desarrollarlo. Por lo tanto (hablando de fútbol formativo) es el
entrenador quien se adapta a las condiciones de sus jugadores y no los
jugadores quienes se tendrían que adaptar a lo imaginado por el
entrenador.

Muchos entrenadores utilizan un sólo sistema de forma invariable


(copiando un poco lo que se ve en los directores técnicos de elite),
independientemente de las características de los jugadores que en ese
momento tengan o el club en el que estén. Incluso se buscan jugadores
expresamente para poder jugar de una determinada manera. Nada más
76

incorrecto que eso en fútbol formativo. No hay que olvidar que el


juego formativo es incluyente en cuanto a características de juego
hasta en selectivos juveniles o infantiles.

En el fútbol formativo los sistemas de juego deberán explotar integral


e inesperadamente (para bien) las cualidades y debilidades de los
jugadores. Es el entrenador quien se adapta a las condiciones de sus
jugadores y no los jugadores quienes se tendrían que adaptar a lo
imaginado por el entrenador. Si el juego formativo es incluyente,
todos los sistemas deben ser incluyentes.

En cambio, los sistemas de juego en el fútbol profesional dependerán


de la capacidad de análisis de los rivales por parte del cuerpo técnico,
las características de nuestra plantilla y las habilidades de
comunicación del entrenador. Los sistemas en esta modalidad de
fútbol consideran los jugadores clave del plantel, si la plantilla fija a
lo largo del campeonato podrá ser cambiada o no y la capacidad de
reacción como entrenador ante circunstancias inesperadas durante los
juegos será determinante.

Finalmente todo entrenador se debe responder al menos éstas tres


preguntas antes de elegir el diseño de sistema más apropiado: ¿Cuál es
el nivel de competencia? ¿Qué tipo de jugadores tengo? y ¿Qué
forma de juego debemos realizar de acuerdo a las variables de nuestro
modelo?

Aspectos a tomar en cuenta al diseñar un sistema de


juego.
Todo sistema de juego debe tomar en cuenta tres aspectos: 1) las
formas elegidas para realizar los momentos del juego, 2) la velocidad
de ejecución de las formas elegidas y 3) el volumen de rigidez o
flexibilidad que podrá tener cada uno de dichos momentos.

Para detectar dichas formas que se eligen debemos estar muy atentos
a: 1) el parado inicial donde se desenmascara el diagrama táctico de
77

equipo rival, es decir la dimensión estática del sistema; 2) la forma en


que se colocan durante un saque de meta, 3) la forma y cantidad de
jugadores que arriban o se quedan al momento de hacer el repliegue o
el despliegue, es decir la dimensión dinámica del sistema y 4) el
fútbol funcional, es decir las funciones de determinados jugadores y
las maneras de llevar a cabo los puestos.

Fundamentos Pedagógicos de los Sistemas de Juego


• Primero mis posibilidades y al último mis limitaciones.

• La sana competencia hace que nadie se confié y que todos se


mantengan motivados. En el fútbol formativo todas son
estrellas y un día puede brillar una más que otra.

• La combinación perfecta: novatos – experimentados

• Las variantes no se improvisan, se entrenan mediante


sectorizaciones formadas a través de espacios reducidos.

• El deseo de ganar siempre debe ser más importante que el


temor a perder.

Fundamentos Técnico – Tácticos de los Sistemas de


Juego
Todo sistema de juego deberá atender los siguientes aspectos que
avalen la eficacia, la eficiencia, la practicidad y la pertinencia: 1) La
correcta y proporcional ocupación de los espacios de juego. 2)
Rápidas y racionales transiciones defensa-ataque y ataque-defensa. 3)
La participación de todos los jugadores en el ataque y la defensa
produciendo un correcto equilibrio en el esfuerzo y el aporte al
equipo. 4) Creación de superioridades numéricas tanto en ataque
como en defensa. 5) Evitar el peligro a nuestra meta: variantes
defensivas y 6) Causar peligro a la meta adversaria de varias formas:
variantes ofensivas.
78

El sistema de juego nunca hay que considerarlo como un fin en sí


mismo, debe ser algo flexible y que esté al servicio del equipo y no al
revés, esclavizando al colectivo y limitando en exceso el talento y la
iniciativa de muchos jugadores. “Bajo ningún concepto el sistema ha
de ser más importante que los jugadores, verdaderos protagonistas del
juego” (Mercé, 2009)

Uno de los objetivos técnico – tácticos que podrá alcanzar un


formador que entrena por ejemplo, equipos de niños entre los 9 y 12
años consiste en desarrollar los primeros indicios o las nociones
básicas acerca de la lógica interna de este deporte. La meta entonces
será que el jugador sea capaz de valorar la importancia que tiene la
movilidad como recurso de los deportes de conjunto de asociación
(cooperación – oposición). Dirían los clásicos “No es lo mismo
moverse que «menearse»…”

• Aprenda a manejar su trasero: en ataque el dorso va hacia


afuera del campo para que «reciba perfilado» y en defensa
apunta hacia la propia portería. Recuerde a sus jugadores que
siempre entre el balón y la portería va su cuerpo.

• Haga pases variados: tenga una circulación racional y


recuerde a sus jugadores la importancia que tiene acabar todas
las ofensivas en situación de gol (tiro, tiro de esquina, falta,
gol, etc.)

• Evite más de tres pases en el mismo sector. Inicie su ataque


por un lado y termine por el otro.

• Enseñe a jugar con el segundo y el tercer hombre: emplee


varios tipos de paredes y enseñe a sus jugadores a decidir por
cuenta propia.

• Mantenga a su equipo en bloque: equipo junto. La cancha es


un acordeón que unas veces tiene dos, tres, cuatro o más
zonas de juego.
79

• Enseñe a sus jugadores a defender en ataque y atacar en


defensa. Eso produce equilibrio en sus líneas y
descomposición en las del rival.

• Haga que dude el rival. Si logramos fijar a un defensa en su


posición y si enseñamos a nuestros jugadores a sacar ventaja
posicional (o también llamada “superioridad cualitativa”)
estaremos provocando titubeos en el accionar del rival.

¿Cómo entreno un sistema de juego?


• En categorías infantiles no tendría mucho sentido ceñir al
niño a un limitado conjunto de acciones. Sin embargo
debemos reconocer que es necesaria “una forma” de situarse
en el espacio y ahí los juegos alternativos que producen
transferencia tanto indirecta como directa podrán ayudar.

• Juegos Adaptados que ayudan a aprender la lógica interna.

• Juegos tácticos menores que contribuyen al desarrollo de la


inteligencia en el juego.

• Simulación de situaciones de juego en media cancha que se


traduce en 7 vs 7 hasta 11 vs 11. Aquí la sectorización y trazo
de zonas serán importantes (pasillos laterales o carriles,
costados laterales y el centro)

• Emparejamientos en espacios reducidos contextualizando los


posibles escenarios del partido. Juegos de Posición.

• Sparrings Juveniles. Partido formativo donde el entrenador de


vez en cuando detiene la jugada y ajusta algún movimiento,
ensaya y solicita que se respete cierto movimiento, trayendo
un rival de menor jerarquía para poner en práctica diversos
planteamientos.
80

• Finalizaciones que ajustan los remates tanto por incorporación


como de ocupación de nuestro equipo y recapitulan el
aprendizaje para defender.

• Juegos amistosos y oficiales.

Las líneas de los sistemas de juego:


Dentro del sistema de juego hay que considerar las siguientes líneas:

Portero (habitualmente no se menciona en el armado y descripción de


los sistemas de juego debido a que no existe en este puesto la
posibilidad de modificación y siempre será uno)

-Línea defensiva: compuesta por los defensas. Llámese laterales,


carrileros y centrales.

-Primera línea del medio campo: compuesta por los centrocampistas


generalmente los defensivos.

-Segunda línea del medio campo: compuesta generalmente por los


volantes ofensivos.

-Línea de ataque: compuesta por los delanteros. Aunque muchas


veces se especifica, como en el caso de los sistemas jugados mediante
1 media punta y un centro delantero.
81

Existen cuatro momentos en el fútbol que están directamente


relacionados con la forma: 1) el momento de ataque, 2) el momento
de defensa, 3) el momento de despliegue y 4) el momento de
repliegue. La forma en que elegimos que nuestros jugadores las lleven
a cabo son partes esenciales de todo sistema de juego.
82

Los sistemas más efectivos y la manera de aplicarlos se modifican


incluso durante el transcurso de un partido y según el resultado
pueden ir pasando constantemente de cuatro a tres líneas y viceversa.
Hoy en día Se le otorga cada vez mayor importancia al cambio del
ritmo en el juego. El entrenador es quien define frecuentemente la
forma de jugar. Los jugadores polifuncionales tendrán ventaja en un
fútbol tan competitivo. El jugador deberá desarrollar un agudo sentido
táctico, a fin de asimilar las instrucciones impartidas, pero
conservando al mismo tiempo su capacidad creativa. Recomendamos
revisar las definiciones de “inteligencia táctica”. Educar y capacitar a
los jugadores en este sentido es un elemento crucial en el proceso de
desarrollo.

Básicamente encontramos los de tres líneas más el portero (1-4-4-2, 1-


4-3-3, 1-3,5,2, 1-3-4-3) y los de cuatro líneas más el portero (1-4-2-3-
1; 1-4-3-2-1; 1-4-1-4-1; 1-3-4-1-2; 1-3, 3, 1,3)

La Táctica fija y los sistemas de juego:


Las acciones a balón parado son un condimento más del fútbol desde
que éste se empezó a practicar, por lo que no es muy comprensible
que durante mucho tiempo no se le haya dado la importancia que
merecía. Claro está, que igual que sucede con los sistemas de juego
las tendencias se ponen o pasan de moda dependiendo del nivel de los
resultados que ofrezcan las mismas.

En niveles altamente competitivos, no hay tanta superioridad a la hora


de comparar, ya que existe mucha igualdad y los resultados son muy
ajustados; por eso resultan de gran importancia las jugadas a balón
parado, donde un gol a la hora de su aplicación práctica puede decidir
un resultado. Ya lo mencionaban Mercé y Domenech (2009) “La
acción más dulce para un entrenador que trabaje las acciones a balón
parado ofensivas es que su equipo consiga un gol”.

La táctica fija se ha convertido en un arma letal de los equipos para


vulnerar la meta rival, motivo por el cual se constituyó como un punto
83

importante del fútbol moderno. La planificación y ejecución continua


de estas jugadas han ayudado a cerrar las distancias entre los equipos
grandes y los chicos. Las jugadas de táctica fija son: saques de meta,
tiro de esquina, tiros libres, saques de banda, saque inicial, bote a
tierra y penalti.

Existen a su vez tres tipos de jugadas a balón parado: 1) las de inicio


(al comienzo del primero, segundo tiempo o después de haber
recibido gol) 2) las de canalización (aquellas que se cobran para
continuar con la posesión o para progresar un ataque) y 3) las de
finalización (cercanas al marco rival y buscan el remate a gol o lo
hacen directamente).

Tipos de sistemas de juego


A lo largo de la historia se han producido diferentes cambios y
evoluciones en lo referente a los sistemas de juego, que han
provocado una gran variedad en cuanto a su aplicación y distribución.

Para una mejor comprensión de los sistemas, éstos se han clasificado


tradicionalmente en dos tipos aunque lo ideal sería que todos los
equipos lograsen un perfecto equilibrio tanto en su ofensiva como en
su defensiva dando entrada a un tercer tipo de sistemas, los de
posición.

Sistemas de juego basados en la amplitud del espacio.

- Sistemas de ocupación, incorporación y posición: los


primeros son aquellos que colocan jugadores fijos en el ataque, por
ejemplo dos delanteros en amplitud y un centro delantero y pocas
veces los vemos que se muevan de otra forma que no sea en línea
recta con respecto a su ubicación en el espacio. Prácticamente por las
características del juego actual, están en desuso. Un ejemplo de éstos
podría ser el 1-4-3-3 de los años setenta y ochenta. Los segundos son
aquellos que tienen la media cancha poblada y sus volantes llegan
desde atrás. Ejemplos hay muchos en el fútbol actual, ya que “lo
84

importante no es ocupar sino estar” en el momento y el espacio


preciso. 1-4-2-3-1 es una formación que ejemplifica este tipo de
sistema de juego.

Existen también sistemas de juego de posición que más que la


colocación de los jugadores a lo largo y ancho de la cancha, sus
movimientos se basan en la circulación que se le va dando al ataque o
a la que va haciendo el otro equipo. Digamos que son sistemas
basados en recorridos y transiciones más que posiciones estáticas. Por
eso observamos que algunos jugadores en los equipos de fútbol actual
“flotan” en varias zonas del terreno de juego e incluso cuando
defienden no repliegan ni rebasan la línea del balón y ocupan la zona
más cercana antes, durante y después de presionar.

Sistemas de juego basados en la ocupación racional del terreno de


juego.

- Sistemas de juego que inciden en el plano transversal. Son


aquellos que ocupan dos medios de contención o incluso tres. Se
basan en la neutralización del rival y en el desprendimiento oportuno.
Ataque directo a velocidad. Ejemplo de estos sistemas de juego los
podemos encontrar en equipos que paran 1-4-4-2.

- Sistemas de juego que inciden en el plano longitudinal. Son


aquellos que se basan en la referencia de ataque, es decir, colocan un
centro delantero “clavado” que les alargue y amplíe su radio de acción
para atacar. Ejemplo de esta formación sería el 1-4-5-1 que tiene las
intenciones tácticas antes mencionadas, además de que es un sistema
de incorporación.

Existen los sistemas basados 1) en la posesión del balón, los cuales


tienen una mayor intención y vocación ofensiva, toman la iniciativa
del juego, asumen el riesgo de dejar espacios y procuran llegar la
mayor cantidad de veces. Parten de la idea de que entre menos tenga
el balón el adversario y más lejano se encuentre el balón de su portería
será más sencillo terminar ganando y 2) los sistemas basados en la
85

recuperación, los cuales son evidentemente defensivos, le dan la


iniciativa de juego al rival, no dejan espacios y procuran aprovechar
las pocas oportunidades de gol que se les presente cuando recuperan.
Parten de la idea de que el rival cometerá errores y descuidará
espacios que podrán ser aprovechados y marcar la diferencia y 3) los
sistemas de juego combinados que mediante la implementación de
diversos recursos de ataque y defensa es como desquicia a sus rivales.

Fuente: Cachinero, 2009


86

Quinta parte

Análisis posicional en el campo de juego


Esta parte del libro tratará acerca de los diferentes nombres que
reciben las posiciones de los jugadores de fútbol. Se trata de un
análisis funcional que nos va a permitir posteriormente en la sexta
parte fusionar las funciones con las posiciones; qué el hacer junto con
el quien hacer. Esta parte fue realizada

Portero / Arquero / Guardameta


Existen dos tipos de arqueros: los líberos y los atajadores. El sector
donde desarrolla su función es desde el arco, dentro y fuera del área,
según lo exijan las situaciones a resolver. Dependiendo de la
ubicación de la línea defensiva y el espacio que haya atrás de ella y él.
Desde la línea del arco y el dominio del área. También accede fuera
de la misma al actuar como hombre libre a la espalda de su defensa.
Cuando su equipo no tiene el balón deberá actuar como libero cuando
atrás de la línea defensiva haya un espacio mayor que el de su área
(donde también puede ser hombre libre, utilizando o no sus manos).
Actuar como hombre libre, integrando la línea defensiva. Porque esta
no lo crea o utiliza, completando la labor de quien cumple esa
función. Cuando por el contrario su equipo tiene el balón, tendrá la
posibilidad o necesidad del uso de los pies. Favoreciendo posesión del
balón.

Lateral Tradicional
También conocido como marcador de punta, usan generalmente el
número 2; cuando es el lateral derecho, y el número 3, cuando es el
lateral izquierdo. Con la aparición del esquema 4-3-3, los "wingless",
cumplían funciones puramente defensivas, pero con la evolución del
fútbol pasaron a cumplir un rol mixto de defensa y proyección; arribo
87

y recobre. Sin embargo, siempre han jugado en forma más contenida,


privilegiando lo primero a lo segundo. En las formaciones defensivas
5-3-2 y 5-4-1 tienen los costados a su disposición, cosa que no pasa
con las formaciones en línea de cuatro donde existen volantes
exteriores. Por los costados de la defensa, son los encargados de
taponar las subidas de los punteros y aleros, de ayudar en la permuta y
relevos de las marcaciones, y reforzar el juego aéreo en el área central,
si les toca rotar con los defensas centrales. En su labor constructiva,
los laterales cumplen funciones de distribuidores a distancia, pues son
éstos junto con los defensores centrales quienes están encargados de
“saltar líneas” como recurso táctico.

La principal diferencia con los carrileros, es que los laterales juegan


más contenidos, propios del fútbol táctico defensivo italiano, y
uruguayo. También suelen ser más enérgicos en la marca y más altos
para el cabezazo.

Si dividimos el ancho de la cancha en cuatro zonas: 2 espacios


centrales y 2 por los costados, actúa por los costados. En sistemas de
línea de cuatro, deberá realizar recorridos y podrá eventualmente
acceder al centro por su mitad; es decir acceder hacia la zona central
contigua a su costado en su misma mitad longitudinal. Hay sistemas
tanto de tres como de cuatro o cinco defensas donde se juega
articulados (escalonados) a profundidad o a semi profundidad y tanto
el entendimiento como la integración son determinantes para
neutralizar a los delanteros, sobre todo aquellos que provengas desde
el medio campo hacia zona de finalización. Este lateral compacto,
defiende en la franja por la que actúa, dependiendo de la altura en que
se ubique la línea que forma y considerando la posición del rival que
marca, que en su caso, es el extremo del equipo contrario. Cubre o
defiende el ángulo defensivo de la cancha que le corresponde.

Cuando realiza funciones ofensivas y tomando en cuenta todo lo largo


de la granja longitudinal en donde se desarrolla el juego y si la
dividimos en 3 partes; 1.- Inicio de juego, 2.- Elaboración del ataque,
88

3.- Definición del ataque. El lateral tradicional (LT) actúa sólo en la


1ra, poco en la 2da y excepcionalmente en la 3ra.

Lateral tradicional con subida


Es una posición apta para sistemas de cuatro que juegan con rombo
tanto cerrado como abierto ya que puede hacer enroques con el
volante para incorporar o bien pasar por su espalda para asistir. Si el
ancho del campo se divide en cuatro espacios, 2 centrales y dos
laterales, actúa por los costados. Puede eventualmente acceder al
sector interno contiguo al suyo pero no puede cambiar de mitad
longitudinal. Sube en el campo incursionando en el sector medio y
ofensivo. En cuanto a sus funciones en la recuperación, cubre el
ángulo defensivo de la cancha en la franja lateral por la que actúa.
Pero marca normalmente al extremo rival. Respecto a sus funciones
durante la posesión, realiza un recorrido más largo por toda su lateral.
Ellos arriban con la pelota por las bandas y suelen enviar centros al
área rival para que los delanteros puedan marcar; por tanto deben
tener conducción y habilidad de centrar. Considerando el largo de la
fracción del terreno en donde se desarrolla el juego (espacio que va
desde la misma línea defensiva propia a la del rival) se distinguen 3
alturas: 1.- Inicio de juego, 2.- Elaboración del ataque y 3.- Definición
del mismo. En su caso participa en los 3 momentos. Ejemplos de
algunos laterales clásicos han sido el brasileño Roberto Carlos, el
español José Antonio Camacho, el italiano Paolo y el argentino Hugo
Ibarra.

Lateral Volante
Pertenece a la defensiva y se integra a la de volantes al ascender
altura. También se integra a la línea de atacantes al ocupar zonas del
tercer tercio. Sube por la franja lateral y cierra o no a la zona central
contigua. Dividiendo el ancho de la cancha en cuatro zonas; 2
centrales y 2 laterales, no cruza a la mitad longitudinal opuesta del
campo.
89

Considerando que no tenga un extremo tradicional o quien marcar,


debe subir y de ser necesario, cerrar para encontrar rivales a quien
neutralizar. En cuanto a sus funciones durante la posesión, si bien
pertenece a la línea defensiva, desde ella inicia o parte el hecho de
agregarse a la zona de los volantes. Acción que le exige mayor
participación en la elaboración, resolución y finalización del ataque.

Mayormente llamado carrilero y frecuentemente confundidos con los


interiores (volantes por las bandas). Son indispensables para triangular
en ataque dentro del esquema 4-2-2-2 y son importantes en la
conducción en un esquema 4-2-4. Estos defensas son una variación
moderna de los laterales marcadores de punta. El lateral volante,
tienen más tendencias a participar del ataque, con un juego más suelto
y a veces con responsabilidades creativas a los costados de los tres
cuartos de cancha. Se diferencia de los volantes por las bandas
(interiores), no solo por una cuestión posicional sino por una cuestión
de perfiles de juego y de posibilidades en el despliegue. Ya que
mientras que el volante por las bandas tiene cierta libertad para
realizar recorridos en diagonal y llegar para rematar a segundo poste,
el carrilero casi siempre cumple funciones de asistencia más que de
rematador.

En la evolución del fútbol, los carrileros son una combinación de


laterales e interiores. En relación a los perfiles de juego los carrileros
deben tener una gran capacidad física, ya que recorren muchas veces
la banda para atacar, cortar balones en el medio campo, subiendo por
las bandas, y, de nuevo, volver a posiciones defensivas cuando el
equipo rival arma un ataque. Los carrileros suelen subir más frecuente
por las bandas y con más peligro ofensivo que los laterales -que están
más contenidos- por tanto se requiere que tengan excelente
conducción del balón y amplias capacidades para el desborde. Los
carrileros deben ser buenos en el disparo a puerta y por supuesto
deben centrar desde los costados al área rival.
90

Lateral Extremo
Esta posición es muy parecida al carrilero pero en este caso, el lateral
extremo se encuentra mucho más adelantado y son éstos los que se
emplean en sistemas de línea de tres ya que pueden venir
acompañados del lateral central marcador en sistemas 1-3-1.5.1, 1-3-
2-4-1, 1-3-5-1-1 y en el caso de sistemas con línea de cinco los
encontramos en formaciones 1-5-1-2-2 y 1-5-2-1-2. Como se notará
en el capítulo correspondiente a los sistemas de juego, al menos este
tipo de jugador requiere que le den absoluta libertad por su línea
lateral y que no lo obstruyan el paso con otro compañero.

Cuando su equipo se encuentra en fase defensiva, se sitúa por la


franja lateral marcando al rival que se mueve por ese sector. Sin
embargo, si hay más de un rival, marca al más adelantado o al que no
cubran los movimientos transversales, que sus compañeros delanteros,
volantes y defensas realicen desde el centro y hacia ese sector.

Cuando su equipo se encuentra en posesión del balón, la franja lateral


del campo es ocupada solamente por él. No tiene extremos, volantes –
laterales ni ningún otro tipo de compañeros a lo largo de ese sector.
Lo podemos encontrar en sistemas

Lateral Central Marcador.


Es un jugador que realiza funciones de marcador de punta y se
desplaza desde el centro hacia su costado, en vez de conservarse en el
espacio que corresponde a un lateral convencional.

Este tipo de jugador se emplea en sistemas con línea de tres ya que


hace funciones de lateral y de stopper, teniendo que moverse en
relación con la ubicación de los puntas del equipo adversario. Los
laterales centrales marcadores juegan horizontales con su defensa
central y emplean una marca combinada, personal cuando el delantero
invade su sector y en zona cuando se encuentran en fase de repliegue.
91

Sus movimientos siempre han se der desde el espacio central hacia el


costado más cercano y nunca al revés, ya que estaría regalándole el
centro al adversario y éste fácilmente podría desbordarlo por ahí.

Sabemos que en fase defensiva este tipo de jugadores enfrentan


delanteros que desde la posición de extremos se convierten o pueden
hacerlo en atacantes centrales. Otra posibilidad es que el rival ubique
a dos atacantes por el centro y no habiendo un extremo por su sector,
cierran a colaborar hacia el espacio central defensivo. Debemos
recordar a las Chivas de Hans Westerhoof utilizando a Carlos Salcido
y a Salvador Carmona en esas posiciones, futbolistas que poseían
recursos defensivos para comportarse tanto de laterales como de
centrales.

En cuanto a sus funciones de ataque, ellos serán quienes amplían para


salir jugando desde atrás, realizan el saque de banda y se suman al
remate en táctica fija ofensiva, pues son excelentes rematadores y
anticipadores.

Defensa Central líbero


Es el zaguero que juega atrás del resto de los defensas (los demás
integrantes de la línea defensiva). Actúa resolviendo los desequilibrios
defensivos que se pudieran producir, ya que no tiene la
responsabilidad de marcar de manera continua a un rival. Está de
apoyo y es un especialista de las coberturas tanto al hombre como al
espacio; así sean por elevación o en pases a profundidad rasos.

La barredora (o líbero en italiano) es un tipo de defensa muy versátil


ya que, como su nombre indica, "barre" la pelota si el oponente se las
arregla para romper la línea defensiva. Su posición es elástica, pues se
coloca en función con los otros defensores que marcan sus oponentes
designados. La capacidad de la barredora para leer el juego es vital,
pues un par de segundos puede marcar la diferencia.
92

El catenaccio, sistema de juego que se utilizaba en el fútbol italiano


en la década de 1960, en particular empleaba un líbero defensivo. Con
el advenimiento de la moderna regla de fuera de juego llegó la
necesidad de tener más de una línea defensiva para coger jugadores en
fuera de juego. El uso de un papel barredora se hizo menos popular
como el último hombre puede desempeñar un oponente atacar en
juego, lo que podría en el caso de la barredora estar detrás de la
principal defensa.

El ex capitán alemán Franz Beckenbauer es visto comúnmente como


el inventor del líbero moderno y quizás el mejor jugador en esa
posición de todos los tiempos.

Es uno de los integrantes de la defensiva que por más tiempo y


facilidad tiene la posesión del balón y que con más posibilidades
cuenta para influir en su destino. Su función privilegia la ubicación de
la línea en relación a la distancia del balón, de los compañeros, del
rival y del arco propio.

Defensa Central Zonal


Cuando se juega con dos defensas centrales y dos laterales entonces
son comunes este tipo de jugadores con ambas características (marca
y sobra) que funcionan acertadamente contra equipos que atacan con
un centro delantero.

La defensa es zonal cuando sus integrantes se responsabilizan por


proteger una porción del terreno, marcando a los atacantes que ahí se
sitúen y no a un rival en particular en cualquier sector del campo. Es
lineal porque sus componentes se disponen a la misma altura. No hay
uno de ellos ubicado por detrás del resto que quede libre de marca
para servir de ayuda a quien lo necesite.

Dispone del balón en muchas ocasiones y cuenta con facilidades para


decidir su destino. Realiza variados movimientos de desmarcación,
93

generando espacios, equilibrio y apoyo entre la línea conforme a la


posesión del balón, los compañeros, el rival y el arco propio.

Defensa Central Marcador/Stopper


En las propuestas de juego de línea de cuatro este jugador se
acompaña junto con el líbero ocupándose de neutralizar al centro
atacante rival o a uno de ellos si fueran 2. Realiza funciones de
marcación de manera continua. Es un jugador de buen juego aéreo,
anticipación, inteligencia y estar concentrado, evitando las
distracciones que pretenden los atacantes adversarios.

Cuando dispone del balón cuenta con pocas facilidades para decidir su
destino. Realiza si acaso 1) despejes que pretenden saltar la línea, ya
sea para conectar con un volante o delantero que se bota y prolonga el
balón o 2) ganar la espalda de la línea de adversarios que se
mantengan adelantados. En caso de que su equipo salga jugando
desde el primer tercio, este futbolista hace amplitud por un costado
mientras su compañero lateral asciende hasta la media cancha para
despejar el radio de acción. Conforme la orientación de la jugada,
sirve de apoyo y vigila que no se cometan errores por no saber
triangular cuando se está progresando una jugada.

Su capacidad de anticipación viene acompañada de una extraordinaria


potencia en el salto. Los stoppers son indispensables con su juego
aéreo pues fuerzan a la media cancha cancha adversaria a intentar
atacar a ras de piso. Algunos entrenadores piden a este tipo de
corpulentos jugadores, que desarrollen la fuerza necesaria en los
miembros superiores para sacar ventaja en los saques de banda.
94

Central Contención
Asciende a la línea de volantes y busca neutralizar 1) a aquellos
jugadores que penetran del costado al centro o 2) al volante o media
punta que llega desde atrás por el pasillo interior.

Debe poseer los recursos ofensivos necesarios para comportarse como


un volante de contención pues es común que participe en la
organización del juego.

Habiendo sistemas con línea de cinco y un medio de contención, este


tipo de jugador colabora en el centro del campo haciendo la función
de recuperador o contención tapón cuando el cinco convencional se
encuentra orientado al balón en el tercio medio.

El central contención frente a situaciones de contra ataque o contra


golpe, se desprende de la línea defensiva y se aproxima al jugador que
lleva el balón controlado, con el propósito de apurar su entrega y en
espera de que la falle.

Si el equipo propio se encuentra en desventaja en el tanteador y juega


con una línea de cuatro, este jugador asciende al medio campo y
trabaja del mismo modo que se describió en el párrafo anterior.

Frente a una línea de tres, es muy difícil que se sume al segundo tercio
pues no hay líbero que quede como vigilante de la zona del centro. En
tales casos es preferible hacer que venga a trabajar la segunda
contención un carrilero.

Defensor de Medio Campo/Zaguero Medio


También conocidos como zagueros medios, pudiendo haber half
izquierdo y derecho o simplemente half back. Fue una posición
futbolística en desuso ahora, propia de la formación piramidal
invertida de los años 30, que posteriormente persistió en los rasgos
futbolísticos de los laterales volante de los años 70s.
95

Este jugador actuaba delante de los defensas centrales, prácticamente


en la zona del medio campo y su función principal consistía en cubrir
las subidas por las bandas, haciendo coberturas de zona desde el
centro de la cancha hacia el costado desguarnecido. A diferencia del
carrilero, éstos no realizaban penetraciones por las bandas en
dirección al ataque. Los sistemas de juego que los usaban eran el 2-3-
5.

Desde el defensa de medio campo al lateral volante existieron


proyecciones de juego, incluso que usaban los mismos números 6, 4 y
5. Por otro lado, los half back jugaban en la zona de contención en
una línea de tres a ambos costados del volante de contención y los
lateral volante jugaban en la línea de cuatro defensas, pero ambos
cubrían la misma zonas de juego. A diferencia del volante de
contención, el defensor de media cancha no era responsable de cortar
el juego en el centro de la cancha, sino que debía marcar la subida de
los aleros y punteros desde posiciones adelantadas, presionando la
salida y empujando hacia el ataque, como un lateral volante. Por
último hay que destacar que las cualidades del half back y el lateral
volante eran las mismas. Estos futbolistas tenían que ser fuertes en el
quite y la anticipación de la pelota, veloces para alcanzar a los
extremos y punteros, debía tener buen toque de balón para meterse
por el medio y repartir fútbol.

Volante de Contención Único


Recorre el ancho del campo, partiendo desde el centro sin contar a sus
costados y a su misma altura, con compañeros que le ayuden a
defender. Colabora con el sector defensivo ubicado a sus espaldas.

Actúa por delante de su línea defensiva participando en la


organización del ataque. Es útil que posea ciertas características que le
permitan al equipo 1) soltarse en ataque, 2) vigilar y atender en caso
de descuido, 3) actuar en trayectoria cuando hace coberturas a los
laterales, 4) servir de apoyo cuando se realiza la superioridad
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numérica, 5) saber qué hacer en caso de enfrentarse a dos o más


delanteros en un contra golpe, 6) ser confiable en el fildeo cuando sus
centrales suben a rematar en táctica fija y 7) saber qué hacer en caso
de tomar los rebotes cuando alguno de los dos equipos salta líneas.

Es el centrocampista que se encarga de realizar labores de contención,


de recuperación, de bloqueo, interrupción y anticipación de pases; y
de destrucción del juego ofensivo del rival. Las formaciones más
comunes en las que se utiliza esta demarcación son 4-2-3-1 (en este
caso haciendo de doble pivote con otro mediocampista defensivo), 4-
3-3 (en este caso el medio de contención estaría sólo por detrás de una
pareja de mediocampistas organizadores), 4-4-2 en rombo y 4-1-4-1
quedando también solo. Algunos medios de contención también
pueden ocupar el puesto de defensa central, debido a sus virtudes
aéreas en el juego defensivo, el mano a mano defensivo y su lectura
para la anticipación. Algunos ejemplos de mediocentros defensivos,
son Javier Mascherano (Barcelona) Carlos Muñoz (ex Tigres),
Fernando Redondo (ex Atlético de Madrid) Gary Medel (Inter de
Milán)

Volante de Contención con Descenso


Cuando nuestro equipo juega con dos medios de contención donde
uno de ellos tiene características defensivas de zaguero central y el
adversario ataca con uno o dos volantes enganche, está función se
hace muy importante. Este puesto es producto de la necesidad de
adaptar la constitución de la línea defensiva de dos centrales al hecho
de enfrentar una delantera formada por 2 atacantes, ubicados ambos
por el centro, siendo entonces necesario el descenso de un volante de
contención a participar junto con los centrales para neutralizado. Si
bien los ofensivos rivales comienzan su participación por el medio,
pueden ir a los laterales por lo que su función exige recursos para
admisibles tanto como defensa lateral que como central.
97

Debe poseer características para comportarse como un central de


marca y en otras como un medio de contención. Cabe mencionar que
si maneja ambos perfiles podrá actuar en cualquiera de las posiciones
de campo.

Volante de Contención Doble Fijo


Esta característica es más común de lo que aparenta entre equipos que
desean cerrar el medio campo en las inmediaciones del primer y
segundo tercio. Si el ancho del campo a la altura del sector medio, se
divide en cinco zonas, estos elementos se ubican en el sector central y
cubren este, el pasillo interior y el del lateral inmediato. Actúa en una
de las mitades longitudinales del campo. Se reparte el ancho del
campo (una mitad para cada uno) colaborando con el sector defensivo
y cumple funciones de recuperación por delante de su línea defensiva
en una de las mitades longitudinales, partiendo desde el sector central
de la misma, compartiendo la función con otro compañero que la
realiza en la mitad restante o contraria. Predomina la función
defensiva.

Volante de Contención Doble Mixto.


Es un tipo de función que combina varios conceptos tanto de ataque
como de defensa. Si el ancho del campo a la altura del sector medio se
divide en cinco zonas, se ubica en el centro y cubre este y el del
lateral contiguo. Posee muy buenas condiciones para la marca al
hombre y realiza desplazamientos tácticos cortos y rápidos que
neutralizan los ataques por el centro del adversario. No solo eso, pues
se debe dar tiempo también para hacer coberturas a los laterales y
centrales haciendo un trabajo táctico indispensable en las formaciones
que se basan en dos medios de contención.

Se reparte el ancho del campo con otro jugador. Cumple funciones de


recuperación por delante de la línea defensiva en una de las mitades
longitudinales partiendo desde el sector central de la misma,
compartiendo la función con otro en la mitad restante o contraria.
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Si el otro volante de contención también es mixto, cualquiera de los


dos puede avanzar en el campo asumiendo las funciones de un volante
intermedio o de ataque. En caso de que el compañero sea un medio de
contención fijo, solo avanza al campo contrario el mixto. Se parte de
varios fundamentos didácticos: “el que no sube cierra desde su mitad
hacia el centro y momentáneamente se convierte en único medio de
contención”.

Volante Intermedio / Volante Mixto


El llamado centrocampista de ida y vuelta. También llamado
mediocentro organizador o box-to-box midfielder en inglés. Se
emplean con frecuencia en los sistemas 1-4-3-3 y 4-3-2-1 ya que no
solo le permite a cualquiera de los tres tener llegada, sino también
hace necesario que se alternen en situaciones defensivas.
Ocasionalmente los vemos también en los sistemas 1-4-4-2 y 1-4-2-3-
1 con las mismas características de intercambio de funciones entre el
par de volantes.

El volante mixto debe ir y venir retrocediendo a recuperar posiciones


si su equipo pierde el balón en ataque y pisar el último tercio
siguiendo su pase. El volante mixto usado en sistemas de tres ayuda
bastante para nunca perder el equilibrio. Este tipo de futbolista debe
tener mucha dinámica y velocidad, porque con ello aporta fluidez en
la creación. Debe ser un jugador más completo que el medio de
contención fijo ya que de lo contrario no encajaría en una disposición
de ataque pues condicionaría al equipo jugando muy contenido y con
menos libertad. A su vez, también debe ser más completo que el
volante creativo, pues ha de aportar marca, choque, anticipación y
corte de pases entre líneas. Colabora tanto con los volantes de
contención en la organización del juego, como con los volantes
ofensivos en la elaboración del ataque. Sus movimientos de
desmarque pueden llevarlo a recorrer todo el ancho del campo, no
solo en las franjas longitudinales.
99

Redondeando podemos decir que el volante mixto es un futbolista de


buena técnica, no muy cerebral ni basa su fútbol en la claridad de
distribución, pero si es muy táctico y aporta gran fluidez a los
sistemas de juego. Como agregado a su juego sería ideal que un
jugador como este tenga buen remate de distancia e incluso llegue a
gol. Se dice que un gran volante mixto fue Johan Cruyff de quien se
puede decir que fue el mejor permutador de la historia, porque
recuperaba posiciones y además alteraba en el ataque. Hoy en día el
futbolista polifuncional, todocampista que tenga buen fuelle para el
ida y vuelta siempre será bienvenido en cualquier equipo (a menos
que corra mucho y no tenga buena lectura de juego). Durante los años
setentas y ochentas se jugaba con tres mediocampistas, lo que hizo
que casi todos los equipos tuvieran un extraordinario e incansable
jugador en ese puesto. Los equipos que usan volantes mixtos tienen
una gama bastante amplia de combinaciones: 1) dos mixtos sin
contención fijo, 2) dos mixtos y un contención fijo, 3) tres mixtos sin
contención fijo, etc.

Volante Lateral
No cualquier mediocampista puede desarrollar con atingencia este
tipo de función. Este tipo de jugador desciende a integrarse a la
defensiva sobre todo cuando su equipo utiliza línea de tres defensores
(ya que si fuera el caso de la línea de cinco no tendría caso mencionar
ni explicar este tipo de jugador puesto que ya está el carrilero para
tales efectos). El sector donde desarrolla su función es la zona media.
Actúa en una de las mitades longitudinales del campo. El ancho de la
cancha se divide en cuatro sectores y este jugador se sitúa en la unión
del espacio lateral y el central de la misma mitad longitudinal. Si
invade el centro se debe a la necesidad de orientarse al balón, pero su
función la desarrolla más por su lateral. Puede descender y husmear
por su costado a la altura de la línea defensiva, casi siempre sirviendo
de apoyo en la marca por el costado. Cuando defiende actúa como
volante mixto “de arribo y recobre” lo que lo hace parecer como un
vistoso defensa lateral adelantado. Si no defiende como mixto por su
100

costado, desciende a cubrir la punta o el costado de la línea defensa


situada atrás de él. Resguarda el ángulo de la cancha a la altura de la
línea defensiva. Su labor se basa mucho en la figura de la cobertura -
tanto al hombre como a la zona- pues baja si hay que marcar a alguien
o cubrir el lugar para evitar que profundicen por este sector.
Desciende si hay gente atrás. Comienza su participación a la altura de
la línea de volantes por la mitad longitudinal donde actúa.

Cuando desciende y se alinea con los defensas es el cuarto o quinto


defensa y cuando sube y cierra (dentro de la zona interior) llega a ser
el segundo o tercer contención. Desde ambas ubicaciones puede
desprenderse como un lateral de llegada y su función principal se
vincula con la organización en la posesión.

Volante Extremo
Ocupa posición en el tercio medio pero puede ascender por su costado
para agregarse a su ofensiva o delantera. Actúa en una de las mitades
longitudinales del campo. Invade el centro pero se mueve más por su
lateral. Si el ancho de la cancha se divide en 4 sectores, se ubica entre
el espacio interior y el central de una misma mitad longitudinal. Sube
y asciende atacando por su lateral. Desde la posición de volante,
profundiza y cubre los extremos en ataque cuando los puntas no los
ocupan. Se comporta como volante intermedio y como delantero
extremo. Elabora el ataque y participa en la finalización del mismo.
Suele ocupársele cuando nuestro equipo se encuentra en inferioridad
numérica y se hace necesario usar el llamado cuarto medio y segundo
atacante pasando de una formación con diez jugadores en defensa 1-4-
4-1 a ofensiva 1-4-3-2. Es el jugador que hace el equilibrio entre la
media cancha y la delantera cuando se trata de tener desgaste y
equiparar la inferioridad. Es decir, aparece como volante exterior en
ciertos momentos del juego y como extremo penetrante en otros. Se
ubica a los costados de los volantes defensivos por la franja lateral,
enfrentándose con los rivales que por ahí transiten, pertenecientes a la
línea defensiva o de volantes rivales.
101

Volante Ofensivo / Creativo


También llamado creador, su número tradicional es el 10 por tanto se
le conoce como el clásico 10. Aparece en los esquemas 4-4-2 con
rombo al medio o en el 4-3-3 por la zona ofensiva del medio campo.
El volante de creación es posiblemente la posición de juego más
paradigmática del fútbol sudamericano, porque privilegia la libertad
de juego, la improvisación, la individualidad y la autodeterminación
del futbolista por sobre la dirección del entrenador y sus tacticismos.
Antes se decía que un 10 clásico era como el director de una orquesta
dentro de la cancha.

El volante ofensivo es casi un delantero. Ataca por el centro o por el


costado en que está. Profundiza y puede descender a actuar como
mixto. Se agrega con frecuencia a la línea de delanteros. Elabora el
ataque y luego participa en la definición. Actúa enfrentándose a los
volantes defensivos rivales. Por el centro o por los costados y
complementando la tarea defensiva de los volantes mixtos.

El jugador que se le pide esta labor debe saber hacer al menos tres
tareas ofensivas: conducir con atingencia el balón, jugar con claridad
incisiva en el ataque y manejar el tempo del partido. Los volantes de
creación también son responsables de armar jugadas de ataque
creando situaciones de gol con pases algunas veces incisivos y
penetrantes, para que definan los delanteros y otras ocasiones
mesurados e inteligentes que le rompan el ritmo al rival. Debe
improvisar el fútbol, ingeniar y crear el juego a modo de director
técnico dentro de la cancha por eso en antaño se decía que él no tenía
la obligación de regresar a defender.

El 10 clásico no juega contenido ni responde a estilo de fútbol


disciplinado de Europa, razón por la cual se dice que por eso casi no
se usa en Europa. El sentido de tener al volante de creación como un
futbolista libre por el centro y con ritmo más bien pausado, se debe a
que es necesario mantener un jugador descansado y claro de mente
102

para que pueda decidir la mejor jugada, estar desmarcado y que sea
capaz de "girar" cuando recibe el balón en tres cuartos de cancha y
aproveche el cansancio físico y mental de los demás.

En si los volantes de creación son a quienes se les otorga la


responsabilidad mayor de manejar el juego de su equipo; de ellos
depende un estilo en el ataque con improvisación, triangulación y
sorpresa.

Para lograr que un volante de creación pueda responder a las


expectativas es necesario que ellos se puedan adueñar de la pelota
para quitar el medio campo al rival, por tanto deben contar con muy
buena técnica individual en los temas de conducción y regate para de
esta manera puedan sobrellevar las férreas marcaciones en su paso por
entre los defensas.

Lo más importante de todo es que el volante de creación debe tener


mucha inteligencia y visión, pues así podrá realizar buenas
habilitaciones al atacante o para manejar los tiempos de juego
eligiendo cuando dar pases y sorprender al rival o cuando no dar pase
y seguir tocando el balón con el medio campo. En fin debe poner todo
su talento y genialidad en generar espacios. El 10 clásico es un
futbolista eminentemente cerebral.

Volante de ataque central adelantado


Actúa en el límite entre la zona media y la ofensiva. Tiene más
tendencia de ascender que a descender. Si el ancho del campo se
divide en 4 sectores, actúa por los 2 centrales o interiores.

Defiende como delantero. No tiene compromisos defensivos (aunque


se le compare con un volante de ataque). Trabaja a la altura del sector
central de la defensiva rival, solo o acompañando a otros atacantes
centrales.
103

No tiene la obligación de profundidad de un atacante aunque es casi


un delantero. Tiene incidencia en la elaboración del ataque y en la
finalización del mismo. Se ubica atrás y cerca de los delanteros a los
que alimenta. Puede asimilarse por sus funciones en la recuperación a
un atacante central retrasado, más en las funciones durante la
posesión, marcando la diferencia.

Centro delantero fijo/Delantero Centro


Ariete/Punta neto
También se les denominan como delantero centro o ariete, delantero
neto en Sudamérica. Estos jugadores son usualmente los encargados
de anotar la mayoría de los goles de un equipo. Tanto los
centrocampistas como los extremos deben constantemente facilitarle
el balón. Es un auténtico rematador de primera intención. Algunos son
excelentes rematadores de cabeza y otros tienen un desborde frenético
que lo combinan con un potente disparo a gol.

El clásico ariete es aquel que juega en el área rival, creándose


espacios y esperando que sus compañeros le cedan la pelota para
poder anotar. Son jugadores con muy buena puntería, reflejos rápidos,
típicamente altos y fuertes y que se destacan por su potente remate o
su juego aéreo, siendo además capaces de capitalizar hasta la más
mínima oportunidad para marcar. Su función capital es simplemente
la de meter la pelota dentro de la portería.

A este tipo de delanteros les acomoda jugar cuando esperan pelotazos


o centros al área rival en una táctica de ataque por ocupación, por lo
que se les pide, dominio del tiempo y espacio para remates de cabeza
o de volea con ambas piernas, por tanto, ellos deben correr muy bien
la cancha para buscar un buen posicionamiento y recepción. En el
fútbol europeo los delanteros netos deben tener un fútbol de primera
para disparar al arco de manera que sorprendan a la defensa del
equipo rival y de esta forma se libren de la marcación, por eso
también se les pide que sean oportunistas cazadores furtivos, que
104

hostiguen y presionen a los defensas y tengan olfato de gol para meter


adentro todas las pelotas que den bote dentro del área.

Otra táctica que les acomoda es el contragolpe, donde necesitan


mostrar gran velocidad, fuerza y definición pues deben superar la
aceleración y la fuerza de los defensas para luego resolver
rápidamente el mano a mano contra el arquero rival.

A diferencia de un segundo delantero, los arietes suelen ser futbolistas


mucho más específicos, por tanto existen entrenadores que prescinden
de ellos para armar un esquema futbolístico. Esta forma de llegar al
arco prescindiendo del punta neto ha dado muy buenos resultados a
equipos como F.C. Barcelona.

En esta posición tan antigua como el deporte mismo, el primer gran


delantero centro fue el escocés John Campbell, quien jugó por el
Sunderland en la década de los años noventa del siglo XIX.

Si desciende lo hace para participar en la elaboración del ataque


mediante botamientos que jalan marcas. Actúa en el área en la
definición y puede enlazar en el ancho del área grande. Puede ir hacia
la unión con las laterales desde el centro jugando de poste en las
paredes y por los dos espacios centrales. Es el jugador más
adelantado por el centro y quien da profundidad al ataque por ese
sector. Puede actuar solo o con otros atacantes tanto escalonados por
el centro como por los costados.

Realiza su acción defensiva enfrentando a los componentes del centro


de la defensa rival. Es el primer oponente que enfrenta al equipo rival
por la zona interior.

Centro Delantero Punta con Movilidad


Este tipo de delantero tendrá que desenvolverse ya sea del centro a los
costados o viceversa. Se ubica en la zona de ataque y desde ahí realiza
movimientos diagonales con y sin balón. Habitualmente se orienta
105

más hacia el costado donde se siente más cómodo cuidando el balón


de espalda al marco, ganando la espalda a su marcador o recibiendo
fuera del centro para sacar a su marcador de zona. El buen desempeño
de este jugador estará determinado por su capacidad de realizar
desmarques de ruptura incluso muchas veces más, que su condición
de goleador.

Cuando su equipo no tiene el balón ha de desarrollar marcaciones de


diversos tipos: 1) si se necesita elevar la presión, será el primero o
segundo jugador en hostigar y provocar el error en los defensas
rivales. 2) Si su equipo opta por rebasar la línea del balón y replegar,
ha de trabajar con un marcaje pasivo que retarde el despliegue
adversario 3) en caso que la fase de defensa de su equipo lo tome
cercano a un costado, ha de cerrar ángulos de pase y defender como lo
hace un extremo abierto pero sin perseguir pasada la media cancha,
4) si su equipo repliega hasta las inmediaciones de la media cancha,
tendrá que jugar defensivamente al frente de los volantes, ocupándose
de la zona del centro e incomodando que se sumen tanto defensas
centrales como medios de contención del rival y 5) en caso de que el
pressing de su equipo se active en tres cuartos de cancha, oscilará
entre los defensas centrales y laterales rivales en donde se encuentre.

Como ha de ser necesario, su función principal en ataque será el


desmarque hacia los costados y participar en la resolución y
definición del ataque. Comienza por el centro y puede ampliar su
campo de acción hacia los laterales, desarrollando funciones ofensivas
en ese sector. Cuando su equipo está usando formaciones con volantes
exteriores o carrileros, este tipo de delantero podría “chocar” con ellos
al momento de ocupar los costados por lo que va a necesitar siempre
de espacios vacíos para poder ir hacia allá.

Algunos entrenadores prefieren que este delantero constantemente 1)


venga acompañado de otro con similares condiciones, otros optan por
2) la combinación ariete – punta con movilidad y unos más 3) eligen a
éste junto con un media punta. Lo que debería ser un hecho es que
106

actúe por momentos como ariete y en otros como extremo, según cual
sea el sector del campo en donde esté.

Cabe recordar que (a reserva de lo que disponga el planteamiento)


este jugador no debe descender a defender como si fuera volante –
extremo o falso extremo pues si lo hiciera el equipo propio tomaría un
dibujo en ataque y en defensa absolutamente distinto.

Segundo punta con movilidad: Punta Satélite


Este jugador se le conoce también como media punta que juega atrás
del centro delantero o delantero centro segundo atrasado. Cuando su
equipo emplea sistemas de ocupación, juega acompañado del ariete y
cuando se usan sistemas por incorporación juega como un “falso
nueve” pues al no haber referencia fija de ataque, él tendrá que llegar
de atrás o del costado hacia el centro para sorprender a los zagueros
centrales.

Se desmarca por el sector central inferior del ataque. Actúa


descendiendo hacia la parte inferior de la línea ofensiva cerca del
sector medio o del volante ofensivo. Puede eventualmente desplazarse
hacia ambos costados y ayuda a resolver el ataque viniendo de atrás y
a diferente altura con el otro atacante que es más profundo.

Cuando se cuenta con un jugador no muy corpulento pero


técnicamente sobresaliente es la posición idónea.

Hay que aclarar que no cumple funciones defensivas de volante. Más


bien trabaja por el centro y prácticamente nunca va a marcar hasta los
carriles. Actúa a la altura del sector central entre los mediocampistas y
los defensas. Mientras él marca al medio de contención, el otro
delantero ha de estar pendiente para actuar con los pases retrasados.

No es tan profundo como un centro atacante tradicional. Elabora y va


poco hacia los costados. Su función es similar a la de un volante de
107

ataque central adelantado pero está más comprometido que éste con la
definición del ataque.

Extremo abierto desbordante/Extremo Tradicional


Se mueve por el sector ofensivo. Siempre en amplitud; si acaso
desciende por su sector cuando su equipo juega con dos medios de
contención. Ocasionalmente cierra y remata a segundo poste. Su
función principal es desbordar al lateral del equipo rival ya sea
mediante superioridad numérica (paredes) o individualmente por
conducto de su rapidez en el desborde. Profundiza por su sector 1)
pidiendo que le envíen pases entre el lateral y el central, 2) a la
espalda de su marcador o 3) tomando el balón desde las
inmediaciones del tercer tercio y arrancar amagando por la línea hasta
mandar el pase al centro. Puede continuar en su intento por sorprender
hasta cambiar de extremo y seguir haciendo lo mismo pero ahora a
perfil cambiado.

En cuanto a sus funciones defensivas, 1) algunas veces desciende para


colaborar con las necesidades de su equipo a las distintas alturas por
costado, 2) otras veces a pesar de estar su equipo replegando (por
ejemplo en un saque de meta) él se mantiene profundo para fijar a su
lateral marcador, 3) realiza coberturas de línea a los compañeros
medio campistas que pasaron a zona de remate y 4) ocasionalmente
puede presionar sobre su costado al defensa central rival que se llegue
a abrir cuando el lateral arriba al ataque.

Volante Extremo/Falso extremo o extremo


mentiroso
Debido a que éste es un jugador que desciende a participar a la altura
de los volantes no se le podría considerar como extremo tradicional.
Actúa en el límite entre el segundo y tercer tercio siempre
incorporando y nunca ocupando. Profundiza por el costado y cuando
desciende puede invadir el sector central mediante desmarques de
108

ruptura. Desciende a comenzar su participación a la altura de los


volantes y colabora en el enlace, fabricación y definición en ataque.
Se comporta como extremo tradicional y como volante intermedio
por su costado. Ofrece presencia ofensiva por su lateral pero también
regresa a defender por su costado. Cómo nos damos cuenta, estamos
refiriéndonos a un jugador que hace una labor bastante específica en
situaciones de juego también específicas. Opera de cuarto medio
volante en defensa (pasando de una formación con once jugadores de
1-4-4-2 a una con diez en defensa 1-4-4-1) y segundo atacante en
ofensiva (1-4-3-2) en momentos que su equipo tenga un jugador
menos. Como defensor desciende desde su posición de extremo a
colaborar con los volantes que se encuentran más atrás, siempre por la
mitad longitudinal donde se encuentra.

Delantero Extremo Lateral


Si está en ofensiva, actúa como delantero extremo, si está en la zona
media como volante intermedio, y si se ubica en la línea defensiva, lo
hace como defensa lateral. Puede entonces cumplir funciones desde el
inicio de la jugada así como en la elaboración y definición del ataque.

Siempre se mueve por la franja lateral y marca al rival que se coloca


por ese sector. Si hay más de un adversario, marca al más adelantado
o al adversario que no sea vigilado por los compañeros
mediocampistas desde el centro hacia ese sector. Asume las
exigencias defensivas que se le planteen, volantea y desborda como
extremo tradicional eligiendo según la altura lateral más provechosa.
Podemos decir que es un jugador “todo terreno” que se ocupa de todo
lo que suceda por un costado. Es una función en la cancha poco
recurrente en sistemas que emplean otro tipo de jugadores por los
carriles ya que podrían estorbarse uno a otro. Si el entrenador tiene
proyectada una línea de cuatro poco le va a servir ocupar este tipo de
posición puesto que se estorba con el lateral, pero si se pretende jugar
con dos medios de contención y dos o tres volantes interiores,
109

entonces podría ser recomendable y factible. Otras formaciones que


pueden sacarle provecho serían 1-3-4-3, 1-4-3-1-2 o 1-4-2-3-1.

En ofensiva su labor varía en función a que altura desarrolle su


desempeño más estable. Debe recorrer toda la longitud de la franja
lateral, de un extremo al opuesto del campo.

Según la altura que se encuentre la línea que integre y el momento del


juego en el que se esté, asume su comportamiento durante la posesión.
Para la recuperación del balón lo asisten compañeros que a diferentes
alturas pueden desplazarse desde el centro hacia su costado.
Recordemos que el carril lateral del campo es ocupado solamente por
él. No hay atacantes, volantes ni defensas compañeros a lo largo de
ese sector.

Delantero Extremo ambos Costados


Actúa como extremo tradicional en el costado en que se encuentre.
Tiene perfil para actuar por ambos costados. Necesita las 2 bandas del
último tercio desocupadas para poder ir a ambas o realizar
intercambios con otro jugador de idénticas características. Puede
realizar diagonales hacia el sector interior. Tanto en continuación de
una pared como en forma de desplazamientos ganando la espalda del
rival y entrando desde el costado hacia el centro.

Está más comprometido en darle profundidad al ataque por los


costados que por elaborar o construir jugadas de ataque. Sus
incursiones por el centro no son muy frecuentes, pues las distancias de
relación entre su centro delantero y los medios ofensivos son más
apropiadas. Sus tres características principales son 1) penetración por
alguno de los costados 2) envío de pases para gol y 3) estarse
cambiando de lado para dificultar a ambos laterales.

Este tipo de jugador ha de funcionar bastante bien en situaciones


específicas. 1) Cuando nuestro equipo se enfrenta a un rival menos
competitivo pero nos quedamos tempranamente con un jugador
110

menos, 2) cuando carecemos de jugadores de media cancha de buena


recuperación y ubicación, entonces descendemos a un delantero y
pasamos de 1-4-3-3 a 1-4-4-2 o 3) cuando ambos laterales adversarios
pasan de medio campo, entonces es conveniente posicionar un
extremo de este tipo.

En situaciones sin posesión de balón, defiende como extremo por el


costado donde se encuentre. Tiene menos tendencia a descender por
su lateral para cumplir tareas defensivas porque su estrategia de juego
consiste en hacerse sentir por el costado.

Enganche en transiciones a doble enganche


Hay proyectos de juego que usan dos enganches en vez de uno;
digamos que se trata de jugadores interiores ofensivos adelantados
que figuran en formaciones 1-4-3-2-1, 3-4-2-1 y 1-5-2-2-1. Se usan
dos jugadores absolutamente libres en sus movimientos. Los primeros
diez minutos los vemos escalonados, luego paralelos, uno abierto y el
otro atrás del centro delantero, ambos jugando a pocos metros del
centro delantero, ambos descendiendo a volantear, etc.

Técnicamente son jugadores muy completos que desde niños se han


manejado libremente en la cancha. Son desequilibrantes y excelentes
definidores aunque con el paso de los años, se van haciendo más
asistentes.

Este tipo de jugador tiene una gama de recursos ofensivos muy


amplia. Posee la virtud de trabajar como centro delantero cuando éste
ha sido sustituido o de forma temporal. Sabe jugar como volante
ofensivo, puede servir de poste con los volantes, etc.

Su labor defensiva es casi nula a menos que su entrenador lo haga


descender y neutralizar el trabajo del medio de contención rival. Casi
siempre la consideran una estrategia por demás inaceptable.
111

Centro delantero Defensivo


Poco habitual si participamos en ligas cuyos equipos tienen un nivel
de desempeño similar. Pero cuando nuestro equipo es “invitado” a un
torneo o liga de alta competencia, estamos mandados a competir y no
desfallecer en el intento. Más que un jugador con sobradas
condiciones ofensivas, lo que se busca con este tipo de jugador es
bloquear y neutralizar el juego ofensivo del defensa central rival. Se
parte de la idea que este jugador se colocará con el líbero y estará
esperando el más mínimo error para canalizarlo ya sea para 1)
incomodar sus despejes, 2) evitar que salga jugando, 3) evitar que
conduzca con libertad y no atraiga mediocampistas de nuestro equipo
y 4) aprovechar una indecisión al salir a achicar con nuestra presencia.
112

Sexta parte

Análisis funcional en el campo de juego


Si recordamos las definiciones analizadas en la cuarta parte de este
libro, encontramos que el sistema de juego es simplemente un punto
de partida. Después, las circunstancias del partido irán variando las
posiciones iniciales hasta incluso llegar a borrarse cualquier dibujo
esperado. Las posibilidades de combinación de los sistemas de juego
y el análisis funcional en el campo de juego están determinadas por
diversos factores 1) la sectorización como forma de pensamiento
complejo que se impone históricamente a la idea de fraccionar la
cancha, 2) los recorridos que han de estar contextualizados y
estructurados en base a emparejamientos, combate y neutralización, 3)
la posición del balón por encima de la posesión, 4) el número de
defensas, medios y atacantes distribuidos en líneas y sub líneas de
acción, tres zonas (seguridad, construcción y finalización) y/o
mediante tres zonas de juego en el plano longitudinal (centro,
costados y carriles) y 5) la propiedad de plasticidad o flexibilidad que
el propio sistema tenga producto del talento, de las condiciones
individuales de los jugadores.

Los siguientes, son explicaciones generales del funcionamiento de


distintos sistemas que invitan al lector a que los combine y amplíe.
Los esquemas son meramente ilustrativos y no constituyen una
radiografía rígida de cada uno de ellos y para una mejor comprensión
los hemos explicado bajo el esquema de cuatro líneas más el portero.

Hemos decidido empezar haciendo algunas consideraciones generales


acerca del funcionamiento de los sistemas básicos eje de línea de
cuatro.

Los sistemas de cuatro defensas tienen múltiples combinaciones de


funcionamiento. Sabemos que hay diferentes formas de hacer cumplir
a una línea defensiva de cuatro, desde la posibilidad de tener un líbero
y stopper, hasta jugar con laterales de subida que llegan al tercio
113

medio o no. Pero la principal diferencia de estos sistemas radica en el


funcionamiento de la media cancha; las formas de organización que
perduraron por más tiempo han sido 1) el rombo y 2) el cuadrado.
Desde esas geometrizaciones se han venido dando infinidad de
maneras de concebir este mismo sistema de juego. En el primero, se
hablaba en los años ochenta y noventa de un medio de contención con
dos volantes y un enganche. En el segundo se hace referencia a dos
medios de contención y dos volantes ya sean abiertos o jugando por
los carriles interiores.

Sistemas de juego basados en tres defensas


1-3-3-3-1

Ha sido empleado por varios entrenadores ofensivos entre los que se


destacan Marcelo Bielsa. Se emplea una línea de tres defensas donde
prácticamente se juega sin líbero y con dos centrales laterales
marcadores. Es un sistema flexible pues cuando nuestro equipo se
enfrente a un rival que emplee dos puntas de ataque, éstos laterales
pueden convertirse en centrales de marca. El medio campo está
compuesto por tres volantes mixtos los cuales se sitúan desde el
centro hacia las bandas y nunca lo contrario, pues estarían provocando
un espacio demasiado extenso entre uno y otro medio centro y además
estarían jugando a pocos metros por adelante del central lateral
marcador. Lo interesante de este sistema de juego proviene de la
segunda sublínea del medio campo donde aparece un falso extremo
(empleados a veces en el sistema 1-4-2-3-1) por cada costado, lo cual
coincide tácticamente con la presencia del ariete. Este centro delantero
fijo tiene una función determinante pues no solo está para cumplir con
su aporte ofensivo (goles) sino también es él quien decide y dirige el
pressing alto en la cancha. Finalmente este sistema ocupa un enganche
que de acuerdo a sus características puede realizar mayoritariamente
funciones de segundo punta retrasado y/o asistente de gol. Tiene la
ventaja de ser un sistema que ubica de forma bastante proporcional a
sus jugadores y en caso de que al equipo le llegasen a expulsar a un
114

jugador, los demás integrantes están acostumbrados a cubrir amplias


parcelas del terreno y siguen combatiendo dando la apariencia de que
permanecen los once jugadores. Es de los sistemas donde más
rápidamente se adaptan a dicha inferioridad.

1-3-1-5-1

El Toluca multicampeón de Enrique Meza llegó a emplear este


sistema de juego. A diferencia del anterior, puede realizarse con un
stopper que sale de la línea de defensa y se convierte en medio de
contención tradicional. La zona de medio campo está densamente
poblada. Se usan dos volantes de contención adelante del stopper o
tres volantes mixtos (lo más recomendable) y delante de ellos dos
falsos extremos o “extremos mentirosos” y un centro delantero. Aquí
la segunda gran diferencia con respecto al sistema anterior: siendo un
sistema que ocupa muchos jugadores en el medio campo, este centro
delantero debe tener movilidad (mediante botamientos y marcando el
pase) en diagonal del centro hacia los costados y del centro hacia atrás
abandonando momentáneamente la zona pero que debe ser
aprovechada por los mediocampistas. Otro aspecto relevante de esta
propuesta de juego es la defensa mediante la posesión del balón.
115

Digamos que se defiende con balón. Así, se evitará saltar la línea de


medio campo, pues la fortaleza principal se encuentra en justamente
en “no prestarle el balón al rival”. Si como ya se mencionó, el centro
delantero no se botara o careciera de movilidad, se estaría
desaprovechando la enorme ventaja de este sistema: la incorporación
por ruptura de alguno o algunos de los seis volantes.
Si el equipo coloca a sus volantes exteriores bien abiertos está
provocando que el defensor haga una vigilancia por demás incómoda
pues por un lado tendrá que orientarse basculando, pero por otra no
puede descuidar al jugador que se encuentra ocupando el espacio de
intención.
Por otra parte, si los volantes interiores llegan por sorpresa y tiran de
media distancia tendrán la amplia posibilidad de que algún miembro
de su equipo recobre el balón, dada la mayoría numérica con la que
inician su ofensiva.
116

1-3-2-4-1

En este sistema se juega en línea y por zonas con un portero que actúa
como líbero, un defensa central y dos centrales laterales marcadores.
En la primera sub línea del medio campo van dos contenciones casi
siempre fijos y en la segunda sub línea dos volantes exteriores y dos
enganches que se coordinan para ocupar el espacio abandonado del
ariete que hace movimientos de atracción y generación de espacios
como en el sistema anterior. Con esta formación al igual que con las
demás de línea de tres, el pressing alto se debe realizar
constantemente. Sirve para cuando los equipos van perdiendo o tienen
urgencia para ganar y se están enfrentando a un equipo demasiado
peligroso en el contragolpe. Por eso lleva dos contenciones, para
evitar que algún adversario penetre por el centro.

1-3-4-2-1

Este sistema, en su línea defensiva tiene una distribución idéntica al


anterior. Sin embargo en la media cancha apuesta con una sublínea
que compone un rombo de ataque y en la segunda sublínea dos
medias puntas. El ataque lleva un centro delantero que requiere de
117

movilidad, pues éste sistema que ocupa el rombo, usa mediocampistas


cerrados y no exteriores que sirvan centros. Lo anterior no significa
que se tenga prohibido desbordar por los costados; más bien la
colocación de los jugadores contribuye para llegar mediante paredes.
Este sistema tiene la ventaja de poder convertirse en 1-5-4-1 sin
perder el dibujo táctico original, que lo caracteriza.

1-3-5-1-1

En el Mundial de 1986 se hizo conocido, sobre todo por el


seleccionado argentino de Carlos Bilardo, el sistema táctico 3-5-2.
Esta estructura tiene como objetivo principal ganar la zona media de
la cancha y tenía como característica la mutación a formaciones más o
menos ofensivas dependiendo del rival, las condiciones del partido, el
estado anímico etc.

Este sistema se compone en la primera línea de un defensa central y


dos centrales laterales de marca; la primera sublínea contiene tres
volantes mixtos que permutan las fases de ataque y defensa y la
segunda sublínea lleva dos volantes exteriores, que juegan como
extremos retrasados, que están muy cercanos a la línea longitudinal de
118

su lado y hacen funciones de carrileros si la situación de juego lo


amerita. En la última línea viene un media punta con libertad ofensiva
y un centro delantero. En el caso de este último se recomienda que se
tenga movilidad, pues nuestro centro campo está demasiado
condensado y va a requerir de enroques por distintos lados. Este
sistema de juego copa el medio campo, lo que favorece las posesiones
largas, además puede ser una muy buena opción frente a sistemas de
juego del equipo oponente que emplean únicamente un centro
delantero en el eje de ataque. Sirve también para el pressing alto y
medio, ya que cuenta con seis jugadores en la segunda zona que
pueden venir desde atrás a provocar el error en el adversario al
momento de que pretendan salir jugando.
Cuando el equipo requiere defender, se convierte en un impasable 1-
5-4-1, cuando se desea atacar más pasa a 1-3-4-3 constituyéndose en
uno de los parados internacionales más factibles para esos equipos
que no llegan tan embalados a un torneo corto.
119

1-3-2-3-2

A mediados de los años 50, los húngaros Márton Bukovi, Gusztáv


Sebes implantaron diversas innovaciones tácticas que revolucionaron
el mundo del fútbol y una de éstas fue la utilización de dos defensas
laterales y un central en la línea de atrás, dos mediocentros
defensivos, dos interiores y un centro delantero retrasado (dando
origen al falso nueve de ahora) y dos extremos.
Ahora bien, como muchas otras novedades, este sistema comenzó a
practicarse entre los equipos infantiles del holandés Ajax de
Amsterdam por allá de finales de los años noventa. Para los
entrenadores con tendencia por lo ofensivo se propone este sistema de
juego. Tiene varios ingredientes que lo hacen espectacular,
convincente y diferente. Lo han llegado a emplear Marcelo Bielsa,
Jorge Sampaoli, Jurgen Klopp con el Borussia o Alexander Zorniger
en VfB Stuttgart. Pero quien lo ha hecho más popular en los últimos
años han sido los entrenadores del Barcelona F.C., Luis Enrique y Pep
Guardiola en el Bayer Munich.
Consiste en utilizar en la primera línea tres defensas centrales que
juegan en zonas y desde la horizontal, haciendo labores de defensas
centrales – laterales uno por cada costado y uno más jugando muchas
veces uno vs uno.
La primera sub línea de medio campo se compone de dos medios de
contención, tácticamente muy importantes pues si el adversario llega a
superar a los primeros cinco de arriba, nuestro equipo podrá verse
diezmado por inferioridad numérica más que posicional.
La segunda sub línea de medio campo es igualmente importante ya
que deberán ser jugadores de muy buena ida y vuelta, acostumbrados
a tirar de media distancia, a efectuar pressing alto y a hacer posesiones
largas.
En la última línea se encuentran dos puntas de ataque con libertad
para moverse en el franco, aunque muchas veces deberán estar
conscientes que su labor será más de distracción para jalar marcas que
120

para finalizar las jugadas como sucedería en sistemas de cuatro


defensas.
Sin embargo éste sistema de juego, se presta bastante para convertirse
en 1-4-1-3-2, únicamente con posicionar a uno de los medios de
contención en la zona defensiva y dejando en funciones de laterales –
marcadores de punta a los defensas. Si los puntas de ataque son
verticales y veloces, entonces se puede también optar por un 1-4-3-3
con sólo colocar a un contención en zona de defensa central,
posicionar al medio central como centro delantero y abrir a los dos
puntas como extremos tradicionales. Por muy complicado que se lea,
en verdad, se trata de formas de organización “desorganizada” que se
deben emplear en todo sistema de juego que suponga de contar con
movilidad.

1-3-1-4-2

Este es un excelente sistema para realizar pressing alto y para obligar


a los adversarios a dividir el balón y saltar líneas ¿Por qué? Porque los
dos puntas de ataque en teoría impiden la salida desde atrás con balón
controlado y la sub línea de cuatro volantes presiona y provoca el
error de los defensas, sin embargo habría que reconocer también que
121

si esa forma rápida de intentar recuperar el balón en zonas muy


riesgosas para el otro equipo, también provocan que nuestro equipo
quede bastante desequilibrado en la zona del medio centro tan solo
con un medio de contención, lo cual hace casi imposible bloquear o
retener la transición ofensiva del rival.
Esta propuesta se compone de un portero con características de líbero
y tres defensas: un defensa líbero y dos centrales laterales. Además
cuenta con una variante muy interesante: el medio de contención
puede convertirse en stopper y pasar atrás como una línea de cuatro
tradicional o bien “empujar” a su equipo al ataque desde atrás hacia
adelante como si fuera un volante de llegada.
Hablando precisamente del medio de contención que compone la
primera sub línea de la media cancha, este ha de ser un clásico cinco
fijo, es decir, un mediocampista que evita las conducciones por el
centro, auxilia con coberturas de zona a los defensas centrales –
laterales y que juega una función muy importante como “toma
rebotes” pues recordemos que éste, es un sistema que sirve para
“asfixiar desde la salida al rival”
La segunda sub línea de medio campo está compuesta de cuatro
volantes que a juicio, características y modelo de juego del
entrenador, podrán ser dos bien abiertos haciendo labores de falsos
extremos o bien, jugando como “defensas laterales adelantados”. Por
otra parte, esta misma sub línea se integra también de un par de
enganches que cumplen claramente funciones de volantes ofensivos
con libertad en sus radios de acción.
Finalmente está la línea de ataque compuesta de dos puntas que
deberán trabajar como lo hacen los dos delanteros en las formaciones
más tradicionales (1-4-4-2) es decir intercambiando posiciones,
algunas veces paralelos y otras veces escalonados, botándose hacia el
emisor, haciendo paredes cortas por el centro, ganando espaldas, etc.
Cabe mencionar también que si nuestro equipo cuenta con volantes
desequilibrantes por los costados (en la segunda sub línea de media
cancha) se podrá emplear un rematar neto o incluso ambos,
sacrificando un poco movilidad por definición o presencia de área.
122

En esta propuesta se espera que el equipo rival se mantenga atrás de


medio campo ya que si se decide usar frente a un equipo superior al
nuestro o con jugadores más dotados, inevitablemente nuestro equipo
se partirá con cuatro jugadores en el primer tercio y seis jugadores en
el tercero y sin colaborar en labores de recuperación.

1-3-3-2-2

Este proyecto reviste particular importancia por su aparente intención


ofensiva aunque realmente se trata de un sistema muy bien
equilibrado. Digamos que ésta es la versión moderna de aquel Brasil
de principios de los años setenta que jugaba 1-4-2-4. Cuando el medio
de contención se retrasa y los volantes exteriores profundizan e
intentan ganar el último tercio, queda un parado perfectamente
equilibrado con cuatro jugadores en la retaguardia y cuatro en el eje
de ataque y dos volantes mixtos en el centro del campo. Si este
sistema se parte en dos una y otra vez, se habrá perdido la ventaja que
le ofrece diseñarse con cinco volantes.
Se juega con un arquero con buen trato de pelota, que sepa jugar de
líbero y esté acostumbrado a salir por pelotas aéreas ya que en este
123

caso, nuestro equipo está jugando si marcadores de punta y hay


muchas posibilidades de que seamos atacados mediante servicios por
los costados.
La línea defensiva se compone de dos defensas laterales – centrales
los cuales no trabajan como stoppers por el centro, sino que juegan
abiertos marcando por zonas y su complexión física suele ser la de un
defensa central tradicional. Con esto queremos puntualizar que los
laterales ligeros, penetrantes y dinámicos podrían ser empleados como
volantes exteriores más que en la línea de tres de este sistema.
El líbero completa esta primera línea trabajando la mayoría de las
veces uno contra uno, a menos que haga venir el medio de contención
para conformar una línea de cuatro.
La primera sub línea de medio campo está compuesta por un medio de
contención fijo que ocasionalmente se colocará como defensor central
stopper dependiendo si el adversario presenta o no un centro delantero
tipo ariete como eje de su ataque. También se compone de dos
volantes mixtos que en fase defensiva evitan que el adversario
construya su ataque por el centro y en fase de ataque, sus labores
principales serán; hacer paredes con los volantes exteriores, tirar de
media distancia y entrar de atrás cuando la marca a sus dos
compañeros ejes de ataque sea demasiado cerrada. La segunda sub
línea lleva un par de volantes exteriores que trabajan prácticamente
sin regresar al primer tercio -como lo suelen hacer los carrileros- ya
que si obligamos a éstos jugadores a bajar a defender el equipo estaría
posicionando por detrás de la línea del balón ocho jugadores y
únicamente dos en punta de ataque provocando que el adversario “se
suelte” y sume más unidades al frente.
En la última zona se encuentran dos puntas de ataque que jugarán a
criterio del entrenador (escalonado o paralelo) pero teniendo el
concepto de movilidad como su principal activo pues se estarán
posicionando frecuentemente seis jugadores (los volantes exteriores,
los volantes mixtos y los dos puntas de lanza)
124

El dibujo de este sistema pone en evidencia el riesgo táctico que


corre: quedar partidos en dos bloques si los jugadores no realizan
coordinadamente sus recorridos.

1-3-4-1-2

Este proyecto consiste en presentar un equipo que cuenta con


jugadores de extraordinario manejo de la pelota y que hacen sus
transiciones mediante posesiones largas de balón. Incluso este sistema
de juego defiende con la pelota pues desde su geometría (como se
notará) se realizan continuos y diversos polígonos que nos recuerdan
los entrenamientos en forma en espacios reducidos aludiendo al viejo
axioma “se juega como se entrena”
Funciona muy bien para neutralizar sistemas de incorporación (1-4-5-
1 o 1-4-2-3-1) ya que al no tener nuestro sistema carrileros, se
presupone que se ha estudiado al rival y no dimos cuenta que no
emplea extremos pegados a la raya como sucede con los sistemas de
ocupación (1-4-3-3 o 1-3-4-3)
Este plan de juego usa un portero que juegue muy bien con los pies ya
que se va a estar saliendo jugando desde atrás prácticamente todo el
125

tiempo. En cuanto a su somatotipo, el entrenador que tenga un portero


de baja estatura o de una salida aérea inconstante, puede probarlo sin
problema pues se parte de la idea de que será poco exigido mediante
centros por elevación y sin embargo su picardía para pasar en corto y
servir de apoyo será indispensable para desgastar al rival.
La línea defensiva está compuesta por tres defensas. Un líbero y dos
centrales – laterales (que no van a ser lo mismo que los stoppers
usados en las líneas de cinco cuyos recorridos se dan del centro hacia
las bandas y dependen de los movimientos del delantero que les toque
vigilar) Estos tres jugadores deben poseer muy buena técnica y estar
acostumbrados a la salida con balón controlado desde atrás.
El medio campo lo compone un polígono de cuatro elementos. Casi
siempre será un cuadrado, aunque cuando se deba ampliar para
aprovechar los costados, se colocarán a los volantes exteriores bien
abiertos, formando un rombo y en otras ocasiones cuando se necesiten
llegar desde atrás o incluso meterse a la zona para ser marcados con el
propósito de bloquear la marca y dejar libres a los delanteros, se verán
desde arriba figuras geométricas en forma de deltoides cóncavos o
convexos.
Este medio campo lo vamos a armar con dos volantes de contención
que equilibran la falta de carrileros o de laterales marcadores de
punta. Ambos evitan penetraciones por el centro y en caso que algún
central salga hacia un costado, alguno de éstos deberá realizarle
cobertura de zona por ese costado. En caso de que el equipo se
encuentre orientado hacia un costado, el medio de contención del lado
opuesto recorrerá para hacerle la cobertura al central – lateral. En
cuanto a sus funciones ofensivas; estos contenciones deberán
mantener las posesiones largas mediante movilidad y desmarque de
apoyo y cuando los centrales estén saliendo jugando servirán de poste
para ejecutar todo tipo de paredes.
La segunda sub línea de medio campo la componen dos volantes
exteriores que trabajan del centro hacia los costados aunque realmente
quienes deberán ocupar las esquinas y darle profundidad al equipo
serán los dos delanteros.
126

Entre el medio campo y el ataque se encuentra un jugador realizando


funciones de enganche, volante ofensivo que deberá aprovechar las
zonas desocupadas producidas por el trabajo de movilidad de los
delanteros. Este jugador debe tener buena pegada de media distancia,
buen desborde y sobre todo, muy buenas condiciones para hacer
paredes en espacios cortos. Este enganche debe poseer muy buen
fondo físico pues se les estará pidiendo constantemente que venga a la
zona del segundo tercio a tomar balones y fabricar el ataque.
Finalmente este sistema lleva en la punta del ataque un par de
delanteros con características similares. No tanto deberán ser
inmóviles arietes que están de caza – goles, sino más bien, futbolistas
ligeros, de buena técnica, capaces de salir de su zona y venir a medio
campo a formar opciones de ataque, en resumen, un par de futbolistas
rápidos, inteligentes y de fácil definición.

1-3-2-2-3

Es uno de los sistemas más antiguos del fútbol asociación. Tomó el


nombre de WM creado por Hebert Chapman, entrenador del equipo
127

inglés, Arsenal, quien en ocho años ganó 5 Ligas y 2 Copas en


Inglaterra. En este parado destaca el llamado “cuadrado mágico”
conformado por una sub línea de media cancha de dos volantes
conocidos como el “doble centrofoward” y enseguida en la otra sub
línea otro “doble centroforward” teniendo muy buen equilibrio tanto a
lo largo como a lo ancho, pues todos los sistemas empleados previos a
éste, se ocupaban tanto de la defensa como del ataque de forma
longitudinal, pero muy poco de las posibilidades que les daba el
terreno de juego en amplitud y por los costados. Se consideraba que
quien ganara el medio campo tendría mucha mayor posibilidad de
conseguir el triunfo pues los jugadores, estarían mejor distribuidos y
se evitaba con ello, un desgaste innecesario.
Aunque parezca poco creíble, actualmente hay equipos que usan este
sistema de juego de base, pues en términos de hoy, se compone de una
línea de tres defensas centrales, dos medios de contención, dos
laterales – volantes, un centro delantero y dos extremos tradicionales.
Si la línea de defensas juega demasiado abierta como en antaño, se
corre un riesgo muy alto, pues cualquier equipo con cuatro o más
mediocampistas podría penetrar por el centro prácticamente sin
oposición. Ahora bien, aquello del “cuadrado mágico” en el fútbol de
ahora sería muy poco probable que se dibujara tan marcadamente,
pues tanto los medios de contención del primer doble, como los
volantes ofensivos del segundo, estarían formando algunas veces
rombos y otras cualquier otra forma de polígonos.
128

fuente: imagui.com
Por otra parte, la labor del doble volante ofensivo ha de consistir en
generar opciones, pero sobre todo penetrar a las defensas ya cansadas
por el ajetreo al que han sido sometidos por parte de los delanteros,
por eso se les conocían a estos dos jugadores como “taladradores” de
defensas.
Respecto a la última línea, se debe destacar que la principal función
de los extremos va a consistir en servir centros buscando al rematador
y pocos veces tendría que venir hasta el primer tercio de su equipo a
realizar funciones de apoyo defensivo, pues tan solo con que los
medios de contención se “metan” entre la línea de tres defensas
centrales y los volantes ofensivos regresen a ocupar el espacio de los
contenciones, el equipo de inmediato poseía una retaguardia
compuesta de siete elementos.
En realidad es un sistema que funcionaría bien en competencias donde
nuestro equipo sea muy superior a sus adversarios, pues cuando las
fuerzas están equilibradas, con un sistema 1-4-4-2 ponen en graves
contingencias al equipo que use la WM.
En los últimos años, este sistema 1-3-2-2-3 ha estado resurgiendo
sobre todo en países como Suiza, Austria, Holanda y Bélgica, ya que
el primer bloque defensivo compuesto únicamente de tres zagueros,
129

les da un ingrediente de espectacularidad adicional (aunque debemos


reconocer que en muchos casos se convierte en fase defensiva en
sistema de cinco defensas) y por otra parte, atacar con tres delanteros
donde dos de ellos actúan “pegados” a las bandas y suministran de
servicios al centro delantero los hace ver como equipos que proponen
un sistema de juego ofensivo y vertical.

1-3-1-3-3

Este sistema es la versión ofensiva del 1-4-3-3 y del 3-4-3. Pretende


ocupar el mayor espacio de juego distribuyendo a todos sus
integrantes de manera uniforme dando la apariencia de que el esfuerzo
físico y la responsabilidad defensiva están equilibradas de manera
equitativa lo que provoca otra situación: el entrenador que apuesta por
este proyecto de juego le está dando la misma importancia a todos los
sectores, lo cual cuando vemos los mapas de calor nos damos cuenta
que todos los equipos tienen tendencias preferenciales de ataque y de
ocupación.
Está compuesto por un portero líbero y tres defensas centrales
distribuidos de manera horizontal y jugando en zona. En la primera
130

sub línea de media cancha se encuentra un medio de contención que


rara vez tendrá llegada, pues su principal labor consistirá en cuidar la
retaguardia por el centro de la cancha y hacer coberturas de zona a los
integrantes de la primera línea.
Algo característico y muy importante en este sistema de juego, es
contar en la segunda sub línea de media cancha, con tres volantes
mixtos que en ofensiva deberán tener toda la libertad tanto para
moverse como para distribuir pero que en fase defensiva colaboren en
la recuperación inmediata del balón por estar frecuentemente
adelantados. En esta propuesta de juego poco sirve tácticamente
hablando, que los volantes mixtos replieguen y superen la línea del
balón ya que ese desgaste físico mejor se puede invertir en la
recuperación inmediata del balón en la primera zona del equipo rival.
No obstante a contar con una segunda sub línea tan ofensiva en media
cancha, este sistema propone la colocación de dos extremos abiertos y
un centro delantero que vienen a redondear el estilo vertical y
ofensivo deseado.
Tanto extremos como volantes mixtos han de ganar los costados
mediante el dos a uno “casi natural” que viene consigo en este sistema
de juego.
Quizás el problema táctico más notable se tenga en su fase defensiva
cuando el pressing alto no esté funcionando ya que nuestro equipo
deberá estar muy atento en tirar la línea y en reconocer que
frecuentemente quedarán uno vs uno.
131

1-3-3-1-3

Es un proyecto de juego con equilibrio, profundidad, amplitud,


velocidad y con una dosis importante de equilibrio entre líneas. Parte
de la conformación de un portero con buenas hechuras en el manejo
del balón, ya que será contantemente la situación de salir y jugar
como líbero. La línea defensiva estará compuesta de un líbero y dos
laterales – centrales que trabajan en funciones defensivas de marca y
en ataque sirven de apoyo. En realidad estos tres defensas necesitan
tener poca llegada, pues en este sistema el equipo está arrojado hacia
el frente con seis y siete jugadores.
Las variantes principales de este proyecto de juego se encuentran en el
medio campo donde el equipo puede usar 1) un medio de contención
y dos volantes mixtos, 2) tres volantes mixtos, 3) un medio de
contención fijo y dos laterales volantes que realizan funciones de
volantes cuando el equipo repliega o incluso 4) tres volantes de
contención con claras características defensivas.
Existe una segunda sub línea en la zona de medio campo que se
compone únicamente de un futbolista: el enganche o media punta,
dependiendo eso de las características de los jugadores de la plantilla.
132

Es un jugador que en defensa tiene la función de neutralizar al


distribuidor del adversario, hacer marcajes de presencia o en el caso
que el entrenador así lo decida, presionar de inmediato a cualquier
jugador de la primera línea del rival en coordinación con el centro
delantero.
En ataque, este jugador podrá servir de poste en las paredes con los
extremos, finalizar de media distancia, encontrar el recoveco para
penetrar y sobre todo, servir a la espalda del defensa, ya que por
delante de él hay tres valiosos atacantes que necesitan abastecimiento.
Este sistema de juego adquiere espectacularidad cuando usamos dos
extremos bien abiertos que pueden llegar a trabajar también como
volantes exteriores haciendo un medio campo de cinco o seis
jugadores. Son futbolistas determinantes en este proyecto pues ellos
se encargarán de darle profundidad al equipo, hacer paredes para
superar al lateral del equipo adversario y servir centros para el centro
delantero fijo. Difícilmente veremos al volante – extremo trabajar
hasta la primera zona, pues el desgaste en acciones defensivas lo
mermaría para ocuparse de sus principales funciones que son de
ataque.
En la última zona también encontramos al centro delantero tipo ariete.
Caza goles que espera pacientemente el momento de actuar; trabaja
como poste cuando hace falta que entre el enganche de atrás, se bota
cuando el pase va en busca de alguno de los extremos para que en
instantes, vuelva a entrar a primer poste.
133

Sistemas de Juego basados en cuatro defensas


Existen nueve sistemas de juego que tienen en la primera línea cuatro
defensores. Las formas de organización de estos jugadores de defensa
tienen múltiples combinaciones que veremos en este capítulo. Hay
desde el uso tradicional de un líbero, dos laterales y un stopper, hasta
inclusive, dos líberos y tres marcadores.

1-4-2-3-1

Es uno de los sistemas de juego mayormente empleados en el fútbol


europeo. Permite apretar desde la salida al adversario y es la respuesta
de neutralización de otro sistemas bastante populares: el 1532 y el
1442 teniendo como ventaja con respecto a éstos la población y en
consecuencia, dominio del medio terreno. Se emplean un par de
defensas centrales jugando en zona y en marcación combinada, un par
de laterales de marca que ocasionalmente tendrán llegada alternando
con los volantes exteriores, dos medios de contención, que pueden
efectuar las mismas funciones pero que se irán alternando en el arribo
134

y el repliegue así como en la presión y la distribución. Cuenta también


como se acaba de mencionar con dos volantes exteriores que sirven
las veces de volantes extremos y tienen posibilidades de rematar por
incorporación a segundo poste. En este sistema de juego es de vital
importancia la función ofensiva del medio punta, siempre jugando por
detrás del centro delantero fijo, el cual le da referencia de ataque al
equipo, ayuda a alargar el campo y entretiene a los defensas del
equipo rival dando con eso la posibilidad de llegar de atrás o de tirar
de media distancia al medio punta y a los demás volantes.

1-4-3-2-1

Es un sistema fuertemente utilizado en Europa. Se diseña en base a


una primera línea de cuatro tradicional con un líbero, un defensa
central stopper, un defensa lateral de marca derecho y un defensa
lateral de marca izquierdo. Lo interesante de este sistema de juego es
la primera sub línea de media cancha donde se colocan tres volantes
mixtos cuyas características han de ser muy similares, llegada y
regreso para defender; volantes de ida y vuelta que como pueden
hacer una pared por el centro entre ellos, pueden tirar de media
distancia o incluso desbordar por los costados. La segunda sub línea
135

está compuesta por otro detalle interesante: el uso de un doble


enganche que les permite una amplia gama de movimientos ofensivos
que salen desde el centro hacia los cuatro puntos cardinales.
Es uno de los sistemas de cinco mediocampistas que mejor
incomodan a los rivales al momento de probar un contra ataque. Se
presta para realizar diferentes tipos de repliegues y si este sistema se
emplea desde nuestra media cancha hacia atrás, funciona muy bien el
contra golpe a favor por tres razones: 1) prácticamente todos los
jugadores rebasan la línea del balón, 2) el centro delantero cumple con
funciones defensiva al venir a estorbar e incomodar al medio de
contención del otro equipo y 3) los enganches pueden arrancar desde
su primer tercio prácticamente sin marca y llegar a terminar la jugada
incorporando.
El eje de ataque deberá tener movimientos específicos puesto tendrá
que competir siempre contra dos y tres defensas rivales; si hace
movimientos en diagonal tanto hacia afuera como para adentro, estará
dejando en una posición inmejorable a los enganches además que los
volantes mixtos podrán venir e incorporar con total libertad.
136

1-4-1-4-1

Este sistema en los últimos años ha venido resurgiendo por razones


muy parecidas al parado anterior. La colocación de los jugadores es
ideal para el contra ataque, puedes atacar con cierta “naturalidad” por
los costados (eso debido al doble bloque de jugadores exteriores) y
además en este proyecto táctico el centro delantero no es un jugador
que se quede en la punta del ataque como un espectador más, sino que
puede salir a volantear por medio de botadas largas, marcar
diagonales para ocupar los costados o jalar la marca para que
cualquiera de los dos jugadores que tiene atrás, incorporen.
Siendo una línea de cuatro aparentemente tradicional se esperaría que
sus laterales tuvieran escasa llegada o que los centrales solamente se
dedicaran a marcar y sobrar pero eso va a depender de la elección del
cuerpo técnico. Por ejemplo, este sistema puede tener un lateral con
subida y uno de marca, como recién lo estamos notando en el
funcionamiento de Rayados con Mohamed, quien ocupa a Castillo y a
Osorio, respectivamente en esos trabajos. Otra variante dentro de esta
línea de cuatro puede ocurrir con uno de los defensas centrales,
cuando por extraño que se lea, llegue por los costados incluso
sirviendo centros o tirando de media distancia.
En cuanto al trabajo en media cancha podemos encontrar equipos que
usan esta formación e insisten (lo cual no está nada mal) en llegar al
último tercio por los costados, acción táctica que se logra, debido a las
triangulaciones que pueden darse entre los enganches y los volantes
exteriores y los laterales que suben.
Esta propuesta la compone una línea de cuatro con dos laterales que
pueden realizar infinidad de combinaciones en cuanto a sus
características (dos marcadores de punta, dos laterales con subida, uno
con subida y el otro de marca, una vigilando la subida del stopper y el
otro vigilando la del líbero, etc.) En cuanto al trabajo de los centrales,
éstos pueden ir escalonados cuando se usa un contención fijo (que
pocas veces rebasa la línea del balón y se especializa en marcar en
137

ataque) o en zona cuando se cuenta con la colaboración de los


laterales.
Respecto a la media cancha, ésta se encuentra ocupada por un medio
de contención fijo y una segunda sub línea dispuesta de cuatro
mediocampistas con funciones muy variadas también: 1) dos media
puntas y dos volantes exteriores, 2) dos enganches y dos falsos
extremos, 3) dos volantes exteriores, un media punta y una enganche,
etc.
En ataque se juega con un centro delantero, aunque para muchos
entrenadores esto ha de ser solamente un engaño al rival, pues
apuestan más por el “falso nueve”. Para mí, este sistema debe tener
referencia de ataque para que los mediocampistas puedan incorporar,
sino la marca sería predecible.

1-4-4-1-1

Este sistema de juego posee múltiples combinaciones en su


implementación. Puede interpretarse de varias formas y los jugadores
que conforman la plantilla han de encontrar con relativa facilidad de
adaptación cabida para competir. Es un proyecto de juego que
138

alcanzará llevarse a cabo con 1) laterales de llegada o marcadores de


punta, 2) centrales adelantados y atrasados o escalonados, 3) dos
medios de contención paralelos o uno adelante del otro, 4) dos
volantes exteriores o dos volantes libres y 5) un media punta atrás del
ariete o un enganche con funciones de distribución.
El portero podrá ser un jugador con buena técnica o tradicional,
dependiendo el enfoque que se le dé al sistema o si se va a emplear
como segunda opción en el modelo de juego de base.
La línea defensiva está compuesta por un par de defensas centrales y
otro de laterales. Se recomienda emplearla de manera conservadora
cuando nuestro equipo apenas se está conjuntando o bien, cuando el
plantel no cuenta con jugadores de ataque contundentes y que marcan
la diferencia. Si el entrenador lo prefiere, podrá combinar las
funciones de sus jugadores en la medida que se trabaje en los
recorridos y el entendimiento, usando un lateral de llegada y un
marcador de punta o un stopper de subida para apoyar a los medios de
contención.
En el medio campo encontramos un par de medios de contención
jugando a criterio del cuerpo técnico, ya sean paralelos o escalonados,
de distribución y marca o de vigilancia y apoyo, eso dependerá como
siempre de la visión analítica del cuerpo técnico y desde luego de las
cualidades y particularidades del jugador.
La tercera línea la compone un delantero retrasado que realiza labores
de enganche, pero más aún de apoyo para las paredes realizadas con
los volantes exteriores. Es un jugador desequilibrante, vertical y con
estupendo remate pues el equipo varias veces dará la impresión de
estar “negándose a atacar” por la falta de delanteros nominales, sin
embargo ha de ser un sistema de incorporación.
La cuarta línea la ocupa un centro delantero ariete. Debe ser un
excelente rematador. Queda a consideración del cuerpo técnico si
dentro de sus funciones se encuentra marcar diagonales y salir de la
zona del centro o jugar a ganar la espalda de su marcador y no llevar
defensas a los costados al momento de ir por un pase en diagonal.
139

Es importante que todos los sistemas de juego que tienen tantas


variantes en sus formas de funcionar, que el cuerpo técnico como el
equipo haga una labor pedagógica importante que aclare las dudas de
sus jugadores y se cumpla con las directrices del modelo de juego
elegido.

1-4-2-2-2

Se le conoce como sistema de cuadro aunque realmente no sea ésta la


única figura geométrica que se distinga, sino más bien toda clase de
polígonos de cuatro lados. Es uno de los sistemas más fáciles de
explicar a los jugadores y de llevar a la práctica, incluso son muchos
los entrenadores que cuando llegan a un nuevo equipo comienzan a
jugar con esta formación y a medida que pasan las jornadas
comienzan a ajustar.
Esta propuesta está muy bien equilibrada y además todos los
jugadores tienen un “cómplice” o acompañante cercano tanto en fase
de defensa como de ataque. Por ejemplo, el lateral derecho ha de
contar con el apoyo del volante exterior derecho y a su vez, recibir
140

coberturas tanto del central por derecha como del medio de


contención de ese mismo lado. También los dos delanteros se
encuentran acompañados uno de otro al igual que los medios de
contención.
Considerando la ubicación proporcional en el espacio, tanto a lo largo
como a lo ancho de los mediocampistas y delanteros, los defensas
centrales deberán jugar escalonados, uno de defensa central líbero y el
otro de defensa stopper para con eso anticiparse o cortar los pases por
elevación que pudieran ganar la espalda de los defensas laterales. En
caso de que la segunda línea se modifique a un medio de contención
fijo y tres volantes ofensivos, entonces los defensas centrales si
podrán jugar por zonas, dividiéndose las coberturas hacia los defensas
laterales.
El sistema está compuesto por un portero de buen juego aéreo pues
frecuentemente el equipo estará defendiendo por zonas y será
necesario que corte centros. La línea de defensa tiene dos laterales
marcadores de punta cuya característica a destacar será la de realizar
casi a la perfección los recorridos defensivos, jugando escalonados y
articulados a profundidad. Estos dos laterales también deberán estar
muy bien coordinados en cuanto haga falta hacer recorridos ofensivos,
cuando uno de ellos llegue al segundo o tercer tercio del rival, pues
mientras eso sucede, el otro lateral deberá recorrerse y jugar orientado
al centro. Incluso si se diera el caso que uno o los dos centrales se
sumaran al ataque, éstos deberán estar atentos y olvidarse
momentáneamente de su sector y realizar acciones de vigilancia o de
marca desde el centro hacia las bandas y ya no a la inversa como
cuando los centrales no suben al ataque.
Respecto al trabajo de los medios de contención éste podrá realizarse
de múltiples formas, siempre y cuando se hayan puesto de acuerdo
previamente, por ejemplo: 1) ambos contenciones jugando como fijos
y dividiéndose las coberturas (la forma más común y con la que los
jugadores están más familiarizados) 2) uno fijo y el otro realizando
funciones de marcación personal al volante ofensivo del adversario, lo
141

cual exige mucha coordinación y 3) que ambos tengan llegada pero de


manera alternada.
Respecto al trabajo de los volantes exteriores, éstos deberán darle
profundidad a nuestro equipo mediante desbordes por los costados,
llegando a línea de fondo y abasteciendo de servicios a los delanteros.
(Ocasionalmente los entrenadores llegan a colocar a sus volantes
exteriores cambiados de perfil para ganar en penetración diagonal al
centro aunque esta idea de juego, funciona mejor en sistemas 1-4-3-3)
Con respecto a la última zona, estará compuesta de dos delanteros con
movilidad a los costados, “botamientos” por el centro y otros recursos
que le permitan a los volantes cerrar a segundo poste.
En resumen, este es un sistema de juego bastante equilibrado ya que
en fase de ataque, se posiciona hasta con siete jugadores y en defensa
se forman dos bloques de cuatro que deberán recorrerse y recuperar
para el pronto contra ataque.

1-4-3-1-2

Este es un proyecto de juego para algunos entrenadores 1) basado en


lo que hoy en día le denominan como trivote. Usar tres medios con
142

características similares en ataque y defensa y para otros en el rombo


empleando volantes interiores complementando con un nueve y
medio. En ambas formaciones se ataca con dos ejes de ataque.
El portero cuya característica principal ha de ser el juego aéreo puesto
que al ocupar nuestro equipo tres medio centros, el rival
constantemente tendrá que elegir entre un intento fallido de
penetración (dada la densidad ocupacional y el nulo espacio intra
líneas) por el centro o constantes desbordes por los costados
acompañados de centros por a media altura o por elevación.
La línea defensiva estará compuesta por un líbero, un stopper y dos
laterales con llegada para aprovechar los encares de la zona interior
hacia los carriles con alguno de los volantes mixtos.
En el medio campo existen como ya se mencionó dos (incluso más)
variantes: 1) jugando con tres volantes mixtos implicará
aprovechamiento del arribo de los laterales al segundo y tercer tercio
para asistencias de gol y usar también un volante de enganche para la
progresión del ataque y penetración ocupando el sitio de los
delanteros con movilidad y 2) jugando con un medio de contención y
dos volantes mixtos implicará poca necesidad de llegada de los
laterales pero desborde continuo por medio de los volantes interiores
haciendo movimientos en diagonal y en amplitud complementándose
con el nueve y medio de la tercera zona.
El funcionamiento ofensivo tendrá características peculiares ya que
cuando se juega con el volante enganche y la llegada de los laterales,
se espera que hayan numerosos centros al área haciéndose
indispensable la presencia de un ariete y un punta con movilidad. En
cambio cuando se juega con el medio punta, se espera que ambos
delanteros tengan suficiente movilidad para aparecer en las esquinas
del último tercio jalando la marca y generar el hueco esperado por el
jugador nueve y medio para penetrar.
Es un sistema de juego vistoso que requiere de un importante desgaste
físico por lo menos de seis de los diez jugadores, lo cual nos lleva a
una de sus principales desventajas: para la recta final de los partidos,
el equipo que ha desarrollado en ofensiva este tipo de sistema, tendrá
143

más de tres jugadores fundidos, límite hasta ahora permitido por el


reglamento para efectuar cambios de jugadores.

1-4-1-3-2

Esta es una versión muy similar al anterior. En este caso únicamente


las sub líneas de medio campo están invertidas creándose la
característica del medio de contención fijo por delante de la línea de
cuatro de los defensas. En caso de que el adversario emplee dos
puntas netos, nuestro equipo puede neutralizar mediante el uso de un
medio de contención con descenso (es decir aquellos que se incrustan
en la línea de cuatro cuando se está defendiendo y se incorpora al
medio campo cuando se está desplegando). Si el rival juega con un
ariete bastará con el medio de contención fijo.
En la zona de defensa se puede jugar con dos marcadores de punta o
bien con laterales tradicionales con subida siempre y cuando se tengan
relativamente bien entrenados los recorridos defensivos. En caso que
se utilicen laterales con llegada habrá que estar muy al pendiente de
que sus recorridos no sean hasta el fondo (tercer tercio) ya que esta
formación tiene demasiados jugadores de cara al arco rival y se estaría
144

desproporcionado la ocupación del espacio derivado de las líneas de


referencia.
La primera sub línea del medio campo estará ocupada ya sea por un
contención fijo o por uno con descenso, dependiendo del rival en
turno. La segunda sub línea tendrá dos posibilidades que resultan de
las características de nuestros delanteros: 1) en caso de contar con dos
puntas ataque con movilidad, lo mejor será que nuestros jugadores de
media cancha sean volantes intermedios pues no será tan necesario el
desborde por parte de ellos. 2) si colocamos un ariete fijo junto con
un medio punta satélite, entonces si habrán de ser necesarios los
desbordes y las situaciones dos contra uno por conducto de dos centro
campistas interiores que desborden del centro hacia las bandas con
perfil natural y de un volante de ataque central adelantado.

La delantera está compuesta por dos jugadores que si parten del centro
hacia los costados, estarán obligando a los zagueros centrales a jugar
mano a mano o hacer bajar a un medio volante. El ataque está
organizado para efectuarse con medio equipo teniendo una muy buena
distribución y haciendo de este proyecto algo innovador y ofensivo.
145

1-4-1-2-3

Este sistema de juego es una versión básica del 1-4-3-3 ya que ocupa
los espacios del terreno de juego de manera bastante similar al parado
tradicional que se usó a lo largo de los años setentas y ochentas. Sin
embargo tiene muchas variantes en su aplicación. Muchos equipos
fueron campeones en esas décadas empleando esta formación, sin
embargo si no se cuenta con los jugadores con las características
necesarias, se corre el riesgo de convertirse en un sistema predecible y
acartonado. La variante defensiva sería 1.4.1.4.1 (cuando los extremos
pasan al medio campo a volantear, pero no por ello dejan de desbordar
por los costados y pisar la línea de fondo) se convierte en un excelente
sistema de juego para jugar al contra ataque.
Para este sistema de juego el arquero puede o no ser un atajador.
Digamos que cualquier portero puede lucir con este traje a la medida,
aunque en realidad lo deseable sería contar con un gran arquero en el
mano a mano por los espacios que se generan en el medio campo y se
está propenso a los contras.
Se utiliza una línea de cuatro compuesta de dos defensas centrales que
trabajan en zona y dos laterales marcadores de punta. ¿Por qué es
importante la defensa zonal en este proyecto? Por el empleo de un
único medio de contención pues si se tuvieran dos, la defensa central
podría ocupar un jugador adelante y otro atrás.
En este sistema los recorridos defensivos de la línea de cuatro cobran
mucha importancia. Por ejemplo si el lateral derecho pasa la media
cancha y juega de apoyo al extremo, entonces el recorrido del lateral
izquierdo es determinante.
¿Existe la posibilidad de permitir que ambos laterales lleguen a la
última zona? Si el ataque se centraliza y forma triángulos o cualquier
otro polígono de tres puntos, si es posible aunque poco recurrente
pues se estarían “desaprovechando” tres de los diez jugadores de
campo, prácticamente haciendo la misma función que bien puede
desempeñar uno o dos puntas.
146

El medio campo está compuesto de una primera sub línea donde


trabaja un medio de contención fijo cuya labor principal será
recuperar los pases que vengan por centro, trabajar entre líneas
evitando la penetración del adversario por el centro y ocasionalmente
realizar coberturas de zona cuando alguno de los defensas se
encuentran adelantados. Su principal aporte ofensivo consistirá en
realizar cambios de frente buscando la llegada por afuera.
La segunda sub línea de medio campo está compuesta de dos volantes
mixtos quienes realizan paredes cortas aprovechando la llegada de los
laterales o paredes largas con los extremos, para pisar la zona del
fondo. Aquí la labor de sacrificio para recuperar y ayudar en la
presión es determinante.
La zona de ataque la componen tres delanteros: dos extremos y un
centro delantero. Aunque como hemos advertido, ocasionalmente
pueden encontrarse tres ejes de ataque, es decir un tridente cerrado
que permite el arribo por los costados de laterales y volantes. Se
propone que las labores de desborde, los pases al centro y la
penetración quedando mano a mano con el portero sean sus
principales tareas de este grupo de delanteros, sin embargo habrán
ocasiones donde vengan a media cancha a realizar labores defensivas
convirtiendo la variante en 1.4.1.4.1 la cual es muy favorable para
contra atacar y llegar por los costados.
La zona de ataque la complementa un centro delantero tipo ariete que
trabaja siempre con la marcación de uno o dos defensores centrales. Si
este centro delantero logra atraer a los dos zagueros a él, la labor de
penetración de los extremos será por demás espontánea ya que
quedarán en situaciones uno contra uno.
Las paredes cortas y por el centro pueden ser una excelente opción
pues al agrupar tres delanteros escalonados y dos laterales que pisan la
zona escorada, el descontrol de la defensa adversario será inminente.
147

Sistema de juego con tres ejes de ataque y laterales de subida


comparado con la misma formación pero con defensas laterales
marcadores de punta y extremos bien abiertos.
148

1-4-2-1-3

Este es un proyecto concebido para el ataque combinado. Sin embargo


corre el riesgo de convertirse en un sistema de ocupación, de esos que
ya no se emplean, por su carencia de movilidad y su exagerada
condición predecible. Se compone de un arquero de corte tradicional,
es decir, seguro de manos, de buena presencia física, sobrio, líder de
la defensa pero, poco técnico en el manejo del balón con los pies, no
muy eficiente en la salida aérea y en ocasiones de reacción lenta en
los recorridos trepidantes que exige el fútbol moderno. Sin embargo si
el entrenador cuenta con un portero líbero, estarían superados todos
esos inconvenientes.
La línea de cuatro defensas está compuesta por un par de laterales
marcadores de punta con poca llegada pero de magníficos recursos en
el robo, la anticipación, la vigilancia y el acoso. Respecto a la zaga
central, ésta se compone de un líbero y un stopper que pueden ser
únicamente denominaciones de referencia, pues la dinámica de las
situaciones de juego hará que algunas veces uno se convierta en
marcador y el otro en líbero.
Respecto al medio campo, se juega preferentemente con dos medios
de contención horizontales, ya que haber colocado tres delanteros deja
el medio campo en desventaja posicional y numérica que se puede
emparejar con dicho recurso.
Delante de los medios de contención se encuentra un volante creativo
que realiza labores de distribución, construcción de jugadas, pases de
asistencia, penetraciones, etc. Es un futbolista orientado a las labores
de ataque, que incluso le llega a no gustar el trabajo defensivo, sin
embargo habría que hacerlo trabajar en la marca del segundo
contención del rival.
La línea de ataque es por demás la más vistosa del sistema. Vemos un
par de extremos bien abiertos que trabajan la profundidad mediante
movimientos de entrada y salida, recepción de pases a los costados y a
la espalda de su marcador, desequilibrantes desbordes, cortes en
149

diagonal y cierres para rematar cuando el extremo del lado contrario


logre su cometido de llegar a línea de fondo.
Si bien aparenta ser un proyecto de juego bastante pasado de moda,
puede llegar a funcionar en una competencia donde nuestro equipo no
encuentre adversarios que lo pongan en entredicho.

1-4-6-0

Existen varias maneras de interpretar y aplicar este tipo de proyecto


de juego. Las principales son 1) utilizando una línea de cuatro, un
medio de contención, tres jugadores retrasados por la zona central
más dos extremos abiertos y 2) empleando una línea de cuatro, un
contención, dos interiores, un centro delantero atrasado y dos
extremos abiertos y 3) recurriendo a la línea de cuatro, dos medios de
contención, dos volantes – extremos y doble enganche. Recordemos
las palabras de Carlos Alberto Parreria en el marco del Seminario
FIFA en el 2003 en Rio de Janeiro, donde hizo una predicción que
dejó a la sala aturdida cuando sugirió que la formación del futuro
150

podría ser el 1-4-6-0. “En el futuro, los equipos ya no van a usar


centro delantero y se jugara con cuatro defensas y seis medios”.
Al respecto Andy Roxburgh, ex entrenador de Escocia e instructor de
la UEFA cuando se le cuestionó al respecto añadió que este sistema
ya se viene empleando en varios equipos europeos con la principal
característica de que todos los integrantes del medio campo están
preparados para competir en ataque y en defensa con los mismos
niveles de calidad técnico – táctica, que la noción de incorporación es
fundamental y que éstos seis jugadores deben intercambiar sus
posiciones una y otra vez.
Manchester United desplegó esta formación durante la temporada
2007-08 a la que la prensa le llamó “formación libre” con la que ganó
la Liga Premier y la Liga de Campeones con Wayne Rooney, Carlos
Tévez y Cristiano Ronaldo intercambiando posiciones en el eje del
ataque, mientras que Park Ji-sung o Ryan Giggs ofreciendo apoyo de
profundidad. Otros equipos como el Everton o la Roma bajo la
dirección técnica de Luciano Spalletti, tuvieron que implementar este
tipo de sistema, más por necesidad que por gusto.
En realidad se trata de un peculiar y brevísimo trazado que pasa de la
forma de cruz a la de letra “T” donde atraen defensas para generar
espacios, al mismo tiempo que los aprovechan entrando desde atrás.
151

Sistemas de Juego basados en cinco defensas


1-5-1-3-1

Hay ocasiones donde a nuestro equipo le conviene dar la apariencia de


que está “partido por la mitad”; ese es el nombre que se les da a los
encuentros donde uno o ambos equipos colocan tres o más jugadores
en zona de ataque y cuatro o más en zona de defensa, dando la
apariencia de estarse jugando con muchos jugadores “arriba y abajo”
pero muy pocos en el centro. A nuestro equipo le puede convenir esa
situación cuando nuestros mediocampistas necesiten de espacio,
digamos radio de acción para poder 1) descargar y “limpiar el juego”
es decir obtener espacios de acción, 2) llevar la pelota a zona de
finalización y 3) al colocar nosotros dos extremos bien abiertos
“amarramos” a los laterales y con eso también descongestionamos el
medio campo.

En categorías inferiores, es muy común observar este tipo de partidos,


cuando ambos equipos salen con la instrucción de apretar desde la
primera zona al rival y resolver dicha situación “saltando líneas” bajo
152

la premisa: “me presionan, entonces reviento” y del otro lado de la


cancha lo mismo.

Este tipo de parados será efectivo en la medida que nosotros tengamos


esa intención táctica y llevemos al rival a “saltar líneas” pero que al
mismo tiempo tengamos a nuestros jugadores defensivos bien parados
atrás, replegados y ubicados en zonas. Dicho de otro modo, cuando
nuestro planteamiento consiste en jugar de media cancha hacia atrás,
esperando al adversario pero mandándole un mensaje no verbal al otro
entrenador de que no estamos renunciando al ataque, colocándole dos
extremos bien abiertos y un centro delantero. Digamos que hemos
desintegrado a nuestro equipo a propósito para evitar que se nos venga
con todas sus unidades al frente el adversario.

En esta propuesta de sistema 15131 se juega con dos defensas


laterales – marcadores de punta, dos defensas centrales cuya principal
responsabilidad consistirá en hacer múltiples apoyos y coberturas a
los laterales antes mencionados; un defensa central líbero que juega su
posición como el viejo “policeman” inglés que estaba para ayudar a
cualquiera de la defensa y resolver de la forma más práctica posible el
desliz o la superación a un compañero. Siendo esta línea de cinco tan
tradicional y contando con tantos jugadores en defensa, será frecuente
que el líbero se adelante y también ayude a corregir alguna falla del
medio de contención o en ofensiva a construir el ataque mediante
pases largos en ya sean rectos o en diagonal buscando a los extremos.

En cuanto a la primera línea del medio campo, vale la pena mencionar


que no obstante a que ésta únicamente estará ocupada por un medio
de contención, habrá momentos donde se sentirá arropado por el
adelantamiento antes mencionado del líbero o incluso de los laterales
marcadores de punta.

La segunda sub línea de media cancha está compuesta por dos


extremos bien abiertos (volantes – extremos) y un media punta que
tiene una importancia táctica mayor pues, cuando nuestro equipo salte
las líneas a propósito, éste jugador podrá recibir las pelotas
153

prolongadas por nuestro centro delantero o tomar los rebotes y


rechazos de la defensa adversaria. La idea de este sistema de juego
como lo hemos venido repitiendo es defender y contragolpear y/o
hacer que se nos venga la presión de los adversarios, saltar líneas,
prolongar y terminar las jugadas con situación de gol.

Finalmente encontramos la tercera línea compuesta por un centro


delantero tipo ariete que debe ser muy paciente, ya que su eficiencia
va a depender de que le envíen un buen pase a la espalda del rival por
parte de los laterales, un buen remate de ocupación derivado de algún
servicio enviado por los extremos o alguna jugada de prolongación
con la cabeza, que bien debe ser aprovecha por el media punta.

1-5-2-2-1

Esta propuesta de juego 1) dibuja un trapecio en el medio campo


debido a que sus dos volantes extremos se desempeñan delante de dos
medios de contención o 2) se conforman dos líneas defensivas (una de
cinco y otra de cuatro jugadores) que van desplegándose o
concentrándose según sea el caso mediante basculaciones laterales.
154

Equipos como el seleccionado noruego estuvieron ocupando este tipo


de formación habitando el centro con un bloque de diez jugadores en
30 – 40 metros.

Lo que hace interesante a este sistema es su formidable oportunidad


que tiene para el contra ataque de múltiples maneras: 1) en caso que la
recuperación del balón se de en el primer tercio por medio de un
defensa, la salida a velocidad podrá tener como plataforma un medio
de contención y al centro delantero, 2) en caso que la recuperación se
de en el segundo tercio, la salida a velocidad podrá tener como
asistente de gol a un lateral o medio de contención y del otro lado al
volante exterior como finalizador. En caso que el contra venga
posterior a una sujeción del portero, este podrá enlazar con el centro
delantero y finalizar la jugada con alguno de los medio campistas.

Se juega con una línea de cinco compuesta por dos carrileros, dos
stoppers y un líbero. Todos ellos con el apoyo de dos medios de
contención que bien podrán descender e incrustarse formando a veces
un último bloque de seis o siete jugadores situados en las
inmediaciones de su área penal.

El medio campo estará poblado con cuatro jugadores: dos medios de


contención y dos volantes externos aunque este proyecto de juego
puede variar de otros modos, por ejemplo: 1) un contención fijo, un
volante mixto, un volante exterior y un enganche, 2) un contención
con funciones de recuperación y distribución por derecha y otro por
izquierda que se pueden incrustar entre los stoppers y el defensa
central líbero ya sea de manera alternada o simultánea o 3) dos medio
campistas mixtos que reciben apoyo de los carrileros quienes se sitúan
a la altura de las inmediaciones del segundo tercio pero orientados
hacia el centro – interior.

El trabajo de los volantes exteriores puede variar también de acuerdo


a las características de nuestros jugadores: algunos se podrán
aprovechar más, si juegan pegados a su línea lateral y otros
ligeramente por dentro para que alcancen a cerrar en diagonal cuando
155

el centro delantero se bote o no esté ocupando la zona de remate


principal.

Por su parte el centro delantero ha de saber que este es un sistema


basado en la recuperación y el ataque directo. Si el entrenador desea
no ser tan predecible tendrá que pedirle a éste que se bote y abandone
momentáneamente el centro, el cual deberá ser ocupado por un
volante mientras ocurre esta acción.

1-5-3-1-1

Este sistema emplea dos defensas centrales de marca (stoppers) y un


líbero en la primera línea. En la primera sub línea se colocan tres
volantes mixtos aunque uno de ellos generalmente realiza las
funciones de centro campista de contención. Enseguida encontramos
en la segunda sub línea de media cancha un enganche que puede
funcionar como distribuidor o como media punta. En la última zona se
156

encuentra un centro delantero que deberá ser frecuentemente


abastecido por los envíos de los laterales volantes.

Este es un sistema muy atractivo para los equipos que gustan


replegarse y rebasar la línea del balón pues la zona de media cancha
se encuentra copada por cinco jugadores de características
polifuncionales, lo que también contribuye para practicar un estilo de
juego de posesiones largas una vez recuperado el balón.

Para poder cumplir con el cometido ofensivo y copar la zona de


remate con suficientes jugadores (una vez que los carrileros
desbordaron) será necesario que los volantes interiores se incorporen
para rematar a segundo poste, siendo algo relativamente sencillo por
la distribución de tantos elementos en medio campo (5). En este
sistema siempre se deben tener tres jugadores dentro del área penal,
perfectamente escalonados (el centro delantero, el enganche y uno de
los dos volantes interiores) y dos más en zona de rechazo (el lateral
volante que no envió el centro y el otro volante interior) quedando en
zona de vigilancia el medio de contención.

Otra de las ventajas que llegan a tener todos éstos sistemas de juego
que colocan cinco jugadores en el medio campo, es que evitan casi
por completo los contra golpes del adversario, pues si están
escalonados e integrados unos con otros, evitan que el emisor lance a
la espalda de nuestros centrales o que se intente la penetración por el
centro.
157

1-5-1-2-2

Este sistema de juego lo pudimos observar en varias selecciones que


participaron en el Mundial Brasil 2014. En los medios se le conoce
más como sistema 5-3-2. Ocupa dos centrales de marca, un líbero, dos
laterales volantes – carrileros, un solo medio de contención, dos
volantes mixtos y dos delanteros en punta. En cuanto al único medio
de contención, éste debería estar haciendo trabajos de cobertura a los
defensas centrales y carrileros, sin embargo empleado por
entrenadores con preferencias ofensivas, es común que lo veamos por
ejemplo, rematando de cabeza a segundo poste, tirando de media
distancia e incluso tirando paredes con algún volante mixto o
delantero. En cuanto al trabajo de los laterales volantes, éstos deberán
estar atentos a los arribos del medio de contención, pues es uno de
ellos quien deberá pasar momentáneamente a la zona del medio de
contención para no dejar vacío el centro. Algunas veces el
seleccionador mexicano, Miguel Herrera, optó por sacar a un defensa
y ponerlo en zona de la media cancha, convirtiéndose en un parado
mucho más equilibrado, 1-4-4-2. Con respecto al trabajo de los
delanteros, es importante contar con uno de ellos fijo en el ataque y el
158

otro, con movilidad, ya que es importante que alguien se acerque a los


medios y hagan paredes del centro a los costados.

1-5-2-1-2

Este es una excelente opción que le permite al equipo propio hacer


mayorías por los costados mediante diversas combinaciones 1) lateral
– contención – enganche, 2) contención – enganche – delantero, 3)
enganche – contención – lateral, etc. se usan tres defensas centrales y
dos laterales volantes y se evita que los primeros jueguen demasiado
abiertos y en cambio los segundos deben tener toda la libertad para
trabajar sobre la longitudinal de 70 metros.

En la primera sub línea del medio campo se colocan dos medios de


contención que en realidad se necesita que sean más bien volantes
mixtos ya que constantemente servirán de poste para las paredes por
los costados. En la segunda sub línea del medio campo se encuentra
un volante – enganche que tiene como funciones principales tirar de
media distancia, seguir su pase en las paredes, entrar desde atrás para
rematar cuando amplía a los costados con algún carrilero y dotar de
pases a los dos puntas de ataque. Los remates de incorporación del
159

enganche han de ser a la altura de los límites del área penal o en la


perimetría del punto penal ya que si realiza recorridos de remate más
largos, difícilmente le daría tiempo de convertir.

Respecto a la línea de ataque, ésta se encuentra ocupada por dos


puntas de lanza que deben realizar movimientos de distracción,
botadas, enroques, etc. Algunas veces será necesario que uno de los
dos delanteros haga diagonal hacia el costado, lo cual provoca la
incursión del enganche desde atrás.

1-5-1-1-3

Este sistema con el afán de tener llegada por los costados, puede dejar
demasiado abandonada la zona del centro campo y un adversario
inteligente, pudiera penetrar por el centro sin ninguna oposición. Por
ejemplo un sistema 1-4-2-3-1 ó 1-4-3-2-1 pudieran complicarlo sin
embargo si nuestro equipo hace que los carrileros vengan a la zona de
la primera sub línea y trabajen integrados al único medio de
contención, entonces los recorridos no van a ser tan largos y los
espacios intralíneas tampoco.
160

El sistema emplea una línea de cinco con tres centrales y dos laterales
– volantes; en la primera sub línea ocupa un solo medio de contención
y en la segunda línea un enganche. Como se nota, es un sistema
clásico de ocupación que obliga a los adversarios a saltar líneas,
aspecto táctico determinante, pues nuestra línea de defensores
centrales deberán adelantar líneas mientras que los “reboteros” han de
ser el contención y el enganche. Aspecto último por demás arriesgado
pues habitualmente los rebotes que más se ganan provienen de los
equipos con dos contenciones y/o tres volantes mixtos.

En la línea de ataque, se sitúan tres jugadores, un extremo abierto por


cada costado, obligando a la línea de cuatro del rival a “estirarse”
demasiado y un centro delantero tipo ariete que debe estar siempre
atento en el centro. Aquí se deberá enfatizar la importancia de tirar de
media distancia tanto por parte de los carrileros, contención y
enganche ya que el adversario se encontrará frecuentemente
desintegrado (por la necesidad de marcar de presencia a cada uno de
nuestros extremos abiertos) y la segunda línea se tendrá que regresar
para bloquear dichos tiros a gol.

Como se notará, por una parte es un sistema ofensivo que provoca


saltar líneas al estar tan cerca del rival y hacerle la presión, pero al
mismo tiempo no cuenta ni con la cantidad ni la colocación
equilibrada de sus jugadores en el medio campo como para ganar los
rebotes y por otra parte, la presencia de los extremos abiertos y las
intenciones de nuestro equipo por estar tirando de media distancia,
obliga a los mediocampistas adversarios a venir.
161

Sistemas de Juego en el Fútbol Siete


Esta modalidad de fútbol aplicada al fútbol infantil ofrece infinidad de
posibilidades formativas tanto para los jugadores como para los
entrenadores.

Los sistemas de juego adaptados a la edad cuentan también con


múltiples ventajas en el ámbito táctico: 1) emparejamientos tácticos
más fáciles de identificar, 2) ofrecen diversas variantes tácticas 3) los
recorridos son más acordes con la edad de los jugadores, 4) se juega
en un espacio que le permite a los jugadores reconvertir (doblar y
desdoblar).

A los entrenadores formativos los ayuda a recordar que una de sus


principales funciones cuando está dirigiendo un partido, es 1) resolver
por medio de sus jugadores las complejas y variables situaciones
reales de juego que se presentan a cada instante y por otra parte 2) lo
forman para el entendimiento de que es igualmente importante para
sus jugadores alcanzar un estilo definido y decidir en base a la lógica
de juego y a una entrenada lectura de partido.
162

La modalidad adaptada al fútbol siete ayuda a que los jugadores


comprendan que el fútbol es un deporte de conjunto en el que tanto
uno mismo como los demás compañeros han de ser tanto defensas
como atacantes, dependiendo del poseedor del balón y de las formas
de acomodarse en el terreno de juego. Es de suponerse que un jugador
bien entrenado es aquel que aprendió una gama amplia de funciones y
posiciones y que es capaz de desarrollarlas con relativa igualdad en
cuanto a calidad y eficiencia. La plurifuncionalidad sobre la
especialidad. La innovación sobre la tradición. No debería de haber
nada que impidiera a un delantero probar y cumplir de vez en cuando
con la posición de defensa para que reconociera y vivenciara la
importancia de la concentración y sacrificio.

1-2-1-3

Este sistema tiene un claro componente ofensivo pues dos tercios de


sus jugadores estarían trabajando en la búsqueda del gol más que en
cuidar o hacer prevalecer un marcador. Puede que funcione en
equipos bastante superiores a sus adversarios y solo en caso de ir
perdiendo por la mínima diferencia, recomendamos exponer esta
propuesta tan arriesgada por su exceso de aparente ofensividad.
Digamos que es el clásico sistema de juego que parte de la idea que
entre más jugadores ocupen la delantera, más posibilidades se tienen
de ganar, cosa por demás debatible y controversial.

Con el tiempo nos iremos dando cuenta que los sistemas de juego
entre más simples son mejores. Esta propuesta se basa en
posibilidades de juego que interrelacionan más de dos líneas lo cual
para niños menores de 10 años se hace muy poco factible y
conveniente.

El parado inicial lleva dos defensas con características similares: de


marcadores y de líberos. Deben ser muy completos y casi
impenetrables en el juego uno contra uno. De lo contrario, el equipo
se estaría “partiendo” al venir el medio central a la cobertura y
163

consecuentemente, la media cancha quedaría completamente


desocupada.

Con respecto a este único jugador de medio campo, tendrá que


ejecutar maniobras de distribución y marca, más que de regate y
penetración pues estando él solamente en la media cancha, un regate
fallido dejaría completamente de frente al adversario y a nuestro
equipo en clara desventaja solamente con dos defensas. Aunado a
esto, el jugador que desempeñe esta función tendrá la responsabilidad
de hacer coberturas de línea a los defensores centrales.

La delantera estaría compuesta por tres elementos. Lo que se


recomienda es que el entrenador no deje que sus jugadores ocupen
posiciones fijas, es decir un delantero y dos extremos bien abiertos.
Ya que de ser así, el adversario los podría neutralizar con recorridos
básicos y con una plausible marca en zona.
164

1-2-2-2

Este es un sistema que necesita jugadores de altísima calidad técnica y


una estupenda condición física. Si bien pareciera ser una formación
bastante bien equilibrada, este es el clásico sistema de juego que tanto
incorpora unidades, como las hace que vengan a ocupar posiciones
defensivas cuando se pierde el balón.

Este proyecto es una muy buena opción para ir preparando a nuestros


jóvenes jugadores como antesala del sistema táctico de fútbol once
con una formación en defensa 1-4-4-2 puesto que la línea central
defensiva del primer tercio, los medios de contención y los dos
atacantes pueden realizar movimientos e intenciones tácticas
idénticas.

Los dos defensas han de ser de diferentes estilos: algunos


entrenadores los prefieren a ambos con llegada y otros ocupan un
buen marcador y otro con subida. En caso de los primeros los
recorridos ofensivos deberán ser paulatinos y en el caso de los
recorridos defensivos estos deberán venir acompañados de un
excelente juego aéreo.

El medio campo está compuesto por un par de jugadores de gran


versatilidad de puestos pues en algunos momentos del partido se
ocuparan como laterales haciendo una línea de cuatro como en el
fútbol once y otras tendrán que trabajar de manera diferente: uno de
distribuidor y el otro de recuperador.

Respecto a la zona de ataque esta también debe ser ocupada por


jugadores con una gran movilidad y técnica para el remate por
incorporación. Se espera que ambos jugadores puedan manejar el
volanteo, la posición de extremo, la de ariete e incluso la de marcador.
Sus movimientos en ataque han de ser muy similares a los de los
sistemas 1-4-4-2 o 1-4-3-1-2 del fútbol once.
165

1-2-3-1

Si al sistema piramidal le recorremos un defensor y le damos solidez


al medio campo estamos creando una nueva idea de juego. Si
analizamos su dibujo, estamos en presencia de la antesala del tan
empleado sistema en la actualidad en el fútbol once 1-4-2-3-1 por
demás equilibrado, presionante y eficaz.

Por lo tanto, la primera línea estará compuesta ya sea por un par de


jugadores con características similares al líbero y al stopper de los
sistemas tácticos de once o bien, por el doble cinco que también tiene
mucha popularidad en estos días. Estamos hablando de un par de
medios de contención que trabajan en la distribución, en la
recuperación y en la vigilancia de sus compañeros. ¿De qué puede
depender si se usan defensas de unas características o de otras en este
sistema de juego? Primero de las cualidades de nuestros jugadores
pero también de las que tenga para jugar su área nuestro arquero ya
que cuando decidamos usar dos contenciones para la primera línea,
éstos han de saber que por detrás de ellos está un portero – líbero
166

confiable y viceversa, cuando decidamos usar un par de centrales, se


debe a que nuestro portero es más atajador.

1-2-4

Esta propuesta de juego se arriesga más en la defensa cuando los


cuatro jugadores del medio no se agrupan. Pero si los medio
campistas hacen una doble función, ya sea por las zonas exteriores
para bajar como laterales o subir haciendo las veces de extremos
desequilibrantes que llegan por sorpresa desde el medio campo, se
convierte en una muy buena variante táctica con el partido en curso
que una formación de arranque.

Esta idea de juego tiene la peculiaridad de presentarse ante el


adversario solamente con dos bloques de jugadores, lo cual lo
constituye si no se cuenta con los recorridos ofensivos y defensivos,
bien entrenados, en algo desafiante y muy arriesgado. Si los jugadores
que componen la línea de cuatro se quedan en la última zona, el
equipo se parte y los contra ataques del adversario llegan en
167

desventaja numérica siempre. Recordemos el viejo adagio que dice


“cuando uno falla, falla el conjunto y todo se derrumba”.

La idea es jugar juntos y bien adelantados, confiando en la labor de


los dos defensas centrales y en la capacidad de incorporación de los
mediocampistas. Lo arriesgado se hace todavía más, si se juega con
un bloque de cuatro jugadores sin estar escalonados uno con otro en
una larga, arcaica y estática línea media.

Este es un proyecto de juego que se denomina y esquematiza de esta


forma únicamente para distinguirlo de otros sistemas de juego pues al
igual que los demás, cuenta con variantes modernas que evitan los
inconvenientes del párrafo anterior.

Digamos que es la antesala del sistema 1-4-4-2 y 1-4-3-1-2 en el


fútbol once. La primera propuesta consiste en dibujar un rombo en el
medio campo protegido atrás con dos defensas centrales
conformando una situación real de juego intersectorial y la segunda
sería dibujando una letra “ñ” que se mueve de acuerdo a la posición
del balón. Ambas formas se basan en recorridos muy bien
coordinados y en contra ataques sorpresivos y veloces.
168

1-3-3

Es una de las formas más recurrentes entre los equipos infantiles de


futbol siete por su sencillez para ser explicado y comprendido. Este
proyecto nos permite conservar equilibrio y ponderar más los aspectos
técnicos que los tácticos. Se basa en una estructura lineal conformada
por dos bloques con igual número de jugadores que en teoría pretende
jamás quedar desequilibrado en defensa y aplicar mayoría numérica
en ataque.

En este sistema las reconversiones ataque – defensa son muy


importantes para evitar recorridos o basculaciones incompletas. En
zona baja, se juega con un líbero quien muy pocas veces tendrá que
resolver situaciones mano a mano debido a las coberturas de los
laterales centrales. En ataque tendrá que distribuir pases a los
jugadores ofensivos y ocasionalmente podrá aparecer por sorpresa
para rematar por incorporación. La línea baja se complementa con dos
centrales - laterales que deberán realizar en defensa, la marcación de
los jugadores que arriban por los costados y las coberturas necesarias
al defensa central líbero.

Uno de los recorridos defensivos más importantes deberá ser el que


hagan los laterales cuando se dirijan a la zona del centro del medio
campo y hacer cobertura de línea al medio campista central.

La segunda línea de este sistema de juego está compuesta por un


medio campista central y dos ofensivos exteriores. Aquí la
reconversión y las basculaciones son indispensables. Esta propuesta
de juego no puede darse el lujo de alojar uno o dos jugadores en la
zona de ataque sin que regresen a posicionarse en zona media para
trabajar en la recuperación.

En el ataque se espera que los extremos hagan movimientos en


diagonal hacia el centro para tener referencia de ataque e
intercalándolo con ocupaciones del medio campista central. Una
premisa sería “Si no hay nadie en centro yo como extremo me recorro
169

en diagonal” y la otra diría “Como medio campista central


ocasionalmente debo ocupar la zona del centro delantero para ganar
referencia de ataque y descongestionar el medio campo”.

Finalmente cabe mencionar que este sistema puede ser fácilmente


neutralizado si nuestros jugadores se mantienen tan separados entre el
bloque de defensas y el de atacantes que provocaríamos un esquema
de “equipo partido en dos” y eso es demasiado riesgoso cuando el
rival nos juga al contra o tiene buenos conductores de balón.

1-3-2-1

Excelente propuesta de juego conocida como sistema piramidal.


Opera bajo la premisa de que en el fútbol la mayoría numérica en
zona defensiva es fundamental. En ciertas circunstancias, el equipo
puede posicionarse hasta con cinco defensas haciendo por demás
complicado lograr 1) un efectivo pase entre líneas, 2) una penetración
por los costados e incluso 3) algún tiro a gol de media distancia.
170

Permite posicionar a nuestras líneas en correcto equilibro tanto a lo


ancho como a lo largo del terreno de juego y a su vez hace que
nuestro nuestro equipo se encuentre permanentemente conformando
un bloque compacto con las ventajas que eso otorga: mayor facilidad
para los contras, equitativos esfuerzos, mayor volumen de juego por
pesesión del balón y una gran similitud a lo que son los sistemas
tácticos modernos empleados con los mayores.

El equpo forma con tres defensas centrales que hemos denominado


genéricamente “central”, “central por derecha” y “central por
izquierda” ya que se pretende que cualquier jugador haga en cualquier
momento necesario 1) la función de líbero, 2) que marque personal o
3) que contenga por el centro cuando ambos volantes se encuentren
“pegados a la línea” y posicionados en la última zona.

Podría caerse en la desventaja de abandonar el centro y dar pie a


conducciones largas y contra ataques del equipo adversario, lo cual
puede neutralizarse, acostumbrando a nuestros jugadores de defensa
para que adelanten líneas, achiquen y uno de ellos pase de contención
fijo por la zona del punto central.

El medio campo está compuesto de dos volantes mixtos que se


dividen la cancha en derecha e izquierda. Son los jugadores más
importantes en este sistema de juego pues cuando se acostumbran a
llegar de atrás, logran convertir una gran cantidad de goles que casi
siempre se traducen en trofeos y campeonatos aunque no sea esta la
meta. Son futbolista plurifuncionales. Excelentes en el desborde y en
las asistencia y cuando consiguen conectarse entre sí hacen muy
complicada su marcación.

En el ataque se juega con un centro delantero, quien habitualmente es


un “cazagoles” que empuja a la red y culmina la vistosa jugada
realizada por el volante mixto. Este jugador aparece en las bandas
cuando el equipo viene progresando un contra ataque a velocidad,
desocupando el centro y obligando a dudar a los defensas adversarios
“sigo al centro delantero en su movimiento de desmarque hacia la
171

banda o permanezco en el centro para bloquear la conducción del


volante que ahí viene a velocidad”. Otras veces (sobre todo cuando la
plataforma de contra ataque es un defensa) se bota haciendo un
desmarque de apoyo que se traduce en un vistoso y efectivo abanico
que envuelve a sus rivales y acaba sus ofensivas a velocidad
trepidante.

1-3-1-2

Este sistema proviene del básico de fútbol siete 1-3-3 ya que


únicamente se atrasa un atacante para dar equilibrio y a su vez no se
pierde presencia ofensiva pues se sigue trabajando con dos puntas.

Este proyecto se basa en un portero de condiciones más que


aceptables en el atajamiento ya que muy pocas veces se verá en la
necesidad de realizar las funciones de líbero como en otras propuestas
de juego. Deberá ser muy eficiente en el despeje tanto de mano como
de pie hacia los costados pues en numerosas ocasiones tendrá que
enviar servicios a la esquina de la media cancha.
172

La zona defensiva estará compuesta de dos centrales – laterales y un


líbero quienes en algunas ocasiones tendrán que adelantar sus
posiciones para hacer coberturas de línea al volante central. Los
laterales deben tener llegada, por lo menos hasta el segundo tercio y
así crear superioridad ofensiva en medio campo cuando el adversario
juegue con dos o menos jugadores en su parte media.

El jugador medio – centro deberá cumplir con varias características


tanto en el juego de atacante como en el defensa. De buena pegada de
media distancia, buena distribución, excelente sacrificio para rebasar
la línea del balón y algo por demás importantísimo. Este jugador ha de
ser quien decida cuando y donde realizar la presión alta ya que si se
encuentra en el último tercio, obliga a sus compañeros defensores a
agruparse en media cancha y cuando él repliega y hace “visto” o
presencia dará tiempo para replegar ordenadamente a los demás.

La línea ofensiva está compuesta por un par de jugadores donde lo


deseable es que tuvieran características similares pues la movilidad y
la definición han de combinarse para hacer de esta una propuesta
efectiva y espectacular. Cuando uno sale el otro debe entrar de la
banda hacia el centro; cuando uno desborda, el otro ha de irse a
segundo poste para cerrar a primero, etc. Cabe recordar que ellos
deberán ser la primera línea defensiva, incluso persiguiendo a los
defensas que se sumen pues cabe recordar que nuestro sistema
únicamente tiene de base un jugador en medio campo.
173

1-1-4-1

Esta propuesta de juego es la antesala de los sistemas de fútbol once


1-4-5-1 y 1-4-1-4-1. Tiene la ventaja de ocupar incluso con demasía el
medio campo y así provocar la incorporación por encima de la
ocupación. Dibuja un parado bastante similar al juego juvenil de
rombo y cuadrado por lo que se recomienda no emplearlo antes de los
12 – 13 años pues requiere de movimientos de conexión específicos
en ataque y en defensa que llevaran implícitos varios términos tácticos
incomprensibles en edades inferiores.

Esta propuesta deriva de varias formaciones explicadas anteriormente:


por ejemplo, si sustituimos un defensa e incluimos un delantero en la
formación 1-2-4. Si retrasamos un delantero en un parado 1-1-3-2 o si
posicionamos a los dos volantes exteriores en zona de ataque estará
quedando un 1-1-2-3

Se coloca un solo defensa cuando el equipo requiere de un gol a favor


pronto y se toman esos riesgos; pero también cuando el equipo está
cuidando una mínima ventaja puede sobrar a un defensa en una
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primera sub línea y jugar con una segunda sub línea defensiva
compuesta de cuatro jugadores y un punta solo en el frente de ataque
quedando algo así como una línea de cinco en defensa y un punta que
viene a posicionarse en medio campo cuando se pierde el balón.

La línea de medio campo está conformada por cuatro jugadores de


buenos recorridos ofensivos y defensivos, acostumbrados al tiro a gol
de media distancia, a realizar permutas y llegar mediante paredes
desde atrás.

El jugador que se encuentra de centro delantero deberá estar muy


atento para ir por todos los balones sin dueño que superan la media
cancha de su equipo, luchar para provocar el error, conseguir un tiro
de esquina o robar un pelota y convertir será la mejor recompensa
para este tipo de jugador.

1-1-3-2

Este sistema de juego requiere de mucha coordinación en los


entendimientos de las líneas, sobre todo con aquellos jóvenes
jugadores que ocupen el medio campo. Es una propuesta ofensiva que
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sirve como antesala para el pressing alto y para el ataque combinado.


Se recomienda utilizarlo cuando nuestro equipo está en desventaja en
el marcador o cuando se tiene la intención táctica de provocar el error
de los defensas adversarios en su primer tercio.

Esta formación puede ser la antesala del sistema de fútbol once 1-4-1-
3-2 que funciona con un medio de contención fijo, dos volantes
exteriores, un medio enganche y dos puntas de ataque que
generalmente vemos dibujado un rombo en la cancha.

Lleva un portero con buen juego de pies y eficiente en las situaciones


uno vs uno. La línea de defensa está compuesta por un líbero que
recibe el apoyo del medio de contención. En el medio campo
encontramos una línea compuesta de dos volantes exteriores y un
“pistón” que se espera que realice labores de distribución pero
también que contribuya con las coberturas al único defensa central.
Como se notará es una posición en la cancha donde se sabe de
antemano que el desgaste físico de este jugador será alto.

Los volantes exteriores tendrán la función de desborde y


ocasionalmente tendrán que venir a realizar funciones de laterales de
marca para equilibrar la zona de defensa. Lo anterior va a depender de
los emparejamientos tácticos del rival. Hay que recordar que dado que
se ataca con dos delanteros, mientras un volante desborda y centra por
el costado, el otro ha de recorrer hacia el centro haciendo labores
momentáneas de “rebotero” pues nuestro medio central estaría
pisando el área buscando el remate junto con los dos delanteros.

Respecto a la última línea, los dos jugadores que ocupan la última


zona tendrán que realizar múltiples movimientos de desmarque en
diagonal, pero sobre todo saber jugar de espalda para aprovechar el
medio campo que se tiene tan poblado.
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177

Consideraciones Finales
Preparar jugadores para el futuro demanda nuevas y desafiantes
competencias del entrenador así como una preparación
multidisciplinaria. Reflexionar sobre nuestra manera de entrenar se
hace un componente vital en el proceso. Ya lo sentenciaba desde el
2008 el internacional checo Peter Cech cuando al afirmar que "en diez
años, el juego habrá evolucionado y se jugará a un ritmo más alto con
tácticas más ingeniosas”. Los futbolistas desde jóvenes tendrán que
aprender a reaccionar rápido y actuar rápido para poder caber en los
estilos del futuro.

En los equipos europeos, las distancias cubiertas por todas las


posiciones de cancha se han incrementado en las últimas dos décadas
hasta en un 65%; hoy en día enterarse de que los jugadores han
corrido más de 12 kilómetros en un partido, ya no es novedad. El
número de acciones técnico – tácticas se ha duplicado desde el 2002 a
la fecha. Actualmente los porteros están realizando siete veces más
acciones técnicas con los pies, comparado con las manos; defender
con la pelota se ha confirmado como una estrategia efectiva; los
intercambios posicionales aumentan cada temporada; todos los
equipos luchan por conseguir la anhelada “Zona 14” de la cancha. El
68% de las acciones en medio campo se juegan a uno y dos toques.

La mayoría de los entrenadores formativos se enfrentan con las


mismas interrogantes al comienzo. ¿Cómo reforzar las cualidades
técnico tácticas que le permitan a los integrantes del equipo equlibrar
aspectos tales como la recuperación, la circulación y definición?
¿Cómo formar jugadores que posean el equilibrio entre capacidad
técnico - táctica e inteligencia? ¿Cómo organizar la temporada para
que ofrezca un buen estilo de juego, placer en los entrenamientos y
ganar? la respuesta la encontrarán en un trabajo específico y
pormenorizado.
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Las tendencias tácticas actuales han llevado a los equipos a aquilatar


las transiciones y aprovechar los momentos de descuido. Saber que
hacer cuando se pierde el balón y jugar mediante pases cortos y
rápidos, son aspectos indispensables en cualquier entrenamiento
juvenil.

En cuanto a los sistemas de juego, éstos ahora son marcos de


referencia y ya no formatos prestablecidos e innegociables. Existe
mucha flexibilidad en los movimientos de los jugadores que se
encuentran delante de la línea defensiva. Ningún equipo tiene un solo
sistema de juego, ahora los equipos pueden llegar a emplear hasta 11
distintas formaciones a los largo de una temporada.

Si bien el modelo de juego será el que dicte varios de nuestros


comportamientos en el entrenamiento, no debemos confundir trabajar
mediante metodologías integradas con específicas. Las
sectorizaciones especificamente diseñadas como resultado del análisis
del rival y/o de las características de nuestros jugadores, deberán ser
entrenadas con intensidad pero cuidadosamente dosificadas.

Si continuamos entrenando como en antaño, nuestros jugadores por


muy buenas condiciones naturales que tengan, nunca podrán dar el
salto de calidad esperado. Si seguimos concibiendo a los sistemas de
juego como hasta ahora, esteremos siendo cómplices de nuestro atraso
y dependencia. Si seguimos creyendo que sabemos todo acerca del
fútbol, estaremos destinados al fracaso.
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REFERENCIAS

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Rendimiento, dirección de jugadores y equipo. Ed. Martínez Roca.
España.

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