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“AÑO DEL BUEN SERVICIO AL CIUDADANO”

UNIVERSIDAD NACIONAL AMAZONICA DE MADRE DE DIOS

CARRERA PROFECIONAL: Derecho y Ciencia Políticas

CURSO: Historia general del derecho

DOCENTE: Abogado- Becerra Martínez, Cristian Troy

TRABAJO: El Derecho Inca

INTEGRANTES:

 Jara Valencia, Osmar Pompeo


 Dávila Jara, Virginia
 Ccopa huillca, Claudia Úrsula
 García Picchutito, Mairin Marcela
 Nina Amachi, Mario Rolando
 Callo Quispe, Xiomara Joselin

2017
INTRODUCCION

En el siguiente trabajo se dará a conocer las características del derecho incaico la administración de sus bienes, su organización social, económica,
política, su sistema penal; reconociendo la importancia de estos y la importancia que tenía la familia en la vida social y la intervención del
gobierno incaico en el desenvolvimiento de ella, mediante una eficaz reglamentación, destinada a proteger y orientar la vida de las familias que
eran base del imperio.
HISTORIA DEL DERECHO INCA

A partir del siglo XIX y especialmente durante el XX, los historiadores se interesaron por un tema que ha sido y continúa siendo debatido tanto
por ellos como por los juristas modernos con el espíritu de demostrar que un gobierno tan sólidamente conformado como fue el Estado inca, no
pudo lograr esa organización sin haber estado regido por un sistema llamémosles de leyes (término que el ilustre historiador y ex presidente de la
Corte Suprema de Justicia de la República, Juan Vicente Ugarte del Pino, no acepta cuando se lo aplica al Tahuantinsuyo) que regulara la vida
social, política y económica de esa gran cultura.

Lo cierto es que cuando llegaron los hispanos al Tahuantinsuyo quedaron deslumbrados por la organización que encontraron, pero al tratar de
indagar cómo funcionaba no pudieron traducir los datos proporcionados por los intérpretes, primero por el obstáculo del idioma, y, segundo, por
la concepción europea y, especialmente, latina o románica que tenían de los sistemas jurídicos que obstaculizaron una cabal comprensión de esa
nueva realidad, terminando por describir una historia tergiversada de cómo se regía el Estado inca, escritos que en estos tiempos se están
cuestionando gracias a los nuevos aportes de etnólogos, antropólogos e historiadores.

Ya en 1978, el ilustre historiador Jorge Basadre Grohmann (1) dijo que asistimos hoy a una verdadera revolución en toda la historia andina… En
relación a los estudios que hizo el etnólogo Jhon Víctor Murra, quién recalca que lo que se sabía (y aún se sabe) sobre el mundo andino es
completamente obsoleto. El propio Basadre, utilizó en su obra Los fundamentos de la Historia del Derecho (1966) como única fuente de consulta
para hablar de un sistema jurídico andino, a las famosas crónicas. En cambio, los etno historiadores y nueva generación de historiadores han
privilegiado otras fuentes como los informes administrativos recogidos por las autoridades coloniales españolas donde se expresan por indios de
abajo y no por los cercanos a las familias reales o curacas. Es decir, una fuente más? hable de objetividad y que desdicen o niegan lo apuntado en
las crónicas.

Basadre, nuestro eximio historiador tacneño al referirse al llamado Derecho inca recalca que cabe hablar de una norma jurídica, aunque se
mezclara a menudo con elementos de tipo consuetudinario, religioso, moral y económico. En 1937, editó Historia del Derecho Peruano teniendo
como fuente principal Los Comentarios Reales escrito por Gómez Suárez de Figueroa, quien cambió su nombre de pila por Garcilaso Inca de la
Vega (Cusco 1539-Córdoba, España 1616). Este cronista mestizo en opinión del abogado y? filósofo cusqueño Mariano Iberico Rodríguez (1892-
1974) no quiso ofrecer una narración exacta de la historia del gran pueblo andino al que pertenecía su propia madre, la princesa Isabel Chimpu
Ocllo, sino un modelo de cómo debe funcionar un Estado para lograr el éxito como gobierno, consiguiéndolo con creces. Pero frente a los
detractores de la cultura inca como sistema social y político, hubo grandes defensores como el fraile Bartolomé de Las Casas y Sosa, quién, en 1551,
hizo una de las mejores argumentaciones jurídico-doctrinales en defensa de los nativos de tener gobierno y policía, es decir un sistema de reglas
no conocidas en España y que podrían equivaler o compararse con las que funcionaban en occidente.
Si tomamos en cuenta lo dicho por el jurista positivista austriaco Hans Kelsen, quién define al derecho como un orden coactivo, un sistema
normativo de la conducta humana y un sistema de normas dotadas de una coacción institucionalizada que intenta organizar a la sociedad, según
cierta noción de la justicia, es posible creer que en el Estado inca donde había claras diferencias estructurales, según se cree, pudiera existir un
sistema normativo y de justicia, aunque repetimos distinto al que hubo en España desde la época de los romanos y en la etapa de la conquista.

CONTEXTO HISTORICO

En 1531 el Imperio Inca sufrió la llegada de Francisco Pizarro, fundador de la ciudad de Lima, que se convertiría en la capital del Virreinato del
Perú, donde durante la Colonia, millones de indígenas fueron explotados, especialmente en las Minas de Plata. Como hito de la resistencia
indígena, la esclavitud provocó el levantamiento de miles de indígenas contra la corona española, conducidos por Tupac Amaru en 1780.

Con la independencia proclamada en 1821, la condición de las poblaciones indígenas no mejoró demasiado, y los diversos gobiernos del siglo XIX
no desarrollaron políticas favorables a los indígenas. La emigración espontánea y planificada por el Estado, hacia la vertiente amazónica de la
Cordillera de los Andes generó conflictos y redujo a los indígenas amazónicos a pequeñas “islas” rodeadas de colonos.

En 1920, la Constitución Nacional reconoció a las comunidades indígenas, y su derecho a la tierra. Cincuenta años después, en 1969, el presidente
Juan Velasco Alvarado llevó adelante una Reforma Agraria en la que se crea la figura de Comunidades Campesinas en los Andes y la de
Comunidades Nativas en la Amazonía, sin usar en ninguno de los casos la denominación de indígena porque era considerado peyorativo y
estigmatizador en ese entonces. La sanción de la Ley de Comunidades Nativas y Campesinas en 1974, puso un freno al avasallamiento de los
indígenas por los colonos, y los patrones de las rancherías que explotaban recursos no maderables como el caucho, empleando a los indígenas
como peones.

Durante el primer mandato del presidente Alan García (1985-1989), la guerra civil contra Sendero Luminoso, causó la muerte de miles de
indígenas.

Luego, el gobierno Alberto Fujimori (1990-2000) significó grandes perjuicios para los indígenas; en especial cuando la Constitución de 1993 anuló
el derecho a que las tierras indígenas sean inalienables e inembargables; y la sanción de la Ley de Tierras en 1995 (Ley Nº 26.505) que instaba a
descartar el modelo asociativo ancestral de las comunidades, para considerarlas como sociedades de personas o empresas, dentro de las cuales
sus miembros, individualmente, podían vender, alquilar o hipotecar sus tierras.

El Gobierno de Toledo (2001-2006) por su parte paralizó los procesos de titulación a pesar de estar vigente el Programa Especial de titulación de
Tierras (PETT).
Más recientemente, el presidente Alan García ha desarrollado una política contraria a los derechos de los Pueblos Indígenas del Perú. Basada en
su Discurso del Perro del Hortelano (link a sección), sancionó en 2007 una serie de Decretos Legislativos conteniendo disposiciones como las
siguientes:

“para la adquisición en propiedad por parte de los miembros de la comunidad no posesionarios o de terceros así como para gravar, arrendar o
ejercer cualquier otro acto de disposición sobre las tierras comunales, se requerirá el voto a favor de no menos de del cincuenta por ciento de los
comuneros posesionarios con más de un año” (Art. 10 Decreto 1073).

“todos los bosques son del Estado salvo los bosques de producción, que ya no son patrimonio del Estado, con lo cual ser permite el cambio de uso”
(pudiendo cambiar a uso agrícola) (Art. 6 Decreto 1090).

Los decretos facilitaban la concesión del 74% de la Amazonía para explotaciones petroleras. AIDESEP y sus organizaciones regionales
constituyeron una “Comisión Multipartidaria encargada de estudiar y recomendar la Solución a la problemática de los Pueblos Indígenas”. La
Comisión analizó los decretos promulgados por Alan García, concluyendo que todos vulneraban preceptos constitucionales relativos a
comunidades campesinas y nativas de conformidad con el Convenio 169 de la OIT; y especialmente respecto al derecho a la Consulta Previa y
Participación. Para leer el informe desarrollado por la Comisión. Para leer el informe Legal sobre los Decretos Legislativos 1090, 1064, 1080, 1081 Y
1089, de la Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos, Afroperuanos, Ambiente y Ecología del Congreso de la República (Nov. 2008).

La amenaza a los derechos y a los territorios y gobernanza indígenas, plasmada en esos decretos, condujo al levantamiento indígena amazónico
del año 2009, que culminó en el enfrentamiento conocido como la “Masacre de Bagua” en la que murieron indígenas y policías. Durante su
gobierno, no se ha titulado ninguna comunidad.

CULTURAS RESALTANTES

Cuzco: el ombligo del mundo

Pese a que hoy es la segunda ciudad más importante del país (por detrás de Lima), Cuzco fue la capital del imperio inca; de hecho su nombre
significa “ombligo del mundo”. Miles de turistas visitan a diario esta ciudad, pues desde allí parten hacia el Valle Sagrado de los incas. Además,
aún es posible apreciar construcciones de los incas y de los españoles de la época de la conquista.

Ejemplo de arquitectura: Paredes sin cemento.


Los edificios incas son ejemplo para arquitectos de todo el mundo, quienes llegan al Perú para estudiar su innovador sistema de construcción. Es
que las piezas que componen las paredes incas no están unidas por ningún tipo de cemento, sino que se basan en un sistema de encastre tan
efectivo que ha permitido que aún se mantengan en pie.

Palabras quechuas que aún usamos.

En su momento de apogeo, el idioma del imperio inca llegó a ser hablado por unas 10 millones de personas en la región andina. Pese a que ya han
pasado muchos siglos desde entonces, algunas palabras quechuas se han amalgamado a nuestro idioma y siguen siendo usadas hoy en día.
Cancha, carpa, choclo, papa o vicuñason ejemplo de ello.

El mejor chocolate del mundo.

Pese a que durante décadas se creyó que el mejor chocolate del mundo se encontraba en Centroamérica, en los últimos años ha habido consenso
en sumar al Perú a la lista de los productores del chocolate más exquisito. De hecho, durante 2013 las exportaciones de cacao peruano
experimentaron un crecimiento del 20%.

Machu Picchu.

Luego de haber sido declarado una de las siete maravillas del mundo en 2007, Machu Picchu se convirtió en uno de los lugares más visitados del
planeta. Su nombre significa montaña vieja y los historiadores creen que su construcción demandó casi 100 años de trabajo. Los incas lo habrían
usado como un santuario para venerar al Sol.

Calendario inca

Varios especialistas afirman que el calendario actual está inspirado en el inca. Es que el sistema utilizado por nuestros predecesores constaba de
360 días y estaba dividido en 12 meses de treinta días cada uno, con la particularidad que cada semana estaba compuesta por 10 días. Cada mes
estaba reservado para una actividad específica, como el descanso o la cosecha.

FUENTES HISTÓRICAS DEL DERECHO DE LOS INCAS

No se conocen fuentes escritas o directas o textos, solo se conocen fuentes indirectas, basadas en la literatura-jurídica española y en documentos
de jurídicos.

Otras fuentes de aplicación son sólo de carácter subsidiario. La fuente principal que se tienen es la siguiente:

1) LOS CRONISTAS Y LOS HISTORIADORES. PODEMOS CLASIFICARLOS EN:

a) Los juristas: que eran los oidores de las audiencias, altos empleados del virrey.
b) Los militares: este tipo de cronistas se especializaron en el relato de acontecimientos militares y políticos: Pedro Cíeza de León,
Pedro Pizarra.

c) Los eclesiásticos: sacerdotes, religiosos que tenían misión evangelizadora:

d) Los cronistas profesionales: que describieron con minuciosidad las características del Imperio Incaico: Inca Gracilazo de la Vega, Guzmán
Poma de Ayala, Juan Polo de Ondegardo y Francisco Falcón.

Dentro de los Historiadores están los siguientes:

Gonzalo Fernández de Oviedo y Antonio de Herrera, se basaron en informaciones que sacaron del Archivo de Indias, y crónicas oficiales y
testimonios de antiguos conquistadores.

Bartolomé de las Casas, fue un cronista heterodoxo y hostil a los métodos de los conquistadores.

2) LIBROS DE ESCRITORES MODERNOS

Se encuentran los siguientes:

– ‘”Antigüedades Peruanas” de J. j. Tschudi, y Mariano Eduardo de Rivera.

– “Contribuciones a la Historia, Civilización y lingüística del Perú Antiguo”: Colección de Urteaga y Romero.

– “Las comunidades de Aldea y de marca del Perú antiguo” y “Sistema de parentesco peruano”: H. Cunow, destacó el ayllu o comunidad
agraria.

3) FUENTES DOCUMENTALES PROPIAMENTE DICHAS

Se encuentran entre los siguientes:

1) Los títulos de propiedades rústicas y escrituras de particulares, que aluden a !a situación de la propiedad y de la tierra antes de la llegada de
los españoles;

2) Los documentos sobre composiciones de tierra de indígenas u otorgamiento de título legal a la tierra de los comuneros indígenas;

3) Los expedientes de pleitos en las primeras épocas de la Colonia, y de reclamaciones de Comunidades indígenas;

4) Los documentos referentes a encomiendas, tributos y mitas;

5) Las informaciones de los visitadores para la creación de pueblos;

6) Las actas de los Cabildos referidos a la vida jurídica anterior a la llegada de los españoles.

Las expuestas son las fuentes históricas conocidas para estudiar la individualidad del Derecho Inca, sin embargo es necesario tener en cuenta
cómo se desarrolló el Derecho Inca frente a la moral, la costumbre y la religión y además conocer cuáles fueron los medios de expresión y de
divulgación de la ley en ésa época.
PRECEPTOS INCAICOS

La cultura milenaria del Perú tiene como bandera principal el admirado, estudiado y siempre recordado Imperio de Los Incas.

Cuando visitamos museos, restos arqueológicos, observamos y analizamos los huacos que diseñaron así como también los maravillosos trabajos
en oro que realizaron y nos quedamos sencillamente maravillados.

Rendían culto al Sol, a la Luna, a la lluvia, tenían organización política, y el trabajo era su estilo de vida....... hablar de los Incas es hablar del Perú.

Hoy deseo referirme a los tres principios fundamentales que ellos nos han dejado como herencia y deseo compartir con ustedes un mensaje
positivo de estas normas de convivencia a fin de engrandecer nuestra sociedad y hacerlo extensivo hacia nuestro entorno.

-Ama Sua (No seas ladrón)

-Ama Llulla (No seas mentiroso)

-Ama Quella (No seas ocioso)

Son los lineamientos morales que nos han dejado como herencia nuestros compatriotas del pasado.

Ama Sua: (No seas ladrón):

Como Educador nunca le diré a mis alumnos no seas ladrón, pero sí deberé insistir en que debemos actuar en todo momento con transparencia y
honestidad, debo expresarles que las cosas que anhelamos conseguir en la vida lo haremos realidad, con espíritu de sacrificio y muchos deseos de
superación, pero para que nuestros alumnos aprendan esto somos sus más cercanos los que primero debemos poner en práctica el ser siempre
honrados y transparentes.

Ama Llulla: (No seas mentiroso):

La mentira es un antivalor frecuente en las personas: mentimos con mucha facilidad sin pensar en las consecuencias que ésta provoca:
Desprestigio, familiares y amigos decepcionados de quién quizá sea la persona modelo a seguir, sufrimiento de familiares, esposa, amigos,
postergación laboral, etc.

Lo contrario de Mentiroso es ser exacto, veraz, claro, verdadero...... y es que nos cuesta tanto ser así.... decir la verdad por más dura que sea
siempre nos dará libertad, pero lo más importante es que sin buscarlo siempre tendremos prestigio por ser sinceros y llegaremos sin duda alguna
a la excelencia.
Los maestros debemos inculcar en nuestros alumnos el ser honestos con Ellos mismos y decir siempre la verdad, recordemos que somos nosotros
primero quienes debemos poner en práctica éste valor.

Ama Quella: (No seas ocioso):

Que precepto tan importante y tan difícil de seguir por muchas personas. Muchas veces no cumplimos con nuestros compromisos de trabajo,
estudio o familiares por la ociosidad y flojera.

A nuestros queridos pupilos debemos inculcarle el Amor al trabajo y la investigación y expresarles que esa será la clave del éxito en la vida: Si nos
alejamos de la flojera con fuerza de voluntad y muchos deseos de superación la vida siempre nos sonreirá.

Recuerdo a un familiar muy querido que vivía en casa de mis padres y siempre me decía: "El trabajo es una bendición para mí.... gracias a mis
Padres quienes me inculcaron este valor desde niño Amo lo que hago y trato siempre de hacerlo bien"... hermosas palabras.... gracias tío.

Los profesionales de la Educación debemos siempre predicar con el ejemplo y ser realmente personas con vocación y espíritu de trabajo, solo así
nuestros alumnos seguirán un ejemplo.... un legado que ellos también harán extensivo.

Que veraces pero hermosos principios nos dejaron nuestros Incas, que resume de manera sencilla y exacta el estilo de vida que todos debemos
tener, y que han sido transmitidos de generación en generación durante siglos, y que es en realidad un paradigma hasta nuestros días.

¿Después de analizar positivamente estos milenarios principios Incaicos que debemos hacer?

Pues muy sencillo y difícil: Ponerlos en práctica y adoptarlos como un estilo de vida.

Los seres humanos no somos perfectos pero sí debemos buscar ser mejores personas día a día, en lo personal buscaré en todo momento seguir
estos principios que con Sabiduría y Veracidad nos dejaron nuestros compatriotas del pasado, seguro que decidieron inculcar estos preceptos
para poner orden y disciplina en los ciudadanos de esa época..... y hasta hoy necesitamos adoptar estos preceptos con urgencia a fin de asegurar
una sociedad más justa y con objetivos y metas en la vida.

Ama Sua, Ama Llulla, Ama Quella: Aporte de los Incas Peruanos al mundo entero: Honestidad, Transparencia y Trabajo: Clave del éxito y
realización personal y de un país.

ANTECENDETES

Esta cultura es una de las más valiosas e importantes de la historia latinoamericana. De ella, se gestó uno de los imperios más sorprendentes,
llamado “Tahuantinsuyo”.

Su historia se originó desde la ciudad de Cusco, que se sospecha se fundó cerca del año 1200 d.c. en Perú. Está rica en historias mitológicas como
la cultura griega, sólo que ésta se desenvolvió en la región Andina de Suramérica, a lo largo del Pacífico y los prominentes Andes occidentales.
Descendientes directos de los Mayas, por lo que su recorrido de expansión se estima desde Colombia hasta Chile y Argentina. Se caracterizaban
por entablar relaciones con otras culturas y pueblos, lo cual enriqueció el saber Inca, con más de 700 lenguas nativas parladas en sus tierras, pero
principalmente el quechua, es el idioma oficial.

El trono se heredaba al hijo del Rey más íntegro y hábil, que se batía en duelos de competencias sorprendentes con sus otros hermanos. El Hanan
Cusco o Cuzco Alto, y el Hurin Cuzco o Cuzco bajo, fueron las dos dinastías predominantes, las cuales se rotaban el poder.

El Sapa Inca Atahuallpa fue uno de esos príncipes vencedores, y quien además resultó haciendo historia porque fue el que recibió a los españoles
asesinos conquistadores, siendo luego asesinado por éstos en el año 1533 d.c.

La historia que se tiene oficial de los Incas, provienen de las crónicas realizadas por Garcilaso de la Vega, quien creó la “Leyenda de Manco Capac
y Mama Ocllo”; junto con Juan Díez de Betanzos, quien creara la “Leyenda de los hermanos Ayar”. Dichas leyendas eran transmitidas de manera
oral.

Luis Valcarcel modificó la versión de los hermanos Ayar en 1984, la primera crónica que se conoció sobre el origen Inca, en el año 1551. El relato de
Valcarcel lo plasmó en un libro intitulado “Historia del Perú antiguo a través de la fuente escrita”

Al igual que la cultura griega, los Incas desarrollaron toda su mitología alrededor de la naturaleza. Amaban e idolatraban la Pachamama.
También eran politeístas, es decir, creían en varios dioses. A pesar de que estaban constituidos por cientos de pueblos en diversos lugares de la
América del Sur, tenían en común la suprema deidad de la madre Naturaleza o Pachamama, junto con el Dios Inti o, que es la deidad que
representa al Sol.

Se les ha denominado panteístas porque divinizaron como tal a las lagunas, a las lluvias, a las montañas, etc. Se pensaba que todo era divinal y
prácticamente, que el Universo era el mismo Dios. Creían que el Sol era un Ser Vivo y toda una deidad que da vida a todos los seres de la Tierra y
del Sistema Solar. Eran unos astrónomos intachables y supremamente avanzados, tan así, que ni la ciencia oficial ha podido igualar sus cálculos
tan precisos.

Por encima del Sol, o Dios Inti, los sabios Incas adoraban a Viracocha o Apu Kon Titi Wiracocha, en idioma Quechua, el Padre de Inti y creador de
todos nosotros. El Padre del Padre.

Además, por el hecho de que la agricultura era su modo de vida y su economía, también atribuían todos los caracteres divinales a la siembra y sus
cosechas guiadas por Inti y por su esposa Quilla, Diosa de la Luna.

ORGANIZACIÓN ECONOMÍA INCA

RECIPROCIDAD Y REDISTRIBUCIÓN EN LA ECONOMÍA INCA

La reciprocidad y la redistribución se desarrollaron en los Andes a través de sistemas de trabajo como la minca, el ayni y la mita.
MITA: Es el trabajo por turnos que se realizaba por un periodo. Era convocado por el Inca con el fin de realizar determinadas obras.
Los mitanis salían de sus comunidades de origen y eran trasladados a otras zonas para cumplir con los trabajos solicitados, los que generalmente
estaban relacionados con la producción de bienes redistribuibles.

MINCA: Era una prestación de trabajo destinada a satisfacer una necesidad comunal. Por ejemplo, la construcción de un depósito o un puente en
las que participaban todos los miembros de la comunidad.

AYNI :Fueron las prestaciones que todo miembro del grupo podía solicitar a los demás y que más adelante devolvería. Normalmente se asociaron
al cultivo de la tierra, el cuidado del ganado y el techado de las casas.

ADMINISTRACIÓN ECONÓMICA Funcionarios designados por el inca constituyeron la burocracia que colaboró con la organización y manejo del
Estado. En general, fueron nobles cuzqueños los que ocuparon los cargos más importantes. Entre estos, destacan los siguientes:

El Totricuc: Gobernador regional

El Tucuyricuc: Inspector local y mediador de conflictos menores.

El Quipucamayoc: Especialista en el manejo de los quipus.

El Capac ñan tocricuc: Constructor de caminos imperiales.

El Collac camayoc: Administrador de los depósitos.

EL QUIPU

El quipu fue un complejo sistema de anotaciones aritmética que consiste en una cuerda principal y otras secundarias que colgaban de ella. En
estas últimas se realizaban una serie de nudos, que indicaban cantidades, mientras que los colores representaban determinados productos o
rubros.La responsabilidad de interpretar los quipus recaía sobre el quipucamayoc. Esta actividad era una suerte de tradición familiar,
transmitida de padres a hijos.

Realeza

Inca
El Auqui: Hijo del Inca.
La Coya: Esposa del Inca
Panacas Reales: Primeras generaciones de cada Pañacas (parientes).

Nobleza
Nobleza de Sangre: Restantes miembros de las Pañacas (parientes).
Nobleza de Privilegio: Personas que destacaron por sus servicios; Sacerdotes y Acllas; Altos jefes.

Ayllu
Hatun Runa: El pueblo en general (campesino).
Mitimaes: Grupos trasladados para colonizar nuevas regiones enseñando a los pueblos nuevas costumbres.
Yanaconas: Servidores del Inca y del Imperio.

Piñas: Prisioneros de guerra dependientes del Inca

Trabajo práctico

MANIFESTACIONES CULTURALES DE LOS INCAS

Los incas, llamados también ‘hijos del sol’, eran originalmente una sociedad guerrera que vivía al suroeste de la región de La Sierra. Del 1100 al
1300 d.C. se trasladaron hacia el fértil valle del Cuzco, al norte, desde donde fueron invadiendo las tierras vecinas. Hacia el año 1500 habían
creado un Imperio que incorporaba a la mayoría de las culturas de la zona y cuyos límites abarcaban desde el sur de la actual Colombia hasta el
centro de lo que hoy es Chile, además de Bolivia y el norte de Argentina; el límite oriental llegaba hasta el océano Pacífico.

Este vasto Imperio se constituyó siguiendo un modelo teocrático de gobierno en el que los emperadores incas formaban la cúspide del sistema y
eran considerados divinidades. Los incas impusieron su estilo de vida a los pueblos que conquistaron y a comienzos del siglo XVI, antes de la
llegada de los españoles, la mayor parte de la zona andina estaba bajo su dominio.Sus Manifestaciones Culturales estaban dados por:

A. Religión. La religión estuvo constantemente presente en todos los ámbitos de las labores incaicas. En las leyendas de formación del imperio
incaico, se percibe una marcada diferencia sexual entre hombre y mujer. Eran politeístas (es decir creían en varios dioses), destacando el culto al
"Dios Sol".

B. Cosmovisión. Según la mitología incaica, existían tres mundos diferentes, los cuales habían sido creados por el dios incaico Viracocha
(también conocido como Wiracocha o Huiracocha).

La división se hacía de la siguiente manera:

1. Hanan Pacha (mundo de arriba, celestial o supraterrenal): era mundo celestial y sólo las personas justas podían entrar en ella, cruzando un
puente hecho de pelo. En la tradición andina se definió al Hanan Pacha como el mundo superior donde habitaban los dioses como Viracocha,
Inti, Mama Quilla, Pachacamac, Mama Cocha, etc.

2. Kay Pacha (mundo del presente y de aquí): en la cosmovisión andina, Kay Pacha es el nombre del mundo terrenal, donde habitan los seres
humanos y pasan sus vidas.

3. Uku Pacha (mundo de abajo o mundo de los muertos): en la mitología andina, Uku Pacha era el mundo de abajo o mundo de los muertos,
de los niños no nacidos y todo lo que estaba debajo de la superficie de la tierra o del mar. Las fuentes, cuevas u otras de las aberturas de la
superficie terrestre eran consideradas líneas de comunicación entre el Uku Pacha y el Kay Pacha.

C. Dioses incaicos.

Inti:Era el dios sol y dios supremo, el cual ejercía la soberanía de la actualidad en el plano divino (HananPacha). Igualmente era hijo del dios sol
del mundo antiguo (Ñaupapacha) y reinaba sobre el ser humano en el mundo actual (Kaypacha). Inti era la divinidad popular más importante
del imperio incaico siendo adorado en varios santuarios. Se le entregaban ofrendas de oro, plata y ganado, así como las llamadas Vírgenes del
Sol.También se le hacían ofrendas humanas en el mes de los Capac hucha, la cual muchas veces consistía en reos de muerte, como dios más
importante.

Mama Quilla :Era la madre luna y esposa de Inti. Madre del firmamento, de ella se tenía una estatua en el Templo del Sol, en el que una Orden de
Sacerdotisas le rendía culto. Los antiguos moche a diferencia de los incas, consideraban a la Luna la deidad principal.

Pacha Mama :Llamada también Madre Tierra ya que era la encargada de propiciar la fertilidad en los campos. Se le tributaban ofrendas o pagos.

Pachacámac :Era una reedición de Viracocha, el cual era venerado en la Costa Central del imperio incaico. Era conocido como el dios de los
temblores, y su culto hizo un aparente sincretismo con el actual Señor de los Milagros.

Mama Sara :Era la Madre Maíz o del alimento, la más importante de las conopas (representaciones religiosas) de los alimentos junto con la coca y
papa.

Mama Cocham :Madre del Mar, a quien se le rendía culto para calmar las aguas bravas y para la buena pesca. Era la madre que representaba
todo lo que era femenino.

D. Arquitectura.La arquitectura incaica se caracteriza por la sencillez de sus formas, su solidez, su simetríay por buscar que sus construcciones
armonicen el paisaje. A diferencia de sociedades costeñas como la chimú, los incas utilizaron una decoración bastante sobria.

El principal material utilizado fue la piedra. En las construcciones más simples era colocada sin tallar, no así en las más complejas e
importantes. Los constructores incaicos desarrollaron técnicas para levantar muros enormes, verdaderos mosaicos Formados por bloques de
piedra tallada que encajaban perfectamente, sin que entre ellos pudiera pasar ni un alfiler. Muchas veces esos bloques eran tan grandes que
resulta difícil imaginar su colocación, las mejores muestras de esta habilidad se encuentran en la zona del Cuzco. Se sabe que los mejores
talladores de piedra eran collas, provenientes del Altiplano y que muchos de ellos fueron llevados al Cuzco para servir al estado.

E. Cerámica :La cerámica incaica es distinta de los estilos que predominaron en la zona centroandina en la época pre-Tahuantinsuyo. El estilo
inca se caracteriza por su producción en masa,Habiéndose encontrado evidencias del empleo de una gran cantidad de moldes que
permitieron difundir una producción sumamente estandarizada. Sus colores se caracterizan por el uso intensivo de diferentes tonos de marrón
y sepia, además del rojo, negro, blanco, anaranjado y morado, que producían una gama relativamente variada de combinaciones.

Se aprecia en la alfarería incaica la predilección por los diseños geométricos, predominando los rombos, barras, círculos, bandas y triángulos.
Las formas típicas son el aríbalo y los queros, aunque estos últimos existieron desde el Horizonte Medio y fueron confeccionados también en
madera y metal. El Estado incaico estableció distintos tipos de relaciones con los ceramistas locales y aprovechó de diferentes maneras sus técnicas
y estilos alfareros. Se movilizaron vasijas de estilo local y se las hizo circular por todo el territorio, fusionándose de esta manera las diferentes
técnicas existentes.

H. Orfebrería y metalurgiaEl área andina de Perú, Bolivia y Ecuador fue la cuna de la metalurgia a nivel sudamericano y surgió sin ninguna
influencia proveniente del Viejo Mundo.Existieron dos centros metalúrgicos uno en la zona del altiplano peruano - boliviano y otro en la costa
norte en la región Mochica-Lambayeque. De estos dos lugares se difundieron los conocimientos al sur, hacia Chile y Argentina, y al norte, a
Colombia y Panamápara llegar posteriormente a las costas occidentales de México.

11. El derecho y la aparición del Estado Inca

La aparición del Derecho y el Estado entre los Incas se debe a una relación distinta a la que hoy en día solemos tener en cuenta cuando nos
referimos al Derecho y al Estado contemporáneo. En el presente capítulo, el autor señala que es menester considerar la existencia de una cultura
sumergida entre divinidades y hombres, la misma que está revestida de condiciones diferentes a las actuales tales como la importancia a la
religión en el aspecto político y social y presencia de la divinidad como ente político. Así, en el periodo de los Incas, las obligaciones que la ley
impone emanan de una entidad divina; mientras que en el mundo contemporáneo emanan de la ley misma. Para resaltar más la relación referida
Javier Vargas también señala, al igual que el autor, que ‘‘el Derecho aparece igualmente mezclado con la religión en los pueblos primitivos, sobre
todo cuando el jefe o soberano se presentaba como el descendiente de un Dios o como su .De este modo, en “el país de los Incas”, como lo
denomina el autor, la vinculación estrecha entre religión y derecho aparece desde momentos legendarios pues existen dos versiones tradicionales
sobre la aparición del grupo humano quechua: la del lago Titicaca y la de los hermanos Ayar4 , donde se confunde las funciones de creador u
organizador del mundo con las del primer legislador. El autor de esta tesis indica que prácticamente los cronistas acuerdan en señalar a Manco
Cápac como el primer sistematizador de un ordenamiento jurídico; esta misma idea es confirmada por Garcilaso de la Vega al decir que los
“Reyes Incas” atribuían al Inca Manco Cápac todas las cosas hechas y puestas en uso, así como las cosas que aún faltaban hacer para que en
adelante sus descendientes las perfeccionasen a sus tiempos.5 Así como se atribuía al Inca Manco Cápac la calidad de primer gran ordenador; en
un tiempo posterior, el padre Las Casas señaló que el Inca Pachacútec puso la ley y el orden presentándose así testimonios más claros aún. Para el
autor es importante aclarar que la aparición de un Derecho organizado entre los Incas no parece anterior a la constitución del Estado; fenómeno
que sí ocurre en el periodo atribuido al Inca Pachacútec. La identificación que se anota entre los centros sagrados y las residenciales reales hace
pensar que si la organización social estatal (en la cual el Inca es cabeza) no es sino la repetición del mundo real en la que se desenvuelven las
divinidades; por este motivo, la aparición del Estado seria consecuencia directa de la organización ideal existente entre los Dioses. De esta
manera, en el ordenamiento jurídico incaico, se presentan dos épocas importantes las cuales pertenecen a los periodos políticos de Confederación
Cuzqueña y del Estado Inca, estando el primer periodo ubicado antes de la época del Inca Pachacútec y el segundo después de ella. La “justicia”
de la primera época debió estar regulada por los mismos consejos de ancianos que actuaban como gobernantes. El autor indica que la aparición
del Estado significa un punto crucial en la historia del Derecho Incaico pues, a partir de entonces, es este Estado quien toma a su cargo la
organización de la sociedad. Este modelo de Estado se origina de manera aun más marcada en el periodo del Inca Pachacútec. De esta manera,
empezaron a darse las reformas de carácter administrativo, político e, inclusive, en el terreno de la sucesión al poder. Centrándose en explicar en
qué consistía la llamada “Confederación Cuzqueña”, el autor indica que esta época primitiva estuvo ocupada por diversos grupos de tribus
establecidos en la zona vecina al Cuzco. Estas tribus mantenían permanentes alianzas entre sí mediante diversos mecanismos tales como el
matrimonio, las alian- ar justicia. Finalmente, el autor vuelve a reiterar la relación que se explicó entre la religión y el Derecho de los Incas. Así,
pone especial énfasis en señalar que, en la Confederación del Cuzco, la élite sigue siendo la religiosa y ésta es la encargada de las cuestiones de ese
ámbito y del judicial. Es así que, la función sacerdotal ha estado largo tiempo ligada a la interpretación del Derecho; esto se explicaba porque el
sacerdote era el representante de la divinidad que tenía el poder. Otra vinculación entre la religión y el Derecho está en la forma cómo ambos
aspectos se manifiestan en sus momentos finales. Así, sobre este primer periodo, el autor indica que si bien existen crónicas que nos acercan a lo
que fue el país incaico, sigue persistiendo una vaguedad sobre el tema.

La Sociedad y el Derecho

Como ya se indicó en el apartado anterior, el grupo de ancianos que representó el poder religioso en la época de la Confederación Cuzqueña
significó una forma embrionaria de la figura del Estado, que, en ese tiempo, ejercía el poder de representación en la divinidad y que, en épocas de
crisis, delegaba el poder en un Sinchi o Jefe guerrero que era elegido para tales circunstancias. El autor, basándose en información obtenida de
documentos históricos, señala que es en torno al grupo de ancianos encargados del poder civil y religioso, así como de los Sinchis elegidos por los
mismos ancianos, que va a formarse la casta dirigente del futuro Estado Inca. Sin embargo, los ancianos pasarán luego a ocuparse solamente del
poder religioso, aunque conservando algunas tareas en el gobierno civil; mientras que los Sinchis pasarían a controlar el poder militar. Solo
después de la aparición del Estado es que se empieza a notar la existencia de una élite jurí- dica en que las personas que realizaban ciertas
funciones administrativas cumplían simultáneamente tareas de la impartición de justicia. De esta manera, la clase superior tiene una importante
participación en la elaboración de la ley incaica; es así que las denuncias contra curacas o jefes de alta categoría podían ser conocidas por el Inca y
el acusado podía conseguir que se le conmute la pena de muerte por la de cárcel. Había, como era de esperarse, ciertas diferencias entre la élite y
el pueblo, aún en materia legal, además de evidenciarse las ventajas de orden administrativo y económico tal como lo afirmó Basadre; así, señala
que ‘‘los curacas, así como los funcionarios y los miembros de la nobleza imperial, poseyeron mujeres, esclavos, piezas de cerámica, tejidos finos,
armas y adornos preciosos. Poseyeron también tierras’’; es decir, de acuerdo al número de hijos que tuviera. De este modo, las tierras eran
entregadas a los miembros de la élite tradicional, militar o administrativa, así como a los pobladores comunes y sin ningún privilegio en lo que se
refiere a la tenencia de las mismas; lo que conllevó a que el Estado sea de cooperación, de solidaridad y de asistencia para con todos los miembros
del país incaico, pues todo lo adquirido por un miembro era propiedad de toda la comunidad. El autor vuelve a resaltar la rara ausencia de
funcionarios judiciales; sin embargo, habían dos ámbitos en los cuales se impartía justicia: uno a nivel local y otro a nivel nacional. Esto fue
determinado por la situación ordenada que se daba entre los pobladores, producto del vínculo del Derecho y la sociedad organizada por la élite.
Convencido del origen de la persona que representaba el Inca y de la fuerza efectiva que las divinidades representaban, el hombre andino, indica
el autor, depende del Derecho positivo del Estado Inca de la misma manera que aceptaba y reverenciaba la teocracia política; asimismo, este
comportamiento estaba estrechamente vinculado al tributo: contribución, además de obligatoria, necesaria. Asimismo, en la élite incaica solo
funcionó un único sistema tributario pues era el Estado quien cobraba tributos, no existían otros mecanismos distintos. Esto, de algún modo,
conllevó al orden dentro del Estado pues existía una sumisión general del pueblo hacia el Estado. De esta manera, esta sumisión impuesta por el
centro del Incanato, el Cuzco, era decisiva ya que no podían transgredirse las normas y no era tolerada la subversión; En caso de que ocurriese
algún acto contrario a esta organización, existían castigos que podían contrarrestar cualquier desorden. El autor, en su texto, señala que
podemos observar también, dentro del Estado Inca, la relación existente entre el hombre andino con el trabajo. A través de sus labores, la
Aristocracia Cuzqueña dominaba a la masa poblacional otorgando algunos beneficios tales como la incorporación de la materia “trabajo” al
Derecho. La base del Derecho era la economía andina, la cual se basada principalmente en la agricultura; es por eso que quien no trabajaba se
merecía un castigo severo. Baudin señala que ‘‘solo estaban exceptuados para trabajar los viejos, los enfermos u otros incapaces’’8 . El trabajo,
como señala Pease, no era impuesto solo a un grupo o casta social, sino a varios de ellos. Finalmente, el autor termina señalando que la
reglamentación sencilla y humana del trabajo establece una relación entre la sociedad y el Estado, entre pueblo y aristocracia, y que, por la
importancia de estas relaciones, es imposible dejar de lado los aspectos de este Derecho referidos al trabajo al estudiar la materia general que se
abarca en el texto como lo es el Derecho Inca

Origen y aplicación de la norma

Entre las más importantes, se encuentran la forma teocrática de gobierno como fuente de Derecho, así como la importancia del aspecto
consuetudinario en la aplicación normativa. Incas, como gobernadores de los pobladores, les hacían entender que cuanto mandaban y ordenaban
lo mandaba su padre el Sol, no había contradicción en ninguna cosa que ordenasen, porque todos sus mandatos eran tenidos por oráculos
divinos” ; de esta manera, se garantizaba el respeto de las normas en este sistema jurídico antiguo. Especificando, se señala cómo la falta de
escritura incide en el desconocimiento del creador particular de cada ley u ordenanza que podía adjudicarse a cada Inca específicamente. Luego,
también describe cómo los Incas, por estar dotados de la capacidad creadora y ordenadora que la descendencia divina les confería, poseían la
potestad de poder dictar leyes; esto sucedía desde los tiempos del Inca Manco Cápac, el primer Inca, y se transmitía por herencia a aquellos que le
sucedían en el poder. Al respecto, se menciona que se garantizaba el cumplimiento de las disposiciones legales porque, principalmente, el
concepto normativo se había interiorizado en la moral consuetudinaria y en los principios religiosos; aunque tampoco se descarta que se deba
unir a estos motivos el respeto y/o temor ante incumplimiento de un mandato divino. Sobre esto se pronuncia el Inca Garcilaso de la Vega y
menciona como los incas “(…) con su vana creencia tenían por mandamiento divino cualquier común mandato del Rey”10; de esta manera, se
encuentra respaldada la postura asumida por el autor de la presente tesis. Además, el Inca contaba con un grupo humano que también se
encargaba de la función normativa, en diferente medida. Así, para la difusión y aplicación de los dispositivos legales, se encontraban los
Apoconas, quienes, conformarían un Consejo Real (integrado por 4 Apoconas -funcionarios que poseían atributos judiciales y políticos-);
también, se menciona de la existencia de los Incap-Ranti, quienes posiblemente asesoraban al Tocrioc; este último, también conocido como
Tucuyricuc, sería el informante designado en lugares lejanos del gobierno central dotado con función política y algunas facultades agregadas
como la judicial o la administrativa. Del mismo modo, se cree que los Amautas tenían un rol importante en la transmisión del conocimiento legal;
si bien no se conoce, específicamente, en qué medida influía el conocimiento de estos sabios en la elaboración de leyes (si eran consejeros,
intérpretes o creadores de normas), parece evidente que jugaban un papel importante para todo Inca. También se hace referencia al Michoc como
aquel que se asemeja al juez, las crónicas afirman la existencia de estos funcionarios judiciales (jueces locales) que cumplían la labor de aplicar la
norma luego de escuchar a ambas partes en un conflicto y, así como también se les consideraba como funcionarios administrativos. Sin embargo,
en esta enumeración de encargados y funciones en la distribución en el sistema de justicia Inca, afirmar exactitudes no sería posible, lo único que
se puede lograr es una aproximación; esto dado que los escritos de los cronistas, como única fuente, no son totalmente certeros. El autor mantiene
la visión de considerar que los sesgos culturales de muchos de los cronistas influían en la descripción que hicieron sobre la realidad que
observaban en el mundo andino y era inevitable realizar el símil entre lo que ellos conocían, lo occidental, y lo que estaban descubriendo, lo Inca.

El Concepto de Delito

En el sistema incaico, un delito se originaba en un tabú social; la palabra “tabú”, en ese sentido, hace referencia a una prohibición que ocasiona la
reacción automática del poder en forma de un castigo o sanción no determinado con exactitud. Por otro lado, el poder sancionador provenía de la
divinidad que usaba al Estado, y a su representante máximo: el Inca, para castigar lo que consideraba como una infracción a los principios que
impartía. De esta manera, un precepto social y religioso adquiere forma de ley al recibir protección estatal y al ser respaldada por una sanción que
usa la fuerza del Estado. Es así como las normas consuetudinarias (costumbres sociales impulsadas por principios religiosos) serán luego
asimiladas por el Derecho. En este sistema de normas, no se toma en cuenta la intencionalidad del sujeto al infringir la norma o quebrar el tabú
puesto que la ofensa a la divinidad se ha producido y debe ser sancionada; por esta razón, no existen ni atenuantes ni agravantes para las faltas
que puedan cometerse. En el mismo sentido, otros autores han mencionado que “este carácter (teológico o religioso) de las normas se explica al
tener en cuenta que el Inca o Jefe del Estado era considerado como un dios, de manera que las normas que dictaba tenían alcance de precepto
religión . Derecho Inca inicia la consolidación de sus normas en el ámbito consuetudinario por costumbres sociales de origen y contenido
religioso. Luego de resaltar este aspecto, el autor entra a tallar en la idea de “delito” que se tenía en aquella época, el famoso saludo de los incas
“ama qella, ama llulla, ama suwa” no era una fórmula o resumen de las leyes incaicas, sino que se trataba de un saludo en el que se llamaba la
atención del sujeto saludado y se le señalaba que quien hablaba no era un delincuente. De la misma forma, existen muchas otras costumbres y
preceptos que han sido malinterpretados por los cronistas y se han visto modificados de su original sentido; esto se debe a que los cronistas
observaban estas creencias y comportamientos desde una óptica española, medieval y cristiana que hacía que su visión de los fenómenos en la
sociedad Inca esté predeterminada por esos parámetros, alterando así la esencia de la costumbre. Como ejemplo de lo señalado, podemos
observar lo señalado por el cronista Pedro Cieza de León que en sus escritos repite en múltiples oportunidades el término “pecado” cuando se
quiere referir a lo que se consideraba “delito”; así, se lee: “oí decir que si por ellos era sabido de alguno que de tal pecado hubiese cometido,
castigaban le con tal pena que fuese conocido y señalado entre todos”12. Cuando se refiere, este cronista, al castigo se debe entender como pena
que se imponía a ciertos comportamientos que eran considerados “pecado”, término que de por sí pertenece al ámbito religioso, específicamente
católico, y no al ámbito jurídico incaico. En culturas como la incaica, la costumbre legal no puede ser separada completamente de la costumbre
religiosa puesto que ese es precisamente su origen y su esencia. El temor al castigo de la divinidad es lo que hacía que las personas respeten esos
preceptos, la sanción del Estado vino después y no era la sanción más temida; todo lo contrario, el castigo de la divinidad era el mayor aliciente
para la realización de la conducta querida y la sanción estatal era una muestra de como la divinidad alcanzaba a la persona, desde el hatun runa
más humilde hasta a un miembro de la nobleza Inca que haya cometido alguna acción que vaya contra su divinidad, su autoridad (el Inca) o su
rango y linaje. Pease señala que los preceptos incas eran generalmente aplicados a casos concretos dejando de lado algunas características básicas
de las normas actuales del Derecho, como lo son que estas se basan en la generalidad de la norma y que estas rescaten y exijan siempre un
carácter impersonal en la regulación; estas características no se encuentran presentes en el incanato. A lo largo del apartado, se hace una somera
clasificación de los delitos:

En primer lugar, están los delitos contra el Estado, el Culto y la persona sagrada del Inca. Dentro de este apartado, se menciona que, al ser
considerado como una obra divina, el Estado tenía una protección extra; esto se demostraba al castigar fuertemente los delitos que atenten contra
él, ejemplo de esto es el delito de rebelión o sublevación que era considerado como una ruptura del orden divino establecido por la divinidad. En
forma similar, se presenta la violación de las propiedades que tenía el Estado (robo de especies estatales o animales), la destrucción de cualquier
tipo de obras públicas o cualquier tipo de acción que contribuyera a crear desorden; esto se debe a que la ruptura del orden legal es equivalente a
la violación de un status divino lo que generaría una inmediata necesidad de reparación del orden establecido por la divinidad. Asimismo,
siguiendo con este tema, existió también una ley que ordenaba especiales castigos para quien atentara contra la integridad de la persona sacra
que era el gobernante del Tahuantinsuyo: el Inca; ante esto, hay que tener en cuenta que no sólo se protege a la persona en sí, sino que también se
resguarda a todas las disposiciones que emanen de él. El segundo lugar, se hace referencia a los delitos contra la persona. Según el autor del texto,
se castigaban los delitos contra la vida y contra la salud (lesiones). Así, el homicidio tenía diferentes condiciones que hacían variar la gravedad en
función de la persona que se convertía en sujeto pasivo del delito; si la persona era sagrada, el delito era recién considerado como tal y tenía
consecuencias graves. En esta cultura, se entendía que la muerte podía ser producida por hechizo utilizando fuerzas mágicas contra la persona
agraviada; se identifica también el homicidio como consecuencia de otro delito (robo, por ejemplo), así como el asesinato del hombre por parte de
su mujer y el asesinato en caso de adulterio. Con respecto a las lesiones, hay una tendencia a reparar el daño causado mediante una
indemnización, generalmente en especie. En tercer lugar, se mencionan los delitos contra la propiedad. Para los incas, la propiedad tenía un
carácter colectivo puesto que el propietario de la tierra de labor no era el campesino que la trabajaba, sino que el titular era el ayllu al que
pertenecía y, a través de este, era el Estado el que manejaba las tierras, pero se podría afirmar que en última instancia era la divinidad quien era
la propietaria de todo lo existente. De esta manera, la propiedad individual estaba absolutamente restringida a un tipo de usufructo temporal por
el periodo de un año; a pesar de esto, los frutos de la tierra sí eran de propiedad del hatun runa. Aquí se crea una relación mística entre la cosa y
su dueño puesto que, como señala el autor, la divinidad era la verdadera dueña de todo por lo que mientras la relación entre la cosa y la persona
era una, la relación entre la divinidad y la persona era otra; de esta manera, se formaba una doble vía de relación. En cuarto y último lugar, el
autor presenta los delitos sexuales desde la sodomía13, pasando por la prostitución y la violación hasta llegar al adulterio. Para poder entender la
situación de aquel tiempo, hay que tener en cuenta que los cronistas que rescataron las costumbres en este aspecto aplicaron sus propios criterios
morales y religiosos. Esta visión occidentalizada y conservadora ha podido generar errores de apreciación, tergiversando algunas de las
costumbres, dándole un matiz pecaminoso o delictivo a ciertos comportamientos que en este contexto no eran considerados como tales. Hecha
dicha advertencia, con relación a lo señalado, hay casos como el de la poliginia14; el que según la moral cristiana que influenciaba las normas
españolas era un delito y un pecado, pero que en el mundo Inca estaba permitido y era una práctica común entre miembros de las elites que
obtenían el privilegio de mayores tierras para el cultivo (esto debido a que se le otorgaba una porción de tierra por cada mujer que tenía). Por otro
lado, la sodomía en la moral andina estaba permitida para casas particulares en los que se autorizaba los contactos sexuales anormales por
razones estrictamente rituales y que se realizaban en santuarios determinados; esto también se relaciona con la prostitución sagrada, la cual no
era vista como algo pecaminoso, sino que era considerada una práctica común en la que los sacerdotes iniciaban a las mujeres en la vida sexual
considerando que se hacía uso de un poder sagrado

El castigo y sus formas

Para poder entender los castigos correspondiente a los delitos del mundo incaico hay que tener en cuenta que los cronistas asimilaron
inconscientemente su mundo cultural al andino y trasladaron a él los conceptos penales europeos. De esto podemos deducir que el castigo que se
impone es “divino” y no “legal” puesto que el delito no es visto como una falta al ordenamiento, sino como una falta contra la divinidad; esta idea
es relacionada, por Pease, con el ritual adivinatorio denominado laxcallpa; en el cual, se interroga a las fuerzas sobrenaturales sobre la inocencia o
culpabilidad de los reos y, muchas veces, se dejaba en sus manos el castigo que debía imponerse al delincuente. De esta manera, es la divinidad la
que decide quién es culpable y quien no, sin mayor utilización de medios probatorios; esto demostraría que la premisa del autor es cierta pues las
sanciones tienen un sustento “divino” y no “legal”. A pesar del origen divino de las sanciones, existían mecanismos más terrenales de castigo a los
delincuentes. Uno de ellos era el uso del Sancahuasi, un establecimiento carcelario subterráneo que existía cerca del Cuzco, este estaba cubierto y
empedrado con superficies puntiagudas y era habitado por animales salvajes como felinos, serpientes e insectos; en ese recinto, eran recluidos los
malhechores y todo aquel que atentara contra el Estado o el Inca. Es mecanismo de castigo consistía en que si al término de veinticuatro horas no
eran muertos por dichos animales, los sacaban y se reconocía su honradez pues se les consideraba protegidos por las divinidades y eran
exculpados del delito (esto es lo llamado “ordalía” que es similar a decir “juicio de Dios”). Otro ejemplo es la Hiwaya, mecanismo de castigo que
implicaba lanzar una piedra enorme sobre el culpable y esto hacía que, supuestamente, se cause su muerte, pero, en caso no sucediera, la vida del
reo quedaba perdonada. En el mismo sentido, sobre el tema de los castigos impuestos como penas, se dice que “las penas eran múltiples y
escarmentadoras. Fluctuaban entre la represión y la muerte, pasando por el tormento y las mutilaciones” de esta manera, era posible observar
que la mayoría de los castigos eran físicos. Luego de evidenciar que es la divinidad la que imponía la sanción para los Incas, el autor también
menciona las diferencias en el sujeto sobre el que recae el castigo. El hombre de la élite y el del pueblo configuraban dos sujetos distintos para el
Derecho Inca; al plebeyo sublevado, por ejemplo, le tocaría un castigo más severo que a un noble que cometiera la misma acción. Se dice que el
ridículo público y la pérdida del cargo oficial causaban más daño al noble que el exilio o la tortura practicada al hombre pobre puesto que el
prestigio del noble tenía mayor valor que la misma vida del hatun runa común. Además de lo señalado, en caso de una sublevación, un noble
quedaba impune y reivindicado si lograba triunfar y hacerse del poder; esto demuestra que la ley tenía variedades desde el punto de vista del
sujeto basándose en las clases sociales. El castigo tenía su base en el principio de retribución que implica que, al haberse alterado el orden natural
establecido por la divinidad, se exigía una acción que cree una compensación por esa alteración; entonces, se debía dar una reparación por haber
violado el orden divino que debía ser repuesto de alguna manera. La reparación o retribución mencionada aparece como el motor de la justicia
Inca. Con respecto a la clasificación de los delitos, también existían distintos castigos dependiendo del tipo de delito: En el caso de los delitos
contra el Estado, el Culto y el Inca; se daban sanciones originadas en primitivos tabú que castigaban incluso la más simple desobediencia de
ordenes llegando a aplicar hasta la pena de muerte. Según el autor, citando a Huamán Poma, estos delincuentes eran muertos y luego se hacía de
sus cráneos vasos para brindar con ellos en ciertas ceremonias. Los delitos contra el Inca no eran los únicos, también se castigaban las faltas
contra la nobleza y contra las acllas (conocidas también como ñustas o vírgenes del sol). En ciertos casos especiales, se daban castigos
comunitarios, por ejemplo en el caso de las comunidades o poblaciones sublevadas en masa o que traicionaban a la autoridad sagrada. En el caso
de los delitos contra la persona, se castigaba el homicidio y el asesinato por hurto con una reparación que podía llegar a ser equivalente a la vida
del delincuente dependiendo de que fuera lo hurtado y de otras circunstancias. Por otro lado, los delitos contra la propiedad tenían sanciones
tales como la pena de azotes, el destierro, entre otros; el destierro, en particular, era una sanción grave puesto que estar alejado del Cuzco, centro
sagrado, significaba estar alejado del ámbito de protección de la divinidad. Por último, en el caso de los derechos sexuales, se establece que era
posible llegar a la pena de muerte en el caso de los sodomitas; mientras que en el caso del adulterio, la prostitución y los demás se tenían penas
que iban desde el destierro hasta la muerte.

12. EL ESTADO INCA

los Incas no tuvieron un sistema de escritura, sólo cuerdas y nudos, de modo que sus leyes no han llegado hasta nosotros; 2) lo que sabemos
acerca de ese Derecho proviene de los conquistadores españoles que no son dignos de entero crédito a este respecto; 3) los relatos o versiones
existentes son muy incompletos para reconstruir el sistema.
Cierto es que los Incas carecieron de escritura en el sentido que la cultura occidental da a esta palabra; pero tampoco quedan leyes escritas de
otros pueblos cuyo sistema jurídico se estudia científicamente. Sabemos aceran de ellos no sólo por testimonios españoles directos sitio también
por crónicas escritas por indios (Guamán Poma), mestizos (Garcilaso) y aún españoles "aindiados" (Betanzos). La crítica externa de autenticidad
y de procedencia y la crítica interna de sinceridad y exactitud son viables tratándose de todos estos testimonios directos en razón de su
multiplicidad, la variedad de los puntos de vista, las diferencias de condición de los autores (soldados, juristas, sacerdotes, etc.) y, sobre todo, por
sus múltiples orígenes (experiencias personales, versiones de testigos o actores y de descendientes de ellos y afín informaciones de indios, sea
quipocamayocs, miembros de la familia imperial, miembros de la nobleza regional o local u otras personas). Por otra parte la finalidad de dichos
documentos es muy Heterogénea, existiendo en unos casos el propósito de desacreditar a los Incas, en otros el de defenderlos o el de estudiarlos
en forma objetiva, lo cual ayuda también a una amplia valoración crítica.

Además esta relación con el Derecho inca puede recogerse datos no sólo de las crónicas sino también de las actas de cabildos de las ciudades, de
documentos sobre posesión y propiedad de tierra, pleitos de comunidades, etc. es decir de variadas fuentes de Derecho legislado, convencional y
judicial.

El Derecho Inca influyó en el Derecho indiano y quedó rigiendo, era latirte, como Derecho consuetudinario, en el Perú posterior a la Conquista.

El método comparado, aplicado en forma prudente y juiciosa, puede iluminar muchos aspectos de este sistema.

En suma, la tesis de Wigmore carece de validez eximida desde el punto de vista rigurosamente objetivo. En caso de ser aceptada habría que
renunciar también a estudiar la economía, la sociedad y la organización política de los Incas, es decir la totalidad de su historia

se puede conocer el derecho inca

EL ORIGEN Y EL DESARROLLO DEL ESTADO INCA

Como ya se ha dicho anteriormente, las sociedades primitivas conciben únicamente las agrupaciones dentro de vínculos de parentesco. El Estado,
en cambio, surge después del contacto entre pueblos de diversa contextura y resulta, por lo tanto, de una relación de dominio aunque los
dominadores, entre sí, estén enlazados por vínculos de sangre, acentuando su importancia en las "sociedades hidráulicas". Dicho dominio
significa una vida social clasificada. El símbolo de esta situación hallase expresado en la obligación, que los dominados tienen, de tributar. Las
sociedades primitivas, es decir homogéneas, no conocen el tributo. Después del choque que ha producido el fenómeno estatal, los vencedores, o
sea los conquistadores, reclaman la tierra como dominio teórico y, de hecho, exigen productos agrícolas o industriales, o ganado, o seres
humanos: en suma, lo que es importante para la vida. En cambio, otorgan a sus súbditos, protección. Los súbditos hallan en los funcionarios del
Estado y en el jefe del Estado o monarca, una defensa contra sus antiguos señores locales (en toda América llamados, por los españoles, caciques),
contra los bárbaros extranjeros y contra todo aquel que pretenda romper la paz establecida. Inclusive, a las entregas hechas por los súbditos, el
monarca suele ordenar, en casos de Estados prósperos, contraprestaciones, es decir devoluciones, en forma de donaciones o de presentes, con
motivo de fiestas religiosas o políticas o casos de emergencia.
Para el cobro de tributo, los miembros del grupo dominador se transforman en funcionarios. Dicha casta de funcionarios aumenta cuando la
expansión del Estado lo lleva a lugares lejanos. Pero una serie de factores coincidentes con todos estos hechos, hace que, en muchos casos
históricos, a su vez, los funcionarios resulten subordinados a una autoridad superior, la autoridad del monarca.

El proceso que acaba de esquematizarse aparece en el caso del Estado Inca. Pero el de los Incas no .fue seguramente, como se ha dicho, el primer
Estado erigido sobre suelo peruano. Dentro de su historia cabe distinguir cuatro etapas, precedidas por una "época de turbulencias" en que
domina un cuadro de confusión, mayor aún en la sierra que en la costa, donde siquiera subsisten, aunque degenerados, los estilos Nazca y
Mochica. He aquí esas etapas:

1- El momento de aparición y establecimiento de las tribus Incas de raza quechua en el territorio del Cuzco. Agrupados los invasores en
ayllus, o sea en grupos unidos entre sí por el parentesco o por comunes tareas, debieron aparecer hacia 1200 en ocasiones sucesivas por el
camino de Paccaritampu, empleando con los primitivos habitantes la fuerza o la alianza y luchando a veces entre sí. De tales hechos, hasta
el predominio que finalmente logró el ayllu llamado de Ayar Manco, queda un vago recuerdo en las fábulas de los hermanos Ayar y de la
aparición de Manco Cápac y Mama Ocllo en el Titicaca, como emisarios del Sol.

2- El proceso de expansión del señorío de los Incas, primero en el Cuzco mismo, luego en las zonas vecinas, con una dirección sur antes que
norte y dentro de la sierra antes que hacia la costa, sin que llegase a establecerse un dominio permanente. Proceso que tiene su momento
más dramático en las luchas con las tribus chancas, hacia el siglo XIV. Ocurre, por lo general, en los Estados militares jóvenes cuyo ímpetu
ha ido estimulándose en sucesivos choques con fuerzas extrañas y vecinas, que, de pronto, encuentran un adversario inesperadamente
fuerte y temible. Entonces o sobreviene el colapso del poderío que estaba creciendo o él renace con un vigor incrementado que al golpe sin
precedentes contesta con energía sin precedentes y desemboca en el apogeo imperial. Los chancas, guerreros de raza colla, llegaron a
irrumpir sobre el Cuzco durante el reinado del séptimo u octavo Inca, llamado, según unos, Viracocha y, según otros, Yahuar Huaca o
Yaguar Guaca o Inca Yupanqui que, presa del pánico, evacuó la capital junto con el heredero Urco o Urcon. Peto el príncipe Yupanqui,
llamado también Hatun Túpac, con un grupo de nobles, llegó a reunir a los guerreros cuzqueños, y alegando haber recibido ayuda divina,
venció y ahuyentó a los invasores. Las regiones selváticas del Huallaga y del Marañón debieron servir de refugio a parte de éstos (aunque
hay referencias posteriores acerca de los chancas al servicio de los Incas en campañas punitivas). Y como premio de su gran victoria, el
príncipe debió ser proclamado soberano en vida de su claudicante padre y con quebrantamiento de los derechos de su hermano, tomando
el nombre de Pachacuti.

3- La conversión del señorío inca en Estado imperial después de la crisis vencida por Pachacuti. El suceso que señala más precisamente esa
culminación es el sometimiento de las zonas central y norte de la costa y parte del Ecuador, comprendiendo así el señorío de Chincha, el
santuario de Pachacamac y, sobre todo, el señorío de Chimú (hacia 1470). La llegada de los ejércitos y de los funcionarios Incas al sector
más representativo de la cultura en el litoral, implica no sólo la ocupación de un territorio dilatado, sino también la unión política entre
cordillera y costa. Se vinculan a este gran acontecimiento al lado de la figura del noveno Inca Pachacuti, la del décimo Túpac Inca Yupanqui
(entre 1463 y 1493 más o menos). Bajo estos reinados y el del undécimo Inca Huayna Cápac (1493–1527), viene el período de apogeo. No está
exenta esta época de guerras desgraciadas como la emprendida contra los salvajes mojos y chiriguanos: ni está tampoco exenta de revueltas
como la de la región del Titicaca o de discordias, como lo prueba la deposición de algunos generales y las dificultades que aún el poderoso
Huayna Cápac tuvo que afrontar con los nobles. Pero la grandeza del imperio llega, á pesar de todo, a proporciones inigualadas y sus
limites comprenden entonces las actuales repúblicas del Perú y Bolivia y parte de las de Ecuador, Chile y Argentina, sin llegar a subyugar a
los bravíos araucanos en el sur y a los chiriguanos en el este. Se ira producido, sin embargo, un fenómeno de excesivo crecimiento del
Estado, y la alegada fundación de Tomebamba en el actual Ecuador, señala ya los comienzos de una partición.

4- Por último, después de la muerte de Huayna Cápac en 1527, viene el período final: la guerra civil entre el Norte y el Sur del imperio (en la
que triunfa con Atahualpa, sobre la vieja nobleza cuzqueña, el militarismo de frontera fortalecido por las grandes conquistas).

La extensión enorme que el Estado llegó a tener, explícase por las características extraordinarias de los Incas y también por un conjunto de
factores adicionales, a saber:

1- Las espléndidas condiciones de la región del Cuzco como zona nuclear para el abastecimiento de hombres y suministro de provisiones
y su proximidad a la zona donde abunda el principal elemento para el suministro de lana y carne (charqui) y para el transporte de
carga a larga distancia: la llama. La imposibilidad en que las culturas costeñas estaban para contar con estas ventajas debido a la poca
extensión de los valles, es una de las causas de sus limitaciones locales o regionales.

2- El carácter extenso y difícil del territorio. En un suelo como el de Europa, donde las comunicaciones han sido siempre fáciles y donde
las llanuras y los ríos navegables han permitido vincularse a los pueblos, ningún grupo conquistador, por valiente y hábil que haya
sido, ha podido dominar fácilmente en una gran extensión territorial, pues las alianzas entre las distintas poblaciones amenazadas
han impedido el fortalecimiento de toda autoridad imperial excesiva. En cambio, en continentes de inmensas distancias como Asia y
como América, en la antigüedad, un pueblo conquistador ha podido obtener la victoria agrediendo sucesiva y aisladamente a distintos
grupos territoriales que no han podido aliarse contra el enemigo común.

3- La situación de relativa homogeneidad entre gran parte de las poblaciones que los Incas fueron dominando, quizá debida a que ellas
tenían común origen o a que, acaso, por lo menos en parte, habían recibido, siquiera una vez, cultural, religiosa o políticamente, otra
fuerza centralizadora. Esta unidad esencial es la que ha llevado a la expresión "zona andina central" o "zona peruana nuclear".

4- La forma cómo los Incas disminuyeron, en lo posible, dentro de los recursos de su mundo cultural, los dos grandes enemigos que en la
antigüedad tuvo todo intento de mantener y organizar una expansión imperial: las distancias geográficas y la dispersión de los
habitantes. A las distancias geográficas opusieron ellos los caminos, con sus correspondientes servicios de "tambos" o lugares de
descanso y aprovisionamiento y de chasquis o mensajeros. A la dispersión de los habitantes, opusieron un excelente servicio de
estadística demográfica y de tributación, con notables posibilidades informativas, a cargo de funcionarios especiales mediante los
quipos. Ni los caminos ni los quipus estuvieron al alcance de las comunidades locales, ni de los curacas o señores regionales ni de
ningún individuo aislado; sólo los usaron los funcionarios o servidores del Estado. De un lado, hubo una población dispersa sobre una
vasta superficie geográfica cultivando la tierra en forma comunal y aglomerada, sobre todo, en pequeños centros (aldeas). De otro lado,
una autoridad central inexorable aunque protectora en lo que a las necesidades mínimas de esa población se refiere. Es decir, surgió el
contraste entre la unidad imperial civil y militar, única fuerza con dimensión superlocal y la multiplicidad de los dispersos pequeños
núcleos productores. Toda la vida inca se redujo, pues, en realidad a la esfera de la vida local y á la del Estado, monopolizando éste la
estadística y los caminos. Los organismos o instituciones regionales o sea supra-locales fueron absorbidos o quedaron incorporados
dentro del Estado.

5- La política de defensa del orden público seguida por los Incas y que el alerta monopolio de los caminos y de la estadística facilitó. Dicha
política incluía la incorporación pacífica de poblaciones sometidas, la creación de condiciones sicológicas favorables a la obediencia
voluntaria, variadas medidas de seguridad militar y un extremo rigor penal para cualquier intentona de rebelión o subversión.

Con la simple costumbre tendió la norma jurídica a confundirse a veces, si bien es ella identificable por el carácter coercitivo que, de hecho, tuvo o
que su inobservancia pudo crear; y por su relación con instituciones o actos que pertenecen estrictamente al Derecho. Llegaron, además, a
presentarse entre los Incas casos en que el Derecho se irguió contra la costumbre: cuando fue impuesto "desde arriba", como ocurrió, tratándose
de regiones recientemente conquistadas, a propósito del trabajo en las tierras del Sol o del Inca, del tribuno humano o en especie, del matrimonio,
endogámico o monogámico, etc.

Empezó a producirse, al mismo tiempo, la separación o distinción entre sociedad y Estado, necesaria, para que vaya diferenciándose Derecho y
moral. Cierto es qué el Estado de los Incas dio a buena parte de sus normas un contenido ético y elevó a la categoría de deberes públicos los
preceptos de no ser ocioso, no ser perezoso, no ser afeminado, etc. En dichas normas, valores más tarde considerados como puramente
individuales, resultaron mirados como sociales y jurídicos. Pero se trata de una confluencia o simultaneidad de calificaciones. Pudo suceder, por
otra parte, que determinadas leyes de los Incas resultaran indiferentes á la moral (como es el caso de ciertas disposiciones de orden
administrativo, por ejemplo las divisiones en grupos de diez, cincuenta, cien o mil familias). Hubo aún algunas leyes contrarias a la moral de
determinadas regiones del Imperio, como la entrega de las acllas como presentes a ciertos funcionarios u otras personas. Ocurrió también que
normas que cabe llamar morales, fuesen consideradas exclusivamente desde el punto de vista administrativo; por ejemplo, la monogamia
restringida al pueblo, mientras la nobleza practicaba la poligamia con el objeto dé aumentar el número del grupo social dirigente.

Sin perjuicio de esta estratificación bicolor o multicolor, los incas mantuvieron en lo que no dañó a sus objetivos estatales, el Derecho pre–
existente. Dice Garcilaso: "Ordenó (el Inca Pachacuti) muchas Leyes y Fueros particulares, arrimándose a las Costumbres antiguas de aquellas
Provincias donde se avian de guardar, por que todo lo que no era contra su Idolatría, ni contra las Leyes comunes, tuvieron por bien aquellos
Reyes dejarlo usar a cada Nación, como lo tenían en su Antigüedad". Y es que la expansión Inca constituyó un proceso que dio lugar, a una noble
"recepción": la "recepción" de las autoridades del idioma, el culto, las costumbres de los pueblos sometidos, dentro del conjunto de la vida Inca y la
"recepción" de las normas provenientes de los Incas, que fueron puestos en vigor dentro de los pueblos sometidos. Estas últimas normas, de
origen centralista, que constituyeron propiamente un Derecho imperial, surgieron sólo en la medida en que actuó una política unificadora de las
localidades o regiones dispersas y variadas. Aquí bien pudo ocurrir que se produjeran situaciones en cierta forma análogas a las que
determinaron el surgimiento del Derecho romano vulgar en los territorios sometidos a Roma
EL DERECHO PRE–INCA

Cuando estudiamos el derecho de los pueblos primitivos tenemos que referirnos y diferenciar lo que es costumbre y lo que es norma jurídica:
Aquello que se vio hacer por primera vez se aceptó como conforme y se repite (costumbre), se convierte en regla de conducta para el futuro y su
desconocimiento suscrita el rechazo del conglomerado social. Es después de esa primera etapa, más o menos larga, que la autoridad establecida,
cualquiera que fuere su origen, impone la norma cuya violación es sancionada.

Ambas vivencias, costumbre y norma jurídica, tienen una naturaleza coactiva; el desprecio y a veces el repudio de la comunidad o l sanción
compensatoria o intimidatorio cuando se inobservan.

Lo pueblos prehispánicos que poblaron el territorio americano, no podían escapar a esta constante histórica. La costumbre transformada en
norma que se conocía a través de sentencias, o frase transmitidas por la tradición oral, regulaba la vida ciudadana.

El Imperio aplicó la norma abstracta que si bien no fue escrita, se transmitía en las sentencias refranes o mandamientos que se comunicaban
oralmente como el famoso "no seas ladrón, ni embustero, ni perezoso".

"Leyes escritas no las conocían, sino que conservaban por la tradición las leyes (sentencias) pronunciadas por su jefes y por el uso y observancia en
que vivían".

LAS PERSONAS Y EL REGIMEN DE SUS BIENES

Estaba circunscrito a aquello que cada persona producía.

Los agricultores entregaban una parte de su cosecha para procesar esos alimentos y guardarlos en los depósitos especiales para las épocas de
sequía.

A nadie se le exigía más que a los demás y a nadie se les exigía nada que no fuera capaz de producir, cosechar o cazar.

La Tierra

En la sociedad inca, la ³Tierra´pertenecía a toda la comunidad y se distribuía entre los ayllus, para su explotación.

El Inca otorgaba a cada ayllu el derecho de usar en su beneficio una parte de la tierra.

Cada año, los curacas la repartían entre las diferentes familias, en parcelas cuyo tamaño dependía de la cantidad de miembros, asegurando una
alimentación suficiente para todos.

Comercio de vienes

En el Imperio existía producción controlada y se repartía la producción para satisfacer sus necesidades en forma suficiente y el resto era para
tributar, pero existía un margen excedente de producción y esta era llevada a los “catus” o mercados donde se realizaba la mita o trueque de
productos.
USO DE SUS DOMINIOS

Los incas constituyeron un imperio muy poderoso que alcanzó su máxima expansión territorial en la misma época en la que Cristóbal Colon,
comenzaba desde el viejo continente, mas precisamente de España, su viaje hacia lo desconocido. El imperio inca ocupó desde las sierras del sur
del actual Colombia hasta el norte de Chile y de la Argentina, y desde la costa del océano Pacifico hasta el este del valle del río Amazonas.

Es importante saber que los incas eran un pueblo nativo de las sierras y desde allí dominaron, a los pueblos más pequeños de otras zonas, y todo
gracias al uso de la fuerza, ya que la guerra era una de sus actividades ms importantes. Su capital se encontraba en la ciudad de Cuzco, territorio
considerado por ellos mismos como el centro del universo.

Si bien dijimos anteriormente que la agricultura era la base de su economía, el dominio de los pueblos que habitaban diferentes terrenos les
permitió obtener, mediante el pago de tributos, producto a que ellos no podían fabricar o producir. Además en cuanto a lo social, los Incas
funcionaban sobre la base de la reciprocidad y la redistribución.

EL DERECHO PRIVADO INCA Y SUS CARACTERISTICAS

Debido al afianzamiento del colectivismo, la propiedad predial o inmobiliaria, no podía ser objeto de compra venta y por tanto casi no existía el
Derecho Privado. En cuanto a los Derechos Civil y Comercial, tuvieron sólo un desarrollo incipiente, porque todos los habitantes del Imperio
Incaico tenían carácter autárquico, es decir que casi todos sabían hacer de todo y casi no necesitaban de los demás; así: levantar su casa, trabajar
la tierra, manufacturar sus herramientas, fabricar sus armas, trasquilar sus ovejas, preparar sus alimentos, tejer, preparar calzado, preparar
bebidas, fabricar utensilios del hogar, cerámicas, muebles, alfarería, etc.

En cambio el Derecho Público, tuvo un gran desarrollo por la considerable cantidad de derechos y obligaciones del individuo frente al Estado y
viceversa.

DIVISION ENTRE LAS PERSONAS

-EL INCA: Hijo del Sol y máxima autoridad, era el nexo entre los pobladores del imperio y el universo de dioses y ancestros.

Administraba los recursos, realizaba obras públicas, establecía alianzas y también declaraba guerras. El principio de dualidad
funciono también para el Inca, un Inca Hanan y otro Inca Unin.

-AUQUI: En el Tahuantinsuyo no funciono la noción de primogenitura para la sucesión en el gobierno sino que se convertía en Inca
aquel que podía ser mejor gobernante. Todos los posibles incas pasaban a ser Auquis mientras el Inca vivía.

-COYA:La Coya era la esposa principal del Inca y pertenecía a su misma panaca, por eso se la consideraba su “hermana”. En realidad,
este termino se refería a todas las personas de la misma edad del monarca que formaban parte de su extenso grupo familiar.
-ÉLITE CUZQUEÑA: Formada por los parientes directos de los incas o miembros de sus panacas. Cada gobernante tenia su propia
panaca, compuesta por sus esposas, hijos y descendientes. La nobleza era poderosa y sus integrantes fueron conocidos como orejones.

-ÉLITES LOCALES: Formada por los curacas, las máximas autoridades de un curacazgo o grupo étnico. Organizaban a la población
a su cargo, repartían los bienes y tierras, presidían los ritos agrarios y eran el nexo con los dioses.

-HATUN RUNA: Su nombre significa hombre grande y la mayoría se dedicaba a la agricultura. Formaban parte del ayllu y
constituían la mayor parte de la población.

-MITIMAES: Grupos familiares que se trasladaban fuera de su territorio para cumplir un servicio por un periodo de tiempo.
Conservaban los vínculos de reciprocidad y parentesco.

-YANACONAS: Dependían completamente del Inca y su situación era parecida a los de los mitimaes, con la diferencia de que los
yanaconas perdían todo vínculo con su grupo familiar.

-EL AYLLU: El ayllu fue el fundamento social y económico del incanato, fue la reunión de grupos familiares que podrían comprender
hasta mas de 500 personas, los cuales estaban unidos por un vinculo de sangre, vinculo religioso y vinculo del suelo ya que todos eran
dueños de la tierra donde vivían, trabajaban en ellas, enterraban a sus muertos y les rendían culto para ser protegidos.

DIVISIÓN DE PROFESIONALES

Esta división se daba a partir de los nobles por linaje, por nombramiento o por parentesco y estaban consagrados a las tareas
de gobierno, Administración o al Culto. A la astrología, a la filosofía.
Los plebeyos o del pueblo, realizaban oficios o profesiones de carácter práctico. I Las ocupaciones más importantes eran: agricultor,
pastor y minero. Los artesanos formaban otro grupo: pintores (paredes, queros, mates) carpinteros, canteros, olleros, plateros,
bordadores, rederos, tejedores, etc I Los artistas eran los que cultivaban la música, el canto y la farsa (bufones) I También las mujeres
desarrollaban oficios tales como: costurería, panadería, cocina, arte vicerámico y textil.
Los adivinos, encantadores, hechiceros y curanderos eran considerados oficios bajos ydespreciables y sólo actuaban para el pueblo,
pero con autorización de las autoridadesdel ayllu, y dentro de ciertos límites.
DERECHO FAMILIAR INCA

La Familia de cada Inca formaba un Ayllu Real que recibía el nombre de Panaca. El único hijo del Inca que no formaba parte de la
Panaca era su Heredero (el próximo Rey); porque esté último, cuando llegara a ser Rey, formaría su propia Panaca.

Las Panacas o Familias Reales.- La familia del Inca formaba el Ayllu Real, que recibía el nombre de PANACA, conformaban el primer
rango de la Alta Nobleza, a ellos les correspondía los puestos principales de mando político como religioso, vivían en un palacio
donde custodiaban la momia del Inca. En el primer lugar de una Panaca, se encontraba el príncipe heredero del Inca o AUQUI, el
cual no fue siempre el hijo mayor, que en algunos casos participó en el co-reinado del Tahuantinsuyo junto al Inca, como es el caso del
Túpac Inca Yupanqui con Pachacútec. Esto sirvió para entrenar al Príncipe Heredero en las cuestiones de Estado así como consolidar
los derechos del Auqui para ser reconocido como Inca a la muerte de su padre

En un principio no fue obligatorio que la madre del Príncipe Heredero fuese Hemana del Inca. Esta costumbre del Incesto Real se
aplicó sólo cuando los Incas se convirtieron en poderosos emperadores, por la creencia, en aquel entonces, de que nadie podía ser
igual a ellos y que sólo sus propias hermanas eran dignas de ser tomadas como esposas.

El Inca tenía una esposa legítima o COLLA; así mismo, podía tener otras esposas secundarias o PALLAS, cuyos hijos formaban parte
de la Panaca, los cuales recibían igual trato que los otros miembros.

HERENCIA EN EL IMPERIO INCA

a, Materiales:
- Construcciones con piedras gigantes: Machucpicchu, ollantaytambo, tambien caminos, andenes de labranza, canales de riego, etc.
- Instrumentos de labranza como la chaquitaclla, la raucana, etc,
- Instrumentos musicales como la quena, zampoña, tambores, etc.
- La cerámica, solían consistir en tinajas y otros utensilios de este tipo- Artesania.
- La pintura inca se hacía sobre mantos o murales en las paredes, que se enlucían con barro para poder pintar sobre ellas. En los
tejidos, las pinturas se hacían sobre mantos de lana, y se usaban colores vivos.
- De la música inca sobretodo en los servicios religiosos

b. De organización:
- La mita, minga, el ayni que consiste en trabajos colectivos en favor del estado, la comunidad y la familia,.
- Las rondas campesinas cuyo fin es proteger de la comunidad de los delincuentes.
c. De conocimiento:
- Eseñanza comunal, en la cual la comunidad aprende ser autosuficientes no necesitandose foraneos.
- La agropecuaria, principalmente de cultivos andinos, de la misma forma la crianza de animales andinos.

d. Simbolicos
. El lenguaje Quechua que llevaron a muchos pueblos.
- Los quipus, el abaco que son instrumentos de contabilidad o calculo.

e. Emotivos
- La poesia, cantos, mitos, leyendas, etc
PROPIEDAD DE LAS TIERRAS INCA
Características:
- La propiedad de las tierras Inca fue predominantemente estatal.
- Hubo cierto vestigio de propiedad privada de grandes latifundios, que estaban en manos de ciertos nobles que pertenecían a las
panacas Inca y de algunos Reyes de reinos sometidos al incanato.

-No hubo propiedad colectiva.


- El Ayllu no era dueño de la tierra.
- El Estado le concedía la tierra al ayllu para que lo posea o usufructué, pero se la podía quitar.
Clases de Tierras Inca
_Tierras Asignadas
-Eran las que el Estado entregaba a cada padre de familia o purej.
- Se le llamaba topos que aproximadamente equivalía a 2,700 m².
- Se entregaba un topo por esposo y medio topo por esposa.
Tierras Comunales
- Eran entregadas al Ayllu o a la Comunidad.
- Se le llamaba sapci.
- Era trabajada por temporadas bajo la dirección de los collanas.

- Tanto de los topos como de los sapcis los campesinos tenían que pagar tributos al Estado.

Tierras del Inca


-Eran las tierras entregadas al Inca, a la nobleza y a la burocracia política.

- Las tierras eran trabajadas por los campesinos Hatun Runa como forma de tributo.
Tierras del Sol

-Eran las tierras que pertenecían al Clero incaico, que le rinde culto al sol.

ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DEL ESTADO

1. Territorio: el espacio geográfico que ocupa un Estado es de su propiedad, y ejerce sobre él un derecho real de dominio,
aunque con fuertes limitaciones como la imposibilidad de disponer de él por venta o donación. Para los demás Estados
implica un deber de abstención de no intervenir en un espacio que les es ajeno. En el ámbito administrativo, importa la
facultad de expropiar terrenos privados y someterlos al dominio público por fines de interés general. Comprende no
solo el suelo, sino el espacio aéreo sobre mismo, el subsuelo y el mar territorial. Puede variar su extensión por acuerdos
internacionales, arbitrajes o guerras

2. Poder del Estado y gobierno: El poder del Estado único e indivisible, ejerciendo la soberanía, coordinador de todos los
elementos, no personalizado, que distribuye su poder en todo el territorio desde un único centro (unitarismo) o desde
distintos centros autónomos o independientes (federalismo), y organiza sus distintas formas de gobierno, como
órganos ejecutores del poder (monárquica, democrática o aristocrática, si seguimos la clasificación aristotélica).

3. Un conjunto de leyes: jerárquicamente ordenadas cuya cúspide se halla en la Constitución Nacional, determinando el
Derecho objetivo, que en los regímenes democráticos deben reconocer los derechos subjetivos y naturales de los
habitantes, que preceden al ordenamiento positivo.

DERECHO PENAL INCA

El estudio de las instituciones penales desde el punto de vista histórico debe hacerse como el de las instituciones jurídicas en general
sin intentar forzar correlaciones con el Derecho actual.

En el imperio Inca podemos apreciar un predominio del Derecho Penal sobre el Civil, en muchos casos la penalidad aparece en
aglomerada por la religión (como es el caso de considerar al “cadáver viviente.

El carácter intimidatorio de la penalidad en el Estado Inca es notorio, la idea de castigo como protección de los intereses colectivos
como señala Huamán Poma de Ayala: “Así se hacía justicia en esta tierra, donde por temor al castigo justo, y en vista de los buenos
ejemplos, todos eran obedientes al Inca y a su mandato, no habiendo asesinos pleitistas,……………, ni ladrones, sino todo era verdad,
buena justicia y leyes que se cumplían.”[2] Se trata de proteger el orden imperante y con ello de proteger a la sociedad.
LUGARES DE CASTIGO

Existían dos lugares principales de castigo y son:

PRIMER LUGAR DE CASTIGO:

Como principal lugar de castigo tenemos las ZANCAY, prisión o cárcel de los Incas para tener prisionero al delincuente donde se
castigaba a los TRAIDORES y a los que cometían GRANDES DELITOS. Estaba construido debajo del suelo hecho en forma de bóvedas
muy obscuras donde crían serpientes, leones, tigres, osos, zorros , perro , lagartos , sapos , águilas , lechuzas , buitres, gatos monteses.
Se castigaban también aquí: Auca: traidor; Suua: ladrón, Uachoc: fornicario; Hanpioc: curando o hechicero; Incacipcicac: el que
insultaba al Inca; Apuscachac, soberbio. A los autores de estos delitos se les llamaba ATÚN HUCHAYOC.

Si algunos de estos delincuentes no eran devorados por milagro, se les dejaba en la cárcel dos días mas y si seguían vivos el Inca los
mandaba sacar y los declaraba fuera de toda culpa, siendo perdonados y reivindicados en sus honra.

SEGUNDO LUGAR DE CASTIGO:

Las penas impuestas en las cárceles de segunda clase, donde se castigaba a los principales y demás indios, si era necesario, al
prisionero se le sometía al tormento que ellos llamaban CHANCNAY THOCLLAUAN CHIPANAY UILLACONANPAC, que quiere
decir atar de manos y pies con un lazo y torcerle para que confiese, en seguida imponer la pena correspondiente. A los presos se les
proporcionaba su ración de comida y los servicio necesarios, pero no se les permitía hablar con nadie.

En estas cárceles de segundo orden de prelación llamadas PINAS, contaban especialmente con un aposento, para recluir a los
príncipes AUQUICONAS, a los grandes señores, allí se les proporcionaba alimento y tenían comodidades y servicios especiales, estos
si podían recibir visitas.

CASTIGOS LEVES

Siguiendo la lista de delitos y castigos tenemos según Human Poma de Ayala:

EL TERCER CASTIGO.

Se castigaba severamente a las adulteras: si este delito era cometido con el consentimiento de los dos, la sentencia consistía en dar
muerte ambos a pedradas en sitio que los llamaban Uinpillay lugar de ejecución. Si forzaba el hombre a la mujer se sentenciaba al
hombre a morir y la mujer recibía doscientos azotes con una soga de las que se utilizaba para hacer trampas, después era desterrada
y encerrada en el deposito de las monjas ACLLACONAS, para que sirviera toda su vida en dicho lugar, quedando separada del
marido para siempre y afrentada con el sobre nombre de UACHOC “PECADORA”
Si el adulterio era provocado por la mujer, esta era condenada a muerte y el hombre a los azotes, siendo desterrado después a las
montañas habitadas por chunchos, con orden de no aparecer más en el lugar. Si fue con el consentimiento de ambos, morían juntos y
no se les enterraba a fin de que fueran devorados por los buitres, los zorros.

EL CUARTO CASTIGO:

Para las doncellas y donceles existían castigos impuesto a fin de que guardasen muy bien su honra en este reino como prueba de
orden, justicia y buen gobierno, si el hombre forzaba la voluntad de la mujer o la mujer la del hombre solo era condenado a muerte el
forzador y el que se dejaba forzar era azotado con cincuenta azotes.

EL QUINTO CASTIGO:

A los que utilizaban bebidas y ponzoñas que producían muerte o hacían daño a los hombres, a estos los arrastraban y les daban
muerte en el campo de sangre llamado YAUARPANPAPI con todos los de sus Ayllu, escapando solos los niño de teta. Los que
ejecutaban a los hechiceros y adúlteros fueron los MAYO INGA, era el TOCRICO quien daba cuenta de la sentencia y de su
cumplimiento así como de todo lo que pasaba dentro de su jurisdicción.

CASTIGOS DEL INCA:

A los privilegiados de estos mandones a partir de la jerarquía de la Piscapachaca jefe de quinientos, eran condenados a recibir la
penada llamada Hiuaya Rumi, piedra pesada que consistía en soltar de una altura aproximada de dos varas que se dejaba caer en la
espalda de sentenciado. A los borrachos HAPLLA, pendenciero MACHASCA, ladrón ZUUA , traidor AUCA O ISCAY SONGO, eran
condenados a muerte una vez que se comprobaba su culpabilidad.A los mentirosos se les castigaba dándoles 20 azotes, a los
perezosos y sucios eran castigados con 100 azotes después se les obligaba a que se lavasen el cuerpo y toda esa agua sucia empleada en
la limpieza les daban de beber al mismo culpable. A los jugadores se les castigaba haciéndolos azotar en los brazos. A los
desobedientes, malcriados, eran castigados pellizcándoles las orejas RINRITA TIPCI.

LEGISLACION PENAL DE LOS INCAS.

La organización del Incario da nacimiento a la formación de un gran imperio, así los Aimaras se

Basaban en la disposición tribal o de linaje denominaba Ayllu con la obligación de responder ante un ataque individual o grupal.

Los Incas para gobernarse dividieron su territorio en cuatro: Chincha suyo, Colla suyo, Anti suyo y Constituyo, casi todas las leyes que
rigieron en el imperio incaico, eran de carácter penal aunque se encontraban confundidas con la moral y religión, fueron hechas para
ser cumplidas y ejecutadas fielmente pese a la represión severa de cualquier infracción delictiva, incluyendo en esta su jurídico-penal,
figuras delictivas que legislaron conductas como la sodomía y la ociosidad representadas en Ama suya (no seas ladrón), Ama Keila
(no seas flojo) y Ama Lulla (no seas mentiroso) posteriormente (no seas asesino, no seas libertino).

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