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La batalla de Arica

La batalla de Arica que enfrentó a nuestro ejército con los invasores chilenos el 7
de Junio de 1880, es un ejemplo inolvidable de heroísmo y honor que honra a
nuestro pueblo y a nuestros soldados, pero que enaltece, fundamentalmente, la
figura del heroico coronel Francisco Bolognesi, jefe de la plaza, y a sus más
cercanos colaboradores que decidieron entregar su vida en defensa de nuestra
integridad territorial.

La guerra iniciada en abril de 1879 se desarrolló inicialmente en el mar, hasta la


muerte gloriosa del almirante don Miguel Grau en el combate de Angamos. Sin la
defensa de nuestra armada, ya destruida, los chilenos se aprestaron a invadir los
territorios apetecidos. Primero fueron derrotados en Tarapacá, pero luego se
recuperaron y derrotaron a nuestro ejército en Tacna.

La ciudad peruana de Arica había quedado aislada y el coronel Bolognesi en gran


inferioridad numérica se prestó a defenderla. Asediado por tierra y por mar,
Bolognesi escuchó el pedido de rendición que le hacían los chilenos a quienes toda
resistencia les parecía inútil; pero la respuesta de Bolognesi al emisario chileno fue
la inmortal: “Tengo deberes sagrados, y los cumpliré hasta quemar el último
cartucho”, respuesta que fue ratificada por sus jefes y oficiales.

La batalla se realizó inexorablemente el 07 de Junio de 1880 en el morro de Arica y


Bolognesi, junto a la mayoría de sus jefes, incluyendo al heroico coronel Alfonso
Ugarte, murieron defendiendo el honor nacional.

Tras el combate, las fuerzas chilenas ocuparon la plaza. En medio del caos inicial,
soldados chilenos dispersos asesinaron a numerosos prisioneros peruanos a las
puertas de la iglesia de la ciudad y cometieron destrozos y saqueos, hasta que los
comandantes chilenos lograron restablecer el orden. Entre las víctimas civiles
estuvo el comerciante italiano Santiago Carniglia asesinado en su tienda. Asimismo,
más de 300 cadáveres de combatientes peruanos fueron arrojados al mar desde la
cima del morro.
La historia del Perú

La historia de Perú se remonta a hace más de 11.000 años, con la presencia


cazadores-recolectores nómadas que aparecieron en el territorio actual del país
mucho antes incluso que ahí se estableciese la civilización de Norte Chico, una de las
seis más antiguas del mundo. El Imperio de los Inca, que unió el Perú entre los años
1438 y 1532 fue la mayor dinastía de la América precolombina y aún hoy se puede
comprobar su influencia.

La historia de Perú no difiere mucho de la de otras naciones hispanoamericanas. Fue


conquistado por los españoles en 1524 después de que una devastadora epidemia de
viruela barriese la población del imperio incaico y arruinase su estabilidad política. La
cultura peruana tiene unas raíces muy firmes en su pasado colonial, como la lengua
mayoritaria. Durante ese periodo de la historia peruana, la explotación de recursos
naturales dio lugar a una expansión económica que llevó a Lima a convertirse en una
distinguida capital colonial. El Virreinato del Perú fue el último reducto de poder
español en América del Sur.

La República del Perú fue declarada oficialmente en 1821. A continuación se


sucedieron una serie de conflictos y disputas territoriales en lo que fue uno de las
etapas más sangrientas de la historia de Perú. El siglo XX fue época de inestabilidad
en la historia peruana: los gobiernos militares abundaron durante todo el siglo,
tolerados a menudo desde el exterior debido a que Perú fue el primer país de
Hispanoamérica que declaró su alianza con Estados Unidos durante la Segunda
Guerra Mundial. El periodo de postguerra fue protagonizado por varios alzamientos
militares y no fue hasta 1985 que hubo una sucesión de poder democrática por
primera vez en cuarenta años de historia peruana.

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