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Cómo Crear Una Estrategia de Evangelismo con los Jóvenes

por Sergio Benjamín Soria Fernández

Contenido
A. Concepto de Estrategia
B. Pasos para crear una estrategia
- Prepárate para la batalla
- Planifica la estrategia
- Ejecuta la Estrategia
- Evalúa el Trabajo Realizado
- Da Seguimiento al Trabajo Realizado

Objetivos de la lección:
- Proveer herramientas y principios bíblicos para que el líder de jóvenes pueda
crear una estrategia de evangelismo que se adapte a su contexto local.
- Que el participante sea capaz de utilizar intencional y eficientemente los
programas ya existentes de la iglesia local, dándoles un enfoque evangelístico.

Principio ministerial: Somos llamados a compartir el amor y compasión de Dios por los
perdidos.

Introducción
Era la época de la 2ª Guerra Mundial, altos mandos de la marina de los Estados
Unidos discutían la manera en que debían atacar a los submarinos japoneses. Hasta ese
momento los japoneses habían exhibido y humillado a los buques americanos, y parecía
que la historia no cambiaría mucho si los militares estadounidenses no hacían algo
pronto.
Mientras estos hombres discutían acerca de la manera de destruir los submarinos
japoneses, un joven que les servía café escuchaba la conversación. Y después de mucho
pensarlo, se atrevió a interrumpirles, diciendo con una voz temblorosa: “Señores, yo se
que es difícil que ustedes se dignen escucharme, puesto que ustedes son militares con un
alto rango, con muchísima experiencia en la guerra, y yo sólo soy un simple mesero, pero
creo tener la solución a su problema”. Los militares se miraron entre sí, perplejos por lo
que acababan de escuchar. ¿Cómo era posible que este jovencito tuviera la solución a un
problema que ellos no habían podido solucionar por varias semanas?
A pesar de la incredulidad, los militares americanos decidieron escuchar al joven;
de todas maneras no perdían nada con escucharlo, pues no tenían alternativa alguna hasta
ese momento. Entonces el muchacho les dijo, “es muy sencillo, nuestros barcos no
pueden atacar a los submarinos porque no los ven. Así que tenemos que hacer que los
submarinos emerjan a la superficie. La manera en que podemos hacer que los submarinos
suban es calentando el agua del fondo del mar a una temperatura tal que no les sea
posible a los submarinos permanecer allí”.
Sorprendidos los militares empezaron a exclamar, “eso no se nos había ocurrido,
pero es cierto, si los submarinos suben a la superficie entonces sí podemos atacarlos.
¡Hagámoslo!”. Entonces le dijeron al muchacho, “bueno nos parece excelente tu idea,
pero, ¿y cómo haremos para calentar el agua del fondo del mar?”. Entonces el muchacho
respondió ingenuamente: “Bueno, ustedes son los estrategas, yo no lo soy, yo sólo les
dije que podían calentar el agua del mar para hacer subir a los submarinos japoneses, así
que ahora ustedes piensen en cómo calentar el agua”.
Me parece que esta historia es común en muchos grupos juveniles. Sabemos lo
que tenemos que hacer: “Cumplir la gran comisión de Jesucristo”. Pero la pregunta es:
¿cómo lo haremos?
Estamos convencidos del llamado de Dios, y de que la obra es de Él, pero también
creemos que Dios nos ha permitido desempeñar un papel protagónico en la misión y nos
ha capacitado para crear las mejores estrategias y herramientas con el fin de hacerla de la
manera más efectiva.
Confiamos en que tenemos en nuestras manos los mejores recursos (los jóvenes)
para cumplir la Gran Comisión y a través de esta lección presentaremos algunos
lineamientos que nos ayudarán a crear y obtener el mayor provecho de las herramientas
evangelísticas.

I. Definamos la palabra clave: Estrategia


Primeramente reconozcamos que las estrategias responden a la interrogante
¿como alcanzamos los objetivos? De allí se desprende que una estrategia es un plan de
acción que se lleva a cabo para lograr un determinado fin a largo plazo. Proviene del
griego Stratos= Ejército y Agein= conductor o guía.
Estrategia puede definirse como la mejor forma de alcanzar los objetivos trazados
al inicio de una situación conflictiva. Cabe mencionar que conflicto no implica
necesariamente una pelea sino la lucha por obtener una de dos o más situaciones
hipotéticas que no pueden darse simultáneamente. Establecer una estrategia implica
conocer de antemano las distintas formas en las que se va a dirigir un conflicto,
conociendo la meta o metas que se desean alcanzar. La estrategia puede verse como un
plan que nos permite la mejor distribución de los recursos y medios disponibles a efectos
de poder obtener aquellos objetivos deseados.
Cuando hablamos de crear una estrategia de evangelismo en la iglesia local nos
referimos a las actividades que necesitamos desarrollar, y cómo las realizaremos, para
compartir el evangelio de Jesucristo de la manera más accesible, oportuna y adecuada.
Es bien importante destacar que los métodos pueden cambiar dependiendo del
lugar en el que se quieran aplicar, debido a que éstos surgen por una necesidad específica,
en un lugar, tiempo y contexto social determinado. Puede ser que un método que
funciona en cierta comunidad no funcione en otra porque las condiciones son muy
diferentes. Por supuesto, también es posible que sea aplicable en un 100%, pero quizá no
con los mismos resultados. De lo anterior concluimos que los métodos son temporales,
perfectibles y adaptables; y por supuesto, muy necesarios debido a que nos permiten
desarrollar nuestra misión de una manera intencional y buscando la eficiencia o buena
mayordomía.
II. Diseña tu Estrategia, Paso a Paso
Una estrategia puede tener todas las etapas queramos llevar a cabo, y debe ser
descrita de la manera más detallada posible. No obstante, recordemos que lo que
queremos es hacer las cosas de la manera más eficiente y sencilla posible, porque
queremos involucrar a la mayoría de nuestros jóvenes. No podemos distraer nuestros
esfuerzos y recursos en actividades no indispensables y demasiado complejas, sino por el
contrario debemos considerar sólo los pasos necesarios para lograr nuestro cometido. A
continuación hablaremos de cinco pasos básicos para crear una estrategia evangelística:
1) Prepárate para la batalla
2) Planifica la Estrategia
3) Ejecuta la estrategia
4) Evalúa el trabajo realizado
5) Da seguimiento al Trabajo Realizado

1) Prepárate para la batalla (Antes de la estrategia)


Esta es la etapa fundamental ya que de ella surgirá la estrategia. Tres actividades
son las sugeridas para crear lo que será la estrategia de evangelismo en tu grupo de
jóvenes. En primer lugar necesitamos hacer un estudio que nos ayude a visualizar en
dónde nos encontramos y qué es lo que estamos haciendo para cumplir lo que se nos ha
encomendado (hacer discípulos). A esta primera actividad le llamaremos diagnóstico.

a. Diagnostico: Consiste en realizar un estudio por medio del cual se revela nuestra
realidad, en este caso la situación actual del grupo de jóvenes. Hay muchas formas
de hacer el diagnostico, en la iglesia local utilizamos el muy conocido FODA. ¿Qué
es el FODA? Es un instrumento para “fotografiar” la situación interna y externa de
un grupo social, en este caso de nuestro grupo de jóvenes. Cada letra tiene un
significado, el cual es el siguiente:
Fortalezas
Oportunidades
Debilidades
Amenazas
Por medio de esta herramienta podemos descubrir las fortalezas,
oportunidades, debilidades y amenazas que existen en nuestro ministerio juvenil.
De acuerdo a los resultados de este diagnóstico podemos formular los objetivos que
deseamos alcanzar en nuestro grupo de jóvenes.
El pasaje de Números 13 es un claro ejemplo de un diagnóstico que
realizó el pueblo de Israel. Dios le dijo a Moisés que seleccionara a un príncipe de
cada una de las tribus de Israel para que fueran a la tierra que les prometió e
hicieran un estudio de la Tierra Prometida: las fortalezas, oportunidades,
debilidades y amenazas de ese lugar. También se les pidió que trajeran pruebas de
lo que había allí, para poder planificar la estrategia de conquista de ese territorio.
De manera similar a la conquista de la Tierra Prometida, es necesario hacer
un estudio de tu grupo de jóvenes, específicamente en el área del evangelismo. Si
bien es cierto, no es fácil encontrar jóvenes con una pasión desbordante por el
evangelismo, seguro que sí encontrarás jóvenes que tienen muchas habilidades que
pueden ser canalizadas para compartir el evangelio con sus amigos.
Empieza a fotografiar a tu grupo de jóvenes; quizá te encontrarás con que
cuentas con un grupo de jóvenes a los que les encanta el deporte, pero que hasta
ahora no han aprovechado esta característica en la programación del ministerio.
Bueno, de ser así, entonces te encuentras con una puerta que puedes abrir tanto
como quieras hacerlo.

b. Determinar los objetivos: Un objetivo es un parámetro de evaluación. Podemos


decir que es el resultado que se espera lograr al finalizar un determinado proceso.
En ocasiones también se refiere a las metas que nos trazamos. En Juan 3:16
podemos observar una declaración del objetivo que Dios tiene para la humanidad.
En este caso podemos mencionar que el objetivo es “que nadie se pierda, sino que
tengan vida eterna”.
Los objetivos no constituyen un elemento independiente de todo proceso,
sino que forman parte indispensable durante el mismo, ya que son el punto de
referencia para seleccionar, organizar y conducir los contenidos, programas y
estrategias del proceso. Y, en el caso de ser necesario, te permitirán hacer
modificaciones, durante el desarrollo del mismo. Los objetivos contenidos en
la planificación de la estrategia deben necesariamente tener una estrecha relación
con las necesidades e intereses del grupo que se desea alcanzar. Lo ideal es que
sean establecidos después de hacer un diagnostico previo.
Por ejemplo, si has descubierto que tienes jóvenes deportistas, utiliza el
deporte como un medio evangelístico. Para tus jóvenes será mucho más fácil
sumergirse en la tarea evangelística cuando realizan una actividad que les es
habitual y además les agrada. Posteriormente podrás llevarlos al siguiente nivel y
enseñarles otras maneras dinámicas de compartir el evangelio.

c. Fundamentos de la Estrategia: Luego de hacer el diagnóstico y trazar los objetivos,


necesitamos trabajar en los fundamentos de la estrategia. Estos son los pilares que
van a justificar lo que estamos haciendo. El diagnóstico podríamos decir que es la
evaluación de nuestra situación, los objetivos son lo que queremos alcanzar, ahora
bien los fundamentos de la estrategia son las bases bíblicas que respaldan lo que
vamos a hacer. ¿Qué principios fundamentan nuestra labor o lo que vamos a
emprender? En esta sección se pueden manejar lo que son los principios bíblicos,
los antecedentes históricos, geográficos y culturales, las delimitaciones
generacionales, etc.

2) Planifica la Estrategia
En esta etapa deberás hacerte las siguientes preguntas: ¿Qué haremos? ¿Quién lo
hará? y ¿Cómo se hará? Hay un pasaje en el Nuevo Testamento, en el que Jesús habla de
la importancia de planificar (Lucas 14: 28 al 32). Es necesario tomar tiempo para
planificar bien lo que vamos a hacer no sea que lo dejemos a medias y al final seamos
motivo de burla para otros. Es por ello que en la planificación de la estrategia debemos
considerar los siguientes puntos:
a. Desarrolla una Propuesta Inicial de Estrategia.- Un buen punto de
partida es pedirle a tus jóvenes que escriban en un papel ideas de cómo
creen ellos que podríamos alcanzar a otros jóvenes para Cristo. Permíteles
que desde un inicio ellos se involucren activamente. También es válido
tomar como referencia, metodologías o modelos que otros ministerios
están utilizando. Una vez que tienes todos los insumos, trabaja con ellos y
crea una o varias propuestas. Luego de estudiar todas las propuestas, elije
la que responda o se apegue más a las necesidades reflejadas en el
diagnóstico. Se pueden proponer varias ideas y al final elegir una o
implementarla con los principios que consideres que darán resultados y
responderán a los objetivos que se han trazado.
Podemos observar un ejemplo en la vida de Moisés, cuando
administra justicia al pueblo. Su suegro, Jetro, observaba todo lo que
hacia, y se dio cuenta de los riesgos de hacerlo de la misma manera por el
resto de su vida, por lo cual como respuesta a esa necesidad le propone
una nueva estrategia (Éxodo 18: 13-26).

b. Determina los objetivos particulares de cada actividad.- Estos objetivos


son específicos, se debe mencionar qué se pretende alcanzar con cada una
de las actividades que se realizarán.

c. Enumera las Fases a desarrollar.- Cuando hablamos de fases nos


referimos a las diferentes etapas que presenta nuestra estrategia. Pensemos
que son los escalones que nos permiten ascender y que van midiendo los
avances del proceso. Para la elaboración de una estrategia es aconsejable
hacerlo por etapas, esto nos permitirá una constante evaluación y
correcciones en muchas ocasiones.

d. Describe las Actividades.- Son todas aquellas tareas que vamos a hacer
con el fin de alcanzar los objetivos de cada etapa. Hay que redactar
detalladamente todas las acciones que van a realizarse.

e. Selecciona las Técnicas a utilizar.- Cuando hablamos de técnicas es toda


la metodología o sistemas que vamos a usar en nuestras actividades.

f. Determina los Recursos a utilizar.- Los recursos son todo lo que tenemos
o necesitamos para poder realizar lo que hemos planificado. Podemos
dividirlos en dos ramas: Recursos humanos y recursos materiales.
También dentro de estos esta todo aquello que necesitaremos para la
implementación de nuestra estrategia.

g. Evalúa por fases.- Al final de cada fase o etapa se hará una evaluación, se
tomaran en cuenta los objetivos particulares con la intención de medir si se
alcanzaron y en el caso de que no haya sido así, hacer las correcciones
necesarias.

Por ejemplo, suponiendo que considerando las habilidades de tu grupo de


jóvenes, decidiste realizar una serie de competencias deportivas para invitar a
otros jóvenes a integrarse a las actividades del ministerio juvenil de tu iglesia y de
esta manera compartirles la Palabra, entonces puedes diagramar tu estrategia de
la manera descrita en el siguiente cuadro:

Propuesta Inicial de Estrategia: Realizar periódicamente la “Olimpiadas


Deportivas Juveniles”.

Fases Objetivos Actividades Técnicas Recursos Evaluación


I. Planificación -Organizar y - Reuniones con - Se organizaran - Humanos - Se realizará
calendarizar las líderes. varios comités, - La JNI local una reunión en
actividades a -Capacitaciones. y se nombraran Pastor y líderes la cual se
realizarse. responsables juveniles. presentaran los
que tendrán a Materiales informes de
cargo la Papel, lapiceros, cada uno de los
organización de comités, se
las evaluaran los
competencias. avances y
alcances que se
… … han tenido.

II. Ejecución … …

3) Ejecuta la Estrategia
En esta sección se efectúa la implementación de la estrategia diseñada y para ello
es necesario seguir algunos pasos que nos darán directriz y facilitaran el buen desarrollo
de la misma.
a. Selección
Lo primero que debes hacer es reclutar, preparar y capacitar a los jóvenes que
trabajarán contigo. De acuerdo a la estrategia que has diseñado empieza a buscar a la
gente idónea para cada actividad, y a través de una serie de reuniones capacítelos. No hay
peor error que encomendarle alguna actividad un joven, si antes no les has dicho cómo
debe hacerlo. Por ejemplo, siguiendo con el supuesto de la Olimpiadas Deportivas, quizá
tengas jóvenes que no les gustan los deportes, pero son muy hábiles en el manejo del
Diseño Gráfico. Bueno, entonces invítalos a que hagan la publicidad del evento.
Explícales lo que se necesita, trabaja con ellos, motívales y hazles ver la importancia de
lo que están haciendo.
Si vemos el ejemplo de Jesús, podemos darnos cuenta de que todo comenzó
cuando Él invitó a unos pocos hombres a que lo siguieran. De inmediato puso de
manifiesto el que habría de seguir su estrategia evangelizadora. Se preocupó por los
hombres a quienes las multitudes habrían de seguir. Por extraño que parezca, Jesús
comenzó a reunir a estos hombres aún antes de organizar una campaña de evangelización
o de siquiera predicar un sermón en público. Los hombres constituirían su método para
ganar al mundo para Dios.
La mayor parte del esfuerzo que muchos grupos realizan para evangelizar está
enfocado en las multitudes, en el supuesto de que están en condiciones de conservar todo
lo bueno que se hace. El resultado es nuestra espectacular insistencia en el número de
convertidos, candidatos para el bautismo y más miembros para la iglesia, con poco o
ningún interés genuino por fundamentar estas vidas en el amor y poder de Dios y mucho
menos por la conservación y continuación de la obra. Es muy importante preparar y
transmitir la visión al grupo que se ha seleccionado; necesitamos que este equipo esté
integrado por jóvenes dinámicos, temerosos de Dios y que sean capaces de contagiar a
otros jóvenes de la pasión por el evangelismo.

b. Asociación
Es indispensable que estemos con nuestro equipo de trabajo. Jesús una vez que
llamó a sus discípulos, tuvo por costumbre permanecer con ellos (Juan 1:39). Esta fue la
esencia de su programa de preparación, permitirles que lo siguieran. La idea es que los
miembros del equipo se sumerjan en la estrategia que se está poniendo en práctica con el
fin de que sea un equipo o conjunto de engranajes que hagan funcionar todo. La clave en
esto es el trabajo en equipo, que cada quien sepa y cumpla con lo que se le asignó. Hazles
sentir a tus jóvenes que no están solos en esta “peligrosa” tarea de compartir las buenas
noticias de salvación. A veces lo puedes hacer a través de una pequeña nota en su Biblia,
en otras ocasiones compartiendo públicamente algún logro del ministerio como resultado
del trabajo de todos.

c. Consagración
Necesitamos que cada miembro del equipo sea obediente. Jesús contaba con que
los hombres que le acompañaban lo obedecieran. No les exigió que fueran las mentes
más brillantes de su época, pero sí les pidió que fueran fieles (Hechos 11:26). Esto se
convirtió en una característica distintiva en los discípulos. En otras palabras, podemos
decir que cuando se está creando y poniendo en acción una nueva estrategia es necesario
contar con un equipo comprometido, responsable y dedicado. Por supuesto que esto no se
logra de la noche a la mañana, así que debes ser paciente para que la armonía en el grupo
sea una realidad.
Conforme vayas implementando la estrategia te darás cuenta de que no todos los
muchachos van al mismo ritmo, para algunos será fácil invitar a sus amigos a alguna
actividad organizada por el ministerio juvenil de tu iglesia, pero para otros no lo será así.
Por lo tanto, deberás estar atento a los puntos fuertes y débiles de cada joven, con el fin
de ayudarles a librar los obstáculos que se les presenten y de esta manera lograr la
armonía en el grupo.

d. Comunicación
La comunicación es básica en todas las etapas de la elaboración de una estrategia,
pero hacemos énfasis en esta etapa de la ejecución ya que tenemos un equipo de trabajo
con el cual debemos mantener una muy buena comunicación. Al igual es de mucha
importancia mantener a todos informados de los avances, actividades y situaciones que se
presenten. Una buena comunicación promete muy buenos resultados en la creación,
adopción, ejecución y evaluación de una estrategia.
Ahora es común entre los jóvenes el uso del correo electrónico y los cuartos de
Chat. Aprovecha estas herramientas lo más que puedas y mantente en contacto con tus
jóvenes.

e. Demostración
Es aconsejable que se haga una prueba o demostración de la estrategia ya sea en
un grupo pequeño o incluso en el mismo grupo de trabajo. Esto viene siendo como un
experimento el cual al final dará resultados que nos ayudarán en la implementación de la
estrategia. También a esto le podríamos llamar un plan piloto o un grupo experimental.
De acuerdo a los resultados podemos corregir o reafirmar los puntos clave de la estrategia
elaborada.

f. Delegación
Jesús realizó su ministerio con miras al momento en el que sus discípulos habrían
de asumir la responsabilidad de la obra y salir al mundo con el evangelio redentor. Toda
estrategia de evangelismo se hace con la visión de que cada uno asuma su
responsabilidad en el cumplimiento de la Gran Comisión. En este caso se inicia creando
conciencia en los integrantes del equipo de trabajo con el fin de que ellos también tomen
sus responsabilidades y aprendan a integrar a otros en la tarea. La filosofía de la
evangelización está basada en la siguiente premisa: Porque no es de unos cuantos.
Podemos ver el ejemplo de Jesús, en el tercer recorrido que hace a Galilea (Mateo
9:35; Marcos 6:6), se dio cuenta de que había llegado el momento en el que los discípulos
podían participar directamente en la obra. Ya habían visto lo suficiente, por lo menos
para comenzar. Ahora necesitaban poner en práctica lo que habían visto hacer a su
Maestro. Por esto “llamó a los doce, y comenzó a enviarlos de dos en dos” (Marcos 6:7;
Mateo 10:5, Lucas 9:1-2).
Al igual que el águila madre enseña a sus crías a volar empujándolas fuera del
nido, así Jesús empujó a sus discípulos al mundo para que probaran sus propias alas.
¡Empuja a tus jóvenes!

4) Evalúa el Trabajo Realizado


Esta etapa nos permitirá medir si los objetivos se han alcanzado o si se cometieron
errores y las cosas no salieron como estaban planificadas. Es aquí en donde surgen las
correcciones mayores, enmiendas y recomendaciones para mejorar la estrategia.
Observemos dos pasos de esta etapa:
a. Supervisión
Jesús procuró reunirse con los discípulos después de sus recorridos, a fin de
escuchar sus informes y compartir con ellos las bendiciones de su propio ministerio.
Durante todo el tiempo que estuvo con ellos, los ayudó a entender la razón de alguna
acción previa o los preparó para alguna experiencia nueva. Sus preguntas, ilustraciones,
advertencias y consejos tenían como fin hacerles ver lo que necesitaban saber a fin de
llevar a cabo su obra, la cual consistía en la evangelización del mundo.
Cuando se está planificando y ejecutando la estrategia es necesaria la supervisión.
Hay que estar muy cerca de nuestro equipo de trabajo, y compartir con ellos lo que Dios
esta haciendo a través de cada uno. Hay que organizar reuniones periódicas con el fin de
recibir el informe de cada uno de los responsables o encargados de alguna actividad.
Jesús luego de enviar a los doce “los apóstoles se juntaron con Jesús” para
contarle “todo lo que habían hecho” (Marcos 6:30; Lucas 9:10).
Para poder evaluar una estrategia de evangelismo es importante tener en mente el
objetivo que se planteó al inicio. En el caso de las ya mencionadas “Olimpiadas
Deportivas”, por supuesto que para la comisión que estuvo a cargo de la organización de
las competencias, es importante saber quiénes ganaron, pero esto no es lo trascendente.
Existen otros parámetros que realmente son representativos como por ejemplo, quiénes
fueron los participantes que por primera vez asistieron a una actividad organizada por el
ministerio de jóvenes de tu iglesia, o quiénes son los jóvenes que respondieron
afirmativamente a la invitación de reconocer a Jesús como su Salvador.

b. Reproducción
Otro de los elementos que se esperan como parte de la evaluación es la
reproducción. Jesús se propuso que los discípulos reprodujeran su imagen en y por medio
de las iglesias que se iban formando en el mundo. De este modo su ministerio en el
Espíritu quedaría duplicado muchas veces por medio de su ministerio en la vida de los
discípulos.
Algo que se espera al crear una estrategia de evangelismo es que esta pueda
reproducirse. Que cada joven pueda involucrarse y hacer suyo el compromiso de trabajar
en la expansión del Reino de Dios. El grupo de trabajo debe reproducirse e involucrar a
los nuevos para que ellos también tomen parte de esta labor.
Jesús había creado en sus discípulos la estructura de una iglesia que desafiara y
triunfara sobre todos los poderes de la muerte y el infierno. Había comenzado en pequeño
como un grano de mostaza, pero crecería en tamaño y fuerza hasta convertirse en “la
mayor de las hortalizas” (Mateo 13:32; Marcos 8:32; Lucas 13:18-19).

5) Da Seguimiento al Trabajo Realizado


Este ha sido el punto donde la mayoría de las veces fracasan nuestras estrategias
de evangelismo, y por ello queremos remarcar la importancia de crear un plan de
seguimiento. Es indispensable tomar en cuenta que dentro de todo el proyecto del diseño
de una estrategia de evangelismo es necesario incluir un plan de seguimiento, el cual
debe ser inmediato y accesible para los frutos que alcancemos.
El evangelismo va acompañado del discipulado y es por ello que nuestro equipo
debe estar bien preparado para ofrecer ese seguimiento, que permita involucrar a los
nuevos discípulos en la vida cristiana. Es necesario hacerles ver que ahora ellos forman
parte de una nueva familia y que crecerán junto a otros jóvenes. Mostrarles poco a poco
las implicaciones de ser un discípulo de Jesús, compartiendo los privilegios y
responsabilidades que tienen como parte activa en la congregación o grupo de jóvenes.
Conclusión
La intención de esta lección es que tu grupo de jóvenes pueda crear sus propias
estrategias que le ayuden a aprovechar todas las oportunidades posibles para presentar el
evangelio de Jesucristo.
Pocas veces destacamos como un atributo de Dios la creatividad. Pero recuerda
que Él es el Creador, así que ahora nosotros, sus hijos, compartimos su naturaleza,
¡somos creativos! De hecho, los jóvenes a los que ministras son extremadamente
creativos, así que atrévete no sólo a usar y desarrollar tu creatividad, sino también a
proveer oportunidades para que tus muchachos lo hagan.
Tenemos grandes retos y es nuestra responsabilidad presentarle a nuestros jóvenes
diferentes opciones para que puedan aprovechar al máximo sus energías, fuerzas y
habilidades, en actividades que les permitan compartir el evangelio a su generación. Dios
quiere utilizarte para que tú seas el medio por el cual muchos jóvenes tengan esperanza
de vida eterna. Es tiempo de despertar y trabajar por la transformación de nuestra
generación.
Bibliografía Sugerida:

Fields, Doug. Tus primeros dos años en el ministerio juvenil. Miami, Florida: Editorial
Vida, 2005.

Ortiz, Félix. Compartiendo a Jesús, manual Evangelístico. España: Editorial Clie, 1996.

Polich, Laurie. Estrategias para células. Miami, Florida: Editorial Vida, 2005.

Leys, Lucas. El ministerio Juvenil efectivo. Editorial Vida, Miami Florida, 2003.

Leys, Lucas. No me metan en la bolsa. Buenos Aires, Argentina: Editorial Certeza, 2004.

J. de Walter, Luisa. Evangelismo Dinámico. Miami, Florida: Editorial Vida, 1984.

Evans, Paul y Millergren, Al. Ideas, estrategias y técnicas para potenciar tu ministerio
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Coleman, Robert E. Plan supremo de evangelización. Texas, USA: Casa Bautista de


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Greenway, Roger S. Vayan y hagan discípulos. Michigan, USA: Publicado por Libros
Desafío, 2004.

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