Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/s/soria_arturo.htm
Arturo Soria
Un año después fue destinado al Gobierno Civil de Puerto Rico, donde tuvo que
confirmar oficialmente el decreto de abolición de la esclavitud promovido por su
amigo Ruiz Zorrilla. Fue diputado progresista por uno de los distritos de aquel
país americano, y posteriormente participó en la sesión extraordinaria de las
Cortes en la que se aceptó la dimisión de Amadeo I de Saboya (1870-1873) y fue
proclamada la I República (1873-1874). Llegado un año antes de este
acontecimiento a Madrid, se asoció con los ingenieros José Calatayud y Vicente
Gisbert, y solicitó la concesión de la segunda línea de tranvías de la capital (ya
había participado en la inauguración de la primera en 1871), destinada a unir
Pacífico y Chamberí.
La Ciudad Lineal
En 1882 presentó por primera vez, en las páginas del periódico El Progreso, la
idea originaria de su Ciudad Lineal, que no se pondría en práctica hasta doce años
más tarde. En 1887 inició un periodo de descanso absoluto que se prolongó hasta
la primavera de 1889 por su embarco hacia Cuba en calidad de representante de
Ultramar. Tras seis meses de servicio en el extranjero, volvió a Madrid y se
empleó en el negociado de Aduanas del Ministerio de Ultramar.
En 1891, Manuel Reig, diputado con el que tenía amistad, presentó en el Congreso
una proposición de Ley para entregar a Soria la concesión del Ferrocarril de
Circunvalación, directamente relacionado con el proyecto de la Ciudad Lineal. Se
trataba de una línea periférica y circular que partía de Fuencarral, descendía por
el este (uniendo Hortaleza, Canillas, Vicálvaro, Vallecas, etc.) y remontaba hacia
el norte en dirección a Pozuelo de Alarcón; otra línea menor debía conectar este
perímetro con el centro de Madrid. La proposición fue aprobada conjuntamente
por el Congreso y el Senado el 28 de junio de 1892.
Con ello relanzó Soria su idea de ciudad alternativa total, y en septiembre de ese
mismo año presentó en detalle su proyecto urbanístico, culminación de un
proceso en que una serie de proyectos novedosos pugnaban por materializarse a
la luz del empuje industrial y comercial y su imparable expansión urbana. Entre
ellos se encontraban el “Madrid Moderno” auspiciado por el Partido Liberal, el
linealista parcelado, el de las casas adosadas con jardincillos introducido por
Mariano Belmás y los diversos de carácter higienista, así como los que respondían
a las ideas de ciudad sectorial y concéntrica. En 1894, Arturo Soria fundó la
Compañía Madrileña de Urbanización (CMU), con el fin de explotar el citado
ferrocarril, conseguir los terrenos, urbanizarlos y construir las viviendas de su
ciudad utópica.
La tipología “ortodoxa” de las viviendas, esto es, la ideada por el propio Soria en
su Teoría de la habitación (1900) y por Mariano Belmás, su más estrecho colaborador
en ese aspecto, era la “conventual”: se configuraba alrededor de un espacio
central (distribuidor o salón) que sirviera de nodo al resto; una disposición que
significaba para Soria “la forma más perfecta porque es un reflejo de la familia y
de la sociedad”. A partir de este tipo genérico se contemplaban variantes, en
algunos casos de mucho espacio y excepcional calidad constructiva.