En la actualidad las organizaciones tienen un reto muy grande, y es satisfacer la
necesidad de sus consumidores, prestando servicios eficientes y de gran calidad, es por eso, que a través de procesos como la medición se han podido llevar a cabo el cumplimiento de metas propuesta, pero no ha sido fácil, el afán de las organizaciones de satisfacer a sus consumidores sin diseñar estrategias, sin contar con herramientas de medición, las han llevado a convertirse en organizaciones apaga fuego, de allí, se desprenden un sin número de problemas tales como priorizar solo por lo más urgente “lo urgente primero” , esto se refleja en la disminución de la productividad y se estaría propenso a una crisis, es por eso, que las empresas deben optar por medir sus procesos en cada una de sus áreas, esto ayuda a analizar los acontecimientos de manera cuantitativa, a planificar con mayor seguridad y certeza, a conocer el grado de competitividad del producto o servicio en el mercado, corregir procesos que se encuentren fuera de control dentro de la empresa entre otras. Por otro lado, es muy importante tener en cuenta que tipo de medición se va a realizar para que los indicadores que alijamos estén alineados a la estrategia empresarial, además nuestros indicadores deben estar balaceados para no generar sesgados hacia una perspectiva descuidando otra, de esta forma tendríamos datos reales que nos ayudarían a tomar decisiones estratégicas en la organización.