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Dos Clases de Conocimiento -

Primera Parte
Dos Clases de Conocimiento

Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque
para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir
espiritualmente. En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es
juzgado de nadie.
1 Corintios 2:14-15

En este pasaje nos encontramos con dos hombres; el hombre natural y el hombre
espiritual; cada uno de ellos tiene un estilo de vida diferente y camina con
conocimiento distinto. El primero con un conocimiento basado en los sentidos y
el segundo en un conocimiento por revelación.

El conocimiento por los sentidos es aquel que se basa en lo que dicen nuestros
cinco sentidos físicos: el tacto, la vista, el oído, el gusto y el olfato. Es la verdad
que se basa en nuestra propia experiencia. Es lo que muchos llaman “la voz de la
experiencia”.
Cuando recibí a Jesús yo estaba en fuego por el Señor; predicaba por todos lados
y siempre hablaba del Señor; cuando los hermanos con más tiempo vieron mi
entusiasmo me dijeron: “Estás en el primer amor, el próximo año, cuando se te
pase, serás como nosotros.” Menos mal que no les hice caso, y más de treinta
años después sigo en fuego por el Señor.

Estos hermanos mayores basaban su vida espiritual en la experiencia, y no les


hizo ningún bien pues se convirtieron en “témpanos de hielo espirituales.”

1 Corintios 3:1-3
1 De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales,
como a niños en Cristo.
2 Os di a beber leche, y no vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces todavía,
3 porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois
carnales, y andáis como hombres?

La Versión Amplificada lo coloca así:

1 Corintios 3:1-3
1 Sin embargo, hermanos, no pude hablarles a ustedes como a (hombres espirituales), sino como
a no espirituales (hombres de la carne, en quienes la naturaleza carnal predomina), como simples
infantes (en la nueva vida) en Cristo (incapaces aún de hablar). 2 Los alimenté con leche, no con
alimento sólido, porque aún no eran suficientemente fuertes (para estar listos para ellos); pero
aún ahora no son suficientemente fuertes (para estar listos para ellos).
3 Porque ustedes todavía son (no espirituales, teniendo la naturaleza) de la carne (bajo el control
de los impulsos ordinarios). Porque mientras entre ustedes hay envidias y celos y peleas y
facciones, ¿no son ustedes no espirituales y son de la carne, conduciéndose entre ustedes con los
patrones humanos y como simples hombres (que no han cambiado)?

El creyente que camina en el conocimiento basado en los sentidos es llamado carnal o no


espiritual. Un creyente carnal es aquel que su vida está gobernada o regida por los sentidos
físicos.

El creyente que camina en este tipo de conocimiento trata de hacer las cosas a
su manera y no a la manera de Dios.

El conocimiento por revelación es diferente porque no se basa en los sentidos


físicos sino en la Palabra de Dios.

Cuando recién me convertí iba por todos lados con mi Nuevo Testamento azul de
los Gedeones.

Un día después de una reunión se me acercó un amigo del grupo de jóvenes y me


regaló una Biblia que tenía este versículo en su dedicatoria:

Josué 1:7-9
7 Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi
siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado
en todas las cosas que emprendas.
8 Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él,
para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás
prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.
9 Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu
Dios estará contigo en dondequiera que vayas.

¡Qué gran pasaje de la Biblia!

Esos fueron unos de los versículos que influyeron en mi vida, comprendí que
debía pasar tiempo con la Palabra de Dios si es que quería ver un cambio en mi
vida.

Más adelante cuando empecé a estudiar en el Centro de Entrenamiento Bíblico


“La Palabra de Fe”, llegó a mi vida otro versículo que cambió mi vida:

Romanos 10:17
17 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.

Desde que me convertí había tenido hambre por la Palabra de Dios, y aunque no
lo sabía, esa Palabra estaba transformando mi vida, cambiándola y dándome un
mayor conocimiento.

Esto produjo en mi el conocimiento por revelación, que es la verdad que viene a


nuestros corazones por el oír y el meditar la Palabra de Dios.

La Renovación de la Mente
La Renovación de la
Mente
Romanos 12:1-2
1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros
cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
2 No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de
vuestro entendimiento, para que comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios,
agradable y perfecta.

Nuestro espíritu fue renacido pero nuestra alma debe ser renovada.

La palabra griega para transformaos es metamorphoo de donde viene nuestra


palabra metamorfosis, Vine la define así:

METAMORPHOO: cambiar en otra forma (meta, implicando un cambio, y morphe,


forma), se usa en Voz Pasiva para los creyentes, en Romanos 12:2, “transformaos,” la
obligación de experimentar un cambio completo que, bajo el poder de Dios, encuentra
su expresión en el carácter y la conducta; morphe hace hincapié en el cambio interior,
schema (ver suschematizo, el verbo precedente en ese verso) hace hincapié en el
cambio exterior, el tiempo presente continuo indica que es un proceso; en 2 Corintios
3:18 se describe a los creyentes siendo “transformados a su imagen” (la de Cristo con
todas Sus excelencias morales), cambio que es efectuado por el Espíritu Santo.

La palabra para renovación es anakainosis que significa hacer nuevo (ana, de


nuevo u otra vez, kainos, nuevo, no reciente pero diferente), renovar. Vine lo
define así:

Es usada en Romanos 12:2, “la renovación (de vuestro entendimiento),” es el ajuste de


la visión moral y espiritual, y del pensamiento hacia la mente de Dios, la cual es
designada para tener un efecto transformador sobre la vida; este pasaje en Romanos
hace hincapié en la voluntad de responder por parte del creyente.

Es al creyente a quien le corresponde renovar el entendimiento, no a Dios.

La palabra entendimiento es nous, que Vine la define así:

Nous: mente, generalmente hablando denota el centro de la conciencia reflexiva,


incluyendo las facultades de percepción y entendimiento, y las de sentimientos, juicio y
determinación.

Veamos Romanos 12:2 en otras versiones para tener una idea más amplia:

Nuevo Testamento de Arcas y Fernández


No os amoldéis a los criterios de este mundo. Dejaos transformar; renovad vuestro
interior de tal manera, que sepáis apreciar lo que Dios quiere, es decir, lo bueno, lo
que le es agradable, lo perfecto.

Biblia Latinoamericana
No sigan la corriente del mundo en que vivimos, sino más bien transfórmense a partir
de una renovación interior. Así sabrán distinguir cuál es la voluntad de Dios, lo que
es bueno, lo que le agrada, lo que es perfecto.

Biblia del Pueblo de Dios


No tomen como modelo a este mundo. Por el contrario, transfórmense interiormente
renovando su mentalidad, a fin de que puedan discernir cuál es la voluntad de Dios:
lo que es bueno, lo que le agrada, lo perfecto.

Biblia Castilian
No os amoldéis a los usos y costumbres propios de este mundo; antes bien, procurad
que vuestra mente renovada opere la transformación de vuestra personalidad, para
que lleguéis a comprobar lo buena, grata y perfecta que es la voluntad de Dios.

Dios Habla Hoy


No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera
de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de
Dios, es decir,lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto.

The Message
No te vuelvas tan ajustados a tu cultura que encajes en ella sin siquiera pensarlo. En
vez de eso fija tu atención en Dios. Serás cambiado desde tu interior. Fácilmente
reconocerás lo que Él quiere de ti, y rápidamente responderás. A diferencia de la
cultura que te rodea, siempre arrastrándote a su nivel de inmadurez; Dios sacará lo
mejor de ti; desarrollando en ti una bien formada madurez.

Estos es lo que hablamos acerca de renovar la mente; la cultura que vivimos y los
moldes y patrones del mundo en que vivimos nos están alejando de lo mejor que
Dios tiene para nosotros; nos impiden crecer, madurar y alcanzar la perfecta
voluntad de Dios para nuestras vidas.

Por eso debemos cambiar nuestra baja manera de pensar; y transformarla,


renovando nuestra mente, pensando como Dios piensa, por esos caminos más
altos que están escritos en Su Palabra.

Dios quiere que hagamos una metamorfosis; así como un feo gusano se convierte
en una bella mariposa; convirtamos nuestra mente pervertida por la forma de
pensar del mundo en una mente madura que camina y conoce la perfecta
voluntad de Dios.

Salmo 23:3
3 Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre

Salmo 23:3 (Biblia de las Américas)


3 El restaura mi alma; me guía por senderos de justicia por amor de su nombre.

Salmo 23:3 (Nácar Colunga)


3 Recrea mi alma, me guía por las rectas sendas por amor de su nombre.
Salmo 23:3 (Palabra de Dios Para Todos)
3 Él renueva mi alma. Me lleva por buenos caminos para mostrarme lo bondadoso
que es.

Salmo 23:3 (Reina Valera 1865)


3 Hará volver mi alma: guiarme ha por sendas de justicia por su nombre.

Salmo 23:3 (Reina Valera 2000)


3 Convertirá mi alma; me guiará por sendas de justicia por su nombre.

Aquí vemos varios significados de la palabra que Reina Valera tradujo como
confortar; en realidad el significado es más profundo; la palabra hebrea usada,
shub, significa voltear, devolver, restaurar; y ese es el sentido que le dan las
otras versiones de la Biblia.

No nos habla de un sentimiento de comodidad, como parece mostrarnos la


palabra confortar, sino que nos habla de un cambio más radical y profundo:
recrear, restaurar, renovar, hacer volver, convertir.

Esta palabra me recuerda lo que hacía mi abuelita que era una mujer muy hábil y
emprendedora.

Me acuerdo que los sillones de la sala de estar tenían la tela desgastada; así que
ella fue, compró nueva tela, quitó completamente la antigua tela, quedando solo
con el esqueleto del sillón, y finalmente colocó la nueva tela.

Al final se veía un sillón nuevo, pero en realidad no estaba nuevo, estaba


renovado o restaurado.

¿Cómo renovamos o restauramos nuestra mente?

En Santiago 1:21 vemos como funciona este proceso:

Santiago 1:21
21 Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con
mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.

En este pasaje vemos el proceso de la renovación de la mente, a traves de las


palabras desechar e implantar. La palabra desechar es apotithemi, la cual Vine
define así:

APOTITHEMI, sacarse de uno (apo, de, y tithemi, poner, colocar, establecer), sacarse,
desechar, dejar de lado, denota en la voz media, sacarse de uno, echar fuera, alejar.

Vemos mucha similitud con la idea que nos da Romanos 12:2 cuando nos habla de
una metamorfosis; para hacer un cambio es necesario desechar algo.
La otra palabra, implantar, también tiene que ver con esto, pues ya que hemos
sacado algo debemos colocar algo. La palabra implantar es emphutos la cual
define Vine de esta manera:

EMPHUTOS, implantado, o enraizado (de emphuo, implantar), es usada en Santiago


1:21, “implantada,” la palabra de Dios una “palabra enraizada,” una palabra cuya
propiedad es enraizarse como una semilla en el corazón.

Para palabra se usa logos, una palabra que ya conocemos y significa, la Palabra
de Dios como un todo. Es decir nos habla del estudio continuo de la Palabra,
como una herramienta para que nuestra mente sea renovada.

Un alma salva, es una mente restaurada o renovada por la Palabra de Dios.

Si quieres renovar tu mente, debes colocar la Palabra de Dios en ella, para que
ya no pienses como piensa el mundo, sino como Dios lo hace.

2 Pedro 2:1-1
1 Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las
detracciones,
2 desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por
ella crezcáis para salvación.

Debemos depositar la Palabra de Dios en nuestras vidas para de esa manera


renovar nuestras mentes y poder salvar nuestras almas.

Proverbios 23:7
7 Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él...

La importancia de la renovación de la mente es que nosotros nos convertimos en


aquello en lo cual pensamos en nuestro interior.

Isaías 55:8-9
8 Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis
caminos, dijo Jehová.
9 Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que
vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos

Como vimos al principio, los pensamientos de Dios son mayores y más altos que
los nuestros; Dios sabe todas las cosas y conoce el plan que tiene para nuestras
vidas; así que debemos empezar a pensar lo que dice la Palabra y no lo que dice
nuestra mente.

Santiago 1:22-25
22 Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a
vosotros mismos.
23 Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es
semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural.
24 Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era.
25 Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en
ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado
en lo que hace.

La Palabra de Dios es la que nos muestra lo que somos, por eso debemos ir
continuamente a ella para poder guardarla y hacerla, y convertirnos finalmente
en lo que ella dice que somos.

Josué 1:8
8 Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche
meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito;
porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.

La clave del éxito en la vida es la meditación de la Palabra de Dios, esa es la


clave para la renovación de la mente, estar colocando de día y de noche la
Palabra de Dios en nuestra mente, para así guardarla y hacerla.

La meditación es sencillamente, colocar algo de manera continua en nuestra


mente, ¿Qué colocamos? La Palabra de Dios.

Deuteronomio 6:6-9
6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón;
7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el
camino, y al acostarte, y cuando te levantes.
8 Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos;
9 y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.

La clave de la meditación es pasar tiempo hablando la Palabra, pegándola en las


paredes de tu casa, repetirla en todo momento, la Palabra de Dios todo el día.

Es como un amigo, que tenía que llevar un curso muy difícil y trabajoso en la
universidad, así que empezó a colocar versos por todo su cuarto, en las paredes,
en el techo, en todo lugar imaginable e inimaginable.

Si se sentía tentado a flojear un poco él miraba el techo de su cuarto donde


decía en letras grandes: “Mira a la hormiga perezoso.”

Cuando terminó ese ciclo en la universidad, estaba completamente agotado,


pero había aprobado el curso con una nota alta.

Tomemos la Palabra de Dios, coloquémosla en nosotros y meditemos en ella, así


pensaremos como Dios piensa y viviremos una vida más alta.
El Aspecto Legal y el Aspecto Vital de
la Palabra de Dios
El Aspecto Legal y el Aspecto Vital de
la Palabra de Dios

2 Pedro 1:3-4
3 Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas
por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su
gloria y excelencia,
4 por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para
que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido
de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia.

2 Pedro 1:3-4 (Nueva Versión Internacional)


3 Su divino poder, al darnos el conocimiento de aquel que nos llamó por su
propia gloria y potencia, nos ha concedido todas las cosas que necesitamos para
vivir como Dios manda.
4 Así Dios nos ha entregado sus preciosas y magníficas promesas para que
ustedes, luego de escapar de la corrupción que hay en el mundo debido a los
malos deseos, lleguen a tener parte en la naturaleza divina.

Dios nos ha dado todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad, todo lo
necesario para vivir como Él manda, y todas ello lo encerró en su Palabra.
Esto significa que al pasar tiempo en su Palabra creceremos hasta alcanzar todas
las bendiciones que Dios nos dio.

Efesios 1:3
3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con
toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo.

Este verso nos dice que todas las promesas y bendiciones de Dios son legalmente
nuestras.

Hay dos aspectos de la Palabra de Dios en nuestras vidas:

El aspecto legal, y el aspecto vital

El aspecto legal nos dice que todas las bendiciones y promesas de Dios son
legalmente nuestras.

El aspecto vital nos habla de poder experimentar en nuestras vidas lo que


legalmente nos pertenece.

El hecho de que las promesas de la Palabra nos pertenezcan legalmente no


significa que las experimentemos en nuestras vidas.

Como vimos en Hechos 20:32: “Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la


palabra de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con
todos los santificados.” Es decir, la Palabra tiene poder para sobreedificarnos
pero somos nosotros los que debemos hacer algo.

Para poder experimentar las promesas de Dios en nuestras vidas debemos


entender que confiabilidad, respaldo y autoridad tiene la Palabra.

Lo primero que debemos entender es que Jesús y su Palabra son uno.

Juan 1:1,14
1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria,
gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.

En este pasaje la palabra verbo es logos que significa: palabra.

La Palabra hecha carne es un titulo del Hijo de Dios, el cumplimiento del título
logos, es la manifestación personal de toda la deidad, no solo una parte de la
naturaleza divina.

1 Juan 1:1
1 Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con
nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al
Verbo de vida.

Aquí Jesús es llamado el logos de vida.

Entonces podemos ver que Jesús es la Palabra de Dios. Por eso, el lugar que le
damos a la Palabra de Dios en nuestras vidas es el lugar que le damos a Dios en
nuestras vidas.

Lo segundo que debemos entender es que el poder de Dios está encerrado en


su Palabra.

Hebreos 1:1-3
1 Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a
los padres por los profetas,
2 en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero
de todo, y por quien asimismo hizo el universo;
3 el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y
quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la
purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de
la Majestad en las alturas.

Aquí palabra es rhema, que se define: “El significado de rhema a diferencia de


logos esta ejemplificado en la orden de “tomar la espada del espíritu que es la
Palabra de Dios,” que está en Efesios 6:17, la referencia aquí no es a toda la
Biblia en conjunto (como en logos). sino a las porciones individuales de la
Escritura que el Espíritu nos hace recordar en tiempo de necesidad, siendo el
requisito previo el almacenar regularmente la Escritura en nuestra mente.”

Logos nos muestra lo que la Palabra es en esencia, rhema lo que la Palabra


puede hacer por nosotros.

El poder que hay en la Palabra se desata a través del rhema.

Lo tercero que debemos entender es que la Palabra es verdad.

Juan 17:17
17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.

El logos de Dios es la verdad de Dios.

Números 23:19
19 Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se
arrepienta. El dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?
Si Dios dijo algo en Su Palabra, es un hecho que va ha suceder.

Lo cuarto que debemos entender es que la Palabra de Dios no cambia.

En Mateo 24:35, Marcos 13:31 y Lucas 21:33 dicen lo mismo:

Mateo 24:35
35 El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.

El logos de Dios nunca cambia.

Santiago 1:16-17
16 Amados hermanos míos, no erréis.
17 Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las
luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.

Dios no cambia, ni varía ni se muda, Él siempre es el mismo.

Hebreos 13:8
8 Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.

Jesucristo, la Palabra viva, no ha cambiado, por tanto la Palabra de Dios sigue


vigente hoy.

Lo quinto que debemos entender es que la Palabra trae las cosas de Dios al
mundo natural.

Hebreos 11:3
3 Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios,
de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.

Hebreos 11:3 (Biblia del Pueblo de Dios)


3 Por la fe, comprendemos que la Palabra de Dios formó el mundo, de manera
que lo visible proviene de lo invisible.

Hebreos 11:3 (Biblia Castilian 2003)


3 Por la fe sabemos que los mundos y los tiempos fueron organizados por la
palabra de Dios, de suerte que de lo invisible surgiera lo visible.

Hebreos 11:3 (The Message)


3 Por la fe podemos ver que el mundo fue llamado a existencia por la palabra de
Dios, lo que vemos fue creado por lo que no vemos.

Este verso que vemos es bien claro, el mundo y todo lo que conocemos fue
formado por la Palabra de Dios, creando las cosas que se ven de las que no se
veían.
Dios llamó al mundo a la existencia con sus palabras tal como vemos en Génesis.

Génesis 1:1-3
1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del
abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.
3 Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.

Si vemos todo el capítulo 1 de Génesis veremos que Dios habló 7 veces para hacer
su creación y cada vez que Él habló fue formado algo.

Su Palabra tiene poder creador.

Lo sexto que debemos entender es que la Palabra de Dios tiene poder para
reproducirse en nosotros.

La parábola del sembrador es una muestra clara de cómo la Palabra de Dios


puede llegar a reproducirse en nosotros.

Lucas 8:11
11 Esta es, pues, la parábola: La semilla es la palabra de Dios.

Mateo 13:19
19 Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y
arrebata lo que fue sembrado en su corazón.

Veamos ahora como es que esa semilla de la Palabra crece en nuestro corazón.

Marcos 4:26-29
26 Decía además: Así es el reino de Dios, como cuando un hombre echa semilla
en la tierra;
27 y duerme y se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece sin que
él sepa cómo.
28 Porque de suyo lleva fruto la tierra, primero hierba, luego espiga, después
grano lleno en la espiga;
29 y cuando el fruto está maduro, en seguida se mete la hoz, porque la siega
ha llegado.

La Palabra tiene poder para reproducirse en nosotros y dar fruto.

Le sétimo que debemos entender es que para que la Palabra se vuelva real en
nosotros debemos vivirla.

Nosotros no podemos llegar a vivirla si es que no la conocemos.


Juan 8:31-32
31 Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros
permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;
32 y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.

Para poder ser verdaderos discípulos de Jesús debemos conocer y permanecer en


Su Palabra.

Santiago 1:21-25
21 Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid
con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.
22 Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos
a vosotros mismos.
23 Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es
semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural.
24 Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era.
25 Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y
persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste
será bienaventurado en lo que hace.

Este pasaje es bien claro; no solo debemos recibir la Palabra sino que debemos
convertirnos en hacedores de ella; debemos vivirla para que se vuelva una
realidad en nosotros.

Josué 1:7-9
7 Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a
toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a
siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas.
8 Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche
meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está
escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.
9 Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni
desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.

Esta orden que Dios le dio a Josué sigue vigente para nosotros; debemos oír la
Palabra, guardarla y hacerla, solo así la haremos una realidad en nuestra vida y
producirá el fruto deseado.

Lo octavo que debemos entender es que debemos permanecer en la Palabra.

Juan 15:7
7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo
que queréis, y os será hecho.

Debemos de permanecer en los Rhemas de Dios.


Colosenses 3:16
16 La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y
exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros
corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.

El logos de Dios debe habitar ricamente en nosotros. Es nuestra responsabilidad


el pasar tiempo en la Palabra de Dios.

Al habitar y permanecer en la Palabra de Dios vamos a poder conocer el aspecto


legal de la Palabra y sabremos que hacer para experimentar el aspecto vital de
ella.

Cómo Pasar del Aspecto Legal de la Palabra de Dios al Aspecto Vital en


Nuestras Vidas

Josué 1:8
8 Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche
meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está
escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.

Esta es la clave para experimentar el aspecto vital en nuestras vidas.

1. Tener la Palabra de Dios siempre en nuestra boca.

2. Meditar la Palabra de Dios de día y de noche.

3. Guardar la Palabra en nuestro corazón.

4. Hacer lo que dice la Palabra de Dios.

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