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Existe un peligro real a nivel social: el alcohol. Sin duda, no toda la gente joven bebe los fines de
semana, sin embargo, muchos sí que asocian de forma directa el tiempo libre con tener unas copas de
más. En el contexto de los bares y de las discotecas de los viernes y sábados por la noche, es frecuente
que aquellos que quieren pasar un buen rato, se animen a beber unas copas. En este sentido, el alcohol no
es un enemigo siempre que se tiene una relación adecuada con la bebida, es decir, siempre que eres tú el
que controlas. Son los adolescentes, es decir, los más jóvenes, los más vulnerables ante el consumo de
alcohol. El poder del grupo es notable en esa etapa de la vida, por ello, muchos jóvenes hacen
simplemente, lo que hacen los demás por miedo al rechazo o al que dirán. Por otra parte, algunas
personas también toman el alcohol, directamente, como un método para superar la timidez y poder tomar
la iniciativa a la hora de ligar.
Todo aquello que surge desde el alcohol, es decir, desde la falta de autenticidad, resulta artificial. Por
tanto, anímate a mostrarte tal y como eres, siéntete bien contigo mismo, no quieras fingir ante nadie… El
alcohol, más allá de esa sensación de euforia inicial que produce, tiene un efecto depresor sobre el
organismo. De hecho, la resaca es una señal de alarma que muestra el efecto que produce el consumo
excesivo de alcohol en el cuerpo.
Alcoholismo
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Alcoholismo
Especialidad Psiquiatría
CIAP-2 P15
MedlinePlus 000944
Sinónimos
Dipsomanía
Enolismo
Aviso médico
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo determina como «toda forma de embriaguez
que excede el consumo alimenticio tradicional y corriente o que sobrepasa los linderos de costumbres
sociales...».2
La dependencia al alcohol puede resultar de una predisposición genética, una enfermedad mental, el
consumo de alcohol abundante, sostenido y abusivo o una combinación de estos factores. Esta
enfermedad no solo afecta al adicto sino también la vida de todo aquel que se encuentra a su alrededor.
Investigaciones recientes sobre genética y neurociencia han identificado ciertas características genéticas
que se cree están relacionadas con la dependencia al alcohol. Los investigadores continúan indagando el
vínculo entre la herencia genética y el alcoholismo. Actualmente no existe una posible cura para esta
enfermedad, sin embargo muchos alcohólicos se mantienen sobrios por periodos de tiempo prolongados
de acuerdo a su voluntad y compromiso para vencer esta enfermedad. Pero es innegable que para que un
adicto al alcohol pueda recibir tratamiento y llegar a una posible recuperación, primero tiene que aceptar
su condición de dependencia al licor.3
Índice
1 Causas
2 Predisposición genética
3 Tipos de alcoholismo
4 Efectos crónicos en el embarazo
5 Impacto social
6 Adolescencia: etapa vulnerable
7 Datos y cifras
o 7.1 País por país
8 Tratamiento
9 Ayuda para la recuperación
10 Véase también
11 Referencias
12 Enlaces externos
Causas
Hasta el momento no existe una causa común, aunque varios factores pueden desempeñar un papel
importante en su desarrollo. Por lo tanto las evidencias muestran que quien tiene un padre o una madre
con alcoholismo tiene mayor probabilidad de adquirir esta enfermedad, una puede ser el estrés o los
problemas que tiene la persona que lo ingiere.
Algunos otros factores asociados a este padecimiento son la necesidad de aliviar la ansiedad, conflicto en
relaciones interpersonales, depresión, baja autoestima y aceptación social del consumo de alcohol.4
Según la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD) los pacientes alcohólicos suelen presentar hasta en
un 80 % de los casos otros trastornos psiquiátricos asociados y, por lo tanto, ser considerados como
pacientes con patología dual.5
Predisposición genética
Con el desarrollo de las técnicas de estudio del ADN, se ha relacionado la existencia de secuencias
concretas o SNP (cambios de sola una base nitrogenada presente en una parte pequeña, aunque
representativa, de la población), con lo que se demostraría una tendencia genética a desarrollar
alcoholismo determinada por el propio genoma.6
Esta tendencia podría tener su base molecular en el distinto estado de metilación de algunas islas CpG, y
puede ser estudiado mediante un análisis de SNPs.7
Tipos de alcoholismo
Existen dos tipos:
Tipo I: es característico en personas adultas, que pueden tener una etapa de grandes ingestas
puntuales separadas por tiempos de abstemia pero que sin embargo van siendo más pequeños
hasta poder alcanzar una gran dependencia, acompañada progresivamente por el desarrollo de
enfermedades hepáticas.
Tipo II: se desarrolla en personas durante la adolescencia y está asociado a menudo a un
historial violento y arresto policial. No se caracteriza por un aumento progresivo del consumo de
alcohol. Algunos estudios han determinado una menor expresión de la enzima monoamino
oxidasa en este grupo, lo que se ha correlacionado con una menor producción de serotonina
(relajación y activación del sistema nervioso simpático) en el sistema nervioso central.
Los niños con Efectos de alcoholismo fetal presentan los mismos síntomas, pero en menor grado y tienen
menos probabilidades de presentar deficiencia mental.8
Estas características son muy similares a las de los trastornos del espectro autista.
Impacto social
El alcoholismo no está fijado por la cantidad ingerida en un periodo determinado: personas afectadas por
esta enfermedad pueden seguir patrones muy diferentes de comportamiento, existiendo tanto alcohólicos
que consumen a diario, como alcohólicos que beben semanalmente, mensualmente, o sin una periodicidad
fija. Si bien el proceso degenerativo tiende a acortar los plazos entre cada ingesta.
Las defunciones por accidentes relacionados con el alcohol (choques, atropellamientos y suicidios)
ocupan los primeros lugares entre las causas de muerte en muchos países. Por ejemplo, en España se
considera que el consumo de alcohol-etanol causa más de 100 000 muertes al año, entre intoxicaciones
por borrachera y accidentes de tráfico.9
A su vez, la Secretaría de Salud de México reporta que el abuso del alcohol se relaciona con el 70 % de
las muertes por accidentes de tránsito y es la principal causa de fallecimiento entre los 15 y los 30 años de
edad. Se estima que 27 000 mexicanos mueren cada año por accidentes de tránsito y la mayoría se debe a
que se encontraban bajo los efectos del alcohol. 10
En los accidentes suelen sufrir heridas más graves los conductores que han bebido. Además, el efecto del
alcohol en el corazón y la circulación de la sangre reduce las probabilidades de supervivencia en caso de
realizarse una intervención quirúrgica de emergencia. Por consiguiente, a diferencia de lo que cree mucha
gente, la mayoría de los fallecimientos relacionados con el alcohol corresponden a los propios
conductores ebrios, señala un informe del Instituto Nacional de la Salud y de la Investigación Médica de
Francia. En vista de los peligros, el informe ofrece las siguientes recomendaciones: No beber cuando se
vaya a conducir, no subir a un vehículo con un conductor que haya bebido, no permitir que los amigos o
familiares conduzcan bajo los efectos del alcohol.
Conviene hablar con los hijos sobre las consecuencias del consumo del alcohol a edades tempranas, así
como del abuso del mismo a cualquier edad, a fin de que puedan evitarlas:
Perder el autocontrol.
Volverse violentos.
Olvidar lo que sucede, perder la consciencia.
Causar accidentes de tránsito.
Poner en riesgo su salud e integridad física y moral.
Faltar a clases o bajar su rendimiento académico.
Tener problemas con la ley.
Embarazos no deseados y enfermedades venéreas.
Volverse adictos.
En suma, hacer cosas de las que se arrepentirán más tarde.
La mejor forma de apoyar y ayudar a los jóvenes es estar cerca de ellos. Los jóvenes que perciben a su
familia presente y pendiente de ellos tienen una propensión menor a desarrollar el hábito de consumir
alcohol.[cita requerida]
Estudios científicos han demostrado que el alcohol es adictivo para todas las personas sin excepción, pero
cuando el consumo se inicia en la adolescencia, esa adicción aumenta por lo menos cinco veces. Los
adolescentes que consumen alcohol están expuestos a iniciar actividad sexual temprana, situación que los
expone a mayores riesgos de infecciones de transmisión sexual y embarazos no deseados.[cita requerida]
Datos y cifras
Cada año mueren en el mundo 3,3 millones de personas a consecuencia del consumo nocivo de
alcohol, lo que representa un 5,9% de todas las defunciones.
El uso nocivo de alcohol es un factor causal en más de 200 enfermedades y trastornos.
En general, el 5,1% de la carga mundial de morbilidad y lesiones es atribuible al consumo de
alcohol, calculado en términos de la esperanza de vida ajustada en función de la discapacidad
(EVAD).
El consumo de alcohol provoca defunción y discapacidad a una edad relativamente temprana. En
el grupo etario de 20 a 39 años, un 25% de las defunciones son atribuibles al consumo de
alcohol.
Existe una relación causal entre el consumo nocivo de alcohol y una serie de trastornos mentales
y comportamentales, además de las enfermedades no transmisibles y los traumatismos.
Recientemente se han determinado relaciones causales entre el consumo nocivo y la incidencia
de enfermedades infecciosas tales como la tuberculosis y el VIH/Sida.
Más allá de las consecuencias sanitarias, el consumo nocivo de alcohol provoca pérdidas
sociales y económicas importantes, tanto para las personas como para la sociedad en su
conjunto.
Según un informe publicado por la Organización Mundial de la Salud, el país del mundo donde más
alcohol se bebe es Moldavia, una antigua república soviética localizada en el sureste europeo donde el
consumo per cápita es de 18,22 litros por persona al año, sobre todo en forma de vino y de bebidas
alcohólicas como el vodka y los licores. La cifra triplica a la media mundial, que es de 6,1 litros. 16
En el ranking de los más "bebedores" destacan también los checos (16,45 litros anuales), los húngaros
(16,27 litros), los rusos (15,76 litros), los ucranianos (15,6 litros), los estonios (15,57 litros), los
habitantes de Andorra (15,48 litros), los rumanos (15,3 litros), los eslovenos (15,19 litros) y los
bielorrusos (15,13 litros). En España el consumo medio es de 11,62 litros por persona al año, por debajo
de otros países europeos como Francia (13,66), Reino Unido (13,37) y Alemania (12,81). 16
Tratamiento
El médico Antonio Cruz Soto considera que el tratamiento del alcoholismo es muy complejo e implica
varios aspectos como:
El tratamiento de las personas con una adicción al alcohol empieza por el reconocimiento del problema.
El alcoholismo está asociado con la negación, lo que permite al paciente creer que no necesita
tratamiento; piensa y lo externa a las personas que lo circundan, que lo puede abandonar cuando lo desee.
La mayoría de las personas con una dependencia del alcohol acceden al tratamiento bajo presión de otros.
Es muy rara la aceptación voluntaria de la necesidad de tratamiento.
Es difícil conocer los mecanismos de defensa que ha permitido seguir bebiendo a la persona con
dependencia del alcohol y se requiere un enfrentamiento con la familia y persona allegadas. Se debe
convencer a la persona cuando esta sobria y no cuando esta bebida o con resaca. Una vez que ha
reconocido el problema, la abstinencia del alcohol es el único tratamiento. Es a partir de este momento en
que se pueden dar programas de soporte, rehabilitación, seguimiento, etc.
La desintoxicación es la segunda fase del tratamiento. El alcohol es mantenido bajo control. Se establece
una supervisión. Se recetan tranquilizantes y sedantes para aliviar y controlar los efectos de la
abstinencia. Puede durar de 5 a 7 días. Es necesario el examen médico de otros problemas. Son frecuentes
los problemas del hígado y de la sangre. Es muy importante seguir con una dieta con suplementos
vitamínicos. Pueden aparecer complicaciones asociadas a los síntomas físicos agudos, como depresión.
Los programas de rehabilitación están para ayudar a las personas afectadas, después de la
desintoxicación, a mantenerse en la abstinencia del alcohol. Incluyen diversos consejos, soporte
psicológico (los tratamientos psicológicos que han demostrado eficacia para el tratamiento del
alcoholismo, son la terapia cognitivo conductual, que ayuda al enfermo a cambiar la forma como piensa y
como actúa y la terapia familiar sistemática; la meta de la terapia es ayudarlos a construir otras vías
posibles más favorables al crecimiento y a la vida. Cuidados de enfermería y cuidados médicos. La
educación sobre enfermedades del alcoholismo y sus efectos es parte de la terapia. También es necesario
el tratamiento de la familia porque el alcoholismo crea víctimas entre la gente allegada. 17 18
También hay terapias de aversión / repugnancia en las que se utilizan drogas que interfieren con el
metabolismo del alcohol y producen efectos muy desagradables, aun cuando se ingiera una pequeña
cantidad de alcohol en las 2 semanas después del tratamiento. Esta terapia no se utiliza en mujeres
embarazadas ni en personas con otras enfermedades. Debe ser utilizada con consejos de soporte y su
efectividad varía en cada caso. (p 242-243).19
Además, existen tratamientos a largo plazo para que se tenga conocimiento de los efectos de la
enfermedad, además de otorgar terapia para el control de pensamiento, comportamiento y emociones. Los
grupos de apoyo son los siguientes:
AL-ANON:
Los miembros de la familia de una persona con problemas de alcohol con frecuencia se benefician del
hecho de hablar con otras personas. Al-Anon es un grupo de apoyo para las personas que están afectadas
por el alcoholismo de otra persona. Alateen brinda apoyo a los adolescentes hijos de personas alcohólicas.
Otros: