Se dice que uno de los objetivos del líder Alemán Adolf Hitler en la Segunda Guerra mundial era exterminar aquellas razas que no eran consideradas arias, pues eran las que ocasionaban toda la desgracia política y económica de la nación. Esta ideología era la que manejaba este líder autoritario, lo que provoca un número elevado de muertes y sangre inocente derramada. En enero de 1933 Hitler asume el poder en Alemania y con ello emprende una campaña de discriminación contra los judíos, gitanos y todo aquel que no sea alemán puro. Hitler en su libro Main kampf defiende la idea de la conservación racial del hombre. Por lo que no cree de ninguna manera en la igualdad de las razas pues ello convertiría al mundo en mulatizado lo que implicaría “la desaparición para siempre de toda noción de lo bello y digno del hombre, así como la idea de un futuro mejor para la humanidad” (Main Kampf, 1925). Evidentemente Hitler estaba proponiendo la exterminación de millones de personas para lograrlo, y como lo dice el diario El Pueblo “ha querido empapar de sangre la faz del planeta. Ya ha conseguido su propósito. Ya tiene ante sus ojos el macabro espectáculo que tanto ansiaba” (1945). El resultado de muertes al final de la segunda guerra muestra que Hitler habría logrado lo que deseaba y con ello confirmaba que uno de sus objetivos en esta guerra era la exterminación de los débiles e inferiores. La noche del 8 de noviembre de 1938 ocurrió la primera matanza organizada por nazis contra judíos conocida como “la noche de los cristales rotos” donde aproximadamente 100 judíos fueron asesinados y 30 000 mil de ellos fueron detenidos para ser llevados a campos de exterminación, ello para que la gran matanza y monstruosidad del líder Nazi no sea expuesta a sus seguidores. Este acto al ser organizado muestra las intenciones claras que tenía Hitler de proveer a la nación Alemana de millones de muertos, hambre, salvajismo y demencia. Ello junto a los campos de concentración como el de Auschwitz, Dachau, Breitenau y otros son una muestra más de los objetivos de exterminio de la segunda guerra mundial. En suma, el Fuhrer cumple con su objetivo de exterminar, eliminar y erradicar toda raza poco digna (no aria), implicando a que sea también uno de los objetivos de la segunda guerra mundial. Esto se evidencia en los acontecimientos en contra de judíos organizados por los nazis y en los resultados que esta guerra muestra.