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Onaat Devarim

Palabras que hieren.

Con la palabra se puede construir o devastar.

El Talmud en Baba Metzia 58b nos explica la prohibición en la Tora que se llama:
“Onaat Devarim”, la cual es aprovecharse de la debilidad de otro, de sus fallas para
afligirlo. Cualquier palabra que cree angustia esta prohibida. El Pele Yoetz (Onaat)
dice que hay que tener siempre presente que palabras sin cuidado causan mucho
dolor y sufrimiento, por lo que la persona debe de cuidarse lo que a ti te molesta no
se lo hagas a los demás (Shabat 31ª). Piensa en como te molestas por algo pequeño
que hablaron de ti, piensa que también a las demás personas les molesta, no digas
pero si a mi me lo hubieran hecho no me molestaría, seguro que a ella tampoco le
moleta, todas las personas somos diferentes y variamos también en el nivel de
sensibilidad, por lo que debemos cuidar lo que decimos y el tono en que lo decimos
que muchas veces es el factor que distorsiona el mensaje.

El Talmud dice que es peor Onaat Devarim que Onaat Mamon (aprovecharse de la
falta de conocimiento sobre el precio del producto y vendérselo por encima del
precio haciéndole creer que es barato), porque después que el versículo prohíbe
Onaat Devarim sigue diciendo Veyareta MeElokeja, Y temerás de D—s, tu crees que
te saliste con la tuya porque nadie sabe verdaderamente cual fue tu intención, y te
puedes justificar que sepas que Hashem sabe tus intenciones, el Talmud sigue
diciendo que cuando el problema es monetario se puede devolver pero el dolor que
causan las palabras no se puede borrar, afecta a la persona misma. Sobre esto hay
un dicho popular: “Las heridas se curan, la plata se devuelve, las palabras dolorosas
duran por siempre”.

El Midrash (Vaikra Raba 33:1) relata que Raban Gamliel le pidió a Tavi su sirviente
que fuera y comprara lo mejor que había en el mercado fue y le trajo lengua, le
pidió que volviera y le trajera algo barato y al volver le trae lengua, se sorprende
Raban Gamliel y le dice no entiendo te envié a comprarme lo mejor y trajiste lengua
lo mas barato y trajiste lengua? A lo que le respondió sabiamente, es correcto la
lengua cuando es buena es lo mejor que hay en el mercado y cuando es mala no hay
peor. Las palabras son para elevar, dar ánimo, motivar no para hundir. Usemos el
poder de la palabra para construir a la gente empecemos por nuestros hijos y
mucho cuidado del uso de la palabra para destruir y tirar abajo a una persona.

El esposo debe ser mas cuidadoso aun con su mujer de no herir sus sentimientos
hay que decir cosas pero cuidado como las dices, ya que las mujeres son más
sensibles y lloran mas rápido.

Algunos de los ejemplos de los cuales nos podemos cuidar son: recordarle faltas de
su pasado a un baal teshuva, recordarle a un converso quienes son sus antecesores,
si alguien te pregunta algo que sabes rebotarle la pregunta a alguien que sabes que
no tiene la respuesta y decirle que opinas tú, llamarlo por sobrenombre entre otros.

Hay que tener un cuidado especial con los niños, tus hijos ya que en muchas
ocasiones hay que llamarles la atención, el Sefer Hajinuj ( mitzva 338)dice que hay
que tener extremo cuidado en no causarles angustia a menos que sea necesario
para corregirlos, hay un cuento de un Jajam que espero al Bar Mitzva de cierto niño
para pedirle disculpas por algo que el consideraba rayaba con esta prohibición, por
lo que espero a su mayoría de edad para conseguir su perdón, muchas veces uno
piensa que un niño no hay que tener el cuidado como cuando le llamas la atención
a un adulto y no es así.

Cuando caemos la mayoría en esta prohibición?, cuando encontramos algo gracioso


de otra persona que queremos compartir con los demás, hay que tener cuidado de
no derivar placer del dolor de los demás, no digas algo de humor que cause dolor.

La forma correcta para no herir con nuestras palabras es empezar por controlar el
tono de voz, subir la voz es como subir la mano y se le llama rasha (Hishtadlut
Hamidot 5) ese es el primer consejo que le da el Ramban en su famosa carta a su
hijo, que se acostumbre a siempre hablarle tranquilo a todas las personas en todo
momento.

Si bien tenemos que cuidarnos de no afligir a nadie, esta moneda tiene dos caras,
como debemos actuar cuando alguien nos habla mal. Cuentan que Rab Yerujam
Leibovitz estaba un día radiante de alegría le preguntaron a que se debe su
felicidad, y respondió: “alguien me insulto hoy y no le dije nada, estoy contento”
Esa es la actitud que debemos tomar, no afectarnos por lo que otros nos dicen para
robarnos nuestra paz interna, no se la entregues al ladrón.

El Sefer Jasidim (183) cuenta que una vez alguien insulto a una persona muy
piadosa. La comunidad quería poner en jerem a la persona pero esta buena persona
se opuso. Le dijeron debemos castigarlo no solo por ti sino para prevenir que
insulte a otros, al contrario dijo el hombre dejen que la gente aprenda de mi a no
dejar que los insultos le molesten.

Siendo que hablamos constantemente en momentos estamos un poco nerviosos es


difícil saber como controlar este tema, el Midrash Vaikra Raba 33:1, cuenta que
Rabi Yehuda Hanasi hizo una fiesta en la cual sirvió lengua. Se dio cuenta como la
gente escogía los pedazos mas suaves, aprovecho la oportunidad para decirle a la
gente que siempre deben de buscar las palabras suaves y dejar las palabras duras.
Rav Yosef Dov Soloveitchick el Rosh Yeshiva de Brisk explico que todas las lenguas
eran aptas para ser ingeridas. Eso es lo que quiso enseñar el Midrash no solo están
las malas palabras prohibidas pero incluso cuando hay una diferencia notoria entre
dos expresiones hay que buscar usar la mas apropiada. Debemos ver las
consecuencias que esa palabra que vamos a decir pueda tener.
Onaat Devarim

Palabras que hieren.

Con la palabra se puede construir o devastar.

El Talmud en Baba Metzia 58b nos explica la prohibición en la Tora que se llama:
“Onaat Devarim”, la cual es aprovecharse de la debilidad de otro, de sus fallas para
afligirlo. Cualquier palabra que cree angustia esta prohibida. El Pele Yoetz (Onaat)
dice que hay que tener siempre presente que palabras sin cuidado causan mucho
dolor y sufrimiento, por lo que la persona debe de cuidarse lo que a ti te molesta no
se lo hagas a los demás (Shabat 31ª). Piensa en como te molestas por algo pequeño
que hablaron de ti, piensa que también a las demás personas les molesta, no digas
pero si a mi me lo hubieran hecho no me molestaría, seguro que a ella tampoco le
moleta, todas las personas somos diferentes y variamos también en el nivel de
sensibilidad, por lo que debemos cuidar lo que decimos y el tono en que lo decimos
que muchas veces es el factor que distorsiona el mensaje.

El Talmud dice que es peor Onaat Devarim que Onaat Mamon (aprovecharse de la
falta de conocimiento sobre el precio del producto y vendérselo por encima del
precio haciéndole creer que es barato), porque después que el versículo prohíbe
Onaat Devarim sigue diciendo Veyareta MeElokeja, Y temerás de D—s, tu crees que
te saliste con la tuya porque nadie sabe verdaderamente cual fue tu intención, y te
puedes justificar que sepas que Hashem sabe tus intenciones, el Talmud sigue
diciendo que cuando el problema es monetario se puede devolver pero el dolor que
causan las palabras no se puede borrar, afecta a la persona misma. Sobre esto hay
un dicho popular: “Las heridas se curan, la plata se devuelve, las palabras dolorosas
duran por siempre”.

El Midrash (Vaikra Raba 33:1) relata que Raban Gamliel le pidió a Tavi su sirviente
que fuera y comprara lo mejor que había en el mercado fue y le trajo lengua, le
pidió que volviera y le trajera algo barato y al volver le trae lengua, se sorprende
Raban Gamliel y le dice no entiendo te envié a comprarme lo mejor y trajiste lengua
lo mas barato y trajiste lengua? A lo que le respondió sabiamente, es correcto la
lengua cuando es buena es lo mejor que hay en el mercado y cuando es mala no hay
peor. Las palabras son para elevar, dar ánimo, motivar no para hundir. Usemos el
poder de la palabra para construir a la gente empecemos por nuestros hijos y
mucho cuidado del uso de la palabra para destruir y tirar abajo a una persona.

El esposo debe ser mas cuidadoso aun con su mujer de no herir sus sentimientos
hay que decir cosas pero cuidado como las dices, ya que las mujeres son más
sensibles y lloran mas rápido.

Algunos de los ejemplos de los cuales nos podemos cuidar son: recordarle faltas de
su pasado a un baal teshuva, recordarle a un converso quienes son sus antecesores,
si alguien te pregunta algo que sabes rebotarle la pregunta a alguien que sabes que
no tiene la respuesta y decirle que opinas tú, llamarlo por sobrenombre entre otros.

Hay que tener un cuidado especial con los niños, tus hijos ya que en muchas
ocasiones hay que llamarles la atención, el Sefer Hajinuj ( mitzva 338)dice que hay
que tener extremo cuidado en no causarles angustia a menos que sea necesario
para corregirlos, hay un cuento de un Jajam que espero al Bar Mitzva de cierto niño
para pedirle disculpas por algo que el consideraba rayaba con esta prohibición, por
lo que espero a su mayoría de edad para conseguir su perdón, muchas veces uno
piensa que un niño no hay que tener el cuidado como cuando le llamas la atención
a un adulto y no es así.

Cuando caemos la mayoría en esta prohibición?, cuando encontramos algo gracioso


de otra persona que queremos compartir con los demás, hay que tener cuidado de
no derivar placer del dolor de los demás, no digas algo de humor que cause dolor.

La forma correcta para no herir con nuestras palabras es empezar por controlar el
tono de voz, subir la voz es como subir la mano y se le llama rasha (Hishtadlut
Hamidot 5) ese es el primer consejo que le da el Ramban en su famosa carta a su
hijo, que se acostumbre a siempre hablarle tranquilo a todas las personas en todo
momento.

Si bien tenemos que cuidarnos de no afligir a nadie, esta moneda tiene dos caras,
como debemos actuar cuando alguien nos habla mal. Cuentan que Rab Yerujam
Leibovitz estaba un día radiante de alegría le preguntaron a que se debe su
felicidad, y respondió: “alguien me insulto hoy y no le dije nada, estoy contento”
Esa es la actitud que debemos tomar, no afectarnos por lo que otros nos dicen para
robarnos nuestra paz interna, no se la entregues al ladrón.

El Sefer Jasidim (183) cuenta que una vez alguien insulto a una persona muy
piadosa. La comunidad quería poner en jerem a la persona pero esta buena persona
se opuso. Le dijeron debemos castigarlo no solo por ti sino para prevenir que
insulte a otros, al contrario dijo el hombre dejen que la gente aprenda de mi a no
dejar que los insultos le molesten.

Siendo que hablamos constantemente en momentos estamos un poco nerviosos es


difícil saber como controlar este tema, el Midrash Vaikra Raba 33:1, cuenta que
Rabi Yehuda Hanasi hizo una fiesta en la cual sirvió lengua. Se dio cuenta como la
gente escogía los pedazos mas suaves, aprovecho la oportunidad para decirle a la
gente que siempre deben de buscar las palabras suaves y dejar las palabras duras.
Rav Yosef Dov Soloveitchick el Rosh Yeshiva de Brisk explico que todas las lenguas
eran aptas para ser ingeridas. Eso es lo que quiso enseñar el Midrash no solo están
las malas palabras prohibidas pero incluso cuando hay una diferencia notoria entre
dos expresiones hay que buscar usar la mas apropiada. Debemos ver las
consecuencias que esa palabra que vamos a decir pueda tener.

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