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Se define como todas las infecciones del aparato respiratorio, con evolución menor a 15
días, causadas tanto por virus como bacterias, que se presentan con síntomas
relacionados con el aparato respiratorio tales como
Tos
Rinorrea
obstrucción nasal
odinofagia
disfonía
dificultad respiratoria, acompañados o no de fiebre.
Epidemiologia
Las infecciones respiratorias de vías altas y las otitis son enfermedades frecuentes con
alto índice de consultas ambulatorias, predominando en niños menores de 5 años y
prevalentes en menores de 2 años, cuyo agente causal es viral en el 90 % de los casos.
Algunas de ellas pueden ser prevenidas por medio de vacunas, diagnósticos tempranos y
tratamientos inmediatos para evitar las complicaciones y uso excesivo de medicamentos
como antibióticos.
ANATOMÍA
Oídos.
Oído externo
Está formado por el pabellón auricular (orejas) y el conducto auditivo externo, el cual, en
su tercio externo, tiene pelos y glándulas sebáceas que secretan cerumen. El segmento
más interior no tiene pelos y es más sensible al dolor, lo que conviene tener en cuenta al
momento de examinar.
Oído medio Es una cavidad llena de aire que contiene una cadena de tres
huesecillos: martillo, yunque yestribo, que transmiten el sonido desde la membrana
timpánica hasta la ventana oval del oído interno. El oído medio se comunica con la
nasofaringe a través de la trompa de Eustaquio. Mediante el bostezo o al sonarse la nariz
(maniobra de Valsalva), se abre este conducto y se iguala la presión del oído medio con
la del ambiente. El tímpano es una membrana tensa, que tiene una inclinación oblicua y
una forma algo cónica por la tracción que ejerce el mango del martillo. Ese punto de
contacto entre el tímpano y el mango del martillo se llama umbo. El oído medio también
se comunica con celdas llenas de aire ubicadas en el hueso mastoides.
Oído interno
Está esculpido en el interior del peñasco del
hueso temporal. Está formado por:
Audición.
Los sonidos externos hacen vibrar el tímpano y esta vibración se transmite a través de la
cadena de huesecillos al oído interno, en donde se encuentra la cóclea y el órgano de
Corti. En esta estructura se generan impulsos eléctricos que viajan finalmente a la corteza
del lóbulo temporal. Las vibraciones sonoras también pueden llegar al oído interno por
transmisión directa a través de los huesos del cráneo (esto se verá más adelante al
examinar la audición con un diapasón).
Equilibrio.
Oído externo
OTITIS EXTERNA
Inflamación de la piel del conducto del oído externo con extensión eventual al resto de
la piel del pabellón auricular y/o a los tejidos vecinos: tejido celular subcutáneo,
cartílago y hueso
Factores Predisponentes
- Limpieza excesiva del cerumen
- Baños de inmersión
- Conducto Auditivo Externo (CAE) muy estrecho
- Enfermedades dermatológicas
- Traumatismo
- Otitis media supurada perforada
- Cuerpos extraños
- Auxiliares auditivos
- Base genética (grupo sanguíneo tipo A)
Signos y Síntomas
- Otalgia
- Sensación de oído tapado
- Hipoacusia
- Otorrea
Dolor a la presión del trago
- Signo de flogosis con estenosis del CAE
- Dolor a la movilización del pabellón auricular
Microbiología
El 98% es bacteriana. El patógeno más común es Pseudomonas aeruginosa, con una
prevalencia del 20-60%, Staphylococcus aureus (10-70%) frecuentemente ocurre en
infecciones polimicrobianas. Son raras las infecciones micóticas
Clasificación Clínica
Otitis externa aguda: difusa y localizada
Otitis externa crónica: eczematosa y necrosante
Otras: Síndrome de Ramsay Hunt, miringitis bulosa y pericondritis.
Diagnóstico clínico
Otoscopia: edema y eritema de piel, estenosis del CAE, cantidad variable de exudado.
Tratamiento
Las pautas generales del tratamiento de la otitis externa contemplan:
- Alivio del dolor (GE: A)
- Limpieza del conducto auditivo externo (GE:D)
- Medicación específica, que dependerá de la entidad clínica (GE: B)
- Control de los factores predisponentes (GE: B)
El alivio del dolor puede lograrse con la administración de analgésicos tipo
acetaminofén o Antinflamatorios No Esteroideos (AINES
La limpieza local es necesaria para remover detritus que se encuentren ocupando el
CAE. Esto puede realizarse con lavado (si el paciente no tiene antecedente de otorrea o
perforación de la membrana). La limpieza instrumental (aspiración o con el uso de
curetas), debe ser reservada para especialistas.
Otitis Externa Aguda Difusa (otitis de piscina)
• Infecciones Severas
Otomicosis
Miringitis Bulosa
Es la inflamación de la capa epitelial externa de la membrana timpánica. Se caracteriza
por la aparición de vesículas de contenido seroso o serohemático, de tamaño variable
sobre la capa externa de la membrana
Etiología:
virus respiratorios inespecíficos en pacientes con ausencia de manifestaciones
sistémicas. Mycoplasma pneumoniae y Haemophilus influenzae no tipificable son los
gérmenes frecuentes en pacientes con signos y síntomas de infección respiratoria
superior y/o inferior1.
Hay que indicar analgésicos vía oral por 48 o 72 horas. En infecciones por Mycoplasma
pneumoniae se recomienda el uso de macrólidos vía oral (azitromicina de 3 a 5 días o
claritromicina de 7 a 10 días). En adultos, como alternativa, pueden ser utilizadas las
quinolonas respiratorias (moxifloxacina o
levofloxacina)
Síndrome de Ramsay-Hunt
Es una infección producida por el virus Herpes zoster y se caracteriza por la
aparición de vesículas en la concha, conducto auditivo externo y membrana
timpánica, concomitantemente con parálisis facial por afectación del ganglio
geniculado8.
El tratamiento se basa en la aplicación de aciclovir en crema sobre las lesiones del
pabellón auricular y la administración oral de aciclovir (Niños: 20 mg/kg/dosis 5
veces/día por 7 días. Adultos: 800 mg/5 veces/día por 7 días) o valaciclovir (Niños: 20
mg/kg/día TID. Adultos: 1 g TID). Si el cuadro clínico es severo, se administra
aciclovir por vía parenteral. El uso precoz de esteroides vía oral (prednisona de 1 a 2
mg/kg/día) está recomendado para evitar la desmielinización inducida por el virus
Pericondritis
EPIDEMIOLOGIA
La OMA es una enfermedad propia de lactantes y niños pequeños. Se calcula que a la
edad de 5 años más del 90 % de los niños han sufrido algún episodio de OMA y un 30%
tiene OMA recurrente.
El primer episodio de OMA antes del 6º mes de vida predispone a padecer
posteriormente de OMA, al igual que la alimentación con lactancia artificial en los
primeros meses de vida. Entre los factores epidemiológicos externos, los más
importantes son:
• Asistencia a guardería: es un factor de riesgo para contraer OMA y patógenos
resistentes.
• Contacto íntimo y mantenido entre los niños: en especial en niños pequeños; la
permanencia en lugares cerrados facilita esta predisposición.
• Presencia de fumadores en el medio familiar: el humo del tabaco ambiental es factor
predisponente para padecer todo tipo de infecciones respiratorias de la infancia
Entre las complicaciones más temidas están las mastoiditis y las meningitis con las
secuelas de pérdida de la audición y retraso en el desarrollo escolar
Lo fundamental es la prevención primaria por medio de las inmunizaciones, con el
cumplimiento del esquema de vacunación se evita infecciones virales prevenibles:
influenza, sarampión, rubéola, parotiditis, y las bacterianas: vacunas contra el
Haemophilus influenzae tipo b y neumococo. Es importante resaltar que la vacuna anti-
neumocócica 13 valentes fue incorporada en el Programa Ampliado de Inmunizaciones
de Venezuela desde julio del año 2014, lo pudo haber repercutido en algún grado en la
dinámica natural de la etiología de las otitis.
Sin embargo, del espectro de vacunas del PAI de Venezuela, en los últimos 2 años, sin
mayor explicación por parte del Ministerio del Poder Popular para la Salud, han sido
retirados varios productos biológicos contra enfermedades que afectan el aparato
respiratorio, por motivo de la crisis económica que padece el país. Los siguientes
productos biológicos han sido evacuados del programa: la vacuna contra la influenza, la
vacuna contra el neumococo polisacárido conjugada 13valente y la polisacárida 23
valente
Clasificación
Clasificación clínica
OMA recurrente: la presentación de 3 o más episodios de OMA en 6 meses, o 4
o más episodios en un año, con remisión completa de signos y síntomas entre
uno y otro episodio .
OMA persistente (OMP): es la permanencia de síntomas y signos de infección
en el oído medio luego de 1 o 2 cursos de tratamiento con antibiótico
Epidemiologia
Signos y síntomas
Criterios de severidad
OMA no severa: cursa con otalgia leve o moderada y temperatura < 39° C.
OMA severa: cursa con otalgia intensa (interfiere con el sueño, alimentación y
juego) y temperatura > 39°C.
DIAGNOSTICO
Una es aquella donde se cumplen los 3 criterios y que podríamos llamar OMA
confirmada, como ocurre en el caso de otorrea aguda (reciente + exudado +
inflamación) o en la otalgia aguda con exudado trans-timpánico demostrado (reciente
+ exudado + inflamación).
a.-Catarral (Tubotimpanitis)
b.-Exudativa
c.-Purulenta: no perforada y perforada
d.-Hemorrágica
Microbiología
Los virus representan aproximadamente el 70% de los agentes etiológicos de
OMA, entre los cuales están25:
- Virus Sincicial Respiratorio (VSR)
- Rhinovirus
- Adenovirus
- Parainfluenza
- Influenza y otros
Tratamiento
El orificio de salida de los senos maxilares está situado en la parte superior de su pared
medial, lo que dificulta el drenaje espontáneo y predispone a la sobreinfección
bacteriana del seno en el curso de infecciones respiratorias víricas. Los senos etmoidales
están constituidos por múltiples celdillas, cada una con un pequeño orificio de drenaje
independiente; ello facilita que se produzca retención de secreciones a consecuencia de
una inflamación vírica o alérgica de la mucosa.
Los senos frontales y esfenoidales no se infectan casi nunca en niños menores de ocho o
diez años, y es rara la infección bacteriana aislada a cualquier edad; cuando están
afectados suele formar parte de una pansinusitis, y el principal problema de las
infecciones bacterianas de estos senos es que pueden extenderse al sistema nervioso
central
LA SINUSITIS BACTERIANA AGUDA
Consiste en la inflamación de la mucosa de los senos paranasales de origen bacteriano
FISIOPATOLOGIA
Hay tres elementos importantes en la fisiología de los senos paranasales : la
permeabilidad del orificio de drenaje, el funcionamiento de los cilios y la calidad de las
secreciones.
La obstrucción del orificio, la reducción del aclaramiento ciliar o el aumento de la
cantidad o la viscosidad de las secreciones provocan retención de secreciones mucosas
en el interior de los senos, lo cual favorece que se produzca una infección bacteriana.
Los principales factores que predisponen a la obstrucción del drenaje sinusal son las
infecciones víricas y la inflamación alérgica, aunque existen numerosos otros tanto
debidos a problemas anatómicos locales (desviación de tabique nasal, pólipos nasales)
como a alteraciones sistémicas (dismotilidad ciliar, mucoviscidosis)
EPIDEMIOLOGÍA
La sinusitis aguda generalmente es una complicación de una infección vírica de las vías
respiratorias altas. Por consiguiente, la infección bacteriana de los senos suele ocurrir en
niños pequeños y durante los meses de invierno. Se estima que se produce una sinusitis
como complicación en el 5 y el 10% de las infecciones respiratorias víricas de los niños
pequeños, y en el 1-2% de las que afectan a los adultos. Por otra parte, también existe
una estrecha relación entre rinosinusitis y manifestaciones atópicas, como rinitis y asma
CLINICA
Hay dos patrones básicos de presentación de las sinusitis agudas
a) en forma de una “infección persistente” de las vías respiratorias altas
El cuadro clínico más frecuente consiste en la persistencia de
Tos diurna o rinorrea durante más de diez días, sin aparente mejoría, en el
contexto de una infección de las vías respiratorias superiores
La mayoría de las infecciones víricas no complicadas duran menos de 7-10 días y,
aunque puede haber cierta sintomatología durante algunos días más, la tendencia
espontánea hacia la curación es evidente.
En este tipo de sinusitis la secreción nasal tanto puede ser fluida como espesa, y clara,
mucoide o purulenta.
La tos –seca o húmeda– está presente durante todo el día, aunque a menudo empeora
por la noche.
Otros posibles síntomas acompañantes son:
halitosis
edema palpebral matutino transitorio; rara vez hay dolor facial o cefalea.
El estado general es bueno y el paciente está afebril o con febrícula.
b) como un “resfriado claramente más intenso” de lo habitual
Mucho menos frecuente, se caracteriza por:
Fiebre moderada o alta
secreción nasal purulenta de más de 3 ó 4 días de duración.
El estado general está algo afectado, hay:
Cefalea frontal o retroorbitaria y, en ocasiones, edema periorbitario.
Cuando los síntomas respiratorios de rinorrea o tos diurna persisten entre uno y
tres meses, aunque sea de manera intermitente, hablamos de sinusitis subaguda.
La secreción nasal puede ser de cualquier tipo
La tos suele empeorar por la noche; no hay fiebre o sólo febrícula ocasional.
SEMIOLOGIA
Al explorar a un paciente con sinusitis podemos encontrar:
Secreción mucopurulenta en las fosas nasales o en la faringe
una mucosa nasal eritematosa
faringitis
otitis media aguda o serosa.
Aveces la presión sobre los senos paranasales es dolorosa o puede apreciarse un edema
blando e indoloro de los párpados superior e inferior con decoloración de la piel.
El dolor facial no es específico ni sensible para el diagnóstico de sinusitis; sin embargo,
El edema periorbitario en el contexto clínico descrito, aunque no demasiado frecuente,
es muy sugestivo de sinusitis.
Un dato muy específico de sinusitis aguda es la presencia de material purulento saliendo
por el meato medio después de haber limpiado la cavidad nasal de secreciones y haber
tratado la mucosa con un vasoconstrictor tópico
ETIOLOGÍA
Los principales agentes responsables de sinusitis aguda son:
Streptococcus pneumoniae (30-40% de los casos)
Haemophilus influenzae habitualmente cepas “no tipables” (20% de los casos)
Streptococcus pyogenes.
En las fases iniciales del proceso no es raro encontrar virus respiratorios como
adenovirus, virus parainfluenza, virus de la gripe y rinovirus.
DIAGNÓSTICO
La presencia de un cuadro clínico característico (forma “persistente”) es todo lo que se
requiere, en la mayoría de los casos, para establecer el diagnóstico en los niños menores
de seis años, ya que en ellos se ha comprobado una correlación cercana al 90% entre la
sospecha clínica y la existencia de alteraciones radiológicas.
En niños con un cuadro clínico de “resfriado intenso”, está indicado realizar un estudio
radiológico para confirmar la sospecha de sinusitis, independientemente de la edad.
La información aportada por la radiología convencional es suficiente en pacientes con
signos y síntomas de sinusitis aguda sin complicaciones.
Cuando el diagnóstico basado en la anamnesis y la exploración física es dudoso o hay
una mala respuesta al tratamiento empírico puede ser necesario efectuar otros estudios
de imagen y, eventualmente, una ASPIRACIÓN SINUSAL para confirmar o descartar
el diagnóstico.
En pacientes mayores de diez años, la transiluminación de los senos maxilares y
frontales puede contribuir al diagnóstico
Estudios de imagen
La radiografía de senos paranasales ha sido el método tradicional para evaluar la
presencia de enfermedad sinusal. La proyección occipitomentoniana (de Waters) es la
más apropiada para analizar los senos maxilares. En caso de no ser concluyente, se
deben realizar proyecciones anteroposterior y lateral para completar el estudio de los
senos.
Los hallazgos radiológicos significativos de sinusitis aguda en un paciente sintomático
son:
1. Engrosamiento de la mucosa de 4 mm (5 mm en adultos) o más.
2. Opacificación difusa del seno.
3. Presencia de un nivel hidroaéreo.
La tomografía axial computarizada (TAC) detecta con mayor precisión las alteraciones
sinusales, de modo que resulta muy útil en situaciones atípicas, complicadas o crónicas.
No obstante, es frecuente hallar anomalías de la mucosa de los senos en pacientes con
síntomas respiratorios de cualquier etiología, por lo que no sirve para diferenciar si el
origen de la inflamación es alérgico, vírico o bacteriano.
Las indicaciones para hacer una TAC de senos son:
1. Enfermedad sinusal con complicaciones orbitarias o del sistema nervioso central.
2. Sinusitis clínica de repetición.
3. Sintomatología de sinusitis prolongada o sin respuesta adecuada al tratamiento
Aspiración de los senos
En algunos pacientes es conveniente que un otorrinolaringólogo efectúe una aspiración
del seno maxilar por vía transnasal. Los niños pequeños han de ser sedados o
anestesiados para esta maniobra. Las indicaciones son:
1. Fracaso de varias tandas de antibiótico terapia empírica.
2. Dolor facial intenso
3. Complicaciones orbitarias o intracraneales.
4. Pacientes inmunodeprimidos.
Tras una cuidadosa decontaminación del área de los cornetes, se considera significativo
de infección el aislamiento de 10.000 o más unidades formadoras de colonias/ml en el
material aspirado
TRATAMIENTO ANTIBIÓTICO
De acuerdo con los patrones de susceptibilidad de los microorganismos causantes de las
sinusitis agudas, el tratamiento de elección es la amoxicilina a dosis altas (70-80
mg/kg/día, en 3 dosis), asociada o no a ácido clavulánico (8-10 mg/kg/día)(6,7).
Por lo general es suficiente la amoxicilina sola, pero es preferible asociar ácido
clavulánico en las sinusitis frontales o esfenoidales, en las sinusitis etmoidales
complicadas, cuando la sintomatología es muy intensa, se prolonga más de un mes, o
cuando falle el tratamiento inicial con amoxicilina sola
Otros antibióticos como cefuroxima axetil, cefpodoximo proxetil, cefprozil,
azitromicina y claritromicina también han resultado eficaces en diversos estudios pero
cabe recordar que alrededor del 40% de los pacientes con sinusitis presentan una
curación espontánea, lo que dificulta la interpretación de los estudios terapéuticos con
escaso número de enfermos.
Los pacientes con aspecto tóxico o que requieren hospitalización por otro motivo se
tratan por vía parenteral con cefuroxima (150-200 mg/kg/día), amoxicilina- clavulánico
(100-150 mg/kg/día), cefotaxima (150-200 mg/kg/día) o ceftriaxona (50-75 mg/kg/día)
Cuando el tratamiento es adecuado, la mejoría clínica es rápida: los pacientes con
sinusitis quedan afebriles y disminuye claramente la tos y la rinorrea en un plazo de 48
horas. Si a los dos días el enfermo no ha mejorado, hay que replantearse el diagnóstico
y el tratamiento; en esta situación hay que considerar la conveniencia de practicar una
TAC o una aspiración del seno (consulta con otorrinolaringólogo).
Por otra parte, según qué antibiótico se esté administrando, habrá que valorar la
conveniencia de utilizar un antimicrobiano eficaz contra bacterias productoras de beta-
lactamasas o contra neumococos con resistencia a la penicilina (e incluso resistentes a
las cefalosporinas de 3ª generación)
La duración del tratamiento en condiciones normales es de unos 10 días. Pero en
determinados casos (pacientes con respuesta lenta) es aconsejable prolongarlo hasta 2 ó
3 semanas