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a) Regulación automática de la tensión (AVR).

Los valores de la tensión en los nudos de un sistema eléctrico están relacionados con los flujos
de potencia reactiva en las líneas del sistema Esta relación tiene un carácter marcadamente
local ya que la relación entre el flujo de reactiva y las tensiones en los extremos de la línea
considerada es muy fuerte, pero se debilita rápidamente a medida que se consideran nudos más
alejados. (interacción Q-U). El control automático de la tensión (AVR) tiene por objetivo
mantener la tensión en bornes del generador, mediante el control de la fuerza electromotriz
interna del generador. Para ello se actúa sobre la corriente de excitación del generador. La
respuesta de estos elementos de control es bastante rápida, del orden de los segundos. El
regulador automático de tensión (AVR) mide la magnitud de la tensión en bornes del
generador, valor que es rectificado y filtrado hasta obtener una señal de corriente continua
proporcional al valor eficaz original. Esta señal de continua ⎪V⎪ se compara con un valor de
referencia, ⎪Vref⎪, siendo la diferencia entre ambas el error de tensión, e, que después de su
amplificación se utiliza como tensión de alimentación de la excitatriz principal del generador y
que finalmente se convierte en la tensión de excitación del generador.
Control automático de la generación (AGC).
Si en algún momento la energía eléctrica generada en un sistema no coincide con la
demandada más la pérdidas, se produce un desequilibrio en el balance de potencia. Este déficit
o exceso de potencia sólo se puede obtener mediante la energía cinética almacenada en los
generadores. Como la energía cinética depende de la velocidad del generador, cualquier
desequilibrio en el balance de potencia activa se traducirá en una variación de la velocidad del
generador, y por lo tanto en una desviación de la frecuencia eléctrica del sistema.
4. CONTROL AUTOMÁTICO DE LA TENSIÓN (AVR). El control automático de la
tensión tiene por objeto mantener la tensión de salida del generador, V, dentro de unos
pequeños límites de variación respecto de un valor de referencia o nominal prefijado, anque la
carga conectada al generador varíe según las necesidades de consumo en cada momento. Dicho
de otra manera el control de tensión del generador permite mantener constante una consigna
de tensión en los distintos nudos del sistema eléctrico. Las medidas para controlar la tensión
en los nudos del sistema son de carácter local sin necesidad de tener que considerar el sistema
en su conjunto (conexión o desconexión de baterías de condensadores o reactancias, utilización
de un compensador síncrono o la regulación de la tensión de otros generadores). A
continuación se describe el control de la tensión mediante la regulación del generador
síncrono, también denominado control primario o AVR, con un tiempo de actuación de
segundos. La excitatriz es el principal elemento del AVR. La excitatriz proporciona la
corriente continua necesaria para generar el campo magnético del generador. En la figura 4.1
se representa el esquema típico de una regulación de tensión AVR, que utiliza una excitatriz
moderna compuesta de un generador síncrono asociado a un rectificador trifásico giratorio.
Este generador que gira solidario al eje de la turbina, tiene en el estátor una bobina alimentada
en corriente continua y en el rotor los tres devanados independientes que generan un sistema
trifásico de tensiones que se rectifica mediante el puente de diodos. La salida de corriente
continua del puente de diodos alimenta a la bobina de excitación del generador síncrono
principal ubicada en el rotor. Mediante este diseño se elimina la necesidad de las escobillas y
de los anillos rozantes.
Bucle de regulación AVR sin escobillas
Para comenzar con lo más sencillo, vamos a identificar los cables provenientes del campo de
excitación o estator de excitatriz y los conectaremos con F+ y F-. Es fundamental que respetemos la
polaridad de los mismos para no generar un campo magnético que se oponga al magnetismo
residual que mantiene el núcleo de hierro del estator de excitatriz.
El segundo paso es identificar la alimentación del AVR. Existen dos opciones:
Alimentación desde bobina auxiliar: En este caso tendremos los dos extremos de la bobina auxiliar
identificados con 3 y 4.
Alimentación desde bornes: En este caso tendremos que identificar los bornes que nos entreguen una
tensión en el rango de alimentación del AVR.
Comúnmente se utilizan dos puntos medios de fases distintas, entre los cuales tenderemos 190 V
para un alternador trifásico de 380 V.
Por último, debemos identificar el punto más adecuado para realizar el sensado de la tensión
generada. En el caso de los AVR con sensado bifásico, lo más conveniente es conectar entre dos
fases o medias fases (de acuerdo con el rango de sensado del AVR). De esta manera optimizamos el
control del AVR.
Siguiendo estos sencillos pasos, se podrá lograr la correcta conexión del AVR y la puesta en
funcionamiento del grupo electrógeno, en la inmensa mayoría de los casos.
Es fundamental respetar la polaridad del estator de excitatriz.
Seguramente se presentarán situaciones de mayor complejidad o con opciones no cubiertas por
esta sencilla guía. En tales casos, es importante realizar la consulta al servicio de pos-venta y
evitar averías involuntarias en el nuevo AVR o el alternador.

Porque no existen transformadores en cc


Las ecuaciones de Maxwell explican este fenómeno de forma matemática:

La ley de Faraday nos habla sobre la inducción electromagnética, la que origina una fuerza
electromotriz en un campo magnético. Esta ley es muchas veces llamada como ley de Faraday-
Lenz, debido a que Heinrich Lenz descubrió ésta inducción de manera separada a Faraday pero
casi simultánea.
Lo primero que se debe introducir es la fuerza electromotriz (FEM), si tenemos un campo
magnético variable con el tiempo, una fuerza electromotriz es inducida en cualquier circuito
eléctrico; y esta fuerza es igual a menos la derivada temporal del flujo magnético, así FEM =
dB/dt o sea la fuerza electromotriz inducida (voltaje inducido) es igual a la derivada del campo
magnético en función del tiempo, es decir a la razón de cambio del campo magnético en función del
tiempo.

Para que se entienda es el análogo del sonido, para que haya sonido tiene que haber cambio,
vibración. Si presionas una mesa oyes una vez la presión que ejerce tu mano sobre la misma, para
volver a escuchar tienes que volver a presionar, es decir no escuchas lo constante aunque tu mano
siga ejerciendo presión sobre la mesa.

Lo mismo pasa con el campo magnético, si es constante no logra que la bobina del secundario
genere un voltaje inducido, aunque esté presente.

Fuente: Universidad de San Carlos de Guatemala , Facultad de Ingeniería Eléctrica.

Aportes de la comunidad:

Renato Ubeda Ormeno Quiero añadir que la impedancia que presenta el bobinado a la tensión
continua tiene solo componente resistiva, que es mucho menor que la componente inductiva. El
resultado es una intensidad de continua inadmisible por temperatura. Esto es solo una observación.

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