Está en la página 1de 1

Las islas Chincha

En 1853, tan solo en Chincha norte, existieron alrededor de 4 millones de


toneladas de guano con acumulaciones de hasta 30 metros de altura. El guano
de las islas Chincha es, además, el más rico, pues alcanza con frecuencia
contenidos de 15% y hasta 16% de nitrógeno. Esto se debe a que las
condiciones meteorológicas favorecen el rápido desecamiento del guano y así
no pierde el nitrógeno.
Según los hallazgos arqueológicos, los primeros seres humanos que explotaron
el guano de estas islas fueron los agricultores de los pueblos Nazca y Mochica.
Luego, durante la época inca, se conocieron las bondades del guano, como lo
demuestra el hecho de estar prohibido visitar las islas en tiempos de
apareamiento de las aves. Cabe suponer, entonces, que el guano alimentaba
los sembríos de la costa central del Perú actual.
Luego de la conquista, se siguió extrayendo y empleando guano; sin embargo,
nunca se pensó en su exportación. Su uso era doméstico y la explotación se
hacía en pequeña escala. En la década de 1820, se vendían, dentro del país, por
lo menos 1700 toneladas anuales.
Hasta el siglo XIX, en ningún momento se pensó que el guano podía exportarse
hasta que Alexander Von Humboldt envió muestras del estiércol a laboratorios
alemanes (1802). Luego, en 1840, Justus Von Liebig, padre de la química
agrícola, reconoció el alto valor del guano como fertilizante, al comprobar su
gran contenido en nitratos y fosfatos.
De esta manera, Europa se interesó por su compra y el guano de las islas fue
reemplazando, lentamente, al estiércol del ganado o de los caballos que era
utilizado desde la Edad Media como abono. En 1841, el buque Bonanza envió
el primer cargamento a Inglaterra, y poco después fue necesario despachar 22
barcos más no solo a Inglaterra sino también a Francia, Alemania y Bélgica con
más de 6 toneladas de registro. Hasta 1849, el precio del guano en el mercado
de Londres fluyó entre 25 y 28 libras por tonelada. A parti r de 1850, el precio
promedio fue de 18 libras, hasta que decayó, durante la década de 1860,
cuando entró al mercado el fertilizante químico artificial.

Adaptado de: htt p://blog.pucp.edu.pe/blog

También podría gustarte