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“ZETAWAX”
Ceras opacas
“OPAWAX"
PROQUIDE, S.L.
Pol. Ind. Can Rosés
C/. Natación Nave 5 / 08191 Rubí
(Barcelona) Tel. : 93 588 64 53 / Fax 93 588
67 03
Gunther Seubert
Conocimientos
básicos sobre
la técnica de
encerado natural
según D. Schulz
Prefacio
En la actualidad, la estética adquiere cializada, muestra una inmensa influencia
cada vez mayor importancia y no puede en la preparación mecánica de los
negar- se que también influye en la alimen- tos y, con ello, en el bienestar
prótesis den- tal. La estética dental general de nuestros pacientes.
forma parte del es- piritu de nuestra
época. Es, entre otros, uno de los cometidos
de la odontología y de la prótesis dental
En efecto, la boca como "órgano de el reco- nocer y subsanar los defectos
co- municación" del ser humano atrae que D - rezcan en este importante
de for- ma considerable la atención del sistema. Para e\\o se requiere, sin lugar
interlocu- tor. No sólo despiertan interés a duaas, un ni- vel considerable de
el entorno oral como los labios, la zona conocimientos y de habilidades técnicas.
de la nariz o la barba. Nuestros dientes Se necesita un plan- teamiento base,
también gene- ran simpatía o antipatía según el cual se pueda realizar una
en el entorno so- cial. "prótesis dental adecuada pa- ra
En este contexto los dientes anteriores masticar’, aceptable, sin emplear de-
ad- quieren un valor muy especial. Por masiado tiempo y de una forma segura
ello en la prótesis dental y en la y reproducible.
odontología con razón se presta la
máxima atención a la restauración Hasta aqui no hay nada especial, los
estótica de los dientes ante- riores. plan- teamientos son sin duda
importantes y co- rrectos en la realización
Pero, ¿qué pasa en la zona de los de este resDonsa- ble cometido, pero la
dientes posteriores? En ellos aceptamos naturaleza sigue siendo la medida de
normal- mente el efecto estetico, pero nuestro trabajo y la pauta para nuestra
reconoce- mos ahí en gran parte el actuación. No pode- mos cometer ei
afán por una sa- tisfacción personal del error de encajonar a la na- turaleza
odontólogo o del protesico. Y, en dentro de un planteamiento de base.
efecto, los dientes de la persona, sean Más bien tenemos que orientar
anteriores o posteriores, son mucho nuestro planteamiento de acuerdo con las
más que un simple adorno es- tetico de indicaciones de la misma. Mientras
la naturaleza. Desde principios de la nues- tros conocimientos sobre las
evolución humana se han mostrado formas den- tales y su función sean
como un sistema muy eficiente de incompletos, sólo nos quedará la
cúspi- des, surcos, superficies y cantos. opción de imitar con extre- mo cuidado
En este CONSUMO, U fi t é inferior los modelos naturales. Entonces, y
tienen una relación complementaria entre sólo entonces, estaremos en e\ buen
sí extremadamente complicada. Pero camino.
esto no es todo: la zona de los dientes
poste- riores, de forma muy especial los
molares con su morfología
extremadamente espe-
No obstante, no basta con realizar una D ótesis dental que no moleste en boca. La prótesis debe funcionar, es decir, debe
poder asumir al completo los cometidos de color de
proDorciona información sobre su impor- tancia funcional dentro de la superficie masticatoria.
prefijados por la naturaleza. La funcionamiento y de este
interrela- ción funcional de los dientes y modo
Según el olanteamiento de la Técnica de Encerado Natural (TEN), podemos reali- zar dientes que
de las ar- cadas dentales es de maxima
se basan en la morfología constructiva de la naturaleza. En la actua- lidad estamos haciendo esfuerzos
importan- cia. 6 por tra- bajar en la zona funcional cercana con los llamados "elementos anticipados’ que
proporcionan espacios libres en la oclu- sión dinámica y, de este modo, previenen cualquier
En este contexto nuestros colegas interferencia. Este aspecto es valorado por los odoistólogos de todo el mundo.
plante- an una serie de preguntas
justificadas: La TEN constituye con seguridad un Daso en el camino correcto. Engloba un plante- amiento de
¿Qué engloba el concepto "función base que se orienta por las condiciones naturales. Mediante la seg- mentación y la codificación de
de la zona de los dientes posteriores"?
colores se puede crear un estándar ieproducible que, a pesar de que cada diente es tan único como
¿Que cometidos tienen en si los una huella digital, se lo puede des- componer y analizar. Éstas son las bases de la TEN y ésta es
premo- lares y molares y de quó forma la prótesis dental del mañana.
los cum- plen?
¿Qué importancia tienen conceptos
Espero que todos mis colegas interesados en el tema estudien con entusiasmo las si- guientes notas y
co- mo "efectividad masticatoria" y
sigan disfrutando con nuestra bonita profesión. Y recuérdese: descubrir y aplicar algo nuevo es
'calidad masticatoria’?
ante to- do el pi ivilegio del protésico dental que triunfa en su profesión
¿Qué especialidades funcionales tiene
la relación diente-diente, la mordida
cruza- da y cómo hay que actuar ante
recons- trucciones de dientes aislados
en una dentición muy desgastada?
E
masticatorias q« e se van a ence ¿ Dónde? sultado un poco más fácil encerar
es mostrar cómo se pueden rar. Mediante un procedimiento ló- ¿Cómo? superficies de oclusiÓn y coronas
crear superficies masticatO-
gico y didáctico se crea un pi oce- que no sólo me gusten a m í, sino
rias de cerámica o de cera si-
so de trabajo que podemos apli- Cuando en la actualidad se quiere que tambión cumplan una fun
guiendo el modelo de la naturale-
car cada d ía er el J aboratoi io explicar una nueva técnica a un ción. Lo que quiero deci r es lo si-
za (fig. 1 y 2). Sin embargo, aqu í
(fig. 3) odontólogo, a un protósico dental guiente:
no se trabaja según confusos i«ó-
todos de aplicación y raspado de o a un estudiante, puede ocurrir
En el curso de la carrera profesio- que el interlocutor plantee uno o
cera, sino que se encera de forma
nal, en algún momento se plante- todos los interrogantes. En mi vi-
aditiva siguiendo la orientación
an los famosos e incluso temidos da profesional he tenido la suerte
del llamado ”compás oclusal". En todo proceso de trabajo
interrogantes: de encontrar personas que me
De la misma manera se aborda de- beríamos saber en todo
¿ Por qué? fan dado una respuesta plausible
la disposición de cada uno de ¿Con quó? mo- mento lo que hacemos y
a la mayoría de mis preguntas
los segmentos de las ¿Qué? por Q II hacemos.
(fig. 4). Tal vez por ello me ta re-
superficies
F!g.4. D!eIe
Sohu!zy y0, dos
geneaconesy
»4 |¢o¢az!n0
. .
r
.M
,
,
ppd
pd
d
d
F g S3..ypo:’
k4gua!
denadas de movimiento de nuestros clientes
Observación :
Con el objetivo de crear una situa- sol›re la base.
Probablemente al lector
ción inicial como si só\ o faltasen En el caso de coronas coladas de recu
le ha llamado la aten-
las superficies oclusales, durante el 30 brimiento parcial, como en nuestro caso, la
ción que en este caso
mo- delado de coronas coladas de sustancia dental restante disponible ya nos fija
se esté trabajando con
recu- brimiento total se ci ea una pre- viamente la forma del diente. De este
modelos parti- dos por
base de cera gris (figs. 34-37). Al modo podemos marcar las co- ordenadas de
la mitad. Ello no tiene
mismo tiempo, con esta operación movimiento graban- do en la cera de modelar
ninguna razón
se deter- mina la forma exterior de (figs. 38- 41 ).
funcional o de técnica
clichas co- ronas. de encerado. La única
razón es que con esta
A continuación podemos dibujar o medida se pueden
grabar con un instrumento las coor- realizar mejor las fo-
tografías en el articulador por I ¡ i 'i, ‹l ‹ ‹ t‹. de nuestras co- marca mediante un punto con un JUAN de›tetminc do siempre por
palatino y por lingual. ordenadas oclusales de instrumento (ins- trumento para surcos) la cúspide de com- presión del
movi- miento se encuentra antagonista, es de- cir, no debe
en la fosa central y se Importante: El punto de corte situarse necesaria-
(posición de partida del com- U ) mente en la fosa central.
La mediotr usión transcurre en el vimiento de protrusión hacia distal
MS precisamente donde en la cús- y en el M l hacia mesial. El trans-
pide mesio-palatina se separa el curso posterioi’ de la línea de la zo-
elemento r udimentario del cono na limítrofe muestra en dirección
principal. En el M l, la mediotrusión hacia la laterotrusión. El ángulo es
transcurre hacia disto-vestibular, a algo abierto. Pero la zona limítrofe
traves de la cúspide medio-vestil›u - no se debería abrir nunca hasta el
lar y la disto vestibular.
punto de tocar tangencialmente la
cúspide.
En el MS es la cúspide disto-vesti-
Ante nosotros tenemos los mode- bular (metacono) y en el Ml la
los con la base preparada y las co- cús- pide mesio- linQual
ordenadas marcadas. Se pone pri- (metacónido) .
mero una gota de cera en cada
uno para colocar los diferente co- Como en este caso se trata de
nos y con ello las puntas de las cúspides de cizallamiento, se de-
cúspides. bería situar la gota azul fuera de
la zona limítrofe de la i
La gota verde corresponde en el y partienclo de la fosa cen-
MS a la cúspide mesio-palatina tral, muy hacia afuera. F‹g 48. Baae de!
(protocono) y en el Ml a la ,i ! .‹ !. »Oa !n!eno con
!am!sma
s!1uac!ó nde
paiI!da, vsia
Fg. 4d. desde ves‹!
Basedel mo!a bu|a...
supe !or zon !
abasede los
uonos
:ouemmnemeen
e!sen!!dode1as
coorde;:adasde
mov!mienIo
oclusales, v |sIa
38
S exacamenesobre l a
e üneaamai- llade l atero-
potusÓn. Muyhaca afuera,
l yaque esacúspdetam- bién
a debe ceaüzar tabajo deciza-
llamiento (figs. 46 a 49).
c
o
!
o
c
a 39
visto por
pal aiíno
g . 66
).E h d qu sc n ss -
nndpstn
línea de latero-protrusión, conlleva
obligatoriamente que a estas pun-
bién de forma más bien plana. mprobar el modela- do en el
S articulador. Hasta ahora no puede
e haber ningún tipo de contacto
con el antagonista. Éstos no se
v realizan hasta las siguientes fases
u de trabajo.
e Para poder entender las fases si-
l guientes, el lector tiene que haber
v captado la sistema tica utilizada:
e primero enceramos el elemento
en cuestión del molar superior en
una de las mitades del maxilar y con-
a
trolamos los puntos de contacto
c
o
47
po vest bu a ..
'9 .
d
d
p
difícil
Modelado de la cúspide
áisto-vestibular en el
MS
ss
latina y nos podemos dedicar a la clisto- vestibu lar (azul) del molar superior. Desde la punta del cono, colocamos un reborde hacia pala- tino
y, de este modo, creamos la unión con la cúspide mesio-palati- na. Esta unión no viene interrum- pida por ningún surco y se llama cresta 59
transversa (figs. 106- 108).
Desde la fosa central, en di rección disto-vestibular, se encera un ele- mento adelantado en el que en- contrarnos el punto de contacto
número 4 (figs. 109 y 110). En el
F!g.4 0£. En e!
anlagonslae!
punl0de
oonaconimeo
ocusonv sla
desdevesIibul×
61
contacto
Kig. 108.„ y
ví•io desdemes!
o palatina
blemas desde la fosa central (fig. la fosa central (figs. 117 119).
J 4-J 6). Despuós colocamos un elemento
adelantado, empezando por disto-
Modelado áe la cúspide lingual, pasaido por la cresta del
rxesio-lingual en el Ml reborde triangular. En el olro lad¢›
del reborde triangular modificamos
claramente el transcurso del ele-
mento adelantado en di rección ha-
Una vez acabada también la cús- cia la punta del cono (figs. J 20 y
pide disto- vestibular del molar 121) . En este elemento adelanta-
su- perior, nos dedicamos a la do se encuentra el punto de con-
mesio- lingual dei molar inferior. tacto número 5. Se marca en ‹el
Volvemos a colocar una ci esta de molar superior, en la pendiente
cera des- de la Dunta del cono en
dirección a
K|g. 1 £$.
Situaciónde
‹ontacto sonel
anlagonízlavista
dasde
. . ’ 4
tú ’
”6
“/
66 67
De este modo se han n»odelaclo 68
sieiripre los segirientos de supei1i -
cemastcatoúasiuadosendiec
ción de la medioti r‹siói» (vei de)
y en dirección de la late oti
usión (azul), y se han tenido en
cuenta los coi respoi»dientes
ámbitos limí trofes.
protusión.
Mediante la creación de la cúspide
mesio vesti bulai se o f›tiene u ía
punto de contacto en el rel›orcle ti iangular, al cual designamos co- mo punto de contacto nrimero 3 (figs. 128 y 129). Es Proceclemos exactamente igual en
visible cles- pués de cerrar el articulacJoi tam bión en el molar inferior , y, en con- ci eto, en la pencliente disto-vesti- bular, algo el caso de la crispide disto lingual
alejado de la punta del cono (figs. 130-132). La cúspide mesio-vestil›rilar del molar supe- rior se completa sólo con una cJel molai inferior.
crestn mai ginal mesial y distal y a continuación ya estú acabada (figs. 133 135).
Aquf se vuelve a pi estar
especial atención a las alturas enti
e la pun- ta clisto- lingual y mesio-
lingual del cono del molar i nfei ior.
La cúspide clisto-lingual se
mantiene iriás baja a propósito.
Fig.4S0.
Ene!
an1agon!s
ae! punl0de
sonac o nrmero
3semaca en !a
pendienIe mes!o
veslibuls de!a
oüsp!ded!sfu-
vesIibu!a
ene!Ml
Fig.4S£.
73
vesl!bu!a es
claamenemás
so 1s que!a
süsp!ded!slo
vesti bu!a de!
mo!arene! NS
y se convierte eri un cono. De mo- sio-vestibulai y disto-vestil›ular de la cúspide. Aqu í tampoco se esta- blece ninguna relación de contacto con
mento este segmento sigue toda- los antagonistas. En el caso
vía sin contacto (figs. 151 y 152).
También en el M l montamos en
cera gris los conos de la parte me
d stibular del mo- la r inferior se ha
e de prestar aten- ción a que el
l reborde triangular no caiga,
partiendo de la punta del cono,
c hacia disto-lingual en la fosa
o central, sino que transcurra exac-
n tamente en di rección hacia la pun-
o ta del cono de la cúspide mesio-
lingual (figs. 153 -158).
m
e
s
i
o
-
v
e
79
y 160). Se marca tambión en la
cresta marginal disto-proximal de
la cúspide distal en el Ml (hipoco-
nulido) (figs. 161-1 63).
Por último se completa la cúspide
Para completar el segmento disto- drsto palaüna de|mo|ar
palatino desci ito del molar supe- supedor mecliante una cresta
r io r se encera el cono disto-palati marginal dis- tal. Ésta se levanta
no desde la punta hacia mesio- desde la zona interior hacia arriba,
vestibulai , convirtiéndolo en un re- hacia la punta del cono. Al hacerlo
borde triangular, y encuentra co normalmente se obtiene, a distal
nexión con la pendiente distal de de la punta del cono, el punto de
la cresta transversa. En la cresta contacto i ” 7. Se marcaria en el
mesial de la punta del cono surge maxilar antagónico sobre el
el punto de contacto n” 8 (figs. 159 segundo molar inferior en
81
Fig.164.
Conseguí mos
el punlode
sonta¢lo n4mero
Z en!asresla
mesí a1deun |
ón de!a sispide
mesío-vez1í0u!ar
B4
F!g. 115.
S:íuaz|o» de
soiñamovh a
poi|!ng‹›a
F!g 17S....y
kge
emenle
ab!er1a
Bü rior hacia distal y que apoya el se- maxilar antagónico se iriarca en la
gundo molar inferior hacia proxi pendiente mesial cte la cúspicle
mal. En el eboi de mai ginal distal disto-palatina del molar superior
se encuentra el punto de contacto (figs. 176 y 177).
número 8 (figs. 174 y 175). En el
Capitulo 3:
Encerado natural
De este modo están correctamen-
cos se configuran de tal moclo que de premolares en
te dispuestos enti e si todos los
elementos de las dos superficies
transcri rran planas hacia la punta
del cono, empezando de forma re-
lativ'árr›c›!+te pr 0f ¢/ ncla (fig. 178).
contacto
con el antagonista
mast catorias antagonistas de los
molares. Sólo nos queda retomar li- Este transcurso cJe los surcos se
geramente los surcos principales puede realizar de forma natural
con el instrumento para surcos y con ayuda clel instru riento pai a
volver a se¡›arar las diferentes par- surcos y para depi esiones. Los
tes de las cúspides, si se hubiesen dos iriolares están acal›ados (figs.
179-188).
unido un poco al encerai. Los su
r-
0ap1M03 B& e &dO&±+N4e /OUÓ+e& e&¢04a&Ó&0n Ó aÍag0MJa -
Fig.192.
94 91
— Bt&emd0nalud dep:emÓee& eur0uEü0&0r éamaj0rsMOaptd0 3
e:u Menoscgn
ceia de kase
quó las cúspides de los dientes tienen articulador las condiciones de espacio una
base mesial o distal. Expresado de (figs. 198 y 199), se aislan los muño- forma
llana: por naturaleza los dientes nes y se aplica un poco de cera de mo- evitan las
diferentes rlificultades. delar blanda Dero estable (figs. 200-
Despuós de habei comprobado en el 203).
98
99
Como ya se ha constatado, es difí está la posición de partida de las
ci \ marcar las coordenadas de mo- cooi denadas de movimiento con
ví miento en las preparacione s , el número 1 .
por ello es necesario volver de vez
en cuando al cli bujo de la figura
197. Como esta gráfica contiene
muchas de las posiciones de pai ti-
da para los movimientos, me lee (figs. 204 y 205). De este modo la
pei mitido marcar les posiciones punta cleí cono ocupa la posición
importantes para los p emolares con ecta e indica la fosa central del
con los números a 5. De este segundo premolar inferior (fig.
modo el lector sabrá siempi e de 206).
que posición en concreto se estñ La punta del cono de la cúspide
hablando. Levantaremos ahora los vestibular del segundo ¡oremolai
conos teniendo en cuenta las cin- suoerior se sitúa más bien centra
co iniciales y sus cooi clenadas cte cla (figs. 207 y 208). Como la
movimiento. va al encuentro de
esta cúspide hay que procu rar
Posición inicial número 1 confeccionar este cono no excesi-
vamente alto (fig. 309).
b
psd
dd
históricamente
403
superior visto por
pal atíro
desde!|ngual.
409
se na dado nombres a los conos, gual hacia la fosa central (figs. 233
i ecibiendo además los puntos de y 234).
contacto la numeración comenta-
da. En este contexto hay que tener Desde la punta del cono del se-
en cuenta que los puntos de con- gundo premolar superior monta-
,
tacto numerados en el lVlS siempi e mos ahora la cresta mesial de
corresponden a la misma numera- unión, que se convierte en el re-
ción en el M 1. borde auxiliar mesial (fig. 235).
F!g. 247. E!
punIo de ¢onla¢lo
nümeo2ene!
movimienlo de
cknev sodesde
v¢slibu! a
F!g.£4S. E!pUn1o
de «on1ac1o
ü me o 4
se
mar‹aen!a
cúspide
vesl!bu!a
del segu d0
p m m ok Mkño›’
nal mesio-vestibular, montamos la v!stodezde
molar superior y pasamos a trabajar el maxilar inferior.
cresta hacia mesio-vestibular. La 118 pal atí no
cresta auxiliar distal tiene su origen
asimismo en la fosa central, pero
despuós con el mismo transcurso si
gue hacia disto-vestibular. Las eres-
tas auxiliares no deberían estar de-
masiado marcadas, ya que por me- Por distal, partiendo desde la fosa central, creamos el reborde triangular en
sial se ha de tener en cuenta la , dirección a la punta del cono ves- tibular. En este reborde, cerca de la fosa
y por clistal la (vóase fig. 197). central, obtenemos el punto de contacto núimero 9 (figs. 25ª y 255). En el maxilar
superioi, el punto de contacto número 9 se mai ca, en una
Por último se ajusta la cresta con el
instrumento para surcos y depresio-
nes (figs. 249 a 253). Con ello ha
concluido el modelado del segundo
119
F!g. 255. E! pun10
de oonlaslo
nü me o Pen
›’elas!on
an1agóni¢s, vis‹0
por lingual
con \ a cuspi de vestibular del primer sial, el cual cierra el premolar ha-
premolar superior (fig. 259). cia mesial (fig. 265).
Por distal cte la punta del cono se si- La cresta distal de unión se con-
túa, en la cresta de unión, el punto de vierte en el reborde auxiliar distal,
contacto número 1 (figs. 260 y 261). en cuyo extremo se encuentra el
Al cerrar el articulador podemos ver punto de contacto núiriero 5 (vóa-
en el maxilar superior el contacto en se al respecto la figura 231 ) . Aqu í
el reborde marginal mesio-proximal por desgracia no conseguimos
de la cúspide vestibular del segundo ningún punto de contacto (fig.
premolar (fig. 262). 266), porque la punta del cono del
Por último se puede completar la antagonista distaliz a demasiado.
cús- pide con una cresta auxiliar Por tanto, prescindimos del punto
mesial y distal y despuós estr de contacto número 5. En un caso
ucturarla un po- co más fina con un de clase l , en el maxilar superior F!g.Z6Z. E1 pun1o
insti umento de modelado (fig. 263). este punto de contacto se marca- de ¢on‹aslo
n ü meol
En este contexto no se pueden ria en la pendiente mesio-palatina se ma
descuidar en modo al- guno la M £ y de la cúspide palatina del segundo ¢aenel
el en la mitad dis- tal. ebodemag!na!
premolar. Al modelar se ha de mesí o-proxi mal
prestar atención a que entre el re- de!a züsp!de
La cúspide mesio- borde auxiliar distal y la punta del
ves:ibul ardel
pun!ode
lingual del segundo cono quede suficiente espacio li-
bre para la
sontas:onimero
‹›uooenelNS
premolar inferior
tro punto de contacto número 1 ginal disto proximal se encuentra gual (fig. 281 ) . La cresta distal de
(figs. 275 y 276). En el maxilar in- normalmente el punto de contacto unión se convierte, empezando en
ferior, este punto de contacto se nLimero 2. No es nuiestro caso, ya la punta del cono, en el reborde
marca por distal de la punta clel que la cúispide vest ibular del marginal disto-proximal. En esta
se-
cono, en la cresta distal de unión guido premolar clel maxi lar inferior En el cono vestibular del primer cresta de unión obtenemos el últi-
de la cúspide vestibular del primer está demasiado orientada hacia premolai inferior se modela un re mo punto de contacto del premo-
premolar (fig. 277). distal (fig. 278). Aqu í, al retocar la borde triangular que, partiendo lar, el número 1 . Se encuentra ca-
F'ara encontrar el segundo punto cúispide , tambien tenemos que por distal de la fosa central, si e n la punta del cono (figs. 282 y
de contacto de nuestro pi imer pre- prestar atención a la confección li- transcurre en dirección a la punta 283). En el maxilar superior el pun-
molar superior, confeccionamos la geramente plana de la pendiente del cono (fig. 280). La cresta to de contacto número 1 se marca
cresta distal de unión partiendo de disto-palatina, para dejar vía libre mesial de unión se convierte en en el reborde marginal mesio- pro-
la punta del cono, que se convier- a la (fig. : 79). el rebo de marginal ximal de la cúispide vestibular del
te en el reborde marginal disto Hacia mesial debe haber suficien- mesio-proximal. Éste p r i me r premolai (fig. 284).
proximal que clelimita el premolar te concavidad para no perjudicar ocupa un espacio en el que podri-
hacia distal. En este reborde mai - la amos haber situado la cúspide lin-
130
...‹/ ”.
inferior
El editor.
Su principio de acción radica en el uso de zonas retentivas
(leales vestibulares, ubicadas más cercanas a las caras praximales
de los dientes (mesial o distal). Son, por lo tanto, opuestos en sus
86~cipios a los retenedores circunferencia les.
Roach describe variaciones, denominándolos según la forma
~.Je adopta el brazo y su conexión. Los retenedores adoptan formas
:e letras y, básicamente, se agrupan en la palabra TULlCS.(Fig. 58).
1. Colados:
.
Es un retenedor circunferencial (Fig.41), que consta de:
.
Brazo de retención.
t
.
Brazo de contención.
Apoyo oclusal.
. Conexión.
a. Brazo de retención:
La parte activa del brazo de retención debe ubicarse en aquella
zona retentiva ideal del diente pilar, obtenida a través del análisis
del eje de inserción protésico y del ecuador protésico, análisis de
modelos y uso del paralelógrafo (roseta s)
El brazo de retención debe recorrer toda la cara dentaria que
se utilizará, en busca del punto ideal de retención.
La punta del retenedor o brazo activo, debe apuntar hacia
oclusal del diente. (Fig. 42)
Calibración: 0,010 - 0,Q20 pulgadas (0,25 - 0,50 mm.)
Su principio de acción radica en el uso de zonas retentivas
ideales, ubicadas en las caras vestibulares o linguales de las
dientes
pilares.
i
Este retenedor actúa por prehensión (tensión, exactamente).
Es un retenedor concebido como un retenedor colado.
Indicación
. Se indica sólo en prótesis dentosoportadas, ya que este
retenedoractuaria como "palanca de 1ra Clase", en los
casos de extremos libres. Contraindicación: en extremos
libres actúa negativamente en el diente pilar.
(Complementar con retenedor de acción posterior).
b. Contención:
. Retención
. Apoyo
.
.
Guia
Estabilízación
Indicación:
. En caso 1, II y III de Kennedy, mandibulares, usando
premolares o caninos.
. En caso I y II en maxila, usando sólo premolares.
.
Indicación:
Preferentemente en molares posteriores aislados que
presentan la zona retentiva ideal, cercana a la silla
protésica.(Fig. 51).
. Utiliza caras vestibulares o palatinas (linguales].
Contraindicaciones
. Existencia de zonas retentivas mayores.
. En mordidas muy cerradas, pueden originarse
contactos prematu ros.
.
Vent ajas.
Desventajas:
..
. Fácil deformación.
Poca rigidez.
Mayor porcentaje de fracturas.
5. Retenedor en e 4.7.8.9,14:
Calibración:
0,010 - 0,020 pulgadas (0.25 - 0,50 mm.).
Indicación:
.Fundamentalmente en molares inferiores.
. A veces en molares superiores.
. Corona clínica larga, para permitir la ubicación de
ambos brazos.
Contraindicaciones:
. En maxila puede resultar antiestético.
. En dientes anteriores.
.
Ventajas:
Aprovechar zonas retentivas vecinas a la brecha.
..
Des ventajas
Cubre gran superficie dentaria.
Retención alimenticia.
..
Ventajas:
Entrega buen soporte y estabilidad.
Distribuye el soporte a más de un diente.
..
Desventajas:
Retención excesiva.
Requiere preparación dentaria rigurosa, que permita
la ubicación de los apoyos oclusales y del elemento de
unión, conector menor, con un grosor adecuado y
sin que interfieran con la oclusión.
Ca libración
0,010 - 0,020 pulgadas ( 0,25 0,50 mm.)
Ventajas
• L!bc ra a l diente pila r ante Fuerzas lntrusivas a olicadas
en la Silla dcl Extremo Libre.
• Buena Retención inicia l, a un en pila res con zonas
de retención dcs“avorab us.
• Perm ite a Drovechar zonas poco r ctcntivas y accesibles.
• Rcü ucc la su pc rficie dc contacto con cl diente.
• Menor estabilidad.
• Di‘icultadcs estáticas.
• Em oacam” ento a l imenticio.
• !rr'tación dc la Mucosa labial.
Fg 62
Fg 61
8. Retenedores de Ney 9 6
0,020 ou lgadas.
Ind”cac”ón
• En casos dc brechas.
b. Retenedor Tipo 2 de Ney:
0,020 úü ú gadas.
indicación :
• En casos dc cx|cio b c
5 c i n d i ca c n d i c n tes i n c l i n a d o s o ro ta d os, c n os c ú a
es en contra remos ccúadores d”sti ntos entre vcst i bú la r y Da latin
o.
Ca l ibración:
0,020 - 0,030 pulgadas.
Prótesis flemovib le l'arcia l
Sec a e ací a p ra nica y Ió 9 ica pa ra s e d í se n o
9. Retenedor D.P. 1 7 8 9 t7
• R.P. l.
• R. P. A. (corrcsoondc a una modificación dcl D.P. I)
Seg ún Krol, ¢1 r ctenedor D.P.l. consta dc las sig uientc s pa rtes:
API R.P.
D: Descanso ocusa
b. Placa proximal :
Esta placa proximal, ubicada por d ista l dcl diente pilar, no uicr c
dc la prc pa ración de u n plano g u a, u b”cado iüca mente a n
ivel on tercio oct usal. (ug. 68).
Deberá, ao c más, extenderse hacia l ” ng ua l, lo suf” cientc
para que esta placa proxi ma l, junto a l conector menor mesia l,
impidan la mig ración ingual del diente. (Fig. 69).
El grosor dc la placa proxima l, deberá ser dé ü Dfóximaoa mut¢
1 mm., con una a ltura promedio dc 2 a 3 mm. y un irse a la si¡la
¢n á ng u lo recto.
En la unión con la sil la, la placa proxi ma l d¢berá a l iv¡a rse
oaca no cn cac en con(atto con a cncia ytambicn debc‹a queda
Fig. 70
c. Barra en I:
Indicac 'ón
• En dientes pila res vecinos a extremo libre.
Co ntraino icacioncs :
• Diente pilar inclinado hacia Ting ual.
• lnsu'icic ntc profu ndidad vcstibu!a r ouc impida ubica
r c l retc n cdo r en l, a p rud en te d ista nc ” a d c l a c n
cia marg’na 1.
Ventajas :
• Al aplicar fuerzas intrusivas en la silla protésica dcl
c xtr c mo lio re, la p l a ca p roxima l y cl r etc n c dor
c n l, descienden, alejándose du Ecuador protésico y
liberando al diente de la y Quizas de torsión.
Funciones del laboratorista dental con el
paralelógrafo
4. Retenedor en C:
5. Retenedor de Jackson :
1.Retenedor combinado:
u
tirano Criterio inicial ’
Ejemplos de diseño
para maxilares superiores
parcialmente desdentados
1. Clasificación:
2. Topografía :
3. Vía de carga :
un caso dc brecha la idea es distribu ir las fuerzas a los dientes Fig. 84
×ancntes, como si “ucsc una Prótesis Fija
E“cctuado el aná l isis anturio r esta mos en cond i ciones
d c d” sc ña r las si! las protésicas, que presentan ca racterísticas
disti ntas, seg ún sean dc brechas o dc extremos libres.
4. Sillas protésicas:
La si lla protesica está conformada oor una oorc ón mctá Ica y otra
Fig. 85
Fig. 8687
A«cho — 15 mm p omcd!o
”¿ 90
Línea de apoyo:
Eje de giro:
Línea dc u nión imag ina na dc los elementos dc anclaje con fu
ncion dc a Doyo, en to mo a la eua la Prótesis rota, y que se Probable Eje de giro
presenta cuando sobre cl la actúan ca rgas vcrtica es.
Fig. Q2
En este caso ci nico que esta mos a na l iza nó o, las líneas
de opo/o se tronsíormorón en ejes de giro, (Fíó 9. 92} c úanoó o:
a. Los dientes a rti“icia les, ubicados en a b ncha, o
ued en demasiado vcstibu la r”zados en ref ación a la l inea
dc a poyo.
b. Los d ic ntcs a r tificia es o ued en en coma cto pre ma
tu ro en rela ción con sus antagonistas.
c. Los apoyos oct usaic s u otros elementos m¢cá nicos o ucdc
n
en contacto p rcmaturo.
Esuador pro:ésizo
a. Circunferencia l simple o de Ackers:
b. Roach :
d. Estético elástico:
a. Circunferencial simple:
Deberemos tener una zona rctentiva ideal por vcstibu lomesia oct
canino y con un socavado dc 0,25 m m.
Este retenedor se conectará al conector mayor a traves dc
un conector menor. (Fig. 96 - 97).
“ ”
.›.
Fig. 9697
b. La otra alternativa :
Relenedo deAckeis
Conec o menor
a. Circunferencial simple:
Fig. 99
b . Bonwil :
-. l , . . .
a Circunferencial simple:
Fig. 702
1 1. Conectores mayores:
a. Cinta palatina:
b. Barra palatna:
1. Clasificación :
2. Topografía :
3. Vía de carga :
Dentoso oo rte.
4. Sillas:
Sil as protésicas o c brecha, diseñadas como ¢ n ¢1 Drimc r caso
cl inico. (Fig. j.
D i se ñ a d a s as si l a s p rotés ica s, d c bc m os a n a l i za r l a ub 1
ca ci ó n, p rin ci pa muntc, de los a poyos oct usa les y de sus co
nexiones r íg idas a los die ntes pi l a res, com o en tod o caso cl í n ico
d c brech as, l o que nos permitirá obtener el á rea dc apoyo y la cinc
mática más favorable, para la estabilidad requcr” da.
ADoyos Oct usa les dis tribu idos como pa ra log ra r cl a na dc a poyo
cuad rang u la r. ( hig. 4]
Tercer caso clínico
1. Clasificación:
2. Topografía:
3. Vía de carga:
4. Sillas protésicas:
5. Área o superficie de apoyo :
Esta á rea la log ra remos distribuycndo los a ooyos oct usa les u otros
c Cementos mccá nicos que ¢u mplan igua l fu n¢ión. (El g. 121 ).
Debemos obtener un área ouc nos asegure una mayor estabilidad. (Eig.
122].
Línea de apoyo:
Linea imag inaria que une dos o más cl cmc ntos dc anc’ a
.
con fu nción de a poyo.
Eje de
giro:
Fig. t 24
Fig. J 27
1. Clasificación:
2. Topografía:
3. Vía de carga :