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Actualmente la situación de los cauces fluviales es dramática, por lo tanto se tienen que tomar
medidas al respecto para proteger los que quedan y recuperar los dañados, permitiendo así un
sistema fluvial sostenible.
Se emplean varios procedimientos para la restauración fluvial pero que no se consideran como
tales, los cuales pueden ser: Estabilizar un cauce, buscar objetos estéticos o recreativos, reformar
cauces para beneficiar especies, etc Un verdadera restauración es volver al rio a su libertad
dinámica.
Para una restauración los ríos deben contar con los siguientes componentes:
Fase previa, la cual consta de conocer y diagnosticar, establecer los objetivos y divulgar a
la comunidad.
La fase inicial es la más complicada, la cual requiere garantizar lo planeado, lograr el
territorio adecuado y la eliminación de cualquier obstáculo.
Proceso de restauración, en el cual se da el tiempo, se le hace seguimiento y la
intervención en ciertos casos.
Se realizó un proceso de restauración en el rio aragon con la retirada del dique en el sector,
permitiendo el mejor funcionamiento del rio.
Solo con auténtica restauración fluvial podemos alcanzar sistemas fluviales sostenibles. La libertad
geomorfológica es clave para poder superar el grave deterioro de nuestros ríos, torrentes y
ramblas y alcanzar los grandes retos de la restauración fluvial. Es necesario proteger y recuperar
esa dinámica natural para la correcta gestión territorial, para la mejora de los ecosistemas y para
la mitigación de riesgos.