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LA CONMOVEDORA HISTORIA DE MARIA JOSE

PERSONAJES:

 MARIA JOSE: (PAOLA)


 RANDOLF PADRE: (DANTE)
 MAMÁ: (MILAGROS)
 NARRADORA: (MILAGROS)
 DOCTOR: (YIMI)

NARRADORA: El día que María José nació, Randolf no sentía gran Alegría porque la
decepción que sentía parecía ser más grande que el Gran acontecimiento que
representaba tener un hijo. Él quería un Varón. A los dos días de haber nacido, fue a buscar
a dos mujeres, una lucia pálida y otra radiante y dormilona.

En pocos meses se dejó cautivar por la sonrisa de María José y por el negro de su mirada fija
y penetrante, fue entonces cuando empezó a amarla con locura, su carita, su mirada no se
apartaba ni un instante de su pensamiento; todo se lo quería comprar, la miraba en cada
niño o niña. Hacía planes, todo seria para su María José.

Yo también tenía gran afecto por la niña que era la razón más grande de vivir de Randolf,
según decía el mismo.
ESCENA DE UN LAGO Y UNA CASA DE CAMPO:
NARRADORA: Una tarde…

Estaba mi familia y la de Randolf haciendo un picnic a la orilla de la laguna cerca de casa y


la niña entabló una conversación con su papá, que todos escuchábamos:
MARIA JOSE: “Papi, cuando cumpla quince años, ¿Cuál será mi regalo?

RANDOLF: Pero mi amor si apenas tienes diez añitos, ¿no te parece que falta mucho para esa
fecha?
MARIA JOSE: Bueno Papi, tú siempre dices que el tiempo pasa volando, aunque yo nunca lo
he visto pasar por aquí.
NARRADORA: La conversación se extendía y todos participábamos de ella. Al caer el sol,
regresamos a nuestras casas.
ESCENA DE UN COLEGIO
NARRADORA: Una mañana…me encontré con Randolf enfrente del colegio donde
estudiaba su hija quien ya tenía catorce años. El hombre se veía muy contento y la sonrisa no
se apartaba de su rostro.

Con gran orgullo me mostraba el registro de Calificaciones de María José, eran notas
impresionantes; ninguna bajaba de 20 puntos y los estímulos que les habían escrito los
profesores eran realmente conmovedores. Felicité al dichoso padre y le invité un café.
ESCENA DE UNA SALA PARA NIÑOS

María José ocupaba todo el espacio en casa, en la mente y el corazón de la familia,


especialmente el de su padre.
ESCENA DE UNA IGLESIA Y SONIDO DE CAMPANAS, SONIDO DE CAIDA Y GRITO

Fue un domingo muy temprano cuando nos dirigíamos a misa, cuando María José tropezó
con algo – eso creímos todos- y dio un traspié, su papá la agarró de inmediato para que no
se cayera. Ya instalados en nuestros asientos, vimos como María José fue cayendo
lentamente sobre el banco y casi perdió el conocimiento.
ESCENA DE UN TAXI

Él tome en brazos mientras su padre buscaba un Taxi, la llevamos al hospital. Allí permaneció
por diez días y fue entonces
ESCENA DE UN HOSPITAL Y VOCES

DOCTOR: Señor lamento decirle que su hija padece de una grave enfermedad que afecta
muy seriamente a su corazón, pero no es algo definitivo, se le debe practicar otras pruebas
para llegar a un diagnóstico firme.
NARRADORA: Los días iban transcurriendo, Randolf renunció a su trabajo para dedicarse al
cuidado de María José, su madre quería hacerlo pero decidieron que ella trabajaría, pues
sus ingresos eran superiores a los de él.
Una mañana…Randolf se encontraba al lado de su hija cuando ella le preguntó.
MARIA JOSE: ¿Voy a morir, no es cierto? Te lo dijeron los médicos.

RANDOLF: No mi amor, no vas a morir, Dios que es grande no permitirá que esto pase a lo
que más he amado y amo en el mundo.
MARIA JOSE: ¿Sabes si se puede volver del cielo?
RANDOLF: Bueno hija, en verdad nadie ha regresado de allá a contar algo sobre eso, pero si
yo muriera no te dejaría sola. Estando en el más allá buscaría la manera de comunicarme
contigo, en última instancia utilizaría el viento para venir a verte.
MARIA JOSE: ¿Al viento?, ¿y cómo lo harías?

RANDOLF: No tengo la menor idea hija, sólo sé que si algún día muero, sentirás que estoy
contigo cuando un suave viento roce tu cara y una brisa fresca bese tus mejillas. (SONIDO DE
LA BRISA DEL VIENTO)
NARRADORA: Ese mismo día por la tarde llamaron a Randolf. (SONIDO DE LLAMADA)

DOCTOR: Señor lamento decirle que el asunto por el que pasa su hija es grave, su hija está
muriendo, y necesita un corazón pues el de ella no resistirá unos quince o veinte días más.
RANDOLF: ¡Un Corazón! ¿Dónde hallaré un Corazón? ¿Lo venden en la farmacia acaso, en el
supermercado, o en una de esas grandes tiendas que hacen propaganda por radio y
televisión? ¡Un Corazón ¡ ¿Dónde?
ESCENA DE UN HOSPITAL
SONIDO DE SALA DE OPERACIÓN
NARRADORA: Ese mismo mes María José cumpliría sus quince años. Fue el viernes por la tarde
cuando consiguieron un donante. Las cosas iban a cambiar.

El domingo por la tarde, ya María José estaba operada. Todo salió como los médicos lo
esperaban. ¡Éxito Total!
Sin embargo, Randolf no había vuelto por el hospital y María José lo extrañaba muchísimo.
MAMÁ: Hija ya todo estará bien, a partir de hoy seré yo la quien trabaje para sostener a la
familia.
NARRADORA: María José permaneció en el Hospital por quince días más, los médicos no
habían querido dejarla ir hasta que su corazón estuviera firme y fuerte y así lo hicieron.
ESCENA DE UNA CASA Y UNA SALA

Al llegar a casa todos se sentaron en un enorme sofá y su mamá con los ojos llenos de lágrimas
le entregó una carta de su padre.
CANCIÓN TRISTE
(LA CARTA LA LEE EL PADRE (DANTE))
María José mi Gran Amor….

“Al momento de leer mi carta, debes tener quince años y un corazón fuerte latiendo en tu
pecho. Esa era la promesa de los médicos que te operaron. No puedes imaginarte ni
remotamente cuanto lamento no estar a tú lado en este instante. Cuando supe que ibas a
morir, decidí dar respuesta a una pregunta que me hiciste cuando tenías diez años y la cual
no respondí.

Decidí hacerte el regalo más hermoso que nadie jamás ha hecho. Te regalo mi vida entera
sin condición alguna, para que hagas con ella lo que quieras.
…...! Vive hija!………. “Te Amo”.
NARRADORA: María José lloro todo el día y toda la noche. (SONIDO DE LLANTO)

Al día siguiente…
ESCENA DE UN CEMENTERIO

Fue al cementerio y se sentó sobre la tumba de su papá, lloró como nadie lo ha hecho y
susurró:
MARIA JOSE: “Papi ahora puedo comprender cuanto me amabas, Yo también te amaba
aunque nunca te lo dije. Por eso comprendo la importancia de decir TE AMO. Y te pediría
perdón por haber guardado silencio “.
SONIDO DE VIENTO Y ESCENA DE ARBOLES

En ese instante las copas de los árboles se movían suavemente, cayeron algunas flores y una
brisa rozó las mejilla de María José. Alzó la mirada al cielo, se levantó y camino a casa.

FIN.
Los padres igual que las madres también amamos aunque a veces no sepamos como
demostrarlo. Los padres quizás seamos piedra por fuera pero también corre sangre por
nuestro interior, tenemos igual que nuestra pareja, UN CORAZÓN… Un Corazón que sabemos,
debajo del traje de la supuesta frialdad que la vida se encarga de hacernos vestir, entregar
sin duda y condición alguna a quien amamos.

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