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República de Colombia

Corte Suprema de Justicia

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA


SALA DE CASACIÓN LABORAL

CLARA CECILIA DUEÑAS QUEVEDO


Magistrada Ponente

SL5622-2014
Radicación n° 52072
Acta n° 12

Bogotá, D.C., nueve (09) de abril de dos mil catorce


(2014).

Decide la Sala el recurso de casación interpuesto por


el apoderado judicial de BBVA HORIZONTE-SOCIEDAD
ADMINISTRADORA DE FONDOS DE PENSIONES Y DE
CESANTÍA S.A., contra la sentencia proferida por la Sala
Laboral del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Tunja,
el 5 de mayo de 2011, en el proceso ordinario que promovió
LUIS ENRIQUE FÚQUENE SÁNCHEZ a la recurrente, a la
JUNTA NACIONAL DE CALIFICACIÓN DE INVALIDEZ,
ASEGURADORA DE VIDA COLSEGUROS S.A., trámite que
integró a la JUNTA REGIONAL DE CALIFICACIÓN DE
INVALIDEZ DE BOYACÁ como litisconsorte necesario.
Radicado n° 52072

I. ANTECEDENTES

Pretendió el accionante con la demanda inicial que se


declare sin efecto el dictamen proferido por la Junta
Nacional de Calificación de Invalidez; que sufre de
enfermedades de origen profesional que le causan una
pérdida de capacidad laboral de más del 60%; que se
condene a la calificación en forma integral de todas las
patologías y preexistencias que padece; que, en
consecuencia, se condene a la Administradora de Riesgos
Profesionales Colseguros al pago de la pensión de invalidez
de acuerdo con la Ley 776 de 2002.

En subsidio, solicitó que se declare que las


enfermedades que lo aquejan son de origen común con una
pérdida de capacidad laboral superior al 60%, y se condene
al Fondo de Pensiones BBVA Horizonte al pago de la
pensión de invalidez. Solicitó que los demandados fueran
condenados en costas.

Para sustentar sus pretensiones refirió que debido al


cargo que ejerció durante su vinculación con la
Gobernación de Boyacá estuvo expuesto a riesgos
ergonómicos y posturas inadecuadas; que sufrió un
accidente de trabajo «al rodar por las escaleras en agosto de
1983», del que es responsable dicha gobernación.

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Afirmó que la Junta Regional de Calificación de


Invalidez en agosto de 2004, emitió dictamen que calificó el
riesgo como de origen común y en un 43.8% el porcentaje
de pérdida de capacidad laboral; que interpuso recurso de
apelación ante la Junta Nacional de Calificación de
Invalidez, que al resolverlo dictaminó una pérdida de
capacidad laboral en un 40.38%, de origen común y fecha
de estructuración a partir de abril de 2000. Acto seguido,
hizo un recuento respecto de los aspectos que no tuvo en
cuenta dicha junta al momento de valorar y calificar su
situación (fls. 2-21 c. juzgado).

II. CONTESTACIONES A LA DEMANDA

La Aseguradora de Vida Colseguros S.A. a través de


apoderado, se opuso a las pretensiones de la demanda.
Respecto de los hechos manifestó, que las razones
expuestas por el actor no desvirtuaban lo señalado en el
acta de calificación de la Junta Nacional y que no
contradecían los antecedentes contenidos en la historia
clínica; que la decisión de la junta no violaba normativa
alguna en la medida que las tablas y el manual resultan
adecuados con las conclusiones y decisiones adoptadas;
que las condiciones de salud del demandante no se
acompasan con una enfermedad profesional, dado que la
historia clínica mostraba de manera evidente antecedentes
claros de una enfermedad común. Propuso las excepciones
de «Prescripción, B. Patologías causadas por enfermedad común, C.
Falta de requisitos legales para causar el derecho pensional, D.

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Limitación de responsabilidad de acuerdo con los términos de la


afiliación, pagos de cotizaciones y salario básico de cotizaciones de la

Afiliada demandante, E. Compensación y F. Genérica », que


desarrolló en argumentación de manera separada (fls. 145-
151).

BBVA Horizonte Pensiones y Cesantías S.A. se opuso a


todas las pretensiones de la demanda. Señaló que las
dolencias del actor se originaron en un accidente de trabajo
y que por tanto su situación se encuentra regulada por los
artículos 49 a 52 del Decreto 1294 de 1994, de modo que la
única obligación de esta demandada se centra en la
devolución del saldo abonado en la cuenta individual de
ahorro pensional del actor. Aseguró que el derecho
pensional estaría a su cargo, si y sólo si, el estado que dio
lugar a la pensión de invalidez es calificado como riesgo
profesional, aspecto que debe ser resuelto por la Junta de
Calificación de Invalidez. Propuso las excepciones que
denominó «defectos de forma de la demanda», «inexistencia de la
obligación, cobro de lo no debido, ausencia de derecho sustantivo y

falta en las pretensiones de la demanda», buena fe, compensación,

prescripción y la «innominada o genérica» (fls. 186-194).

La Junta Nacional de Calificación de Invalidez,


también se opuso a la prosperidad de todas las
pretensiones del actor, y para el efecto señaló que en el
proceso de calificación ante dicha junta no se aportaron las
pruebas que demostraran que la actividad que realizó el
demandante -mensajería- implicaba un riesgo mayor; que la
conclusión según la cual las patologías son de origen

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común se basó en la historia clínica aportada al proceso de


calificación; aludió al contenido del dictamen rendido y a la
función de las juntas de calificación de invalidez. Agregó
que la calificación que se emitió fue producto del concepto
de expertos y de un análisis integral de exámenes,
valoraciones, diagnósticos y material probatorio que
conforma el expediente de calificación. Propuso las
excepciones previas de falta de conformación de
litisconsorcio necesario respecto de la Junta Regional de
Boyacá, incapacidad o indebida representación del
demandante o del demandado, e inexistencia de la
demandada Junta Nacional de Calificación de Invalidez
como persona jurídica; y como de fondo la falta de
legitimación por pasiva, buena fe de la parte demandada,
legitimidad de la calificación dada por la Junta Nacional de
Calificación de Invalidez respecto de la patología del
demandante (aplicación del Decreto 1295 de 1999, el
Decreto 917 de 1999) y la genérica (fls. 210-228).

Al declarar el juzgado de conocimiento probada la


excepción previa de falta de conformación de litis consorcio
necesario respecto de la Junta Regional de Calificación de
Invalidez de Boyacá (fls. 246-252), una vez notificada dicha
entidad, al contestar la demanda se opuso a las
pretensiones. En su defensa señaló, entre otros
argumentos, que el actor en el escrito genitor no estableció
una calificación o valoración precisa y diferente a la
establecida en los dictámenes de las juntas (regional y
nacional), lo que significa que no contrapuso valoración
diferente. Se refirió al dictamen de 12 de agosto de 2004 y a

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los parámetros que para el efecto se tuvieron en cuenta (fls.


258-267).

III. SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA

Con sentencia de 5 de noviembre de 2010, aclarada de


oficio el 9 de noviembre siguiente, y adicionada el 19 de ese
mismo mes y año, el Juzgado Cuarto Laboral del Circuito
de Tunja, se pronunció en los siguientes términos:

PRIMERO. DECLARAR sin efecto y validez el dictamen que


contiene el acta 6927 de fecha 22 de octubre de 2004, proferido
por la Junta Nacional de Invalidez.

SEGUNDO. Declarar que la enfermedad que sufre LUIS ENRIQUE


FUQUENE (sic) SANCHEZ (sic) es d (sic) origen común y con una
PCL del 50.02%.

TERCERO. Reconózcase a favor de LUIS ENRIQUE FUQUENE


(sic) SANCHEZ (sic) la pensión de invalidez.

CUARTO. Como consecuencia de esta declaración condenar a


BBVA HORIZONTE SOCIEDAD ADMINISTRADORA DE FONDOS
DE PENSIONES Y CESANTÍAS al pago de la pensión de
sobrevivientes (sic) a favor de LUIS ENRIQUE FUQUENE (sic)
SANCHEZ (sic), a partir del 1° de abril de 2000 la suma de UN
SALARIO MÍNIMO LEGAL VIGENTE para cada una de las
anualidades, junto con los intereses moratorios correspondientes
de conformidad con el artículo 141 de la ley 100 de 1993.

QUINTO. Condenar a BBVA HORIZONTE SOCIEDAD


ADMINISTRADORA DE FONDOS DE PENSIONES Y CESANTÍAS
al pago las (sic) mesadas futuras de la pensión de invalidez, a
favor de LUIS ENRIQUE FUQUENE (sic) SANCHEZ (sic).

SEXTO. Condénese a BBVA HORIZONTE SOCIEDAD


ADMINISTRADORA DE FONDOS DE PENSIONES Y CESANTÍAS
al pago de las costas del proceso a favor del demandante en la
forma señalada en la parte motiva de este proveído.

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Adicionalmente, declaró probada la excepción de


mérito «Patologías causadas por enfermedad común» propuesta
por la Aseguradora de Vida Colseguros y la absolvió de las
súplicas de la demanda; profirió condena en costas en
contra del actor y a favor de dicha aseguradora (fls. 414-
430; 431 y 431v, y 436-439).

IV. SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA

Llegado el proceso a la segunda instancia por


apelación de la demandada BBVA Horizonte Pensiones y
Cesantías, el ad quem en sentencia de 5 de mayo de 2011,
confirmó en su integridad la del a quo y le impuso las
costas en la alzada a la recurrente.

Se refirió a la naturaleza jurídica de las juntas de


calificación de invalidez, precisó su finalidad -rendir
dictámenes técnicos, siguiendo los lineamientos del Manual Único de

Calificación de Invalidez, -Decreto reglamentario 917 de 1999-, y al

trámite a seguir cuando del recurso de apelación se trata


con ocasión de los dictámenes rendidos por las juntas
regionales.

Explicó que en esa labor (extrajudicial), a la junta


nacional le corresponde determinar « si el origen de la
enfermedad o accidente o el grado de pérdida de la capacidad laboral
establecidos inicialmente por la junta regional de calificación de
invalidez, tienen el fundamento técnico-científico y jurídico requerido,

considerando los argumentos de la impugnación». Bajo ese


contexto, afirmó que no procedía otro recurso contra lo

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resuelto por la citada junta, pero refirió el control judicial


que podía avocarse ante la jurisdicción ordinaria laboral,
que comprendía la calificación tanto del origen de la
enfermedad o accidente como del grado de pérdida de la
capacidad laboral, cuando exista inconformidad frente al
dictamen rendido por la Junta Nacional.

Aclaró que las decisiones de las juntas no hacen


tránsito a cosa juzgada al sólo certificar el origen y grado de
incapacidad. Apoyó su decisión en sentencia CSJ SL, 29
sep. 1999, rad. 11910. Aseveró que al controvertirse las
decisiones de las juntas de calificación ante el juez laboral
mediante las demandas correspondientes, el juzgador goza
de plena autonomía para modificar o confirmar el dictamen
rendido por la junta, de acuerdo con la prueba recaudada
en el proceso.

En ese orden, halló que la decisión de la juez a quo se


encontraba ajustada a derecho y no desbordó los límites de
su competencia, dado que se sustentó en los dictámenes
rendidos por «especialistas competentes, y sobre quienes no se
manifestó inconformismo alguno, acogió el dictamen rendido por la
Sociedad Colombiana de Medicina del Trabajo, pues tal experticio
generó el convencimiento necesario para estimar que el análisis
realizado sobre el estado de salud del demandante, resultó ser idóneo
para determinar la deficiencia, la discapacidad y la minusvalía que
éste padece, arribando a la conclusión que tiene una pérdida en su
capacidad laboral del 50.20% debido a una enfermedad de origen

común».

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De igual modo, señaló que el fallador de primera


instancia agotó el procedimiento establecido en el artículo
238 del CPC, momento procesal en el que las partes podían
manifestar su inconformidad bien frente al dictamen, ora
respecto de los peritos, oportunidad en la que el recurrente
no mostró reparo alguno, «siendo ésta, a más de los motivos
jurídicos expuestos en párrafos anteriores, otra razón por la que no son

de recibo los argumentos en los que fundamentó la alzada ».

Por último se refirió a la censura planteada por el


recurrente frente a las costas, la que tampoco acogió el
Colegiado (fls. 31-47 c. Tribunal).

V. EL RECURSO EXTRAORDINARIO

Pretende el recurrente que la Corte case parcialmente


la sentencia recurrida, para que, en sede de instancia,
revoque la del a quo.

Con fundamento en la causal primera de casación


formuló dos cargos, que fueron replicados y que se estudian
en el orden propuesto.

VI. PRIMER CARGO

Acusa la sentencia de violar por la vía indirecta, en la


modalidad de aplicación indebida, «los art. 41, 42 y 43 de la Ley
100 de 1993, artículo 11 del decreto reglamentario 2463 de 2001,…».

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Señala que el quebranto de las citadas disposiciones,


se produjo a consecuencia de haber incurrido en error de
derecho que consistió «en dar por probado (sic) la disminución de
capacidad laboral del señor LUIS ENRIQUE FUQUENE (sic) SANCHEZ
(sic) y el origen de esa disminución con una prueba diferente al
dictamen emitido por la junta nacional de calificación de invalidez,
siendo que esta es una prueba calificada y exclusiva para determinar
la disminución de la capacidad laboral y el origen de la afección que

genera dicha disminución».

En la argumentación del cargo, expresa que de cara a


las disposiciones que violó el Tribunal y de acuerdo con la
sentencia 24223 de 25 de mayo de 2005, si bien los
falladores gozan de libertad para valorar el acervo
probatorio (Art. 61 del CPTySS), en tratándose del « dictamen
emitido por la Junta Regional de calificación de invalidez, será de
perentoria observancia optarlo, según mandato expreso de los artículos
41 y siguientes de la Ley 100 de 1993, siempre y cuando el mismo esté
sujeto al trámite y parámetros previstos en las normas

reglamentarias».

Bajo esa orientación, asegura que el dictamen rendido


por la Junta Nacional de Calificación de Invalidez, es la
única prueba idónea para acreditar la disminución de la
capacidad laboral y el origen de la enfermedad que la ha
generado, por lo que el Tribunal al acoger el resultado del
dictamen de la Sociedad Colombiana de Medicina del
Trabajo «que no constituye prueba idónea o ad-substanactus (sic)»
incurrió en el error de derecho que le endilgó en
precedencia.

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VII. LAS RÉPLICAS

El demandante afirma que el cargo adolece de errores


de técnica como es el de no acusar la norma sustantiva de
orden nacional, que se asemeja a un alegato de instancia y
que olvidó combatir todos los pilares de la sentencia.
Asevera que de acuerdo con la jurisprudencia de esta Sala,
los dictámenes de las juntas son controvertibles ante la
jurisdicción del trabajo, CSJ SL, 19 oct. 2006, rad. 29622.

La Aseguradora de Vida Colseguros S.A., aduce que la


sentencia se encuentra ajustada a derecho, y que la
demanda en el alcance de la impugnación no puntualiza
qué aspectos deben romperse y cuáles mantenerse. Destaca
que los dictámenes rendidos por las juntas demandadas
señalan que el origen de la pérdida de la capacidad laboral
del demandante es de origen común, que son las pruebas
que ataca el censor como idóneas para establecer el origen y
pérdida de la capacidad laboral.

VIII. CONSIDERACIONES DE LA CORTE

Reitera la Sala una vez más que para que se configure


el error de derecho debe el sentenciador: i) dar por
establecido un hecho con un elemento probatorio
cualquiera, siendo que la ley exige para su demostración
una prueba solemne, y ii) cuando deja de apreciar un medio
de acreditación de esta naturaleza, estando obligado

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hacerlo. Así lo dispone el artículo 68 del CST, modificado


por el 60 del Decreto 528 de 1964.

En ese orden, de entrada se advierte que la razón no está


del lado del recurrente cuando asevera que el dictamen
emitido por la Junta Nacional de Calificación de Invalidez es la
prueba «calificada y exclusiva» para determinar la disminución de
la capacidad laboral y el origen de la afectación, pues tal y
como lo ha reiterado insistentemente la Corte, no constituye
prueba solemne, conforme se enseñó, entre otras, en las
sentencias de 29 jun. 2005, rad. 24392, reiterada en la de 30
agos. 2005, rad. 25505.

Se puntualizó en esta última:

Para el efecto, la censura acude al error de derecho para


estructurar el yerro que le atribuye al juzgador, que se presenta
cuando se da por comprobado un hecho con un elemento
probatorio cualquiera, siendo que la Ley le exige para su
demostración una prueba solemne, o también cuando no ha
apreciado, debiendo hacerlo, una probanza de esa naturaleza,
que es condición para la validez sustancial del acto que contiene.

Al respecto, en sentencia reciente del 29 de junio de 2005


radicado 24392, esta Sala de la Corte definió por mayoría que el
dictamen emanado de la Junta de Calificación de Invalidez no es
una prueba solemne y en esa oportunidad dijo: “(….) El ataque
esta edificado fundamentalmente en la aseveración según la
cual el juzgador de segundo grado incurrió en un error de
derecho consistente en dar por probado que no hubo accidente
de trabajo, pese a que la prueba solemne acerca de la
calificación de origen del accidente lo acredita fehacientemente,
es decir el dictamen emanado de la junta de calificación.
Planteamiento que resulta inexacto pues la referida prueba no
es más que un experticio (sic) que la ley estableció debía ser
practicado por unos determinados entes, lo cual difiere
claramente de lo que es una prueba solemne”. (Resalta la
Sala).

Lo anterior es así por cuanto la prueba solemne o ad


solemnitatem, es una formalidad que impone la ley para la

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validez del acto, que en otras palabras es aquella que las partes
o los interesados deben necesariamente ajustarse en rigor para
la existencia jurídica de un acto, contrato o convenio, entre los
cuales no encaja el dictamen pericial que es una de las pruebas
que dispone la Ley, es ad probationen y obviamente no es de
esencia contractual, sino que tiende a acreditar o demostrar un
presupuesto o supuesto fáctico (para el caso el porcentaje de
pérdida de capacidad laboral) que sirva como sustento o soporte
para obtener un derecho perseguido, como por ejemplo el
reconocimiento de un auxilio, incapacidad, prestación económica,
indemnización, pensión, etc..

De suerte que, no es del caso calificar como prueba solemne el


dictamen pericial con el que se busca establecer la pérdida de
capacidad laboral, así provenga de la Junta de Calificación de
Invalidez.

En tales circunstancias al no estarse en presencia de una prueba


solemne, no se es dable hablar de error de derecho, lo cual
compromete la prosperidad del cargo.

De acuerdo con el anterior enfoque jurisprudencial, y


en atención a que la prueba que la entidad recurrente
considera idónea para acreditar el porcentaje de la
discapacidad laboral de Fúquene Sánchez y el origen del
estado de su invalidez, carece de la condición de solemne o
ad sustantiam actus, no tiene cabida el error de derecho
que se endilgó al Tribunal.

Así las cosas, la actuación del juzgador plural, que en


efecto hizo suyos los argumentos del a quo, se encuentra
enmarcada dentro de los lineamientos legales al considerar
para dilucidar la litis, el dictamen rendido por la Sociedad
Colombiana de Medicina del Trabajo –practicado con motivo
de la objeción del que fuera objeto el rendido por el Grupo
Prevenso Ltda.- que le mereció el convencimiento suficiente
frente al resto del acervo probatorio.

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Ahora, si lo pretendido por el recurrente es


controvertir la validez que le dio el Colegiado al experticio
rendido por la Sociedad Colombiana de Medicina del
Trabajo, por considerar que no es la prueba idónea para
acreditar el origen de la enfermedad que provocó la
disminución de la capacidad laboral del demandante, debió
respecto de este preciso aspecto encausar el cargo por la vía
directa y no por la senda seleccionada.

Por lo dicho, el cargo no prospera.

IX. SEGUNDO CARGO

Acusa la sentencia por la vía indirecta, por aplicación


indebida «del artículo 141 de la Ley 100 de 1993».

Afirma que a dicha violación arribó el Tribunal por


haber incurrido en los siguientes yerros fácticos:

1° No dar por demostrado estándolo que mi representada obró de


la mejor buena fe para reconocer la pensión de invalidez
solicitada por el señor LUIS ENRIQUE FUQUENE (sic) SANCHEZ
(sic).

2° Dar por demostrado sin estarlo que mi representada no


reconoció la pensión de invalidez al señor LUIS ENRIQUE
FUQUENE (sic) SANCHEZ (sic) obrando de mala fe.

Señala que tales errores se cometieron por no haber


valorado correctamente el dictamen proferido por la Junta
Regional de Invalidez de Boyacá (fls. 269-271); el dictamen
dictado por el Grupo Prevenso Ltda., (fls. 321-333); y el
dictamen de la Junta Directiva Nacional (fls. 236-240).

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Sostiene que obró de acuerdo con los dictámenes


periciales rendidos por las juntas de calificación de
invalidez -regional y nacional-, y por Prevenso Ltda., que
calificaron la disminución del demandante como de « origen
profesional y así fue declarada ante la ARP correspondiente, solo
cuando se profiere la sentencia de primera instancia se cambia el
origen de la disminución de la incapacidad y surge el posible derecho
que debe ser reconocido por mi representada y solo hasta la sentencia
que confirma la de primera instancia se tiene plena certeza del origen
de la disminución de la capacidad laboral, ello nos demuestra la
absoluta buena fe con que ha obrado la sociedad BBVA HORIZONTE –
SOCIEDAD ADMINISTRADORA DE FONDOS DE PENSIONES Y DE
CESANTÍAS S.A., lo que no permite aplicar el artículo 141 de la Ley 100

de 1993…».

X. LAS RÉPLICAS

El demandante afirma que BBVA tiene conocimiento


de su estado de invalidez y que del contenido del artículo
141 de la Ley 100 de 1993 no se infiere diferencia alguna si
se actúa de buena o mala fe al resultar tales
cuestionamientos irrelevantes. Trae a colación sentencias
de 9 abr. 2008, rad. 18789 y 23 feb. 2010, rad. 33625.

La Aseguradora de Vida Colseguros S.A., afirma que


los dictámenes enlistados en el cargo no indican lo que el
recurrente afirma, que en punto al origen de la pérdida de
la capacidad laboral ambos dictámenes determinan que fue
de naturaleza común; que el cargo deja sin ataque el
dictamen emitido por la Sociedad Colombiana de Medicina

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del Trabajo, manteniéndose el sustento probatorio de la


decisión.

XI. CONSIDERACIONES DE LA CORTE

Precisa la Sala que la entidad de seguridad social


recurrente al interponer la alzada frente a lo resuelto por el
juez a quo (fls. 433-435), guardó total mutismo respecto de
la condena que por intereses moratorios del artículo 141 de
la Ley 100 de 1993 se profirió en su contra.

Al respecto, debe recordar esta Corporación que el


principio de consonancia fue consagrado en el artículo 35
de la Ley 712 de 2001, que modificó el 66 A del CPT y SS, y
allí se establece una limitación o restricción a la
competencia funcional del Tribunal, pues solo podrá emitir
una decisión dentro del marco fijado por el recurrente en la
sustentación de la alzada. Es decir, el juez de segunda
instancia carece de competencia para realizar un estudio
totalizador de la cuestión litigiosa, en tanto que, debe
contraer su análisis a las materias objeto del recurso de
apelación.

Por consiguiente, el Tribunal no pudo incurrir en los


errores de hecho que contra él se endilgan, pues al no
haber propuesto el recurrente controversia alguna sobre la
condena por intereses moratorios, no cometió estudio
alguno sobre el particular, dadas las restricciones que en
materia de competencia y cargas procesales prescriben los
artículos 57 de la Ley 2ª de 1984 y 66 A del CPT y SS.

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En conclusión, el cargo no prospera.

Costas en sede de casación, estarán a cargo del fondo


recurrente y a favor de Luis Enrique Fúquene Sánchez y la
Aseguradora de Vida Colseguros S.A. en un porcentaje del
50% en partes iguales, las cuales se fijan en la suma de seis
millones trescientos mil pesos ($6.300.000,oo).

En mérito de lo expuesto, LA CORTE SUPREMA DE


JUSTICIA, SALA DE CASACIÓN LABORAL, administrando
justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley,
NO CASA la sentencia de 5 de mayo de 2011 proferida por
la Sala Laboral del Tribunal Superior del Distrito Judicial
de Tunja, en el proceso adelantado por Luis Enrique
Fúquene Sánchez contra BBVA Horizonte-Sociedad
Administradora de Fondos de Pensiones y de Cesantía S.A.,
Junta Nacional de Calificación de Invalidez, Aseguradora de
Vida Colseguros S.A., en el que se integró como litisconsorte
necesario a la Junta Regional de Calificación de Invalidez de
Boyacá.

Costas conforme se indica en la parte motiva.

Cópiese, notifíquese, publíquese y devuélvase el


expediente al Tribunal de origen.

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RIGOBERTO ECHEVERRI BUENO


Presidente

JORGE MAURICIO BURGOS RUIZ

ELSY DEL PILAR CUELLO CALDERÓN

CLARA CECILIA DUEÑAS QUEVEDO

GUSTAVO HERNANDO LÓPEZ ALGARRA

LUIS GABRIEL MIRANDA BUELVAS

CARLOS ERNESTO MOLINA MONSALVE

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