36 Encuestas en la sociedad de masis "
de previamente, no se podré prestar buena
atencién a los principios metodoldgicos, extrafios en
muchos sentidos.
El desagrado se basa en un malentendido, en Ia ap!
cacién de los’ modos de pensar, de las ideas, experien-
cias y valores del mundo de los fenémenos individuales
al démbito estadistico; erréneas aplicaciones, que mar-
chan también en sentido contrario; Los métodos de la
investigacién mediante encuestas permanecen incompren.
sibles si no nos ejercitamos en este cambio de perspec.
tivas, si no podemos distinguir estas dos esferas. La
estadistica necesita también, en consecuencia, su. propio
Jenguaje, he language of variables, como se ha Mamado
en Norteamérica.
Propiamente, no deberfa sernos tan extrafia la coexis.
tencia de estos dos dmbitos; pues nuestra lengua posce
ya—gdesde hace cudnto tiempo?—la necesaria facul
tad de diferenciaci6n entre una afirmacién sobre cada
uno y una afirmacion sobre todos.
La estadistica moral y las encuestas representativas
pueden hacer afirmacionee soxprendentemente fidedignas
sobre todos, sobre el grupo, sobre el agregado, pero no
sobre cada cual. Sobre los individuos no saben nada;
no afectan a la personalidad humana, que es ajena.
1. La entrevista demosedpica
Reale, Olirabeth
Ercxrles on le Beiedd ch wags
Arrow Sd-onal
Va dye
En el verano de 1961, el 7 por 100 de los habitantes
adultos de la Reptblica Federal de Alemania dijeron que
habian sido entrevistados una o varias veces pata una
encuesta. Asi, pues, tres millones de personas, aproxi-
madamente, habfan'tenido hasta ese momento una en-
trevista demosedpica.
‘Qué es una «entrevista demoscépica»? Una consulta
oral, tipificada, de personas escogidas segtin principios
estadisticos.~\
Esta f6rmula encierra diversos conceptos clave de la
investigacién mediant= encuestas que de momento no
dicen nada y no serdn aclarados hasta mis tarde.
+, Es caracteristico del procedimiento de Ia «entrevista
demoscdpica» el modo tan diverso en que lo ven los
participantes. Para Jos entrevistedos cs, generalmente,
una conversacién viva, personal, entablada extrafiamente
) por medio de la anonimidad; para el entrevistador, una
consulta cesqueméticas fijada en todos sus detalles; y,
desde la perspectiva del investigador situado twas el en.
trevistador, una situacién experimental, trazadn del modo
~ 37rr
Incuestas en Ia Sociedad de masas
38
mis uniforme posible, en In que reaccionan Jos entre.
vistados.
La entrevista demosceépica, con cuya ayuda el inves.
tigador social empfrico recoge su material primario, pa
rece a los ajenos tan extrafia que se la clasificé a menu.
do como «americana» y se suponia al mismo tiempo que
Jos americanos quizé estuviesen dispuestos a dejarse con.
sultar de esa manera, pero que ello no seria posible en
Alemania. En realidad, podemos visitar en cualquier
regién de la Repiblica Federal a cien personas escogi-
das al azar, y sélo de seis a ocho, por témino medio,
negardn una entrevista. Encontramos casi la misma bue.
na disposicién que en Estados Unidos.
Cambio en la forma de pensar: la conversacién
no es una conversacién
EI acceso a la comprensién de la investigacién me-
diante encuestas se abriria mds facilmente si sus métodos
de trabajo no tuviesen, Gir piiric, una semejanza tan
engafiosa con las incidencias y experiencias de la vida
cotidiana.
La entrevista demoscépica parece semejar engaiios:
mente una conyersacién entre dos personas, caracteri
zada sélo por una serie de descortestas. No es nada raro
que mucha gente ala que se explique el método de
consulta declate espontdneamente: «Pues si a mi me
pteguntase alguien, yo no contestaria.» TE} entrevista.
clos Hama a la puerta, como los vendedores-¥ represen:
iantes ambulantes;-y-pide-tma entrevista, roba el tiempo
del consuliado, lo interrumpe €a sit trabajo o tastorna
sus planes-de-tiempo libre. Aunque generalmente es un
extraio; se sienta ante Ia mesa de Ia cocina o del cuarto
de estar y hace preguntas sobre cosas completamente
privadas —pot ejemplo, sobre la salud, los ingresos, pla-
nes para el futuro, opiniones polfticas, recuerdos de la
infancia—, cambia bruscamente de temas, no aborda en
absoluto personalmente a su interlocutor, sino que mide
La eatrevista demosedpica 3
a todos Jos consultados con la misina vara, Heva tod
Ia coaversacién siguiendo «el mismo patron» y chee.
asi contra todas las normas de una conversacién culza.
Si se malentiende Ja entrevista demoscépica en est
sentido como una situacién social, como conversacion
si se la juzga segtin los valores y convenciones genera
Bizados para ella, ha de provocer resistencia, efectiva
mente: «Pues si a mf me preguntase alguien, yo ne
contestarfa.»
Los cientificos que introdujeron el método de encues.
tas en Alemania incluso opinaron en parte que [a en-
trevista tendria que parecerse todo lo posible a una
coiversacién cotidiana normal. Segin la «escuela de
Nuremberga», de la «Sociedad de Investigacion del Com.
sumo», que ha realizado encuestas en Alemania desde
1934, se consideraba deseable que las «corresponsales»,
para obtener informacin sin teservas, entrevistasen. a
conocidos y que realizasen sus entrevistas sin cuestio-
nario, como conyersaciones lo més naturales posible, in.
cluso quizé de forma que ni sigeicta hiciese ver a los
consultados que eran «entrevistados» 1
Asf se evitaban varias de las cualidades chocantes,
descritas antes, de la entrevista cemoscdpica —la inva.
sién del dmbito personal del corsultado por parte de
un extrafio, el corte por el mismo patrén—. Los clien.
tes que habian de ser convencides sobre los nuevos mé
todos de Ja investigacién de meccados, e incluso los
mismos cientificos, supusieron que de este modo se ob.
tendrian las informaciones més fidedignas y més sin-
ceras.
Esta suposicién no se ha confirmado. Los motives de
cllo serén examinados mds tarde. Ademds, esta conver.
saci6n-entrevista «tipo Nuremberga» no puede aplicar.
se como aticleo de las encuestas representativas porgue
| prescinde de un tratamiento estadistico inreprochable.
(Ni se puede asegurar la representatividad del grupo de
consultados ni la homogeneidad del mosaico, la compren.
| sidn y limitacién homogéneas de las «cazacteristicacs
(ejemplo: ingresos familiares, inclinacién po: una mo.
emer ree ec40 Encuestas en la ‘sociedad de masas
ién de la vivienda, saber médico). Esto
significa que no se han cumplido varias condiciones de]
cémputo y del andlisis matemstico-estadistico.
Por parte de la poblacién, de Ia que el investigado: |
social quisiera conocer algo, y que, por lo tanto, es
la que importa, apenas hay motivo alguno para enmas.
carar de «conversacién entre conocidos» Ia entrevista
demoscdpica: La visita de un extrafio, 12 anonimidad,
el brusco cambio de temas, la unilateralidad de ia con.
versacién (cl entrevistador ‘solamente lee sus preguntas
al entrevistado), todo el proceso es aceptado con una
rara buena disposicién si se dan algunos supuestos que
expondremos més abajo, pero que indicaremos aqui ya
sumariamente: en todo el proceso de la entrevista de.
mosedpica, desde la presentacin de! entrevistador y des.
e sus primeras palabras, han de ser incluidos unos mo.
tivos que hagan al consultado aceptar sinceramente le
prueba. Efectivamente, quizd sca mds dificil proveer
de tales motivos a una «conversacién entre conocidos»
—por no hablar de Jos estimulos a la insinceridad en
tales conversaciones—. La entrevista demoscépica tic-
ne algo de la falte de coaccin social, de la soltura de
Ja conversacién entre dos extrafios en el tren.
Entrevistador y entrevistado: los eslabones
mis frdgiles de la cadena
Abandonada la idea de que la entrevista es una com
versacién privada, o de que ha de parecerse a ella todo
Jo posible, podemos aclararnos sin trabas las reglas de
la «entrevista de investigacién cientifico-social, esparci-
da de modo estadistico-representativer, Han de deriva:
Gnicamente de la misién que recae sobre el entrevista.
dor en el curso de una investigacién empirica.
Una investigacién tal es casi siempre una gran reali-
zacién en la que participan numerosas personas en fases
sucesivas: el cliente o patrocinador (sporsor) del estu-
dio, el investigador —la mayor parte de las veces, un
La entrevista demasedy 4
grupo de investigadores: socidlogos, psicélogos, econo
istas, estadisticos, matemticos—, el director de la or
ganizacia de entrevistadores, los entrevistadores, los en
trevistados, los especialistas en la elaboracion electrdnic:
de los datos.
La entrevista ha de suministrer, en general, el tora
de la matetia prima del estudio. Nada mas que las pre
tas de los entrevistadores, Jas respuestas de los con
sultados, la anotecién por los entrevistadores de sus
observaciones sobre el consultadc y su ambiente consti
tuyen el fundamento de los resultados de la investiga
én, en los que se apoyan, por ota parte, reflexione:
y decisiones, con frecuencia, de largo alcance.
~ Tenemos que hacernos verdaderamente presente cuén.
to depende cle la modesta incidencia de una conversaciér
cara a cara para comprender la severidad de las regles
metodolégicas. En la cadena de los colaboradores en ut
estudio de este tipo, el aporte de la «materia prima»
corresponde precisamente a las Gnicas personas que no
son especialistas en la materia: Ics entrevistadores y Io:
entzevistados.
De ello deriva una regla importante: los entrevista.
dores y los entrevisiados han de sez exinidos en las
encuestas representativas, de cualquier esiterzo de tipo
intelectual, psicolégico, lingtifsticc y técnico, que no sea
a toda costa necesario.
En el cutso de la exposicién de métodos, y tanto mis
ea la préctica, encontraremos muchos ejempios de cémo
el estadistico, al planear el estudio, puede cargar mucho
srabajo sobre sf mismo —o sobre ‘el entrevistado:— en
In seleccién de los entrevistados; de cudnto esfuerzo
pucden asumir los realizadores del cuestionario y los es-
pecialistas de la calificacién y claboracién de datos,
de cémo pueden cargar ese esfterzo sobre entrevista.
dores y entrevistados, y la decisién siempre habré de
correr a cargo de los estadisticos, de los realizadores de
les cuestionatios, del grupo de codificadoxes, de los té--
nicos de la claboracién de datos. Retener bien este
principio es tanto mas necesario cuanto que, al proyec