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Cómo la diáspora está

ayudando a la crisis
migratoria de Venezuela
Este artículo es parte de la reunión anual del Foro Económico
Mundial

Las enormes crisis migratorias suelen estar motivadas por guerras o


desastres naturales, como hemos tenido la desgracia de contemplar en
Siria, Afganistán, Myanmar y Sudán del Sur.

Sin embargo, la mayor crisis migratoria en la historia de América Latina


ha sido generada por un estado fallido que niega a sus habitantes el
acceso básico a alimentos, agua y asistencia médica, como parte de una
estrategia política e ideológica de control social para mantenerse en el
poder. Esta combinación ha provocado una catástrofe humanitaria, con
los siguientes resultados.

- Venezuela sufre una escasez del 80 % en suministros de


medicamentos, la mitad de los hospitales de la nación no funcionan y ha
habido una caída del 50 % en la cantidad de personal médico en los
centros públicos que brindan el 90 % de los servicios de salud.

- Desde junio de 2017, se han informado más de 7300 casos de


sarampión en Venezuela, incluidos 5500 casos confirmados y 64 muertes
a septiembre de 2018.

- Entre julio de 2016 y septiembre de 2018, se informaron más de 2000


presuntos casos de difteria, incluidos 1200 casos confirmados y 200
muertes.
- Más de 100 000 venezolanos tienen VIH y no cuentan con el
medicamento antirretroviral para el tratamiento.

- Según el Ministerio de Salud del Gobierno venezolano, en 2016 la


mortalidad infantil aumentó en un 30 % y la mortalidad materna en un 65
%.

- Durante 2017, el 67 % de los venezolanos perdió un promedio de 11 kg


de peso. La desnutrición aguda moderada y grave entre los niños
menores de cinco años aumentó del 10 % en febrero de 2017 al 17 % en
marzo de 2018, un nivel indicativo de crisis según los estándares de la
Organización Mundial de la Salud

¿Cuántos venezolanos han dejado su país para


sobrevivir?
Imagine ser una persona mayor y tener que migrar porque no puede
encontrar el medicamento adecuado para tratar su diabetes. Imagine ser
padre y decidir que su familia tiene que dejar su hogar porque no puede
ofrecerle tres comidas al día. Imagine tener que huir de su país
precipitadamente porque quedó embarazada y no puede recibir cuidados
prenatales en los hospitales locales.

La realidad es que los 3,3 millones de venezolanos que han abandonado


su país desde 2015 han tomado estas decisiones. El número sigue
creciendo: 5000 venezolanos huyen cada día. Según ACNUR, hay 68,5
millones de personas desplazadas en todo el mundo, el 5 % son
venezolanas. Y si tiene en cuenta los datos que el Centro para el
Desarrollo Internacional de la Universidad de Harvardcalcula a través de
las redes sociales, la cantidad de venezolanos desplazados aumenta a
5,5 millones. Esto significa que el 10 % de la población de Venezuela ha
abandonado el país.

Pero detrás de los números, hay personas. Personas que están cruzando
a países vecinos como Colombia, Panamá, Perú, Ecuador, Brasil,
Argentina y Chile en condiciones humanas terribles.

¿Es Venezuela una amenaza pandémica para la


región?
Como se preveía, la crisis de Venezuela no se ha contenido dentro de
sus fronteras. No es solo que 208 venezolanos por hora abandonan el
país, sino también que llegan a los países hambrientos y enfermos. Por
lo general, sufren de desnutrición grave, diarrea, falta de vacunas y falta
de cuidados prenatales, y su llegada está propagando enfermedades ya
erradicadas a los países vecinos.

Colombia ha recibido una parte importante del éxodo. Según el Ministerio


de Salud, en 2017 se registraron 620 casos de malaria, 38 de
desnutrición, 49 muertes por VIH y 26 muertes maternas. En 2018, esas
cifras aumentaron a 1191 casos de malaria, 256 de desnutrición, 253
muertes por VIH y 150 muertes maternas.

En 2017 en el estado de Roraima, Brasil, hubo 2576 casos de malaria


importados de Venezuela, lo que representa el 55 % de todos los casos
importados, según la Organización Panamericana de la Salud. Entre
enero y abril de 2018, la cantidad de casos ya había aumentado a 7043.

Entre el 29 de marzo y el 12 de junio de 2018 en Ecuador, se


confirmaron 14 casos de sarampión, de los cuales el 75 % correspondió
a ciudadanos venezolanos. El Ministerio de Salud de Trinidad y Tobago
también confirmó 12 casos de malaria importados en 2018, nueve de
ellos de Venezuela.

Las mujeres que huyen de la desesperada situación de mortalidad infantil


en Venezuela cruzan las fronteras para dar a luz. En el estado de
Roraima, Brasil, cuatro de cada diez embarazos corresponden a madres
venezolanas, lo que hizo que la tasa de natalidad aumentara del
promedio anual de 8000 nacimientos antes de la crisis a 12 000 en 2017.

La situación de Colombia es aún más dramática. Durante el año pasado,


registró más de 4000 nacimientos de madres venezolanas. La mayoría
de estos bebés carecen de nacionalidad, ya que la legislación
colombiana solo ofrece la ciudadanía a los niños que tienen al menos un
progenitor colombiano. Está naciendo una “generación invisible” de
venezolanos, que no existen legalmente en ninguno de los dos países.

Venezuela ha hecho que la región sufra un retroceso en el área de la


salud. Los hospitales y las clínicas de los países receptores ya han
colapsado, lo cual genera una gran presión en los sistemas de salud
estatales y locales. El principal obstáculo es no tener suficiente capital
humano, suministros o recursos financieros para llevar a cabo las
operaciones.

La verdad es que ningún país estaba preparado para este holocausto


sanitario. La pregunta es: ¿puede ayudar la diáspora venezolana?

¿Cuál es el papel de las diásporas para los países


en crisis?
Para abordar la magnitud de este desafío, se necesitan esfuerzos
conjuntos de empresas, gobiernos y la sociedad civil. La experiencia ha
demostrado que la inclusión de las diásporas es fundamental, en
especial cuando la cuarta revolución industrial cambia la manera en que
las personas se relacionan con las organizaciones y crea nuevas fases
de cooperación mundial.

Al igual que las comunidades sirias, judías, cubanas, africanas e


irlandesas, con este éxodo masivo, los venezolanos han estado
aprendiendo lo que significa ser diáspora. Es un término cultural,
posmoderno y orgánico, del cual los venezolanos tratan de adueñarse
para alcanzar su máximo potencial y establecer redes para enviar ayuda
a sus hogares o a la frontera.

Si bien la adversidad ha fortalecido la identidad de los venezolanos en el


extranjero, la solidaridad los ha mantenido activos y vivos. Ayudar a las
personas se ha convertido en una forma habitual y motivadora de
mantenerse en contacto con su país de origen, ya sea al hospedar a un
amigo o un familiar durante algunas semanas o revisar el currículum de
alguien para una posible oferta de trabajo. La diáspora venezolana es un
excelente ejemplo de la filosofía de la “cadena de favores”, al ayudar a
aquellos que han emigrado y pedirles solo que ayuden a alguien más
cuando llegue el momento.

Un caso interesante es la diáspora venezolana en los Estados


Unidos, que ya ha alcanzado más de 600 000 personas, concentradas
sobre todo en Florida, Texas, Nueva York y Massachusetts. De acuerdo
con la Fundación Visión Democrática (una organización de coalición de
la diáspora venezolana), la coordinación ha llegado hasta tal punto que
hay más de cien ONG dentro de los Estados Unidos que envían ayuda
humanitaria a Venezuela, así como a los países receptores de la
migración y la crisis de refugiados. Existen muchos casos positivos de
cooperación.

Por ejemplo, el buque hospital USNS Comfort se unió con la Asociación


Médica Venezolana Americana, que cuenta con más de 400 médicos,
para enviar personal en una misión de asistencia médica de once
semanas a Ecuador, Perú y Colombia, durante el último trimestre de
2018. El personal proporcionó asistencia a bordo y en instituciones
médicas en tierra, y contribuyó a aliviar la presión sobre los sistemas
médicos nacionales.

Más recientemente, la organización internacional de respuesta a


emergencias MedGlobal se asoció con la Escuela de Medicina de la
Universidad de Miami para enviar misiones de asistencia médica a
Colombia con médicos y enfermeras venezolanas durante el 2019. Como
el 27 % de los migrantes venezolanos son niños, y muchos más son
mujeres en edad fértil, existe una necesidad urgente de asistencia
primaria, asistencia pediátrica y obstétrica en Colombia. Los venezolanos
con autorización para el ejercicio de la medicina en cualquier parte del
mundo pueden ofrecerse como voluntarios para participar en estas
misiones, a fin de contribuir a atenuar los efectos de la crisis sanitaria en
ciudades como Cúcuta, Valledupar y Cartagena.

Incluso los Global Shapers que han emigrado de Venezuela se han


conectado con las sedes locales en sus nuevas ciudades, y las han
invitado a participar en el desarrollo de iniciativas para apoyar a los
refugiados venezolanos, ya sea a través de asistencia médica o
alimentaria, asistencia jurídica, capacitación o educación.

Por ejemplo, en septiembre de 2018 Global Shapers de Medellín,


Colombia se unió a una ONG local llamada “Fundación Solidaridad Sin
Límites”. Organizaron un “Día de la salud”, en el que recolectaron kits de
higiene personal, vitaminas, analgésicos para niños y adultos,
medicamentos antiparasitarios y otros suministros médicos para ayudar a
cientos de refugiados venezolanos en su área. Los incesantes esfuerzos
de colaboración entre Global Shapers y la diáspora venezolana ayudarán
a reunir, canalizar e intensificar la solidaridad hacia esta población
vulnerable, en cualquier lugar donde se encuentre.

Aprovechar el poder de convocatoria de las diásporas es un elemento


clave del éxito. Son las personas más indicadas para comprometerse con
sus propias comunidades y compartir información valiosa acerca de
cómo priorizar la ayuda cuando sus países están en conflicto.

La diáspora venezolana no ha tardado en involucrarse. Los miembros se


han convertido en voceros de iniciativas humanitarias, han sensibilizado
comunidades, han practicado la defensa de intereses, han influido en los
responsables políticos, han desarrollado infraestructura y han encontrado
los medios necesarios para garantizar que los proyectos sean inclusivos
y sostenibles.

Por ahora, participar y difundir información sobre los esfuerzos de las


ONG es una manera importante en la que algunas diásporas pueden
ayudar a aquellos que quedaron en la patria. Otros prefieren apoyar a las
personas cuando llegan a nuevas ciudades, ofrecer refugio, comida, ropa
y conocimientos técnicos, “pagar el favor a otro” al ayudar a los
migrantes más recientes a instalarse.

Al final, todos los venezolanos invierten en estos esfuerzos por el mismo


motivo. Esperan que las cosas cambien y que puedan ser los primeros
en regresar a casa.

Alexandra Winkler Osorio, alcalde adjunto, Municipio El Hatillo

Cuatro maneras en que


los grandes líderes
pueden formar equipos
valientes y apasionados
Como líderes, estamos definidos por el equipo que armamos a nuestro
alrededor. Su deseo es formar un equipo complementario que sea mayor
que la suma de sus partes. Uno que esté preparado para el futuro, y que
trabaje en conjunto para generar nuevas oportunidades. Pero crear y
dirigir un equipo en un entorno global complejo no es fácil. Se espera que
seamos superhéroes, pero no lo somos.

Nuestro mundo multifacético ha generado problemas multiconceptuales


para los líderes, desde la contratación del personal para el mañana y la
lucha contra el aislamiento, hasta la comunicación y la colaboración en
un equipo heterogéneo. Sin embargo, hay algunas cosas simples que
podemos hacer para ayudar a superar esos problemas y hacer una gran
diferencia en nuestros equipos.

1. Abrir tantas puertas como sea posible


Muchos de nosotros escondemos la cabeza bajo la tierra cuando se trata
de la planificación de sucesores, ya sea para nosotros mismos o para los
miembros clave de nuestros equipos. La contratación para mañana
significa asegurarse de que tengamos las habilidades, el talento y las
actitudes en el equipo a largo plazo. Para ello, debemos mirar fuera de
nuestras redes actuales y evitar los prejuicios inconscientes para
encontrar los diversos talentos que tengan la tenacidad y la pasión de
ayudar a nuestras organizaciones a crecer en el futuro.

Las redes sociales pueden ampliar su ecosistema personal para ayudar a


desarrollar de manera temprana el talento profesional, que de otra
manera no habría descubierto. El uso de herramientas como LinkedIn,
Twitter o incluso Instagram puede dar participación a otros y ayudarlo a
promover empleos, crear su marca, buscar candidatos y establecer
relaciones. El desarrollo y la oportunidad se trata de abrir puertas;
cuantas más pueda abrir, mejor.

2. Facilitar el diálogo multiparticipativo


Para los líderes, la gestión del diálogo entre múltiples partes interesadas
es cada vez más importante, ya sea dentro de su equipo, la organización,
con proveedores, clientes, agencias reguladoras o accionistas. En un
entorno empresarial mundial, esas partes interesadas se encuentran en
lugares muy dispares y sus orígenes son muy diversos. Es necesario que
los líderes de hoy generen y fomenten conductas de colaboración para
superar este desafío. Esto comienza con un entorno transparente y
confiable, donde es posible escuchar todas las voces.
Por ejemplo, mi propio equipo de liderazgo abarca varios continentes,
idiomas, orígenes y culturas. No es económicamente sensato reunirlos a
todos en un solo lugar de forma regular; por lo tanto, generalmente me
comunico mediante soluciones de video. Esto significa sesiones de
colaboración presenciales seguras, de alta calidad y en tiempo real, no
solo de audio. Hablamos un inglés sencillo, no un lenguaje corporativo.
Para ayudar a conciliar el trabajo y la vida privada, ejecuto las llamadas
de mi equipo dos veces, o al menos alterno el horario de las llamadas
para los miembros del equipo en los Estados Unidos y Asia. Considero
que la capacidad para gestionar zonas horarias es parte de ser un equipo
respetuoso, ya que dormir bien o pasar un buen momento con la familia
significa que mi equipo está renovado y con mucha energía.

3. Aceptar el lado positivo de las herramientas de


colaboración
En ocasiones, las herramientas de colaboración se pueden ver como
algo negativo, que impulsa nuestra cultura siempre activa. Un sondeo
reciente de directores de informática globales descubrió que estos tienen
entre cuatro y diez herramientas de colaboración en sus teléfonos
inteligentes, lo que puede llevarnos a una “sobrecarga de colaboración”.
Sin embargo, usadas de la manera correcta, las herramientas de
colaboración pueden ser una fuerza para el bien.

Las considero particularmente útiles al dirigir equipos con base en el


hogar o en ubicaciones remotas, que a menudo carecen del sentido
comunitario y el apoyo que puede ofrecer una oficina. El video, la
mensajería instantánea y otras funciones basadas en el consumidor,
como los emoticonos, pueden ayudar a cerrar las brechas y evitar el
aislamiento dentro del equipo.

Las herramientas de colaboración también pueden ayudar a los padres o


cuidadores a manejar con destreza las demandas de la escuela y el día
deportivo sin tener que abandonar la carrera profesional, si lo desean. En
las culturas con diferencias de género, las herramientas de colaboración
pueden ayudar a las personas a trabajar juntas de forma respetuosa en
un plano de igualdad.

4. Reconocer la diferencia entre culturas


Durante mi carrera, he tenido la suerte de trabajar en lugares tan
diversos como el Reino Unido, Rusia, Canadá y Medio Oriente, y he
dirigido equipos en todo el mundo. Este concepto de la gestión de
equipos virtuales se ha convertido en parte integral de la manera en que
trabajamos en la actualidad, lo que significa que nuestros estilos de
liderazgo han cambiado a un enfoque cooperativo más inclusivo y
orientado a la confianza. La capacitación y la asesoría se han convertido
en elementos clave para ayudar a los individuos y a los equipos a tener
un alto desempeño.

Imagen: Porcentaje de estadounidenses que, entre 2014 y 2017, se sentían comprometidos con su lugar
de trabajo. Gallup

Pero no todos responden bien a este cambio. Las personas introvertidas


prefieren herramientas de colaboración diferentes a las extrovertidas.
Algunas culturas prefieren un modelo de mando y control, otras
prosperan en entornos de reflexión colectiva. Los líderes identifican las
diferencias en el estilo de comunicación, pero siempre dejan a sus
audiencias con un mensaje claro y algo para poner en práctica. En una
época en que solo el 32 % de los trabajadores estadounidenses y el 13
% de los empleados de todo el mundo que trabajan para una empresa se
sienten comprometidos, los líderes que se comunican de manera eficaz
tienen cuatro a cinco veces más probabilidades de presentar altos
niveles de compromiso por parte de los empleados.

Un equipo más grande que la suma de sus partes


Los líderes ya no son superhéroes. Los grandes líderes ponen en primer
lugar a las personas. Preparan a las personas con las aptitudes
adecuadas necesarias para tener éxito. Los grandes líderes buscan las
mejores soluciones y forjan su futuro, no reaccionan ante él. Y son lo
suficientemente valientes como para abandonar una práctica que los ha
llevado al éxito en el pasado, pero no los hará exitosos en el futuro.

Nunca es el momento equivocado para formar el equipo correcto. Como


líderes, es nuestra responsabilidad formar el mejor equipo. Depende de
nosotros atraer a los mejores profesionales para crear un equipo que sea
más grande que la suma de sus partes.

Creo que los grandes líderes son aquellos que se preparan no para la
cómoda previsibilidad del pasado, sino para las realidades de hoy y las
fabulosas posibilidades del futuro. Arman alrededor de ellos grandes
equipos, que son heterogéneos, innovadores y audaces, para ayudarlos
a tener éxito todos los días.

Bernadette Wightman, directora general, Global Services, BT Group

Duerme, no tengas
dudas. La guía de Jack
Ma para la cordura y el
éxito
En 1999, Jack Ma co-fundó lo que se convertiría en el gigante comercial
de todo el mundo, Alibaba.

Veinte años más tarde, todavía tiene una primavera en su paso, y una
serie de consejos para transmitir a los jóvenes empresarios globales
reunidos para escucharlo hablar en Davos 2019. Estas son algunas de
las mejores citas de su charla.

1. "Por supuesto que tenía miedo y tenía dudas [cuando empecé con
Alibaba]. Pero creía que alguien, si no nosotros, ganaría. No hay
expertos de mañana, solo de ayer".

2. "En los negocios, nunca te preocupes por la competencia, nunca te


preocupes por la presión. Si te preocupas por la presión, no seas un
hombre de negocios ... Si creas valor, hay oportunidades. Hoy todo el
mundo se preocupa. Eso significa que es una gran oportunidad ".

3. "Tu primer trabajo es el más importante. No necesariamente una


compañía que tenga un gran nombre, pero deberías encontrar un buen
jefe que pueda enseñarte cómo ser un ser humano, cómo hacer las
cosas correctamente y quedarte allí. Una promesa: me quedaré allí por
tres años ".

4. "¿Cómo podemos enseñar a los niños a ser más creativos y hacer


cosas que las máquinas no pueden hacer? Las máquinas tienen chips,
pero los seres humanos tienen corazones ... La educación debe avanzar
en esta dirección".

5. ¿Qué mantiene despierto a Jack Ma por la noche? "¡Nada! Si no


duermo bien, el problema seguirá ahí. Si duermo, tengo una mejor
oportunidad de combatirlo".

6. "Para administrar personas inteligentes, debes usar la cultura, el


sistema de valores, ellos creen lo que hacen. Si solo quieres usar las
reglas, las leyes y los documentos para controlar, así es como controlas
a las personas estúpidas".

7. "Cuando contrato personas, contrato a personas que son más


inteligentes que yo. Las personas que cuatro o cinco años más tarde
podrían ser mi jefe. Me gustan las personas positivas y que nunca se dan
por vencidas".
La Globalización 4.0
puede tener un futuro
brillante, si nos liberamos
de la injusticia del pasado
Imagine un mundo en el que se respeten los derechos de las mujeres y
las niñas, el cambio climático reciba la atención que requiere con tanta
urgencia y se haya eliminado la pobreza. Nunca antes hemos tenido los
medios que tenemos hoy para hacer realidad esta visión. En África, por
ejemplo, me entusiasma ver cómo la energía solar fuera de la red se
está expandiendo con rapidez. En Kenia, la banca móvil ha mejorado la
inclusión financiera de manera significativa, en especial para las mujeres
pobres.

Estas y otras tecnologías asociadas con la cuarta revolución industrial


(Fourth Industrial Revolution, 4IR) tienen el potencial de aumentar la
productividad, los ingresos y el tiempo libre para los trabajadores, y al
mismo tiempo descarbonizar nuestras economías y liberar a las mujeres
del peso del trabajo de asistencia no remunerado. Sin embargo, para
hacer realidad este potencial, tendremos que adoptar un enfoque
completamente nuevo de la globalización.

El tema del Foro Económico Mundial para su reunión anual en Davos el


próximo mes es la Globalización 4.0, que comprende muchas de
las historias encontradasque en la actualidad dan forma a nuestro
mundo. En los últimos 40 años, la historia predominante fue el PBI, y los
países aplicaron la desregularización, redujeron los controles de capital,
recortaron los impuestos sobre sociedades y liberalizaron sus mercados
laborales.

El estallido de indignación popular que ha asolado la política de muchos


países en los últimos años se basa en el fracaso de ese modelo
neoliberal. Sin embargo, no hay una ley económica que exija que la
globalización sea una carrera hacia el abismo. Por el contrario, para que
la humanidad tenga alguna esperanza, la Globalización 4.0 debe romper
con el neoliberalismo para siempre.

Me temo que las élites empresariales y gubernamentales que se reúnen


en Davos no parecen haberlo entendido bien. Hasta que lo hagan, la
globalización continuará alimentando la desigualdad y sembrando el
descontento en todo el mundo.

La creciente desigualdad amenaza gran parte del progreso que hemos


logrado durante el último medio siglo. Mientras que el año pasado, el 1 %
más rico del mundo se llevó el 82 % de toda la nueva riqueza, el Banco
Mundial informa que “la reducción de los índices de pobreza se ha
desacelerado, lo que genera preocupación sobre lograr el objetivo de
acabar con la pobreza para 2030”. Resulta aún más impactante que la
pobreza extrema en África subsahariana en realidad está aumentando;
casi la mitad de todas las personas del mundo están a una factura
médica o una mala cosecha de la indigencia.
Imagen: Banco Mundial

Estas realidades persistirán mientras los multimillonarios de Silicon


Valley, África y en otros lugares escriban la historia futura de la
globalización. Necesitamos historias nuevas para desafiar el statu quo.
Piense en la historia de Budi, un trabajador de la industria de
procesamiento de camarones en el Sudeste Asiático que debe pelar 950
camarones por hora para ganar un salario mínimo. A Budi le llevaría más
de 5000 años ganar lo que gana el director ejecutivo de un
supermercado de EE. UU. en un año.

O bien, piense en las mujeres agricultoras de mi aldea de Ruti, Uganda,


que se preguntan si el crecimiento económico dará como resultado una
educación gratuita y de calidad para sus hijos. Los países ricos deben
gran parte de su prosperidad a la educación universal. Sin embargo, en
los países en desarrollo de todo el mundo, las tarifas que cobran las
escuelas privadas están sumiendo a las familias en una mayor pobreza.

Una persona cuya historia debe ser escuchada es Berta Cáceres, una
líder de derechos indígenas en Honduras que en marzo de 2016 fue
asesinada por resistir el proyecto destructivo de una represa
hidroeléctrica. En noviembre, un tribunal dictaminó que el asesinato de
Cáceres se llevó a cabo con el conocimiento y el consentimiento de los
ejecutivos de Desa, la empresa responsable de la presa.

Cuando la globalización no tiene reglas ni árbitros, los intimidadores


siempre ganan. Incluso las investigaciones llevadas a cabo por el Fondo
Monetario Internacional demuestran en la actualidad que la globalización
financiera ha llevado a “un aumento considerable de la desigualdad”, al
igual que el aumento del comercio en algunos países en desarrollo. De
igual manera, el cambio climático es sintomático de una economía
sumamente desigual en la que los ricos explotan el medio ambiente para
el beneficio privado.

La Globalización 4.0 debe ofrecer una nueva narrativa para reemplazar el


neoliberalismo abusivo, extractivo y sexista de las últimas décadas. Será
necesaria mucha más cooperación entre los gobiernos para reescribir las
reglas de las finanzas, el comercio, los salarios y los impuestos. Solo así
podremos asegurarnos de que la Globalización 4.0 beneficie a la gente
común.

Para ello, deberíamos acoger con satisfacción las nuevas tecnologías


pioneras, aunque también deberíamos hacer preguntas difíciles sobre su
propiedad y los intereses a los que sirven, especialmente cuando
surgen monopolios nuevos. Necesitaremos una combinación inteligente
de incentivos, propiedad pública y regulación para gestionar los cambios
que se avecinan.

También necesitaremos un nuevo enfoque de los impuestos y el gasto


público. Durante demasiado tiempo, las familias y las empresas más
ricas han evitado pagar su parte proporcional, y a la vez han
obstaculizado una reforma significativa. Fue particularmente
decepcionante ver a los líderes empresariales en la última reunión de
Davos celebrar los recortes fiscales de un billón de dólares del presidente
de Estados Unidos, Donald Trump. Si las élites bien intencionadas
quieren tomar en serio una forma de globalización más inclusiva,
deberán respaldar sus palabras con hechos.

El multilateralismo sigue siendo la única manera de gestionar estos


desafíos políticos. Sin embargo, el marco para la cooperación
internacional debe tornarse mucho más democrático, feminista y
centrado en las personas. Al analizar la trayectoria futura de la
globalización, es necesario que se valore tanto una pequeña agricultora
en Nakuru, Kenia como una alta directiva en Manhattan. Necesitamos
instituciones multilaterales que puedan frenar el abuso corporativo y
armar a la sociedad civil contra el aumento del autoritarismo.

Para administrar la Globalización 4.0 también será necesario un


liderazgo audaz y receptivo de los gobiernos nacionales. En lugar de
simplemente tratar de manipular la indignación de los ciudadanos, los
políticos deben comprender y abordar las causas fundamentales de su
descontento.

Afortunadamente, estos líderes no son criaturas míticas. El presidente de


Corea del Sur, Moon Jae-in está abordando la desigualdad con una
combinación de impuestos sobre los ricos y las empresas, un salario
mínimo más alto y un mayor gasto social. La primera ministra de Nueva
Zelanda, Jacinda Ardern, también tiene una agenda ambiciosa para
reducir la desigualdad, y ha hecho que el bienestar de los ciudadanos
sea una medida central del éxito de su Gobierno. Además, el primer
ministro canadiense, Justin Trudeau, ha abrazado abiertamente una
política feminista de desarrollo global.

Estos líderes son una prueba viviente de que la globalización se puede


gestionar de una manera que beneficie a todos. Dejan en evidencia a los
que admiran el neoliberalismo tóxico y ofrecen la esperanza de que una
economía global más humana esté al alcance de la mano.
Qué es el efecto de la
isla de calor y por qué
debe preocupar a las
ciudades de América
Latina
Tal vez hayas percibido alguna vez la diferencia de calor cuando sales de
un parque y entras a una calle flanqueada por edificios altos.

La calle se siente más caliente y ese cambio es una pequeña muestra de


el llamado "efecto de la isla urbana de calor", un fenómeno que plantea
desafíos urgentes, según el Dr Francesco Pomponi.

"El efecto de la isla urbana de calor se produce cuando en un centro


urbano hay una temperatura mayor que en los alrededores", explicó a
BBC Mundo Francesco Pomponi, jefe del Laboratorio de Recursos y
Construcciones Eficientes, REBEL por sus siglas en inglés, de la
Universidad Napier en Edimburgo, Escocia.

"Un estudio de la NASA constató que en los meses de verano la


temperatura en Nueva York era en promedio 4 grados centígrados más
alta que en los alrededores".

"No se trata de un concepto nuevo, estudios de la década del 60 ya


apuntaban el fenómeno de la isla de calor, pero el efecto se está
volviendo más intenso debido al cambio climático", advirtió Pomponi.

Y la mayor temperatura en las ciudades no solo contribuye al


calentamiento global, sino que puede afectar seriamente la salud de sus
residentes.
¿Por qué las ciudades son más calientes?
Las filas interminables de edificios no favorecen la circulación de la brisa.

Y los materiales oscuros como el asfalto y el cemento en calles y techos


de casas retienen más calor que los de color más claro, explicó el Dr.
Pomponi.

Por otra parte, la tierra en condiciones naturales absorbe lluvia, que es


evaporada por los rayos del sol en días calientes y liberada a la
atmósfera refrescando el ambiente.

La falta de vegetación en las ciudades contribuye al efecto de isla


de calor.

Pero en las ciudades la lluvia acaba en los sistemas de alcantarillado.

Los centros urbanos suelen además tener pocos árboles.

"La vegetación juega un papel crucial debido a la evapotranspiración. La


evaporación transporta el calor hacia arriba desde las zonas más
cercanas al suelo, y además las plantas transpiran", señaló Pomponi.

Por otra parte, "la tendencia en décadas recientes ha sido poner dentro
de los edificios más aparatos que consumen energía, como
computadoras, refrigeradoras, impresoras, que liberan calor por lo que a
su vez se colocan sistemas de enfriamiento que usan energía. Es un
círculo vicioso".

Otro factor que contribuye a la temperatura es que los autos, autobuses,


la industria y otras actividades urbanas generan calor.

Y el aumento del calor lleva a las personas a usar más y más aire
acondicionado. Un estudio el MIT de 2018 constató que el efecto de isla
de calor en Florida fue responsable de un gasto extra anual de US$400
millones en aire acondicionado.

El calor aumenta la demanda de aparatos de aire acondicionado,


cuya producción con combustibles fósiles agrava el cambio
climático.
La producción de aparatos de aire acondicionado consume a su vez
combustibles fósiles, lo que contribuye también al calentamiento global.

Las ciudades crean incluso sus propias nubes, según un estudio


publicado esta semana por la Universidad de Reading en Inglaterra.

El estudio señala que el calor liberado gradualmente por los edificios


afecta la turbulencia del aire y transporta humedad, lo que contribuye a
una cobertura de nubes hasta 10% mayor en los centros urbanos que en
los alrededores.

El trabajo revela "el creciente impacto que las ciudades están teniendo
en sus propios mini ambientes", según Natalie Theeuwes, autora
principal del estudio.

¿Cuáles son los efectos en la salud?


Las islas de calor pueden agravar las olas de calor generadas por el
calentamiento global con efectos letales.

En su informe sobre cambio climático y salud de febrero de 2018, la


Organización Mundial de la Salud advirtió que el aumento en la
temperatura contribuye directamente a muertes por problemas
cardiovasculares y respiratorios, particularmente en las personas
mayores.

En la ola de calor de Europa de 2003 se registraron más de 70.000


muertes extra, según la OMS. Las personas mayores son uno de los
grupos más vulnerables al calor.

En la ola de calor del veranos de 2003 en Europa, por ejemplo, se


registraron más de 70.000 muertes extra, según la OMS.

Por otra parte, "la falta de movimiento del aire facilita la persistencia de
contaminantes a niveles en los que los respiramos constantemente",
señaló Pomponi.

Y el polen y otras sustancias que inducen reacciones alérgicas también


alcanzan niveles mayores en el calor extremo.

"Estos alérgenos pueden disparar el asma, que afecta a cerca de 300


millones de personas a nivel global", señala la OMS.
De acuerdo a Pomponi, "estamos viendo con el cambio climático que las
olas de calor se están volviendo más frecuentes y más severas, y es
cada vez más urgente aliviar este problema".

"Y si vinculamos eso a otras dos tendencias, la urbanización y el


aumento de población, o la necesidad más construcción urbana para
acomodar a más personas, el futuro no se ve brillante a menos que
tomemos acciones concretas".

¿Qué pueden hacer las ciudades?


Los científicos ya han señalado qué medidas pueden tomarse y algunas
ciudades han escuchado el mensaje.

"Tenemos por ejemplo, a nivel local, la Cool Roof Initiative o iniciativa de


los techos frescos en Nueva York (coolroofs.org)", afirmó Pomponi.

En Nueva York, voluntarios pintan techos oscuros de color blanco


en la Cool Roof Initiative o Iniciativa de los Techos Frescos.

"Usar materiales claros o blancos en los techos, o aún mejor, techos


verdes con plantas que transpiren es una acción positiva".

Miles de voluntarios han pintado techos de edificios con materiales más


reflectivos en Nueva York.

"Los Angeles ha lanzado una iniciativa para pintar las calles de blanco,
White Road Initiative, y en Melbourne, la piedra de algunos pavimentos
ha sido reemplazada por materiales permeables que absorben el agua
de lluvia y aumentan la cantidad de evaporación".

¿Qué puede hacer América Latina?


Pomponi ha visitado varias ciudades en América Latina y cree que las
ciudades de la región "deben despertar" al desafío planteado por el
agravamiento de la isla de calor debido por el cambio climático.

¿Qué medidas pueden tomar las ciudades latinoamericanas para aliviar


la trampa de calor?
"Una primera medida es proteger los espacios verdes y aumentarlos
tanto en su frecuencia en áreas urbanas como en la densidad de
árboles", señaló a BBC Mundo el Dr. Pomponi.

América Latina debe despertar al agravamiento de la isla urbana de


calor, según el Dr. Pomponi. Y un primer paso es aumentar los
espacios verdes.

"Y también se ha demostrado que el color de las superficies tiene un


impacto".

"Así que se pueden pintar las superficies horizontales de techos y calles


con colores más pálidos y pintar techos blancos".

A nivel más global, Pomponi señala que es esencial desarrollar


materiales de construcción que tengan una huella menor de carbono.

"Porque se suele poner énfasis en la energía que usa un edificio", afirmó


el investigador.

"Pero también hay que considerar toda la cadena de suministro de


materiales cuya producción contribuye al cambio climático".

El estilo de vida
transfronterizo
Hoy en día escuchamos todo tipo de historias de lo que es vivir en la
región fronteriza de Tijuana-San Diego; y siendo honestos la mayoría no
son muy buenas.

Durante la era de Trump, los medios internacionales se han encargado


de proyectar una imagen de una región donde pareciera que estamos en
zona de guerra entre cárteles de droga y migrantes; aunque hemos
tenido momentos oscuros en nuestra historia, pero la realidad sabemos
que es diferente.
Con todos los obstáculos y en medio de nuestras diferencias y retos,
hemos logrado crear una identidad propia, la cual que llamamos
el “estilo de vida transfronterizo”. Una forma de vivir que ilumina lo
mejor de cada país a través de talento, cultura, negocios y las personas.

Para mí, “transfronterizo” es quien transita diariamente entre ambos


países (EUA/MEX) como parte de su rutina y que busca capitalizar lo
mejor de los dos mundos.

Las razones por las que transfronterizos deciden vivir este estilo de vida
es por:

Costos: El alquiler y la comida en Tijuana cuestan 50% menos que en el


Sur de California.

Cultura: Al venir de países y culturas diferentes, se puede incorporar


diferentes formas de pensar que, si se ponen en práctica, pueden llevar
al éxito en muchas áreas.

Contactos: Gracias a la interconectividad entre ambos países, el


Rolodex personal se duplica automáticamente y las oportunidades se
encuentran a la vuelta de la esquina.

Existen varios ejemplos de proyectos que han implementado esta idea


con éxito en la región. Uno de ellos es Estación Federal, espacio de uso
mixto a unos metros del cruce fronterizo Ped-West en San Ysidro, CA.
Espacio que cuenta con departamentos en AirBnb, Oficinas, Coworking y
Comercios orientados a trans-fronterizos. Otro ejemplo es Cross Border
Xpress, en la zona fronteriza de Otay, que consiste en un aeropuerto
binacional que permite conectar al sur de California con el resto de
América Latina.

Por supuesto, como cualquier lugar con una economía emergente, aún
existen diferencias:

Tráfico: La gente conduce como en India o China, por lo que es


preferible usar Uber, caminar o andar en bicicleta.

Disparidad de ingresos: Se puede percibir claramente esta brecha de


clases al pasar por zonas marginadas que te dicen que no hay políticas
incluyentes a todos.
Cultura: La región fronteriza es un espacio donde convergen polos
extremos. Esta polaridad provoca que algunos extranjeros se sientan
ansiosos al llegar.

La región fronteriza de Tijuana/San Diego es un ejemplo de cómo dos


países pueden prosperar y fortalecerse al verse como uno mismo. Al
convertir sus diferencias en nuestras mejores virtudes, forjando así un
futuro con gran potencial para ambas comunidades.

En un futuro no muy lejano espero que más personas, de ambos lados


de la frontera, decidan adoptar esta nueva forma de vivir, pues trasciende
naciones y geografías, además de ser una excelente manera de alinear
empatía con oportunidades.

Podríamos escribir páginas y páginas que hablen sobre este estilo de


vida, pero al final, tienes que vivirlo para entenderlo.

Los países de América


Latina con Internet más
veloz
Desde el 2006, se celebra cada año el 17 de mayo el Día Mundial de la
Sociedad de la Información o Día de Internet, con el que se busca dar a
conocer las ventajas de la masificación en el uso de las TIC y el Internet
e incidir en la necesidad de reducir la brecha digital.

Según el informe Worldwide Broadband Speed League 2018, en el que


se realizó un seguimiento de la velocidad de conexión a la red en 200
países, el acceso a una banda ancha rápida es todavía muy desigual
alrededor del mundo. En América Latina, el país mejor posicionado en
velocidad de descarga es Panamá, que ocupa el puesto número 72 con
un promedio de 7,05 megabytes por segundo (Mbps). A este le siguen
Uruguay, en el puesto 78 con 6,19 Mbps, y México, seis puestos por
debajo con 5,69 Mbps.
7 consejos para tener
más productividad en el
trabajo
Robert Pozen cuenta que aprendió a ser productivo porque no tenía otra
alternativa.

"Vengo de una familia de bajos ingresos. Cuando estaba en la escuela


secundaria tenía dos trabajos, practicaba deportes y hacía las cosas que
hacen todos los jóvenes a esa edad, como divertirse, ir a fiestas", dice
Pozen en conversación con BBC Mundo.

"Aprendí a ser productivo porque tenía que conseguir suficiente dinero


para financiar mi educación", explica.

Con poco tiempo disponible, Pozen se propuso administrar de la mejor


manera posible las horas del día. Y lo consiguió.

Profesor del Instituto de Tecnología de Massachusetts, MIT y autor del


libro "Productividad extrema: mejora tus resultados, reduce tus horas",
desarrolló una extensa carrera en el mundo financiero, público y
académico.

Ha sido presidente de Fidelity Investments (uno de los mayores fondos


de inversión del mundo), presidente ejecutivo de MFS Investment
Management y presidente del Comité Consultivo sobre Informes
Financieros de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC,
por sus siglas en inglés).

Considerado en el mundo empresarial como una especie de "gurú de la


productividad", Pozen argumenta que no hay por qué sentirse orgulloso
de trabajar todos los días hasta las 10 de la noche, o dormir menos de
siete horas.
Al final lo que cuenta, "son los resultados".

"En Nueva York, por ejemplo, se ve todo el tiempo. Yo les digo que se
vayan a la casa. No hay una emergencia cada noche, no hay una razón
para estar constantemente hasta tarde".

Estos son los siete pasos que recomienda para


que seas más productivo en el trabajo:
1. Elabora un ranking de objetivos y prioriza tu
tiempo
Cuando tienes definidos tus objetivos, crea un ranking para la semana y
otro para el año. Pocas personas lo hacen y esto es muy importante.

Divide tus objetivos en términos de oferta y demanda.

En el lado de la oferta, hazte las siguientes preguntas: ¿reflejan tus


objetivos lo que te gusta y en lo que realmente eres bueno?, ¿cuál es el
propósito que hay detrás de cada objetivo y de las actividades que
realizas para lograrlo?

En el lado de la demanda: ¿en qué medida tus objetivos incluyen lo que


tu empresa u organización necesita?

2. Mide los resultados, no las horas


No mires la cantidad de horas que has trabajado, porque eso no quiere
decir que has sido más productivo (es decir, que creaste más valor para
tu empresa en relación al tiempo que invertiste).

Ahora, aunque hay empresas que funcionan con esta lógica, el problema
es que muchas compañías siguen valorando la presencia física de los
trabajadores en la oficina.

Entonces, el desafío está en cómo convencer a tu jefe de que lo que


realmente importa son los resultados.

Para eso, lo mejor es que quede claramente establecido desde el


principio qué se espera de ti, en cuánto tiempo, y cómo se van a medir
los resultados.
3. No le prestes atención a las cosas pequeñas
Hay demasiadas cosas que nos sobrepasan y no son importantes. Por
ejemplo, la avalancha de correos electrónicos.

Muchas personas revisan el correo cada cinco minutos, pero lo mejor es


revisarlo cada hora o dos.

Pozen recomienda no prestarle atención a las cosas que no son


realmente relevantes, como la avalancha de correos prescindibles que
llegan a diario.

Y cuando lo revises, préstale atención solo si el asunto del correo o la


persona que lo envía son relevantes.

Cuando lo abras, decide rápidamente si requiere una respuesta y si es


así, hazlo de inmediato.

Guardar correos pendientes para más tarde suele ser improductivo.

4. Empieza por el final, no por el principio


No esperes hasta el final de un proyecto para escribir las conclusiones.

Mejor hace una investigación preliminar rápida y formula conclusiones


tentativas. Avanza, verifica que son correctas y luego escribe las
conclusiones finales.

No esperes hasta el final de un proyecto para escribir las


conclusiones.

Mucha gente se demora seis o siete semanas en reunir toda la


información que necesita y solo al final, intenta llegar a las respuestas
clave.

Eso es una forma ineficiente de enfrentar un proyecto, porque después


de juntar demasiada información, verás que una gran parte no es útil
para tu objetivo.

5. Deja tiempo para pensar


Deja un momento del día para pensar. En vez de tener demasiadas
reuniones, deja un espacio abierto para analizar las cosas.

A veces, al mirar algo por segunda vez, puedes apreciar las cosas desde
otro ángulo.

6. No temas ser aburrido/a


No pierdas el tiempo en cosas que no son relevantes. Por ejemplo, el
expresidente Barack Obama, usaba trajes de color azul.

Eso le ayudaba a no tener que pensar en cómo vestirse. Entonces, una


de las claves de la productividad es eliminar todas las variables de tu
vida diaria que te hacen perder tiempo.

Mark Zuckerberg siempre utiliza camisetas grises por una razón.

¿Qué comer al desayuno? Escoge lo que más te gusta comer al


desayuno yrepítelo todos los días. ¿Aburrido?, no importa.

La idea es transformar muchas decisiones en cosas predecibles, de


modo que te quedas con más tiempo disponible para hacer otras cosas.

7. Vete a casa
En muy pocas ocasiones hay una razón suficiente para quedarse en el
trabajo y no llegar a casa a la hora de cenar.

Vete a casa a una hora razonable y cena con tu familia o con las
personas que son importantes en tu vida.

Cena con tu familia o con las personas importantes en tu vida, sin


contestar correos ni llamados.

En ese momento, no contestes correos, ni llamados telefónicos. Ese es


un tiempo diario para disfrutar con quienes tienes una relación cercana.

A menudo la gente siente vergüenza de irse más temprano, porque


piensa que los demás lo van a juzgar.

Sin embargo, muchos de tus colegas han perdido su tiempo todo el día
en reuniones o haciendo cosas improductivas.
Si trabajaste intensamente, vete a casa temprano.

Siete habilidades que los


líderes necesitan en
tiempos de disrupción
En los tiempos actuales de grandes cambios, las personas se preguntan
qué significa ser un líder y se replantean qué esperamos de los elegidos
para liderar. Hay ciertas cualidades que los líderes siempre deben
representar, como la integridad, la persistencia y la objetividad. Pero mi
participación en la transformación de cientos de compañías me ha
demostrado que se requieren diferentes fortalezas en diferentes
momentos. Las siguientes características son esenciales para liderar en
tiempos de disrupción.

1. Comunicación
Este es el atributo más importante. Un líder debe considerarse a sí
mismo como un director de comunicaciones. No solo debe establecer la
visión estratégica, la meta del equipo y cómo se logrará, sino también
desarrollar y articular mensajes claros para que la visión se entienda fácil
y claramente.

2. Urgencia
En tiempos de gran disrupción, no tomar decisiones rápidamente puede
ser tan destructivo como tomar las equivocadas. Los líderes deben
impulsar la ejecución. Esto significa que algunas decisiones se tomarán
sin el nivel óptimo de información y participación. La clave es tomar
decisiones que sean "casi correctas, pero inmediatas", luego cambiarlas
si es necesario cuando se disponga de nueva información.
3. Colaboración
El éxito se basa en la capacidad de involucrar a todo el equipo de
liderazgo y demás interesados clave en torno a una visión común y
objetivos compartidos. Esto es de vital importancia en diferentes puntos
de la planificación y ejecución. Estos grupos no solo ayudan a resolver
problemas y sortear obstáculos, sino que también predican su visión
estratégica, ayudando a comunicarlo de manera amplia e inspirando a
una mayor cantidad de seguidores.

El líder debe centrarse en el equipo, defender a los demás y divulgar sus


logros, mientras inspira, motiva y predica con el ejemplo. "Nunca por su
cuenta" es una frase que siempre ha despertado mi interés. En tiempos
de cambio, debe ser su mantra.

4. Credibilidad y autenticidad
La credibilidad es un atributo del liderazgo importante en cualquier
situación, pero en los tiempos de cambios se vuelve crucial. Esta se
conforma de una serie de elementos básicos. Desde un punto de vista
pragmático, la planificación y secuenciación de los distintos componentes
de un plan y el establecimiento de hitos alcanzables sin duda
desempeñan un papel fundamental. Pero también lo hacen las llamadas
"habilidades blandas", como actuar con consistencia y confiabilidad, ser
un ejemplo de moral, tener integridad y mantener la calma.

5. Valentía
En tiempos de disrupción, debe tener la valentía necesaria para tomar
decisiones difíciles. Pero también debe tener la suficiente audacia y
seguridad para mantenerse optimista, incluso mientras atraviesa tiempos
difíciles.

Se necesita mucha energía para contrarrestar el pesimismo, al que


deberá enfrentarse con frecuencia en tiempos de cambio. La clave es ser
valiente y firme a pesar de todo. Adoptar una forma de pensar centrada
en el crecimiento personal puede ayudar, así como la capacidad de ver
los cambios y desafíos como oportunidades en lugar de reveses.

6. Mentalidad estratégica
Los buenos líderes que atraviesan tiempos disruptivos tienen la
capacidad de ver el panorama general y comprender los pasos
necesarios para lograr el resultado deseado. Pero los grandes líderes
también tienen el valor de reconocer qué es realista y alcanzable a nivel
táctico, así como los plazos necesarios para su ejecución eficaz.

Este conocimiento, más la capacidad de ser analítico y pragmático,


ayuda a los líderes a simplificar la complejidad, que es un componente
importante de un enfoque estratégico.

7. Empatía
Nadie es inmune al hecho de que los cambios son difíciles. Incluso los
más iluminados de nosotros tenemos momentos de lucha. Cuando se es
un líder en tiempos de disrupción, nunca debe perder de vista este
hecho.

Debe considerar lo que todos los involucrados están pensando y


sintiendo en todo momento. En especial cuando la disrupción es grave o
nueva, existe la posibilidad de que estos sentimientos incluyan miedo,
ira, resentimiento y, una vez más, una dosis de pesimismo. Debe
considerar, desde un lugar de genuina curiosidad y comprensión, de
dónde provienen estos sentimientos para poder abrir un diálogo, abordar
cualquier problema y llevar consigo a las personas en su viaje.

A menudo se ha dicho que no hay liderazgo sin seguidores. Los mejores


líderes confían en su inteligencia emocional para ayudar a motivar e
inspirar a quienes los rodean.

Simon Freakley, Director Ejecutivo, AlixPartners

Las opiniones que se expresan en este artículo son solo del autor y no
del Foro Económico Mundial.
Qué significarán los
próximos 20 años para el
empleo, y cómo
prepararse
Las próximas dos décadas prometen una revolución a gran escala en
nuestras vidas laborales. Antes de estudiar los próximos 20 años,
echemos un vistazo rápido al presente, y a algo que alguna vez se
consideró paradójico.

Ya estamos viviendo en una época de muchos robots, y muchos


empleos.

A medida que la cantidad de robots en el trabajo ha alcanzado niveles


récord, vale la pena señalar que, según un informe del mes pasado, en
2018 el nivel de desempleo mundial cayó a 5,2 %, el nivel más bajo en
38 años.

En otras palabras, la alta tecnología y el alto empleo no tienen que ser


mutuamente excluyentes. Estamos viviendo la prueba de eso hoy.

Dada esta sincronicidad entre el empleo y la tecnología, creo que


tenemos razones para esperar que los empleos sean más accesibles,
más flexibles y más liberadores en las próximas dos décadas.

He aquí cinco cambios importantes que anticipo, como lo señalé


anteriormentepara el Foro Económico Mundial:

• La inteligencia artificial y la robótica finalmente crearán más trabajo, no


menos. Al igual que en la actualidad.

• No habrá falta de empleos sino, de no adoptar las medidas adecuadas,


una escasez de personas calificadas para ocupar esos empleos.
• A medida que el trabajo remoto se convierta en la norma, las ciudades
ingresarán a las guerras de talentos del futuro. Desconectar el trabajo de
un lugar les dará a las personas una nueva libertad geográfica para vivir
donde deseen, y las ciudades y las áreas metropolitanas competirán para
atraer a esta nueva fuerza laboral móvil.

• Según las tasas de crecimiento de la fuerza laboral del


estudio Freelancing in America 2017, para el año 2027 la mayoría de los
trabajadores será independiente.

• El cambio tecnológico seguirá aumentando, por lo que el aprendizaje de


nuevas habilidades será una necesidad constante durante toda la vida.

El debate más constructivo no es si habrá o no cambios, sino qué


debemos hacer para garantizar los mejores y más inclusivos resultados.

Estas son algunas recomendaciones que podrían ayudar a guiarnos


hacia un futuro de trabajo positivo:

Solución n.° 1: Repensar la educación


El rápido cambio tecnológico significa que las personas que operan
máquinas en continua evolución deben aprender nuevas habilidades
rápidamente. Nuestro sistema educativo actual se adapta a los cambios
muy lentamente y funciona de manera muy ineficaz para este nuevo
mundo.

Debemos construir un sistema educativo para el aprendizaje


permanente, y una cultura que lo promueva. La reconexión del sistema
debe comenzar con el jardín de infantes, que debe ser gratuito y
obligatorio, mientras que la educación debe seguir siendo igualmente
accesible durante toda la vida laboral de una persona.
Las habilidades, no el historial universitario, serán lo importante para la
futura fuerza laboral, así que si bien debemos asegurarnos de que la
universidad sea asequible, también debemos asegurarnos de que la
educación superior valga la pena, o revisarla por completo y aprovechar
enfoques más progresivos para la capacitación de habilidades. Los
programas de formación profesional centrados en las habilidades, así
como otras formas de aumentar el nivel de habilidades (como las
pasantías), deben ser ampliamente accesibles y asequibles.

Además, nuestro sistema educativo debe dotar a las personas de


habilidades en las que las máquinas no son buenas (todavía). Esto
significa metahabilidades como el espíritu empresarial, el trabajo en
equipo, la curiosidad y la adaptabilidad.
A medida que el Gobierno se adapta en todos los niveles a una fuerza
laboral cambiante, las empresas también deben asumir parte de la carga.
Y, al igual que el Gobierno, es necesario que las empresas inviertan
tanto en la fuerza laboral que tienen hoy como en la que necesitarán
mañana. Eso significa que deben emplear más recursos en la
capacitación de nuevos trabajadores para las vacantes laborales e
invertir más en la capacitación de sus empleados actuales. Las políticas
fiscales pueden alentar a las empresas a adoptar estas medidas. Por
ejemplo, los Gobiernos pueden imponer impuestos a las empresas cuyos
extrabajadores terminen en situación de desempleo o acepten un empleo
con un sueldo inferior, que son signos de que han invertido poco en sus
fuerzas laborales. Estos tipos de políticas deben conducir a resultados
positivos en toda la fuerza laboral: los trabajadores se adaptan a los
empleos disponibles, las empresas tienen el talento que necesitan para
lograr sus objetivos y el Gobierno ve un aumento en la base impositiva
por un crecimiento más estable de la fuerza laboral.

Solución n.° 2: Cambiar las protecciones laborales


de una red de seguridad a un trampolín
Nuestros sistemas de impuestos, asistencia médica, seguro de
desempleo y jubilación se crearon para la era industrial, y no beneficiarán
a nadie en el futuro si no podemos hacer reformas importantes.

Durante décadas, ese sistema estuvo en consonancia con la forma en


que se empleaba a la mayoría de los trabajadores. Sin embargo, según
un nuevo informe del Foro, como eso ha cambiado —y de hecho está
pasando frente a nosotros rápidamente— todas las partes deben
“estudiar la desvinculación de los beneficios y las protecciones de
empleos a tiempo completo y distribuirlos de manera más equitativa entre
la fuerza laboral productiva”.

La innovación y los avances tecnológicos en la prestación de tales


beneficios también pueden ayudar con este cambio. Para ser eficaz, la
red de seguridad del futuro debe utilizar la tecnología para ofrecer
beneficios. Edtech, por ejemplo, ofrece maneras poco costosas de
brindar capacitación en habilidades. También debe ser diseñada por sus
partes interesadas, no solo los ciudadanos que reciben capacitación, sino
también las empresas, los sindicatos y otros grupos que dependen de
esa recapacitación y mejora de las habilidades para garantizar que
puedan cumplir sus objetivos con los trabajadores en desarrollo.
Ya se están probando miles de ideas políticas para cambiar la entrega de
beneficios, como “flexicurity”, el modelo de Dinamarca, que ofrece
beneficios gubernamentales como la protección por desempleo y la
capacitación en habilidades fuertemente subsidiada. También vale la
pena continuar estudiando otros —como la “portabilidad de los
beneficios” y una renta básica universal, o RBU— por su utilidad.
Además, debemos desafiarnos a nosotros mismos para continuar
impulsando la innovación en esta área, y trabajar con los Gobiernos a fin
de crear entornos de prueba y estudiar estas ideas, respetando las
necesidades de la fuerza laboral de hoy y de mañana.

Solución n.° 3: Ofrecer a las personas más libertad


y flexibilidad
Mediante la acción conjunta, el Gobierno y las empresas pueden facilitar
la vida de las personas al crear más inclusión. Pueden comenzar a
hacerlo al aceptar el trabajo remoto, el horario flexible y el poder de la
plataforma.

Con frecuencia, trabajar en una oficina no es posible ni práctico para los


padres primerizos, los padres solteros, quienes viven con una
discapacidad o muchos otros en nuestra sociedad, pero si tienen la
opción de trabajar desde casa o fijar sus propios horarios, muchos
podrían generar un ingreso. Y muchas personas ya lo hacen.

Según el Foro Económico Mundial, “en la actualidad, aproximadamente


entre el 20 y el 30% de la población en edad activa en los Estados
Unidos y la UE-15 realizan trabajo independiente, y las cifras son aún
mayores en la mayoría de los mercados emergentes”.

Las plataformas, como mi empresa, Upwork, están ayudando a fomentar


esta tendencia, mediante la creación de formas mejores y más rápidas
de conectar a los compradores y vendedores. Y para millones de
personas de todo el mundo, a través de nuestro sitio y una gran cantidad
de otros sitios, esto ya está proporcionando nuevas oportunidades para
obtener los ingresos y la flexibilidad para vivir la vida que desean. Así
que el mensaje de hoy al Gobierno es: “Lo primero es no perjudicar”.
Pero lo más importante, mirar hacia adelante, alentar políticas
gubernamentales que no desalienten el trabajo independiente, incluido el
trabajo autónomo, puede permitir que trabajen más personas que de otra
manera no podrían hacerlo. De hecho, la consultora internacional
McKinsey estima que “para el año 2025 podrían sumar 2,7 billones de
dólares al PBI mundial, y comenzar a mejorar muchos de los problemas
recurrentes en los mercados laborales mundiales”.

El fomento del trabajo a distancia y el horario flexible podría favorecer la


participación de las mujeres en la fuerza laboral y, según algunos
economistas, reducir la desigualdad de género.

Una importante empresa ofrece una valiosa demostración conceptual. A


mediados de los 90, Ernst and Young (EY) comenzó a fomentar
enérgicamente sus “esfuerzos de flexibilidad” luego de que la consultora
se diera cuenta de que las empleadas de EY dejaban la empresa a un
ritmo más rápido (10 a 15 puntos porcentuales más) que sus colegas
masculinos.

Veintisiete años después, según un informe, “con trabajo formal flexible,


horarios reducidos y a tiempo parcial y flexibilidad diaria informal, junto
con otros esfuerzos, EY retiene a hombres y mujeres al mismo ritmo.
Además, han alcanzado su objetivo original de promover la participación
de las mujeres, quienes cada año representan alrededor del 30% de la
nueva clase asociada”.

Las comunidades locales también pueden facilitar el trabajo


independiente mediante la creación de más espacios de trabajo virtuales
y herramientas para llevar a cabo el trabajo. Esto ayudaría a ofrecer
mayores oportunidades en nuevas comunidades a medida que los
lugares de trabajo descentralizados se arraigan, incluso a pequeña
escala.

Las últimas tres revoluciones industriales han permitido niveles


crecientes de globalización. Y si bien en términos generales se pueden
calificar como positivos para la economía mundial, las transiciones a
menudo han sido muy aterradoras e incluso han dejado a algunas
personas excluidas a largo plazo. Desde las recientes oleadas de
desindustrialización, las economías occidentales han visto una reducción
de las clases medias. Ahora, la cuarta revolución industrial —o 4IR—
está permitiendo la globalización 4.0, y aunque sus efectos positivos
probablemente sean tan contundentes como las versiones anteriores, o
más, debemos asegurarnos de que esta revolución genere el crecimiento
más inclusivo posible para todos. Está en cada uno de nosotros, como
ciudadanos globales y partes interesadas individuales, ayudar a crear
ese camino, uno que ofrezca el futuro del trabajo que las personas
necesitan, así como la capacitación y el apoyo para que prosperen.

Stephane Kasriel directora ejecutiva, Upwork

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