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Filosofía moderna

En el periodo conocido con el nombre de modernismo se hizo un cambio en la


concepción del mundo debido a que el hombre cambió la posición centralista que hasta
ese momento había tenido la religión dentro de los altercados relacionados con
el pensamiento. En este nuevo período, los asuntos que estaban relacionados con
la humanidad y con la naturaleza de las cosas se convirtió en el tema sobre el cual los
filósofos debatían para poder alcanzar la auténtica realidad.

¿Qué es la filosofía moderna?

La filosofía moderna es la filosofía que tiene la intención de alcanzar la


parte intelectual de hombre con el objetivo de poder resolver los problemas que nacen
a partir de la revolución científica.

 En qué consiste
 Características de la filosofía moderna
 Antecedentes
 Historia
 Temas principales
 Problemas de la filosofía moderna
 Escuelas
 Quien es el padre de la filosofía moderna
 Otros representantes
 Importancia de la filosofía moderna

En qué consiste

La filosofía como ya sabemos es una disciplina que se encarga de investigar e


intentar resolver las principales interrogantes que tiene el hombre como por ejemplo
la existencia, ética, conocimiento y lengua entre otros. La filosofía que nació en
el renacimiento y que se extendió hasta los últimos años del siglo XX, fue la filosofía
moderna que se caracterizó por tener subjetividad para producir un cambio en la forma
en la que se investigaban los problemas de la vida del hombre.

Características de la filosofía moderna


Las características principales de este periodo de la historia que resultó un gran avance
en la concepción del mundo y del pensamiento. Recordemos que la época que nos
precede es la Edad Media, periodo en el que la religión abundaba la sociedad y donde
los aspectos religiosos eran el hilo conductor de todo pensamiento humano.
Al entrar en la Edad Moderna, comenzamos a observar cómo el hombre empieza a
convertirse en el centro del universo y, por ello, comienzan a aflorar diferentes
corrientes filosóficas encabezadas por pensadores que se han convertido en
personalidades dignas de estudio ya que renovaron la concepción del mundo y la de
humanidad.

Entre las características más representativas de la filosofía moderna podemos mencionar


las siguientes:

para que entiendas qué ocurrió en el campo del pensamiento y el razonamiento humano.
Para entender qué ocurrió en este periodo histórico, a continuación vamos a darte un
listado de todo aquello que tuvo lugar en la filosofía:

 Se dio un importante avance en la forma en la que se concebía el mundo y


el pensamiento.
 El hombre empieza a convertirse en el centro del universo.
 Se dio la supremacía del ser humano frente a la religión y las cuestiones
humanas y naturales empezaron a tener más importancia en el debate filosófico.
 Las concepciones científicas tienen una gran influencia en las corrientes
filosóficas.
 Surge la teoría del conocimiento o lo que se conoce con el nombre de
gnoseología. viene dado por la nueva ciencia promovida por Galileo que
aboga por una interpretación mecanicista de la realidad aportando datos seguros
e indudables. Esta nueva concepción científica influye a las corrientes filosóficas
que empiezan a replantearse aspectos de sí mismos y de la realidad que puedan
ser verificables y comprobados científicamente.
 Se reflexiona sobre la realidad y pasa a ser también un objeto filosófico abierto
al debate.
 Se adquiere un nuevo concepto de la verdad incluyendo los pensamientos y
el intelecto, afirmando que la verdad se encuentra en la mente.
 Se empieza a experimentar la autonomía de pensamiento.
 La base principal de la filosofía era la razón.
 La libertad pasa a ser una necesidad auténtica abarcando todas las actividades
del pensamiento y humanas.
 Nuevo concepto de "verdad" .Anteriormente, la verdad era todo aquello que
era real: la naturaleza, el ser humano, etc. Pero en la Edad Moderna, esta
concepción cambia porque la verdad ya no es lo que hay en nuestro exterior sino
que, ahora, la verdad se encuentra en nuestra mente, en nuestro intelecto.
Nosotros somos los que tenemos la propiedad del conocimiento y, por tanto,
tenemos la capacidad de alcanzar la realidad suprema.

Antecedentes
Los antecedentes de la filosofía moderan fueron la crisis de la escolástica conocida
también como el nominalismo que fue un periodo de
crisis política, religiosa, social y económica, fue una época en la que se separó a Dios
de la inmortalidad del alma. El renacimiento y el humanismo en donde el hombre se
convirtió en el centro del cosmos produciendo un renacimiento de la cultura clásica por
medio del estudio de textos antiguos y traducciones. Revolución científica que produce
la separación de la filosofía y que brinda una nueva forma de conocimiento efectivo.
La física pasa a ser una ciencia y hay un nuevo estudio sobre el cosmos. Además se da
el desarrollo de la ciencia como un proceso que es acumulativo.

Historia

La historia de la filosofía moderna se divide en las siguientes etapas:

 Renacimiento, esta época se compone de las siguientes fases


o Humanismo
o La ciencia nueva de la naturaleza: Copérnico, G. Bruno, Galileo
Galilei, F. Bacon, I. Newton
o La Reforma Protestante: Martín Lutero, J. Calvino
o La Nueva Teoría del Estado: Maquiavelo
 Del Barroco en la cual se dieron las siguientes corrientes
o Racionalismo: Descartes
o De la Identidad: Spinoza
 De la Ilustración con las siguientes etapas
o La Inglesa: J. Loocke, Hobbes, Berkeley, Hume.
o La Francesa: Montesquieu, Voltaire, Diderot, Rousseau
o La Alemana: Wolff, Lessing, Hamman, Herder.

Temas principales

Los principales temas de la filosofía moderna fueron:

 El racionalismo
 El empirismo
 La ilustración francesa
 El idealismo transcendental

Problemas de la filosofía moderna

Los principales problemas de la filosofía moderna han sido:

 La filosofía medieval conjugó


el pensamiento pagano platónico y aristotélico con el pensamiento cristiano.
 La nueva filosofía daba culto al método matemático científico y dejaba de lado
el espíritu metafísico.
 Hubo una gran dispersión doctrinal que hacía contraste con la unidad del
pensamiento cristiano que había en le Edad Media.
 Se registra na nueva problemática en los cambios que dividieron el
pensamiento medieval y el pensamiento moderno.
 Los verdaderos valores de la filosofía disminuyeron y hubo un periodo de
transición al pensamiento moderno.

Escuelas

Entre las principales escuelas o corrientes que ha tenido la filosofía moderna


mencionamos:

 Racionalismo: caracterizado por la primacía de la razón para basar el


conocimiento frente a la fe, lo irracional, la experiencia empírica. Había
fascinación por la matemática y por la defensa de ideas innatas y de
la intuición intelectual. Sus principales representantes fue René
Descartes, Baruch Spinoza, Nicolás de Malebranche, Wilhelm von Leibniz.

EL RACIONALISMO
Esta actitud filosófica confía plenamente en la capacidad de razonar del ser humano.
Esta corriente nación en la Francia del XVII y se difundió por toda Europa con una
premisa básica: las ideas del pensamiento son la base de la realidad y no la información
que recibimos mediante los sentidos.
El autor principal de la filosofía moderna racionalista fue Descartes que junto a
otros pensadores como Spinoza y Leibniz consiguieron posicionar en una situación
central al ser humano y su capacidad para pensar, reflexionar y razonar lo que se recibe
a través de los sentidos. Este pensamiento basa en diferentes doctrinas que resumimos
de esta forma:
 Ideas innatas: Descartes y todos los racionalistas consideraban que el ser humano
contenía un cúmulo de ideas de forma innata en su mente y, estas, eran el punto de
partida del conocimiento.
 Pensamiento y realidad: consideraban que existía una relación directa entre el
pensamiento humano y la realidad creyendo que nuestra mente tenía la capacidad
natural de conocer la realidad si sabíamos cómo usarla.
 Conocimiento deductivo: es decir, tal y como se establece el conocimiento en ciencias
como las matemáticas, los racionalistas creían que para poder averiguar el
funcionamiento del mundo teníamos que partir de las premisas de una idea para, así,
llegar a sus conclusiones. Si la premisa resultaba ser verdadera, entonces la conclusión
también lo sería aunque no hubiera manera de probarlo.
 Exclusión de la experiencia: los racionalistas NO experimentaron sus propias tesis de
forma real sino que, únicamente, realizaban su debate mediante la razón, las ideas y el
pensamiento ya que consideraban que si lograban pensar de forma correcta, hallarían la
auténtica realidad.
 Empirismo: nace en oposición al racionalismo y su principal característica fue
el subjetivismo del conocimiento, la experiencia como fuente
del conocimiento, la negación de las ideas innatas de los racionalistas y la
negación del valor objetivo de los conceptos universales. Entre sus principales
representantes mencionamos a John Locke y David Hume.

EL EMPIRISMO
Esta palabra procede del griego "empeiría" y se refiere a la experiencia, aquello
experimentado; así pues, podemos deducir que esta doctrina se basa en la necesidad de
la experimentación para poder conocer la realidad. Esta experiencia puede ser tanto de
sentido psicológico, es decir, que vamos teniendo conocimiento a medida que tenemos
experiencia, como epistemológico, es decir, que legamos al conocimiento después de
haberlo experimentado personalmente.

Uno de filósofos de la Edad Moderna empíricos que más destaca es Francis Bacon.
Bacon defendía el razonamiento inductivo, es decir, lo contrario que los racionalistas
que, como hemos dicho antes, defendían el deductivo. ¿Y qué significa exactamente
este tipo de lógica inductiva? Pues que era necesario evaluar las pruebas, la experiencia,
para poder refutar una tesis; las pruebas pueden indicarnos qué probabilidad de
veracidad tienen los argumentos propuestos y, por tanto, nos acerca a un mayor
conocimiento de la naturaleza. En este vídeo te damos una clase sobre las diferencias
entre racionalismo y empirismo.
Así pues, según los empíricos NO existe la posibilidad de que un argumento sea
considerado completamente válido porque los datos que nos darán la experiencia
siempre serán tratados como "probabilidades". Así, no se usa el término de verdad sino
que aparece la fuerza inductiva, es decir, el grado de probabilidad que tiene una tesis de
ser real.
Sin embargo, Bacon no es el único empírico que nos dio la Modernidad, sino que
también cabe destacar a Locke, Bekeley y Hume que fueron los que dieron forma y
sistema a esta corriente filosófica. Dentro de las características de la filosofía
moderna empírica, destacamos lo siguiente:
 Rechazo de las ideas innatas: según el empirismo, el ser humano no tiene ideas de
forma natural sino que las va consiguiendo a medida que va viviendo en el mundo y,
por tanto, va acumulando experiencias.
 El conocimiento procede de la experiencia propia: esta puede ser tanto interna como
externa, pero las propias vivencias en el mundo son las que nos darán nuestra base
filosófica y nos permitirán conocer mejor la naturaleza.
 Importancia de las sentidos: a diferencia de los racionalistas, esta corriente promovía
que los sentidos y sensaciones eran la base del conocimiento porque este comienza con
la propia experiencia.

John Locke

 Ilustración: se enfrentó al oscurantismo y entre sus características más


importantes fueron la autolimitación de la razón dentro de la experiencia y el
empirismo para abordar los aspectos de la realidad. Sus principales
representantes son Voltaire, Denis Diderot y Jean-Jacques Rousseau.

Los Filósofos, denominados también pensadores políticos, fueron aquellos


escritores de gran talento, intelectuales de renombre, que estudiaron con ahínco
la situación política y social de Francia como de otras naciones de Europa, y
luego criticaron los errores del Antiguo régimen, es decir, del sistema absolutista
hasta entonces imperante. Defendieron, por medio de sus escritos, la abolición
de la desigualdad social, de los privilegios y de la censura, pero,
preferentemente, de la monarquía absoluta. Se mostraron, pues, partidarios del
establecimiento de un gobierno elegido por el pueblo (gobierno democrático).
Las nuevas ideas, difundidas por estos esclarecidos pensadores, ya mediante sus
propios libros, o por medio de la Enciclopedia, prepararon el clima, las
conciencias, para el estallido de la Revolución Francesa, en razón de ello,
considerándoles como los precursores ideológicos de este grande e histórico
movimiento politicos-social.
Los principales filósofos fueron: Voltaire, Rousseau y Montesquieu, fieles
continuadores de la magnificas obra de aquel genial pensador ingles: John Locke
(1632-1704), considerado como el “Padre de las nuevas Ideas”, debido a que fue
el primero que negó la doctrina del derecho divino de la autoridad real y que,
asimismo, rechazó el sistema absolutista; concediendo en cambio, importancia
singular a la opinión de los ciudadanos en la elección de los gobiernos, echando
así las bases de la soberanía popular. Tales nuevas ideas sacudieron desde los
cimientos el absolutismo europeo.

 Idealismo trascendental: una expresión usada por Immanuel Kant para hablar
de su propia filosofía. Caracterizada por afirmar que el conocimiento
humano se refiere a los fenómenos y no a las cosas en sí mismas e iba en contra
del realismo filosófico.

EL IDEALISMO
Este pensamiento se centraba en considerar que la realidad es algo mental, no existe en
nuestro exterior y, por tanto, esta debe siempre explicarse como "idea".
Se trata de un movimiento metafísico que considera que incluso el ser humano es una
idea y, por tanto, la verdad que tanto estamos buscando no existe más que en nuestra
mente. Como ves, esta concepción rompe totalmente con el realismo y, en parte,
también con el empirismo siendo, así, una auténtica revolución en la historia del
pensamiento.
De los autores de la filosofía moderna que defendieron el idealismo destacamos a Kant
y a Hegel.
Las principales características de la filosofía moderna del idealismo son las
siguientes:
 La realidad es subjetiva: no existe una realidad "extra-mental", es decir, fuera de
nuestra mente. Sí que creen que la reflexión puede ayudarnos a conocer mejor nuestra
naturaleza pero estos pensamientos siempre estarán vinculados a la persona que los
está razonando, por tanto, serán subjetivos.
 Teoría del idealismo objetivo: los idealistas creen que la realidad que nos envuelve,
los objetos y las formas, existen porque los pensamos, los adentramos en nuestra
mente, es así como su verdadera esencia aflora. Por tanto, el sujeto es el que construye
el objeto de la realidad.
 El conocimiento no es la experiencia: porque no es necesario tener experiencias con
la realidad ya que esta forman parte de nuestra mente, de nuestras ideas y de nuestra
subjetividad.
Sin embargo, la filosofía de Kant, uno de los máximos representantes de esta escuela, es
distinta a la que hemos indicado pues este filósofo sí que contempla que existe un
mundo exterior, independientemente al hombre; aunque, a diferencia de las otras
corrientes, Kant cree que estos objetos son residuos del idealismo.
Quien es el padre de la filosofía moderna

Se considera como padre de la filosofía moderna al filósofo francés René


Descartes porque su pensamiento hizo posible la creación de una nueva ciencia
matemática, una geometría analítica y logró llegar la conclusión de que para evitar
el error no solo se debe ser inteligente sino que se debe aplicar la inteligencia
adecuadamente. Fue el promotor y el pionero al mismo tiempo del racionalismo,
doctrina que nos explica que la realidad es racional y que solo puede ser entendida por
medio del uso de la razón. Su propuesta fundamental se llamó duda metódica e
implicaba someter a juicio todos los conocimientos para
encontrar principios inequívocos sobre los cuales se fundará el saber o conocimiento.

Otros representantes

Entre los principales autores de la filosofía moderna han sido:

 Rene Descartes: aplicó la filosofía a procedimientos racionales de la ciencia y


la matemática.
 Malebranche: se enfrentó al problema de Descartes y trató de escapar
del dualismo concluyendo que el alma y el cuerpo tienen una heterogeneidad
esencial.
 Gottfried Leibniz: propuso una unificación de las ciencias uniendo a los
espíritus. Su método tenía características deductivas y matemáticas, que eran
características del racionalismo.
 Locke: creó la teoría del conocimiento, independiente de la filosofía.
 Berkeley: se preocupó por el ámbito teológico, el materialismo de Hobbes y las
doctrinas de los pensadores de la libertad.
 Voltaire: rechazó todo lo que era irracional e incomprensible.
 Rousseau: se oponía a la ilustración francesa porque pensaba que
desvalorizaba la cultura, razón y sociedad.
René Descartes
(La Haye, Francia, 1596 - Estocolmo, Suecia, 1650) Filósofo y matemático francés.
Después del esplendor de la antigua filosofía griega y del apogeo y crisis de la
escolástica en la Europa medieval, los nuevos aires del Renacimiento y la revolución
científica que lo acompañó darían lugar, en el siglo XVII, al nacimiento de la filosofía
moderna.

René Descartes

El primero de los ismos filosóficos de la modernidad fue el racionalismo; Descartes, su


iniciador, se propuso hacer tabla rasa de la tradición y construir un nuevo edificio sobre
la base de la razón y con la eficaz metodología de las matemáticas. Su «duda metódica»
no cuestionó a Dios, sino todo lo contrario; sin embargo, al igual que Galileo, hubo de
sufrir la persecución a causa de sus ideas.

Biografía
René Descartes se educó en el colegio jesuita de La Flèche (1604-1612), por entonces
uno de los más prestigiosos de Europa, donde gozó de un cierto trato de favor en
atención a su delicada salud. Los estudios que en tal centro llevó a cabo tuvieron una
importancia decisiva en su formación intelectual; conocida la turbulenta juventud de
Descartes, sin duda en La Flèche debió cimentarse la base de su cultura. Las huellas de
tal educación se manifiestan objetiva y acusadamente en toda la ideología filosófica del
sabio.
El programa de estudios propio de aquel colegio (según diversos testimonios, entre los
que figura el del mismo Descartes) era muy variado: giraba esencialmente en torno a la
tradicional enseñanza de las artes liberales, a la cual se añadían nociones de teología y
ejercicios prácticos útiles para la vida de los futuros gentilhombres. Aun cuando el
programa propiamente dicho debía de resultar más bien ligero y orientado en sentido
esencialmente práctico (no se pretendía formar sabios, sino hombres preparados para las
elevadas misiones políticas a que su rango les permitía aspirar), los alumnos más
activos o curiosos podían completarlos por su cuenta mediante lecturas personales.
Años después, Descartes criticaría amargamente la educación recibida. Es
perfectamente posible, sin embargo, que su descontento al respecto proceda no tanto de
consideraciones filosóficas como de la natural reacción de un adolescente que durante
tantos años estuvo sometido a una disciplina, y de la sensación de inutilidad de todo lo
aprendido en relación con sus posibles ocupaciones futuras (burocracia o milicia). Tras
su etapa en La Flèche, Descartes obtuvo el título de bachiller y de licenciado en derecho
por la facultad de Poitiers (1616), y a los veintidós años partió hacia los Países Bajos,
donde sirvió como soldado en el ejército de Mauricio de Nassau. En 1619 se enroló en
las filas del Maximiliano I de Baviera.
Según relataría el propio Descartes en el Discurso del Método, durante el crudo invierno
de ese año se halló bloqueado en una localidad del Alto Danubio, posiblemente cerca de
Ulm; allí permaneció encerrado al lado de una estufa y lejos de cualquier relación
social, sin más compañía que la de sus pensamientos. En tal lugar, y tras una fuerte
crisis de escepticismo, se le revelaron las bases sobre las cuales edificaría su sistema
filosófico: el método matemático y el principio del cogito, ergo sum. Víctima de una
febril excitación, durante la noche del 10 de noviembre de 1619 tuvo tres sueños, en
cuyo transcurso intuyó su método y conoció su profunda vocación de consagrar su vida
a la ciencia.

Supuesto retrato de Descartes

Tras renunciar a la vida militar, Descartes viajó por Alemania y los Países Bajos y
regresó a Francia en 1622, para vender sus posesiones y asegurarse así una vida
independiente; pasó una temporada en Italia (1623-1625) y se afincó luego en París,
donde se relacionó con la mayoría de científicos de la época.
En 1628 decidió instalarse en Holanda, país en el que las investigaciones científicas
gozaban de gran consideración y, además, se veían favorecidas por una relativa libertad
de pensamiento. Descartes consideró que era el lugar más favorable para cumplir los
objetivos filosóficos y científicos que se había fijado, y residió allí hasta 1649.
Los cinco primeros años los dedicó principalmente a elaborar su propio sistema del
mundo y su concepción del hombre y del cuerpo humano. En 1633 debía de tener ya
muy avanzada la redacción de un amplio texto de metafísica y física titulado Tratado
sobre la luz; sin embargo, la noticia de la condena de Galileo le asustó, puesto que
también Descartes defendía en aquella obra el heliocentrismo de Copérnico, opinión que
no creía censurable desde el punto de vista teológico. Como temía que tal texto pudiera
contener teorías condenables, renunció a su publicación, que tendría lugar
póstumamente.
En 1637 apareció su famoso Discurso del método, presentado como prólogo a tres
ensayos científicos. Por la audacia y novedad de los conceptos, la genialidad de los
descubrimientos y el ímpetu de las ideas, el libro bastó para dar a su autor una inmediata
y merecida fama, pero también por ello mismo provocó un diluvio de polémicas, que en
adelante harían fatigosa y aun peligrosa su vida.
Descartes proponía en el Discurso una duda metódica, que sometiese a juicio todos los
conocimientos de la época, aunque, a diferencia de los escépticos, la suya era una duda
orientada a la búsqueda de principios últimos sobre los cuales cimentar sólidamente el
saber. Este principio lo halló en la existencia de la propia conciencia que duda, en su
famosa formulación «pienso, luego existo». Sobre la base de esta primera evidencia
pudo desandar en parte el camino de su escepticismo, hallando en Dios el garante
último de la verdad de las evidencias de la razón, que se manifiestan como ideas «claras
y distintas».
El método cartesiano, que Descartes propuso para todas las ciencias y disciplinas,
consiste en descomponer los problemas complejos en partes progresivamente más
sencillas hasta hallar sus elementos básicos, las ideas simples, que se presentan a la
razón de un modo evidente, y proceder a partir de ellas, por síntesis, a reconstruir todo
el complejo, exigiendo a cada nueva relación establecida entre ideas simples la misma
evidencia de éstas. Los ensayos científicos que seguían al Discurso ofrecían un
compendio de sus teorías físicas, entre las que destaca su formulación de la ley de
inercia y una especificación de su método para las matemáticas.
Los fundamentos de su física mecanicista, que hacía de la extensión la principal
propiedad de los cuerpos materiales, fueron expuestos por Descartes en
las Meditaciones metafísicas (1641), donde desarrolló su demostración de la existencia
y la perfección de Dios y de la inmortalidad del alma, ya apuntada en la cuarta parte
del Discurso del método. El mecanicismo radical de las teorías físicas de Descartes, sin
embargo, determinó que fuesen superadas más adelante.
Conforme crecía su fama y la divulgación de su filosofía, arreciaron las críticas y las
amenazas de persecución religiosa por parte de algunas autoridades académicas y
eclesiásticas, tanto en los Países Bajos como en Francia. Nacidas en medio de
discusiones, las Meditaciones metafísicas habían de valerle diversas acusaciones
promovidas por los teólogos; algo por el estilo aconteció durante la redacción y al
publicar otras obras suyas, como Los principios de la filosofía (1644) y Las pasiones del
alma (1649).

Descartes con la reina Cristina de Suecia

Cansado de estas luchas, en 1649 Descartes aceptó la invitación de la reina Cristina de


Suecia, que le exhortaba a trasladarse a Estocolmo como preceptor suyo de filosofía.
Previamente habían mantenido una intensa correspondencia, y, a pesar de las
satisfacciones intelectuales que le proporcionaba Cristina, Descartes no fue feliz en "el
país de los osos, donde los pensamientos de los hombres parecen, como el agua,
metamorfosearse en hielo". Estaba acostumbrado a las comodidades y no le era fácil
levantarse cada día a las cuatro de la mañana, en plena oscuridad y con el frío invernal
royéndole los huesos, para adoctrinar a una reina que no disponía de más tiempo libre
debido a sus obligaciones. Los espartanos madrugones y el frío pudieron más que el
filósofo, que murió de una pulmonía a principios de 1650, cinco meses después de su
llegada.
La filosofía de Descartes
Descartes es considerado como el iniciador de la filosofía racionalista moderna por su
planteamiento y resolución del problema de hallar un fundamento del conocimiento que
garantice su certeza, y como el filósofo que supone el punto de ruptura definitivo con la
escolástica. En el Discurso del método (1637), Descartes manifestó que su proyecto de
elaborar una doctrina basada en principios totalmente nuevos procedía del desencanto
ante las enseñanzas filosóficas que había recibido.
Convencido de que la realidad entera respondía a un orden racional, su propósito era
crear un método que hiciera posible alcanzar en todo el ámbito del conocimiento la
misma certidumbre que proporcionan en su campo la aritmética y la geometría. Su
método, expuesto en el Discurso, se compone de cuatro preceptos o procedimientos: no
aceptar como verdadero nada de lo que no se tenga absoluta certeza de que lo es;
descomponer cada problema en sus partes mínimas; ir de lo más comprensible a lo más
complejo; y, por último, revisar por completo el proceso para tener la seguridad de que
no hay ninguna omisión.

René Descartes

El sistema utilizado por Descartes para cumplir el primer precepto y alcanzar la certeza
es «la duda metódica». Siguiendo este sistema, Descartes pone en tela de juicio todos
sus conocimientos adquiridos o heredados, el testimonio de los sentidos e incluso su
propia existencia y la del mundo. Ahora bien, en toda duda hay algo de lo que no
podemos dudar: de la misma duda. Dicho de otro modo, no podemos dudar de que
estamos dudando. Llegamos así a una primera certeza absoluta y evidente que podemos
aceptar como verdadera: dudamos.
Pienso, luego existo
La duda, razona entonces Descartes, es un pensamiento: dudar es pensar. Ahora bien, no
es posible pensar sin existir. La suspensión de cualquier verdad concreta, la misma
duda, es un acto de pensamiento que implica inmediatamente la existencia del "yo"
pensante. De ahí su célebre formulación: pienso, luego existo (cogito, ergo sum). Por lo
tanto, podemos estar firmemente seguros de nuestro pensamiento y de nuestra
existencia. Existimos y somos una sustancia pensante, espiritual.
A partir de ello elabora Descartes toda su filosofía. Dado que no puede confiar en las
cosas, cuya existencia aún no ha podido demostrar, Descartes intenta partir del
pensamiento, cuya existencia ya ha sido demostrada. Aunque pueda referirse al exterior,
el pensamiento no se compone de cosas, sino de ideas sobre las cosas. La cuestión que
se plantea es la de si hay en nuestro pensamiento alguna idea o representación que
podamos percibir con la misma «claridad» y «distinción» (los dos criterios cartesianos
de certeza) con la que nos percibimos como sujetos pensantes.
Clases de ideas
Descartes pasa entonces a revisar todos los conocimientos que previamente había
descartado al comienzo de su búsqueda. Y al reconsiderarlos observa que las
representaciones de nuestro pensamiento son de tres clases: ideas «innatas», como las
de belleza o justicia; ideas «adventicias», que proceden de las cosas exteriores, como las
de estrella o caballo; e ideas « ficticias», que son meras creaciones de nuestra fantasía,
como por ejemplo los monstruos de la mitología.

René Descartes

Las ideas «ficticias», mera suma o combinación de otras ideas, no pueden obviamente
servir de asidero. Y respecto a las ideas «adventicias», originadas por nuestra
experiencia de las cosas exteriores, es preciso obrar con cautela, ya que no estamos
seguros de que las cosas exteriores existan. Podría ocurrir, dice Descartes, que los
conocimientos «adventicios», que consideramos correspondientes a impresiones de
cosas que realmente existen fuera de nosotros, hubieran sido provocados por un «genio
maligno» que quisiera engañarnos. O que lo que nos parece la realidad no sea más que
una ilusión, un sueño del que no hemos despertado.
Del Yo a Dios
Pero al examinar las ideas «innatas», sin correlato exterior sensible, encontramos en
nosotros una idea muy singular, porque está completamente alejada de lo que somos: la
idea de Dios, de un ser supremo infinito, eterno, inmutable, perfecto. Los seres
humanos, finitos e imperfectos, pueden formar ideas como la de "triángulo" o "justicia".
Pero la idea de un Dios infinito y perfecto no puede nacer de un individuo finito e
imperfecto: necesariamente ha sido colocada en la mente de los hombres por la misma
Providencia. Por consiguiente, Dios existe; y siendo como es un ser perfectísimo, no
puede engañarse ni engañarnos, ni permitir la existencia de un «genio maligno» que nos
engañe, haciéndonos creer que es real un mundo que no existe. El mundo, por lo tanto,
también existe. La existencia de Dios garantiza así la posibilidad de un conocimiento
verdadero.
Esta demostración de la existencia de Dios constituye una variante del argumento
ontológico empleado ya en el siglo XII por San Anselmo de Canterbury, y fue
duramente atacada por los adversarios de Descartes, que lo acusaron de caer en un
círculo vicioso: para demostrar la existencia de Dios y así garantizar el conocimiento
del mundo exterior se utilizan los criterios de claridad y distinción, pero la fiabilidad de
tales criterios se justifica a su vez por la existencia de Dios. Tal crítica apunta no sólo a
la validez o invalidez del argumento, sino también al hecho de que Descartes no parece
aplicar en este punto su propia metodología.
Res cogitans y res extensa
Admitida la existencia del mundo exterior, Descartes pasa a examinar cuál es la esencia
de los seres. Introduce aquí su concepto de sustancia, que define como aquello que
«existe de tal modo que sólo necesita de sí mismo para existir». Las sustancias se
manifiestan a través de sus modos y atributos. Los atributos son propiedades o
cualidades esenciales que revelan la determinación de la sustancia, es decir, son aquellas
propiedades sin las cuales una sustancia dejaría de ser tal sustancia. Los modos, en
cambio, no son propiedades o cualidades esenciales, sino meramente accidentales.

René Descartes

El atributo de los cuerpos es la extensión (un cuerpo no puede carecer de extensión; si


carece de ella no es un cuerpo), y todas las demás determinaciones (color, forma,
posición, movimiento) son solamente modos. Y el atributo del espíritu es el
pensamiento, pues el espíritu «piensa siempre». Existe, por lo tanto, una sustancia
pensante (res cogitans), carente de extensión y cuyo atributo es el pensamiento, y una
sustancia que compone los cuerpos físicos (res extensa), cuyo atributo es la extensión,
o, si se prefiere, la tridimensionalidad, cuantitativamente mesurable en un espacio de
tres dimensiones. Ambas son irreductibles entre sí y totalmente separadas. Es lo que se
denomina el «dualismo» cartesiano.
En la medida en que la sustancia de la materia y de los cuerpos es la extensión, y en que
ésta es observable y mesurable, ha de ser posible explicar sus movimientos y cambios
mediante leyes matemáticas. Ello conduce a la visión mecanicista de la naturaleza: el
universo es como una enorme máquina cuyo funcionamiento podremos llegar a conocer
mediante el estudio y descubrimiento de las leyes matemáticas que lo rigen.
La comunicación de las sustancias
La separación radical entre materia y espíritu es aplicada rigurosamente, en principio, a
todos los seres. Así, los animales no son más que máquinas muy complejas. Sin
embargo, Descartes hace una excepción cuando se trata del hombre. Dado que está
compuesto de cuerpo y alma, y siendo el cuerpo material y extenso (res extensa), y el
alma espiritual y pensante (res cogitans), debería haber entre ellos una absoluta
incomunicación.
No obstante, en el sistema cartesiano esto no ocurre, sino que el alma y el cuerpo se
comunican entre sí, no al modo clásico, sino de una manera singular. El alma está
asentada en la glándula pineal, situada en el encéfalo, y desde allí rige al cuerpo como
«el nauta rige la nave», por medio de los espíritus animales, sustancias intermedias entre
espíritu y cuerpo a manera de finísimas partículas de sangre, que transmiten al cuerpo
las órdenes del alma. La solución de Descartes no resultó satisfactoria, y el
llamado problema de la comunicación de las sustancias sería largamente discutido por
los filósofos posteriores.
Su influencia
Tanto por no haber definido satisfactoriamente la noción de sustancia como por el
franco dualismo establecido entre las dos sustancias, Descartes planteó los problemas
fundamentales de la filosofía especulativa europea del siglo XVII. Entendido como
sistema estricto y cerrado, el cartesianismo no tuvo excesivos seguidores y perdió su
vigencia en pocas décadas. Sin embargo, la filosofía cartesiana se convirtió en punto de
referencia para gran número de pensadores, unas veces para intentar resolver las
contradicciones que encerraba, como hicieron los pensadores racionalistas, y otras para
rebatirla frontalmente, como los empiristas.
Así, Nicolás Malebranche intentó, con su doctrina ocasionalista, conciliar el
cartesianismo con la filosofía de San Agustín. El filósofo alemán Gottfried Wilhelm
Leibniz y el holandés Baruch Spinoza establecieron formas de paralelismo psicofísico
para explicar la comunicación entre cuerpo y alma. Spinoza, de hecho, fue aún más
lejos, y afirmó que existía una sola sustancia, que englobaba en sí el orden de las cosas
y el de las ideas, y de la que la res cogitans y la res extensa no eran sino atributos, con
lo que se llegaba al panteísmo.
Desde un punto de vista completamente opuesto, los empiristas británicos Thomas
Hobbes, John Locke y David Hume negaron que la idea de una sustancia espiritual
fuera demostrable; afirmaron que no existían ideas innatas y que la filosofía debía
reducirse al terreno de lo conocido por la experiencia. La concepción cartesiana de un
universo mecanicista, en fin, influyó decisivamente en la génesis de la física clásica,
cuyo hito fundacional sería la publicación de los Principios matemáticos de la filosofía
natural (1687), obra en que Newton estableció los tres principios fundamentales de la
dinámica, también llamados leyes de Newton.
No resulta exagerado afirmar, en suma, que si bien Descartes no llegó a resolver
muchos de los problemas que planteó, tales problemas se convirtieron en cuestiones
centrales de la filosofía occidental. En este sentido, la filosofía moderna (racionalismo,
empirismo, idealismo, materialismo, fenomenología) puede considerarse como un
desarrollo o una reacción al cartesianismo.

“La duda es el principio de la sabiduría.” René Descartes

En 1676 se exhumaron sus restos, fueron colocados en un ataúd de cobre y los


trasladaron a París para ser sepultados en la iglesia Sainte-Geneviéve-du-Mont.; en la
Revolución Francesa nuevamente sus restos fueron movidos y colocados en el Panthéon
de la Basílica dedicada a los grandes hombres de la nación francesa. En 1819 los restos
de René Descartes fueron nuevamente movidos para llevarlos a la Abadía de Saint-
Germain-des-prés, donde se encuentran en la actualidad, excepto su Cráneo que se
conserva en el Museo de Hombres en París.

EL MISTERIO DE LA MUERTE DE RENÉ DESCARTES


En la actualidad se ha puesto en duda la causa de su muerte, según el historiador y
médico alemán Eike Pies, halló en la Universidad de Leiden, una carta secreta del
médico de la corte Johan Van Wullen en la que explica la agonía de Descartes y que
curiosamente los síntomas presentados (nauseas, vómito y escalofríos) no eran de
neumonía. Pies después de consultar con varios patólogos, concluyó en su libro “El
homicidio de Descartes”, que los documentos, pruebas e indicios encontrados, su
muerte fue por envenenamiento con arsénico.
OBRAS DE RENÉ DESCARTES
 1628, Reglas para la dirección del Espíritu
 1630, El mundo o tratado de la luz
 1637, Discurso del Método
 1641, Meditaciones Metafísicas
 1642, La búsqueda de la verdad mediante la razón natural
 1644, Principios de la Filosofía
 1649, Las pasiones del alma

ALGUNAS FRASES DE RENÉ DESCARTES


 Daría todo lo que sé, por la mitad de lo que ignoro.
 Vivir sin filosofar es, propiamente, tener los ojos cerrados, sin tratar de abrirlos
jamás.
 La matemática es la ciencia del orden y la medida, de bellas cadenas de
razonamientos, todos sencillos y fáciles.
 Lo poco que he aprendido carece de valor, comparado con lo que ignoro y no
desespero en aprender.
 Para investigar la verdad es preciso dudar, en cuanto sea posible, de todas las
cosas.

Importancia de la filosofía moderna

La importancia de la filosofía moderna radica en que despierta al hombre


del pensamiento teocéntrico y lo pone a mirar y a poder admirar el mundo realque lo
rodea. Provoca el derrumbe del escolasticismo e impone además, una serie
de esquemas renovados donde predomina la razón.
Conclusión General
El "Yo" iniciado en el "Cogito" cartesiano, viene a ser por la revolución copernicana de
Kant, el centro de todo el universo, constituye una teoría totalmente antitética a la
medieval que hizo a Dios el centro y explicación del cosmos.
Kant se propuso sacar a la filosofía del "impasse" racionalismo-empirismo, formulando
el problema crítico, pero con tan mala suerte porque en su solución quedaron las bases
para un idealismo absoluto que tanto abominó Kant; también quedó el fundamento del
positivismo escéptico y de las futuras fenomenologías.
La genialidad del criticismo resulta fecunda, pero como obra humana tenía enigmas,
ambigüedades y hasta incoherencias; necesitaba transformaciones para llegar a su
perfección. Aquí entran en escena los discípulos inmediatos de Kant. Ellos quieren
unificar el kantismo que se mostraba incoherente por ese dualismo en él empleado de
materia y forma para el conocimiento, de receptividad y espontaneidad para el
cognoscente y sobretodo apariencia (fenómeno) y cosa en sí (Neumenon) para el ser.
Así el Kantismo fue un fermento que invadió toda la filosofía hasta nuestro días; su
semilla se transformará en sistemas de idealismo que se iban superando hasta la
culminación en el idealismo absoluto objetivo de Hegel. Estos idealismos hacían un
sistema completo, partiendo del núcleo kantiano, la deducción trascendental.
Finalmente, se dan unas derivaciones del criticismo kantiano en las que se toma un
aspecto parcial de la doctrina kantiana para con él hacer una filosofía sistemática. Las
principales son: el voluntarismo y el sentimentalismo religioso.
1. Concibe el mundo como una voluntad sobre un esquema del idealismo objetivo de
Schelling y en este sentido es una derivación mediata de Kant. Se mezclan
elementos del nirvana índico, del empirismo inglés y del platonismo, su gran
exponente es :
Arturo Schopenhauer (1788-1860): Alemán, se mostró muy discorde con la
filosofía de Hegel lo cual le ocasionó rechazo de muchos que lo invadió en un
estado de frustración. Fue un escritor muy prolijo y muy leído.
Dice que la voluntad es el principio radical del ser; es un principio ávido de
infinito; voluntad y nada más, eterno desear insatisfecho porque está escindido
interiormente, es discorde y se devora a sí mismo. La filosofía de Schopenhauer
enseñará al hombre a liberarse de esa voluntad de vivir, después de conocerla, que
es la meta de la filosofía.
La filosofía de Schopenhauer es, en resumen, una ideología que es típico reflejo de
una vida frustrada.
2. El Voluntarismo:

1. El Sentimentalismo Religioso :

Con este paso se completa la destrucción de una religión histórica ya minada por Kant.
Los elementos doctrinales y éticos que aún quedaban en el kantismo y constituían la
estructura de la moral, se diluyen en una vida religiosa que es puro sentimiento, estado
de ánimo y nada más, su principal exponente es:
Federico D. D. Schleiermacher (1768-1834): Alemán, uno de los mayores
representantes del romanticismo de tipo panteísta, sentimental y anticonceptualista. Su
filosofía se fundamenta en expresiones como éstas: "La religión es el sentimiento y el
gusto del infinito". Juzga el cristianismo como la forma más perfecta de religión, no por
tener la auténtica revelación, sino por ser la más adecuada al sentimiento fundamental.
La Iglesiaadquiere sentido en cuanto fomenta y cultiva aquel sentimiento.
En conclusión, es un teoría religiosa muy acorde con el sentimiento romántico y
panteísta de la época pero que presenta muchas fallas. Del campo católico ha sido
atacado ese factor sentimental que desembocó en los modernismos. Los católicos
concedemos que la fe no se agota en el concepto racional hegeliano, pero de ahí se sigue
que sea irracional y que no se den fundamentos racionales previos al acto de la fe. La fe
es definible racional y dice relación con un ser trascendente, DIOS PERSONAL.
Filósofos de esta edad:
Renato Descartes – Blas Pascal – Nicolás Malebranche – Baruc Spinoza – G. G.
Leibniz – Tomás Hobbes – Jhon Locke – Jorge Berkeley – David Hume – Dionisio
Diderot – Voltaire – Montesquieu – Juan Jacobo Rousseau – D’Alambert – J. Cristian
Wolf – Gotthold Efrain Lessing – Manuel Kant – Juan Teófilo Tichte – Federico
Guillermo Schelling – Federico Hegel.
Bibliografía:

https://www.euston96.com/filosofia-moderna/

https://www.lifeder.com/corrientes-filosoficas/

https://www.unprofesor.com/ciencias-sociales/filosofia-moderna-resumen-corto-1624.html

https://historia-biografia.com/rene-descartes/

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