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P.N.F.

EN HIGIENE Y SEGURIDAD LABORAL

“FUGA MASIVA DE VALORES ENTRE LA SOCIEDAD VENEZOLANA”

PARTICIPANTES:

Camarín Luis/C.I. 22.265.562


González Glenys/ C.I. 20.539.869
Pérez Génesis/ C.I. 22.312.146
Valera Carlos/ C.I. 24.326.630
Sección: HS-4120

Barquisimeto; Mayo de 2019


“No me asusta vivir en medio de una crisis económica, me da mucho
más miedo vivir en medio de una crisis de valores. De la primera crisis
saldremos con dinero. ¿Pero qué hay de la segunda?..”

Esa es una pregunta que a diario nos hacemos, porque mientras no se


logre cambiar la mentalidad y la cultura del “SOLO YO” y del dinero fácil, la
cual ha adquirido la sociedad venezolana será pues una tarea muy difícil, por
no decir casi imposible el poder subsanar la crisis y salir airosos de ella.

De esta manera, se preguntaran entonces, por qué abordar esta


temática que tal vez para algunos resulte repetida y hasta aburrida; pues
resulta que muchos no se dan cuenta que detrás de lo que muchos han
simplificado como una crisis económica muy común en diversos países y en
diversas épocas, en nuestro país todo este caos trae un trasfondo mucho más
complejo, y es que en Venezuela, no solo hay fuga de ciudadanos, de
riquezas, de talentos, de conocimientos, entre otros; sino que peor aún, existe
una fuga masiva de valores entre sus ciudadanos, y podría mencionar
muchísimos, tal vez todos los que conocemos, pero principalmente, como lo
menciona Vidal Schmill (2018); “se han cercenado los tres principales valores
que son el respeto, la responsabilidad y la honestidad”.

En este sentido, se toma entonces esta temática con motivo de hacer


ver de alguna manera que estamos frente a un problema cultural y social que
va más allá de lo económico principalmente, que por el simple hecho de no
mencionarlo no significa que vaya a desaparecer. Por ello, es importante
exponer bien sea mediante nuestra humilde opinión esta emergencia, la
realidad que se vislumbra en nuestro presente y de la que si no se buscan
soluciones urgentemente puede que plantee los cimientos para las sociedades
futuras.

Bien es cierto que estamos viviendo una crisis de valores, puede que
en los anaqueles de los supermercados falten rubros como el azúcar, aceite,
papel higiénico, harina… Pero todas esas son cosas materiales, que pueden
ser sustituidas y a las que puede encontrársele la manera de sobrevivir sin
ellas. No ocurre lo mismo con el hecho de que en el alma de muchos
venezolanos ya no esté el valor por la vida, la responsabilidad, la justicia, la
amabilidad, el respeto, la tolerancia, la honestidad.
Venezuela no se recuperará mientras no entendamos que debemos ser
diferentes a lo que hemos sido. Que la viveza criolla, el oportunismo, el
facilismo, si bien fueron en un momento dado un resuelve, desde hace algún
tiempo han sido nuestra perdición, porque nos han abierto el camino a la
riqueza fácil, obtenida fundamentalmente a través de los diversos rostros de
la corrupción.

En efecto, una mujer acuchillada en pleno supermercado para robarle


los cartones de leche que tenía en las manos. Unos jóvenes que ven cómo un
carro se voltea en plena autopista y no dejan que el conductor llame a
emergencia porque ellos necesitan robarle el celular. ¿La grave crisis
económica justifica olvidar el valor de la vida?.. Una abuela a la que ningún
joven fue capaz de darle su asiento en el autobús sabe que se ha perdido la
amabilidad, un activista político que insulta a su opuesto porque lleva una gorra
de uno u otro color pone en evidencia que hay falta de tolerancia, un trabajador
que abandona su puesto sin avisarle a su jefe demuestra que hay una gran
falta de responsabilidad y una madre que llora por su hijo al que asesinaron
por un celular entiende que muchos han olvidado que la vida es el mayor
tesoro.

Así, conviene traer a colación entonces lo que decía el famoso escritor


y especialista en ética español Fernando Savater en su libro Ética para
Amador; “Cuando personas supuestamente normales cometen barbaridades
como esas, es señal de que la sociedad perdió el control de sí misma y las
personas no tienen la noción de lo que es correcto e incorrecto, se van
perdiendo la ética, la moral y los valores”…

De allí, que al margen de la importancia que cada venezolano da a los


asuntos antes mencionados, es importante tener claro que el tamaño de la
crisis que vive el país exige apoyarnos en valores sólidos e inquebrantables,
adquiridos en el hogar y la escuela, para iniciar los cambios que reviertan el
actual ciclo vicioso en el que de una u otra manera nos encontramos inmersos.
Los principios, actitudes y sentimientos que rigen la escala ética y moral que
todo individuo identifica a la hora de actuar se obtienen de la formación que
cada persona recibe en los primeros años de vida, se mantienen o se
corrompen en función de las relaciones sociales, aunado a ello el impacto
positivo o negativo que los fenómenos naturales y sociales produzcan en la
existencia del individuo y su desarrollo en sociedad.

Sin embargo, aún con todos los problemas que tenemos no todo está
perdido, existen personas que tienen sus valores bien arraigados y están
ayudando a los que más lo necesitan; podemos recuperarnos y seguir
adelante, ´pero para ello es necesario que TODOS los que en esta hermosa
nación vivimos pongamos de nuestra parte, ya que finalmente, son nuestros
valores los que nos enseñaran a hacer lo que debemos y no lo que queremos,
puesto que esa es su función principal en la vida de cada ciudadano.

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