Maestro Interno

MAESTRO INTERNO
Todos Podemos Hablar con Dios

Una Guía Para la Comunicación Espiritual Elevada

Tema Secundario: Cómo Salir de la Depresión
Iván Gil

© 2013

MAESTRO INTERNO©
Todos Podemos Hablar con Dios
Una Guía Para La Comunicación Espiritual Elevada
Derechos reservados de autor a nombre de Iván Gil y Ligia Giraldo, 2013

ISBN: 0‐9787232‐3‐6
ISBN de 13 dígitos: 978‐0‐9787232‐3‐1

www.MaestroInterno.com

Permiso Para Reproducir la Obra:
Este libro es un regalo para la humanidad de la tierra y por lo tanto puede
ser reproducido en todas la formas posibles y se considerará una gran ayuda
cualquier esfuerzo que se haga por hacerlo llegar a la mayor cantidad de
personas, con la única condición de que no se altere su contenido en
ninguna forma. El original se mantendrá siempre disponible en
http://www.MaestroInterno.com/tphcd.html para facilitar así su difusión.
Bajo ninguna circunstancia se cobrarán regalías a aquellos que hagan un
esfuerzo por publicarlo. Se agradecerá inmensamente la cortesía de enviar
un email a press@MaestroInterno.com indicando sus intenciones de
publicar la obra, la cantidad a publicar y el precio final del libro impreso.

IMPRESO EN U.S.A.

Introducción

Este libro lo terminé de escribir hace tres años.
En estos tres años lo he guardado como un tesoro, sabiendo que está
destinado a llegar a millones de personas alrededor de todo el
mundo, pero sin saber realmente cómo hacer para lograr semejante
labor de distribución.
Durante este tiempo lo he leído varias veces y cada vez me enamoro
más de él.
Hoy terminé de leerlo por enésima vez y noté varias cosas
inesperadas y sorprendentes:
La primera de ellas fue que el libro parecía haber venido a través de
otra persona. No de mí, sino de alguien más.
La segunda cosa que noté fue que yo cambié en forma dramática.
Hoy soy una persona completamente distinta de la que era hace
cuatro años cuando comencé a escribir el libro.
Mi situación económica, mi salud, mi vitalidad, mis deseos de trabajar
y mi nivel de alegría han mejorado dramáticamente.
Igualmente mi trabajo dio un giro total para finalmente convertirse
en lo que yo había soñado toda mi vida. Dejé de ser uno más del
montón para convertirme en un sanador.
Todos los días acuden a mi consulta personas en busca de alivio para
sus dolores, especialmente para los dolores del alma. Todos los días
veo rostros felices salir de mi consulta y recibo abrazos agradecidos
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de mis hermanos que han encontrado ayuda a través de mi trabajo de
sanación.
¡Qué alegría tan grande la de mi alma al ser el hilo conductor de los
dones del cielo. Al ser bendecido con el honor de recibir del Padre los
regalos de paz para entregárselos a mis amados hermanos!
Me hace recordar un día en el que conducía mi auto, hace unos tres
años y medio, en el que desesperado le dije a mi Maestro:
‐ Estoy hastiado de este mundo! Sácame de aquí te lo suplico! No
puedo soportarlo más!
Y él, calmada y amorosamente, como siempre, me respondió:
‐ Yo te prometo que para cuando termines tu misión en la tierra y
llegue tu momento de partir, serás tan feliz que me pedirás que te
deje quedar un poco más.
Yo no le creí.
Me parecía imposible ser feliz. Me parecía imposible que el mundo
pudiese convertirse en un lugar en el que yo quisiera habitar un solo
día de mi vida, porque yo estaba sumido en la depresión. Una
depresión que había durado unos diez años.
Hoy, tan solo unos pocos años después de este evento, me doy
cuenta de que hace más de dos años que soy inmensamente feliz. Y
sé con certeza que se lo debo a él. Al Maestro Interno, el cual me ha
guiado amorosamente para salir del agujero oscuro en el que mi
mente se había escondido y como si fuera poco hoy me guía para
ayudarle a salir del mismo agujero a mis hermanos.
¿Qué más le puedo pedir a la vida?

Si tuviese que desencarnar en este mismo instante, recibiría la noticia
con alegría, porque ya puedo mirar hacia atrás y ver que el mundo es
un lugar un poco mejor porque yo estuve allí.
Te invito a que tú también cambies la estructura de tus pensamientos
y de tus sentimientos de la mano del Maestro.
Te invito a que te conviertas en lo que siempre has soñado ser. Un
sanador, pues todos, absolutamente todos estamos destinados a
comunicar la paz.
A que te limpies e intensifiques tu vibración con la fuerza de la luz
interna y la sabiduría del Maestro de modo que a tu paso por el
mundo impregnes de sanación hasta el polvo que pisan tus pies.
Que tu mirada sea la mirada del Maestro, que tu toque sea el toque
armonizador del Padre, que tus pensamientos sean la llama
purificadora que sane todo lo que toquen y que tus palabras sean el
mensajero del Cielo que nos recuerde a todos que aun estamos en
paz y que solo necesitamos darnos cuenta de ello!
Te invito a que me ayudes a iluminar las consciencias de nuestros
hermanos para que un día no muy lejano, la luz en nuestras
consciencias sea tan intensa que nos acordemos de que somos Dios y
retornemos a nuestro hogar, en paz, para siempre.
Quisiera hacerte una pequeña advertencia con respecto al texto del
libro:
Cuando comencé a escribir no estaba realmente muy convencido de
que iba a publicar la obra, por lo cual mis diálogos con el Espíritu no
se cuidaron en lo más mínimo de ser respetuosos.

Los diálogos se escribieron y se dieron en el mismo contexto en el que
se da mi diálogo normalmente con el Maestro Interno.
Este es un nivel de camaradería y amor que no se fija en la forma, por
ello podrías encontrar partes que te tal vez te parezcan inadecuadas,
irreverentes o irrespetuosas.
Yo te pido disculpas por ello y te sugiero que pases por alto lo que no
te guste y que continúes.
Si le das una oportunidad al tu Maestro de que te hable a través de
estos diálogos, estoy seguro de que te sorprenderás con los
resultados.
El objetivo de la obra, si bien al principio no se ve muy claro, es
enseñar un método de comunicación interior que te permita entrar
en contacto con el Maestro Interno, que no es otra cosa que Dios
mismo. Es decir, la expresión de la parte de la Divinidad que se dedicó
a rescatarnos del infierno una vez que decidimos sumergirnos en el.
Estoy convencido de que si abandonas un poco el sentido crítico de
todos los días y te sueltas, esta obra producirá resultados claros en tu
conciencia y uno de ellos va a ser que te podrás comunicar con Dios
de muchas formas y entre ellas estará la forma tradicional hablada
con la cual te comunicas todos los días con tus amigos y compañeros
de trabajo.
Esto es de gran ayuda en el proceso de despertar porque te permite
tener un guía personal que siempre responde y que sabe
exactamente qué necesitas tú.
Es muchísimo más fácil seguir este tipo de guía personalizada que
seguir la guía generalizada que brindan las corrientes filosóficas y
religiosas, pues se enfoca de manera específica en tus necesidades y
sus respuestas son siempre claras y comprensibles para ti.

Lo que empiezas hoy es pues un viaje. Un viaje hacia lo desconocido
en el cual vas a encontrar obstáculos, pero del cual saldrás crecido,
iluminado, descansado.
Saldrás sabiendo que no estás solo.
Saldrás sintiendo la presencia de Dios como una realidad en tu vida.
Te invito a que te pongas en manos de tus guías espirituales y del
Padre/Madre eternos antes de comenzar a leer, para que tu
comprensión sea iluminada y logres encontrar lo que viniste a buscar
aquí.
También te sugiero leer la obra lentamente, dándole tiempo al
Maestro Interno de elaborar en tu vida el contenido de lo que leíste.
Lo que quiero decir con esto es que si lees toda la obra de un solo
golpe, con seguridad vas a disfrutarla mucho y a obtener grandes
resultados, pero si la tomas como una especie de guía hacia la
comunicación interior y lees unas cuantas páginas cada semana,
estarás dándole tiempo al Maestro para plasmar en tu vida ejemplos,
pruebas tangibles de lo que estás aprendiendo, así como
oportunidades para practicar lo que estás estudiando.
De esta manera la obra deja de ser un simple libro y se convierte en
una Guía para la Comunicación Espiritual Elevada, que es lo que en
realidad pretende ser.
Igualmente cuando sientas que la vida te ha puesto en una
encrucijada, abre el libro en cualquier página y lee en donde caiga tu
vista. Ábrelo y lee con la certeza de que Dios mismo te está ayudando
y respondiendo. Verás que así será.
Hay un detalle más sobre el cual quiero llamar tu atención: las partes
del diálogo que corresponden a mis palabras están escritas en letras
normales como las de este texto y las partes que corresponden a las

respuestas del Maestro Interno están escritas en letra itálica como
ésta.
Sin más preámbulos te invito entonces a sumergirte en la aventura
maravillosa de aprender a comunicarte con el Maestro Interno.
Iván Gil
Miami, Mayo 31 del 2013


Mayo 3, 2009
Hoy me levanté tarde pensando en un libro que leí hace años y decidí
darle una leída rápida, tal vez escogiendo las páginas al azar, y así lo
hice.
Casi inmediatamente encontré una referencia a mi mediocridad en el
trabajo espiritual. El maestro en el libro le decía al autor que él ya
tenía información suficiente para ir mucho más adelante en el
camino, sin embargo éste se entretenía en su mediocridad y no
avanzaba lo suficiente.
Hace años que hice consciencia de que soy guiado y desde entonces
trato de prestar atención a cualquier señal que aparezca en el
camino, sin embargo a pesar de ello soy consciente de que
posiblemente me pierdo la mayoría de ellas.
Este día me di cuenta de que el comentario sobre la mediocridad era
para mí.
Decidí entonces pedir guía interior al respecto y pregunté:
‐ Maestro, ¿qué significa esto? – hablaba con mi Maestro Interno,

una forma de comunicación con mi Ser Superior que había aprendido
hace algunos años y que me ha dado resultados maravillosos.
‐ Significa que no estás prestando atención a las enseñanzas que te he
dado a lo largo de estos años. Por ejemplo, no has seguido mis
indicaciones con respecto a comunicarte conmigo tanto como puedas.
Hemos hablado de eso muchas veces. Si te comunicas conmigo y me
preguntas acerca del camino, yo te podré guiar, y mi dirección
constituye la única guía que puedes realmente seguir sin temor. Yo
veo tu vida en perspectiva. Algo así como si tú estuvieses en un gran
laberinto y no pudieses hallar la salida y yo estuviese arriba de ti. Es

muy fácil para mí ver lo que tienes adelante y decirte hacia donde
debes encaminarte. Para ti sin embargo es imposible ver con claridad.
Simplemente las paredes del laberinto parecen demasiado densas,
demasiado reales y crees que no puedes ver a través de ellas. Yo soy
tu forma de ver más allá y de saber exactamente cuál es el camino.
Me invadió una gran sensación de confianza y entendí a qué se
refería.
El 2 de Enero del 2010 mi esposa y yo habíamos terminado un libro
sobre la vida después de la muerte, y al terminarlo nos había invadido
una profunda sensación de paz y felicidad que hacía mucho tiempo
no sentíamos. Era en alguna forma la culminación de un ejercicio que
el Maestro nos había sugerido. Se trataba de hacer una especie de
contabilidad de fallas con un sistema sencillo de puntos que consistía
en marcar un punto para el que “cediese a la tentación” y tratar de
pasar un día completo sin recibir ningún punto.
“Ceder a la tentación” nos explicaba el Maestro, es ceder a la presión
constante de las apariencias que pretenden confundirte y hacerte
creer que ellas son reales y que la vida espiritual no lo es.
‐ La única tentación que existe es la de creer que las apariencias son
reales – me explicaba mi Maestro una tarde que hablábamos sobre el
mensaje de Jesús cuando nos dijo “Velad y orad para no caer en
tentación”.
‐ Es casi imposible no ceder a semejante tentación – respondí yo ‐ es
fácil mantenerse firme cuando mis circunstancias son óptimas;
cuando tengo el amor de los que me rodean, el dinero suficiente para
pagar todas mis cuentas, la salud mía y la de los que amo, etc. ¡Pero
en cuanto alguno de estos ítems entra en crisis, mantenerse cantando
alegremente se vuelve bastante difícil! No podría estar en paz por

ejemplo si estuviese perdiendo la casa en la que vivo con mi esposa y
mis hijos o si no tuviese ingresos económicos.
‐ Eso es solo porque ya cediste a la tentación – me respondió – antes
de ceder a ella puedes ver claramente que esa no es tu realidad, pues
tu realidad es espiritual y es simplemente que tú eres Dios y que tú
mismo tomaste la decisión de meterte en esta experiencia que llamas
“realidad”, la cual no es más que una ilusión que está pasando por tu
mente. Si decides que esa es tu realidad entonces ya cediste a la
tentación y efectivamente se vuelve muy difícil ver con claridad cuál es
la verdad.
Si por el contrario te mantienes firme en tu posición de que tú eres un
ser espiritual – continuó – entonces te será más fácil ver que tú no
vives en una casa, que no necesitas respirar, que tu cuerpo es parte
del sueño en el que crees estar metido y que en realidad las
condiciones que te rodean no importan en absoluto.
‐ ¿Qué importa entonces? – pregunté
‐ Lo único que cuenta o importa es lo que haces con las circunstancias
que te rodean; aquello en lo que te conviertes como respuesta a cada
evento. Eso es lo que importa. Los eventos están siendo creados por tu
mente cósmica para que tengas oportunidades de sobra para
construir el Ser que tú quieres ser. ¿Y cuál es ese Ser? Eso es algo que
solo tú sabes.
‐ Volviendo al tema de las tentaciones o de la única tentación –
pregunté ‐ ¿Cómo puedes decir que existe sólo una tentación cuando
en realidad tenemos tantas? Por ejemplo, el sexo, las mentiras, el
robo, en general todos los pecados que nuestras religiones nos han
enseñado se configuran como tentaciones diferentes.
‐ No entendiste tu religión cuando te habló de los pecados y en
general no te comunicaron el mensaje de forma apropiada. El pecado

no existe y yo no hablo de tentación en ese sentido, yo hablo de
tentación en el sentido de la posibilidad desafortunada de olvidar
quien eres y hundirte en el sueño de forma tan profunda que te cueste
mucho salir. Ese es el infierno del que te hablaban y está aquí al
alcance de tu mano en este mismo momento. Déjate seducir por la
tentación de creer que la casa es real, que el dinero es real, que el
cuerpo es tu verdadero ser y entonces habrás entrado en el infierno,
pues la depresión es el tapete por el que se camina en el infierno, la
desesperación son sus paredes, la desesperanza son los grilletes y el
odio es el fuego que lo mantiene ardiendo eternamente.
¡Si crees que el mundo y sus problemas son tu realidad entonces
tienes razones de sobra para deprimirte! Si por el contrario entiendes
que son solo un escenario creado para tu diversión y como una
oportunidad de descubrirte a ti mismo, entonces tu actitud será
completamente diferente. Podrías entrar en la otra realidad que está
también al alcance de tus manos, ¡podrías entrar en el cielo!


Estos diálogos suceden cada vez que yo de alguna manera abro la
puerta a ellos y tienen un contenido muy rico en elementos de
comunicación, es decir, no se trata solo de una comunicación hablada
sino que contienen otros elementos. Podría decirse que contienen
cualquier elemento que el Maestro Interno requiera para hacerme
entender el punto que estamos tratando.
Un día puede ser una visión, otro día puede ser una sensación, otro
podría ser una comprensión súbita, la cual a la hora de racionalizarla
tengo necesariamente que llevarla a palabras, pero internamente sé
que no fueron palabras lo que recibí sino una súbita comprensión.
Algunas veces involucra uno o varios cambios en mi percepción y
otras veces parece que me muevo entre diferentes dimensiones.
Sus enseñanzas son tan elevadas, que he llegado a un punto en el que
no cuestiono su realidad ni el hecho de que provienen de una parte
de mí mismo que no es la parte con la cual me relaciono
normalmente. Sé con certeza que no soy yo como persona quien está
elaborando el diálogo porque su contenido está definitivamente por
encima de mi capacidad intelectual y de mi conocimiento, por lo cual
sería arrogante pensar que soy yo quien está hablando. Sin embargo
sé que no proviene de afuera. Sería correcto decir que hablo con
Dios, también lo sería el decir que hablo con el Espíritu Santo y sería
igualmente correcto decir que hablo con mi Ser superior o conmigo
mismo a un nivel más elevado. El mismo se describió a sí mismo como
todo eso y más, sin embargo para mí el término que mejor lo describe
es Maestro Interno o simplemente Maestro.
Lo llamo Maestro porque ese es el papel que él mismo ha asumido.

Yo pregunto y él responde. Adicionalmente siento que me guía
incluso cuando no hablo con él. Me gusta sin embargo dirigirme a él
en su calidad de Creador y esto tiene muchas ventajas pues
efectivamente recibo las respuestas desde ese nivel.

A veces me paso semanas enteras sin hablarle y suceden varias cosas.
La primera y más notoria es que comienzo a ceder a la tentación
como él mismo le llama y abandono mi posición altruista de la vida
para centrarme en el diario vivir. Lo segundo es que se incrementa
grandemente mi tendencia a la depresión y al miedo. Lo tercero es
que mi práctica espiritual disminuye muchísimo.
Sin embargo hay algo dentro de mí que lucha por evitar la
comunicación y si no puede evitarla entonces lucha por ignorarla.
‐ ¿Qué es lo que hay dentro de mí que lucha por bloquear nuestra
comunicación? – le pregunté.
‐ ¡Nada!
‐ ¿Qué quieres decir con nada? Yo llevaba al menos un mes sin tener
una verdadera comunicación contigo y soy consciente de que
necesito comunicarme, pero me da pereza algunas veces, miedo otras
y otras más me da algo que no se describir. Todo eso tiene que
provenir de algún lado. ¿Qué es lo que impide nuestra comunicación?
‐ Nada impide nuestra comunicación.
‐ ¿Por qué entonces se bloquea por temporadas?
‐ Nunca se bloquea y tú lo sabes. Tú puedes hablar conmigo en
cualquier momento que lo desees y no importa si hay lluvia o sol,
viento u oscuridad, ruido o silencio. Nuestra comunicación es siempre
tan buena como puede ser.
‐ ¿Qué es entonces lo que hace que a pesar de estar consciente de
que te necesito, sin embargo no me comunique? ¿Qué hace que no te
hable a diario?
‐ Nada.

‐ Por favor… estás ignorando mi punto. ¡Nunca habías hecho eso!
‐ No, tú estás ignorando mi punto y casi siempre has hecho eso.
‐ Está bien. Escucho. ¿Qué es lo que no estoy entendiendo?
‐ Primero que todo, tú eres quien se metió en el lugar en el que crees
estar. Para hacerlo te auto convenciste de que estabas allí y esa
fuerza que te mantiene allí es lo que podríamos llamar fuerza
involutiva. Es una orden que tú mismo te diste y que se mantiene
vigente en virtud de tu poder ilimitado. Cuando haces caso a esa
orden entonces suspendes la comunicación, pero esa orden la diste tú
mismo, o sea que no hay nada fuera de ti que te bloquee o te impida
hablarme.
Segundo, yo no soy nada distinto di ti mismo, soy tu propio Ser, podría
decirse tu esencia, soy tu Creador y al mismo tiempo soy la criatura,
entonces tampoco estoy fuera de ti y por lo tanto si tú cayas yo cayo
porque hay un solo Ser que eres tú.
Al ser tú mismo quien se habla, tú mismo quien se ordena estar donde
estás, tú mismo quien escucha, tú mismo quien obedece y tú mismo el
creador y la criatura, entonces ¿quién es el que obstruye tu propia
comunicación? NADIE. Solo existes tú.
‐ ¿Quiénes son entonces mis hermanos?
‐ Tú mismo proyectado en cuerpos diferentes en una realidad que
existe solo en tu propia imaginación. Estás soñando tu propio sueño.
Puedes despertar cuando te plazca.
‐ ¡Quiero despertar ahora mismo!
‐ Despierta entonces.
‐ No sé cómo hacerlo.

‐ Para eso estoy yo aquí. Para recordarte cómo te metiste en esto y
ayudarte a salir de ello.
‐ ¿Tan malo es?
‐ Dímelo tú.
‐ Bueno a mí me parece bastante doloroso. Me gustaría irme ya
mismo a descansar y que todos mis hermanos se fuesen conmigo a
descansar de esta “realidad dolorosa”.
‐ Te olvidaste del propósito original que era buscar un tesoro. Te
hundiste en aguas profundas y oscuras para buscar una perla y una
vez allí te obsesionaste con la obscuridad a tal punto que ya ni
siquiera recuerdas porqué estás ahí. Tú solo fuiste a buscar una perla,
recuérdalo. Estás allí porque querías ver cómo brillas en la oscuridad.
Eso es todo. Haz lo que viniste a hacer y entonces tu viaje será
divertido, como se suponía en un principio que fuese.
‐ ¿Qué significa brillar en la oscuridad?, creo que lo entiendo, pero
mejor explícamelo tú mismo.
‐ Tú eres lo contrario a la oscuridad. Tú eres la luz. Trata de ser solo
eso y entonces sabrás lo que es brillar en la oscuridad y ya no tendrás
necesidad de estar aquí pues habrás encontrado lo que viniste a
buscar y tú mismo saldrás de allí sin esfuerzo alguno.
‐ ¿Podrías ser más específico en la explicación de qué es brillar en la
oscuridad?
‐ Me estás pidiendo que te explique lo que ya sabes. Este texto es para
ti, no es para nadie más. Si lo estás escribiendo es porque crees que lo
necesitas así. Yo te sugerí la idea de escribirlo porque de esa forma
puedes volver atrás en cualquier momento y revisar el progreso que
has hecho, pero no es porque sea para otras personas, es solo para ti.

‐ ¿No debo publicarlo entonces?
‐ Publícalo. Millones de personas lo leerán y a muchos les servirá para
su propio camino, pero este libro es para ti. Eso no le quita valor en el
camino de los demás.
Tú quieres que este libro lo lean millones de personas porque en el
fondo recuerdas a qué viniste aquí. Viniste a alumbrar el camino de
tus hermanos. Eso es brillar en la oscuridad.
‐ Ahora hablas de mis hermanos como si fuesen personas diferentes
de mí.
‐ No lo son en absoluto. No lo es el mundo ni lo son tus hermanos,
ellos son parte de ti de la misma forma en que yo soy parte de ti y de
ellos también.
‐ Esto es confuso.
‐ ¿Tú eres parte de la ciudad en la que vives, verdad?
‐ Si lo soy.
‐ ¿No suceden muchas cosas en la ciudad en la que vives de las cuales
no tienes conciencia en absoluto?
‐ Si
‐ ¿Y cómo puede ser eso posible? Muy sencillo. Eres más grande y
maravilloso de lo que tú mismo crees y reconoces. Te puedo asegurar
que hay un nivel de conciencia en ti en el cual reconoces la totalidad
de ti mismo, y eso es parte de lo que viniste a buscar en el fondo de
este abismo oscuro en el que te encuentras.
Antes del movimiento hacia la oscuridad no había nada. Estabas en
un aletargamiento tranquilo y quieto. Entonces descubriste la
consciencia y decidiste hallar más de ella. Pero te diste cuenta de que

la consciencia surge con el movimiento. Cosa bastante improbable en
la realidad última de la cual formabas parte, así que decidiste ir más
allá de tu realidad hacia lo que no existe. Hacia la oscuridad. Allí te
has creado a ti mismo nuevamente con una consciencia cada vez
mayor. De tu movimiento en la oscuridad surge la luz y la consciencia.
Son lo mismo. A medida que despiertas en cada minúsculo ser (tú, la
consciencia) te unes a todos los otros minúsculos seres que están
despertando y te conviertes en un Ser maravilloso que antes no
existía. En un Ser de consciencia pura. En algo maravilloso. Eso es lo
que viniste a buscar en la oscuridad. No te duermas, pues eso es lo
contrario de lo que viniste a buscar. Mantente alerta para que la
consciencia se desarrolle y te unas a las otras minúsculas partes de ti
mismo que están despertando ahora mismo y juntos formen otro
magnífico ser de consciencia pura como los millones que ya habitan
en el cosmos, que tú mismo creaste desde un nivel superior de ti
mismo. ¡Oh Padre amado!
Te has replegado sobre ti mismo y te observas. Eso es lo que haces y
descubres con ello la consciencia.
Esta mañana me preguntabas sobre samadhi y yo te contesté que lo
importante no es la técnica ni el camino sino la impecabilidad con la
cual sigas tu propósito. Si tienes un propósito unificado y lo sigues con
impecabilidad haciendo que cada acto de tu vida te lleve a tu destino,
te acerque un paso más, entonces la impecabilidad hará su propio
camino y fabricará tu objetivo, llegarás a él tan seguro como que
existes.
‐No es la meditación Zen ni el Budismo ni ningún camino o técnica lo
que ha hecho que los grandes maestros del pasado encuentren
samadhi. Ha sido la limpieza de propósito y su tenacidad en su
propósito lo que al final ha dado resultado y los ha llevado allí.

Lo importante no es cuál es tu propósito en la vida. Lo importante es
que tengas un propósito y lo busques con tenacidad férrea hasta que
lo alcances. Eso es impecabilidad.


Julio 25, 2009
‐ ¿Porqué tanto sufrimiento en este mundo? – pregunté en medio de
una depresión bastante profunda.
‐ En realidad no sufres en absoluto, solo crees sufrir; no comes, solo
crees comer; no mueres, solo crees morir. Esta llamada “realidad” no
es más que un sueño. Uno de los muchos que estás soñando y por lo
tanto no tiene consistencia ni sustancia, solo parece tenerla y por eso
huyes como loco del sufrimiento, te aterrorizan los espectros de humo
y niebla sin consistencia ni realidad. Las situaciones y de hecho el
mundo material no son nada más que una imagen en tu mente la cual
está quieta en su propia dimensión, como cuando un niño juega un
videojuego. Por momentos él se desconecta de su propia realidad y
siente que se metió en el juego y que tiene que huir “o lo van a
matar”. Pero en realidad él está presente en el juego solo en forma
imaginaria. Sin embargo eso no significa que la experiencia sea inicua.
El está aprendiendo y experimentando mientras cree encontrarse en
el juego. La idea es que aprendería más y lo disfrutaría incluso más si
no perdiese de vista el hecho de que está en un juego y no en la
realidad. Tú puedes hacer eso.
‐ ¿Hacer qué?
‐ Mantener todo el tiempo la consciencia de que estás en un juego
imaginario o en un sueño y disfrutar de él mientras dure, incluso
cuando te persiguen los monstruos. Déjate atrapar del monstruo y
aprovecha para mirar sus entrañas. Te sorprenderá lo que
encontrarás.
‐ ¿Qué voy a encontrar?
‐ Verás que no existe en absoluto. Te darás cuenta de que el monstruo
del hambre, la pobreza, la soledad y en general todos los monstruos
que parecen perseguiros no existen en absoluto. Pero tienes que

plantarte firme a esperarlo mientras se acerca y dejar que te trague
completo. Se requiere mucha fe para hacer esto. Eso es exactamente
lo que hacen los maestros. Se aferran a su fe y miran a sus monstruos
a los ojos mientras ellos se acercan para engullirlos y cuando están en
su interior descubren que no tienen nada por dentro, que los
monstruos son vacíos y sin vida, que no tienen ni siquiera la ira que
parecían tener, ni la sustancia que parecían usar, ni la vida que
parecía animarlos. Mientras sigas huyendo seguirás pensando que el
monstruo tiene el poder de vencerte y de matarte. Solo cuando te
hartes de huir y te des la vuelta para esperarlo con la espada
guardada en el cinto y la mirada firme, solo entonces te darás cuenta
de que no existe en absoluto.
‐ No entiendo. Yo estoy pasando por una crisis económica terrible y tú
me dices que me de vuelta y mire al monstruo de frente. ¿Qué es
exactamente lo que tengo que hacer?
‐ Dejarte comer del monstruo. Eso es todo.
‐ ¿Pero qué quieres decir con dejarme comer?
‐ ¿A qué es a lo que le temes?
‐ A perder la casa y tener que vivir en un lugar de muy baja categoría
o a tener que recurrir a la familia para poder sobrevivir. Eso me
aterra.
‐ ¡Entonces hazlo!
‐ ¿Hacer qué por Dios Santo?
‐ Aquello que temes más. Déjate comer por el monstruo para que
puedas descubrir su insustancialidad y para que puedas recibir su
regalo. Descubrirás que el monstruo era en realidad un ángel con un
presente que ha estado tratando de entregártelo desde hace mucho
tiempo. Deja que el ángel llegue hasta ti y te entregue su regalo. No lo

rehúses más. ¿No te das cuenta de que te estás negando al
aprendizaje y a la experiencia para la que has estado destinado desde
hace mucho tiempo?
‐ No. ¡No me doy cuenta y no me gusta lo que me estás diciendo!
‐ Ya te he explicado lo suficiente y deberías haber entendido.
‐ No es que no haya entendido, yo más bien diría que no te creo.
‐ Al menos has sido sincero. Esa es la mejor parte de ti. Eres capaz de
insultarme en mi propia cara y no me temes. Eso me encanta de ti.
‐ ¿A si? ¿Y por qué?
‐ Porque tampoco te da miedo mirarme a los ojos y cuestionarme. Eso
es un punto a tu favor. Cuando llega el momento de despertar hay
que cuestionarlo todo. Debes hacer uso de la fe, pero solo después de
que te hayas convencido de que estás creyendo en lo correcto. No
quiero seguidores ciegos y tontos. Prefiero rebeldes intolerantes e
irreverentes que me digan lo que sienten en medio de los gritos, como
aquél otro día en tu auto. Pensabas que no te escuchaba y me
gritabas como nunca has gritado a nadie. ¿Recuerdas?
‐ Si. Lo recuerdo muy bien. Me parece que después de esos gritos tú
aflojaste un poco la tensión y pude pagar mis cuentas un poco más
fácilmente, al menos por unos días. ¡Ahora pareces estar buscándote
unos gritos nuevamente!!!
‐ Parece que no me has entendido.
‐ ¿Qué quieres decir con eso?
‐ No aflojé la tensión. Nunca estuve tensionándote. Eres tú quien se
tensiona. Yo Soy la paz. ¿Lo recuerdas?

‐ ¿Entonces porqué pareció como si hubieses aflojado la tensión,
como si por fin me hubieses escuchado?
‐ Porque te perdonaste a ti mismo. Necesitabas castigarte y regañarte
y por eso me gritaste de esa forma. Una vez que te “castigaste” te
diste permiso para ser “un poco más feliz”. No me haces nada a mí
que no te lo estés haciendo a ti mismo y no te haces nada a ti mismo
que no me lo estés haciendo a mí.
‐ Eso suena muy hermoso pero el mundo no funciona así. Yo llevo
años tratando de encontrar la manera de sobrevivir decentemente,
de poder darle a mi familia un techo decente y unas oportunidades
decentes y lo único que consigo es una demanda de parte del banco
que tiene la hipoteca de “mi casa” y otras diez o veinte demandas de
parte de mis otros acreedores. ¿Qué hice mal?
‐ Nada. Absolutamente nada.
‐ Si no hice nada mal, ¿entonces por qué me está saliendo todo tan

mal?
‐ Pongamos las cosas en orden para poder responder a tu pregunta.
¿Crees en serio que la vida es acerca de tu situación económica?
¿Crees que viniste al mundo a vivir confortablemente y a enseñar a
tus hijos a vivir en medio de los lujos? ¿Crees que lo que hace que tu
vida tenga sentido es el tamaño de tus cuentas bancarias?
‐ No es que piense que la vida es eso o que yo solo haya venido acá a
vivir en el confort y la abundancia, es solo que un poco de abundancia
haría más fácil vivir y lograr mis objetivos y además me haría más
feliz.
‐ ¿De verdad?
‐ ¿Porqué te burlas de mi?

‐ No me burlo. Solo te pregunto si esa es la verdadera razón por la
cual quieres tener dinero.
‐ Pareces saber algo que yo no sé o que no quiero reconocer.
‐ Si lo sabes. Lo sabes y no lo quieres decir porque te da vergüenza. Yo
te lo diré para que tú no tengas que pasar la pena:
Quieres dinero porque tienes pereza. Te molesta hacer lo que sabes
que tienes que hacer para que la vida tenga sentido. Sabes que cada
oportunidad de prestar un servicio a tus hermanos es una oportunidad
de aprender la lección única y principal de este curso. Ahora dime tú.
¿Cuál es la lección que viniste a aprender?
‐ Supongo que vine a aprender a amar.
‐ ¿Supones o lo sabes?
‐ ¡Supongo!
‐ ¡Lo sabes! No viniste a acumular riquezas, viniste a aprender a amar
y hasta que no lo hagas no te vas a dar permiso para tener
abundancia. Así que mejor comienza ya. Tal vez lo logres con
suficiente tiempo como para disfrutar de los castillos y los aviones que
te mereces.
‐ ¿De qué estás hablando?
‐ De que hay una montaña de oro esperando por ti desde hace mucho
tiempo y no has reclamado tu herencia porque tampoco has querido
despertar del letargo y la pereza. Te vendría muy bien reconocer que
eres un perezoso y comenzar a trabajar con eso.
‐ ¿Tú me estás diciendo que yo soy un perezoso?
‐ No dije eso.

‐ ¡Si lo dijiste!
‐ No. Solo dije que te vendría muy bien reconocer que eres un
perezoso y comenzar a trabajar en ello. Eso no significa que yo piense
que tú eres un perezoso, solo significa que yo sé lo que tú piensas de ti
mismo. Te vendría bien reconocer que piensas que eres un perezoso y
que por lo tanto actúas en consecuencia y que deberías eliminar esa
imagen pobre de ti mismo para que la imagen de la abundancia que
yo concebí se manifieste de una buena vez por todas.
‐ ¡Suenas desesperado!
‐ Si suenas desesperado.
‐ Me devuelves todo lo que te digo y de manera muy hábil.
‐ Somos lo mismo y el mismo.
‐ ¡Nuevamente eres muy hábil!
‐ Si lo eres.
‐ Ok, ok. No vamos a llegar a ninguna parte por ese camino. Acepto.
Creo que soy un perezoso, me veo a mí mismo de esa manera y me
encantaría tener sesenta millones de dólares para tener empresas
que trabajasen para mí sin que yo tenga que mover un infame dedo y
que no me tenga que levantar de la cama si no quiero hacerlo. ¿Acaso
eso está tan mal?
‐ Dímelo tú mismo. Viniste hasta acá para pasarte el tiempo haciendo
pereza y desperdiciando las maravillosas oportunidades que te brinda
este plano que tú llamas “realidad”. Oportunidades en tu caso
específico de aprender la esencia, la naturaleza y la expresión del
amor. ¿Crees que mereces un premio por querer perder tu
oportunidad?

‐ ¿Qué me merezco?
‐ Lo que estás buscando. La pereza. Eso es lo que hasta ahora te
mereces.
‐ ¿Entonces por qué no me la has dado?
‐ La pereza no te la doy yo. Tú solito te las has arreglado para
acaparar un buen montón de ella y mira que la manejas
habilidosamente. ¡Ni siquiera se te nota mucho!!!
‐ ¡Eres sarcástico!!!
‐ ¡Y tú eres un encanto!
‐ De nuevo eres sarcástico. Pero también eres gracioso. Me haces reír
de mí mismo.
‐ No hay nadie más de quien reírse. No hay nadie más de quien
compadecerse, alegrarse, amar, ayudar, levantar, acompañar, etc.,
etc., etc. Tú y solo tú. Yo y solo yo. Estamos juntos, somos uno solo.
Todos nosotros. Nuestra única compañía somos nosotros mismos.
‐ ¿Y el demonio?
‐ ¿Dime hijo?
‐ ¿Qué quieres decir? ¿Que tú mismo eres el demonio?
‐ Si hijo, tú mismo eres el demonio y el ángel y el siervo y el amo y el
esclavo y el tirano y el altruista y el amador y el justo y el noble y el
maquiavélico. Todos somos uno solo. ¡El demonio es un buen
muchacho, si pudieses ver cómo nos ha servido!
‐ ¿Cómo nos ha servido?

‐ Dímelo tú mismo. Háblame de lo que viste en el fuego sagrado en
una noche de ceremonia indígena en la que tú viste con claridad parte
de tu camino.
‐ Vi como los muchísimos demonios que me habían manipulado y

atado durante tanto tiempo, en realidad eran algo así como aliados
que trabajaban a mi favor sin darse cuenta. Ellos trabajaban en contra
de la luz que es lo único que yo quiero y al hacerlo me hacían
contrapeso. Me vi a mi mismo como un hombre arrastrando a
muchos demonios que tenían mucha fuerza, pero yo tenía más que
ellos. Al final yo terminé volviéndome muy fuerte gracias a la fuerza
que ellos hacían en contra de mi objetivo y en ese momento logré
liberarme de una buena parte de ellos. Ese día lo vi muy claramente
en el fuego sagrado, pero hoy no lo veo tan claro. No veo la tal
fortaleza de que hablaba el fuego sagrado. ¿Dónde está y porqué me
causa tanto trabajo tan solo sobrevivir?
‐ Tu fortaleza se ve cuando hace falta. Ahora por ejemplo estás
luchando en contra de tus demonios y estás hablando conmigo para
llevar un mensaje a tus hermanos. ¿Porque para eso lo estás haciendo
o no?
‐ Si para eso lo hago. De lo contrario continuaría esta conversación
contigo sin escribirla como hemos hecho tantas veces.
‐ ¿Y qué hay diferente en la conversación de hoy?
‐ Qué es más fluida, o no sé, es como más real. Es como si hablase con
un amigo. En cierta forma yo diría que siempre ha sido así, pero hoy
se parece más a la de Neale Donald Walsch con su supuesto Dios.
‐ ¿No crees que Dios haya hablado a Neale?
‐ No es eso, es que no creo que seas Dios. Y esto es para sostener.

‐ Me agrada tu estilo. Pero te tengo una noticia. Si estás hablando con
Dios.
‐ ¿En serio?
‐ ¿Qué te hizo pensar que las criaturas no podían hablar con su
creador?
‐ Parece como imposible, incluso yo diría que inadecuado. No. Más
bien, improbable.
‐ ¿Qué tantas probabilidades hay de que la luz se meta en las tinieblas
de la manera tan impresionante en la que tú lo has hecho? Cero.
Absolutamente cero. Sin embargo lo hiciste. ¿Por qué entonces te
parece que yo no puedo llegar hasta ti y hablarte como a mi amigo,
mi hijo o mi hermano?
‐ Lo de hijo pasa, lo de hermano o amigo como que no tiene sentido.
Creo que estoy delirando. No sé si el hecho de poder hablar contigo
(seas quien seas) es una muestra de iluminación o de locura.
‐ Iluminación. No es otra cosa y no te preocupes por lo que dirán tus
lectores, ellos entenderán. Bueno, algunos. En cuanto a lo de hijo,
hermano o amigo. Es lo mismo. Tus hijos han sido tus hermanos, tus
amigos, tus padres, tus hermanas, tus madres y tus amigas.
Diferentes escenarios, diferentes vidas, mundos paralelos,
sincronicidad, multidimensiones, etc. Todo es verdad y al mismo
tiempo. Ahora mismo, en este mismo instante en otra dimensión eres
el hijo del que hoy es tu hijo y sin embargo ambas “realidades”
coexisten al mismo tiempo sin invadirse la una a la otra. Igual,
ninguna es real. La realidad es que Yo Soy el que Soy, siempre. Y eso
es lo que tú eres. Pero volvamos al tema del dinero. Tenías una
pregunta. Hazla.

‐ Ok. ¿Dime por qué casi todos los que parecen estar más conscientes
los veo luchando contra la pobreza, incluyéndome desde luego a mí
mismo?
‐ Porque uno de los últimos pasos que tienes que dar consiste en
enfrentar tus miedos y vencerlos. Por eso los mecías son torturados,
lacerados, humillados y todo a pesar de sus inmensos poderes que de
repente parecen no funcionar.
‐ ¿Aclárame un poco más lo de los últimos pasos y luego hablamos de
los mecías, quieres?
‐ A tus órdenes. Los mecías y comenzaré por ese lado, están dirigidos
al público que no sabe cuál es el camino. Ellos tienen que mostrar a
aquellos, cómo se vence el temor. ¿Y qué mejor ejemplo que morir
lacerado sin hacer uso del inmenso poder que un mecías tiene? Ahora
bien volviendo al otro tema, tú tienes que vencer el miedo a la
pobreza. Ese es un miedo pequeñito comparado con el miedo a morir
torturado. ¿No te parece? Entonces para dominar el miedo a la
pobreza te tienes que ver cara a cara con ella. El día que dejes de
huirle y la abraces con amor se te desvanecerá en las manos y te
darás cuenta de que no existe. De que nunca existió. Pero puede que
todavía tengas que aprender un poco antes de poder hacer eso. Esa es
la razón de este libro. Este libro es la respuesta a tus gritos del otro
día en tu auto. ¡Y creías que no te había escuchado!
‐ Lo que me extraña es que haya tenido que gritarte para que me
prestases atención.
‐ Lo que me extraña es que haya tenido que gritarte para que me
prestases atención.
‐ ¿Qué quieres decir?

‐ Que te estoy teniendo que dictar un libro para que creas en mí y me
busques y me sigas y me escuches y hagas lo que te he venido
diciendo desde hace tiempo en tantas formas. No fui yo el que
necesité gritos para dar una respuesta. Fuiste tú el que necesitaste o
mejor dicho, estás necesitando un tremendo sacudón para darte
cuenta de que TE ESTOY HABLANDO. Desde siempre.
‐ Vaya. Me has dejado sin palabras. Aunque pensándolo mejor creo
que si tengo unas palabras.
‐ ¿Cuáles?
‐ ¡Gracias por gritarme! Grítame fuerte, muy fuerte. Has que te oiga
aunque me tape los oídos y me entierre bajo cien metros de
cemento. No dejes de gritar hasta que te escuche y me concentre en
lo que vine a hacer. ¿Qué fue lo que vine a hacer?
‐No me preguntes lo que ya sabes. Comienza a hacerlo y no pierdas
más oportunidades.
‐ Te amo.
‐ Lo sé. Yo también te amo. No sabes cuánto.
‐ Una cosa más antes de acabar este capítulo. ¿Todos aquellos que se
decidan a hablarte pueden tener un diálogo como éste?
‐ No te adelantes. De eso también se trata este libro. Ese es tu trabajo
principal en esta encarnación. Ya hablaremos de eso más adelante.
Por ahora quedemos en que te amo.


Julio 26, 2009
‐ Esta mañana cuando me desperté me hablaste de muchas cosas que
me gustaría discutir con más detalle. Una de ellas es acerca de lo que
es el pecado y la tentación. ¿Quisieras explicarme la naturaleza del
pecado y de la tentación?
‐ Esa es una buena pregunta y voy a responderla por etapas. Primero
hablaremos del pecado y comenzaré por decir que no existe.
Cuando abordamos el tema del pecado tenemos que comenzar por el
principio. Pero no del tema del pecado sino el principio de la creación
como tú la conoces.
Cuando Dios decide crear un nuevo universo lo hace por una sola
razón, porque desea expandirse. Lo hago porque sé que en el proceso
me voy a divertir muchísimo y al final obtendré una dosis de
conciencia extra maravillosa. Sé que tienes preguntas pero mantente
en silencio por un rato mientras te explico esto.
Una vez que tomo la decisión yo envío una potente descarga de
energía al vacío que de por si es infinito. Esta potente descarga de
energía que la podrías visualizar como una nebulosa gigantesca, está
formada por pequeñísimas partes de energía básicamente igual. Es
decir, es una masa aforme de energía similar. O dicho de otro modo,
cada partícula es similar a las que la rodean y contiene en su interior
la potencialidad Divina y una pequeña conciencia, pero es casi nada.
Las partículas comienzan a interactuar entre sí y con la oscuridad que
las rodea; de ese roce va formándose más y más conciencia en cada
una de las partículas que interactúan. Aquí quiero introducir un
concepto nuevo y maravilloso: El roce con la oscuridad genera
conciencia. Quiero que recuerdes eso porque es muy importante.

Si bien este proceso no se desarrolla enteramente dentro del tiempo,
puedo sin embargo decirte para que tengas una idea de lo que
estamos hablando, que el proceso toma eones. Tantos que parecería
una eternidad, pero en realidad es un parpadeo en la conciencia
Divina, por eso no nos desanimamos.
‐ ¿No nos desanimamos? ¿Quiénes?
‐ Los creadores. ¿Qué te hizo pensar que había uno solo? No tienes
idea del tamaño de “Lo que Es”. Yo soy solo una minúscula parte, de
una parte, de una parte, de una parte, de lo que es una parte, de lo
que Es. Igual que tú eres una parte de mí, yo a mi vez soy una parte de
otro. No hay límite hacia arriba, la cadena continúa casi en forma
infinita. No tienes idea del maravilloso proceso en el que estás metido.
No tienes ni la más remota idea de la maravilla que es la vida y de la
maravilla que vas a llegar a ser. Es más, no tienes idea de la maravilla
que ahora mismo eres. Tu mismo cuerpo físico es un cosmos que con
su energía y su conciencia hace evolucionar trillones de células que en
un futuro tendrán lo que hoy conoces como conciencia, pero déjame
decirte que ellas ya tienen conciencia. La inconsciencia no existe en
este universo.
‐ ¿Estás diciéndome que hay varios Dioses y que yo voy a llegar a ser
uno de ellos?
‐ Si. De hecho, ya ERES uno de ellos, solo que aun estás en la etapa
inicial del proceso, pero has logrado llegar a un punto crítico. De aquí
en adelante el proceso es más entretenido, más divertido, porque
ahora comenzarás a cosechar los primeros frutos de conciencia. Ya
estás obteniendo los primeros goces. Esta conversación conmigo es
uno de ellos y tú sabes que ya has tenido algunas experiencias
maravillosas que sería mejor no mencionar aquí, pero que solo se dan
a aquellos que han iniciado la segunda parte de su aprendizaje.

‐ ¿La segunda parte?
‐ Si. La primera es el aprendizaje de la oscuridad. La segunda es el re‐
descubrimiento de la luz, porque en realidad la luz es lo que tú eres,
pero no lo sabes y lo estás apenas descubriendo, por eso se puede
hablar de “aprendizaje”, aunque en realidad es un descubrimiento.
Pero volvamos al tema. Esta nebulosa evoluciona por eones

generando sistemas solares y en última instancia lo que ustedes
conocen como una galaxia. Esta evolución no es solitaria. Las galaxias
están acompañadas por otras galaxias y de por si forman objetos
cósmicos más grandes. Ustedes tienen todo un tratado al respecto en
lo que llaman astronomía. La parte importante es que todos estos
objetos no son de por si objetos. ¡Son seres! Están vivos y tienen una
súper consciencia. Su nivel de consciencia es tan elevado que ustedes
no lo detectan. Simplemente porque va mucho más allá de lo que
ustedes conocen como consciencia y porque abarca dimensiones
completamente desconocidas e incluso insospechadas por ustedes.
Hasta aquí no he dicho casi nada nuevo. Todo esto ustedes ya lo
sabían. El punto interesante es cómo se da el proceso y la razón por la
cual el proceso en sí mismo está ocurriendo.
El proceso funciona de la siguiente manera. Tomemos: una chispita de
consciencia de las muchísimas que venían en aquella potentísima
descarga que formó la nebulosa inicial. Esta chispita cuya consciencia
es infinitesimalmente pequeña, comienza su proceso de interacción
con lo que la rodea. Ya no está ubicada en el ámbito Divino sino en el
vacío, en la oscuridad. Comienza entonces una relación con la
oscuridad y de ello devienen experiencias, cosa que en el ámbito
Divino no es posible, allí solo hay conocimiento, pero en contacto con
la oscuridad es posible la acción y por ello se hace también posible el
crecimiento de la consciencia.

‐ ¿Cómo crece la consciencia?
‐ En el contacto con la inconsciencia, es decir, con la oscuridad. Al
verse contrastada por lo que ella no es entonces surge lo que sí es y
crece.
‐ Eso no parece lógico. ¿De dónde toma “materia” para crecer la
conciencia?
‐ Esa es una característica innata de Dios o de la vida o de la
consciencia. Son lo mismo. Puede crear. ¿Acaso no eres consciente de
que tu consciencia ha crecido en los últimos veinte o treinta años?
‐ Si. Estoy consciente de ello, pero no veo que tiene eso que ver con
mi pregunta.
‐ Si tú has crecido en consciencia, ¿de dónde has sacado la “materia”
para crecer? ¿Acaso crees que le has quitado la consciencia a alguien
más?
‐ No lo había pensado así.
‐ La conciencia se crea a sí misma. Esa es su naturaleza y esta
naturaleza está en expresión en ti y en todo lo que existe. Todo lo que
ves y todo lo que existe en cualquier nivel, lo veas o no, está haciendo
una sola cosa: Crear consciencia. Eso significa que la vida está
expandiéndose. Dios está haciéndose más grande y poderoso y tú le
estás ayudando a lograrlo. En compensación, tú mismo te estás
haciendo más consciente, más grande y poderoso. Porque la forma en
la que Dios se expande es dándose a sí mismo a sus criaturas, para
que ellas mismas se conviertan en lo que él es y con ello él se expande
y también lo hacen sus criaturas.
‐ ¿Para qué?

‐ Diversión. Pura diversión. El proceso en sí mismo es muy divertido y
el resultado lo es aún más. No te imaginas lo maravillosa que es la
experiencia de la consciencia cuando alcanza ciertos niveles. Es éxtasis
puro, ilimitado y eterno. Y solo se está expandiendo, cada vez es más y
más grande. ¿No me dirás que no quisieras un poco de ello, o si?
‐ Desde luego que quiero un poco de ese estado de conciencia que
llamamos éxtasis, pero no veo eso a mi alrededor y no entiendo cómo
puedes decirme que el proceso en si es divertido. Yo puedo entender
que el final sea divertido, una vez que se alcanza el estado extático o
como se le llame, pero mientras llego allí yo tengo que luchar para
pagar la cuota de la casa y del auto y no le veo la gracia. ¿Cómo
puedes decirme que alguien está divirtiéndose con esto? A menos
claro está que Dios sea maquiavélico y disfrute viendo a sus criaturas
sufrir con la lucha diaria.
‐ Estás perdiendo de vista la totalidad y te estás enfocando en la
particularidad. Yo no te digo que Dios disfrute viendo a sus criaturas
sufrir. No. Y no lo hace porque él no las ve sufrir. El solo las ve crecer
en consciencia. Sus criaturas podrían tener el mismo punto de vista
que él tiene y entonces no sufrirían, pero es muy frecuente que ellas
asuman otro punto de vista. Esto es normal porque la criatura no
puede ver todavía la totalidad y se enfoca en las circunstancias. Pierde
de vista el hecho de que este escenario es solo eso, un escenario en el
que la criatura tiene la oportunidad de representar un papel en una
obra. Con ello la criatura gana y el productor también. Pero si un actor
de teatro cometiese el error de creer que la salsa de tomate es sangre
y que las balas no son de salva, entonces huiría aterrorizado por el
escenario buscando un lugar para escapar del “infierno” en el que
“alguien lo metió”. ¿Entiendes el símil?
‐ Si, ¡y está genial! Como todo lo tuyo.

‐ El Uno ya vivió el tipo de experiencias que tú estás viviendo y no
pierde su energía sintiendo dolor y sufrimiento, en cambio se
concentra en el incremento de la consciencia, en la expansión del
éxtasis Divino. Tú mismo estás participando en ese proceso ahora
mismo. Tú eres parte del éxtasis Divino y podrías experimentarlo en
este mismo momento, pero has preferido ceder a la tentación y eliges
sufrir, pero eso es solo una elección. Puedes elegir de diferente
manera.
De hecho, esta es una forma de lograr samadhi. Te concentras en el
éxtasis que está ocurriendo en todo momento y en todo lugar, o mejor
dicho, te concentras en la mente de Dios en lugar de concentrarte en
la mente de la criatura y así accedes a la maravillosa consciencia
llamada samadhi. Podrías incluso vivir una encarnación completa en
esta consciencia.
‐ A ver, espera un momento. ¡Me soltaste una bomba!. Hay como
siete preguntas que se me ocurren a partir de lo que acabas de decir:
1. ¿Cómo es eso de que Dios ya vivió las experiencias que yo
estoy viviendo?
2. ¿Qué quieres decir con que no pierde su energía sintiendo
dolor y sufrimiento?
3. ¿Cómo es eso de que Dios se concentra en el incremento de la
consciencia, en la expansión del éxtasis? ¿Cuál éxtasis, no te
das cuenta de las circunstancias en las que vivimos? ¿De qué
estás hablando por Dios?
4. ¿Cómo es eso de que yo mismo estoy participando en el
proceso de expansión del éxtasis? Por si no te ha quedado
claro voy a ser muy exacto: ¡Este “proceso” del que tú hablas
me tiene hastiado, asqueado, aburrido, deprimido,
desesperado y no me lo aguanto! La única razón por la cual
continúo aquí es porque tengo dos hijos y no quiero dejarlos
solos mientras están aún pequeños. ¿Entonces cómo es eso

de que ahora mismo yo participo del proceso de expansión del
éxtasis? ¡Por favor!
5. ¿Cómo así que yo elegí sufrir? Yo quiero vivir en paz, yo quiero
vivir en la abundancia, yo quiero vivir en el amor, yo quiero la
dicha, pero lo que me rodea es la escasez, la dificultad y la
mediocridad. ¿De qué me estás hablando? ¿Cómo así que
elegí la tentación?
6. ¿Qué es entonces la tentación?
7. ¿Cómo puedo hacer para elegir de otra manera?


Agosto 1, 2009
‐ Voy a responder a la primera pregunta:
“¿Cómo es eso de que Dios ya vivió las experiencias que yo estoy
viviendo?”
Dios ya pasó por lo que tú estás pasando y con ello no quiero decir
que estuvo en la tierra, sino que ya vivió una evolución desde la chispa
Divina inicial hasta la conciencia de Divinidad absoluta en la que él
vive. Su proceso no fue necesariamente en un planeta como tú lo
concibes. Hay otros escenarios. Este no es el único, ni siquiera se
necesita una estructura de universo como lo conoces. Las
posibilidades de la conciencia son infinitas, pero para que sea posible
verlas hay que pasar de cierto estado de conciencia, es decir, hay que
alcanzar lo que ustedes llaman una masa crítica. Una vez allí, se hace
tan fácil ver las posibilidades de la conciencia como para ti es de fácil
el ver algunas de las posibilidades del pensamiento. Sin embargo,
¿dirías que una hormiga puede siquiera imaginar las maravillosas
posibilidades del pensamiento?
‐ No. Creo que no. De hecho creo que si las hormigas pudiesen
vislumbrar las posibilidades del pensamiento fácilmente ellas
dominarían el mundo. El hecho de que hoy actúan de la misma forma
en la que lo hacían hace mil años me hace pensar que no son capaces
de vislumbrar las posibilidades del pensamiento como lo hacemos
nosotros.
‐ En forma similar, Dios ha alcanzado una masa crítica que le permite
conocer fácilmente las inmensas posibilidades de la conciencia. Dicho
sea de paso, hay estados de conciencia tan avanzados que a ti ni
siquiera te parecerían conciencia, no podrías detectarlos, de hecho los
tienes al frente y no los ves.
‐ ¿Como qué?

‐ Si hubiese alguna forma de hablar de ello contigo significaría que
hay una forma de que los detectes desde tu actual estado de
conciencia, pero no la hay, tienes que continuar tu proceso y un día
amanecerás detectando mucho más de lo que hoy puedes detectar.
‐ ¿No podrías darme un ejemplo, aunque solo sea aproximado?
‐ Si, pero ese ejemplo probablemente te confundiría.
‐ Corramos el riesgo.
‐ La tierra.
‐ ¿La tierra qué?
‐ La tierra tiene una forma de conciencia que la mayoría de ustedes no
detectan. Yo se que en tu caso específico esto no aplica, ya te he visto
hablando con ella y obteniendo respuestas de parte de ella, pero ese
no es el modus operandi de la mayoría de ustedes. Casi nadie nota
que la tierra tiene una conciencia y que pueden relacionarse con ella y
que los ama y los protege como una madre. De la misma forma a ti se
te pasa por alto una inmensa parte del espectro perceptible y
cognoscible de lo que entra en contacto con lo que tú eres.
Simplemente no lo notas y por ahora no hay mucho que puedas hacer
al respecto. Basta con que sepas que en la medida en la que
incrementes tu conciencia, te abrirás a nuevas posibilidades de
existencia y que cada vez será mejor y mejor. La conciencia es algo
que vale la pena experimentar, acrecentar y cultivar. Eso es lo que
hago yo. Eso es lo que deberías hacer tú.
‐ ¿Y cómo lo hago?
‐ Te dije antes que la conciencia crece en el roce con la oscuridad. El
concepto en realidad es un poco más complejo. En la medida en la que
la conciencia se ve enfrentada a lo que no es, ella misma se va
reconociendo como lo que sí es. Allí es donde entran en juego tus

hermanos. Ellos son el espejo que te permite verte a ti mismo, o mejor
dicho, encontrarte a ti mismo. Tú te encuentras a ti mismo a través
del contacto amoroso con tus hermanos. Ellos te develan tu verdadera
naturaleza.
‐ Hace rato que vengo oyendo eso, pero no termino de entenderlo del
todo, ¿me lo puedes explicar?
‐ El roce con la oscuridad y el contacto con tus hermanos son lo
mismo.
‐ ¿Qué dijiste?
‐ Te lo explicaré. Tus hermanos solo existen porque tú te metiste en la
oscuridad. Ellos en realidad son parte de ti mismo. No hay separación
entre tú y tus hermanos, igual que no hay separación entre tú y yo. Sin
embargo el hecho de que te has metido en la ilusión, en el sueño de la
materialidad o maya, es lo que ha hecho posible que partes de ti
mismo se perciban como tus hermanos. Entonces tus hermanos y el
roce con la oscuridad son lo mismo. Puede también decirse que tus
hermanos son el producto de tu roce con la oscuridad. Igual tú eres
eso para ellos. Sin la oscuridad tus hermanos no se percibirían como
hermanos, se sabría que son tú mismo y por lo tanto ellos no existirían
como tú los conoces ahora. Entonces, el roce con la oscuridad y el
contacto con tus hermanos son maneras diferentes de hablar de la
misma cosa.
Te lo voy a explicar de una manera completamente diferente pero que
tal vez entiendas más fácilmente. Imagina el contexto en el que vive la
Divinidad. Allí no hay espacio para nada que no sea yo mismo.
¿Entonces cuando quiero crear más de mi mismo a dónde me tengo
que dirigir, o expandir? ¿Hacia dónde me tengo que extender?
‐ Me imagino que hacia la nada. Hacia donde no estés.

‐ ¿Y qué es la nada? ¿Dónde no estoy?
‐ ¿En la oscuridad?
‐ Exacto.
‐ Lo dije porque sonaba lógico. No porque me parezca comprensible.
‐ No importa. Lo que importa es que al menos tienes un vislumbre de
respuesta para la pregunta que me formulaste hace diez años. ¿La
recuerdas?
‐ Desde luego que la recuerdo, la acabas de poner en mi mente. Te
pregunté: ¿Y si Dios en su ámbito Divino está en absoluta felicidad
entonces por qué decidió meterse en este sueño de horror? Palabras
más, palabras menos, esa era mi pregunta y pienso que por primera
vez me estás dando una respuesta a partir de la cual puedo comenzar
a comprender. Solo comenzar.
‐ Con que comiences a entender ya es bastante. Todos ustedes están
en eso. En comenzar a entender. El tiempo del predominio de la
oscuridad está comenzando a pasar y dejará paso a un tiempo de
predominio de la conciencia. No tienes ni idea de lo mucho que van a
disfrutar de lo que viene de aquí en adelante, pero hay que hacer un
esfuerzo consciente.
‐ ¿A qué te refieres con que hay que hacer un esfuerzo consciente?
‐ Hay que hacer un ajuste. ¿Recuerdas la pregunta inicial?
‐ ¿No, cuál era?
‐ En el fondo era ¿cómo me libero de la ilusión? ¿La recuerdas?
‐ Si, pero no estoy seguro de habértela formulado en este diálogo.

‐ Eso no tiene importancia. La pregunta está en tu consciencia y yo la
tomo de allí. Igual está en la conciencia de muchísimos de tus
hermanos que han comenzado a darse cuenta de que algo anda mal
en el mundo. No es realmente que algo ande mal en el mundo, es que
están comenzando a darse cuenta de la consciencia y eso está
generando un despertar en ustedes que les hace percibir que la forma
de comportarse tiene que cambiar y les hace notar el resultado
inarmónico de su manera tradicional de pensar y de vivir.
‐ ¿Podrías ser más específico?
‐ Si. El sistema económico los está asfixiando. Los diferentes sistemas
políticos han fallado de manera lamentable. No hay un solo sistema
inventado por el hombre que produzca su objetivo.
‐ ¡Esa es una afirmación exagerada!
‐ No. No lo es. ¿Cuál crees que es el objetivo de los sistemas creados
por el hombre?
‐ El orden supongo.
‐ No. Es la felicidad. En el fondo todos los sistemas han sido creados
por ustedes en un intento por encontrar una fórmula que produzca la
felicidad. Todos han fallado. Desde luego, todos los sistemas
tradicionales, porque algunos sistemas filosóficos han tenido éxito en
los pocos seguidores fieles que han tenido. Pero los sistemas
filosóficos no le interesan mucho a tu humanidad. Al menos no
todavía. Ese es uno de los cambios que se aproximan. Van a
concentrarse más en la base filosófica de sus sistemas que en la base
científica. Su ciencia comenzará a parecerse cada vez más a las
escrituras.
Ese es un producto del ajuste del que te estoy hablando. Hay que
hacer un ajuste en la forma en la que se perciben a sí mismos y en la

forma en la que perciben las experiencias de la vida diaria. El punto es
que estás buscando consciencia y la consciencia se experimenta en la
paz, por lo tanto la cosa no es tan complicada, simplemente toma
todas tus decisiones a favor de la paz y estarás en el camino correcto.
Tu conciencia crecerá al ritmo en el que crece tu paz y tu paz se
incrementará con cada incremento de la conciencia.
‐ Dame un ejemplo por favor.
‐ Quieres un ejemplo de la toma de decisiones pero si lees el contexto
en el que estás formulando la pregunta parece que pidieras un
ejemplo de cómo crece la consciencia. Te voy a dar los dos de todas
maneras.
La conciencia hace que te sea cada vez más fácil tomar decisiones a

favor de la paz porque la paz es el ambiente en el cual se experimenta
una mayor cantidad de los efectos de la consciencia, por lo tanto,
cuando te vez enfrentado a la labor de tomar una decisión, tú lo haces
preguntándote a ti mismo ¿Qué me producirá más paz, la opción uno
o la dos? Y escogerás aquella que favorece tu paz porque sabrás que
ese es el camino para incrementar la consciencia, que es lo que Dios
está haciendo a través de ti y con ello te haces uno con tu Padre y con
su Voluntad y entonces todo funciona armoniosamente.
‐ Me diste una explicación y yo te estoy pidiendo un ejemplo.
‐ Supongamos que te ves en una encrucijada. Eres un científico a
cargo de un laboratorio de experimentación y un subalterno tuyo
acaba de hacer un descubrimiento que hace que tu trabajo de toda la
vida luzca ridículo. Tú puedes decir que tú hiciste el descubrimiento.
Tú tienes el control de los datos y puedes amenazar a tu empleado
diciéndole que lo echarás de la empresa si llegase a decir que es él
quien merece el reconocimiento y no tú. Si mientes lograrás un gran
reconocimiento y probablemente un ascenso en tu carrera. Por el

contrario, si dices la verdad, es posible que tu subalterno obtenga tu
posición y que tú quedes por debajo de él o incluso es posible que te
despidan.
Ahora bien, si tú estás centrado en obtener cosas del mundo entonces
mentirás. Si por el contrario estás centrado en el incremento de la
consciencia vas a decir la verdad, sin importar cuales sean las
consecuencias. Tú sabes que si mientes perderás tu paz y no puedes
arriesgar algo tan valioso a cambio de un don del mundo, el cual tú
sabes con certeza que es una ilusión. Al menos lo sabrías si estuvieses
a la altura de tomar la decisión correcta. Cuando alcanzas el punto
crítico en el cual se ve con claridad qué es lo que realmente vale, es
muy fácil ver que la paz lo es todo y que el mundo no vale nada,
excepto como elemento y herramienta de expansión de la consciencia,
por lo tanto usarlo para perder la paz es usarlo de manera contraria a
como fue diseñado y por eso se dice que va en contra de la voluntad
Divina. A eso es a lo que generalmente le llaman pecado.
‐ ¿A qué?
‐ A toda acción que vaya en contra del incremento de la consciencia, o
de la paz, en última instancia ellas son recíprocas.
‐ ¿O sea que si existe el pecado?
‐ De la forma en que lo conocen la mayoría de las religiones no. Es
decir, como un acto al cual se le lleva una contabilidad precisa y que
puede finalmente acabar completamente con la paz del Ser,
enterrándolo eternamente en el infierno, No. Esto no existe. No tiene
sentido que Dios se condene a sí mismo a la pérdida de la paz para
siempre. Sin embargo si lo miramos desde otro punto de vista, es
verdad que hay actos que te quitan la paz y con ello tú mismo te
metes en un infierno del cual no vas a poder salir mientras no cambies
tu estado de conciencia, lo cual va a ser muy difícil porque todo en tu

mente te está mostrando desarmonía y por lo tanto pareces haberte
condenado para siempre. Estos generalmente coinciden con los actos
que las religiones llaman pecados, el estado en el que te metes es
infernal y tu salida se hace muy difícil porque tu consciencia está
atiborrada de pruebas de la catástrofe en la cual tú mismo te metiste.
El “pecado” te quita la paz y te arroja a un estado de conciencia
infernal y una vez allí no sabes actuar de otra manera que no sea
“pecando más” por lo cual el proceso se afirma a sí mismo; de la
misma manera en la que cuando te centras en la consecución de la
paz, la conciencia adquirida te genera más paz y la paz adquirida te
impulsa a continuar decidiendo únicamente a favor de la paz y esto
genera un estado celestial que no se interrumpirá jamás.
‐ ¿Estás diciendo que el infierno es eterno para los seres que viven el
lo que llamamos “pecado”?
‐ No, para eso estás tú y los otros como tú.
‐ ¿Para qué?
‐ Para sacar del infierno a las partes de ti mismo que se han metido

allí.
‐ ¿Cómo puedo sacarlas de allí si yo mismo estoy metido en el
infierno?
‐ Sacándote a ti mismo vas a sacar a muchísimos de tus hermanos y al
hacerlo eso sacará a otros más y así sucesivamente. Este diálogo es tu
manera de intentar sacarte a ti mismo del infierno y no es otra cosa
que la forma en la cual estás reaccionando a la fuerza que otros
hermanos tuyos más conscientes que tú están haciendo para que tú te
liberes. Esto es una cadena de liberación y dicha que no terminará
sino hasta el día en el que salga el último de vosotros.

‐ Dicho así suena como a que yo estoy reaccionando a las buenas
acciones de otros hermanos míos bien intencionados y que no tengo
mérito en haber llegado al punto de consciencia al que he logrado
llegar.
‐ ¿Qué importancia tiene el mérito, o mejor dicho, “la importancia

personal” en algo que es un proceso Divino? ¿De verdad crees que
tiene algún valor la personalidad en la expansión de la Divinidad?
‐ No lo sé, yo creía que sí.
‐ No, no la tiene. La personalidad es la expresión de la oscuridad en
contacto con la luz que tú eres. Recuerda que tú eres el espíritu
creador, no la respuesta de este mundo a tu contacto con él. La
personalidad es una invención de la mente y no existe realmente. Lo
que si existe es el espíritu que entró en contacto con la oscuridad para
incrementar su consciencia, por eso los maestros sacrifican su
personalidad con tanta facilidad. A los ojos de sus seguidores la
personalidad de sus maestros es “preciosa” y no debería
desperdiciarse en un sacrificio de la vida, pero a los ojos del maestro
la personalidad no es nada y lo único que tiene valor es el incremento
de la consciencia Divina que sucede dentro de ellos y al mismo tiempo
en todos sus hermanos. Si tuvieses el valor de ver a la personalidad
como un instrumento de crecimiento de la consciencia, no le darías
tanta importancia a las circunstancias y condiciones de la vida física y
te concentrarías en tu verdadera labor. La paz.
‐ ¡Uau! ¡Ahora sí que es verdad que me dejaste sin palabras! ¡Acabas
de matar de un solo golpe todos mis sueños humanos!
‐ Podrías decirlo de otra forma.
‐ ¿Cuál?

‐ ¡Uau! ¡Acabas de despertarme a mi verdadera misión! Le has dado
sentido a mi existencia. ¡Ahora la vida se ve desde una perspectiva
hermosa y ya sé que no puedo fallar!
‐ ¿Crees que existe al menos la más remota posibilidad de que yo diga
algo correcto en frente tuyo? Te lo pregunto porque todo lo que digo
parece estúpido una vez que tú das tu respuesta.
‐ Todo lo que has dicho ha sido perfecto. Yo no podría entregarte lo
que te he entregado si no fuese por tus preguntas y afirmaciones.
Para mí no son estúpidas en absoluto. Si las vieras desde donde yo las
veo te darías cuenta de que son armónicas y están dándole a este
diálogo su dimensión precisa y exacta. Todo es como tiene que ser.
‐ Nuevamente me hiciste sentir estúpido. Tal vez más que antes.
‐ Nuevamente no quisiste ver desde la perspectiva espiritual que te
estoy planteando.
‐ ¿Estás diciendo que estoy pasando por alto la parte principal de tu
mensaje?
‐ Este diálogo no sería necesario si te decidieses a ver lo que es obvio y
está frente a tus ojos.
‐ Esa no parece una respuesta a mi pregunta.
‐ Pero lo es. Si tú te decidieses a usar la visión que te estoy
proponiendo, tu consciencia aumentaría tan rápido y de forma tan
constante que este diálogo no necesitaría continuar. De otro lado, si
hubieses prestado atención alguna de las tantas veces que te he
mostrado lo que te estoy mostrando hoy, entonces este diálogo no
habría sido necesario en absoluto.
‐ Yo no recuerdo que en las muchas veces que hemos hablado me
hayas mostrado las cosas que me has mostrado en este diálogo.

‐ Sin embargo te las he mostrado, y de muchas maneras. Cada una de
ellas sería suficiente para escribir un tratado como el que estamos
escribiendo aquí.
‐ ¿Quieres decir que no tengo esperanzas?
‐ Al contrario, si lo miras detenidamente verás que esto en realidad
significa que yo no me detengo ante tu negativa a escuchar, y no lo
hago porque soy yo mismo el que estoy metido en la ilusión y voy a
salir tan seguro como que existo. No pararé de hablarte sino hasta
que me haya asegurado de que me escuchaste claramente y ese día
serás tú quien no querrá detener nuestra comunicación.
Simplemente no me detendré ante nada. Mi meta es verte feliz y lo
conseguiré tan seguro como que existe Dios. Suena gracioso dicho por
mí, ¿no te parece?
Para cerrar la respuesta a tu pregunta número uno te diré que Dios
ahora disfruta este proceso, pero cuando estuvo en tu posición actual
necesitó que alguien le dijese que podía disfrutar en lugar de sufrir,
exactamente como ahora te sucede a ti.
‐ Espera, me dijiste que me darías dos ejemplos y solo me diste uno.
‐ Ya te he dado los dos. Revisa el texto y verás que es así. Uno hablaba
de un científico que tenía que tomar una decisión y el otro hablaba de
cómo la conciencia produce más conciencia. No es tan difícil de
entender el segundo como un ejemplo, pero te lo daré masticado
como a ti te gusta:
Te daré el ejemplo del crecimiento de la consciencia a través del uso
que le da una madre amorosa. Ella desea tener un hijo y comienza a
amarlo desde el instante mismo en que comienza a desearlo, incluso
aunque todavía no está en embarazo. Su amor le dice que su hijo será
maravilloso y ella comienza a soñar con lo bello que será. Un día

queda embarazada y entonces su amor tiene un objeto físico en el
cual se puede fijar. Ella sigue soñando con el bello hijo que tendrá. Un
día su hijo nace y ella se siente feliz porque sabe desde ya lo
maravilloso que será su hijo, lo hermoso e inteligente y lo agradable y
respetuoso, etc., etc., etc. Un día su hijo entra a la escuela y ella sueña
con lo sabio que será su hijo. Un día su hijo se enamora y ella sueña
con el maravilloso padre y esposo que será su hijo. Un día descubre
que su hijo está en las drogas y ella sueña con lo fácil que su hijo
saldrá de este infierno y con lo maravilloso que será cuando lo logre.
Un día su hijo muere de una sobredosis y ella sueña con los ángeles
que recibirán a su pobre hijo que sufrió tanto en el mundo sin haber
hallado jamás la paz y sin haber tenido la dicha de saberse un padre
honesto y responsable y un esposo amoroso y cumplidor del deber.
Ella sabe que Dios entenderá a su hijo y lo recibirá con los brazos
abiertos. Lo sabe porque su conciencia ha crecido con cada paso de su
hijo, porque el amor ha estado presente en cada rincón del camino,
porque nunca la ha abandonado la esperanza, que es el motor del
amor, el cual no se aleja de su conciencia y porque la conciencia está
creando más conciencia a medida que se expresa a través de ese gran
amor que no puede sino crecer, exactamente como crece la
conciencia. Son lo mismo y crecen siempre juntas y a la par, porque
son una sola. La gran conciencia que ha adquirido la ha hecho sabia y
tolerante, amorosa y paciente. La conciencia ha crecido en el contacto
con la oscuridad y en el contacto con ella misma. La consciencia crea
consciencia y crece a medida que se experimenta a sí misma.
¿Entendiste?
‐ Si y también lloré.
‐ Lo sé. Te amo. Vamos ahora a tu segunda pregunta:
“¿Qué quieres decir con que no pierde su energía sintiendo dolor y
sufrimiento?”

Dios no pierde su energía sintiendo dolor y sufrimiento. Con esto lo
que te quise hacer ver es que el dolor y el sufrimiento son una pérdida
de conciencia y por lo tanto son una pérdida de energía. No en la
forma en la que estás acostumbrado a verlo. La energía que tú eres no
se perderá en absoluto, no se ha perdido ni se perderá jamás. Me
refiero a lo que ustedes llaman energía vital o vitalidad. El sufrimiento
genera un detrimento en la energía vital y hace que cada vez seas
más propenso a sufrir. Es lo que algunos llaman el cuerpo del dolor.
Entre más sufres, más habilidad tienes para sufrir de nuevo. La buena
noticia es que igualmente entre más paz experimentes, más paz serás
capaz de experimentar cada vez. Tú puedes montarte en el ciclo
ascendente o en el descendente.
Dios no se concentra en el descendente porque él está más allá del
estado de consciencia en el que es posible creer que las ilusiones son
reales y por ende él no ve nada de lo que tú crees ver cuando te
concentras en la adversidad y en las circunstancias.
‐ ¿Qué ve él entonces?
‐ La verdad.
‐ ¿Y cuál es entonces la verdad?
‐ Que el proceso está produciendo consciencia, que es lo mismo que
paz, que es lo mismo que gozo. ¿Cómo podría concentrarse en el
dolor? Yo te veo crecer en consciencia y eso incrementa mi gozo. Me
gustaría muchísimo que tú también pudieses disfrutar tu proceso en la
forma en la que yo lo estoy disfrutando y por eso es que me estoy
comunicando contigo. Para que notes que hay otra manera.
‐ ¿Y cuál es esa manera?
‐ Tú puedes adoptar la perspectiva de un ser espiritual. Es decir, dejar
de pensar que eres un cuerpo y que has venido a la tierra a llenarte de

comodidades y objetos “de valor” para vivir más feliz, y comenzar a
darte cuenta de que no estás allí en absoluto. Solo pareces estar allí,
igual que el niño cuando juega los videojuegos. Tú estás extático en el
cielo disfrutando conmigo del proceso de crecimiento de nuestra
conciencia. Yo estoy acompañándote y guiándote de forma implícita
porque mi naturaleza está en ti y de forma natural genera la
evolución o crecimiento de consciencia deseadas por mí y por ti. No
hay forma de perder el juego. Por lo tanto, ¿qué sentido tiene sufrir?
‐ Haces que todo el drama de la vida parezca una futilidad pero las
cosas se ven muy distintas desde aquí, especialmente cuando te llega
el momento de enfrentar la muerte de un ser querido, el desamor de
nuestros hermanos, el egoísmo, la envidia, la murmuración, el
engaño, el crimen, la separación, la escasez y en general todas las
formas de dolor que existen en este mundo.
‐ Todo el drama humano es fútil. Lo único que tiene de valioso es el
aporte de consciencia que le hace al Ser y eso sería muchísimo mayor
si siguieses mis indicaciones. De hecho uno de los cambios que
comenzarías a notar casi de inmediato es que el dolor desaparecería
por completo.
‐ Cómo podrás hacer que el dolor desparezca cuando muera mi
esposa por ejemplo, con todo respeto eso no parece posible.
‐ Hay cosas que ignoras.
‐ ¿Qué quieres decir?
‐ Que si sigues mis indicaciones tu conciencia se expandirá mucho más
allá de las fronteras que tú conoces ahora. Fronteras como la
separación, la escasez, el desamor, la debilidad, la necesidad y
muchas otras serán superadas por ti en cuanto logres comprender la
esencia de lo que estoy tratando de decirte.

‐ No veo cómo puede ser eso posible.
‐ ¿Crees que Jesús estaba separado de los que murieron cuando él era
joven?
‐ No lo sé.
‐ No, no estaba separado, por eso podía asegurar con tanta firmeza
que el amor salva todos los abismos. Porque había visto como su
consciencia superaba las aparentes fronteras impuestas por
limitaciones como la muerte y se expandía hacia territorios en los
cuales ahora no puedes penetrar, pero que un día serán tan conocidos
para ti como hoy lo es el patio de tu casa.
‐ Suena como a que voy a poder viajar entre el mundo de los vivos y
el de los desencarnados.
‐ ¡Eso es solo el principio!
‐ En todo caso eso suena como algo que por el momento está muy
por encima de mis capacidades, ¿qué hago mientras tanto?
‐ ¿Y por ello vas a renunciar a tu herencia natural?
‐ No, ¿pero qué hago mientras llega el momento en el cual
desaparezcan las fronteras como tú dices? ¿Cómo lidio con el dolor
que esta vida “ilusoria” me plantea día a día? ¿Qué hago con la
escasez por ejemplo?
‐ Acuérdate de que eres un espíritu. No te metas tanto en el juego
como para que te olvides de quien eres realmente. Mejor dicho,
aléjate un poco del sueño, porque en realidad ya te metiste
demasiado.
‐ Voy a ponerlo en práctica y veremos qué tanto funciona.

‐ Esa no es la actitud que produce resultados. Solo una firme
determinación acompañada de un total convencimiento produce el
tipo de resultados que se necesitan en este mundo para trascender
sus fronteras.


Agosto 7, 2009
‐ Tu tercera pregunta decía:
“¿Cómo es eso de que Dios se concentra en el incremento de la
consciencia, en la expansión del éxtasis? ¿Cuál éxtasis, no te das
cuenta de las circunstancias en las que vivimos? ¿De qué estás
hablando por Dios?”
Tú te has concentrado en las circunstancias del sueño en el que crees
vivir y eso ha producido unas reacciones muy particulares, entre ellas
el sufrimiento, que no es otra cosa sino el creer que el mundo es real y
que el cuerpo también lo es y que por lo tanto tienes que luchar por
mantener el cuerpo y conseguir una porción del mundo lo más grande
posible. Sin embargo hace mucho tiempo que te envié un mensaje que
decía: “Buscad el reino de Dios y sus larguezas y lo demás os vendrá
por añadidura”. Con esto lo que quise decir fue que si os concentráis
en que sois espíritu, todo lo demás se podrá producir desde la
perspectiva o mejor dicho, desde el estado de consciencia en el que
entraréis. Así mismo será mucho más fácil mitigar el dolor que parece
rodearos.
‐ ¿Y el éxtasis del que hablabas, dónde queda?
‐ Ya iba para allá. En este mismo instante tú a un nivel superior o de
supra consciencia te encuentras disfrutando de los productos
espirituales de tus viajes por el reino de la ilusión. Tu consciencia se ha
expandido hasta niveles que a tu personalidad le resultan
insospechados. ¿Recuerdas las enseñanzas del Yo Soy? ¿Recuerdas
cómo se hablaba de que la Presencia Yo Soy que eres tú mismo a un
nivel superior, es Dios y tiene el poder de generar cualquier resultado
en este universo de materia en el cual pareces encontrarte? Pues esa
Presencia Yo Soy es el resultado de tu crecimiento de conciencia. En
un principio no era más que una chispita y ahora es un sol radiante y

eso es sólo el principio, estás a punto de entrar en un estado
maravilloso y celestial, todos ustedes están a punto de hacerlo, pero
hay algunos que creen estar entrando en el infierno. Eso es sólo
porque están concentrados en las circunstancias.
Al nivel Divino que tú mismo eres, es decir, a mi nivel, tú mismo a mi
nivel, estás experimentando el éxtasis, el gozo supremo que es el
resultado de tu crecimiento en consciencia. Tú y yo no podemos
separarnos, lo que te sucede a ti me está sucediendo a mí y lo que me
sucede a mi te está sucediendo a ti, incluso aunque la pequeña mota
de polvo que es la personalidad no pueda notarlo.
‐ ¿Entonces me estás diciendo que esto que yo estoy acostumbrado a
creer que soy yo, es decir, la personalidad, Iván Gil, no tiene la más
mínima posibilidad de experimentar el gozo Divino y el éxtasis del que
hablas?
‐ No me has comprendido. Te estoy diciendo que tienes existencia a
muchos niveles y algunos de ellos se encuentran en el infierno, pero
otros se encuentran en el mismísimo cielo. Tú puedes centrar tu
consciencia en cualquiera de ellos. Ahora bien, la personalidad es la
parte más pequeña de ti mismo. Pero esa no es una mala noticia, al
recobrar la consciencia total de quién eres, en realidad recobrarás la
consciencia de Divinidad y notarás que la personalidad no era nada en
comparación con lo que realmente eres. Sin embargo entiendo tu
pregunta y no, no te vas a desaparecer, te vas a expandir. Tu
consciencia se expandirá de tal manera que lo que hoy crees ser, se
verá como una minúscula mota de polvo, sin embargo, casi todo lo
que eres lo has conseguido a través de tus múltiples personalidades
en tus múltiples vidas en los múltiples mundos en los que has tenido
experiencias…
‐ ¿Múltiples qué?

‐ Mundos. Ese es un concepto nuevo, yo lo sé. Pero tú tienes la
posibilidad de escoger a dónde ir. ¿Creíste que solo podías ir a la
tierra?
‐ Bueno, tenía entendido que la humanidad de un planeta evoluciona
junta. ¿Cómo es eso de que puedo escoger a dónde ir?
‐ En la casa del Padre hay muchas moradas. ¿Recuerdas esa
afirmación?
‐ Si pero la había entendido de manera diferente.
‐ No, no la habías comprendido completamente. El significado que le
has dado hasta ahora es correcto, pero incompleto. En la casa del
Padre hay muchas posibilidades de crecimiento, hay muchas
dimensiones y muchos mundos a los cuales te puedes dirigir para
crecer. No siempre vas a la tierra, aunque efectivamente la mayoría
de ustedes han evolucionado juntos, pero también la mayoría de
ustedes han ido a otros sitios. Eso no tiene tanta importancia. La
parte principal de este punto es que entiendas que la consciencia
crece de muchas maneras y en muchas dimensiones al mismo tiempo.
Mientras pareces estar sufriendo una crisis en lo que llamas el mundo,
en otro nivel de consciencia estás gozando de la dicha de la expansión
de consciencia que estás consiguiendo gracias a la supuesta “crisis”
que estás viviendo. El punto entonces es ¿por qué no vivir desde la
perspectiva de quién está siempre ganando algo? Si sabes que no
puedes perder y te lo digo yo, no puedes perder, ¿entonces por qué no
te centras en la dicha de saber que siempre en todo momento estás
ganando algo? Nada que se pueda perder es real. Y lo que es real
nunca se pierde. ¿Recuerdas la frase “Lo que es real no puede ser
amenazado”?
‐ Si la recuerdo. Está en un Curso de Milagros.

‐ Yo te digo, lo que es real no puede perderse, mermarse,
desaparecerse, reducirse, gastarse, envejecerse, morir o deteriorarse
en ninguna forma. También te digo que tú formas parte de la realidad
Divina. ¿Cómo entonces puedes morir?
‐ Dímelo tú.
‐ No puedes en absoluto, ni puedes sufrir, es solo que tú crees que
puedes. En tu primer libro lo describiste de manera maravillosa y
resulta gracioso que yo te lo tenga que explicar a ti de nuevo. Allí
describías cómo cuando vas a dormir y tienes un sueño, te parece que
estás en un cuerpo y en un mundo que en realidad no existen más que
en tu imaginación, sin embargo las sensaciones son tan reales como
las que tienes en tu mundo de todos los días. ¿No crees que eso
debería bastarte para comprender que no estás allí en donde crees
estar?
‐ ¿Por qué debería bastarme?
‐ Porque te encuentras en un lugar cuyo contenido perceptual es
exactamente igual al que tienes en un sueño, mejor dicho, te
encuentras en un estado de consciencia exactamente igual al que
tienes cuando estás soñando. ¿Qué te dice eso?
‐ ¡Que estoy soñando!
‐ Exacto. Si lo que experimentas durante la vigilia puede ser
experimentado durante el sueño, entonces es que lo que llamas vigilia
es un sueño. Es simple, sin embargo resulta curioso lo difícil que esto
te parece. De hecho incluso a ti que lo entiendes. ¡Ahora imagina a la
mayoría de tus hermanos para los cuales todo esto es un montón de
locuras!
‐ Tienes razón, creo que mejor me concentraré en la pregunta. Yo
quería saber cómo es que tú te concentras en la expansión de la

consciencia, en la expansión del éxtasis, y aunque ya lo veo un poco
más claro, no entiendo qué relación tiene eso con nosotros, bueno, lo
entiendo un poco, pero no parece fácil de aplicar al diario vivir.
‐ El diario vivir tiene sentido en la medida en que genera consciencia,
cualquier otra cosa que suceda no tiene valor en absoluto. No tiene
valor por ejemplo el que consigas un millón de dólares a menos que
eso te aporte crecimiento de consciencia, no tiene ninguna
importancia si conduces un auto compacto barato o un Ferrari. Tiene
sin embargo muchísima importancia y muchísima incidencia en tu
crecimiento el que notes que puedes vivir en paz a pesar de las
circunstancias. Eso si tiene muchísimo valor.
‐ ¿Por qué? Si de todos modos el roce con la oscuridad como tú lo
llamas, produce consciencia, y solo podemos ganar, ¿qué más da si
sufro o disfruto? Igual el proceso producirá un resultado final
deseado por ti. ¿No es eso lo que me dijiste antes?
‐ Si, eso fue, pero no estás captando la totalidad del mensaje. La parte
que quiero que notes ahora es que la consciencia crece más
rápidamente cuando lo hace en consciencia. Suena absurdo pero no lo
es. En la medida en la que enfoques tu consciencia en la expansión de
la consciencia misma, en esa misma medida la expansión se
incrementará exponencialmente. Por eso el mensaje que decía:
“buscad el reino de Dios y sus larguezas y lo demás os vendrá por
añadidura”. Porque en la medida en la que te concentras en la
consciencia, esta se expande ya no en forma lineal, sino en forma
exponencial, ya no en forma matemática sino en forma geométrica.
Por eso te hablaba antes de alcanzar una masa crítica. Me refería no
a la masa física, sino a una cantidad de consciencia mínima a partir de
la cual el ser ya no se enfoca más en las circunstancias sino que nota
que su consciencia está creciendo y que ese es el meollo del asunto,
entonces enfoca toda su consciencia en la expansión de la consciencia
misma. Esto produce un tipo de actitud específica frente a la vida y a

las circunstancias la cual acelera el proceso y produce felicidad sin
límites. Produce samadhi.
‐ ¿O sea que si existe algo como el samadhi del que nos hablan
algunas filosofías orientales?
‐ Si existe y es posible para muchos de vosotros ya mismo, en este
mismo instante.
‐ ¿Es posible para mi ahora mismo?
‐ Si. Ahora mismo.
‐ Qué tengo que hacer?
‐ Nada.
‐ ¿Cómo que nada?
‐ Hacer nada es un arte de la consciencia al que se llega en algún
momento del camino. Todos los maestros de todos los tiempos
llegaron a ese punto del camino algún día. Todos hallaron samadhi y
al encontrarlo todos se dieron cuenta de que en realidad no había que
hacer nada. Sin embargo eso para el que no ha llegado allí no tiene
sentido. Es como montar en bicicleta. No tienes que hacer nada para
mantener el equilibrio una vez que lo sabes hacer, sin embargo decirle
a alguien que está tratando de aprender a montar bicicleta que no
tiene que hacer nada no le sirve en lo absoluto. Es mejor decirle que
mire al frente y que no trate de ver a la llanta delantera, que coloque
bien los pies, que se impulse un poco antes de arrancar y que no vaya
demasiado lento porque se cae. Cosas todas ellas que se hacen de por
si cuando ya sabes montar bicicleta. Quien sabe hacerlo no tiene que
hacer nada y sin embargo conserva el equilibrio.
‐ Bueno, yo diría que si tiene que hacer algo, solo que lo hace
automáticamente.

‐ O en otras palabras, que no lo tiene que hacer porque lo hace
automáticamente, esa es una forma de no hacer nada y sin embargo
lograr el resultado esperado. Eso exactamente le sucede a los
maestros, ellos no tienen que hacer nada para actuar
impecablemente, sin embargo a los ojos de sus discípulos ellos actúan
de una manera específica, a veces incomprensible que produce
resultados milagrosos. Ellos por su parte hacen los milagros con la
misma naturalidad con la cual tú mueves tu brazo derecho. Si les
preguntas a ellos cuál es procedimiento para hacer una milagro te
dirán que solo tienen que hacerlo y punto. O sea que no hay que hacer
nada, la consciencia lo hace todo. Yo lo hago todo, tú solo das las
órdenes.
‐ Que ¿qué?????
‐ Si, yo lo hago todo, tú solo das las órdenes. ¿Qué crees que has
venido haciendo hasta ahora?
‐ Explícate por favor.
‐ Todas las circunstancias que te rodean actualmente han sido

generadas por tu consciencia. Tú utilizas tu mente como la llave que
abre o cierra todas las puertas, los pensamientos que tienes en tu
mente crean tu realidad de todos los días. Eso ya lo sabías.
‐ No. En realidad eso ya lo había leído y en algunos casos he tenido
algunas pruebas de que es así, pero no estoy completamente seguro
de ello.
‐ Si lo estás. No quieres reconocerlo porque es más cómodo hacerse la
víctima.
‐ Dios mío. ¿Tienes que hacerme quedar tan mal?
‐ ¿Ante quién? Hijo mío, este diálogo es para ti. No te preocupes por
los que han de recibirlo, ellos en su momento sabrán que este diálogo

era para ellos, pero en este momento eres tú quien lo está recibiendo,
¿de qué te preocupas? Tus hermanos sabrán que ellos también tienen
derecho a la dicha, al cielo, a la comunicación cuando descubran que
no eres mejor que ellos. Eso es conveniente y por eso en este tiempo
me estoy manifestando en esta forma tan maravillosa y en muchas
otras a través de seres humanos normales, para que todos vosotros
sepáis que estáis llamados a la perfección y que yo los valoro y los
ayudo a todos. Si tú fueses un santo entonces mi ayuda no sería
aplicable al que no es tan santo. Ya vuestra mente ha despertado lo
suficiente como para que yo pueda comenzar a hablar con cada uno
de vosotros. Tú sabes que esa es tu misión. Hace mucho que te lo dije.
‐ ¿Lo dijiste?
‐ Si. ¿Qué crees que significa el hecho de que has mantenido esa
certeza en tu interior? Todo sueño de tu espíritu, todo sueño altruista
y grandioso está inspirado por mí, o mejor dicho por la parte de ti que
está en el cielo. Lo puedes llamar tu súper yo. Yo te hablo de muchas
maneras, y el diálogo que estamos teniendo es solo una de ellas. Yo
voy a expresarme de esta manera a través de muchos de vosotros y
voy a hablar a las consciencias de cada uno de los que permanecerán
en el mundo nuevo que ha de venir. Esto es normal y natural, es un
paso en el proceso de expansión de la consciencia del cual estáis
formando parte. Tú ya sabías esto, ¿o no?
‐ Digamos que lo presentía.
‐ Esa es una forma de saber, es solo que todavía no has aprendido a
darle todo el valor que se merece a la voz que habla por Dios. Al
amigo que te habla siempre que diriges tu pensamiento hacia él. Pero
no nos desviemos, la razón de ser de este libro es el mostrarle a tus
hermanos que todos ellos pueden hablar conmigo.

‐ Que yo me haya dado cuenta, ya me has dado dos razones por las
cuales estamos escribiendo este libro. La primera era como respuesta
a mis gritos del otro día, la segunda me has dicho dos veces que es el
generar en mis hermanos la consciencia de que pueden hablar
contigo. ¿Cuál de las dos es la verdadera razón?
‐ Las dos son lo mismo. Tú no puedes ignorar que el hecho de que me
hablases de esa forma ese día abrió en ti una nueva manera de
comprender tu diálogo conmigo. Podríamos decir que te quitó el
miedo a enfrentarme, que no es más que el miedo a hablar conmigo.
Te siento el miedo que te dan mis palabras. Estás preocupadísimo
porque los que lean esto se sentirán tentados a gritarme. ¿Crees que
eso me preocupa? Lo que me importa es vuestra felicidad, que es al
mismo tiempo mi felicidad. Además yo estoy concentrado en la dicha
de la expansión de la consciencia. Si cuando me gritaste se rompió
algo dentro de ti que te permite hoy escucharme de la forma en que lo
estás haciendo, ¿crees entonces que me voy a preocupar, a enojar o a
enfurecer contigo o con tus hermanos cuando ellos también lo hagan?
Deja ya el miedo. Ellos también tienen derecho a hablar conmigo y
algunos de ellos necesitan lo mismo que tú necesitaste. ¿Por qué no
escribes simplemente y me dejas comunicar el mensaje que estoy
tratando de dar a través de ti?
‐ Porque me aterroriza la idea de ser un instrumento de la oscuridad.
Porque no quiero confundir a nadie. Preferiría morir que ser un
instrumento de la oscuridad para uno de mis hermanos. Eso estoy
seguro que lo sabes.
‐ Tienes miedo de equivocarte.
‐ Si tengo miedo de equivocarme.
‐ Quien puede equivocarse si estás teniendo un diálogo conmigo, ¿tú o
yo?

‐ Yo, porque podría por ejemplo no estar recibiendo esto de Dios sino
de lo que llaman el demonio.
‐ ¿Para qué?
‐ Para confundir a los que estaban en la senda correcta. Bueno, esto
sonó como eclesiástico y eso no me gusta mucho, pero digamos que
para confundir a los bien intencionados y llevarlos por una senda que
no conduce a la paz o al cielo o a la iluminación, el nirvana, el samadhi
o lo que quiera que sea que alcanzamos cuando llegamos a la meta
espiritual del hombre.
‐ Digamos que así fuera. Supongamos que yo soy el demonio. ¿Qué
sacaría con llevarte por el camino incorrecto? ¿No te has dado cuenta
todavía de que no hay caminos incorrectos? ¿Crees que dejaría perder
pedazos de mi propio ser en la oscuridad? Todos vosotros sois
importantes para mí. No hay uno solo que no me importe y cada uno
me importa en forma total. Una de las razones por las cuales ustedes
sienten que los actos Divinos son inspiración demoníaca es porque no
entienden el inmenso amor que les tengo y los esfuerzos incansables
que hago por llevarlos a la paz. Hijo, me estoy llevando a la paz a mí
mismo. ¿No lo entiendes?
‐ Dijiste: “¿Qué sacaría el demonio con confundir a los hombres?” y

yo pienso que sí sacaría provecho de ello. Aparentemente su misión
es alejarnos de nuestra meta y entonces al confundirnos él lograría su
propósito.
‐ No has entendido todavía que el proceso es dirigido completamente
por mi consciencia. Yo estoy en ti y en cada gota de vida que se
expresa en todo lo que Es. No hay forma de que un solo acto se
cometa por fuera de mi consciencia. No hay forma de que algo que yo
no desee suceda jamás. Yo soy el que Es. No hay nada más que yo
mismo en todo lo que Es. ¿Cómo puede haber algo que trabaje en

contra mía? Lo que llamas el demonio o la oscuridad está haciendo
exactamente lo que tiene que hacer para que el roce de la consciencia
con lo que no es produzca como resultado la creación de más
consciencia. Hay otras formas de producir consciencia por cierto. Pero
aquí en el mundo en el que te “encuentras” esa es la manera.
Entonces, la oscuridad está al servicio de la consciencia, es una
herramienta, no un enemigo. Eso no quiere decir que no tengas que
estar atento. Igual no puedes descuidarte con la podadora del prado
porque te corta los pies. Sin embargo, incluso aunque te los cortase,
tendrías que reconocer que la podadora en si no es mala, solo que te
descuidaste. Le asignaste una labor que no era la que le correspondía,
aunque solo haya sido por descuido. Tú le has asignado a la oscuridad
una labor que no es la que le corresponde. Ella solo está allí para
ayudarte a incrementar tu consciencia. ¿Cómo entonces podría ser
dañina? ¿No entiendes que no puedes perder? No puedes morir. No
puedes sufrir, no puedes perecer, no puedes hundirte en la
inconsciencia ni en el infierno. Nada de eso sucederá porque yo no me
voy a condenar a mi mismo al dolor. Tú y yo somos un solo ser. “Y Dios
creó al hijo de la misma naturaleza que el Padre” ¿Acaso nunca leíste
las escrituras?
‐ Yo puedo ser de la misma naturaleza que el Padre y sin embargo no
ser el Padre. Yo soy de la misma naturaleza que mi padre y mi madre
físicos y sin embargo no soy ni mi padre ni mi madre.
‐ Ahí es donde te equivocas. Tú si eres tu padre y si eres tu madre. La
separación es apenas aparente. Yo tengo un solo hijo y este hijo se
cree dividido en millones de seres. Tú y Jesús sois el mismo. El solo
tiene un estado de consciencia más avanzado que tú, pero dicho de
otra forma, él es tú mismo en un estado de consciencia más avanzado
o tú mismo a otro nivel de consciencia. Tú tuviste un encuentro con él
en el que él mismo te lo explicó. ¿Lo recuerdas?

‐ Vagamente. ¿Pero por qué me expones de esta manera en un libro
que van a leer otras personas? Sabes de sobra que no quiero hablar
de eso.
‐ ¡Te sorprendería saber cuánto te pareces a tus hermanos!
‐ ¿Qué tiene eso que ver con lo que te estoy preguntando?
‐ Que tus hermanos, los otros lectores de este diálogo también tienen
encuentros con los ángeles, con Jesús, con María, con su súper‐Yo y
conmigo, pero no se lo creen. Entonces necesitan ver que tú que eres
igual a ellos pudiste creer hasta el punto de animarte a escribir tu
diálogo conmigo. Así el diálogo que ellos están teniendo conmigo se
volverá consistente, creíble, posible y de repente muchos de los que
creían que no me escuchaban lo harán, de un día para otro, solo
porque tú me permitiste exponer lo que tú de alguna forma percibes
como tu pequeñez. De todas maneras perdóname por hacerlo, si no lo
deseas no lo hago más.
‐ Creo que sabes exactamente lo que siento. Una parte de mi no
desea quedar expuesta de esa manera tan… ridícula. Pero hay otra
parte que daría lo que fuera por ser útil aunque solo sea a uno solo de
mis hermanos. Creo que esa parte es más fuerte que la primera. Has
como se te dé la gana. Dicho de forma tradicional, que se haga tu
voluntad y no la mía.
‐ Jamás.
‐ ¿Jamás qué?
‐ No haría algo en contra de tu voluntad por nada del mundo y lo de
mundo es solo un decir porque sabes que lo único que me interesa del
mundo es lo que no es el mundo.
‐ ¿Porqué es tan importante mi voluntad si ni siquiera puedo ver con
claridad qué es mejor y que es peor?

‐ Primero aclaremos que tú si puedes ver con claridad, es solo que te
dejas asesorar por el maestro equivocado y entonces te confundes.
Segundo, tu voluntad es importante porque tú y yo somos el mismo y
lo mismo, no puedo contrariar tu voluntad porque te “entrenaría” si
eso fuese posible, para violentarte a ti mismo. No confundas las cosas,
tú, la criatura hecha de personalidad no eres tan importante, pero tú,
la Criatura Divina eres inviolable. Nunca has dejado de ser la Criatura
o Creación Divina, por eso respeto incluso tus decisiones de
personalidad.
‐ Esto se me está enredando cada vez más. Ahora estoy metido en un
lío tratando de entender qué quisiste decir con eso de que yo si
puedo ver con claridad y me parece percibir que te refieres al hecho
de que yo puedo preguntarte y tú puedes responderme qué es lo
correcto.
‐ No, no me refería a eso. Te dije que te dejas asesorar del maestro
equivocado y me refería a la mente cotidiana. La mente cotidiana está
siempre tratando de ganar algo del mundo y su concejo siempre está
apuntando en esa dirección. Por otro lado, tienes la mente supra‐
consciente que es tu propio ser superior. Esta está clara en cuál es tu
objetivo y siempre apunta en ese sentido. La una busca la confusión y
la otra busca la paz. Son opuestas. Si te equivocas y le pides concejo al
maestro equivocado entonces te metes en su estado de consciencia y
percibes el infierno. Si aciertas y le preguntas al maestro correcto,
entonces te metes en su estado de consciencia y percibes el cielo.
‐ ¿Puedes ser más claro en este punto?
‐ Toma todas tus decisiones a favor de la paz. Eso es todo. Ese es el

maestro correcto. La paz. Síguela y no te perderás jamás ni te
retrasarás en tu camino. Como recompensa adicional adquirirás cada
vez más consciencia de la paz y te meterás cada vez más en ella. Cada
vez serás más y más como ella, es decir, recordarás que tú eres la paz.

‐ A estas alturas ya ni me acuerdo de cuál era la pregunta número
tres.
‐ No te preocupes, ya la respondimos.
‐ Hablas en plural. Querrás decir que ya la respondiste.
‐ No. Dije lo que quería decir. Ya la respondimos. Tu papel en esto es
tan importante como el mío. Y que no se te olvide el papel de tus
hermanos. Es tan importante como el tuyo y como el mío. Somos un
solo ser. ¿Quieres pasar a la cuarta pregunta?
‐ Sí, creo que sí. Adelante.


‐ La cuarta pregunta era de lo más amable. Decías:
“¿Cómo es eso de que yo mismo estoy participando en el proceso de
expansión del éxtasis? Por si no te ha quedado claro voy a ser muy
exacto: Este “proceso” del que tú hablas me tiene hastiado, asqueado,
aburrido, deprimido, desesperado y no me lo aguanto. La única razón
por la cual continúo aquí es porque tengo dos hijos y no quiero
dejarlos solos mientras están aun pequeños. ¿Entonces cómo es eso
de que ahora mismo yo participo del proceso de expansión del
éxtasis? ¡Por favor!”
Sólo para que tus hermanos entiendan ¿me podrías contestar una
pregunta?
‐ Lo que sea.
‐ ¿Te quieres morir?
‐ Si. Desde luego que sí. Si, si, y SI. Yo sé que tú sabes que no me
siento especialmente contento con la existencia en el mundo físico,
que pienso que la vida del espíritu tiene que ser mejor que la vida en
la materia.
‐ Si. Yo lo sé. Pero tus hermanos no y resulta particularmente
interesante que alguien que puede hablar con Dios tenga una actitud
tan deprimente. Sin embargo esta es parte de la maravilla de Dios.
Que puede hablar a través de cualquiera de sus hijos como en el caso
del Curso de Milagros y el hecho maravilloso de que se le dictase a
una persona atea. Tu valor en este proceso está determinado por
varias variables, pero una de las más importantes es tu similitud con
los hermanos que van a leer tu mensaje. Este mensaje podría decirse
que está dirigido de forma muy especial a aquellos que al igual que tú
sienten que el mundo es deprimente y difícil y que sienten que de no
ser por esto o aquello se quitarían la vida.

‐ Ok. ¿Qué puedo decir?
‐ Volvamos entonces a tu pregunta número cuatro. El hecho de que
estás participando del éxtasis Divino es algo que ya te expliqué y no
volveré sobre eso ahora. Sin embargo el enfoque que tienes de tu vida
si es muy interesante y amerita todo un tratado. Ya te están doliendo
los brazos de escribir y sin embargo podría dictarte todo un libro con
respecto a la actitud con la cual estás enfocando tu paso por este
mundo.
‐ Comienza entonces. Lo de los brazos no tiene mucha importancia,
ya se me pasará.
‐ La depresión es causada por la falta de fe y de propósito. Si tienes
claro lo que estás haciendo entonces tienes un propósito y si tienes
clara tu naturaleza entonces tienes fe. La fe te da las herramientas
para comprender los diferentes pasos que tiene el camino y el
propósito te da valor para continuar siempre contento. El propósito en
sí mismo es una fuente de felicidad inagotable y en eso se ve la
inmensa similitud que tiene con la fe. Ambos producen lo mismo.
Felicidad. Una vida sin propósito está vacía. La vida en sí misma no
puede satisfacerte si no tienes un propósito para ella. Sin embargo
cuando le asignas un propósito, la vida que hace un segundo era
amarga y baldía de repente se convierte en un manantial de alegría y
felicidad. Lo mismo sucede con la fe, una vez que la tienes, o mejor
dicho, que comienzas a utilizarla, se vuelve una herramienta y una
fuente. Herramienta para asimilar y entender. Fuente de paz y
felicidad. La paz llega en gran parte como resultado de la fe. La fe
brota fácilmente de la convicción y la convicción se adquiere cuando
hay propósito. Entonces llegamos a un punto muy interesante, en el
que descubres que lo que tienes que hacer es asignarle un propósito a
tu vida y vivir por él y entonces de este propósito brotarán todos los
elementos necesarios para enriquecer las experiencias de cada día y
para llenar tu vida de satisfacción y alegría. El hastío puede

reemplazarse por el propósito. La amargura puede reemplazarse por
la fe.
‐ Tengo que reconocer que tienes razón. Me he dedicado a vivir la
vida que vive casi todo el mundo. Vivo para trabajar, trabajo para
comer y como para vivir. Allí comienza de nuevo el ciclo que le da
sentido a mi vida.
‐ Querrás decir, “que se lo quita”. Vivir así no es vivir en absoluto. Es
solo dejar que la vida se te escurra entre los dedos como la arena del
mar. Ahora imagina una vida a la cual le asignas un propósito noble y
difícil de alcanzar.
‐ ¿Como cuál?
‐ ¿Cuál te gustaría asignarle?
‐ La paz. Para mí y para todos aquellos que quieran beber de ella.
‐ Magnífico. Ahora piensa en las muchas formas en las cuales podrías
lograr ese propósito. ¿Qué se te ocurre?
‐ ¿Tengo que responder esto en frente de todo el mundo?
‐ No, si no lo deseas.
‐ Lo primero que se me ocurre es que podría ser más consciente de
mis pensamientos y de mis decisiones haciendo que apunten hacia la
paz. Creo que eso haría que cada minuto tuviese una razón de ser y
sospecho que eso haría que comenzase a vivir una vida plena.
‐ Efectivamente así es. ¿Qué más se te ocurre que podrías hacer?
‐ Podría buscar maneras de ganar el sustento que sean armónicas con
mi mensaje de paz. Se me ocurre por ejemplo que podría hacer
retiros espirituales cortos y seminarios y talleres espirituales. ¡Vaya, al

decir eso hubo todo un cambio en mi interior! ¿Me estás diciendo
algo?
‐ Si. Estoy diciéndote que hagas exactamente lo que sientes que tienes
que hacer para lograr el propósito que sientes que tiene tu vida, o
mejor dicho el que le asignes a tu vida. Yo no te voy a asignar un
propósito a ti ni a tu vida, es tu vida y solo tú tienes derecho a
asignarle un propósito.
‐ Creí que ya tú se lo habías asignado. Hace poco me dijiste que yo era
parte del proceso de expansión de la consciencia y no parezco tener
muchas opciones al respecto. No es que me moleste. De hecho me
encantó saber eso, pero no parece que yo pueda decidir al respecto.
Sin embargo ahora me dices que yo le asigno un propósito a mi vida.
‐ Si, pero las dos cosas no se contradicen, yo tengo un propósito para
tu vida que se cumple a pesar del propósito que tú le asignes, o a la
falta de él. Este no viola tu libre albedrío porque tú mismo decidiste
esto a un nivel de consciencia superior, además porque este objetivo
lo estoy cumpliendo en la medida en la que yo me estoy expresando a
través de ti, en esa medida yo no estoy forzando a nadie a hacer mi
voluntad, porque soy yo mismo quien está expresándose a través de ti
y por lo tanto no tiene nada de malo que le asigne un propósito a esa
expresión. Lo mismo te estoy sugiriendo a ti que hagas con tu vida. La
vida de la personalidad. Asígnale un propósito noble, el que tú quieras
y una vez que lo hagas, vive para ese propósito y solo para él.
Asegúrate eso sí de que sea un propósito lo suficientemente elevado
como para que llene tu vida con regalos. Por ejemplo, la paz es un
maravilloso propósito. Otro podría ser la expresión del amor. El amor
y la paz son los dos expresiones del Uno, de lo que Es. Son en realidad
intercambiables. ¿Sabes algo?
‐ ¿Qué cosa?

‐ Que si le asignas el propósito de la paz a tu vida, vas a hacer que
rápidamente la dicha fluya por todos tus poros, porque la paz se
alimenta a sí misma y hace que crezca cada vez más en ti la
consciencia de la paz y del amor. Y con respecto a lo que tienes en tu
pensamiento, me gustaría que me formularas la pregunta
directamente.
‐ Ok. ¿Qué hago con las personas que llegan a mi consulta totalmente
deprimidas? Es terrible para mí ver a alguien en ese estado y saber
que yo mismo tengo que hacer un terrible esfuerzo para no sucumbir
a la depresión.
‐ ¡Genial! ¡Has hecho una pregunta maravillosa! Primero que todo,

sácate a ti mismo de la depresión para que puedas ayudar a otros a
salir. Sácate a ti mismo asignándole un gran propósito a tu vida y
viviendo para ese propósito cada instante de tu vida. Segundo. Para
que tu propósito se cumpla de forma completa en tu vida, ese
propósito tiene que incluir a tus hermanos. Esa es la razón de ser del
mundo. La posibilidad de intercambiar consciencia con tus hermanos,
la posibilidad de crecer en consciencia gracias a ellos y ayudarles a
ellos a crecer a su vez. Entonces, ¿quieres salir de la depresión y
quieres sacarlos a ellos de la depresión? Te lo digo, es lo mismo. Para
sacarlos a ellos debes salir tú mismo de tu depresión, pero para salir
de tu depresión debes dedicarte a sacarlos a ellos. Es un círculo vicioso
que se alimenta a sí mismo. Cada que ayudes a un hermano a salir de
su problemática, tu vida tendrá más sentido y te será más amena y
agradable, lo que es lo mismo que decir que saldrás de tu propia
depresión. No puedes solucionar los problemas solo para ti. Eso no
existe en este mundo, aunque sus reglas promulgan exactamente lo
contrario. Sin embargo solucionas realmente, únicamente si incluyes a
tus hermanos en la solución.
La segunda parte de la pregunta está enfocada a tu consulta y en una
dimensión más amplia a la totalidad de lo que es tu vida. Regálales a

tus hermanos el mismo consejo que yo te estoy dando en este
momento. Ayúdales a tener un propósito en sus vidas y ellos se
sanarán de la depresión al igual que tú sanarás con ellos. Tu vida en
esta encarnación está relacionada con la sanación de tus hermanos,
porque además la sanación de tus hermanos es la única posibilidad de
sanación que tienes. No hay otro camino.
‐ A veces he escuchado que alguien espiritualmente reconocido dice
que debo concentrarme en solucionar mis propios problemas y en
hacer mi propio camino espiritual en lugar de pensar en que debo
enseñar a los demás, pero otras veces escucho que el camino del
despertar siempre pasa por un punto en el cual tenemos que
enseñarles a nuestros hermanos. ¿Cuál de las dos es la verdad?
‐ Las dos. Ellas no se excluyen la una a la otra sino que se
complementan. Cuando te concentras en hacer tu propio trabajo no
estás dejando de lado a tus hermanos, de hecho si estás realmente
concentrado en hacer tu trabajo entonces incluirás a tus hermanos en
él. Es decir, harás todo lo que hagas de tal forma que te ayude a
lograr tu objetivo último, por ejemplo la paz, pero descubrirás
rápidamente que no puedes lograr la paz para ti si no la buscas
también para tus hermanos, entonces es también verdad que todo
discípulo llega a un punto en el que se convierte en maestro. En
realidad nunca dejarás de ser maestro. Siempre estás enseñando algo.
Aquello en lo que crees lo reflejas en todo lo que haces y en la forma
en la cual lo haces. Eso lo están percibiendo tus hermanos y con ello
están aprendiendo algo. Que sea conveniente o no para ellos depende
de su propia perspectiva y del propósito que ellos mismos le hayan
asignado a sus vidas. Dicho sea de paso, la perspectiva la determina
en gran parte el propósito.
Concretando. El propósito le da sentido a tu vida y ese propósito lo
irradias en cada acto de tu vida. Es como la luz particular que

destellan tus acciones, ese es tu trabajo personal, pero es al mismo
tiempo la enseñanza que estás dando.
‐ Suena como a que no debo decir una palabra sino dedicarme a
enseñar con el ejemplo.
‐ No fue eso lo que quise decir. Es más bien que no has parado ni
pararás jamás de enseñar, de dar una lección de mostrar un punto de
vista, incluso aunque no digas una palabra al respecto. Tus hermanos
ven de ti mucho más de lo que tú crees y de lo que ellos creen y
además están aprendiendo de ti y tú de ellos mucho más de lo que
ustedes creen. Si llevas el propósito de la paz a cada una de tus
acciones entonces ellos estarán viendo eso en cada acto y en cada
pensamiento, pero también en cada palabra que digas. No se trata de
quedarse callado. La palabra es un don, un privilegio al igual que la
vida. ¿Por qué habría de quedarse sin uso? Debes sin embargo antes
de hablar formularte dos preguntas:
1. ¿Lo que voy a decir es verdad?
2. ¿Es necesario decirlo?


‐ Pasemos ahora a la quinta pregunta:
“¿Cómo así que yo elegí sufrir? Yo quiero vivir en paz, yo quiero vivir
en la abundancia, yo quiero vivir en el amor, yo quiero la dicha, pero
lo que me rodea es la escasez, la dificultad y la mediocridad. ¿De qué
me estás hablando? ¿Cómo así que elegí la tentación?”
La última parte vamos a agregársela a la sexta pregunta y así ambas
tendrán más sentido. ¿Te parece?
‐ Si claro.
‐ Tú eliges sufrir cada vez que le das cabida a un pensamiento de
sufrimiento. Eso es innegable. Cuéntame de tu sueño de hace dos
noches.
‐ En mi sueño yo recibí una llamada telefónica de parte de una
desconocida la cual me contó sin miramientos que mi padre había
muerto. Yo recuerdo que sentí una inmensa tristeza porque debido a
mí situación migratoria no he podido regresar a mi país desde hace
casi diez años y no quería que mi padre muriese sin que yo pudiese
verlo al menos una vez más. Pero inmediatamente me repuse y pensé
algo así como “¿Oye, qué estás haciendo, cómo te vas a entregar a la
pena cuando acaba de ocurrir algo tan bello y maravilloso? ¿Tú
querías que tu padre descansara en paz y ya lo ha hecho, qué más
quieres?” Así que me alegré. Sentí una inmensa alegría de saber que
mi padre ya no sufriría más privaciones y dificultades económicas,
pues su vida entera ha sido una lucha por el dinero. También me
alegré y mucho, porque yo sé que él ya está cansado y a pesar de ello
tiene que trabajar pues la ayuda que mis hermanas y yo podemos
darle no le alcanza para pagar todos sus gastos. En general yo diría
que ya sé lo que voy a sentir cuando mi padre muera, pues el sueño
fue tan real que me sorprendí cuando desperté y descubrí que era
solo un sueño.

‐ Más que un sueño era una preparación, pero ese no es ahora el valor
que quiero darle. Viviste una experiencia inmensamente dolorosa y en
cuanto cambiaste la perspectiva de ella te diste cuenta de que en
realidad era una experiencia hermosa y maravillosa. ¿Sabes cuántas
de las experiencias que vives a diario tienen exactamente el mismo
valor y contenido?
‐ Creo que no lo sé.
‐ ¡Todas! ¡Absolutamente todas! No hay una sola experiencia en tu
vida que no pueda ser tomada como una bendición o como una
tragedia. Todas tienen potencial para ser cualquiera de las dos cosas.
Eres tú quien decide ver el vaso medio lleno o medio vacío. Ahora
bien, tienes que darle un propósito a tu vida para que esta adquiera
una perspectiva lo suficientemente alta como para asignarle un valor
positivo a todo lo que te sucede. De por sí tú no tienes que asignarle
ese valor. El valor ya lo tienen todas las experiencias porque ellas
están logrando el objetivo de la expansión de la consciencia, pero tú
puedes notarlo o no dependiendo de tu perspectiva. Pero aquí no
termina este punto. Hay mucho más. Se trata del hecho de que no has
limpiado tu mente de pensamientos negativos lo suficiente como para
que manifieste la armonía y por eso ves escasez, dificultad y
mediocridad.
‐ ¿De qué hablas?
‐ Cuando te levantas. Muchas veces tu primer pensamiento del día es
algo como “otro día más en el infierno” y entonces comienzas a darle
vueltas a las dificultades económicas por las que estás cruzando. Este
patrón de pensamiento negativo se mantiene y se repite durante todo
el día y parte de la noche, por lo tanto no es de extrañar que eso sea
lo que materialices en tu vida.

‐ Tengo que admitir que esto ya lo sabía y he venido tratando de
romper con esos patrones, pero no ha resultado tan fácil como los
motivadores de la nueva era dicen que es. ¿Qué puedo hacer para
romper con esos patrones?
‐ No quisiera parecer cansón e insistente, pero de nuevo tengo que
repetirte lo mismo. Asígnale un propósito a tu vida y entonces será
muchísimo más fácil generar los pensamientos positivos que necesitas
y mantenerte en ellos, porque a medida que te establezcas en el
nuevo propósito, verás cada circunstancia como una nueva
oportunidad de conseguir tu propósito y no como una calamidad o
una desgracia. Por ejemplo, si alguien en tu hogar enfermase, verías
la enfermedad como una oportunidad de mantenerte en paz a pesar
de las circunstancias. ¿No se convierte entonces la enfermedad en una
circunstancia maravillosa que te brinda una oportunidad única de
poner a prueba tu aprendizaje de la paz?
‐ Casi lo haces ver como algo deseable.
‐ ¡Es deseable! Es simplemente maravilloso. Y el que tiene un jefe
gruñón, y la que tiene un esposo infiel y el que tiene una madre
intolerante, y la que tiene una enfermedad terminal y el que nació hijo
de una prostituta y todos los demás. Todos tienen una oportunidad
única y excepcional de aprender aquello que vinieron a aprender o
desarrollar o descubrir. Es lo mismo.
No se te olvide que para que algo tenga sentido hay que observarlo a
cierta distancia y darle su justo valor. No más, pero tampoco menos.
La vida en el cuerpo es ilusoria, es un sueño cuyo valor no es más que
la oportunidad de crecer en algunas áreas específicas de la
consciencia. Acrecentar la consciencia de la paz y el amor en ti, junto
con algunas otras variables. Si tienes eso claro entonces no te será tan
difícil asignarle a cada experiencia el valor justo. No más. No menos.

Volviendo ahora a tu pregunta. Me dices que tú quieres vivir en el
amor. ¿Si eso es lo que quieres entonces por qué no lo has intentado?
‐ ¿Disculpa?
‐ Tú sabes exactamente a qué me refiero. No te hagas el que no
comprendes. Me refiero al hecho de que no diriges todos tus esfuerzos
a la consecución de esa meta específica. No te mantienes atento a la
meta. Ni siquiera te has asignado esa meta o propósito. ¿Cómo vas a
conseguirla? Si quieres vivir en el amor entonces debes asignarle ese
propósito a cada instante de tu vida y a cada circunstancia, persona y
cosa que se cruce en tu camino. Debes mantener el pensamiento del
amor en tu mente todo el día, la mayor cantidad de tiempo posible y
debes ayudarte a establecerte en la nueva rutina, el nuevo hábito. El
hábito de pensar en el amor y ver desde la perspectiva del amor. Es
una visión, una manera de enfocar la vida. Me dices que quieres vivir
en el amor, pero eso solo es una frase bonita. Si en verdad quisieses
vivir en el amor lo estarías haciendo y no veo que te dediques
seriamente a ello. ¿O sí?
‐ Realmente no.
‐ La buena noticia es que si en verdad te dedicas a vivir en el amor y
para el amor, tu consciencia se acostumbrará, se establecerá un
hábito y con ello crecerá dentro de ti la consciencia del amor. Todo
este diálogo se trata de la consciencia porque eso es lo que eres y de
eso se trata todo el proceso. Cuando te hayas establecido
suficientemente en el amor, éste rebasará los pequeños límites que
crees tener, rebasará el contenedor en el cual crees estar encarcelado
y tu mente se expandirá de tal manera que recobrarás la consciencia
de lo que tú eres, recobrarás la consciencia de Divinidad que se había
perdido en el proceso de viajar a través de la oscuridad. Eso es la
iluminación, el nirvana, el samadhi. Está a tu alcance ahora mismo y

no es difícil, pero requiere de un trabajo consciente. Requiere atención
y dedicación. Eso es todo.


Agosto 8, 2009
‐ La sexta pregunta, si me lo permites la voy a expresar así: “¿Cómo
así que elegí la tentación? ¿Qué es la tentación entonces?”. ¿Te
parece bien?
‐ Desde luego que sí.
‐ La tentación es un tema que requiere que se hable de nuevo del
pecado, porque lo que ustedes están acostumbrados a percibir como
tentación es precisamente eso, el deseo o impulso de hacer algo
pecaminoso, y como pecado describen generalmente aquel acto que
ofende a Dios. Sin embargo, ¿cómo crees que podría ofenderse Dios?
Esto lo vamos a analizar con detalle:
Dios fue el diseñador de todo el proceso que estás viviendo y lo hizo en
su total consciencia, es decir, con conocimiento absoluto de todo lo
que iba a suceder, al menos de las posibilidades que el proceso en sí
mismo iba a generar, ¿cómo entonces se explica que pudiese enojarse
por algo que fue planeado por él mismo?
‐ ¿Quieres decir que el pecado fue parte del plan de Dios?
‐ Sí y no. Si porque él sabía que tú te ibas a deleitar en la oscuridad por
muchísimo tiempo y la ibas no solo a disfrutar sino también a sufrir.
Sabía también que en este diseño específico eso era necesario y de
hecho era el modelo que producía la expansión de la consciencia, por
lo tanto él si diseñó el pecado como un componente primordial del
proceso. Tienes que notar que lo que hace que tu consciencia se
expanda es precisamente el roce con el dolor, la injusticia, la
frustración y todas las formas de oscuridad que hay en este plano en
el que crees encontrarte. Ellas te muestran lo que eres a través del
espejo que te muestra lo que no eres. La consciencia se va
descubriendo y creando a sí misma en la medida en la que ve una
imagen de lo que no es en la oscuridad del mundo. Entonces la

oscuridad es un elemento primordial en este tipo de diseños de
expansión de la consciencia.
De otro lado Dios no planeó el pecado porque para Dios el pecado no
existe. No hay forma de ofender a Dios. No hay forma de condenarse
para siempre. De hecho no hay forma de condenarse en absoluto, solo
pareces condenarte y puede incluso parecer que te condenaste para
siempre, pero eso en realidad es una condición temporal, siempre
llega un momento en el que la consciencia comienza a reconocerse a
sí misma gracias al contraste que brinda la oscuridad y entonces el
alma mira hacia el otro lado, el lado de la luz, siempre para descubrir
que lo que parecieron grandes avances en las sombras, son en
realidad grandes reconocimientos en la luz. Te voy a dar un ejemplo:
‐ Cuando tú estás tratando de crear una nueva máquina. Algo que
realiza un proceso que aun nadie ha conseguido plasmar en una
máquina o dispositivo. Te pasas horas, días y meses, tal vez años
intentándolo, y durante el proceso fallas innumerables veces. Cada
nuevo fallo solo hace una cosa: Te enseña formas en las cuales no se
puede hacer la máquina. Parece un conocimiento inútil, pero no lo es
en absoluto. Todos los que logran construir algo que antes no existía
se dan cuenta de una u otra forma, que de no ser por todos los errores
que cometieron en el proceso, no hubiesen llegado nunca a la
solución. Dicho de otra forma, los errores expandieron la consciencia
poco a poco hasta alcanzar el estado en el que fue posible plasmar el
deseo en un dispositivo o máquina que hace lo que se quería
inicialmente. Lo mismo son los “errores” en el mundo. No son
realmente errores. Son solo el camino particular que escogiste para
llegar a la meta que tú también escogiste. Esto desde luego no quiere
decir que no haya caminos más cortos. Sin embargo en este modelo
no existen caminos sin “errores”, o para que hablemos de una forma
más precisa, no existen caminos sin el contraste con la oscuridad.
‐ ¿Quieres decir que no hay más remedio que sufrir?

‐ Exactamente, pero solo hasta que se alcanza el nivel de consciencia
que yo estoy tratando de darte a través de este diálogo.
‐ ¿O sea que cuando logre entender lo que estás enseñándome aquí
voy a parar de sufrir?
‐ Si. Así de simple.
‐ ¿Sin importar lo dura que sea la experiencia que me toque vivir?
‐ Exacto. Sin importar si eres el mecías de un planeta olvidado en un
rincón de una lejana galaxia.
‐ ¿Lejana? ¿Alejada de dónde?
‐ De la tierra. ¿No dicen ustedes que la tierra es el centro del universo,
el único lugar con consciencia?
‐ Bueno, no todos decimos eso.
‐ Lo sé. Pero es muy generalizada esa opinión. Este libro te va a hacer
ganar varios enemigos por haber dicho lo que dije hace pocas líneas.
‐ ¿Y a pesar de ello lo dices?
‐ Si, porque hace poco me dijiste que te importaba más el ayudar a tus
hermanos que tus intereses personales, entonces estoy siendo
coherente con tu deseo.
‐ ¿Tiene que ser de esa forma? ¿No podría ser amado por todos mis
hermanos?
‐ Todos tus hermanos te aman y tú los amas a todos, pero por ahora
ni ellos ni tú son conscientes de ello y por lo tanto si, si tiene que ser
así, pero eso es solo algo temporal y no tiene importancia. Recuerda
que lo importante es la expansión de consciencia que produce el

proceso. Eso es todo. Concéntrate en esa parte y te será más fácil
aceptar la crucifixión.
‐ ¿Voy a ser crucificado?
‐ Muchas veces aunque en formas no tan dramáticas como la de
vuestro mesías. A lo que me refiero es que muchas veces se hablará
de ti con odio por haber dicho lo que estamos diciendo en esta obra.
Eso les ha pasado a todos los que han tratado de levantar una punta
del velo de la ilusión. Se les considera herejes, demonios,
endemoniados, mal intencionados. Tú mismo hace unos pocos
capítulos me estabas tratando a mí de esa forma. ¿No lo recuerdas?
Me estabas diciendo que tenías miedo de estar ayudando a la
oscuridad con este diálogo. En otras palabras me estabas tildando de
demonio. Eso mismo te pasará a ti. Muchas veces. Incluso habrá
quienes traten de hacerte daño. Eso también te ha sucedido en el
pasado cuando has tratado de llevar consciencia. Ya conoces el
proceso. Tú les das la mano y ellos la muerden, pero eso no tiene
importancia mientras tú entiendas el verdadero significado del
mordisco.
‐ ¿Y cuál es el verdadero significado?
‐ Es una petición de ayuda. Todos los ataques son peticiones de ayuda.
El que ataca no sabe pedir ayuda de otra forma y entonces lo hace en
la única manera que conoce. ¿Recuerdas la escena de la mujer en el
supermercado?
‐ Si la recuerdo. No parece tener mucha importancia ¿o sí?
‐ Cuéntanosla de todas maneras.
‐ Está bien. Una vez entré a un supermercado buscando algo de
comer para mi esposa, para mi hijo menor y para mí. Acabábamos de
llegar de un pequeño viaje y estábamos hambrientos. Yo me dirigí a la

zona de comidas y me encontré con una gran vitrina llena de comidas
de diferentes tipos las cuales no se veían apetitosas, pero yo no tenía
tiempo para seguir buscando así que decidí comprar algo allí. Al fondo
del área de comidas, detrás de la gran vitrina había una mujer de
edad con un aspecto de pocos amigos que no me agradó en absoluto.
No había nadie más que me pudiese atender. Ella estaba concentrada
en empacar alimentos en unas bandejas de plástico. Cuando llegué
allí la mujer me miró y siguió haciendo su trabajo. Yo recorrí la vitrina
en parte decidiendo qué quería comprar y en parte dándole tiempo a
ella para que se fijase en mí y me atendiese. La mujer tardó una
eternidad. Parecía disfrutar haciéndome esperar. Yo sentí que lo
hacía a propósito. Tomé entonces la decisión de conquistarla, en el
sentido de hacer que sintiese algo de ternura, de amor, de alegría,
cualquier cosa que la hiciese salir de su amargura. Fue entonces que
decidí enviarle una gran ola de amor Divino. Esto aparentemente hizo
que ella se fijara en mí nuevamente y entonces me preguntó con un
tono altanero que más parecía un desafío que un ofrecimiento: ¿Qué
quiere? Yo le sonreí y dije: “Quiero comprar algo de comer, ¿me
puedes ayudar?”. La mujer no contestó. Se concentró de nuevo en su
labor de empacar comidas como si yo no existiese, como si nunca le
hubiese dirigido la palabra, es más como si ella misma no me hubiese
preguntado qué quería. Yo volví a enviarle una gran ola de amor
porque en el fondo sentí pena por ella. Me pareció que era
inmensamente infeliz y que tal vez no sabía otra manera de actuar o
quizá tenía tantos problemas que yo era simplemente una
interrupción en su vida y en su corriente de pensamientos de dolor. Al
fin la mujer se acercó a la vitrina y me preguntó, de nuevo con una
actitud desafiante: ¿Entonces, qué va a llevar? Yo le indiqué con
mucho cariño cada uno de los alimentos que quería que ella pusiese
en una de sus bandejas plásticas. Ella no dijo una palabra, se limitó a
colocar uno por uno los componentes de la desagradable cena en la
no menos desagradable bandeja. En mi diálogo, o mejor dicho, en mi

monólogo con ella yo incluí palabras tiernas como “linda”, “muñeca”
y cosas así. Ella no parecía estar interesada en mi ternura y seguía
colocando las porciones de comida en su bandeja. Cuando le dije que
ya estaba bien, ella no dijo nada, se dirigió a una báscula que tenía allí
y le puso un plástico transparente a la bandeja, la pesó, le puso el
precio y se me acercó. Al entregarme la comida me miró con alegría
en el rostro y con una inmensa ternura me dijo “Que lo disfrutes MI
AMOR”. Lo dijo con tanta fuerza y con tanta ternura que yo salí de allí
con lágrimas en los ojos a contarle a mi esposa el milagro de amor
que me acababa de ocurrir. Es una experiencia que definitivamente
me tocó el corazón y la archivo en mi memoria como uno de los
momentos hermosos, uno de los tesoros que me ha dejado como
regalo mi paso por este mundo. ¿Pero qué tiene que ver esto con el
tema que estábamos tratando?
‐ Mucho. Verás: La mujer estaba pidiendo ayuda y tú la entendiste. Le
diste lo que ella necesitaba. Ahora te voy a contar la otra parte de la
historia. Una parte que hasta ahora no conocías. Cuando esta mujer
te entregó la comida y te habló con ternura, se sorprendió a si misma
al hacerlo. Tú le sonreíste con amor, tal vez no lo recuerdes, pero así
fue. Ella se quedó sumida en la meditación. Por su mente pasó toda la
escena. La revisó muchas veces y no podía entender cómo tú pudiste
devolverle amor a cambio de su actitud agria y hostil. Cuando llegó a
su casa no hacía más que pensar en la escena y en la forma en la que
tú conquistaste su actitud, en la alquimia que habías producido en su
corazón. No es que se hubiese enamorado de ti o algo por el estilo. Es
que entendió tus intenciones, captó tu manejo energético con tanta
precisión como tú captaste el suyo. Ella vio, si se le puede llamar así,
como tu amor la transformó en un instante. Y te voy a decir algo que
te cambiará la vida para siempre. Hoy esa mujer es un manojo de
ternura y tú fuiste la chispa que desencadenó esa llama de amor. Ella
te recuerda como su salvador y algún día se van a encontrar y van a

llorar de alegría por el milagro que hicieron juntos, el milagro del
amor.
‐ ¿Sabes por qué te estoy contando la segunda parte de la historia?
‐ Creo que sí.
‐ ¿A ver, dímelo?
‐ Porque sabes que esa parte de la historia cambia mi perspectiva
frente a los actos aparentemente insignificantes de los
aparentemente insignificantes días de mi vida.
‐ Exacto. ¿Ves como si puedes decir algo maravilloso en frente mío?
‐ Gracias. ¡Eres un encanto!
‐ Y tú también hijo mío.
Te voy a decir algo más. Esta parte puede que no te agrade tanto. Has
cambiado la vida de miles de personas. La mayoría de las veces no ha
sido para bien. Tú enseñas con cada acto que realizas, incluso cuando
lo haces en la aparente soledad de tu habitación. Todo es visto por
otros, sea en un nivel físico o en un plano menos denso. Siempre estás
acompañado, siempre estás aprendiendo de alguien y siempre estás
enseñando. Tus pensamientos viajan por todo el universo y cambian a
otros. Eres un solo ser hijo mío, todo lo que haces repercute en la gran
totalidad que tú eres. ¿No crees que valdría la pena tomar un poco de
responsabilidad sobre tus actos y sobre tus pensamientos?
‐ Tenías razón. Esa parte no me agradó.
‐ Solo porque la estás mirando por el lado incorrecto.
‐ ¿Y cuál es el lado correcto?

‐ Tu vida tiene sentido. Tu vida repercute en todo el cosmos. No eres
una mota de polvo insignificante, eres una vida con participación
universal que repercute en toda la creación. ¿Te imaginas el poder
que tienes en tus manos?
‐ No lo había visto así.
‐ ¿Tienes idea de cuántas veces te he dicho esto mismo?
‐ Espera un momento. ¡Eso no me lo habías dicho! Para mi es
información completamente nueva.
‐ Nada de lo que te estoy diciendo en este diálogo es información
nueva. No para ti. Tampoco para tus hermanos. Todo lo que se podía
decir ya lo he dicho. Vosotros no estáis solos y desamparados en un
mundo desierto y solitario de Dios. He hablado muchas veces a todos
ustedes, les he enviado muchos mensajeros, les he puesto la
información frente a sus propios ojos infinidad de veces y no habéis
escuchado. Pero eso está en armonía con el plan Divino. Hay también
un momento en el cual llega el despertar de la consciencia planetaria
y todos vosotros comenzáis a daros cuenta de todo esto, que por
ahora tengo que dictar en libros para que pueda ser leído y
comprendido.
‐ ¿Cómo es eso de que ya me has dicho esto muchas veces? No creo
recordarlo.
‐ Veamos un ejemplo de entre las muchas formas de diálogo que
hemos tenido a través de los milenios: La tierra. La has contaminado
y le has quitado su vegetación, has desorganizado el hábitat de los
animales y de las plantas. Ahora la tierra está desorganizada, el clima
se está volviendo menos agradable, los desastres naturales están por
todas partes, las aguas se están contaminando, la lluvia ahora es
ácida cuando una vez fue limpia y limpiadora. Ahora está asesinando
los peces en los ríos y los cultivos en los campos. ¿No ves cómo tus

acciones han repercutido en un área más grande que tu pequeño
hogar? ¿No te das cuenta de cómo con ello yo te estoy hablando y te
estoy mostrando lo que tienes que corregir? Siempre he estado
hablándoos a todos vosotros en muchas formas. Yo sé que a medida
que te digo esto estás comenzando a comprender otras formas y hay
muchas más. No todo lo vamos a poner aquí por escrito.
‐ Ya veo.
‐ En hora buena. ¿Te parece si volvemos al tema de la tentación?
‐ Desde luego
‐ Existe un solo tipo de tentación y es la de dudar de tu unidad con tu
Creador. Es decir, la tentación de sumirte en el miedo. O lo que es lo
mismo, la tentación de olvidar que eres espíritu y que tu realidad es
espiritual. Cuando te olvidas de que eres un espíritu eterno que lo
tiene todo por derecho de creación, entonces comienzas a pensar que
eres una personalidad y eso es desastroso porque en lugar de la dicha
comienzas a verte rodeado por el desastre, la necesidad, la escasez, el
crimen, la mentira, etc.
Voy a ponerlo en otras palabras: Tentación significa que algo te está
empujando hacia un área de la creación en la cual no existe Dios. Más
o menos esa es la definición que vosotros tenéis del pecado. Ahora
bien, ¿dónde no existe Dios?
‐ Que yo sepa existes en todas partes.
‐ Correcto, o sea que no hay peligro de sucumbir a la tentación, sin
embargo tú sufres la tentación. Esto se explica si se entiende que tú
crees ser un cuerpo, el cual no es más que un sueño, un objeto
imaginario de un plano igualmente imaginario en el cual el hijo de
Dios está solo, condenado a la necesidad y despojado de su poder.

Si entiendes que cuando te consideras espíritu, cuando reconoces tu
naturaleza espiritual, te encuentras por fuera del sueño que es este
mundo, entonces te será más fácil entender que cuando quieres
concentrarte en el mundo estás sufriendo la tentación.
Existen solo dos opciones, el miedo y el amor. La una apunta hacia el
sueño del mundo y produce cosas del mundo, baratijas. La otra
apunta hacia el espíritu y crea, tiene poder y te mantiene
invulnerable.
Cuando por algún motivo te sientes tentado a pensar que eres débil,
indefenso, escaso, mentiroso, malvado, criminal, feo, pequeño, etc.,
ahí estás siendo tentado, y si te entregas a esos sentimientos‐
pensamientos entonces caíste en la tentación y necesitas redención.
Para eso son mis maestros los cuales envío al mundo con un solo
propósito: mostrarle a mis hijos que son mis hijos y que por lo tanto
no tiene sentido que se sientan personas, pues son realmente Dioses,
hijos de Dios y Creadores como su Padre. Ellos pueden dedicarse al
despertar de su consciencia y disfrutar el proceso como lo hago yo o
pueden entregarse a la tentación y continuar sufriendo. Pero no
eternamente.
El otro tema que necesitamos analizar más profundamente es el del
pecado. Ustedes piensan que hay algo que puede dañar o cambiar o
modificar la actitud de Dios. Pero ¿qué podría tener tanto poder?
¿Piensas seriamente que hay algo que alguien pueda hacer que
repercuta en mí de tal manera que llegase a enojarme y que como
consecuencia me tiente a condenarlo al infierno eternamente?
‐ La verdad es que yo hace tiempo que no creo en eso.
‐ Yo se que tú no has creído eso, pero la humanidad si lo cree y por eso
tenemos que analizarlo. La idea de que yo pueda perder la paz tiene
su origen en la facilidad con la cual el hombre pierde la suya. Piensa

entonces que su Dios o Creador no puede ser diferente y le asigna los
mismos defectos que él cree tener y que por el momento está
expresando, que son ira, decepción, venganza, celos, etc. Sin embargo
esto no tiene sentido y no resiste un pequeño análisis. Pero ahí hay
otro detalle que necesitamos considerar, el análisis. Muchas de
vuestras teologías os dicen que hay verdades que tenéis que aceptar
como dogmas de fe y han aprovechado semejante recurso pedagógico
para obligaros a no pensar y analizar. La verdad es que si existen
algunos conceptos que no tenéis forma de manejar con el tipo de
mente que tiene un ser humano normal de la tierra hoy en día, pero
también es verdad que son muy pocos y en la mayoría de los casos ni
siquiera son importantes, de la misma manera en que la
trigonometría y el cálculo diferencial no son importantes para el niño
de kínder, así para vosotros no es importante entender si Dios fue
creado o se creó a sí mismo o si siempre existió y entonces qué había
antes y cosas por el estilo. Cuando superéis el presente nivel evolutivo
esas preguntas quedarán satisfechas por la observación, pues allí
tendréis la posibilidad de revisarlo vosotros mismos. Por ahora lo que
importa es que Dios os hizo iguales a Sí mismo y que estáis
evolucionando para expresar esa igualdad.
Volviendo al tema de la tentación, lo más difícil del camino espiritual
no es ni siquiera comprender a Dios o el camino, es permanecer con la
actitud firme en el sendero espiritual. Aquí voy a trazar un sendero
fácil de seguir y por supuesto no el único, pero uno fácil. Una vez que
lo comprendas, lo que requerirá valor es el seguirlo. Y se requiere
valor porque a veces eres víctima de la tentación, pero ¿qué es
entonces la tentación?
Es la fuerza que adquiere dentro de tu consciencia el predominio de la
oscuridad. Esto sucede porque tú mismo le permites entrar. Si no lo
permitieses entonces no tendría ningún poder. Este punto lo he

tocado porque es muy importante aprender a mantenerse estable en
el sendero espiritual una vez que te has decidido por él.
Siempre que te sientas tentado a dudar recuerda que tú eres Dios.
Que diseñaste este proceso desde un nivel altísimo que por ahora no
está a tu alcance pero que pronto lo estará. Que no estás solo y que
yo estoy siempre contigo, porque no me voy a abandonar a mí mismo
en medio del caos. Que el caos no existe en absoluto porque yo soy
Dios y solo yo existo y por ello tú y yo somos Uno. Que no hay peligro
de que yo pierda el control del proceso porque yo soy el proceso. Que
no puedes perderte porque yo no me puedo perder de mí mismo. Y
que no puedes fallar porque desde el mismo momento de la creación,
el fin ya estaba diseñado y yo lo sostengo fijo en mi mente en virtud
de mi amor por ti.
Te amo.


‐ La séptima pregunta es la más importante de todas: ¿Cómo puedo
hacer para elegir de otra manera? Hay una sola respuesta para un
montón de preguntas similares y hay un montón de respuestas que en
realidad significan exactamente lo mismo: Elige a favor de tu paz. Eso
es todo.
‐ ¿Podrías ser más específico?
‐ Cada día tienes la posibilidad de tomar muchas decisiones. Cada
decisión que tomas refleja tus creencias con respecto a ti mismo y a
los demás. Si por ejemplo crees que eres un cuerpo en un mundo
“real” en el cual tienes que acumular riquezas para vivir más
cómodamente y para tener recursos para la vejez, en la cual te
atacarán toda clase de enfermedades, entonces tomarás todas tus
decisiones tratando de acumular más riquezas materiales y de tener
una posición preponderante en el mundo al cual consideras tu dios. Si
por el contrario te consideras un espíritu en evolución para el cual
cada circunstancia es una oportunidad para crear consciencia,
entonces tomarás todas tus decisiones a favor de tu paz, sin importar
si para ello debas renunciar a las riquezas del mundo y a las
comodidades materiales.
Voy a darte ejemplos más concretos.
Supongamos que tu hijo saca malas notas en la escuela y llega a casa
con un reporte malísimo. Si estás centrado en el mundo te invadirá el
temor y pensarás que tu hijo no va a ser exitoso y que eso significa
que va a sufrir mucho más en el futuro, esto desembocará en que
castigarás a tu hijo por su mediocridad y él se resentirá contigo por tu
falta de comprensión. Si por el contrario consideras que tu hijo es un
espíritu en evolución igual que tú, afrontarás la circunstancia como
una oportunidad de crear consciencia en él y en ti. Analizarás cuáles
son las causas probables de su desinterés y te acercarás con amor a tu

hijo para ver cuáles son sus problemas y de qué manera le puedes
ayudar a ser más exitoso en la escuela.
Tomemos otro caso. Supongamos que te echan de tu trabajo porque
según tu jefe eres un mediocre y necesitan a alguien más activo y
capacitado y que de paso cobre la mitad de lo que tú cobras. Si te
sientes un cuerpo entonces esto es una calamidad, una desgracia y ni
hablar de lo que pensarás de tu jefe. Es una desgracia porque el
suministro de comodidades para tu cuerpo se va a ver disminuido por
un tiempo. De otro lado, si te consideras un espíritu en evolución,
verás esto como una oportunidad de moverte en una nueva dirección.
Desde luego que serás consciente de la reducción de suministros, pero
eso no te importará porque estarás centrado en el crecimiento de la
consciencia.
Hasta ahí te he respondido a tu pregunta estrictamente hablando,

pero ahora vamos a entrar en una dimensión más profunda de la
misma pregunta, en una dimensión más amplia. ¿Cómo puedo elegir
de otra manera? también significa: ¿Cómo puedo alcanzar la meta
que me propuse? ¿Cómo puedo llegar a la iluminación? ¿Cuál es el
camino más corto para llegar a la meta del ser humano? Ahora vamos
a concentrarnos en este tema pues esa es realmente la razón de ser
de este libro.
Primero que todo es importante comprender que no existe un solo
camino “para llegar a Dios” como ustedes le llaman. Hay tantos
caminos como seres, cada ser es un camino, cada ser está viviendo su
propio camino. Esto sin embargo no significa que no haya caminos
más cortos y rápidos. Desde luego que si los hay y de eso es que
vamos a hablar.
El primer camino es la iluminación instantánea. Si entiendes que eres
hijo de Dios y que tu naturaleza sigue siendo pura y perfecta tal como
Dios la creó, entonces puedes por un esfuerzo de tu voluntad y de tu

consciencia concentrarte de tal forma en este pensamiento que
llegarías a salirte del sueño o maya en un instante. Esto desde luego
no está al alcance de todas las mentalidades y lo nombro solo porque
es una posibilidad.
El segundo camino consiste en preparar a la mente para el primer
camino. Este es más largo pero sigue siendo un camino reducido en
comparación con el que viven la mayoría de los humanos, incluso en
comparación con el planteado por la mayoría de las religiones. En este
camino se reconoce que el ser está en evolución constante y se hace
un esfuerzo por incrementar las posibilidades de crecer en
consciencia. Igualmente se mantiene la presión constante sobre el
trabajo de la expansión de la consciencia porque se busca llegar a un
punto crítico en el cual la iluminación instantánea sea aceptable como
una posibilidad y por lo mismo se convierta en posible.
El segundo camino se puede delinear de la siguiente manera:
1. Se determina cuál va a ser el propósito de la encarnación actual.
Este propósito tiene que ser el amor o uno de sus atributos. El amor es
un holograma por lo cual cuando te concentras en alguno de sus
atributos en realidad estás invitando dentro de ti a la totalidad del
amor. Los atributos del amor son muchos. Los principales son: Alegría,
sabiduría, paz, caridad, comprensión, tolerancia, paciencia, fe,
templanza, voluntad, perdón, respeto, justicia, iluminación,
consciencia.
2. Una vez que determinas cual va a ser tu propósito en la vida,
deberías establecer una rutina de crecimiento, por ejemplo, cada hora
concentrarte por un período corto en el atributo escogido. Si tienes la
posibilidad de hacerlo, entonces cierras los ojos y meditas en el
atributo. Si no tienes la posibilidad, simplemente recuerdas que tu
vida la has consagrado a la conquista de ese atributo en particular. Es
importante que comiences el día y lo termines con una meditación

profunda en el atributo que estás trabajando. Esto establecerá de tal
modo el atributo Divino en tu consciencia que se convertirá en tu
manera de reaccionar, en tu forma de pensar, en tu ser. Así el miedo
desaparecerá para dar paso a la iluminación, porque el amor entrará
completo aunque tú te concentres solo en una de sus partes.
3. Haces consciencia en cada acto del día de que eres ese atributo, por
ejemplo la paz. Realizas cada acto desde la perspectiva del atributo
que quieres desarrollar, entonces si estás trabajando con la paz,
actuarás para la consecución de la paz tuya, la de tus hermanos, la de
todos los seres, la del planeta, la de absolutamente todo lo que existe.
No dejarás pasar una sola oportunidad de trabajar por la paz y con
ello la paz se establecerá de tal manera dentro de ti que cada día será
más fácil y agradable trabajar por un nuevo día de crecimiento en la
paz. Esta forma de vivir tu día te enseñará dimensiones insospechadas
del atributo que deseas conquistar y con ello te acercará al momento
maravilloso del despertar.
4. Cada día harás al menos un intento consciente por despertar. Cada
día considerarás que ya estás preparado para el primer camino y
tratarás de despertar. Esto es lo que se llama “intento”. Un día, de
tanto intentarlo lo lograras.


Octubre 11, 2009
‐ Amado Maestro, hoy quiero que interrumpamos por un momento

nuestro análisis acerca de mis preguntas y quisiera concentrarme en
una serie de eventos importantes que ocurrieron hoy:
Estaba leyendo Un Curso de Milagros y encontré una frase que decía:
“Es inevitable alcanzar a Dios, tú no puedes eludirlo, así como él no te
puede eludir a ti”. Esto generó en mí la siguiente visión:
Flotando en el vacío, en una oscuridad enorme se encontraba algo
como una gigantesca masa aforme de energía pura y yo supe que era
la vida. Arriba se encontraba Dios en calma esperando por esa parte
de él mismo que se encontraba suspendida en la oscuridad, “perdida
en el abismo”. La energía, a la que llamo “vida”, de forma natural se
alargaba y trataba de viajar de regreso hacia Dios que se encontraba
arriba, o al menos así se veía desde mi punto de vista. Pequeños
girones de energía se alargaban hacia el Padre queriendo alcanzarlo y
algunos lo lograban. Esto le daba a la masa de energía la forma de
una cabellera con el cabello todo hecho de luz apuntando hacia esa
fuente de luz mucho mayor que era el Padre. Las sombras estaban
encima de la luz tratando de impedirle su retorno a la fuente pero no
eran capaces de hacer nada por detener el avance inevitable de la luz,
la cual además era absolutamente mucho más fuerte que las
sombras, de hecho se revelaba que las sombras no eran nada frente
al poder imparable de la luz que quería retornar.
Como parte de la visión entendí que las sombras eran lo que el Curso
de Milagros llama el ego y que la gran masa de luz era el Hijo de Dios
o mejor dicho una parte de Dios mismo. También entendí que el
regreso de toda la masa de luz a su fuente era inevitable porque las
sombras no tenían realmente poder sobre ella, entonces fue que me
pregunté ¿Cómo fue posible que el ego alguna vez tuviese poder
suficiente para separar al Hijo de Dios de su Padre y que su poder le

alcanzase para meter al Hijo de Dios en las sombras y mantenerlo allí
por tanto tiempo?
La respuesta fue otra visión. En esta me encontraba flotando en el
vacío frente a Dios y presencié cómo en un instante que no duró ni
siquiera un segundo, una parte de él se precipitó por decisión propia
en la oscuridad. Ignoro sus motivos pero vi cómo en ese instante se
alejó en lo que parecía ser una distancia gigantesca de la fuente y allí
en el medio de la nada apareció la masa de vida que antes observaba
en la visión anterior. Como parte de la visión comprendí que el ego no
fue quien apartó al Hijo del Padre, sino que el Hijo mismo en un
instante tomó la decisión y se zambulló en la oscuridad. En el instante
mismo de la zambullida fabricó el ego y le dio la orden de mantenerle
separado y en ese mismo instante se generó todo el universo material
como lo plantean los científicos en su famosa teoría del Big Bang. A
partir de allí la fuerza natural de la vida ha sido siempre la misma:
regresar a su Fuente, y no hay nada que pueda impedírselo. Solo
puede parecer que se demora en el tiempo, el cual de por sí no
existe.
En ese punto se me ocurrió pensar que tal vez debería volver a
experimentar con los viajes astrales y tuve un pensamiento, que tal
vez uno podría entrar al sueño en consciencia y al salir del sueño
regresar a una “realidad” alternativa en la cual las condiciones sean
diferentes. El pensamiento me asustó porque eso significaría
abandonar a los que amo y sin tener la certeza de ser capaz de
retornar nuevamente a esta dimensión o mejor dicho, a esta parte
del sueño que llamamos “realidad”.
Yo llevaba un buen rato esperando por mi esposa para que
escuchásemos juntos un CD sobre el Dios del mañana, pero ella
estaba entretenida en la cocina y no parecía tener intenciones de
regresar.

Aparentemente en ese punto tuve otra visión con un contenido muy
importante y de la cual hablaré un poco más adelante. Sin pensarlo
más me paré para ir a mi habitación y ver una película cualquiera,
como si lo que acabase de ver no tuviese ninguna importancia o como
si ya no importase el plan que tenía con mi esposa de escuchar el CD.
Yo diría que lo hice completamente consciente de lo que hacía
porque incluso recuerdo que pensé “Ligia (mi esposa) va a sentir que
me enojé con ella y después voy a tener que explicarle que no fue
así”. Sea como sea me fui a ver una película y me encontré con
Stargate Continium y la puse. La vi completa sin analizar demasiado y
cuando la película terminó fui al baño y estando allí me di cuenta de
que la película era acerca de viajar en el tiempo hacia realidades
alternativas en las que se encontraban con los que supuestamente
eran sus amigos, algunos de los cuales ni siquiera los conocían. Uno
de los protagonistas llegó incluso a contactar telefónicamente a su
otro yo y hablar con él por unos segundos.
Fue en ese momento que recordé mi visión y me di cuenta de que
inmediatamente después de haberla tenido la había olvidado, o
mejor dicho, me había desconectado de ella para ir a ver una película
cualquiera de ciencia ficción y ahora entraba en contacto de nuevo
con el recuerdo de la visión. Había sin embargo un problema.
Recordaba haber tenido una visión relacionada con la película pero
no recordaba cual había sido la visión. También recordaba que
mientras estaba teniendo la visión había estado en la sala, con la
cabeza entre mis manos, sobándome la cabeza y tratando de
entender lo que veía. Así que decidí ir a la sala y repetir el acto de
poner mi cabeza entre mis manos y sobármela en un intento por
recordar la visión. Y funcionó. La recordé completamente, o al menos
eso creo.

Estaba con la cabeza entre mis manos recordando cuando Ligia me
vio y me preguntó qué me pasaba y le expliqué todo y comenzamos a
analizarlo juntos.
La parte que realmente me intrigaba no eran las visiones sino el
hecho de que me desconecté de ellas de esa forma tan extraña, como
si no fuese yo mismo y cómo conectar con ellas de nuevo había
requerido un gran esfuerzo de mi parte, como si estuviese
recordando lo que vivió otra persona o algo así. Llegué incluso a
pensar que tal vez sí viajamos entre dimensiones alternativas pero
que no somos conscientes de ello, o mejor dicho, que nuestro ser es
muchísimo más grande de lo que creemos y se expresa en muchos
“mundos paralelos”, algunos de ellos muy similares a este y otros no
tanto, pero el problema es que al viajar entre dimensiones algo
sucede con el “yo” que había hace un instante y es reemplazado por
otro “yo” que ya no recuerda lo que su nivel vibratorio no puede
alcanzar. Esto explicaría por qué a veces mi esposa y yo recordamos el
mismo evento de forma ligeramente diferente o del todo
completamente diferente. Es decir, tal vez el “yo” mío que está
presente en ese momento no vivió el evento en el mismo “mundo
paralelo” en el que lo vivió el “yo” de mi esposa que está presente en
esta “realidad” en el momento de discutirlo.
Estábamos en esa discusión cuando recordé de un solo golpe la otra
visión que tuve. El recuerdo me llegó como un flash y la vi completa,
casi podría decir que la experimenté de nuevo y entonces le dije a mi
esposa “acabo de recordar otra visión muy importante que tuve y no
entiendo cómo fue posible que hace un instante no la recordaba”. En
cuanto terminé de hablar el recuerdo desapareció por completo y
aun en este momento no lo he podido contactar de nuevo a pesar de
que lo he intentado con todas mis fuerzas. No sé de qué se trataba la
visión y lo único que tengo de ella es la sensación de que está
relacionada con el mismo tema de la anterior y con la película y el

pensamiento de que estoy viajando entre diferentes dimensiones.
Hay otra cosa interesante con respecto a esta segunda visión y es que
sé con certeza que voy a recordarla. Pero la pregunta es, ¿Seré yo
mismo cuando la recuerde?
‐ Lo más importante de lo que estás hablando aquí se te ha perdido de
vista: no es el sueño, no es el ego, no son las dimensiones, es el poder
de tu mente. Puedes saltar al abismo de la inexistencia lo cual parecía
imposible incluso para mí y sin embargo lo hiciste. Ahora piensas que
no eres capaz de salir de allí y hasta crees que te encuentras
atrapado. La verdad es que no lo estás en absoluto. Hace unos días le
decías a una de tus clientas que la clave para despertar es tomar la
decisión e hiciste grandes esfuerzos para demostrarle que si ella tan
solo decidía estar atenta entonces lo estaría como resultado del
inmenso poder de su decisión. De nuevo en ese instante no estuviste
completamente consciente de lo que decías porque el diálogo no era
solo para ella sino también para ti.
Si decides algo y lo decides con todoa el alma, entonces no hay poder
que pueda anteponerse a ti. Ni siquiera yo mismo. Saltaste al abismo
y te enterraste a ti mismo en la ilusión y no hubo nada que yo pudiese
hacer para evitarlo. Esto suena desesperanzador, pero es todo lo
contrario. Significa que si estás dispuesto a tomar la decisión y lo
haces, entonces no habrá fuerza en el universo que pueda pararte.
Despertar, tal como se lo decías a tu clienta, es simplemente el
resultado de una decisión. Tú mismo has observado como algunas
personas con una herramienta de despertar tan potente como el
Curso de Milagros no han avanzado mucho con el paso de los años (de
hecho hubo un tiempo en el que te sucedió a ti mismo) mientras que
otras hacen avances impresionantes en un año con una herramienta
llena de malas interpretaciones y de miedo como lo son las religiones
tradicionales. Hace poco se lo dijiste a otro cliente tuyo: “Lo que te
salva no es mi ayuda sino tu decisión de sanar”. En otras palabras, no

hay ninguna herramienta buena ni mala, simplemente hay personas
que han decidido despertar y otras que no lo han hecho.
La parte más interesante de todo esto, de nuevo te lo digo, no son los
viajes entre las dimensiones, que dicho sea de paso si existen y lo que
tu creíste imaginar acerca de ellos no es ni la milésima parte de lo
que en realidad puedes hacer; la parte más importante, repito, es que
estás listo para despertar. Has llegado a un punto en el que estás
notando la incongruencia del sistema del ego y lo estás
desestabilizando. Desde luego eso se ve como si la que se estuviese
desestabilizando fuese tu mente, pero es lógico porque el ego y tú de
la forma en la que te conoces a ti mismo en este momento, están
compartiendo la misma mente. Entonces, cuando tú adviertes las
tramas del ego y vislumbras la realidad acerca de ti mismo, el ego no
puede decir absolutamente nada más sino que estás completamente
loco. ¿Qué más podría decir para justificar su falta de cordura?
Quiero que notes una cosa más, y es que has venido viajando entre
diferentes dimensiones aun antes de que lo notases y lo mismo están
haciendo todos tus hermanos. Esta parece una desviación del tema
que traíamos pero no lo es tanto. Estábamos a punto de hablar de la
pregunta en la cual me pedías que te dijese si había una forma mejor
de hacerlo. Es decir, de despertar y de pensar para llegar más pronto
al estado de re‐unión conmigo.
Bueno, si analizas un poco lo que acabas de escribir encontrarás que
el planteamiento de lo que es la realidad se deshace cuando piensas
en que estás soñando, pero creer que estás soñando se hace casi
imposible si el sueño es siempre coherente. ¿Pero qué sucede cuando
comienzas a encontrarle incoherencias?
‐ ¡Que mis amigos piensan que estoy loco!

‐ Sí, eso, pero también sucede que te das cuenta de que es posible
despertar y comienzas a experimentar aunque solo sea débilmente,
que estás en otra realidad, que este mundo no es tan real como tú
pensabas.
Por este punto han pasado todos los que antes que tú han despertado
y que hoy forman parte del grupo de Maestros que están iluminando
las mentes de los hijos de la tierra, o lo que es lo mismo, la mente del
Hijo de Dios.
Cuando te estabas bañando en estos días, observaste unos destellos
pequeños de luz y después de eso has seguido viéndolos de vez en
cuando. Has escogido sin embargo ignorarlos e incluso en este
momento piensas que no los has visto tantas veces, pero te tengo una
noticia, los has estado viendo desde que naciste. Simplemente los has
ignorado, igual que muchísimas otras cosas, igual que las auras que
tú sabes que están ahí porque las has visto pero que sabes que tus
hermanos piensan que no están porque creen no haberlas visto jamás.
Ellos si las han visto pero han filtrado su percepción para escoger qué
ver, o mejor dicho, qué recordar.
Aquí te tengo un nuevo conocimiento que va a cambiar la forma en la
que te ves a ti mismo. El conocimiento en el ámbito espiritual sucede
en el ahora, la percepción en los sueños sucede en el pasado. Es decir,
la percepción es un recuerdo. Nunca percibes en el instante mismo en
el que están “sucediendo” los acontecimientos, siempre recuerdas,
pero no te das cuenta de que es así porque el sistema está diseñado
para que no lo notes. Es un truco del ego, si te tiene siempre absorto
en el pasado no te darás cuenta del ahora que es la puerta abierta de
regreso a casa.
El ahora.

Me preguntabas ¿cómo hacerlo mejor? Ahí está la respuesta. Fíjate
únicamente en el ahora. No le des importancia ni al pasado ni al
futuro, solo fíjate en el ahora.
Desde luego que es una combinación de varios componentes los
cuales están cada uno abriendo una compuerta en tu mente, como
quien dice, corriendo uno de los cerrojos que pusiste. Pero este
ejercicio es uno más que debes hacer.
‐ ¿Cuántos ejercicios voy a tener que hacer para despertar? Al final
me voy a tener que dedicar completamente a hacer ejercicios y no
tengo ni idea de quién va a trabajar para traer comida a mi casa.
‐ El despertar no es un juego. Es algo que tienes que hacer.
Simplemente no te puedes quedar atrapado en el sueño para siempre
porque ni siquiera existe ese para siempre. Te voy a decir algo más. El
tiempo no existe y su invención está agotándose. Has estirado el
tiempo más allá de donde podías hacerlo y aun quieres más tiempo
antes de regresar. No es que hayas hecho algo mal. Es que has hecho
algo imposible.
‐ ¿Cómo puede hacerse algo que es imposible? Veo esas afirmaciones
todo el tiempo en el Curso de Milagros y las veo también cuando
hablo contigo, pero la verdad es que eso no tiene sentido. Lo
imposible es algo que no puede suceder, que no se puede hacer.
‐ Y sin embargo pasa. Por ejemplo, es imposible que Dios mismo esté
tan confundido como lo estás tú. Sin embargo es verdad que eres Dios
porque eres una parte de mí ser y es verdad que estás confundido. O
sea que lograste lo imposible. Te has vuelto todo un experto en lo
imposible porque era la única posibilidad que no habías
experimentado en el ámbito Divino. Por eso mismo la escogiste,
querías estar seguro de haberlo experimentado todo, incluso lo
imposible. Lo que no calculaste fue que experimentar lo imposible iba

a significar una demora tan enorme, ni una dosis de dolor tan
abrumadora.
‐ ¿Cómo pude equivocarme al hacer mis cálculos cuando estaba en mi
consciencia Divina? ¿No se supone que tú todo lo sabes?
‐ Saltaste al vacío, a la nada, a la inexistencia, a la irrealidad. ¿Qué
cálculo de la realidad podía lidiar con los resultados de lo imposible?
‐ ¡Estás comenzando a asustarme! Si tú mismo no podías calcular lo

que iba a suceder, ¿Quién dice que tú vas a ser capaz de sacarme de
aquí?
‐ ¿Y quien dice que yo te voy a sacar?
‐ Espera un momento, ¿Y si tú no me sacas, entonces qué esperanzas
tengo de salir de aquí?
‐ Si yo te sacase entonces violaría tu libertad la cual es parte de la
esencia de tu creación. Estaría haciendo lo imposible y con ello estaría
fomentando aquello que yo mismo estaba tratando de eliminar.
Entonces no queda más que un camino, dejar que esa fuerza que viste
en tu visión salga por sí misma. Mi ayuda ya te fue dada en el
momento mismo de tu creación al haberte creado con todo mi poder,
con mi misma naturaleza. Eres yo mismo, yo te siento en cada
aventura, en cada pensamiento, en cada instante y se con certeza que
vas a salir. De hecho ya lo hiciste, solo necesitas darte cuenta de ello.
Eso es todo.
‐ ¿Si ya salí entonces porque sigo experimentando dolor y me sigo
sintiendo desvalido y sigo viendo el mundo?
‐ Porque no te has decidido a mirar desde aquí que es donde te
encuentras y sigues empeñado en mirar desde allí que es en donde
crees encontrarte.

‐ ¿Entonces cómo cambio mi perspectiva?
‐ Para eso es el Curso de Milagros, los pacientes, los sueños, los viajes
entre las dimensiones, los recuerdos que no se logran recordar y los
que sí, la presencia de tus hermanos, sus solicitudes de ayuda, sus
ataques, todo. Para ayudarte a entender que ya no estás allí.
Entre más cuenta te des de ello, más consciencia tendrás de tu
verdadera naturaleza, hasta que llegue un momento en el que te
salgas completamente del sueño, porque hay que reconocer que
mientras creas estar soñando habrá una parte de ti que lo creerá y
entonces no podremos decir que estás completamente despierto. Pero
eso se solucionará pronto, para ti y para todo el resto de ti que son tus
hermanos.
‐ ¿Qué tal si te pido que me saques del sueño tú mismo, ya mismo?
‐ De nuevo me estás pidiendo un imposible. No puedo violar tu
voluntad.
‐ Si yo te pido que me saques del sueño es porque mi voluntad es salir
del sueño.
‐ No, porque aun continúas apegado al sueño. Puede que tu voluntad
consciente sea salir del sueño, pero tu voluntad es un componente de
ti mismo que alcanza todos los niveles de tu ser y tu ser es muchísimo
más que lo que alcanza la pequeña parte de tu mente a la que llamas
consciencia. Puedo sentir tu desesperanza cuando escuchas esta
respuesta, puedo sentir que piensas: “Entonces estoy perdido porque
no tengo control sobre mi propia voluntad”.
Es verdad. La parte de ti a la cual llamas “la personalidad” y que es el
yo que estás acostumbrado a pensar que eres tú mismo, esa pequeña
parte de ti no tiene control sobre la tremenda fuerza que es tu
Voluntad. El camino es reunificar tu voluntad que está dividida en

pedazos. Por un lado quieres hacerte millonario, por otro lado quieres
dejar de lado la materialidad del mundo y despertar. Por un lado
quieres controlar tu mundo y por otro lado quieres abandonarlo. Por
un lado quieres renunciar a los placeres para así poder abrazar el
éxtasis espiritual pero por otro lado quisieras tener un harén
dispuesto a satisfacer tus más exóticos caprichos. Perdona si te
ofendo.
‐ ¿Puedo retirar asa última parte del libro, la que habla del harén? Me
avergüenza bastante que tú te refieras a mí de esa manera y en
especial porque es verdad. Quisiera tener lo mejor de las dos
realidades, quisiera el éxtasis espiritual y el placer material al mismo
tiempo.
‐ Puedes quitar todo lo que quieras quitar, puedes quemar el libro
completo, puedes imprimirlo o botarlo, puedes vender millones de
copias o dejarlo perder en la memoria de tu computadora sin que
nadie jamás lo vea. El objetivo se habría logrado igual.
‐ Entonces ¿No es este un libro para mis hermanos?
‐ No. Este es un libro para ti. El hecho de que si lo publicaras se
vendería por millones no hace que esto deje de ser verdad. El hecho de
que millones de personas se van a ver beneficiadas con tu libro no
hace que para mi sea una pena que no lo publiques o una dicha que si
lo hagas. El objetivo se está cumpliendo. Yo te estoy hablando a ti y
esa es una pista que tú mismo pusiste en tu camino. Esto es bueno
para tus hermanos porque cuando lean esto ellos van a saber que yo
les estoy hablando a ellos y que esa es una pista que ellos mismos se
están poniendo para darse cuenta de que pueden despertar y de cómo
hacerlo.
‐ No entiendo. En algún punto del libro creo que me dijiste que este
era un libro que traía una misión importante para mis hermanos.

‐ Si, lo dije y sigue siendo verdad. Pero al mismo tiempo es verdad que
no estás obligado a hacer absolutamente nada si no lo deseas. ¿Te he
molestado por los muchos días que pasaste sin escribir? ¿Te he
criticado, herido, maltratado en alguna forma por ello?
‐ No. De hecho llegué a pensar que no tenía que continuar
escribiendo.
‐ No tienes que continuar escribiendo si no quieres. Puedes hacerlo si
te place, si te parece bueno, si te beneficia.
‐ ¿Tú piensas que me beneficia hacerlo?
‐ No. Yo sé que te beneficia hacerlo. No es que lo piense, es que lo sé.
Pero también sé que puedes hacer lo mismo de otras maneras,
algunas de ellas bastante extravagantes, pero a mí no me importa lo
que haces en sueños, solo me interesa que regreses, pero eso sé con
certeza que va a suceder de todos modos, así que como ves, no hay
nada de ti que yo necesite y eso es maravilloso porque te puedo dejar
en total libertad para hacer lo que te plazca.
‐ ¡Querrás decir en total abandono!
‐ No. Yo estoy siempre a tu lado. Esto desde luego es una expresión
absurda. No puedo estar al lado de mi mismo. Pero tú necesitas
escucharlo de esa manera. Yo estoy siempre a tu lado, cuidando de ti.
Esta es otra expresión absurda. No necesito cuidar de mi mismo, ni
necesito cuidar de aquel cuya naturaleza perfecta le asegura el
triunfo, pero de nuevo, necesitas escucharlo de esa manera. Yo cuido
de ti para que no fracases, para que no te quedes atrapado allí para
siempre, para que regreses con absoluta seguridad de vuelta a tu
verdadero hogar que es mi ser.

Pero la forma en la que cuido de ti no es la que tú esperas. Todo mi
poder está en ti y cuida de ti automáticamente. El mero hecho de que
no hay forma de hacerte daño es mi forma de cuidarte.
‐ Pero si hay forma de hacerme daño.
‐ A tu personalidad sí, pero ese no eres tú. Honestamente tu
personalidad importa tan poco como un pantalón viejo en tu
guardarropa. La única utilidad de tu personalidad es la posibilidad de
permitirte experimentar lo imposible y darte cuenta de que no tenía
sentido, para que el verdadero tú se decida completamente a
regresar. Pero eso ya pasó. Tú ya te decidiste y por ende ya
regresaste. De nuevo, ahora solo estamos esperando a que te des
cuenta de ello. Con más razón la personalidad ya no tiene utilidad y
harías bien en abandonarla.
‐ ¿Abandonar a la personalidad? ¿Qué demonios significa eso?
‐ ¿Te gusta esa forma de decirlo?
‐ No realmente. Permíteme corregirme. ¿Qué significa esa expresión?
‐ No te llamé la atención con respecto a tu expresión porque me
importase tu moral o tu forma de hablar sino porque tiene relación
con la respuesta que te voy a dar.
La forma de lograrlo es simplemente abandonando la personalidad y
el abandono de la personalidad no es el abandono del cuerpo sino el
abandono de todos los intereses de la personalidad. Los intereses de
la personalidad son personales. Los intereses del espíritu son
espirituales. ¿Puedes ver la diferencia?
‐ Si. Pero si me dedico a los intereses espirituales exclusivamente,

entonces, de nuevo, ¿quién trae comida a casa?

‐ ¿Quién dijo que abandonar a la personalidad significa dejar tiradas
tus responsabilidades? Veo que no has entendido lo que quiero decir y
voy entonces a entrar en más detalle en esto.
A la personalidad se le abandona cuando el objetivo por el cual vives
tu vida no es personal, cuando dedicas tus esfuerzos a lograr el
objetivo espiritual del despertar tuyo y de tus hermanos y para tu
información, eso lo puedes hacer mientras cortas la hierba de tu
jardín o mientras le limpias los zapatos a uno de tus hermanos. No
tiene la más mínima importancia qué estés haciendo. El trabajo es
mental y por ende lo que importa es lo que está pasando por tu mente
mientras actúas, o dicho de otro modo lo que importan son tus
intenciones y lo que piensas mientras te ganas la vida para el cuerpo
tuyo y de tu familia. El amor que le tienes a los tuyos es otra forma de
crecer en el proceso de dedicar tu vida al despertar, de hecho ha sido
este amor el que ha motivado y alimentado la mayor parte de tu
proceso de despertar.
Veo que has comprendido y por ello quiero seguir adelante y hay
mucho todavía que quiero decirte.
El siguiente paso en el proceso del despertar es el entablar una
relación honesta contigo mismo.
‐ ¿Qué significa eso?
‐ Que cuando has decidido que tu objetivo en la vida o mejor dicho tu
propósito es el despertar, entonces no debes hacer trampa. Dedícate
a ello. No mires a veces hacia la luz y a veces hacia las sombras.
No se puede servir a dos amos. ¿Recuerdas?


Marzo 8, 2010
‐ Hoy tengo un cliente de hipnosis con el cual estoy teniendo
dificultades para enfocar la sanación. El está metido en una especie
de infierno personal, escucha constantemente a su padre que le dice
frases sin sentido. El odia a su padre, pero lo escucha todo el día. Lo
escucha por el lado izquierdo y entonces se asusta, siente como una
electricidad y se retira hacia el lado derecho, al menos esa es su
descripción de la situación.
‐ No me hables más de él, yo sé exactamente de quien estás hablando,
yo mismo te lo envié. Quiero que quedemos claros en algo. Hace años
tú pediste dedicar tu vida al servicio espiritual de tus hermanos y a tu
propia evolución de consciencia. Ese deseo se te está concediendo en
este mismo momento. Es decir, si te llega una persona a tu consulta,
lo único que esta persona está buscando es desenvolvimiento
espiritual. Esto es verdad no solo para tu trabajo espiritual, tus
consultas de hipnosis, Reiki y relación de pareja, sino también para
cualquier otra relación que se cruce en tu camino. Además, esto no es
verdad solo para ti, sino para todo el que se encuentre en tu planeta.
Todas las relaciones tienen un solo y único propósito: La paz.
‐ Pensé que ibas a decir el desenvolvimiento espiritual.
‐ Eso es la paz.
‐ ¿Puedes ponerlo un poco más claro? Creo que te entiendo, pero
quiero estar seguro.
‐ La paz es el objetivo único y supremo de tu vida. No existe otra meta
que valga la pena perseguir. Cualquier otro objetivo se debe ver
únicamente como un escalón hacia la meta máxima que es la
consecución de la paz total o la paz de Dios de que se habla en
algunos textos considerados sagrados.

Cuando te digo que la paz es la meta última no te estoy diciendo que
debes posponerla para el último día. En realidad la única forma de
llegar a la paz total es viviendo cada día en paz. Haciendo un esfuerzo
consciente por mantener la paz.
Hablando ahora de tu cliente, él está buscando desenvolvimiento

espiritual, porque eso es lo que necesita para sanar. El se ha metido
en un infierno personal como tú lo describiste, pero es que todos los
infiernos son de esa categoría. Nadie es condenado al infierno,
excepto por sí mismo. Cada persona que vive en un infierno está allí
por decisión propia. Tu cliente se ha dado cuenta de que se metió en
un infierno y te buscó para que le ayudes a salir. Entonces te voy a
decir exactamente lo que debes hacer para ayudarlo:
El desenvolvimiento espiritual se logra gracias al desenvolvimiento de
la consciencia en tres áreas que son: Primera. Eres un ser espiritual,
creación Divina, eterno, destinado a la felicidad. Segunda. Tu Padre
está pendiente de ti y de tus necesidades. Todo lo que tú haces recibe
como respuesta la felicidad. Tercera. Tu meta última y al mismo
tiempo diaria es la Paz. A medida que te desenvuelves en un área
estás generando desenvolvimiento en las otras dos. Son una sola en
realidad, no puedes tener una si no quieres alguna de las otras. No
puedes desarrollar una si no desarrollas las otras dos.
‐ Espera un momento. Todas me parecen relativamente fáciles de

entender excepto la segunda. ¿Cómo así que a cada uno de mis actos
mi Padre responde con felicidad?
‐ Exactamente. El te da únicamente felicidad. La mayor parte de las
veces tú no la percibes, pero eso es lo único que él te da. A cada
acción tuya él reacciona re‐acomodando todo para que tú tengas
felicidad. Es tan intenso su trabajo en esta área que casi podría
decirse que tu libre albedrío es limitado. Voy a aclarar este punto
porque se presta fácilmente a confusión. Tú puedes decidir qué

quieres hacer en cada momento de tu vida y tus opciones son
infinitas, pero están enmarcadas dentro de cierto campo de acción.
Por ejemplo, tú no puedes decidir ir a la luna en un cohete la próxima
semana porque no eres un astronauta y nadie te va a permitir pilotear
un cohete de camino a la luna, ni siquiera ir de pasajero, pero dentro
de tu marco de posibilidades la variedad es infinita y sobre esa
variedad tú tienes libre albedrío. Sin embargo tú puedes decidir qué
hacer en todo momento pero no puedes escoger tu plan de estudios,
ese lo determina el Padre. El se mantiene pendiente de ti y de tu
evolución de modo que siempre tengas los elementos que te acercan
más a la conciencia de tu felicidad inminente.
‐ ¿Inminente?
‐ Exacto. Es inminente. Eso significa que está lista para surgir a la más
mínima posibilidad. Solo se necesita que tú lo permitas ligeramente y
tu felicidad surge como un manantial.
‐ Suena como si yo no quisiera ser feliz y eso es absolutamente falso.
En realidad es lo único que quiero y con los años me he ido
convenciendo de que lo que todos andamos buscando no es más que
la felicidad. Incluso el ladrón, el asesino, el narcotraficante, todos
andan en busca de una felicidad que por algún motivo se definió de
cierta manera en nuestra mente, pero una vez que la tenemos
definida, vamos tras ella por los caminos más extraños. ¿Entonces
porque dices que yo estoy impidiendo mi felicidad?
‐ Porque eres el único que tiene ese poder. Ese es tu libre albedrío.
Puedes estar lejos del Padre o al menos de la consciencia de que el
Padre está en ti, tanto tiempo como desees. En otras palabras, eres
libre para mantenerte en el infierno tanto tiempo como desees.

‐ Sigo sin entender. ¿Cómo así que yo me mantengo a mi mismo en el
infierno si lo único que hago todo el día, todos los días es buscar mi
propia felicidad?
‐ Y esa búsqueda te mantiene alejado de ella.
‐ ¡Dios santo! Ahora si no se qué decir. ¿Podrías desmenuzar esto un
poco por favor?
‐ Desde luego. En tu afán por conseguir la felicidad de la manera en la
que tú la definiste, te olvidaste de cuestionar tu definición de la
felicidad. En otras palabras, te olvidaste de preguntarle qué es la
felicidad al diseñador de la felicidad. Entonces te fuiste tras una
felicidad que no existe, tras una ilusión de tu mente que tiene poco o
nada que ver con la felicidad y que la mayor parte de las veces lo que
te aporta es infortunio, desesperación y miedo en todas sus formas. Y
como sé que me vas a pedir que aclare esto, entonces me voy a meter
de lleno en el asunto:
La mayoría de ustedes define la felicidad como la habilidad para
satisfacer las necesidades instantáneamente y de forma indefinida y
piensan que esto es sinónimo de riqueza material. Si necesito algo y
tengo suficiente dinero para comprarlo entonces no necesito nada
pues soy autosuficiente. Así más o menos reza vuestra definición de la
felicidad. Sin embargo te encuentras con que la mayoría de los que
tienen dinero están tan lejos como tú de ser felices. No más lejos, pero
tampoco más cerca. Esto es porque las definiciones arbitrarias de la
felicidad no la redefinen en absoluto. La felicidad ya era antes de que
tú hicieses tu juicio con respecto a lo que es la felicidad, y su definición
única no va a cambiar sin importar cuánto te esfuerces tú por
redefinirla.
‐ Hagamos algo: ¿Qué te parece si tú me dices qué es la felicidad y así
yo no sigo buscando lo que no existe?

‐ Eso exactamente es lo que el Padre te ha estado proponiendo a
través de sus respuestas a tu incesante búsqueda. En otras palabras, a
veces tú actúas y pareces recibir una respuesta contraria de la vida
que no te deja avanzar por el camino por el que tú quieres ir. Pero eso
es solo porque vas en contravía de tu felicidad. Lo que la vida está
haciendo es simplemente presionarte en la dirección correcta, o mejor
dicho, tratando de que te des vuelta y camines hacia tu felicidad. Toda
la trama en la que te enredas día a día lo único que hace es aumentar
la presión, pero eso es así únicamente porque el Padre te ama y creó
un sistema automático que te empuja únicamente hacia tu felicidad
sin importar que tengas tú en mente. Volviendo al tema, el Padre ha
estado tratando de traerte hasta aquí. Es decir, al punto en el que
renuncias a todas tus definiciones arbitrarias de tu felicidad y aceptas
que eres creado por el Padre y que por lo tanto él es quien sabe qué es
tu felicidad, cómo es, cómo se encuentra, etc.
Entonces sí. Acepto tu propuesta. Yo te voy a decir exactamente qué
es la felicidad y cómo llegar a ella. Por si no lo habías notado, de eso
es de lo que se trata todo este diálogo y en general toda tu vida.
La felicidad es un estado de conciencia en el cual tú estás al tanto de
tu verdadera naturaleza Divina.
‐ Me dijiste mucho y no me dijiste nada al mismo tiempo. No
entiendo. Es decir, en cierta forma parezco entender, pero no parece
ser una guía hacia mi felicidad, más bien parece una frase abstracta,
de esas que no ayudan realmente y que cuando llegas a cierto estado
se te hacen clarísimas, pero ya para qué si te pasaste la vida luchando
contra la adversidad por no haber entendido desde un principio.
‐ Trata de no enojarte conmigo. No porque a mí me importe, sino
porque a ti te afecta. Lo que estoy haciendo es precisamente
explicarte minuciosamente aquello que no has entendido hasta ahora.
Ese era solo el título, yo voy a trabajar en descifrar ese título para ti,

tanto como tú lo necesites. Esa es mi labor. Llevarte al entendimiento
de tu camino, llevarte a la experimentación de la felicidad.
Vamos a ir por partes. Cuando comenzamos este diálogo yo te hablé
de que el camino hacia la felicidad requería un desenvolvimiento
armónico en tres áreas que eran, la consciencia de que eres criatura
Divina, la fe y la paz. A estas tres áreas les vamos a llamar los tres
pilares de la felicidad.
La consciencia de que eres creación Divina te aporta muchísimo
porque entiendes varias cosas, la primera de ellas es que eres un ser
espiritual, no un animalito de carne y hueso con una mente
ligeramente desarrollada, sino un espíritu resplandeciente y eterno
que vive sumergido en el seno de su Padre para siempre. Esto te debe
producir la sospecha de que a algún nivel tienes consciencia de lo que
eres y de tu propia felicidad, solo que ese nivel por algún motivo ha
permanecido inaccesible durante los últimos años, o vidas.
El hacer consciencia de que eres espíritu Divino, te ayuda también a
tomar las decisiones a favor de la corriente y no en contra de ella. Una
vez que sabes que eres un espíritu, tu perspectiva de la vida cambia
por completo. Ya no es tan importante ganar en el sentido material
como ganar en el sentido espiritual. También se acaba la prisa. ¿Qué
prisa puede tener un ser eterno? Si alguna prisa pudiese ser digna de
él sería tan solo la de hacerse consciente de su verdadera naturaleza
para recuperar su poder, eso es todo.
El segundo pilar es la fe. Aquí te estoy hablando del tipo de fe que
sabe que el Padre está tras toda situación y circunstancia para
resolverla de modo que te aporte felicidad. Tú tomas tus decisiones
libremente y basado en ellas el sistema automático del Padre
reacomoda todo a tu favor sin importar cuánto te hayas equivocado
al tomar tu decisión.

Esto merece una aclaración: Cuando digo que el Padre acomoda todo
a tu favor no estoy diciendo a favor de la personalidad sino a favor del
Ser, en otras palabras, a favor del espíritu inmortal que tú eres. Tu
espíritu goza con las decisiones de tu Padre, pero la personalidad a
veces no las entiende y se rebela. Por eso es tan importante el primer
pilar. Porque tienes que hacer un esfuerzo consciente por vivir como
un espíritu para que puedas comprender las decisiones de tu Padre y
para que puedas darte cuenta de que él solo te está dando felicidad a
cambio de tus decisiones. Voy a poner un ejemplo porque es
importante que este tema se entienda claramente:
Supongamos que te olvidas del primer pilar y decides conseguir dinero
a toda costa sin importar lo que tengas que hacer para lograr tu
meta. En tu carrera desenfrenada atropellas los derechos de muchos
de tus hermanos, los explotas abiertamente basado en el poder que te
da el dinero, les quitas sus posesiones valiosas a cambio de monedas
porque los encuentras en estado de necesidad y tú tienes el dinero
para aprovechar la “oportunidad”, los humillas porque tú eres el jefe y
nadie en el mundo tiene derecho a contradecirte o a saber más que
tú, etc. No te detienes ante ninguna clase de principio moral o ético ni
te dejas ablandar por ninguna clase de necesidad o dolor humano,
más bien aprovechas cada dolor de tus hermanos para despojarlos
descaradamente.
Como resultado de tus acciones el sistema de generación automático
de felicidad diseñado por tu Padre responde generando presión en la
dirección de tu felicidad, que es la contraria a la que tú tomaste. Esto
produce un roce que duele, por ejemplo, tus empleados, asociados y
amigos te temen y te odian y viven al acecho de la primera
oportunidad para caerte por la espalda y devolverte parte de lo que tú
les has dado, una cuenta larga se está acumulando en tu contra. Con
el tiempo te vuelves amargado y temeroso y eso enferma tu
organismo. Tus hijos y tu esposa se cansan de tu temperamento y te

abandonan y al final un empleado tuyo encuentra la forma de
demandarte y logra crear un verdadero infierno a tu alrededor.
Al ver todas estas consecuencias tú podrías decir que ha llegado la
desgracia a tu vida, sin embargo no es más que la mano del amor
mostrándote el camino. Tú puedes ignorar el mensaje tanto tiempo
como lo desees, incluso por muchas vidas, pero el mensaje finalmente
será entendido, de eso puedes estar seguro.
El tercer pilar es la paz. La paz es en sí un camino y una meta, porque
es la meta última de tu vida, pero solo lograrás llegar a ella en la
medida en la que te mantengas en paz la mayor parte del tiempo
posible. Suena como una contradicción que yo tenga que estar en paz
para lograr la paz, pero se hace más fácil de entender si diferenciamos
la paz de cada día de la paz total o paz de Dios como la han llamado
algunas veces.
La paz de Dios o paz total es un estado en el cual no existe el miedo en
ninguna de sus formas. Es un estado de absoluta invulnerabilidad y
total poder en el cual no hay nada que pueda afectarte. Esta es la
meta de tu vida, tu objetivo. Esa es la felicidad de la que estábamos
hablando hace un rato y que prometí explicarte. A este estado se le ha
llamado con varios nombres incluyendo Cielo, Nirvana, Samadhi, etc.,
y con frecuencia se ha hablado de caminos específicos para lograr
dichos estados. Casi todos lucen imposibles para el hombre normal
pero están al alcance de tu mano, tal vez no en un minuto ni en un
día, pero están al alcance de tu mano todo el tiempo. Basta con que
te diga que una parte de ti está sumergida en ese estado todo el
tiempo y lo único que necesitas es reintegrarte con esa parte de ti que
a veces llaman el Cristo o ser superior.
Por otro lado la paz de cada día es un estado que está totalmente a tu
alcance ahora mismo. Se trata de un estado de tranquilidad logrado y
mantenido intencionalmente. Cada uno es capaz de lograr cierto

estado de paz y no debe preocuparse si su paz no es tan profunda
como la de otra persona. Lo importante es vivir en la paz y no
negociar con ella fácilmente. Mientras más tiempo pases en la paz
más aprenderás de ella y más profundamente irás entrando en la paz
verdadera. Más te acercarás a la paz total o paz de Dios.
‐ ¿Qué significa no negociar con la paz?
‐ Significa que no la cambies por nada bajo ninguna circunstancia. Tú
tienes tendencia a intercambiar tu pequeña paz por la guerra a la
menor motivación. Debo decirte que esa es una mala negociación. Es
cambiar lo que lo es todo por lo que no es nada. Es apropiado y
correcto decirte que de todo lo que tienes tu mayor bien es tu paz.
¿Por qué entonces la tiras tan fácilmente?
‐ Yo ya he logrado entender e integrar un poco este conocimiento en
mi vida, pero antes de lograrlo me parecía que era imposible
mantenerse en calma bajo ciertas circunstancias. Podrías extenderte
en este tema para hacerlo más comprensible a los que ahora mismo
se hayan lidiando con un “temperamento fuerte” como suelen
llamarlo?
‐ Tu sociedad le llama persona de “temperamento fuerte” a aquella

persona que se enoja fácilmente y con gran intensidad y que en su
arrebato de ira es imparable. Yo quiero llamar la atención con
respecto a un detalle. ¿Cuando alguien está violentando tus derechos,
se está sobrepasando o está abusando de ti en cualquier forma, qué
se hace más difícil, enojarse o mantenerse en calma?
‐ Definitivamente es más difícil mantenerse en calma.
‐ Sin embargo le llaman persona de “temperamento fuerte” al que se
enoja fácilmente. La verdad es que esas personas tienen un
temperamento extremadamente débil. Ya hemos hablado de esto
antes y por eso no voy a extenderme aquí, pero si quiero dejar claro

un punto: Cuando te enojas estás tirando a la basura tu paz y con ello
no estás obteniendo nada a cambio, salvo tal vez una úlcera y la
pérdida de los seres queridos que se cansan de tolerar el mal humor
de un miembro de familia que no hace esfuerzos por cambiar. A esto
es a lo que yo le llamo negociar con tu paz. Cambiarla por una
baratija.
Solo tú tienes el control de tu persona. Nadie puede realmente
obligarte a enojarte. Solo tú. La otra persona puede tratar de abusar
de ti, puede tratar de quitarte algo importante, puede maltratarte,
pero eso no es necesariamente una causal para perder la paz. Esa fue
tal vez la lección más importante que les dejó su maestro Jesús
cuando después de recibir toda clase de atrocidades de parte de los
mismos que él había sanado y amado, le dijo a su bien amado:
“Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”. Qué magnífica
expresión de comprensión del inmenso valor de la paz y el
autocontrol. ¿No te parece? ¿Si él bajo semejantes circunstancias no
contra‐atacó, teniendo el control del más inmenso poder que mortal
alguno en tu planeta haya tenido, porqué habrías de atacar tú bajo
circunstancias muchísimo menos extremas?


Marzo 12, 2010
‐ Esta mañana mientras meditaba me dijiste algo que me impactó. Me
dijiste:
‐ Si vieras como está de agradable aquí en el cielo!
‐ Luego agregaste:
‐ ¿Por qué no te vienes a vivir aquí en el cielo?
‐ A mí me pareció que me estabas invitando a suicidarme, lo cual
definitivamente no me parece que vaya con tu estilo, así que
pregunté: ¿Cómo podría hacer eso?
‐ Si tienes fe en que todo en tu vida va a tener un desenlace perfecto,
porque toda tu vida está en manos de tu Padre que es el máximo
poder que existe, entonces tú no tienes necesidad de preocuparte,
enojarte, desesperarte, impacientarte, ni de ningún otro “arte”
similar. Eso quiere decir que te puedes mudar a vivir en el cielo. El
cielo no es un lugar sino un estado de conciencia en el cual sabes que
el temor no tiene sentido y que eres invulnerable. Pero no se trata de
un saber mental sino de un verdadero saber, de aquellos que llevas en
tu ser. Es un saber con todo tu ser.
‐ ¿Y cómo hago para saber de esa forma si simplemente no tengo
todavía ese tipo de fe?
‐ La fe se puede desarrollar, al igual que cualquier otra característica
de tu ser que te interese tener. Te sorprendería saber lo fácil que es
desarrollar cualquier característica en el ser humano.
‐ Estoy escuchando y honestamente soy todo oídos!
‐ Empiezas por definir claramente qué es lo que quieres ser. Una vez
que lo tienes claro comienzas a visualizarlo en tu mente con

frecuencia. Una vez que lo visualices claramente se lo pides al Padre
con la certeza de que él no te niega nada. Una vez que se lo has
pedido le agradeces de todo corazón por habértelo dado, pues ya te lo
ha dado!. Una vez que lo has agradecido comienzas a esperar su
manifestación y a imaginar y planear lo que harás con tu nuevo don,
sea mental, emocional, físico o espiritual. Te preguntas diariamente si
ya lo tienes, porque puede suceder que ya lo tengas y no te hayas
dado cuenta de ello. Por último, actúa como que ya lo tienes. Eso es
todo.
‐ Todo lo que acabas de decir me suena conocido. Siempre nos han
dicho “Visualiza!!!!” como si fuese una fórmula mágica, y la verdad es
que algunas veces funciona y otras parece que no, especialmente con
aquellas cosas que nos importan más.
‐ Lo que pasa es que aquellas cosas que quieres con más pasión son
precisamente aquellas que crees que no te mereces, entonces no
tienes fe en el momento de visualizarlas. Simplemente no crees que
vaya a funcionar y el universo te obedece. Como crees que no se va a
materializar, entonces NO se materializa. Es por eso que las cosas que
temes se materializan con mayor facilidad, porque tienes fe en que se
van a materializar y el universo te obedece. De aquí se deduce que tú
puedes desarrollar una fe a prueba de dudas en que el universo va a
materializar cualquier cosa que le pidas, de la misma manera en que
ha venido materializando tus miedos durante varias vidas.
Es importante que entiendas esto y que lo entiendas bien. Tú estás
viviendo las circunstancias que tú y solo tú creaste con tus
pensamientos y con tu fe. Nadie, absolutamente nadie más ha
interferido ni creado nada a tu alrededor o en tu vida. Solo tú.
‐ Eso me suena un poco exagerado. Todos los que viven con nosotros,
como nuestros hijos, nuestra esposa, nuestros padres, etc., participan

de alguna manera en la creación de nuestras circunstancias, ¿no es
así?
‐ Participan sí, ¡pero no en contra de tu decreto! Colaboran, pero no
deciden. Es decir, ellos te ayudan a materializar lo que tú estás
ordenando con tu mente. Al Padre no le importa si decides
materializar un castillo envuelto en oro sólido o una choza, él te dio
libre albedrío y está pacientemente esperando a que lo descubras,
mientras tanto tú puedes maltratarte todo lo que desees y él no te
violentará porque te dijo que podías hacer lo que quisieses con su
poder y no te lo va a arrebatar simplemente porque lo uses de una
manera u otra.
‐ De nuevo me parece que esa afirmación es exagerada. Si tenemos
un jefe por ejemplo, él DECIDE cuando enviarnos a casa sin empleo o
cuando arruinarnos las oportunidades de hacer una carrera dándonos
un horario arbitrario, por nombrar algunos ejemplos.
‐ Eso solo sucederá si tú lo tienes en tu mente de una forma específica.
No dije en tu mente consciente, podría estar en tu mente
subconsciente, pero si se materializó es porque estaba en tu mente.
Nadie materializa en tu vida arbitrariamente, lo que él quiere ponerte
allí sin que tú lo hayas pedido en una u otra forma.
‐ Pero entonces una niña que es abusada sexualmente o una madre
embarazada que es asaltada brutalmente y pierde su bebé, o un
padre de familia arruinado que se muere viendo como sus pequeños
hijos van a quedar en la pobreza total con su partida, ¿me quieres
decir que todos ellos tienen eso en su mente?
‐ O en su programa de vida, lo cual dicho de otra forma no es más que
decir que lo tienen en su mente ahora o lo tenían al programar su
encarnación.

‐ Volvamos a la niña que es abusada por un adulto, por ejemplo por
su tío que es un gigante maloliente y alcohólico. ¿Qué oportunidad
tenía ella de evitar esa calamidad en su vida?
‐ El problema se presenta cuando te olvidas de que eres un espíritu
eterno en eterna evolución. Cuando te identificas con el cuerpo de tal
manera que tu diagnóstico se basa exclusivamente en los resultados
corporales. Desde el punto de vista corporal tú tienes razón, la niña
sufrió una calamidad. Pero desde el punto de vista espiritual ella
podría estar dando uno de los pasos más importantes en su evolución.
Podría estar aprendiendo por ejemplo la forma de perdonar sin
esperar nada a cambio, o el valor de no maltratar a los demás al sufrir
el maltrato en carne propia, maltrato que tal vez ella ya había
propiciado a varias personas. En fin, las posibilidades son infinitas,
pero la verdad es una sola, no te sucede nada que no te beneficie en
tu proceso evolutivo. Si te hace falta algo para dar el siguiente paso,
entonces tu Padre lo pone en tu camino para que puedas continuar
ininterrumpidamente.
‐ ¿El Padre no siente dolor cuando sus pequeños hijos sufren con sus
“regalos de conciencia”?
‐ El dolor no es una posibilidad para el ser que vive en el espíritu. Ni
siquiera para ti una vez que aprendas a vivir en la consciencia de que
eres un espíritu. Voy a ponerlo más fácil de entender. El dolor es el
resultado de pensar que se está perdiendo algo. Puede ser el honor, el
dinero, la salud, el cuerpo, la compañía, la virginidad, la paz, la
seguridad, etc. Por eso, una vez que te haces consciente de que no
eres un cuerpo el dolor es imposible. Desde luego no me estoy
refiriendo al dolor físico, aunque ese también se puede controlar, pero
en realidad me estoy refiriendo al dolor que más preocupa a la
humanidad que es el dolor emocional, lo que es lo mismo que decir
que el dolor que más te preocupa es en última instancia mental, o el

resultado de una forma específica de pensar y de un esquema de
pensamiento.
Por eso te decía esta mañana que por qué no te mudabas al cielo
conmigo. Porque sé que solo necesitas hacer consciencia de que nada
malo te puede pasar, nada te puede dañar, nada puede salir mal. Tal
vez algunas cosas parezcan desgracias, pero no lo son en absoluto, el
Padre está controlando todo para darte el mejor regalo que te pueda
dar. Tú propones con tus acciones, pero el Padre dispone qué has de
recibir y él no tiene forma de disponer en tu contra porque su amor
por ti es tan grande como el amor que siente por él mismo, pues tú
eres simplemente UNA PARTE DE SU SER. ¿Cómo entonces podría
disponer en contra tuya?
Si haces consciencia de esta verdad con suficiente fuerza y si meditas
en ella con frecuencia, producirá un resultado tan maravilloso en tu
consciencia que fácilmente podríamos decir que sería el cambio más
importante de tu vida hasta ahora. Simplemente pasarías al siguiente
nivel.
‐ ¿Al siguiente nivel?
‐ Si. Tu desenvolvimiento espiritual se da en niveles. No son tan
definidos como los pisos de un edificio, pero cada uno tiene unas
características específicas. Ahora eres humano por ejemplo, eso
abarca una variedad tan grande que es infinita, pero dentro de la
categoría humana hay diferentes niveles. Debo aclarar que no vas a
ser humano por siempre, de hecho ese es apenas un pequeñísimo
peldaño en la escalera evolutiva de la consciencia. Pero te decía que
entre los humanos hay diferentes niveles. Hay algunos que
simplemente no son humanos, aunque lo parecen.
‐ Me estás asustando. Definitivamente me estás asustando. Me estás
haciendo pensar en vampiros y cosas como esas.

‐ Yo no te estoy haciendo pensar en cosas como esas. Yo estoy
tratando de abrir tu mente hacia las maravillas de los niveles
superiores al nivel humano y tú estás enredándote en las historias de
terror que tienes en tu mente. Te das cuenta como la “realidad” es
creada cada instante por lo que tienes en tu mente. Esto te ayudará a
entender cómo el dolor no existe sino que es creado por lo que tienes
en tu mente. Simplemente lo que el Padre te da es un regalo de amor
todo el tiempo y lo que tú recibes parece ser otra cosa y te arrodillas y
lloras porque la desgracia ha llegado a tu vida cuando el Padre está
tratando de darte los mejores regalos.
‐ Espera un momento. ¿Me estás diciendo que cuando el Padre me va
a dar los mejores regalos la manifestación exterior va a ser lo que yo
conozco como desgracia?
‐ No. Estás generalizando y no era mi intención que entendieras eso.
Lo que estoy tratando de que entiendas es que muchas veces el Padre
ha tratado de darte lo mejor, de hecho eso es lo que hace siempre, y
que tú lo que has visto en su mano extendida y llena de amor ha sido
lo que tú conoces como desgracia. Eso no quiere decir que siempre,
absolutamente siempre, te confundes e interpretas sus regalos como
castigos. No. Algunas veces te gustan sus regalos porque ves un poco
más claro que otras, o porque la manifestación exterior de lo que
estás recibiendo se parece a tus deseos personales. En este caso,
simplemente no entendiste la mejor parte del regalo, pero la parte
que viste te gusta. Eso no significa que tengas conciencia de la
totalidad del regalo.
‐ Ok. Creo que ya te entendí. Podríamos volver al tema de los niveles
superiores. Me parece un tema apasionante. ¿Qué nos espera cuando
terminamos en este nivel y cómo sé que ya estoy terminando y cómo
hago para terminar más rápidamente?

‐ Empecemos por la primera pregunta, el siguiente nivel. Lo primero es
que ya no tienes un cuerpo físico de la densidad del que tienes ahora.
Lo segundo es que no vives necesariamente en un planeta. Puedes
estar en cualquier lugar, pero el lugar no tiene que ser físico. Puedes
tener lo que desees, pero lo que deseas a ese nivel no se parece en
casi nada a lo que deseas ahora. Es una perspectiva completamente
diferente la que vas a tener una vez que te liberes de las ataduras del
cuerpo de forma permanente.
‐ ¿A qué es a lo que llamas las ataduras del cuerpo? Yo creo entender,
pero mejor me aseguro preguntándote.
‐ El cuerpo produce placeres. Produce dolor, pero también produce

placer, y ese placer te gusta tanto que te atas a la rueda de la
reencarnación por edades, tan solo para volver a sentir eso que te
gusta. Por eso a veces es mejor darle un poco de rienda suelta al
placer, sin exagerar, es decir, sin convertirlo en libertinaje ni en
puritanismo, porque si viniste con un deseo intenso en la carne,
entonces no te vas a liberar de él, impidiendo su satisfacción. Ahora
bien, te digo que sin exagerar, porque los deseos carnales tienden a
ser insaciables, entonces no hay que irse ni a un extremo ni al otro. No
te niegues completamente el placer mientras sientas deseo, porque
perfectamente podrías estar negándote aquello que viniste a buscar
en la tierra, pero al mismo tiempo no dejes que tu vida sea dominada
por los apetitos de ninguna clase porque entonces te estarías
condenando a muchas, muchas vidas extras que tal vez no sean
necesarias. Llega un momento en la evolución de la consciencia en el
cual los deseos físicos se van transmutando y convirtiendo en
aspiración espiritual, en ese momento tiene sentido el privarse de la
satisfacción de los apetitos carnales, porque en realidad en ese
momento ya ni siquiera los tienes, o si los tienes, son tan pequeños
que no tienen ninguna prioridad para ti.

Pero no nos entretengamos en lo que pertenece a la evolución
humana cuando estamos tratando de hablar de la evolución supra‐
humana. Lo siguiente que sucede es que tu vida ya no tiene sentido
como ser individual, simplemente ya no eres un individuo. Si bien
conservas la consciencia en cierta forma de tu persona, por otro lado
ya no tienes la sensación de individualidad y separación que te
acompañaba en tus tiempos en la tierra. Ahora sabes y sientes en tu
propio ser que eres uno con la totalidad. Esto cambia la perspectiva
de tu vida de forma trascendental. Ya no tiene sentido buscar cosas
para el yo, porque el yo está desapareciendo rápidamente, ahora eres
uno que es parte del Uno y lo sabes no con tu mente sino con todo tu
ser. La experiencia que genera esta clase de saber es tan radicalmente
diferente de lo que vives ahora que casi no tenemos parámetros en
común que nos permitan hablar de ello. Solo te puedo agregar que la
vida ya no tiene sentido como ser individual y necesariamente te
dedicas a la evolución de tu ser Uno y te olvidas del pequeño uno que
fuiste, en otras palabras te dedicas al servicio de la totalidad sin
esperar nada a cambio, porque sabes que no hay nada más que lo que
ya eres a pesar de que al mismo tiempo eres consciente de que la
maravilla apenas comienza para ti.
La segunda pregunta que me hiciste fue: ¿Cómo saber que ya estás
terminando la etapa evolutiva humana y que te estás acercando a la
etapa siguiente?
Es más fácil de lo que parece a simple vista. Si tu pequeño ser está
dejando de ser importante y cada vez es más importante para ti tu
verdadero Ser, si te sientes cada vez más y más parte de la totalidad y
te interesa más el servicio de la totalidad que el servicio de la
personalidad, entonces estás terminando con la etapa humana y te
estás acercando al siguiente nivel.
Es interesante observar cuan pocos son los que entran en esta
categoría, especialmente entre los que se llaman guías espirituales en

tu humanidad. No deberías dedicarte a guiar a los demás si todavía
no has comenzado a sentir ese llamado de tu gran Ser a abandonar la
personalidad.
‐ Creo que yo no califico para semejante tarea y me extraña que me
estés dictando un libro que es claramente una guía espiritual para mí
y mis hermanos.
‐ El si calificas o no debes dejármelo a mí, especialmente en este caso
específico. No voy a caer en la trampa de dedicarme a alabarte para
que te sientas tranquilo. Tienes mucho por mejorar y lo sabes, pero
también tienes una misión con la humanidad y sabes que la tienes y
además la tienes muy clara, así que no cuestiones lo que ya sabes y
simplemente sigue adelante.
‐ Cualquiera en su sano juicio diría que te enojaste conmigo. ¿Estoy
equivocado?
‐ Pero claro que estás equivocado. ¿Sabes qué es lo que sucede? Que
la personalidad se ha ido volviendo tan delicada que a la más mínima
señal de asertividad se considera ofendida. Tú perfectamente sabes
que no hay forma de que me enoje contigo, simplemente porque eso
no es posible. No es posible que Dios se enoje contigo. Y no es posible
porque eso no está en su campo de posibilidades, porque Dios no es
humano. La idea tan extendida de que Dios se enoja ante los pecados
de los hombres solo demuestra la inmadurez de algunos de vuestros
guías espirituales. Si Dios se enojase ante el llamado pecado del
hombre, ya lo hubiese borrado del mapa hace mucho tiempo. ¿No lo
crees?
‐ Si, la verdad es que si la ira de Dios fuese algo posible, no habría
nadie que pudiese sobrevivir a ella.
‐ Exacto.

Pasemos ahora a tu tercera pregunta. Esta se refería a cómo puedes
hacer para acelerar la llegada de ese momento maravilloso en el cual
abandones la personalidad y te sumerjas en la existencia en el
siguiente nivel evolutivo.
La respuesta anterior te puede dar una buena pista de ello. Si lo que
necesitas es llegar a un punto en el cual no eres dominado por el ego
sino por una conciencia de totalidad, entonces la lógica te dirá que
debes cultivar la conciencia de totalidad y menguar la conciencia de
individuo abandonando el ego, el egocentrismo, la egolatría, el
egoísmo, y todas las formas de manifestación del ego; para abrazar
una forma de pensar nueva y más abarcante con respecto a ti y a la
totalidad. Esto desde luego involucra el servicio desinteresado,
algunas formas de perdón, la sanación espiritual tuya y de los demás,
la protección de los derechos de los menos favorecidos, etc. Esto es lo
mismo que decir que cualquier forma de actividad que te ayude a
integrar dentro de ti la conciencia de totalidad, te ayuda a evolucionar
más rápidamente y a llegar al punto crítico en el cual estás preparado
para el paso al siguiente nivel.
‐ Me gustaría cambiar un poco el tópico del diálogo y preguntarte
sobre algo que dijiste con respecto a la forma de generar una
cualidad en nosotros. Textualmente dijiste: “Una vez que lo visualices
claramente se lo pides al Padre con la certeza de que él no te niega
nada”. Me sorprende ver esta afirmación aquí porque yo no soy muy
partidario de pedirle cosas al Padre. Me parece que carece de sentido
pues él sabe exactamente qué es lo mejor para mí y siempre está
dándomelo, sea que yo lo entienda o no, me guste o no, él está
dándome lo mejor en todo momento. ¿Qué sentido tiene entonces
que yo le pida algo si lo más probable es que aquello que yo le pido
no sea lo mejor para mí?
‐ Vamos a aclarar este punto porque es muy importante, aunque la
mayoría de las personas no tienen dificultad para pensar que pueden

y deben pedirle a su Padre aquello que su corazón anhela, pero
también hay algunos como tú que piensan que pedirle no tiene
sentido.
Primero que todo te diré que el Padre efectivamente sabe qué es lo
mejor para ti y no importa si le pides o no, él te lo va a dar. Eso es
inamovible. Pero también es verdad que el Padre es infinito en
recursos y que puede darte lo mejor para ti, en la forma en la que tú
se lo pides. Casi siempre es posible hacer la combinación adecuada
para que tengas lo que necesitas envuelto digámoslo así, en la forma
en la que tú lo deseas.
Veamos un ejemplo: Supongamos que parte de lo que es mejor para ti
en este momento sea el aprender a perdonar. ¿No crees que el Padre
te puede dar oportunidades para aprender a perdonar tanto si vives
en un castillo como si vives en una choza? ¿Por qué entonces no pedir
el castillo? ¿Qué necesidad tienes de vivir en la choza?
‐ ¿Y si le pido el castillo me lo va a dar?
‐ ABSOLUTAMENTE SI.
‐ Pues a mi parece que absolutamente no.
‐ ¿Qué tan frecuentemente le pides cosas al Padre?
‐ La verdad es que casi nunca. Es más, creo que no sería exagerado
decir que nunca. Ya te dije que me parece sin sentido y que me
parece una redundancia pedir lo que de todas maneras se me va a
dar.
‐ ¿Tus hijos te piden cosas?
‐ Si claro.
‐ ¿Y tú se las das?

‐ Si veo que les convienen y están a mi alcance desde luego que se las
doy.
‐ Ok. Primero que todo, no hay nada que no te convenga. Si quieres
algo, eso solo significa que te conviene, aunque solo sea para que te
des cuenta de su absoluta inutilidad. Segundo, no hay nada que esté
fuera del alcance de tu Padre, entonces, sin importar lo difícil o
estrambótico que pueda parecer lo que le pides al Padre, si se lo pides
él te lo dará con absoluta seguridad. Pero debes pedir de forma
correcta. Recuerda los pasos que te enseñé para desarrollar una
cualidad en ti. Son los mismos pasos para pedir algo. Síguelos al pie de
la letra y luego dime si no se cumplen tus peticiones.
‐ ¿Entonces por qué es tan frecuente la queja de las personas que
viven pidiéndole al Padre, de que sus oraciones no reciben respuesta?
‐ La mayor parte de las veces es porque piden sin fe. Están pidiendo:
“Padre dame una provisión abundante que me permita pagar todas
mis cuentas a tiempo” y en el mismo instante están pensando en que
esto que están pidiendo es virtualmente imposible. Que no va a
suceder, pero que hay que pedírselo a Dios a ver si se apiada de ellos y
algún día, quién sabe, a lo mejor, tal vez suceda. El mensaje que
recibe el sistema de producción automática de felicidad es este: “No
es posible que yo tenga la abundancia suficiente para que yo pague
las cuenta a tiempo”, y eso exactamente es lo que ejecuta. El amor del
Padre es tal que no te negó absolutamente nada, ni siquiera el
martirio personal. No te juzgó por nada, ni siquiera por infringirte
sufrimiento a ti mismo. No te condena por nada, ni siquiera por la
ingenuidad con la que construyes tu vida día a día basándote en tus
temores en lugar de basarte en certezas. En la certeza de que él está
contigo, de que está en ti y de que su poder fluye a través de tus
palabras, de tu mirada, de tus pensamientos, del roce de tus manos,
de todo tu ser. De que cada vez que piensas estás creando con el
poder que él te dio, de que todo lo que creas lo haces con la fe o con el

miedo, dependiendo de cuál de los dos has escogido como arquitecto
de tu destino, pero en todo caso con tu voluntad.
Muchas serían las diferencias que notarías en tu vida y en la de tus
hermanos si te decidieras a pedir con fe y a esperar con verdadera
certeza. Si agradecieras el don inmediatamente lo pides, pero con la
misma alegría con la cual tu hijo te agradece cuando te pide algo y tu
le Pces dices que sí. El todavía no ha visto tu don, pero ya tiene tu
respuesta, por eso te agradece. El no duda de que tu don le será dado
y actúa con completa certeza. Eso exactamente es lo que tienes que
hacer tú. Agradece con la certeza de que tu Padre no te niega
absolutamente nada. A medida que avances por este camino tu fe irá
aumentando rápidamente hasta llegar a tener una fe perfecta, que es
aquella fe que no admite la más mínima duda. Cuando tengas ese tipo
de fe manifestarás instantáneamente. Ya no habrá espera entre el
momento en el que le pides al Padre y el momento en el cual verás
realizado tu deseo, pues no habrán oposiciones a tu fe.
‐ ¿De modo que así es que lo hacen? ¿Así es que algunos maestros
avanzados han logrado sus prodigios de materialización instantánea?
‐ Así logró Jesús sus prodigios de materialización instantánea, que no
son prodigios, solo son la consecuencia normal de una fe perfecta.
‐ ¿Cómo debo orarle al Padre?
‐ ¿Te refieres a cómo pedirle?
‐ Si exacto. ¿Cómo debo hacerle mis peticiones al Padre?
‐ De la misma manera en la que tus hijos se dirigen a ti. Con amor, con
respeto, con alegría y con certeza. Si quieren un carrito ellos toman
una revista y recortan la fotografía del carrito que desean y la traen
ante tu presencia y te dicen “Papá este es el carrito que yo quiero”. Así
mismo debes actuar tú. Si quieres una casa hermosa, búscala y

tómale una foto y llévasela a tu Padre y dile “Papá, esta es la casita
que yo quiero”, y puedes estar seguro de que su respuesta será una
sola “Si hijo, yo te la doy porque tú la quieres y dártela es mi
felicidad”. Exactamente igual que tú. Darles a tus hijitos lo que ellos
quieren es tu mayor felicidad. ¿No es así?
‐ Si, así es.
‐ ¿Entonces por qué piensas que tu Padre te ama menos de lo que tú
amas a tus hijos? ¿De verdad piensas que el creador del amor ama
menos de lo que tú amas?
‐ No. No lo creo. Es solo que suena tan bueno que parece difícil de
creer. Pienso que tengo que ponerlo a prueba antes de darte una
respuesta.
‐ Si lo pones a prueba no va a funcionar.
‐ ¿Qué dijiste?
‐ Que si lo pones a prueba no va a funcionar. No es poniéndolo a
prueba como funciona. Es usándolo. Estando seguro de que va a
funcionar, teniendo la certeza de que no hay la más remota
posibilidad de que no funcione. Por eso me estoy tomando el tiempo
necesario para explicártelo de una forma en la que lo puedas
entender, porque solo desarrollando la certeza de que tu Padre te
quiere dar todo lo que le pidas es que lograrás los resultados de los
que te estoy hablando. Por eso el Padre organiza estas etapas iniciales
de la evolución de la manera en la que lo hace. La familia por ejemplo
es una escuela de amor incomparable, especialmente si notamos que
nos sirve para entender la clase de amor que el Padre nos tiene. La
paternidad y la maternidad son una oportunidad maravillosa de
entender la paternidad y la maternidad del Padre. De hecho sería
muy bueno que trabajases el concepto de la Madre Divina junto con el
concepto del Padre Celestial. Ambos son el mismo ser, pero para ti es

más fácil pensar en el amor incondicional si lo visualizas como una
madre. A veces en el mundo los padres físicos se olvidan de sus hijos,
pero es realmente escaso y extraño que una madre se olvide de sus
pequeños. Por eso te invito a pensar en Dios como la Madre Divina.
Has el ejercicio y verás qué fácil te resultará comprender el infinito
amor de la Madre Divina.
‐ Te doy las gracias desde el fondo de mi alma por lo que me acabas
de ayudar a comprender. De verdad que hubiese podido pasar esta
encarnación completica sin pedirle nunca nada al Padre, bueno, a la
Madre Divina.
‐ Tú estás agradecido porque te he dado lo que de todas maneras te
pertenecía desde siempre, y yo estoy agradecido contigo porque estás
permitiendo este diálogo que sanará a millones de tus hermanos.
Como ves, estamos a mano.
‐ ¿Cómo va a llegar este diálogo a millones de mis hermanos? Tengo
dos libros impresos y no he vendido casi nada. ¿Qué haría que este
llegase a millones de personas? De hecho lo estoy escribiendo porque
siento que es mi deber servir de canal, pero no sé cómo voy a hacer
para que de verdad el mensaje llegue a aquellos a los que tiene que
llegar.
‐ Tú escribe que yo me encargo del resto. Ya verás cómo este mensaje
le dará la vuelta al mundo muchas veces y no morirá, continuará
creciendo y creciendo y volviéndose cada vez más claro y hermoso,
cada vez entrará más y más profundamente en los terrenos de lo
desconocido develando mayores misterios y llegando a las conciencias
de maneras más maravillosas. Hay algo que debes tener en cuenta:
Primero, la Madre Divina es infinita en recursos y no tiene dificultad
para hacer circular su propio mensaje. Segundo, las palabras tienen
poder y energía. Cada libro tiene una energía específica, es un ser
vivo. Este ser al que estamos dando vida es un ser superior al común.

No es un libro cualquiera, es un ser superior con la fuerza y la
capacidad para despertar la conciencia, eso hace que le sea
muchísimo más fácil abrirse camino. Tú termina el libro. Ya verás
cómo le da la vuelta al mundo en menos de lo que tú esperas.
‐ ¿Este último mensaje parece un mensaje personal, no un mensaje
para dejar en el texto final, quieres que lo remueva?
‐ No. Déjalo en donde está. Ahí hay más de lo que estás viendo en este
momento. De hecho tú te vas a sorprender cuando leas el libro por
primera vez para corregir las faltas de ortografía. Será como si tú no
fueses el autor, como si nunca lo hubieses escrito o leído. Y cuando lo
leas por quinta, o décima vez lo sabrás casi de memoria y sin embargo
te seguirá produciendo esa misma sensación. Porque el mensaje es un
ser vivo que crece dentro de ti. Por eso es tan importante vigilar y
filtrar lo que dejas entrar a tu consciencia, porque crece dentro de ti.
Desde luego si se lo permites, pero la mayor parte de las veces tú se
lo permites.


Marzo 21, 2010
‐ Hoy no me siento tan sintonizado contigo como otros días. Estuve
peleándome con mi esposa por una semana y eso definitivamente me
sacó de mi estado normal de conexión contigo. Quiero regresar.
Quiero sentirme en paz nuevamente. En paz contigo y en paz con mi
familia. No me gusta que mi hogar deje de ser el santuario de paz y
amor que siempre ha sido.
‐ Te sientes desconectado porque crees que yo me alejo cuando tú te
enojas o cuando tú te alejas, pero eso no es así. No puedes huir de tu
propio ser. Eres lo que eres y eso no lo cambia nada ni nadie. Estás
conmigo donde quiera que vayas. Sin embargo puedes elegir no
sentirme si así lo deseas y eso fue lo que hiciste al tomar la decisión de
pelearte con ella en lugar de tratar de comprenderla o de ignorar lo
que te parecía un gran error en ella. Dime la verdad, ahora después de
estos días de peleas, ¿todavía consideras que su error fue tan grave?
‐ La verdad es que no.
‐ ¿Qué hizo que tu opinión cambiara?
‐ Creo que estos días de dolor sin ella, sintiéndola ausente y
sintiéndome yo mismo ausente de su vida.
‐ ¿Valió la pena?
‐ Creo que no.
‐ Pues yo te digo que si valió la pena porque ahora conoces. Ahora
sabes lo que tienes que evitar. Ahora sabes que no vale la pena iniciar
una batalla por una pequeña golosina.
‐ Tú sabes que yo no peleaba por una pequeña golosina. Ella es
maravillosa, espectacular, para mi es la mejor mujer del mundo, pero
esta vez me parece que estaba realmente equivocada.

‐ ¿Tú sabes lo que es correcto y lo que no lo es?
‐ No.
‐ ¿Entonces por qué piensas que puedes determinar cuándo tu esposa
está equivocada y cuándo no?
‐ Porque en este caso era muy obvio. Tú sabes muy bien que tanto
ella como yo no nos detenemos en pequeñeces para crear un
problema y que una parte grandísima de nuestro éxito como pareja
ha sido precisamente ese, nosotros perdonamos fácilmente el uno al
otro y seguimos adelante como si no nos hubiesen hecho nada.
‐ Si, pero hay formas mejores de hacerlo. La que ustedes tienen
funciona y es buena, pero no es la mejor.
‐ ¡Ya lo creo! La prueba es que cuando pensábamos que ya nunca más
en la vida nos íbamos a pelear resultamos furiosos el uno con el otro
y honestamente considero que fue por una nimiedad, a pesar de que
digo que me pareció obvio que ella estaba equivocada, también
pienso que puede haberlo dejado pasar y seguir con nuestra habitual
felicidad.
‐ Yo no te lo hubiese permitido.
‐ ¿Qué dices?
‐ Que yo no te lo hubiese permitido, porque necesitas pasar al
siguiente nivel. Los dos están preparados para el siguiente nivel. Este
ya se les quedó pequeño y necesitan evolucionar, avanzar. Hay
mejores formas de hacerlo.
‐ ¿Y cuáles son esas formas?
‐ Es simple y se puede resumir en “No perdón”.
‐ ¿Perdón?

‐ Se que suena extraño a simple vista, pero el perdón es un
impedimento. Pero solo cuando llegas a cierto nivel. Antes de ese nivel
el perdón es absolutamente necesario y de hecho es el camino. Tu
segundo libro lo expresa de forma muy hermosa. El verdadero
sanador es el amor o lo que normalmente se llama el perdón, pero
esto solo es verdad para aquellos que no están preparados para el
siguiente nivel que es el nivel del “No perdón” o la ausencia de
perdón.
‐ ¿Quieres decir que no debo perdonar a nadie? Mejor dicho, yo estoy
seguro de que tienes algo importante para decir, ¿porque no lo dices
de una vez?
‐ Cuando perdonas a alguien lo haces porque sientes que él o ella está
equivocado y está actuando incorrectamente, además porque sientes
que tú sabes lo que es correcto y lo que no lo es, pero tienes tanta
bondad en tu corazón que decides mirar hacia otro lado, hacia la
parte linda del ser al que perdonas e ignorar su feo error para
concentrarte en lo bueno que hay en él. Esto es lindo, pero sigue
siendo un enfoque egoísta. El verdadero amor entiende que no hay
posiciones “equivocadas”, que todo tiene un propósito en las vidas de
aquellos que lo viven y que tú no estás en condiciones de juzgar
porque te equivocarías con absoluta seguridad, por lo tanto decides
utilizar un único juicio, uno que no puede fallar, uno que no
desarmoniza con lo que tú y tu hermano sois, “El hijo de Dios es
inocente”. De esa manera no te equivocarás jamás. Siempre juzgarás
correctamente y lo mejor de ello es que ya no necesitarás perdonar, lo
cual es una enorme ventaja, porque el perdón te coloca en una
posición arbitraria de superioridad desde la cual emites un juicio en
contra de tu hermano y luego de ver claramente “su error” decides
perdonarle. Es como si tú fueses mejor que él, y eso nunca es ni será
verdad. No hay mejores ni peores en la creación del que es Uno con
sus criaturas. ¿Entiendes de lo que te estoy hablando?

‐ Si, lo entiendo. Eso está en Un Curso de Milagros y la verdad es que
me gusta muchísimo.
‐ El hecho de que lo hayas encontrado en un libro en particular no lo
limita a ese libro. La verdad es universal y no tienes que afiliarla con
una corriente específica de pensamiento o con una secta u
organización religiosa. Si la verdad está presente en algo, entonces
ese algo es armonioso con lo que Es, pero eso no significa que ese
algo o alguien sea “propietario” de la verdad. Te lo digo porque noto
tu preocupación por escribir sobre algo que está en algún otro libro.
No te preocupes por eso, necesariamente me voy a tener que repetir
una y mil veces en todas las formas que utilice para llegar a mis hijos
en este momento particular de su existencia material, pero eso no es
problema, más bien es una ventaja porque poco a poco vamos a ir
sentando las bases de una nueva espiritualidad. Una espiritualidad
que no estará basada en libros sagrados ni en maestros específicos.
‐ Ahora si me estoy asustando de verdad.
‐ ¿Por qué? ¿Porque menciono la inutilidad de los libros llamados
sagrados?
‐ Y de los maestros de todos los tiempos como Buda y Jesús.
‐ Escribe lo que te voy a dictar y no sientas miedo al hacerlo. Una vez
que has alcanzado el nivel de comunicación interior al que apunta no
solo este libro ni solo tú sino muchos otros que están saliendo al
mismo tiempo en muchos lugares del mundo, una vez alcanzado ese
nivel, ya no necesitas obedecer leyes sagradas que te vienen de fuera,
ni necesitas interpretar textos sagrados con miles de años de
antigüedad y de errores, porque me estás escuchando en tu propio
interior.
‐ Íbamos lo más de bien hasta aquí, pero tengo la sensación de que

acabas de convertir este libro en una blasfemia.

‐ Es necesario.
‐ En cierta forma te entiendo pero creo que esto necesita una
explicación.
‐ Cuando se dictaron los libros que hoy se consideran sagrados, se
utilizaron como canales a hombres que eran lo más elevado de la
humanidad de aquel tiempo, pero que no estaban ni remotamente
tan conectados y purificados como lo están los más elevados de la
humanidad de hoy. El libro tiene necesariamente un componente
personal. Es la forma, el estilo y de cierta manera la personalidad del
canal que se utiliza para vertirlo al mundo. Este libro tiene
necesariamente tu estilo y no puede ir mucho más allá de cierto punto
que es básicamente tu límite. Yo estoy limitado en este texto por tu
propia capacidad de superarte a ti mismo, por ello hay ciertos temas
que no vamos a poder tratar y que quedarán en las manos de alguien
que haya caminado más que tú o al menos más rápido que tú. A
menos que, lógicamente, te pongas a tono conmigo rápidamente y
logremos llegar hasta allí.
‐ Me extraña que digas eso, porque con frecuencia en estos diálogos
siento que dices cosas que están más allá de mi alcance. Reconozco
que muchas de ellas concuerdan con mi propia formación espiritual y
mental y con mi propio esquema de pensamiento, pero en otras
definitivamente me dejas con la boca abierta y en muchos casos me
he visto forzado a rectificar completamente mi manera de pensar;
por ejemplo, la semana pasada con lo de la fe: Me he pasado la vida
tratando de convencer a mi madre de que no te pida nada porque tú
sabes lo que ella necesita. Ahora estoy planeando tener una
conversación con ella para pedirle disculpas por haberla casi
convencido de eso, pues gracias a mi conversación contigo entendí
que yo estaba equivocado. De hecho, he expresado esa opinión
muchas veces y ahora estoy pensando que tal vez les he hecho daño a

varias personas con mi modo de pensar. ¿Cómo entonces me dices
que hay temas que no puedes tratar porque yo te limito?
‐ Hay ideas que no puedes manejar porque tu mente no está
preparada para ello. Pero eso se puede solucionar, no te preocupes.
No te descuides tanto con la comunicación. Mantente conectado y
verás como en poco tiempo habremos superado esas pequeñas
limitaciones.
‐ Acepto la llamada de atención. Gracias. Y ahora, volviendo al tema
que me hizo sentarme a escribir en un momento en el que tengo a mi
esposa esperando por mí para salir a desayunar… ¿Cómo hago para
conectarme contigo de una forma tal que no me desconecte más, de
una forma en la que siempre esté progresando? No me gusta esta
forma de progreso a saltos porque a veces me parece que salto hacia
atrás.
‐ Nunca saltas hacia atrás. Siempre estás iluminando alguna zona

oscura de tu consciencia. La época en la que ibas hacia atrás o mejor
dicho en pos de la oscuridad ya ha pasado. Ahora te diriges
únicamente hacia la luz, por eso te decía que la pelea con tu esposa
era necesaria. Tenías que ver lo que había allí y reconocer que existe
una manera mejor de hacer las cosas. Aun en los momentos más
críticos de tu pelea con ella, ambos iban hacia adelante. Podrías desde
luego haberte dejado distraer por la apariencia de oscuridad y
terminar separado de ella y desviándote completamente de tus
propósitos, pero incluso eso era difícil que ocurriera por lo que estoy a
punto de revelarte.
Me preguntas cuál es la forma de mantenerte en comunión conmigo.
Ya hemos hablado de esto anteriormente, pero nunca lo habíamos
puesto sobre el papel, así que vamos a hacerlo ahora y de paso vas a
dar un paso hacia adelante pues vamos a hablar de algo que no
habíamos hablado nunca.

Lo primero, y en esto no te estoy hablando a ti sino a tus hermanos, es
esforzarse por establecer la comunicación interior que te permita
preguntarme y recibir respuestas directas de tu Creador. Esa
comunicación está al alcance de casi todos los que habitan el planeta
actualmente y esa es la razón por la cual estaba diciendo lo que te
pareció una blasfemia. No tiene sentido que hables a través de un
intermediario cuando puedes hablar conmigo frente a frente. No tiene
sentido que nos entendamos a través de parábolas cuando yo te
puedo decir las cosas claramente y sin peligro de que las interpretes
equivocadamente. Las parábolas tuvieron su tiempo y fueron muy
adecuadas en ese momento, pero ahora te encuentras en la etapa de
la revelación, por lo tanto los mensajes deben llegar claramente al
interior de cada uno. Eso no significa que nadie necesite guía, no.
Sobre todo al principio, cuando estás estableciendo la comunicación
interior. Tú por ejemplo tuviste el Curso de Milagros, otros han tenido
un maestro, algunos han estado en una religión que les abrió las
puertas de la conciencia a una realidad espiritual y a una vida
espiritual. Todos los métodos tienen ventajas y desventajas. Todos
dejan algún remanente relacionado con la estructura de pensamiento
del creador o canal receptor del método. De aquí en adelante ya no
habrá más eso. Todos tendrán acceso al tipo de comunicación que tú
y yo estamos teniendo. Yo te enseñaré a ti y a otros como tú la forma
de despertar esta comunicación en tus hermanos, de modo que la
nueva tierra se haga realidad. El nuevo mundo será un mundo de
amor y de despertar espiritual, pero eso se construirá con la
comunicación. Y la comunicación de la que hablo no se puede dar a
través de intermediarios. Tú en este momento eres un intermediario,
pero tu papel no es meterte en el medio sino ayudar a tus hermanos a
que ellos mismos abran sus propios canales de comunicación y me
escuchen directamente.
Mi intención no es decir que las enseñanzas de vuestros maestros
estén equivocadas, sino que llegaron a vosotros a través de los

escritos de hombres que no tenían la capacidad de comprenderlas
plenamente, por lo tanto están incompletas. Eso no quiere decir que
no sean valiosas, pero ha llegado el momento de que nos
comuniquemos directamente.
Sigue en tu mente la pregunta con respecto a cómo mantenernos en
comunicación constante. La respuesta es sintiendo que yo estoy en
todo lo que existe. Tu mente es la creadora de lo que ves, oyes y
sientes, pero yo soy el creador de tu mente, por lo tanto yo estoy en
todo lo que percibes. Siénteme. ¡Siénteme! Has un esfuerzo por
sentirme y me sentirás y luego me verás y me oirás hablándote en
todo lo que ves y en lo que no puedes ver. Yo soy por siempre y en
todo lugar, no hay un solo rincón de tu mente en el que yo no esté.
Has conciencia de eso y te será muy fácil entender que yo estoy a
cargo de tu vida, de tu progreso espiritual, mental y material.
Suéltame a mí el trabajo y dedícate a aquello para lo cual te creé.
‐ ¿Y qué es?
‐ La felicidad. Únicamente la felicidad hijo mío.
En este mismo libro hablamos del mecanismo de producción

automática de la felicidad. Ahora vamos a entrar en detalle en ese
tema. Pero será en otro día, ahora vete a desayunar con tu bella
esposa. Te amo.


Junio 5, 2010
‐ Estoy aquí nuevamente para escuchar sobre el mecanismo de

producción automática de la felicidad que creo que es de lo que
querías hablar la última vez que estuvimos escribiendo juntos.
‐ Este nombre desde luego es un nombre arbitrario y podríamos

escoger cualquier otro. Llamémosle así por ahora y luego podremos
seguir llamándolo simplemente Amor, y eso de por sí es una
explicación pues nos dice desde ya lo que es el mecanismo. Tú tal vez
la llamarías “la ley”, pero es más un mecanismo que una ley. Porque
una ley es un código u ordenanza que proclama una autoridad
superior para que sea obedecida y si esta autoridad es responsable
entonces necesariamente la ley tendrá por objetivo el beneficiar a
aquellos que han de obedecer la ley. Por otro lado, un mecanismo es
algo que tiene vida o que actúa automáticamente y eso es más
parecido a lo que voy a describir.
Resulta que tú te fuiste del Reino. Esa decisión no es ni buena ni mala,
es solo una decisión que tomaste. La tomaste en un nivel de tu
consciencia en el cual la separación parece posible, aunque de hecho
no lo es, pero para ti en este momento resulta muy evidente. Te
sientes separado de mí, de tus hermanos, de la tierra y hasta de ti
mismo, por lo tanto para ti la separación efectivamente ocurrió y
parece estar vigente en el tiempo y en todas las dimensiones del
tiempo. Hablaré entonces como si la separación fuese real por un
momento.
Cuando te separaste se generaron automáticamente unos resultados
y se generaron unas causas, los resultados los puedes ver todos los
días y las causas se mantienen ocultas. Los resultados fueron muchos,
pero mencionaré algunos.

Por ejemplo: Te sentiste en un cuerpo, te sentiste en muchos cuerpos,
te identificaste con tu cuerpo, crees que el cuerpo de tu hermano no
es tu cuerpo, te sentiste en una dimensión física, crees que lo físico es
real, crees que lo espiritual no existe, tienes pruebas de ambas cosas,
etc.
A medida que entrabas en la separación o mejor dicho en la
dimensión que creaste con la separación, tu ausencia de recuerdos se
fue haciendo obvia y se hizo muy difícil para ti el recordar quién eres y
cuál es tu función. Esa función se ocultó de tal manera que hoy es casi
imposible verla, pero yo estoy aquí para recordártela. Yo te creé para
la comunicación.
‐ ¿Qué es la comunicación?
‐ Es la interacción entre dos seres. ¿Acaso no resulta obvio?
‐ Si, eso lo sé. Pero presiento que entre tú y yo la comunicación tiene
un significado más profundo.
‐ No, no lo tiene. Lo que tú estás sintiendo es que la forma en la cual
se da la comunicación puede ser o muy superficial o muy profunda y
que en la medida en la que la comunicación se profundiza los
contenidos de dicha comunicación se enriquecen tanto que parece
convertirse en otra cosa y efectivamente produce unos resultados tan
maravillosos que te verás tentado a llamarla de otra forma. Querrás
llamarla “Creación”, pero sin embargo nunca dejará de ser
“Comunicación”. Yo te creé para la comunicación. También presientes
correctamente que esta comunicación es armonizadora y que produce
felicidad, pero es que efectivamente esa fue la razón o causa de la
creación. El deseo de compartir mi felicidad con alguien fue lo que
generó la creación. Entonces el deseo de expandir la felicidad fue el
generador de todo lo que conoces. Entender esto te ayudará
muchísimo a ti como ser y a tu sociedad como ser.

‐ ¿Por qué?
‐ Porque cuando entiendes cuál es el propósito de tu existencia
entonces la mayor parte de los interrogantes se simplifican y las
respuestas llegan sin ningún esfuerzo. Por ejemplo, si tus gobernantes
comprendiesen que la razón de ser de ellos es el propiciar la felicidad,
la de ellos y la de sus hermanos y si entendiesen que la felicidad de sus
hermanos es su propia felicidad, entonces el mundo daría un giro de
180 grados en una sola generación. Se convertiría rápidamente en el
jardín del edén.
Hace un momento te dije que la comunicación entre nosotros es solo
eso, comunicación y que no tiene más sentido que el de comunicar,
pero necesitamos aclarar eso un poco más. Necesitamos entender que
la comunicación es creación y que el ser se define en la comunicación
a través de la creación de sí mismo. La comunicación entonces tiene el
poder de crear intrínseco porque lo que comunica es precisamente al
Creador. ¿Entiendes ahora porqué sentías que la comunicación entre
nosotros va más allá de una simple interacción entre dos seres?
‐ Algo me dice que no estoy entendiendo y que esto en realidad lo
voy a entender poco a poco. Es decir: Si entiendo mucho más de lo
que entendía hace unos minutos, pero siento que me falta entender
más. Es algo como esto: A veces me dedico a leer lo que hemos
escrito juntos hasta aquí y llego a la conclusión de que a pesar de que
yo mismo lo escribí, si es que eso se puede realmente decir, llego a la
conclusión de que cada vez que lo leo el texto adquiere un nuevo
significado, es como si tuviese vida y mutara o evolucionara. Me doy
cuenta perfectamente de que el que está evolucionando soy yo y que
estoy interpretando el texto un poco más correctamente cada vez,
pero el sentimiento es el de que el texto tiene vida.
‐ Y la tiene, de hecho no eres tú solo el que evoluciona, es la
comunicación la que se mueve y con su movimiento genera un mundo

completamente nuevo. El texto que leerás dentro de dos años será un
texto completamente nuevo a pesar de que tu memoria te dirá que es
el mismo que escribimos juntos hace dos años y que no ha cambiado
ni un punto ni una coma, ¿Pero será verdad que no ha cambiado?
Quiero que sepas algo: La comunicación es movimiento, porque solo

en el movimiento puede haber interacción y el movimiento es el que
genera, por lo tanto la creación se da en el movimiento, y tu mente
está hecha para la creación, por lo tanto todo lo que tu mente
produce está en movimiento. El movimiento es una constante en el
universo y eso se aplica a todo, absolutamente todo lo que puedes
percibir con tu mente. No se aplica sin embargo a la realidad que es tu
verdadero ser, pero por el momento tú mismo te has puesto a tal
distancia de la realidad que lo mejor es trabajar con la mente
mientras tienes de nuevo acceso a tu verdadero ser que está más allá
de la mente.
‐ Ahí si me perdí. ¿Quieres decir que hay algo que no es mente? ¿O
mejor dicho, hay algo que no es mental?
‐ Por supuesto, tú mismo estás más allá de los dominios de la mente y
eres inexpugnable para ella. Ella jamás te podrá comprender porque
tú estás más allá de sus fronteras. El ser está más allá de la mente. La
mente es el componente activo del espíritu. ¿Pero qué es entonces el
espíritu? Eso es algo que por ahora no podemos discutir porque
siempre tendríamos que trabajar con los elementos de la mente y la
mente de por si no puede acceder a algo que está más allá de sí
misma. Que te baste entonces con saber que hay algo que está más
allá de la mente y sus dominios y ese algo eres tú mismo. Ese algo Soy
Yo.
Habíamos hecho esta cita para hablar del mecanismo de producción
automática de felicidad y aunque hemos estado sentando las bases no
lo hemos trabajado todavía, así que me voy a concentrar en ello.

Primero que todo, este mecanismo es mental. Por lo tanto funciona en
los dominios de la mente que es en donde hace falta, porque más allá
de la mente no existe la infelicidad, solo la mente es capaz de
imaginar semejante absurdo.
Como mecanismo automático opera todo el tiempo y en todas las
dimensiones del tiempo. En realidad en cualquier dimensión a la cual
la mente tenga acceso se encontrará siempre con este mecanismo en
espera de ser activado o en un estado de actividad constante.
La razón del mecanismo como su nombre lo indica es producir
felicidad. Lógicamente el receptor de dicha felicidad no es el Ser quien
se encuentra más allá de la felicidad y la infelicidad, no, el receptor de
esta felicidad es la mente, que es quien se encuentra confundida con
el engaño de la separación.
Cada vez que el individuo y nótese que no dije el Ser, cada vez que el
individuo hace algo que le produce infelicidad, o lo que es lo mismo,
separación; este mecanismo se activa automáticamente y produce
una corrección, o mejor dicho, la introduce automáticamente en la
mente que se está desarmonizando con respecto al plan de
perfección.
‐ Si una mente en su locura decide quitarle a otro lo que legalmente le
pertenece, entonces el mecanismo produce una respuesta y esa
respuesta se implanta como un ser vivo en la mente que se fue en
contra de su propia felicidad. La respuesta, que podríamos llamar
“programa” o “programación”, está viva y funciona automáticamente
para generar eventos y circunstancias que le permitan lograr
nuevamente un equilibrio a la mente des‐alineada. Entonces en el
caso del ladrón, le dará experiencias que le permitan experimentar la
armonía. Estas experiencias pueden en algunos casos parecer
castigos, por eso han sido llamados comúnmente karma, pero la
intención nunca es la de castigar, sino la de armonizar. No es un

proceso creado con la intención de generar dolor sino de evitarlo, pero
la mente tiende a confundirse nuevamente y con frecuencia
experimenta como dolor lo que en realidad pretende evitar y sanar el
dolor.
‐ ¿Podrías ser más concreto por favor? Veo que estás tomando vuelo
hacia terrenos tan abstractos que estoy empezando a sospechar que
no voy a entender.
‐ Concéntrate y entenderás, pero de todas maneras vamos a poner un
ejemplo concreto aunque ellos tienden a convertir lo que es una
enseñanza siempre‐aplicable en un dogma práctico de fe y eso no es
lo que quiero crear aquí, pero voy a darte gusto y daré un ejemplo
práctico, pero por favor trata de entender lo que tu llamas la
“abstracción” que es donde está el verdadero conocimiento vivo que
puede ser aplicado a cualquier situación. Vamos al ejemplo:
Un hombre se divorcia de su mujer porque es una malgeniada,
inconsciente, gastona, desconsiderada y para colmo de males, una
mala madre. En poco tiempo este hombre se encuentra no solo
experimentando sentimientos de soledad que le hacen añorar a su
esposa, sino que también termina conociendo a otra mujer que parece
ser salida de un cuento de hadas. Es la mujer perfecta que lo hará feliz
para siempre, por lo cual decide unir su vida a este ángel caído
directamente del cielo para hacerlo feliz, así que se va a vivir con ella.
En poco tiempo se da cuenta de que la nueva mujer es una
malgeniada, inconsciente, gastona, desconsiderada y para colmo de
males, una mala madre. El hombre se separa nuevamente decidido a
no cometer el mismo error nuevamente, pero con el tiempo las
heridas se sanan y se encuentra nuevamente metido en una relación
con una persona similar a las dos anteriores. Este ciclo dura tanto
como lo que tarde el hombre en entender que la mujer no es una
malgeniada, inconsciente, gastona, desconsiderada o mala madre,
sino que él la está percibiendo así y que está haciendo todo lo

necesario para generar en ella comportamientos de una malgeniada,
inconsciente, gastona, desconsiderada y mala madre.
Ahora me has entendido, pero el ejemplo encierra cierto peligro, tiene
la tendencia a generalizar. Hay por ejemplo hombres que
efectivamente están con una malgeniada, inconsciente, gastona,
desconsiderada y mala madre y que lo que tienen que aprender es a
escoger correctamente antes de tomar una decisión tan importante
como la de escoger la persona que ha de acompañarlos de por vida o
al menos por un buen pedazo de la vida.
Con lo anterior lo que quiero decir es que es mejor que entiendas el
concepto aunque sea elevado y que lo apliques a cada situación
basándote en nuestra comunicación. En esencia los conceptos solo
tienen un objetivo, abrir el canal.
‐ ¿Qué quieres decir con eso?
‐ Los conceptos te ayudan a pensar un poco más abiertamente. Abren
tu mente a nuevas posibilidades y allí es en donde se encuentra la
comunicación. Porque si te fijas, en la tradición de tu humanidad la
comunicación espiritual no existe, sino que es considerada una
maravilla que ocurre solo a personajes elegidos por el Altísimo y solo
en circunstancias y tiempos muy especiales. Yo en cambio te digo que
la comunicación está ocurriendo todo el tiempo y que solo necesitas
prestar atención. Eso es todo.
Volviendo al tema del mecanismo de producción automática de

felicidad, te diré solo una cosa más: Esa es una de las muestras de mi
amor por ti. Lo he puesto en tu mente para que tengas por donde
regresar a casa. El te abrirá poco a poco a la realidad de tu Ser y te
hará experimentar cada vez un poco más de lo que tú realmente eres.
Finalmente te llevará de vuelta al hogar en absoluta felicidad que es
como yo te creé y para lo que te creé.

‐ Me gustaría cambiar un poco el tema si te parece bien.
‐ Tú sabes que podemos hablar siempre de lo que tú quieras.
Me gustaría saber cómo voy a hacer yo para transmitir esta
comunicación a mis hermanos. Hace unos días tuve en mi casa a una
amiga y tú me dictaste un experimento y funcionó y ella
efectivamente se comunicó. Pero luego nos contó a mí y a mi esposa
que en realidad ella ha tenido este don siempre, que más bien es que
no ha creído en el, o sea que allí no hubo un verdadero
descubrimiento para ella. Yo lo que quiero saber es si existe un
método que me puedas enseñar para yo llevar la comunicación o
mejor dicho, la técnica de la comunicación a mis hermanos.
‐ Si existe, desde luego que existe. De hecho yo te voy a dar muchos,
pero comencemos con uno. Dime, ¿Cómo haces tú para comunicarte
conmigo? ¿Qué haces para preguntarme y recibir mis respuestas?
‐ No estoy muy seguro.
‐ No te salgas fácilmente por la tangente y has un esfuerzo. ¿Cómo me
contactas?
‐ En realidad yo solo te hablo y tú me contestas, pero ahora que lo
preguntas creo darme cuenta un componente que nunca antes había
notado a pesar de que siempre ha estado allí.
‐ ¿Y cuál es ese componente?
‐ Que cuando te hablo yo me dirijo a ti. Es decir, yo te siento allí.
‐ ¿Dónde me sientes?
‐ En algún lugar dentro de mí.
‐ ¿Dentro del cuerpo?

‐ No, dentro de mi mente. Yo te siento allí y te hablo con la certeza de
que estás ahí. Es una certeza que no sé de donde salió, pero que está
siempre ahí cuando te hablo. ¿Por qué me pones a mí a decir esto si
se supone que eres tú quien debería enseñarle a mis hermanos la
comunicación?
‐ En eso te equivocas, el experto en eso eres tú. Tú eres quien ha
logrado abrir una ventana desde el abismo de oscuridad en el cual
crees estar metido y llegaste hasta mí, que no he dejado de
comunicarme con mis criaturas ni un solo instante, pero sin que ellas
lograsen realmente escucharme. Entonces eres tú quien tiene el
secreto. Y no es que yo no lo sepa, sino que tiene más valor si lo dices
tú porque eres tú el que está haciendo algo maravilloso aquí. Tú eres
el que estás hablando con tu propio Ser espiritual a pesar de las
limitaciones impuestas por la mente. Así que abandona tu posición de
incapacidad y cuéntanos cómo lo haces.
‐ ¿Y es que hay algo más que debo decir?
‐ Si, ¿Cómo es mi presencia? ¿Es algo cercano o lejano? ¿Es fría o
caliente? ¿Es amorosa o justiciera? ¿Qué sientes, qué percibes, quien
soy yo para ti cuando te comunicas?
‐ No lo sé.
‐ No seas facilista. Esfuérzate un poco y danos una respuesta

utilizable. ¿No dices que quieres llevar esta comunicación a tus
hermanos? Pues sé coherente con tus deseos y trata de ayudar.
‐ Tengo tanto para decir al respecto que podría escribir un libro
completo sobre ello.
‐ Bueno, eso es lo que estás haciendo de todas maneras, así que no te
desanimes y exprésate.

‐ Pero es que la razón de esta comunicación es el escucharte a ti, no a
mí.
‐ ¿Y es que todavía crees que hay diferencia entre tú y yo?
‐ ¡Si, y mucha! Yo me veo a mi mismo como un ser pequeño, inclusive
aunque he tratado de digerir lo que me has enseñado, yo siento que
aunque yo sea inconmensurable en algún nivel, la verdad es que
como humano no soy casi nada. ¿Entonces por qué quieres que hable
la pequeña criatura cuando estamos frente a Dios?
‐ Siempre estarás frente a Dios. En realidad siempre estarás en Dios.
Tú eres Dios. Ya es hora de que empieces a romper con las
limitaciones impuestas por las viejas creencias. Tú nunca dejaste de
ser el Ser que yo creé y eso es Yo Mismo. No puedo crear fuera de Mí
Mismo, por lo tanto, todo lo que yo creo es mi propio ser. Déjate de
sueños de pequeñez innecesarios, asume tu posición como uno que
está en el Ser de todos tus hermanos y comienza de una vez por todas
a hacer lo que sabes que viniste a hacer, comienza a establecer la
comunicación.
‐ Ah, ¿O sea que a eso fue que vine?
‐ ¿Y me vas a decir que no lo sabías?
‐ En cierta forma sí, pero desde otra perspectiva, esto es toda una
revelación para mí.
‐ Lo sé, pero me interesa la perspectiva desde la cual lo sabes todo, no
aquella en la que te sientes pequeño y limitado. Así que comienza de
una vez a contarnos qué es lo que haces para comunicarte conmigo y
no olvides contarnos cómo lo haces, qué sientes, etc.
‐ Madre mía. ¡Me la has puesto difícil!
‐ Comienza de una buena vez.

‐ Creo que tendré que contar cómo empezó todo esto. ¿No crees?
‐ Hazlo de la forma en la que te parezca correcto hacerlo.
‐ ¡Me estás exasperando!
‐ No. Te estoy ayudando! Pero tú interpretas el mecanismo de
producción automática de felicidad como un mecanismo de
producción automática de infelicidad, cosa que no es en absoluto. Por
favor, céntrate en tu comunicación y haz lo que viniste a hacer.
‐ Está bien.
Esto comenzó hace como quince años. De manera “accidental” llegó a
mis manos el libro titulado “Un Curso de Milagros” y yo como buen
lector traté de devorarlo lo más rápidamente posible, pero por más
que trataba de leerlo no conseguía avanzar porque no entendía casi
nada. Después entendí la razón: El Curso, que es una obra dictada por
el Maestro Jesús, está hecha desde la primera línea en un nivel
elevado y por lo tanto requiere de la comunicación que es su objetivo
enseñar. Es como una serpiente que se muerde la cola. El libro
pretende enseñar la comunicación interior pero sin ella es imposible
entenderlo. ¡Es una belleza!
Como te venía contando, yo leía casi sin entender y por lo general
llegaba como alrededor de la página sesenta del libro. En algún punto
alrededor de esta página me preguntaba qué había entendido y mi
conclusión siempre era la misma: “No he entendido casi nada”.
Entonces guardaba el libro por un tiempo, hasta que un día me
decidía de nuevo a leerlo e irremediablemente sucedía lo mismo, no
entendía y alrededor de la página sesenta lo guardaba “hasta nuevo
aviso”.
Un día estaba llegando a la página sesenta y me pregunté por qué no
lograba entender casi nada, pero esta vez se me ocurrió una

respuesta innovadora. Se me ocurrió poner a prueba la comunicación
con el Espíritu Santo de la cual habla el curso, así que leí un párrafo
completo, no entendí nada en absoluto, cerré los ojos y pedí al
Espíritu Santo que me explicara el párrafo y “casualmente” lo entendí
de inmediato.
Desde luego que pensé que esto había sido mera casualidad, pero
decidí ponerlo a prueba nuevamente. Leí el siguiente párrafo y como
siempre no entendí, cerré los ojos, pregunté internamente por un
significado y “por arte de magia” comprendí. Fue una súbita
comprensión que me dejó atónito. Fue algo más allá de cualquier
cosa que hubiese experimentado hasta ese momento, fue una
comprensión de aquellas que no dejan dudas. Comencé a pensar que
tal vez si me estaba comunicando. Pasé el resto de la tarde leyendo y
preguntando internamente y para mi dicha descubrí que algo o
alguien dentro de mí respondía SIEMPRE y que su respuesta estaba
mucho más allá de mi nivel de comprensión habitual. Con el tiempo la
comunicación se fue volviendo mucho más rica. Ya no era solamente
una súbita comprensión sino que ahora podía formular preguntas y
recibir una respuesta.
‐ ¿Cómo llegan las respuestas?
‐ ¿De verdad me vas a cambiar los papeles en este diálogo?
‐ Solo por un momento, no te preocupes, te gusta lucirte de todos
modos. ¿Por qué no aprovechas la oportunidad?


Junio 17, 2010.
‐ Perdóname por portarme tan infantil. Acabo de releer todo el
diálogo sobre la comunicación y definitivamente no me he puesto a la
altura a la que me corresponde estar. Voy a hacer un esfuerzo de aquí
en adelante por no impedir la comunicación sino más bien por tratar
de facilitarla.
‐ Has hecho un comentario muy importante: “Tú impides la

comunicación”. ¡Eso es absolutamente cierto! Te la has pasado
impidiendo la comunicación que yo estoy todo el tiempo tratando de
que llegue a ti. Lo único que tienes que hacer es “permitir la
comunicación”. Pero qué te parece si seguimos con la pregunta que te
hice: ¿Cómo te llegan las respuestas?
‐ Me llegan… no lo sé. Es como si fuera una voz dentro de mí. Pero
eso es solo algunas veces. Específicamente cuando estoy escribiendo
o cuando te hago una pregunta concreta que requiere una respuesta
concreta. Sin embargo hay otros momentos en que lo que recibo es…
una comprensión súbita e indiscutible. Esta comprensión es de las
mejores formas de comunicación que tenemos. Algunas veces sucede
cuando formulo una pregunta, otras simplemente te metes en mis
pensamientos, porque yo estoy fantaseando con una idea en mi
mente y de repente, pum! Me llega una tremenda comprensión al
respecto. Generalmente la comprensión descarta completamente
todo lo que yo creía con respecto a lo que estaba pensando. Es decir,
creo que lo mejor será dar un ejemplo:
Un día me hallaba conduciendo mi auto, que dicho sea de paso es
uno de tus momentos preferidos, creo que voy a necesitar que me
digas porqué, pues con muchísima frecuencia cuando voy
conduciendo me encuentro comunicándome contigo de manera
excepcional. De esa forma he tenido comprensiones que han definido

mi forma de ser actual. ¿Por qué es tan fácil la comunicación cuando
conduzco mi auto?
‐ ¡Porque estás funcionando en automático! No interfieres tanto como
lo haces cuando estás más consciente. Por esa misma razón se hace
fácil la comunicación en los sueños. Porque no está completamente
presente el raciocinio. Pero continúa con tu historia. ¡Está de oro!
‐ Te decía que un día me hallaba conduciendo mi auto cuando
comencé a preguntarme por qué a pesar de que he hecho tantos
esfuerzos por progresar económicamente no he logrado
prácticamente nada. Estaba dándole vueltas al asunto y mirándolo
desde muchísimos ángulos cuando súbitamente comprendí algo que
iba en contra de todo lo que yo había creído hasta ese momento.
Comprendí que la riqueza material es una forma de consciencia y que
yo aún no había desarrollado esa forma de consciencia específica.
Esto estaba en contra de mis creencias porque yo siempre había
pensado que la mayoría de los ricos eran personas a quienes les
faltaba consciencia y por eso eran capaces de acumular riquezas a
pesar de que había tantos que necesitaban de lo que a ellos les
sobraba. Ese día entendí que la consciencia tiene que abarcar todas
las áreas de la mente. Una ser humano armónico será amoroso,
generoso, sanador, sabio, y todo lo bueno que se nos ocurra, pero
también será abundante. Si no lo es, entonces aún le falta desarrollar
al menos una de las formas de consciencia.
Otra forma en la cual me llegan las respuestas es a través de visiones.
Estas vienen como respuesta a mis preguntas o simplemente cuando
las necesito. La parte más interesante de la visión espiritual y tal vez
esta sea una tremenda revelación para mis hermanos, es que no
tienen que tener el mismo realismo que estamos acostumbrados a
que tenga el mundo. Nuestro ojo espiritual apunta hacia el mundo
espiritual mientras que nuestros ojos físicos apuntan al mundo físico.
Normalmente la visión espiritual no sucede en el mismo nivel en el

que se da la visión física y entonces uno tiende a descartarla. No es
que lo otro no pueda suceder pues también sucede y de hecho me ha
pasado, he tenido visiones en las cuales lo que veo parece estar
físicamente aquí, pero eso no es lo más común. Al menos no para mí.
‐ Por favor sé más exacto en la descripción de la visión espiritual. Este
es un tema muy importante porque es extremadamente
incomprendido.
‐ Está bien. Yo creo que todos tenemos visión espiritual y por lo tanto
todos tenemos visiones, pero la mayoría de las personas las descartan
porque no tienen certeza, que es una forma de fe que se desarrolla
en la medida en la que se adquiere consciencia de la vida espiritual.
Esto lo digo porque me he dado cuenta de que yo mismo he
descartado visiones importantísimas solo por falta de certeza. La
parte interesante es que con cada avance en el camino de la fe y de la
consciencia, se va haciendo más fácil diferenciar entre un simple
pensamiento o fantasía y una visión espiritual. Especialmente debido
a que la visión viene acompañada de un sentimiento de certeza, es
decir, de una sensación de seguridad de que lo que estás viendo te lo
están mostrando porque es real y es importante.
Todavía hay un punto más que me gustaría resaltar y es que debemos
ser coherentes. Si nos comunicamos espiritualmente y recibimos un
mensaje para alguien, entonces tenemos el deber de entregar ese
mensaje. Esto parece fácil pero la verdad es que para mí ha sido todo
un desafío. El orgullo se interpone y comienzas a dudar de la
comunicación. Te dices por ejemplo “Tal vez no recibí ningún mensaje
y lo que creo que se me dijo no es verdad en absoluto y voy a quedar
en ridículo”, entonces te resistes a entregar el mensaje por miedo al
ridículo. Mientras escribo este libro por ejemplo he pensado muchas
veces en lo que dirán de mí algunos miembros de mi familia y algunas
veces me he avergonzado ante la sola idea de que digan
“definitivamente Iván se volvió loco” o cosas por el estilo. Yo sé que

eso va a suceder, pero tengo que hacer un esfuerzo por entregar el
mensaje, o lo que es lo mismo: tengo que centrarme en que yo soy un
ser espiritual y entender que lo que importa es lo que sucede con el
espíritu y no lo que suceda con la personalidad.
Esto no quiere decir que todo lo que averiguamos en nuestras
comunicaciones espirituales deberá ser transmitido a la persona de la
cual se trata la comunicación. Algunas veces tenemos una visión o
recibimos un mensaje únicamente para que nosotros sepamos con
quien estamos tratando. Por ejemplo, cuando se hace sanación
espiritual uno se entera de muchísimas cosas privadas de la persona
que está siendo tratada y la mayoría de ellas son solo para que
nosotros entendamos lo que está sucediendo y podamos hablar de
forma que nuestra palabra sane. En esos casos hay que ser prudente
y no decir aquello que ofendería o avergonzaría al hermano.
De nuevo aquí tenemos que ser coherentes. La comunicación en sí
misma contiene el sentido de lo que se debe hacer con ella. Si es un
mensaje para entregar entonces lo sabrás, si es algo que debes saber
y callar, también lo sabrás. Lo importante es no irse en contra de lo
que se sabe diciendo lo que no se debe decir o callando lo que se
suponía que se hablara.
Para hablar de la visión espiritual tengo que hablar de la certeza que
se genera con la práctica. De hecho, no fue sino hasta que la
comunicación hablada se estableció que yo pude comenzar a
comunicarme a través de la visión espiritual. Aquí están los
elementos que yo pienso que juegan un papel especial en la
comunicación:
1. Fe. Sé que estás ahí. ¡Te siento!
Esta fe se desarrolló a partir de mi trabajo espiritual. La fe, como todas las
características de la mente se desarrolla con la práctica. Esto tal vez suene
como un contrasentido pues ¿Cómo voy a tener fe si no tengo fe? O mejor

dicho: ¿Cómo practico la fe que aun no tengo? Sin embargo hay que
hacerlo. Yo trato de actuar como si tuviese fe y la fe llega. También te pido a
ti que aumentes mi fe y eso me ha funcionado de maravilla.
2. Sé que me escuchas y que me vas a responder.
3. Sé que algo dentro de mí tiene que apuntar hacia ti al preguntar. Es
simple pero es importante. Yo tengo que dirigirme a ti interiormente.
No puedo simplemente formular la pregunta al aire porque sé que
alguien distinto trataría de responder. Una vez que la mente se abre a
la comunicación espiritual ella puede hablar con todo; con la tierra,
con el agua, con las plantas, con los ángeles, con el espíritu de los
amigos y familiares incluyendo los que se han ido, con el ser interior,
con el Espíritu Santo que es la voz que habla por Dios, y desde luego,
con Dios. Pero tengo que seleccionar conscientemente a mi
interlocutor. Es un acto voluntario que con la práctica se aprende a
hacer en forma inconsciente pero que juega un papel
extremadamente importante. El hecho de que yo me enfoque en ti es
lo que hace posible que yo reciba tu respuesta siempre. ¡Te juro que
me acabo de enterar de esto, sin embargo me doy cuenta de que así
es como lo he estado haciendo!
4. Una vez que formulo la pregunta espero por la respuesta con
naturalidad y no con ansiedad, pues la personalidad ansiosa trata de
responder. La clave es escuchar con la misma naturalidad con la cual
escucho a un amigo cuando estoy conversando con él. No trato de
imaginar su respuesta, solo escucho. Si él hace un poco de silencio yo
lo animo a hablar, pero nunca trato de hablar por él. Eso es lo que yo
hago. De hecho acabo de darme cuenta de que tenemos un oído
espiritual y de que yo lo enfoco hacia ti. ¿Cómo se supone que
explique esto?
‐ De la forma en la que lo estás haciendo. Tus hermanos sentirán
dentro de ellos aquello de lo cual estás hablando y despertarán a la

consciencia de que tienen un oído espiritual de la misma forma en la
que tú lo has hecho. No te habías dado cuenta hasta hoy de que lo
tenías, pero lo estabas usando. Más afortunados tus hermanos, ellos
sabrán desde el principio que lo tienen. Es más fácil para ellos después
de escuchar tu descripción el hacer el ejercicio de enfocar su oído
interno hacia mí y escucharme, de lo que fue para ti que ni siquiera
sabías que tenías esa herramienta.
‐ Gracias por tu ayuda. Voy a continuar.
5. Pongo mi atención en el diálogo.
Esto también es simple pero importante. Si me descuido termino
pensando en boberías sin importancia que no tienen que ver con el
diálogo y desde luego el diálogo se esfuma. Yo tengo que estar atento
al hecho de que está ocurriendo un diálogo entre tú y yo, pues de la
misma forma en la que si estoy hablando con alguien y me distraigo
termino perdiéndome de lo que la otra persona está diciendo, así
también cuando me distraigo del diálogo que estoy teniendo contigo,
termino pensando en algo diferente y en tu caso lo que sucede es que
en cuanto yo me distraigo tú guardas silencio. La parte bella es que en
cuanto presto atención nuevamente, tú inmediatamente reanudas el
diálogo sin protestar. Es como si supieras que yo estoy en una
condición básica y primitiva en la cual me es difícil controlar mi
mente, entonces eres amoroso y tolerante conmigo. Ni una sola vez
me has criticado por haberme distraído; tal vez me llames la atención,
pero tus llamados de atención son siempre amorosos, incluso a veces
son muy cómicos y me hacen reír.
6. Sinceridad. El diálogo se da cuando estoy sinceramente

determinado a saber la verdad aunque ella vaya completamente en
contra de mis creencias o me “incomode” en algún nivel. El diálogo
no se da cuando quiero una respuesta específica, porque entonces es
un monólogo. Yo me pregunto y yo me respondo lo que yo quiero

que Dios responda. Eso no funciona. Yo tengo que estar dispuesto a
aceptar respuestas increíblemente desafiantes. Por ejemplo, tengo
que estar dispuesto a escuchar lo que normalmente nuestra sociedad
llama blasfemias, pues el espíritu no le rinde pleitesía a nuestras
creencias, él solo le hace honor a la verdad sin importar quien se
incomode con ella, pues él sabe que esta incomodidad genera
crecimiento.
7. Trabajo espiritual. He descubierto que el diálogo se ha ido
volviendo mucho más rico en la medida en la que me he esforzado en
mi trabajo espiritual diario, que no es necesariamente orar o meditar
con frecuencia, sino más bien el vivir el día en la consciencia de que
soy un ser espiritual, el tomar las decisiones como ser espiritual, el
darle la importancia que se merece a la vida espiritual. No es que no
trabaje por ganarme el pan, sino que más bien trato de tomar todo
acto como un acto de amor y como una oportunidad de consciencia.
Sé que muchísimas veces me olvido de esto, pero el hecho de que
trato de mantenerlo presente es suficiente y produce resultados por
sí mismo. Es una forma de creación que se da por medio del intento.
Yo estoy intentando vivir en el espíritu por lo cual cada día lo logro un
poco más. Cada día me desconcentro de ello por momentos, a veces
el día entero, pero mi enfoque de vida es que yo soy un espíritu y no
un cuerpo y eso irradia sobre la totalidad de lo que yo soy y de
manera muy radical sobre las decisiones que tomo. Esto me despierta
a la consciencia espiritual y abre mis sentidos espirituales haciendo
posible no solo la comunicación sino también la creación a nivel
espiritual.
8. Perseverancia. Para mí la comunicación espiritual es algo que
sucede muy fácilmente. Para algunos tal vez no sea tan fácil, pero
tanto para ellos como para mí la perseverancia juega un papel
importante. Ellos tienen que perseverar en el intento,
específicamente en todo lo que contienen los punto 1 a 7, y yo tengo

que perseverar en la comunicación lo cual a veces se hace difícil. Yo
sé que aquellos que desean la comunicación van a decir “Qué clase de
idiota ignoraría un don tan maravilloso” y yo les digo que tienen
razón, pero que sin embargo hay que hacer un esfuerzo consciente
para no ignorarlo. Tal es la naturaleza de la personalidad. Ella está
hecha para impedir la comunicación. Nosotros, el ser espiritual,
tenemos que luchar contra esta tendencia pues de lo contrario ella
nos arrastra y la comunicación no se da o cesa por completo.
9. Paz. No es que no puedas comunicarte en medio del bullicio del
mundo. Si puedes y de hecho si se insiste en comunicarse se llega
rápidamente al estado en el que te comunicas en cualquier situación.
Pero al principio deberás disponer de momentos de paz en los cuales
te centras en el espíritu. A medida que la comunicación tenga lugar te
encontrarás con que no tiene requerimientos especiales y que todos
los lugares y momentos son buenos para comunicarse
espiritualmente, pero eso es algo que se logra con la práctica.
Adicionalmente la paz tiene otra aplicación. Debes tratar de vivir en
paz, específicamente en la alegría, porque la alegría es un excelente
canal de comunicación con el espíritu.
10. Amistad Divina. El Uno no tiene importancia personal. De hecho

no tiene personalidad por lo cual no espera ser abordado en medio
de todo un ritual ceremonioso y con palabras floridas y correctas. Yo
me he peleado con él, le he dicho las cosas feas que pensaba de él, lo
he desafiado, le he pedido pruebas, me he enojado y he roto el
diálogo por temporadas, todo ello tan solo para recibir siempre la
misma respuesta “Hijo mío, eres mi propio ser, ¿cómo no he de
amarte siempre?”. Su respuesta es siempre la misma: un amor
incondicional, una tolerancia total, un perdón perfecto, una amistad
sin límites. ¿Entonces qué sentido tiene el abordarlo como quien se
acerca a un dragón feroz? Lo mejor, al menos para mí lo ha sido, es
llegar a él como quien llega a una cita con el mejor amigo, con alegría,

honestidad, buen humor y con deseos de pasar un momento
encantador. Cuando nos encontramos con nuestro mejor amigo lo
que predomina es la camaradería y el buen humor. Eso en mi
concepto es lo que tiene que predominar cuando nos encontramos
con quien nos ama más en toda la creación: nuestro Padre.
‐ ¡Bravo! Has hecho una descripción maravillosa. Ahora me toca a mí.
Te voy a decir cómo me comunico yo contigo y va a ser muy fácil
porque solo necesito decir algunas pocas cosas que son:
1. Me comunico en amor total.
2. Me comunico todo el tiempo y en todas las dimensiones del tiempo.
3. Esto no parará jamás porque fuiste creado para la comunicación.
Medita profundamente en estos tres aspectos de la comunicación y

entenderás muchísimo sobre la forma en la cual se da y sobre lo que
tienes que hacer para que la experimentes al máximo posible.
Ahora hijo mío cuéntanos, ¿cuáles son los ejercicios que podemos
hacer para que se dé la comunicación?
‐ ¿Esperas que pase por alto todo lo que esta pregunta implica y que
me centre en lo que significa solamente o prefieres que hablemos de
ella un poco?
‐ Lo que tú prefieras.
‐ Me estás hablando como Padre y al mismo tiempo como mi
hermano. Es decir, cuando hiciste la pregunta te sentí a nivel
espiritual en el cielo y al mismo tiempo te escuché hacérmela desde
dentro de mis hermanos. ¿Era esa la intención o es que estoy
sintiendo lo que no está allí?

‐ Sentiste correctamente. No olvides que es mi propio ser el que está
allí en la dimensión de la mente y que es a mi propio ser al que le
estás haciendo el favor de despertarlo. Entonces estamos a mano, por
un lado me debes porque te estoy haciendo el favor de ayudarte a
despertar y por otro lado te debo porque te estás ocupando de
despertar a tus hermanos. Cosa que espero de cada uno de vosotros y
por eso este diálogo está tomando el camino que está tomando. Al
ayudar a tus hermanos a despertar, a mí mismo despiertas, a mí
mismo ayudas, a ti mismo te ayudas. Quiero que llegues plenamente
a la consciencia de que ayudar al otro es ayudarte a ti mismo y es
ayudar a Dios porque Dios eres tú mismo.
‐ Si, pero Dios es la totalidad y yo soy la parte.
‐ Ahí es donde está la confusión. Si vives en la personalidad eso es
completamente cierto, de hecho, tienes dificultades incluso para
llegar a tan alta categoría. De otro lado, si vives en el espíritu no hay
separación, por lo cual eso no es correcto. El espíritu es Uno. Tú eres el
Uno. Estás en cada hermano, en cada flor en cada galaxia y hasta en
el vacío. No hay lugar donde no estés porque no hay lugar donde yo
no esté. Has un pequeño esfuerzo por abandonar las dimensiones de
la mente y sumergirte en el espíritu y reconocer que no hay
separación entre tú y yo. Nunca la hubo. Nunca la habrá.
‐ Reconozco que este concepto todavía me queda grande y tengo

dificultades para aceptarlo, pero voy a trabajar en él. Volviendo a
nuestro tema, pues si seguimos con este nos vamos a desviar,
posiblemente en una desviación encantadora, pero nos
desconcentraríamos del tema central de este trabajo que es la
comunicación…
‐ Permíteme interrumpir por un momento y asegurarte que no hay

forma de desviarse del tema de la comunicación pues todo le atañe.

Cualquier cosa que te implique a ti de hecho está implicando la
comunicación. No me cansaré de repetirte esto:
Fuiste creado para la comunicación. La comunicación es tu

naturaleza. Es tu propio ser. Por eso es un contrasentido que
tengamos que hacer todo un tratado sobre cómo lograr la
comunicación cuando eso es precisamente lo que eres. Sin embargo
aquí estamos o parecemos estar y lo mejor es continuar con nuestro
trabajo. Te repito entonces la pregunta:
‐ Ahora hijo mío cuéntanos, ¿cuáles son los ejercicios que podemos
Junio 22, 2010
‐ Por favor, antes de entrar en ese tema quisiera que me aclararas
algo. He notado que hay una relación entre la cantidad y calidad de
mis visiones y comunicaciones y mi voluntad de entregar el mensaje.
¿Es esto correcto?
‐ No realmente, al menos no completamente. La comunicación

siempre está teniendo lugar y no tiene requisitos. Esto es un hecho.
Pero de otro lado, la personalidad es un manojo de reglas y si no se
satisfacen sus requisitos ella trata de impedir la comunicación. Desde
ese punto de vista lo que estás diciendo tiene muchísimo sentido, pero
te encontrarás con que los requisitos de cada uno son diferentes, para
ti todo lo que has dicho aquí aplica perfectamente, pero no
necesariamente para todos tus hermanos. Yo quería que tú me dijeras
cuál ha sido tu experiencia porque eso tiene un valor muy especial en
el grupo de personas que van a leer tu libro. Recuerda que nada es
azar y que cada uno de ustedes tiene un grupo específico de seres que

vibran en armonía con ustedes y que por lo tanto se pueden beneficiar
de su progreso espiritual. Para esos seres tu descripción va a ser toda
una revelación, pero así como tú no tienes que obedecer los diez
mandamientos para tener una relación maravillosa conmigo, así
también habrá quienes no tengan que prestar atención a algunos de
tus puntos para comunicarse conmigo.
Ahora hijo mío cuéntanos, ¿cuáles son los ejercicios que podemos
‐ Honestamente no sé si yo tenga la respuesta a esa pregunta, pero

voy a intentar responderla y sé que me corregirás si me equivoco.
Lo primero que se me ocurre es la ayuda. Cuando honestamente
tratamos de ayudar a alguien que está teniendo un problema,
nuestro canal se abre maravillosamente y milagrosamente sabemos
las respuestas exactas que esa persona necesita escuchar para
sobreponerse y entender su proceso de vida. Esto es algo que me ha
sucedido infinidad de veces y ahora que lo pienso, tal vez esta fue la
primera forma de comunicación que yo experimenté, pues hace
muchos años que quiero dedicar mi vida al servicio espiritual de mis
hermanos. Aquí hay algunos detalles a tener en cuenta:
1. No tenemos derecho a forzar a otro a escuchar nuestras teorías. La
ayuda debe ser completamente desinteresada y eso significa entre
otras cosas que tenemos que esperar a que el hermano pida ayuda.
Habrá algunos casos en los cuales nosotros tendremos que ofrecerla,
pero si el hermano no la quiere entonces debemos respetar eso.
2. Una conversación en la cual estamos tratando de ayudar a un
hermano no es una discusión para probar nuestros puntos de vista
sino una comunicación espiritual en la cual los dos estamos
aprendiendo. Eso significa que debemos ser humildes y reconocer
tranquilamente nuestras equivocaciones si por ejemplo estamos

defendiendo un punto de vista e interiormente se abre la
comprensión de que estábamos equivocados. Es imperativo entender
que nuestros hermanos son nuestros Maestros y que cuando ellos
preguntan es porque llegó nuestra oportunidad de aprender. Es algo
muy hermoso; la otra persona está maravillada con tu sabiduría pero
internamente tú estás de rodillas dando gracias al Padre por lo que te
está enseñando a través de tu hermano y sus preguntas. De hecho,
muchísimas veces los dos están aprendiendo cosas completamente
diferentes en el mismo momento y con la misma respuesta.
3. Debemos ser honestos. No podemos utilizar nuestra influencia

sobre el hermano vulnerable para conseguir algo de él. Por eso es tan
importante el trabajo espiritual diario y por eso también es que no
todos están preparados para ser Maestros, porque no puedes hacer
ese trabajo sino hasta el momento en el que te has limpiado lo
suficiente como para descartar toda oportunidad de tomar ventaja de
tus hermanos.
‐ Me gusta muchísimo todo lo que has dicho hasta aquí pero estás
ignorando algunos puntos, tal vez porque no tienes total consciencia
de ellos, así que te los voy a recordar:
Cuando tus hermanos llegan a ti a pedir ayuda, por ejemplo porque
tienen un gran dolor por una pérdida o una dificultad, no son tus
hermanos los que están llegando hacia ti a pedirte algo, soy yo
mismo, y no vine a pedir nada sino a dar. Mi naturaleza es siempre
esa, dar. Yo soy a través del dar y tú estás llamado a ser lo mismo.
Entonces debes abordarlos con amor, respeto, alegría, deseo genuino
de dar y de servir y con fe. Fe en la comunicación, fe en mi poder de
transformarte y de transformarlos, fe en tu capacidad de comunicarte
apropiadamente y de canalizar una solución y una sanación. Toda
solución armónica es necesariamente una forma de sanación.

Yo sé que aun dudas y que te es difícil muchas veces el ponerte al nivel
que te corresponde estar, pero eso es así porque siempre estoy
presionando un poco más. No tiene sentido que te siga poniendo los
mismos ejercicios que ya lograste superar. Debo incrementar el nivel
de “dificultad” de modo que sigas creciendo. Por eso, a pesar de lo
que avances, siempre parece que te falta un poco para ponerte a tono
con las exigencias del camino espiritual. Esto no es porque no hayas
avanzado lo suficiente sino porque yo estoy ayudándote a avanzar
aun más allá del punto en el cual te encuentras. Dicho de otra forma,
te estoy sacando de tu zona de confort y te estoy llevando más allá de
tu propio nivel hacia el siguiente nivel más avanzado de ti mismo. Esto
te debe dar tranquilidad porque entonces sabrás que si te enfrentas a
algo que parece imposible para ti, es únicamente porque yo lo estoy
poniendo allí, y si yo lo puse allí es porque tienes la capacidad de
lograr lo que se te está pidiendo. ¿Y qué se te está pidiendo? Lo que tu
hermano te pida. Si te pide una sanación que parece estar por encima
de tus capacidades, eso solo será una prueba de que tú estás ya a ese
nivel y entonces deberás darle la sanación con la certeza de que yo
mismo lo estoy sanando.
‐ ¿Ahora dinos, qué otro ejercicio podemos hacer para despertar

nuestros sentidos espirituales?
‐ Tú sabes que siento vergüenza de que tú me preguntes a mí, pero
ignoraré eso y trataré de hacer caso a lo que acabas de decirme y voy
a hacer un esfuerzo por pasar a mi propio siguiente nivel
respondiéndote como si supiera:
Hacer un esfuerzo consciente por vivir la unidad espiritual. La unidad
o sentido de Uno, es la consciencia de que todos somos Uno. Hay un
solo Ser. Todos somos parte de ese único Ser, por lo tanto, toda
petición de ayuda de parte de un hermano no es más que una
petición de ayuda del Uno que en ese hermano se encuentra dormido
y quiere despertar. Aquí hay que notar que las peticiones de ayuda no

siempre vienen en el formato en el que las esperamos o deseamos. A
veces un hermano se acerca y nos pide un concejo. Allí la petición de
ayuda es clara y fácil de reconocer, pero otras veces el hermano se
enfurece con nosotros y nos insulta. Allí hay una petición de ayuda
que no es tan fácil de reconocer porque no vino en el formato en el
que nosotros esperaríamos que viniese. El hermano está pidiendo a
gritos que lo despiertes. Es lo único que los hermanos solicitan. No
piden nada más. No hay absolutamente nada más que pedir, porque
no hay absolutamente nada más que tenga importancia. Si tenemos
consciencia de que somos el Uno, su creación hecha con su propio
Ser, entonces será fácil entender que la limitación y el dolor no
pueden existir y que esto es solo un sueño, casi podría decir que una
pesadilla y por lo tanto lo único que hay aquí de valor es el camino
que nos lleva a despertar y regresar a nuestra verdadera naturaleza
Divina. Entendiendo esto resulta fácil entender que aquí no hay nada
más de valor. Solo la puerta de regreso al cielo tiene valor.
‐ ¿Y cuál es esa puerta hijo amado?
‐ El amor.
‐ Si. Eso es lo único que te estoy pidiendo. Eso es lo único que te estoy
dando. Eso es lo único que importa. Eso es lo único que produce
resultados. Eso es lo único que te transforma. Olvídate de las reglas y
preceptos de todo tipo y céntrate en el trabajo del amor porque ese es
el verdadero maestro, el alquimista, el transformador. Esa es la
puerta de salida del sueño de limitación y escasez en el cual pareces
estar metido.
‐ ¿Qué quieres decir con que nos olvidemos de todos los preceptos?
‐ ¿Qué precepto podría ser necesario cuando te dejas guiar por el
amor? El en sí mismo contiene toda la estructura salvadora. No hay
necesidad de reglas y preceptos cuando viajas de la mano del amor. El

amor es la vida, es el Ser, es la unidad, es el armonizador perfecto. Por
lo tanto, si te dejas guiar por el amor, cualquier regla que fuese
necesario obedecer la obedecerás automáticamente, pues el amor es
armonía con la voluntad Divina. No necesitas absolutamente nada
más. Quiero recordarte las palabras de tu Maestro Jesús que dijo:
“Amaos los unos a los otros como yo os he amado”. Y en esa frase
maravillosa resumió todo lo que es necesario saber sobre el camino
espiritual. Si vuestro amor es tan perfecto como lo es el de vuestro
Maestro, entonces no necesitarás un catálogo de ordenanzas para
saber que no debes maltratar a tu hermano, ni robarle lo que por
derecho le pertenece, ni mentirle, ni relacionarte con él usando
ninguna otra forma de desamor. Las reglas las inventan y defienden
aquellos que aun no tienen consciencia suficiente para sentirme en su
interior y entonces creen que las reglas son el camino, por eso las
defienden con tanta pasión que llegan a cometer los errores que las
mismas reglas pretenden evitar y todo por defender una creencia. Es
hora de abandonar todas las creencias, todas las religiones, todas las
filosofías y entregarse a una comunión verdadera con tu Creador. El te
dirá en el fondo de tu alma todo lo que necesites saber. No tiene
sentido que tengas que relacionarte con el que te ama
absolutamente, de ninguna otra forma que no sea directamente.
Habla directamente con el que te ama, cuéntale tus penas y tristezas,
pídele sanación, pídele fe, pídele amor y él que es solo amor no dejará
de responderte nunca.
Las religiones fueron inventadas por los hombres en un intento por
acaparar la atención de aquellos menos favorecidos y a través de esta
atención controlar sus mentes para lograr propósitos específicos, por
eso la mayoría de ellas se centran en el pecado, la condenación eterna
y el demonio. Tres conceptos que merecen un análisis desinteresado y
honesto.

Comencemos por el pecado. Dime tú que estás en el mundo y conoces
las religiones, ¿qué es el pecado?
‐ A pesar de que yo no creo en el pecado te responderé. El pecado
según me enseñaron desde pequeño es una acto que viola una ley de
Dios y genera un detrimento en la moral de la persona. Al pecado se
le lleva una especie de contabilidad de modo que si no es corregido a
tiempo el alma de la persona que acumula suficiente pecado puede
terminar en el infierno, el cual es un estado de condenación en el cual
se experimenta dolor para siempre. También se agrega que el pecado
ofende a Dios y por eso es tan grave. Se supone que Dios espera de
nosotros que no pequemos y que con ello nos ganemos el cielo, que
es un estado de consciencia en el cual estamos en comunión con
Dios, en perfecta felicidad para siempre.
‐ Muy bien. Comencemos analizando esta descripción tuya del pecado
paso por paso. Me dices que el pecado es un acto que viola una ley de
Dios. Pero la verdad es que las leyes de Dios son inviolables, pues de lo
contrario su autoridad estaría sometida a tus deseos y caprichos. Si tú
decides obedecer las leyes de Dios entonces Dios tiene autoridad, pero
si tú decides no obedecerlas, simplemente su autoridad no tiene
ningún valor. ¿Sabes algo? Si Dios promulgase una ley, esta se
obedecería automáticamente. Tal es la naturaleza de Dios. No hay un
poder que pueda oponérsele y por lo tanto no hay forma de violar una
ley de Él, por lo tanto desde ese punto de vista el pecado es imposible.
Te voy a dar un ejemplo. Una ley de Dios es esta: “El amor sana”.
Siempre que utilices el amor, tú y todos los implicados sanarán. Tal
vez tome algún tiempo y para obtener resultados visibles o se requiera
cierta dosis de amor que no estás en capacidad de dar, pero si lo usas,
siempre, siempre sanará. No hay forma de irse en contra de esa ley. Si
aplicas la suficiente cantidad y calidad de amor a cualquier situación,
ésta necesariamente sanará. Lo demostró tu maestro Jesús y lo han
demostrado siempre todos los maestros.

Tu descripción también dice que el pecado genera un detrimento en la
moral de la persona.
Al respecto te diré que si bien el pecado es imposible, no es imposible
irse en contra de tu propio bienestar o mejor dicho de tu despertar. El
infierno no existe, al menos no como lo describen tus religiones, como
un lugar de condenación eterna del cual no puedes salir bajo ninguna
circunstancia.
El infierno si hemos de ser justos, es el estado de consciencia en el cual
te encuentras en este momento. Un estado en el cual la limitación
parece ser tu naturaleza real y el estado ilimitado del Ser espiritual
parece no estar a tu alcance. Ese es el infierno. Pero no es más que un
sueño del cual vas a despertar y de hecho estás despertando.
A medida que avanzas por el camino del despertar espiritual se te
hace cada vez más evidente que eres ilimitado y que la personalidad
no existe en absoluto. Entonces el infierno no existe.
No existe además porque no puedo condenar a mi propio Ser por toda
la eternidad. ¿Cómo iba a hacer eso? Tú eres parte de mí mismo,
¿cómo voy a condenar una parte de mí al infierno por toda la
eternidad? Te dejé meterte en el sueño porque en algún momento
tomaste la decisión de hacerlo, pero inmediatamente puse en tu
mente la respuesta para que tuvieses un camino de regreso a tu
estado de plenitud natural. La respuesta no fue una religión ni un
código de ordenanzas, la respuesta fue, es y será siempre el Amor.
Con respecto a la contabilidad que supuestamente se le lleva al
pecado te diré que esta idea es infantil. La única que es capaz de
llevar cuentas precisas de las ofensas en su contra es la personalidad y
yo no tengo personalidad. ¿Cómo habría de llevar cuentas de las
ofensas para sentirme ofendido si yo mismo soy lo contrario a eso? Yo
soy el amor y el amor es perdón infinito e incondicional, ¿cómo

entonces voy a llevar las cuentas de tus errores? Estás soñando que
estás separado de mí y en tus sueños de separación, escasez y muerte
crees que necesitas. La creencia en la necesidad te hace cometer
errores. Pero todo eso es parte del sueño. En la realidad sigues siendo
exactamente como yo te creé: puro y perfecto, de mi misma
naturaleza, exactamente igual a mí. Eso es lo único que yo veo, un hijo
perfecto tal como yo lo creé.
También mencionaste que el pecado ofende a Dios.
Te tengo que decir que los que piensan así no me conocen. No es
posible ofender a Dios porque Dios no es una persona, no es un ser
humano, no es un pequeño ser. Dios es impersonal. La pequeña
personalidad es la que se ofende, pero no el Uno. El está más allá del
bien y del mal, más allá de las definiciones de la personalidad, más
allá de las reglas y ordenanzas, más allá del mundo y sus sueños de
control. No hay forma de ofender al que no necesita nada. Tú te
ofendes porque crees en la necesidad. Cuando recuerdes tu verdadera
naturaleza ilimitada entonces recordarás que no necesitas nada y no
habrá forma de despojarte, por lo cual no habrá manera de ofenderte
o de violar tus leyes. Ese es mi estado, por eso es imposible
ofenderme. Por eso el pecado no existe.
Hablas de que Dios espera de sus hijos que no pequen y con ello se
ganarían el cielo. ¿Pero si Dios hizo a sus hijos perfectos, por qué
habría de exigirles algo para que tengan derecho al Reino? Cualquier
cosa que yo hubiese querido de mi hijo en el momento de la creación
simplemente la hubiese colocado en él. ¿No te parece lógico? ¿Por
qué habría de crear a mi hijo imperfecto y exigirle a cambio
perfección? De nuevo todo el concepto del pecado, la condenación y el
infierno son tan infantiles que sorprende que se hayan mantenido en
la consciencia de la humanidad pensante por tanto tiempo pues no
resisten un análisis sincero. Ahí fue donde se hizo necesario el dogma.
Simplemente estos son conceptos tan increíbles que solo por una acto

descabellado de credibilidad ciega sería posible tragarlos y vivir de
acuerdo con ellos. Por eso han sido necesarias tantas muertes en el
nombre de Dios y su fe. Afortunadamente ya has llegado al punto en
el que se puede razonar contigo.
‐ Volviendo a nuestro tema inicial, ¿cuáles son los ejercicios que

podemos hacer para que la comunicación tenga lugar?
‐ Yo diría que todos somos diferentes y que si hubiese que hacer algo
especial y general entonces nuestras diferencias desaparecerían, que
sería mejor que cada uno tome los diez puntos que mencioné, escoja
aquellos que vibren con su manera de ser y cree sus propios ejercicios
a partir del planteamiento hecho allí. Por ejemplo, el punto 10 es la
amistad con Dios. Yo haría un ejercicio que consiste en no pensar más
en Dios como un ser castigador sino como el ser más amado de mi
corazón y como el ser que más me ama. Este ejercicio
necesariamente por sí solo conduciría a la comunicación.
También podría tomar el punto uno que habla de la fe. Sé que estás
ahí. Podría hacer entonces el ejercicio de pensar en ti todo el día
como alguien que está siempre allí, cuidándome, protegiéndome,
supliendo mis necesidades y deseos, amándome, acompañándome,
respondiéndome. Este solo ejercicio si se practica lo suficiente estoy
convencido de que conduciría a la comunicación.
‐ ¿Te das cuenta como cada vez tus palabras se parecen más y más a
las mías? A este punto quería que llegásemos. Al punto en el que
comienzas a comprender que no hay separación entre tú y yo. Al
punto en el que comienzas a entender que tu mirada es la mirada de
Dios y por lo tanto sana. Que tu palabra es la palabra de Dios y por lo
tanto sana. Que tu toque es el toque de Dios y por lo tanto sana. Que
tus pensamientos son los pensamientos de Dios y por lo tanto sanan,
aun en la distancia. Que tu Ser es el amor y por lo tanto sana. Medita

en este concepto. Encontrarás respuestas muy importantes para tu
propio camino y el de tus hermanos.
Hemos llegado al final de este primer libro sobre cómo comunicarse
con Dios. Has explicado todo lo que es necesario saber para lograr
una comunicación rica y edificante con el Creador. Has dicho todo lo
que es necesario decir para que tus hermanos y tú mismo puedan
encontrar su propio camino de regreso a la paz. Tenemos muchísimo
más que decir, pero será en otra oportunidad.
La paz sea contigo hijo amado.


¿Necesitas Más Ayuda?
Cuando yo comencé mi camino recibí mucha ayuda de parte de otros
que iban un poco o mucho más adelante, y eso fue una bendición en
mi propio proceso de descubrir la consciencia. Hoy mi papel es ayudar
a otros de la misma forma en la cual yo fui ayudado a descubrir la
vida feliz y llena de sentido que hoy vivo.
Además de servirte de canal para que trajeras este conocimiento a tu
propia vida, hay algunas otras cosas que yo puedo hacer por ti para
ayudarte a crecer en consciencia y a crear una vida más feliz y
satisfactoria.
Voy a enumerar las formas en las que en el momento de publicar la
obra estaba prestando servicio a mis hermanos, que son:
Consulta Personalizada
Yo doy consulta personalizada en mi oficina en Miami y en algunas
ciudades alrededor del mundo a las cuales trato de viajar
regularmente.
Las técnicas que utilizo son:
Emotional Healing Touch (Toque Emocional Sanador)
Esta técnica la recibí del Maestro Interno y ha demostrado ser
inmensamente efectiva.
Para entender un poco de qué se trata, es necesario entender que
cuando una persona está sufriendo por algún motivo, como
separación, muerte de un ser querido, enfermedad física, fobia,
trauma, etc., el sufrimiento hace que en el aura de la persona se
alteren los campos energéticos generando acumulaciones de energía

negativa, que a la persona le resultan casi siempre imposibles de
remover y por eso el dolor se mantiene en un proceso de
retroalimentación que lo perpetúa a veces por muchísimo tiempo y
que al final termina condensando estas energías en los tejidos del
cuerpo como los músculos y los huesos.
Lo que yo hago a través del uso de mi técnica (que en parte es más un
don espiritual que una técnica) es hacer mover esta energía para que
se "deje ver" de mi y una vez que la encuentro en el cuerpo físico o en
los cuerpos energéticos de la persona, la remuevo y la persona sana
instantáneamente.
Para saber más sobre esta técnica puedes visitar:

http://www.ToqueEmocional.com
Reiki
Yo soy Maestro Reiki de la corriente de Mikao Usui y con el tiempo he
desarrollado una técnica nueva a la que llamo Armonización
Energética. Esta técnica la recibí también del Maestro Interno. Con
ella se limpia el aura de las energías contaminantes, a continuación se
despiertan los chakras dormidos, luego se armonizan y potencian
todos los chakras y finalmente se sanan los problemas que se
encuentran en el aura y los chakras.
Por ejemplo he encontrado personas con los chakras dañados y ha
sido posible repararlos y en ocasiones incluso reemplazarlos. También
he encontrado personas con el aura desplazada de su sitio correcto,
lo cual genera una sensación de no estar en el cuerpo ni en la vida.
Con el uso de la Armonización Energética ha sido posible sanar a estas
personas.
Para saber más sobre esta técnica por favor visita:

http://hypnosisgate.com/chakras.html
Hipnosis Clínica e Hipnoterapia
Con esta herramienta he ayudado a muchísimas personas a abrir

consciencia, sanar malos hábitos, deshacerse de energías parásitas,
sobreponerse a traumas del pasado, sanar sus relaciones personales,
etc.
Para saber más puedes visitar:
http://hypnosisgate.com/hipnosis.html
Regresiones a Vidas Pasadas
Del Maestro Interno recibí una técnica para hacer Regresiones a Vidas
Pasadas que me ha ayudado a darles esta experiencia a personas que
habían tratado muchas veces con otros terapeutas de tener una
Regresión y que sin embargo no lo habían logrado.
Las Regresiones a Vidas pasadas son una maravillosa experiencia de

sanación y de consciencia, pues posibilitan la sanación de traumas y
patrones de comportamiento que se generaron en vidas anteriores, al
tiempo que le dan a la persona una confirmación hermosa de que es
un espíritu eterno trabajando en la creación de la consciencia.
Para saber más sobre mi trabajo con las Regresiones por favor visita:
http://hypnosisgate.com/regresiones.html

Proyección Espiritual
Esta también es una técnica que aprendí del Maestro Interno y que
me permite llevar a la persona a tener un contacto directo con su
Maestro, con los ángeles y en ocasiones con los familiares y seres
queridos que han desencarnado.
La experiencia es inmensamente enriquecedora porque la persona

tiene la oportunidad de formular preguntas y escuchar las respuestas,
pero además con muchísima frecuencia la persona recibe inmensas
dosis de energía sanadora tanto a nivel emocional como físico.
Otro beneficio hermoso es que la persona queda con un registro en

su mente de cómo se siente el nivel angelical, el toque angelical, el
toque del Maestro, etc., y esto le ha permitido al algunas personas
reproducir la experiencia de contacto espiritual por su cuenta durante
la meditación.
Manejo del Estrés
Yo soy Certified Stress Management Consultant de la International

Association of Counselors and Therapists, y aunque tengo el
conocimiento que me brindó el estudio necesario para lograr esta
certificación, en realidad mi práctica se basa en las enseñanzas del
Maestro Interno, el cual me ha delineado un método fácil de manejo
del estrés que produce resultados maravillosos.
El método se centra en ayudarle a la persona a desarrollar

consciencia y a aprender a controlar su mente de modo que pueda
desarrollar un estado de paz e invulnerabilidad.
Este método me ha permitido ayudarles a personas con problemas

gravísimos de mal temperamento, estrés, depresión y ansiedad, así
como a personas que sufrían de Ataques de Pánico.

Como beneficio adicional, la persona adquiere un control de su mente
que le facilita absolutamente todo durante el resto de su vida.
Sanación de la Sexualidad Femenina
Con el uso de Hipnosis, Regresiones, Reiki y el Toque Emocional
Sanador, yo he desarrollado un método muy efectivo para ayudar a
sanar muchas de las dificultades sexuales y emocionales de las
mujeres con problemas sexuales.
Algunas de las disfunciones que he tratado con más éxito son la
anorgasmia, el deseo sexual inhibido, el deseo sexual hiperactivo y el
vaginismo.
Igualmente en mi práctica he descubierto una enorme relación entre
el abuso sexual femenino y la depresión, los ataques de pánico, las
migrañas y la ansiedad, por lo cual mi método ha sido útil en el
tratamiento de estos desórdenes.
Para ver más información al respecto puedes visitar:
www.OrgasmoAyuda.com
Eventos en tu Ciudad
Por último quiero decirte que yo siempre estoy dispuesto a viajar a
cualquier ciudad del mundo para llevar conocimiento y sanación, así
que si eres una persona con la habilidad y la infraestructura
necesarias para convocar personas interesadas en el crecimiento de
consciencia, bien sea para asistir a mi consulta o a mis talleres de
crecimiento espiritual y sanación, puedes escribirme y con gusto
analizaremos tu propuesta.

Busca los datos de contacto en mi página www.MaestroInterno.com
Que la paz sea contigo.

Maestro Interno

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‐ Maestro, ¿qué significa esto? – hablaba con mi Maestro Interno,

Lo llamo Maestro porque ese es el papel que él mismo ha asumido.

‐ Si no hice nada mal, ¿entonces por qué me está saliendo todo tan

‐ Vi como los muchísimos demonios que me habían manipulado y

Pero volvamos al tema. Esta nebulosa evoluciona por eones

La conciencia hace que te sea cada vez más fácil tomar decisiones a

‐ Para sacar del infierno a las partes de ti mismo que se han metido

‐ ¿Qué importancia tiene el mérito, o mejor dicho, “la importancia

‐ Todas las circunstancias que te rodean actualmente han sido

‐ Dijiste: “¿Qué sacaría el demonio con confundir a los hombres?” y

‐ Toma todas tus decisiones a favor de la paz. Eso es todo. Ese es el

‐ ¡Genial! ¡Has hecho una pregunta maravillosa! Primero que todo,

Hasta ahí te he respondido a tu pregunta estrictamente hablando,

‐ Amado Maestro, hoy quiero que interrumpamos por un momento

‐ ¡Estás comenzando a asustarme! Si tú mismo no podías calcular lo

‐ Si. Pero si me dedico a los intereses espirituales exclusivamente,

Hablando ahora de tu cliente, él está buscando desenvolvimiento

‐ Espera un momento. Todas me parecen relativamente fáciles de

‐ Tu sociedad le llama persona de “temperamento fuerte” a aquella

‐ El cuerpo produce placeres. Produce dolor, pero también produce

‐ Íbamos lo más de bien hasta aquí, pero tengo la sensación de que

‐ Nunca saltas hacia atrás. Siempre estás iluminando alguna zona

En este mismo libro hablamos del mecanismo de producción

‐ Estoy aquí nuevamente para escuchar sobre el mecanismo de

‐ Este nombre desde luego es un nombre arbitrario y podríamos

Quiero que sepas algo: La comunicación es movimiento, porque solo

Volviendo al tema del mecanismo de producción automática de

‐ No seas facilista. Esfuérzate un poco y danos una respuesta

‐ Has hecho un comentario muy importante: “Tú impides la

6. Sinceridad. El diálogo se da cuando estoy sinceramente

10. Amistad Divina. El Uno no tiene importancia personal. De hecho

Medita profundamente en estos tres aspectos de la comunicación y

‐ Reconozco que este concepto todavía me queda grande y tengo

‐ Permíteme interrumpir por un momento y asegurarte que no hay

Fuiste creado para la comunicación. La comunicación es tu

‐ No realmente, al menos no completamente. La comunicación

‐ Honestamente no sé si yo tenga la respuesta a esa pregunta, pero

3. Debemos ser honestos. No podemos utilizar nuestra influencia

‐ ¿Ahora dinos, qué otro ejercicio podemos hacer para despertar

‐ Volviendo a nuestro tema inicial, ¿cuáles son los ejercicios que

Para saber más sobre esta técnica puedes visitar:

Con esta herramienta he ayudado a muchísimas personas a abrir

Las Regresiones a Vidas pasadas son una maravillosa experiencia de

La experiencia es inmensamente enriquecedora porque la persona

Otro beneficio hermoso es que la persona queda con un registro en

Yo soy Certified Stress Management Consultant de la International

El método se centra en ayudarle a la persona a desarrollar

Este método me ha permitido ayudarles a personas con problemas

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