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República bolivariana de Venezuela

Universidad Bicentenaria De Aragua


Asociación Civil Estudios Superiores Gerenciales
Corporativos Valles Del Tuy
Createc – Charallave
Catedra: Análisis y Expresión Verbal

Facilitador: Participante:
José Cisneros Julianny González
C.I 26.921.631
Contaduría Publica 2do trimestre

Charallave, febrero 2019


Introducción:
Se procedió que la comunicación, en su sentido más amplio, es
entendida como el intercambio de información que permite el buen
funcionamiento de los colectivos, ya sean humanos o animales.
En este sentido No se reduce al simple hecho del habla, sino que va
más allá, es decir, cuando se acaricia a un perro, Todo ser vivo es capaz
de comunicar, sin embargo, hay diferencias en el modo de
comunicación entre animales y humanos. La división fundamental está,
en que los humanos usamos la doble articulación del lenguaje para
comunicarnos, mientras que los animales actúan por instinto. Es decir,
los animales no pueden sintetizar y utilizar el lenguaje como nosotros.
El lenguaje humano, se basa en la capacidad de los seres humanos
para comunicarse por medio de signos. Principalmente lo hacemos
utilizando el signo lingüístico. Aun así, hay diversos tipos de lenguaje.
El lenguaje humano puede estudiarse en cuanto a su desarrollo desde
dos puntos de vista complementarios: la ontogenia, que remite al
proceso de adquisición del lenguaje por el ser humano, y la filogenia. La
comunicación animal, se basa en el uso de señales sonoras, visuales,
y olfativas, a modo de signos, para señalar a un referente o un
significado diferente de dichas señales. Dentro del lenguaje animal
están los gritos de alarma, el lenguaje de las abejas entre otras.
La comunicación animal consiste básicamente en la emisión de señales
químicas y físicas de un individuo a otro, u otros, que permiten modificar
la probabilidad del comportamiento de un organismo. Puede tratarse de
señales comunes a la especie o a un mismo sexo, pero también al grupo
social e incluso a la familia. Además, cada individuo suele tener su
propia señal de reconocimiento con la que se diferencia de otros.
Teniendo una base principal y secundaria sobre lo que significa un
lenguaje humano y comunicación animal daremos más
desenvolvimiento al tema para tener un conocimiento más sublime.
Comunicación Animal Y Lenguaje Humano
Debido a las características del medio por el que ha de viajar la señal,
no todos los mensajes tienen la misma eficacia, con lo cual no todos los
acontecimientos tienen la misma probabilidad de ocurrir frente a la
misma señal. Por ello, en el mundo animal, es necesario repetir una y
otra vez la señal para garantizarse la percepción correcta por el
destinatario, como ocurre con el canto del pájaro o del grillo, los cuales
se repiten durante horas sin variación aparente.
Las señales emitidas con las que se establece la comunicación, son la
expresión final de un comportamiento integrado en un sistema de
conducta que forma parte de un todo armónico que constituye el ser
vivo. Estas pautas de comportamiento se han ido especializando a lo
largo de la evolución a tenor de las necesidades de cada especie
formando el vocabulario que constituye el lenguaje animal.
En la comparación realizada entre el lenguaje del ser humano y el
animal, observamos que el del animal es mucho más reducido. Los
animales son capaces de producir una amplia variedad de mensajes a
pesar del escaso número de pautas de conducta. No obstante, mediante
la combinación entre ellas y variando su frecuencia, intensidad y
duración son suficientes para conseguir sus objetivos.
Las principales vías de comunicación animal son: la química, la física,
la visual y la táctil. Prácticamente, ninguna especie utiliza uno solo de
los canales sensoriales como medio de transmitir información, sino que
la comunicación se realiza exhibiendo múltiples señales
simultáneamente, puesto que no hay ninguna de ellas que ofrezca
ventajas absolutas frente a las demás en todas las circunstancias.
Un análisis de la comunicación a través de todo el reino animal, revela
que los diferentes grupos están más o menos especializados en los
tipos de señal que utilizan, en razón del desarrollo de sus diferentes
modalidades sensoriales.
En el mundo de los perros en particular, existen mensajes de agresión,
de intimidación, de cólera, de miedo, de sumisión, etcétera. El repertorio
es lo suficientemente amplio y variado como para que cada cual pueda
encontrar su lugar en la relación social (jerarquía). En esta competición,
no es necesario ser el más fuerte físicamente; es suficiente ser el más
hábil, el más dotado en la manipulación de señales.
El lenguaje humano se caracteriza por estar formado de elementos con
contenido semántico que están formados a su vez por elementos de un
conjunto restringido de sonidos (los fonemas), que carecen de
significado per se. Por su parte, las señales de los sistemas de
comunicación animal mayormente carecen de este grado de estructura.
Las señales de los sistemas de comunicación de la mayoría de los
animales suelen producirse como reacción a estímulos externos.
Tampoco pueden hacer referencia a hechos alejados en el espacio o en
tiempo (salvo, quizá, en el caso de la información transmitida por la
danza de las abejas).
Los sistemas de comunicación animal habitualmente no se aprenden,
sino que son completamente innatos e instintivos.
El lenguaje humano es creativo, porque permite siempre la creación de
nuevas señales combinando elementos preexistentes. Esta capacidad
combinatoria.
Para entender a nuestro perro o gato o cualquier animal, necesitamos
saber cuál es el código por el cual se comunican con otros congéneres
y por ende, con nosotros. Para que exista comunicación, debe haber un
cambio de comportamiento en el receptor de la señal emitida por el actor
de la misma. Si no se entiende el mensaje, no habrá comunicación, y
eso es lo que pasa con mucha frecuencia en el entorno doméstico
donde viven nuestros perros y gatos. Nuestros perros son capaces de
establecer asociaciones entre nuestras expresiones faciales y nuestros
estados de ánimo, de manera que pueden predecir cuándo estamos
contentos, tristes o enfadados. Según lo que lean en nuestros gestos,
ellos adoptarán una postura en consecuencia al mensaje emitido. Por
eso tenemos que hacer hincapié en aprender más sobre su lenguaje.
Observando a humanos y animales se ha establecido una relación entre
los sistemas comunicativos de ambos. Darwin advierte que, en todas
las razas humanas, se cambia el comportamiento a consecuencia de la
continua observación.
Se ha analizado que los lenguajes animales no son aprendidos, sino
innatos o instintivos, y son rígidos y no creativos, es decir, permiten un
repertorio limitado de mensajes.
A su vez un lenguaje humano es creativo porque permite la creación de
un número ilimitado de mensajes. Eso quiere decir que podemos
inventar mensajes completamente nuevos, mensajes que nunca hemos
oído. Yendo más lejos, podemos crear historias, imaginar situaciones
fantásticas, seres inexistentes, en suma, hacer literatura.

Un ejemplo de un caso interesante es el que se produce en las


situaciones de defensa. Si en los animales comprobamos como nos
muestran sus “armas”, los gatos enseñan las uñas, los perros gruñen
exponiendo sus dientes, parece que en los hombres sucede lo mismo.
Así se comprueba como cuando se “caldea el ambiente” el hombre
tiende a erguirse. La razón es mostrar más tamaño.
Llama poderosísimamente la atención como manifiestan el enfado los
niños y los adultos, que algunos estudiosos como Darwin lo relacionan
con dos animales distintos. Mientras que en los niños el enfado se
manifiesta con el alargar el labio inferior, como lo hacen los monos
antropomorfos, en los adultos se retraen, mostrando los dientes
apretados, como lo hacen perros y lobos. Sería inútil para un hombre
intentar defenderse con los dientes, sin embargo, el mostrarlos es un
acto muy comunicativo. Igualmente, comunicativo es el hecho de fruncir
el ceño. Es un hecho que se produce en todas las razas y culturas del
planeta. Su origen parece estar relacionado, pues se observa que
distintos primates también lo fruncen, con el ancestral hecho de tener
que mirar a lo lejos para divisar con claridad un posible peligro. Este
hecho de intentar vislumbrar a otro animal a lo lejos provoca que se
contraigan los ojos para buscar el punto óptimo de luz.
Conclusión:
El mundo de la relación entre animales está gobernado por la capacidad
de comunicación entre ellos. Cuanto más especializada sea ésta, más
eficaz será la relación que se establezca, permitiendo obtener de este
modo mayores beneficios del medio que les rodea.
La relación entre animales proporciona, entre otros beneficios: pareja,
alimento, descanso y seguridad. Estos beneficios procuran un estado
de relajación en el animal necesario para su supervivencia.
El lenguaje cumple funciones imprescindibles para la socialización, la
transmisión de la cultura y el progreso científico. El lenguaje puede, sin
embargo, sirve para distorsionar y enmascarar la realidad al servicio de
ideologías o crear una ficción o cosificación ilusoria de lo real.
Para lograr tal cosa el lenguaje es un agente social de primer orden que
influye en la construcción de cultura. Hacemos cita como dijo
(Aristóteles 1760) “El ser humano no es el único ser social de la
naturaleza, pero lo que hace única a la sociedad humana es el lenguaje,
pues es el lenguaje el que nos permite establecer lo que es bueno y
justo y lo que es malo e injusto”.
Al ser la cultura un conjunto de conocimientos, creencias, valores que
se transmiten por vía lingüística, el ser humano puede decirse que vive
en y desde el lenguaje. Y es que, en el mundo de lo humano, de
nuestras relaciones, de nuestras actividades, de nuestras creencias
esta codificado lingüísticamente, interpretado mediante categorías
lingüísticas, y estructurado en torno al lenguaje. De ahí que el ser
humano sea un animal simbólico. Pero, seamos más concretos. El
lenguaje cumple un papel, una función absolutamente imprescindible.
Para la socialización los individuos de una sociedad asimilan la cultura
a través del lenguaje, principalmente.
Para la transmisión de conocimientos el lenguaje constituye la principal
herramienta en la transmisión y difusión de conocimientos de una
sociedad. La instrucción pública, la educación, se lleva a cabo a través
del lenguaje, bien oral bien escrito.
Para la creación de conocimientos científicos y tecnológicos, la ciencia
y la tecnología se asientan sobre lenguajes artificiales altamente
especializados, sin los cuales no serían factibles ni la tecnología ni la
ciencia.
Para mantener relaciones y mantener vínculos sociales, mediante el
acto de hablar nos conocemos, relacionamos, mantenemos y
desarrollamos vínculos afectivos.
Para terminar, concluimos con una frase de un gran filósofo (Rene
descartes) “Dicen que el mono es tan inteligente que no habla para que
no lo hagan trabajar “.

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