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Súper Panadería La Linda, C.A.

Hechos:

Todas las mencionadas resoluciones fueron dictadas el “…17 de marzo de 2004, en razón al
presunto incumplimiento de sus deberes formales en materia de impuesto al valor agregado, a
tenor de lo previsto en el artículo 145 numeral 1, literal a) y 145 numeral 2 del Código Orgánico
Tributario de 2001, correspondiente a los períodos de imposición de octubre, noviembre y
diciembre de 2002; enero a diciembre de 2003; y enero y marzo de 2004, por la cantidad de Bs.
42.298.750,00 (…)”.

En virtud de que los libros especiales de compras y ventas de la contribuyente no cumplían con los
requisitos de forma previstos en la Ley y a razón de que “(…) omitió la emisión de facturas de
ventas o documentos equivalentes por cada una de sus operaciones gravadas durante los períodos
de imposición de octubre a diciembre de 2002; enero a diciembre de 2003; y enero y marzo de
2004 (…)”, la Administración Tributaria dictó las Planillas de Liquidación fechadas 17 de marzo de
2004.

En esa misma fecha 25 de marzo de 2004, la División de Fiscalización de la Gerencia Regional de


Tributos Internos de la Región Zuliana del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera
y Tributaria (SENIAT), dictó el Acta de Clausura del “establecimiento Super Panadería la Linda,
C.A.” identificada con el N° RZ-DF-0262, por un lapso de dos días, como sanción accesoria por el
incumplimiento de los deberes formales, con fundamento en lo previsto en el artículo 101 del
vigente Código Orgánico Tributario.

La sentencia apelada expresó que: “Se evidencia que uno de los puntos centrales del Recurso
Jerárquico es que no se le abrió un lapso probatorio en el Procedimiento de Verificación que dio
lugar a las Resoluciones sancionatorias que le fueron impuestas. Por lo que resulta absurdo que
en el Recurso Jerárquico no se le abra un lapso probatorio con el argumento de que no promovió
‛medios de pruebas que coadyuven a la pretensión de la recurrente’, pues es evidente la
pretensión de la recurrente de probar elementos o aspectos a su favor aún cuando evidentemente
no los invocó expresamente en el escrito recursivo en la forma exigida por el artículo 251 in fine
del Código (sic) Tributario”.

En razón de lo expuesto, el Tribunal de instancia estimó que la Administración Tributaria, al


admitir el Recurso Jerárquico, violó el derecho a la defensa y al debido proceso de la recurrente al
no abrir el procedimiento jerárquico a pruebas.

Motivaciones para decidir:

La disposición normativa anteriormente citada (artículo 251 del Código Orgánico Tributario)
pareciera llevar implícita la necesidad o el deber por parte de la Administración Tributaria de que
una vez interpuesto el recurso jerárquico, abra un lapso probatorio que no debe ser inferior a
quince (15) días hábiles, con independencia de que el recurrente haya anunciado, aportado o
promovido medio de prueba alguno al momento del ejercicio del mencionado recurso
administrativo.
Sin embargo, como quiera que el referido artículo 251 del vigente Código Orgánico Tributario de
2001, establece esa posibilidad de abrir un lapso probatorio, lo cierto es que el mismo fue
previsto, no con la finalidad de promover pruebas, sino con el propósito de evacuar las que hayan
sido anunciadas, aportadas o promovidas en el momento de la interposición del recurso
jerárquico, lo cual se desprende de la ratio de la disposición contemplada en el citado artículo 251
de dicho Código.

En efecto, el mencionado artículo condiciona la facultad de abrir dicho lapso cuando el recurrente
haya anunciado, aportado o promovido pruebas, pues en caso contrario podrá prescindirse del
mismo y precisamente el momento de anunciarse, aportarse o promoverse las pruebas
respectivas, tiene ocurrencia en la etapa de interposición del recurso jerárquico, tal como lo prevé
el artículo 243 del vigente Código Orgánico Tributario.

De manera que a la redacción del citado artículo 243, por contener la palabra “podrá”, no debe
considerársele como un hecho potestativo por parte del recurrente en sede administrativa de
anunciar, aportar o promover pruebas, pues de acuerdo a lo precedentemente señalado, ese es el
momento de la fase de promoción de dichas pruebas que se configura como una carga para quien
hace uso del recurso jerárquico, y en caso de no llevarse a cabo, la Administración Tributaria
prescindirá del lapso probatorio, tal como se encuentra contemplado en el artículo 251
previamente transcrito.

Se declaró con lugar la apelación del fisco en torno a este punto, toda vez que el recurrente no
anunció las pruebas al momento de interponer el Recurso Jerárquico.

En relación al fondo de la controversia, la misma se circunscribe a determinar si la Resolución N°


GRTIRZ-DJT-CRJ-OAG-2004-0745, del 12 de julio de 2004, dictada con ocasión del procedimiento
de verificación, realizado por la Administración Tributaria, se encuentra ajustada a derecho o si,
por el contrario, al validar dicho procedimiento vulneró el derecho de defensa y al debido proceso
de la empresa Súper Panadería La Linda, C.A., incurriendo presuntamente en “incongruencia
negativa”, “falso supuesto” y “motivación contradictoria”.

Por vía jurisprudencial se ha sostenido en forma pacífica y reiterada que cuando el reparo fiscal
deviene por efecto de una declaración de impuesto o de una solicitud expresa de reintegro, la
actividad fiscalizadora debe circunscribirse en una simple verificación de los datos y pretensión del
contribuyente, sin necesidad de abrir el procedimiento de determinación tributaria contemplada
en el Código Orgánico Tributario, a través del cual tenga que levantarse un acta inicial de
fiscalización y se le exija un escrito de descargos.

En igual sentido, esta Sala ha interpretado que cuando el acto sancionatorio deviene como
consecuencia de una verificación por el incumplimiento de deberes formales, no resulta necesario
el levantamiento de un acta fiscal que traiga como consecuencia el inicio de un procedimiento
determinado.

De manera que conforme a lo anteriormente sostenido, el acto sancionatorio dictado con ocasión
de la revisión de los libros especiales de compras y ventas, donde se constate que los asientos
contables no cumplen con los requisitos de forma establecidos legalmente, y por vía de
consecuencia el incumplimiento de deberes formales, hace que la fiscalización deba limitarse sólo
a una verificación, pues por una parte esta función de verificar no implica una determinación de la
existencia y cuantía de obligación tributaria alguna; y por la otra, porque la contribuyente se
encuentra enterada de las circunstancias de hecho y de derecho que rodean su pretensión y sobre
la cual versa la decisión de la Administración Tributaria.

En relación a la infracción, se observa que la sanción impuesta obedeció a un comportamiento por


parte de la empresa contribuyente reflejado en forma idéntica en cada uno de los meses
investigados; por tal razón, la disposición del artículo 99 del Código Penal debe ser aplicada en
este caso particular, la cual será calculada como una sola infracción. Así se declara.

Inmobiliaria Data House, C.A.

Hechos:

El recurso contencioso tributario fue incoado contra la Resolución de Imposición de Sanción Nro.
1523 de fecha 21 de abril de 2010, emanada de la Gerencia Regional de Tributos Internos de la
Región Capital del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT),
mediante la cual se aplicó a la contribuyente sanción de multa conforme a lo establecido en los
artículos 101, numeral 3, aparte 2; 102, numeral 1, aparte 1 y numeral 2, aparte 2; 103, numeral 5,
aparte 2; y 107 del Código Orgánico Tributario de 2001, por incumplimiento de deberes formales
en materia de impuesto al valor agregado.

Efectuada la verificación se determinó que la sociedad mercantil recurrente: a) presentó más de


una declaración sustitutiva del impuesto al valor agregado; b) presentó el Libro de Ventas del
impuesto al valor agregado que no cumplía los requisitos previstos en el artículo 56 de la Ley del
Impuesto al Valor Agregado y 70, 72, 76 y 77 de su Reglamento; c) no llevó el Libro Mayor de
Contabilidad; d) emitió facturas de ventas con prescindencia de los requisitos exigidos por las
normas tributarias; e) no dejó constancia del número de inscripción en el Registro de Información
Fiscal (RIF) en los avisos impresos de publicidad.

Los abogados de la empresa denuncian la nulidad de la Providencia Administrativa signada con


letras y números RCA-DF-VDF-IVA/2007-1523 del 13 de abril de 2007, la cual fue notificada el 16
del mismo mes y año, por cuanto el funcionario actuante al momento de realizar la verificación
autorizada en la mencionada Providencia, escribió a mano los datos relativos a la fecha, el
número de Registro de Información Fiscal (RIF), el nombre y el domicilio fiscal de la
contribuyente.

Por su parte, el Tribunal de la causa afirmó que “la Providencia Administrativa RCA-DF-VDF-
IVA/2007-1523 con fecha 13 de abril de 2007, indica los datos relativos al sujeto pasivo, domicilio
fiscal y su número de Registro de Información Fiscal (RIF), así como la fecha, escritos a mano, vale
decir, que dichos datos no se expresan con grafismos propios del formato de la autorización;
situación que, en consideración del criterio de la Sala Políticoadministrativa (sic), conlleva a la
nulidad de la Providencia Administrativa RCA-DF-VDF-IVA/2007-1523, al carecer de los requisitos
exigidos legalmente para la emisión de ese acto autorizatorio, establecidos en el Parágrafo Único
del artículo 172 del Código Orgánico Tributario; siendo igualmente nulas las actuaciones fiscales
originadas como consecuencia de la misma.”

En este contexto la Sala advierte que el procedimiento de verificación, tiene como finalidad que la
Administración Tributaria constate la veracidad de las declaraciones presentadas por los
contribuyentes o responsables, así como el cumplimiento de sus deberes formales y los de los
agentes de retención y percepción designados por la Ley.

Aunado a lo anterior, es preciso referir que el legislador tributario previó en la norma antes
transcrita que cuando la verificación se realice en el establecimiento de un contribuyente o
responsable, es necesaria una autorización previa, expresa y por escrito expedida por la
respectiva Administración Tributaria, donde se indiquen con precisión los datos de la persona
natural o jurídica objeto de verificación.

Sin embargo, en el supuesto de que dichas autorizaciones para verificar el cumplimiento de los
deberes formales por parte de los sujetos pasivos de la obligación tributaria, estén dirigidas a un
grupo de contribuyentes podrán hacerse utilizando entre otros criterios la ubicación geográfica del
sector o sectores a verificar o el tipo de actividad económica que desplieguen los contribuyentes,
sin necesidad de señalar individualmente el nombre de cada uno de ellos, lo cual se desprende del
sentido literal de la norma antes transcrita (artículo 172 del Código Orgánico Tributario). (Vid.
Sentencia Nro. 00568 de fecha 16 de junio de 2010, caso: Licorería El Imperio, reiterada en los
fallos Nros. 00786 y 00438 del 28 de julio de 2010 y 6 de abril de 2011, casos: Bar y Restaurant El
Padrino y VANSCOPY, C.A., respectivamente).

De la anterior trascripción se constata que la referida Providencia Administrativa, emanó en fecha


13 de abril de 2007 de la División de Fiscalización de la Gerencia Regional de Tributos Internos de
la Región Capital del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria
(SENIAT), en la que se facultó al funcionario Julio César Rivas, titular de la cédula de identidad Nro.
6.130.564, para verificar el cumplimiento por parte de los contribuyentes o responsables de los
deberes formales previstos en el artículo 145 del Código Orgánico Tributario de 2001 y demás
normas tributarias, así como de los deberes exigibles a la fecha de la notificación, relativos a la Ley
de Impuesto al Valor Agregado y su Reglamento, la Resolución del Ministerio de Finanzas Nro.
1677 del 14 de marzo de 2003 y la Providencia Administrativa Nro. 0073 del 6 de febrero de 2006,
correspondientes a los períodos comprendidos desde septiembre de 2006 hasta febrero de 2007;
pero no se indicó expresamente con grafismos propios del formato de la autorización la
identificación del contribuyente, ni el domicilio fiscal donde se verificaría el cumplimiento de
dichos deberes formales; sino que los datos identificatorios del recurrente aparecen escritos a
mano por el funcionario actuante al momento de notificar la verificación a la ciudadana
Moraida Rico en su carácter de Contadora Pública de la sociedad de comercio Inmobiliaria Data
House, C.A.

Al ser así, es evidente para esta Sala que la mencionada Providencia carece de las formalidades o
requisitos exigidos en el artículo 18 de la Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, en
concordancia con lo establecido en el Parágrafo Único del artículo 172 del Código Orgánico
Tributario de 2001, los cuales son de estricto cumplimiento por parte de los órganos de la
Administración Pública y su inobservancia podría ser sancionada con la nulidad del acto.

En efecto, se aprecia de los autos que el referido acto administrativo fue emitido sin cumplir con
un requisito esencial como lo es el nombre de la persona u órgano a quien va dirigido, es decir, el
destinatario.

Ahora bien, respecto a lo indicado en la nota que aparece en el margen inferior de la


Providencia : “Para cualquier información, reclamo o denuncia llamar a la División de Fiscalización
por los teléfonos 207-79-53/207-79-40”; a primera vista, a juicio de esta Máxima Instancia,
pareciera proteger a los contribuyentes de presuntas actuaciones fiscales irregulares o
indebidas, que pudieran surgir, pero tal advertencia no suple las previsiones del artículo 73 de la
Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos, las cuales están destinadas a dar seguridad
jurídica y certeza a las actuaciones de la Administración, en este caso, de la Administración
Tributaria.

Acumuladores Fulgor, C.A. (FULGOR)

Hechos:

Mediante la primera de las mencionadas resoluciones, la Administración Tributaria Nacional


confirmó el Acta Fiscal Nro. GRTI-RCE-521-2828-1-3-1 de fecha 10 de junio de 1997, por la cual se
modificó el excedente de crédito fiscal declarado por la contribuyente a la cantidad de Bs.
462.190,17, correspondiente al mes de julio de 1994, en concepto de impuesto al valor agregado,
y mediante la segunda de las resoluciones impugnadas confirmatoria del Acta Fiscal Nro. GRTI-
RCE-521-2828-1-4 de fecha 10 de junio de 1997, se formuló reparo en concepto de impuesto al
consumo suntuario y a las ventas al mayor por el monto total de Bs. 84.223.882,00, para el
período impositivo comprendido entre el 1° de agosto de 1994 y el 31 de mayo de 1995; se
impuso multa y se aplicaron intereses moratorios.

En virtud de la declaratoria del fallo apelado y de las denuncias formuladas en su contra tanto por
el apoderado judicial de la contribuyente Acumuladores Fulgor, C.A. (FULGOR), como por la
representación del fisco nacional, la controversia en el presente caso se circunscribe a decidir
sobre la supuesta caducidad del sumario administrativo verificada en el caso bajo examen, esto es,
determinar si quedó consumado el plazo perentorio de un (1) año establecido para que la
Administración Tributaria dictara y notificara válidamente las resoluciones culminatorias del
sumario administrativo impugnadas, alegato éste que de estimarse improcedente, la Sala entrará
a conocer y decidir acerca de la procedencia de los intereses moratorios presuntamente causados
por la falta de pago de la diferencia de impuesto al consumo suntuario y a las ventas al mayor
resultado de las fiscalizaciones practicadas a la contribuyente.

Motivaciones para decidir:

Se colige la existencia de dos requisitos que debe llenar la notificación para que ésta sea válida o
suficiente, a saber: a) El contenido íntegro del acto de que se trate; y b) La expresión de los
recursos, tanto administrativos como judiciales, que puedan interponerse contra ese acto.

De la transcripción anterior efectivamente se constata que en la notificación de las referidas


resoluciones, la Administración Tributaria Nacional señala las disposiciones normativas en donde
se prevén los recursos, administrativo y jurisdiccional (recurso jerárquico y recurso contencioso
tributario) que procedían contra éstas, pero no hace mención a los órganos ante los cuales
debían interponerse; sin embargo, atendiendo a los criterios arriba señalados, considera esta Sala
que dicha omisión no cercenó ni puso en peligro el derecho a la defensa de la contribuyente,
toda vez que ello no le impidió el ejercicio del recurso contencioso tributario en la oportunidad
legal y ante el órgano con competencia para su conocimiento, con lo cual debe entenderse
convalidada la mencionada omisión.
En efecto, de la lectura de las resoluciones recurridas, insertas entre los folios 50 al 59 y 238 al 241
del expediente judicial, se aprecia que las notificaciones respectivas fueron practicadas con apego
a los requisitos descritos en la norma antes mencionada (artículo 133 del Código Orgánico
Tributario de 1994), es decir, que fue realizada por funcionario competente en el domicilio de la
contribuyente, recibida por persona adulta que labora en la empresa y dejando constancia de la
fecha de entrega. Sin embargo, como éstas no fueron realizadas en forma personal, resulta
aplicable al caso que nos ocupa la disposición contenida en el aparte único del artículo 134
eiusdem, conforme a la cual cuando la notificación no se hubiere realizado personalmente, sólo
surte efectos después del décimo (10) día hábil siguiente de verificada, difiriendo así sus efectos
en el tiempo hasta el décimo día de haberse realizado.

Respecto a la interpretación que debe dársele a tal diferimiento de efectos, esta Sala ya ha tenido
la oportunidad de pronunciarse, indicando en tal sentido lo siguiente: “(...) la única exigencia que
hace la segunda parte del artículo 151, es que la notificación de la Resolución se haya hecho
válidamente dentro del lapso de un (1) año previsto en la misma normativa, para que la
Administración Tributaria notificara la resolución correspondiente. De manera que para la Sala, el
sentido que debe darse al diferimiento de efectos previsto en el segundo aparte del mencionado
artículo 135, está relacionado con la certeza de que los administrados puedan ejercer su derecho a
la defensa, mediante los recursos respectivos, una vez que transcurran esos diez días, cuando la
notificación no se haga personalmente; pero no debe entenderse así cuando nos referimos a la
validez de la notificación del acto administrativo; pues como se dijo anteriormente, es suficiente y
necesario que se haya hecho cumpliendo las formalidades legalmente establecidas. Así se declara”.
(Sentencia de esta Sala Nro. 02677 del 14 de noviembre de 2001, caso: Sucesión Alberto Haiek
Juan).

Declarada la validez de las notificaciones efectuadas, debe la Sala pronunciarse en torno al


cumplimiento o no de los extremos previstos en el artículo 151 del Código Orgánico Tributario de
1994, aplicable rationae temporis, y en consecuencia, determinar si quedó o no consumado el
plazo perentorio de un (1) año establecido para que la Administración Tributaria dictara y
notificara válidamente las resoluciones culminatorias del sumario administrativo objetadas.

Artículo 135. El incumplimiento de los trámites legales en la realización de


las notificaciones tendrá como consecuencia que las mismas no surtan
efecto sino a partir del momento en que se hubiesen realizado
debidamente, o en su caso, desde la oportunidad en que el interesado se
deba tener por notificado personalmente en forma tácita según lo previsto
en el aparte del numeral 1 del artículo 133 de este Código.

Artículo 145: En el Acta que se levante se deberá emplazar al contribuyente


o responsable para que proceda a presentar la declaración omitida o
rectificar la presentada, y pagar el impuesto resultante, con actualización
monetaria e intereses compensatorios, y la multa correspondiente al diez
por ciento (10%) del tributo omitido, dentro del plazo de quince días hábiles
de notificada dicha Acta.

Artículo 146: Vencido el plazo establecido en el artículo inmediato anterior,


sin que el contribuyente o responsable procediera de acuerdo con lo
previsto en dicho artículo, se dará por iniciada la instrucción del Sumario
teniendo el afectado plazo de veinticinco (25) días hábiles para formular los
descargos y aportar la totalidad de las pruebas para su defensa. Regirá en
materia de pruebas lo dispuesto en la Sección Tercera de este Capítulo.
En caso de que la impugnación versare sobre aspectos de mero derecho, no
se abrirá el Sumario correspondiente, quedando abierta la vía jerárquica o
jurisdiccional.”.

Artículo 151: La Administración dispondrá de un plazo máximo de un (1)


año, contado a partir del vencimiento del lapso para presentar el escrito de
descargos, para dictar la resolución culminatoria del Sumario.
Si la Administración no notifica válidamente la resolución en el lapso
previsto para decidir, quedará concluido el Sumario y el acta invalidada y
sin efecto legal alguno, al igual que los actos cumplidos en el Sumario.
Los elementos probatorios acumulados en el Sumario así concluido podrán
ser apreciados en otro, siempre que así se haga constar en el Acta que inicia
el nuevo Sumario y sin perjuicio del derecho del interesado a oponer la
prescripción y las demás excepciones que considere procedentes.”
(Destacado de la Sala).

De la lectura de las citadas disposiciones se desprende que una vez levantada el acta fiscal, los
contribuyentes o responsables tienen un plazo de quince (15) días hábiles siguientes a la
notificación, para consignar su declaración en caso de no haber sido presentada, corregir la que
hubieren presentado o allanarse al pago de las cantidades reparadas; luego, una vez transcurridos
estos quince (15) días hábiles, sin que se hubiere presentado la declaración omitida, rectificada o
se hubiere producido el pago, la Administración Tributaria dará por iniciado el respectivo sumario
administrativo, concediendo a dichos contribuyentes o responsables un plazo de veinticinco (25)
días hábiles para que presenten los descargos.

Asimismo, al vencimiento de estos veinticinco (25) días hábiles contará la Administración


Tributaria con el plazo máximo de un (1) año dentro del cual deberá tomar su decisión y
notificarla, emitiendo de esta manera la resolución culminatoria del sumario; por tales motivos,
tanto la decisión como la notificación deben producirse dentro del indicado plazo máximo de un
(1) año, el cual es computado por días calendarios o continuos a tenor de lo dispuesto en el
numeral 1, del artículo 11 del citado Código de 1994, contándose, en consecuencia, desde el día
siguiente a aquél en que vence el lapso para presentar el escrito de descargos (25 días hábiles) y
terminando el día equivalente del año calendario siguiente a aquél.

Con base en lo expuesto, destaca esta Sala que son tres los lapsos que deben computarse a objeto
de verificar si la resolución culminatoria del sumario administrativo fue dictada y válidamente
notificada dentro del plazo máximo de un (1) año; a saber: i) el lapso de quince (15) días hábiles
siguientes a la notificación del acta fiscal; ii) el de veinticinco (25) días hábiles contados a partir del
vencimiento de los quince anteriores, para presentar el escrito de descargos y, iii) el de un (1) año
calendario o continuo contado a partir del vencimiento de los veinticinco (25) días hábiles de los
descargos. (vid. Sentencia de esta Sala Nro. 00615 de fecha 08 de marzo de 2006, caso: Industrias
Azucareras, S.A.).

Precisado lo anterior y de la lectura de las actas procesales, esta Sala observa que las Actas Fiscales
Nros. GRTI-RCE-521-2828-1-4 y GRTI-RCE-521-2828-1-3-1, fueron levantadas y notificadas el 10 de
junio de 1997, momento éste desde el cual comenzaba a computarse el lapso de quince (15) días
para que la contribuyente pudiese allanarse al pago, y que vencía el 02 de julio de 1997; en
consecuencia, a partir de la referida fecha comenzaban a correr los veinticinco (25) días hábiles
para presentar el escrito de descargos, siendo que éste no fue presentado. No obstante, a tenor
de lo dispuesto en el artículo 151 del Código Orgánico Tributario de 1994, ese lapso de veinticinco
días (25) hábiles debía dejarse transcurrir íntegramente para empezar a computarse el plazo de un
(1) año continuo para dictar y notificar la resolución culminatoria del sumario, es decir, tal lapso de
veinticinco (25) días contados desde el 02 de julio de 1997, finalizaba el 07 de agosto del mismo
año; siendo ello así, el plazo de un año continuo comenzaba a contarse a partir del 10 de agosto de
1997 (día hábil siguiente), debiendo concluir así para el 10 de agosto de 1998, el cual resultaba el
día equivalente del año calendario siguiente.

En sintonía con lo expuesto, esta Alzada observa que las Resoluciones Culminatorias del Sumario
Administrativo Nros. RDC-DSA-540-98-90 y RCE-DSA-540-98-111 fueron dictadas en fechas 10 de
junio y 9 de julio de 1998 y notificadas por la Administración Tributaria Nacional en fechas 19 de
junio y 21 de julio de 1998, respectivamente. En consecuencia, para el momento en que la
empresa Acumuladores Fulgor, C.A. (FULGOR) fue válidamente notificada de las mencionadas
resoluciones no se había cumplido el lapso de un (1) año que señala el artículo 151 del Código
Orgánico Tributario de 1994, motivo por el cual se desestima el alegato sustentado al respecto por
el apoderado judicial de la contribuyente. Así se declara.

En relación a los intereses moratorios, la Sala determinó lo siguiente:

En consecuencia, en toda obligación tributaria principal que haya nacido bajo la vigencia del
Código Orgánico Tributario de 1994, igualmente el cómputo de los intereses moratorios
comenzará luego del vencimiento establecido para su pago (declarar y pagar), razón por la cual,
esta Sala revoca el criterio del a quo con respecto a que los intereses moratorios resultaban
improcedentes en el presente caso “…por cuanto la Administración Tributaria procedió a
calcularlos sobre crédito líquido, no exigible para el momento en que calcula dichos intereses y no
se encontraba vencido el plazo para la cancelación de los impuestos y multas determinadas, ya que
éstos créditos fueron liquidados conjuntamente con los intereses...”, en otras palabras, que su
exigibilidad debe desprenderse de un acto definitivamente firme. Por consiguiente, el cómputo de
los intereses moratorios en caso de deudas en las que la Administración Tributaria es acreedora,
comienza a computarse desde el día siguiente al de su vencimiento para el pago, motivo éste por
el cual, resulta forzoso declarar procedentes los argumentos expuestos por la representación fiscal
al respecto. Así se declara.

Galletera Tejerías, S.A.

Hechos:

El referido recurso contencioso tributario fue interpuesto contra la Resolución Culminatoria del
Sumario Administrativo N° RCE-SM-ASA-0000019, de fecha 17 de mayo de 2000, y las
correspondientes Planillas de Liquidación Nros. 0469389, 0469390, 0469391 y 0469392, todas del
18 de mayo de 2000, dictadas por la Gerencia Regional de Tributos Internos de la Región Central
del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT), mediante la
cual se determinó a cargo de la precitada sociedad mercantil, en concepto de impuesto al valor
agregado e impuesto al consumo suntuario y a las ventas al mayor “correspondientes al período
comprendido entre los meses de octubre de 1993 a octubre de 1995”.

En fecha 27 de agosto de 1996, la Administración Tributaria dictó el Acta Fiscal N° GRTI-RCE-FM-


500-00028-1-56, mediante la cual formuló reparo a la empresa Galletera Tejerías, S.A., en razón a
que de la “(…) revisión de las declaraciones de Impuesto al Valor Agregado correspondiente a los
períodos octubre 1993 hasta julio 1994 e Impuesto al Consumo Suntuario y a las Ventas al Mayor
desde agosto 1994 hasta octubre 1995, se determinó que las mismas son consideradas como no
veraces tal y como lo estipula (sic) el artículo (sic) 118 del Código Orgánico Tributario y 42 de la Ley
de Impuesto al Valor Agregado en concordancia con el artículo 1 del Reglamento Parcial N° 1,
Artículos 42 de la Ley de Impuesto al Consumo Suntuario y a las Ventas al Mayor y 59 de su
respectivo Reglamento. Por lo que se procedió a solicitar información de terceras personas,
evidenciándose que la contribuyente realizó operaciones de ventas gravables por el monto de
Bs. 269.020.962,09. Igualmente no realizó los respectivos registros en los libros reglamentarios,
así como tampoco incluyó las ventas en las Declaraciones de Impuesto al Valor Agregado e
Impuesto al Consumo Suntuario y a las Ventas al Mayor, por lo que se determinó un débito fiscal
de Bs. 30.281.845,83 y un rechazo a razón de créditos fiscales por Bs. 13.958.286,11 (…)”.

En fecha 13 de abril de 1999, la Administración Tributaria emitió el Acta Fiscal N° GRTI-RCE-DFE-


01-M-140, mediante la cual formuló reparo a la empresa Galletera Tejerías, S.A., en razón que de
la fiscalización “(…) se evidenció que la contribuyente efectuó operaciones de ventas gravables,
más no realizó el correspondiente registro en los libros reglamentarios, por lo que dichas
operaciones no quedaron asentadas en la contabilidad de la mencionada empresa y mucho
menos en las declaraciones de Impuesto al Valor Agregado e Impuesto al Consumo Suntuario y a
las Ventas al Mayor, razón por la cual se procedió a incorporar los débitos fiscales omitidos que
calculados conforme al artículo 54 de la Ley de Impuesto al Valor Agregado y 59 de la Ley de
Impuesto al Consumo Suntuario y a las Ventas al Mayor ascienden a la cantidad de Bs.
30.281.845,83; y a rechazar en concepto de créditos fiscales, el monto de Bs. 13.958.286,11 (…)”.

El artículo 151 del Código Orgánico Tributario de 1994, que se encontraba vigente para el
momento en que se levantó tanto el Acta de Reparo N° GRTI-RCE-FM-500-00028-1-56 que dio
origen a la Resolución Culminatoria del Sumario Administrativo N° GRTI-RCE-DSA-540-000156,
como el acta fiscal dictada el 13 de abril de 1999, identificada con las letras y números GRTI-RCE-
DFE-01-M-140, que inició el nuevo sumario administrativo formulado sobre los mismos períodos
impositivos en que se fundamentó el citado reparo, copiado a letra dispone:

“Artículo 151. La Administración dispondrá de un plazo máximo de un (1)


año, contado a partir del vencimiento del lapso para presentar el escrito de
descargos, para dictar la resolución culminatoria del sumario.
Si la Administración no notifica válidamente la Resolución en el lapso
previsto para decidir, quedará concluido el Sumario y el Acta invalidada y
sin efecto legal alguno, al igual que los actos cumplidos en el Sumario.
Los elementos probatorios acumulados en el sumario, así concluidos
podrán ser apreciados en otro, siempre que así se haga constar en el Acta
que inicia el nuevo Sumario y sin perjuicio del derecho del interesado a
oponer la prescripción y las demás excepciones que considere
procedentes”.

En este caso, la Administración inició dos procedimientos de fiscalización sobre la misma


obligación tributaria, por lo que el abogado de la empresa alegó un vicio al debido procedimiento,
mientras que la Administración defendió la posibilidad de hacerlo, de conformidad con lo previsto
en el artículo anteriormente citado.

En este contexto, del sentido de la norma anteriormente citada se desprende que nada obsta para
que en un procedimiento sumario declarado invalidado como consecuencia de haberse notificado
en forma extemporánea la Resolución dictada con base en dicho procedimiento, la
Administración Tributaria pueda abrir un nuevo sumario administrativo sobre los mismos
períodos fiscales que fueron objeto de fiscalización en el procedimiento declarado invalidado por
el incumplimiento de la condición que antecede, pudiéndose apreciar inclusive los elementos
probatorios, precisamente porque con esta forma de invalidación no se determinó con precisión
si hay lugar o no al derecho de crédito por parte del Fisco Nacional mediante el estudio de la
legalidad del acto administrativo sobre el cual la Administración Tributaria reclama ese derecho,
de allí la justificación de esa facultad.

De manera que en la presente causa, la Administración Tributaria sí podía impulsar un nuevo


procedimiento sumario sobre los mismos períodos fiscales en los que se basó el Acta Fiscal N°
GRTI-RCE-FM-500-00028-1-56 y que dio lugar a la Resolución Culminatoria del Sumario
Administrativo identificada bajo el N° GRTI-RCE-DSA-540-000156, precisamente por haber sido
declarada invalidada en virtud de la extemporaneidad de su notificación, por lo que a juicio de
esta Alzada, la contribuyente erró al considerar en el escrito contentivo del recurso contencioso
tributario interpuesto el 10 de julio de 2000, que “(…) esa situación no se corresponde con la
seguridad e integridad jurídica, habida cuenta de la flagrante violación al derecho a la defensa y al
debido proceso (…)”, pues por una parte, esta tipología de “invalidación” no afecta el carácter legal
del nuevo sumario, y por la otra, tal como lo sostuvo la representación fiscal “(…) la empresa
Galletera Tejerías, S.A., tuvo pleno acceso a todos los mecanismos posibles para el ejercicio de su
defensa (…)”.

Asimismo, mal podría concebirse que con tal proceder la Administración Tributaria habría
incurrido en violación del debido proceso, al sostener el apoderado judicial de la contribuyente
Galletera Tejerías, S.A., en el escrito contentivo del recurso contencioso tributario que “no debió
realizar el órgano fiscal esa nueva fiscalización, sino hasta tanto no se hubiere producido la
culminación real y efectiva del sumario sustentado en la Resolución Culminatoria N° GRTI-RCE-DSA-
540-000156 del 1° de octubre de 1997, en razón de que aún estaba en trámite la impugnación
contra dicho acto administrativo”, pues en primer término esa posibilidad de actuación forma
parte de las amplias potestades que el legislador patrio le ha conferido a la Administración
Tributaria que se pone en evidencia en la disposición normativa contemplada en el prenombrado
artículo 151 del Código Orgánico Tributario de 1994, vigente ratione temporis, y en segundo lugar
porque con ella se persigue evitar la prescripción de los derechos del Fisco Nacional, que
justamente constituye una de las limitantes previstas en el mencionado artículo 151, para el
despliegue de dicha potestad.

En efecto, de la letra del mencionado artículo 151, cuyo contenido también se repite en el artículo
192 del vigente Código Orgánico Tributario de 2001, se lee lo siguiente: “(…) Los elementos
probatorios acumulados en el sumario así concluido podrán ser apreciados en otro, siempre que
así se haga constar en el Acta que inicia el nuevo sumario y sin perjuicio del derecho del
interesado a oponer la prescripción y las demás excepciones que considere procedentes”
(Destacado de la Sala).

Asimismo, vale destacar que cuando en la disposición normativa en referencia el legislador patrio
estableció el conectivo “podrán”, quiso demarcar el carácter potestativo del uso de esos
“elementos probatorios”, sin que necesariamente ese uso pueda constituir un imperativo que
condicione la posibilidad de abrir un nuevo procedimiento sumario sobre períodos fiscales ya
investigados y cuya investigación dio origen a una Resolución Culminatoria, que en razón de su
notificación extemporánea quedó invalidada, así como los actos que le precedieron.

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