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Tabaco: Tanto ser fumador activo como estar expuesto a su humo es un factor
predisponente en esta patología.
SINTOMAS
Fiebre.
En una sinusitis aguda, estos síntomas suelen aparecer tras el séptimo día de un
resfriado que no ha mejorado o que incluso ha empeorado. En el caso de una sinusitis
crónica, los síntomas son los mismos, aunque más leves.
A pesar de que no es frecuente que se produzcan complicaciones, una sinusitis puede
provocar absceso (aparición de pus en una zona determinada que causa dolor e
inflamación), meningitis, osteomielitis e infección cutánea alrededor de los ojos.
PREVENCION
La prevención está basada principalmente evitar los factores predisponentes, dicen los
miembros de la SEORL-CCC. “Eludir o disminuir el contacto con contaminantes, humo
del tabaco y tóxicos puede reducir la probabilidad de padecer una sinusitis o disminuir
los síntomas. Por otro lado, evitar el contacto con agentes infecciosos con unas buenas
medidas de higiene también reduce las tasas de sinusitis, especialmente en el caso de
las agudas”.
DIAGNOSTICO
Es una patología muy común, por lo que suele ser atendida por multitud de especialistas
y facultativos generalistas. En la mayoría de las ocasiones el diagnóstico es clínico,
basado en los síntomas, dado que no llegan a un especialista en Otorrinolaringología.
Sin embargo, en aquellos casos crónicos o que no mejoran con el tratamiento sería
recomendable la realización de una endoscopia nasal para descartar la presenta de
pólipos u otras alteraciones. Además, en algunos casos también puede ser necesaria la
realización de alguna prueba de imagen como una tomografía computarizada (TC) o
resonancia magnética (RM).
Transiluminación: el especialista proyecta una luz contra los senos para comprobar
si están inflamados u ocupados.
Hacer presión sobre el área sinusal para causar dolor, lo que significa que hay
infección o inflamación.
TRATAMIENTOS
El tratamiento de las sinusitis agudas está basado principalmente en tratamiento
sintomático. La analgesia en caso de dolor, los lavados nasales con soluciones salinas,
los corticoides intranasales o descongestionantes nasales pueden ser de utilidad. A
pesar de que en la mayoría de los casos no cambian el curso de la enfermedad, mejoran
los síntomas durante la misma.
Los antibióticos sistémicos son recomendados en pacientes con sinusitis aguda y
factores de riesgo como fiebre, mucosidad purulenta y dolor unilateral por sospecha de
sobreinfección bacteriana. En algunos casos más graves, tandas cortas de corticoides
orales pueden ser de gran utilidad.
En el caso de las sinusitis crónicas el tratamiento está basado principalmente en los
corticoides intranasales. Los lavados nasales con soluciones salinas mejoran el efecto
del tratamiento al remover la mucosidad que cubre la mucosa nasal. En casos de
reagudizaciones, las pautas de corticoides sistémicos y tandas cortas de antibióticos
sistémicos suelen ser necesarias. En otros casos tandas largas de antibióticos también
han demostrado beneficio. Si la clínica persiste tras un correcto tratamiento médico los
pacientes podrían beneficiarse de cirugía -con el objetivo de ensanchar las aberturas y
drenar los senos paranasales.
RINITIS
La rinitis es un trastorno que afecta a la mucosa nasal y se caracteriza por un
incremento de las secreciones nasales (con un goteo constante), congestión,
picor, lagrimeo y estornudos reiterados, e incluso pérdida del sentido del olfato
(anosmia). Puede tratarse de rinitis aguda (cuando es de corta duración), o crónica
(si es de larga duración).
TIPOS DE RINITIS
Rinitis alérgica
Cuando se trata de rinitis alérgica, también puede ser pasajera, ya que se debe a
una reacción inmunológica del organismo frente a la presencia de determinadas
sustancias conocidas como alergenos. En este caso, la aparición de rinitis alérgica
estacional coincide con la época de floración de ciertas especies como las
gramíneas, el olivo o las cupresáceas, que son las causantes de la alergia del
paciente.
La alergia, sin embargo, también puede ocasionar rinitis crónica cuando el motivo
de la alergia son otros elementos tales como los ácaros, la inhalación de ciertas
sustancias presentes en el entorno del paciente (alergia ocupacional) o los pelos de
mascotas, que no tienen un carácter estacional.
Rinitis no alérgicas
SINTOMAS
La rinitis estacional aparece con la llegada del polen. Los afectados pueden notar en la
nariz, el paladar, la parte posterior de la garganta y los ojos un picor que empieza de
forma gradual o bruscamente. Por lo general, los pacientes presentan ojos
llorosos, estornudos y la caída de agüilla clara por la nariz.
Algunas personas pueden tener dolor de cabeza, tos, y jadeos. Además pueden estar
irritables y deprimidas; pierden el apetito y tienen dificultades para conciliar el sueño.
Si la rinitis viene acompañada con conjuntivitis los pacientes pueden tener también picor
ocular, lagrimeo y ojos hinchados y enrojecidos.
"Se puede diferenciar fácilmente de un simple resfriado ya que éste suele durar de 7 a
10 días y a veces se acompaña de otros síntomas como fiebre y malestar general",
destaca Rodríguez Jiménez.
TRATAMIENTO
PREVENCION
En las rinitis infecciosas como las virales, del catarro común, las medidas
preventivas consisten en el lavado de manos frecuente, evitar lugares
cerrados o con poca ventilación y la exposición a las partículas procedentes
de estornudos, tos, etcétera.
La vacunación para las rinitis alérgicas está disponible en los casos de
afectación seria, con compromiso respiratorio, pero se precisa que sólo exista
alergia a un agente externo o alérgeno. Se administrarán dosis crecientes de
vacuna durante un período de varios años para conseguir erradicar o
minimizar al máximo sus síntomas.