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Carolina 12/11/2014
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La excusa de que te encantaría tener una placa solar pero es muy cara
ya no vale: te enseñamos como fabricar de manera sencilla tus propios
paneles solares (fotovoltaico y solar térmico), de un modo bueno, bonito
y barato.
Materiales
- Plexiglás del tamaño del panel (dos, uno para cada lado).
Paso a paso:
Tras proteger con pintura la base de nuestro panel (si ésta es de madera) para
que no sufra con las condiciones atmosféricas (ya que nuestro panel puede durar
años), lo primero que haremos será colocar sobre la base las células solares que
tenemos. Si has hecho previamente unas marcas, te resultará más sencillo. Es
importante que compremos las células sin cera (se suele usar para protegerlas en
el transporte, puesto que son muy delicadas), ya que de lo contrario deberemos
ocuparnos de quitar esta cera, lo cual es un proceso engorroso.
Las células deben cubrir tanto la parte delantera como la posterior del panel, es
decir, si tenemos 36 células, pondremos 18 por un lado y 18 por otro. Conviene
tener siempre alguna célula de más, puesto que son frágiles y se nos puede
romper más de una.
Debemos unirlas entre sí por los polos negativos y positivos respectivamente. Las
células suelen traer los alambres o lengüetas para hacer la conexión, lo cual nos
facilitará bastante el trabajo (fíjate en este detalle al comprar). También debemos
soldarlas entre sí para que queden bien unidas (puedes hacerlo con un soldador
de baja potencia con cuidado de no dañar la celda, o, si no queremos soldar, con
pegamento termofusible). Esto lo haremos con las células mirando hacia abajo. A
continuación, con cuidado, les damos la vuelta y las pegamos al panel con
silicona, siguiendo las marcas que nos servirán de guía.
Materiales
- Papel aluminio
- Papel celofán
- Cinta adhesiva
Paso a paso:
Limpia las botellas y píntalas con la pintura negra. Luego desmonta la caja de
cartón y forra su interior con papel aluminio, que puedes pegar con pegamento al
cartón. El tamaño de la caja debe quedar ajustado de tal manera que la o las
botellas no se muevan en su interior.
Llena las botellas con agua hasta ¾ partes y presiónalas para que el agua suba
hasta el tope. Tápalas con fuerza, cúbrelas con papel celofán y mételas dentro de
la caja. Pégalas con cualquier cinta adhesiva para que no se caigan y cierra la
caja.
Ponla en algún lugar de la casa orientada al sur, donde le dé el sol, inclinada unos
45 grados del suelo para aprovechar los rayos solares. Entre dos y cinco horas
más tarde (según el sol), tendrás agua caliente como para prepararte una infusión,
lavar los platos, o darle el uso que te parezca.